I TRIBUTACIÓN MUNICIPAL ¿Se vulnera el Principio de Legalidad en el caso de una Ordenanza emitida por una Municipalidad Distrital? T R I B U T A C I O N Carmen del Pilar Robles Moreno Profesora de Derecho Tributario de la Pontificia Universidad Católica del Perú 1. Introducción El 14 de marzo del 2005, se publicó en el diario oficial El Peruano la Sentencia del Tribunal Constitucional sobre la acción de inconstitucionalidad interpuesta por la Defensoría del Pueblo contra varias Ordenanzas emitidas por la Municipalidad Distrital de Santiago de Surco, (MDSS) en materia de arbitrios, fundamentando su posición en que se vulnera el principio de «Legalidad» establecido en el artículo 74° de la Constitución, ya que se debe cumplir con la ratificación por la Municipalidad Provincial para que se cumpla con el principio de legalidad. El Tribunal Constitucional declaró FUNDADA la acción de inconstitucionalidad, en consecuencia, inconstitucionales varias Ordenanzas emitidas por la MDSS: M U N I C I P A L Declaró que la sentencia surte efectos a partir del día siguiente de su publicación y, por consiguiente, no habilita la devolución o compensación de pagos efectuados a consecuencia de las Ordenanzas declaradas inconstitucionales. Declaró que los términos de esta Sentencia no habilitan la continuación de procedimientos de cobranza coactiva en trámite, ni el inicio de éstos o cualquier otro tipo de cobranza relacionada con las Ordenanzas declaradas inconstitucionales. P R I M E R A Q U I N C E N A - M A Y O 2005 Debido a que consideramos que estas Ordenanzas, a nuestro parecer, han cumplido, tanto con la Constitución vigente, no han violado el principio de legalidad, en esta oportunidad vamos a revisar algunos conceptos. 2. Posición de la Defensoría del Pueblo La Defensoría del Pueblo con fecha 16 de julio del 2004 interpone demanda de inconstitucionalidad contra diversas Ordenanzas expedidas por la Municipalidad Distrital de Santiago de Surco, alegando que las mismas vulneran los principios tributarios de legalidad (no ratificación por Ordenanza provincial y aplicación retroactiva de la ley), no confiscatoriedad y capacidad contributiva; y asimismo, porque utilizan criterios prohibidos para la determinación del importe a pagar por concepto de arbitrios. La Defensoría del Pueblo, mediante esa acción de inconstitucionalidad contra diversas Ordenanzas de la MDSS que establecieron el pago de arbitrios por concepto de Serenazgo, Limpieza Pública, Parques y Jardines, para los períodos fiscales 1996, 1997, 1998, 1999, 2000, 2001, 2002, 2003 y 2004, solicita al Tribunal Constitucional la revisión constitucional de las mismas, básicamente por lo siguientes argumentos: i) Respecto a la impugnación de Ordenanzas ya derogadas, demanda el pronunciamiento del Tribunal Constitucional, debido a que los efectos de las mismas aún perviven en el tiempo, ii) La Muni- 1-20 INSTITUTO DE cipalidad de Santiago de Surco, en la emisión de las Ordenanzas Municipales impugnadas, no ha respetado el mecanismo formal de ratificación para su validez, establecido en la Ley Orgánica de Municipalidades, iii) La Municipalidad de Santiago de Surco ha cobrado arbitrios utilizando criterios no admisibles para su cuantificación. La Defensoría del Pueblo, señala que: «( ) evidentemente, para que se respete el principio de legalidad tributaria, las Ordenanzas emitidas por los gobiernos locales deben cumplir con las formalidades preestablecidas por el ordenamiento jurídico para su vigencia, es decir, se requiere contar con Ordenanzas válidamente emitidas. Bajo este entendido es que la Defensoría del Pueblo considera que las Ordenanzas N°s ( ), vulneran el principio de legalidad tributaria, dado que ninguna de ellas cumple con el requisito de la Ratificación aprobada por Acuerdo de Concejo de la Municipalidad Metropolitana de Lima, y publicada antes del 30(1) de abril de cada ejercicio fiscal, conforme a lo establecido en el artículo 69°-A de la Ley de Tributación Municipal, Decreto Legislativo 776. En efecto de conformidad con el artículo 40° de la Ley Orgánica de Municipalidades, Ley 27972 «( ) las Ordenanzas en materia tributaria expedidas por las Municipalidades Distritales deben ser ratificadas por las Municipalidades Provinciales de su circunscripción para su vigencia». 3. Sentencia del Tribunal Constitucional El Tribunal Constitucional considera que, a fin de no vulnerar los principios constitucionales para la creación de tributos, el marco constitucional que debió respetarse en la producción de Ordenanzas por arbitrios municipales es la siguiente: El artículo 74° de la Constitución reconoce facultad tributaria a los gobiernos locales para la creación de tasas y contribuciones, siempre que: a) sea dentro de su jurisdicción; y, b) con los límites que establece la ley. Ello quiere decir que las Municipalidades no pueden ejercer su potestad tributaria de manera arbitraria, sino que dicho reconocimiento constitucional estará legitimado siempre que se encuentre dentro del marco legal que la Constitución consagra. Será, entonces, mediante la ley de la materia como se regule el instrumento idóneo para ejercer la potestad tributaria, así como, el procedimiento para su validez y vigencia. De este modo, la Ley Orgánica de Municipalidades y la Ley de Tributación Municipal, en lo que sea pertinente, constituyen el parámetro de constitu-cionalidad para el correcto ejercicio de la potestad tributaria municipal. En este mismo orden de ideas, el Tribunal Constitucional considera que la ratificación de la Ordenanza Distrital es constitutiva, sólo con ella se convalida la vigencia de Ordenanza Distrital como norma exigible a particulares. Por ello, se afirma que la Ordenanza Distrital ya existe antes de la ratificación, pero, no obstante, aún no es válida ni eficaz, por no estar conforme con todas las reglas para su producción jurídica. Asimismo, señala el Tribunal Constitucional lo siguiente: (1) De acuerdo al TUO vigente de la Ley de Tributación Municipal, el artículo 69°-A, estas Ordenanzas deberán ser publicadas a más tardar el 31 de diciembre del ejercicio anterior al de su aplicación. INVESTIGACIÓN EL PACÍFICO «El artículo 204° de la Constitución establece que la norma declarada inconstitucional queda sin efecto al día siguiente de la publicación de la sentencia que así la declara. Por su parte, el artículo 74° de la Constitución prescribe que no surten efecto las normas tributarias dictadas en violación de los principios tributarios, disposición que, junto a lo previsto por los artículos 36° y 40° de la Ley Orgánica del Tribunal Constitucional (LOTC), permite a este Colegiado, de manera excepcional, modular los efectos de su sentencia en el tiempo, en el caso de normas tributarias. Así, en materia tributaria, conforme se establece en el segundo párrafo del Art. 36° de la LOTC (Ley Orgánica del Tribunal Constitucional), «(...) el Tribunal debe determinar de manera expresa en la sentencia los efectos de su decisión en el tiempo» y resolver «(...) lo pertinente respecto de las situaciones jurídicas producidas mientras estuvo en vigencia».(2) Esta atribución permite al Tribunal Constitucional decidir, en materia tributaria, si los efectos de sus sentencias deben ser a futuro (ex nunc) o con carácter retroactivo (ex tunc), en cuya deliberación, evaluaciones en torno al coste económico, jurídico y político de su decisión adquieren especial relevancia. La trascendencia del presente caso, dada la creciente expectativa de los contribuyentes y gobiernos respecto a la cuantificación de los arbitrios municipales, hace necesario que este Tribunal Constitucional delimite los posibles efectos de su decisión y que se obtenga de ella lo más valioso para la sociedad. El presente es un caso que, circunscrito en los vicios y anomalías a la producción normativa de la Municipalidad de Surco, reproduce una problemática que a nivel nacional aqueja a la mayoría de gobiernos locales y usuarios de los servicios prestados por ellas. Se ha observado a lo largo de los últimos ( )además de la inobservancia de requisitos de validez de sus Ordenanzas; frente a ello, no puede desconocerse tampoco la falta de previsión legislativa para establecer procedimientos de ratificación en tiempo eficaz y acordes a la realidad(3), así como, la falta de reglas claras sobre criterios de distribución de arbitrios». Asimismo, señala el Tribunal Constitucional que: «En consecuencia, no queda duda que la ratificación es un mecanismo de control sobre la producción de normas, consustancial a la garantía de la autonomía municipal. Por lo tanto, de ninguna manera el Tribunal Constitucional puede admitir el alegato de la defensa de la Municipalidad de Surco, de que la falta de fundamento de la ratificación se sustenta en que se ha derogado la participación de las Municipalidades provinciales como segunda instancia en el procedimiento contencioso tributario. Pareciera que, en su errado entender, la simplificación administrativa en las instancias de reclamación que perfectamente queda justificada a favor de los contribuyentes, tiene el mismo fundamento que una exigencia en el procedimiento de producción normativa, necesario para garantizar un sistema tributario de mayor equidad. Menos aún cabe admitir que el requisito de la ratificación establece una relación de jerarquía entre Municipalidades; todo lo contrario, éste se enmarca dentro de las relaciones de coordi(2) El segundo párrafo del artículo 81° del Código Procesal Constitucional (aprobada por la Ley 28237), cuando se declare la inconstitucionalidad de normas tributarias por violación del artículo 74° de la Constitución, el Tribunal debe determinar de manera expresa en la sentencia los efectos de su decisión en el tiempo. Asimismo, resuelve lo pertinente respecto de las situaciones jurídicas producidas mientras estuvo en vigencia. (3) El subrayado es nuestro nación entre gobiernos locales, propio de un Estado descentralizado». Sobre esto, nos permitimos efectuar el análisis de lo que significa: i) «menos aún cabe admitir que el requisito de la ratificación establece una relación de jerarquía» y, ii) «no queda duda que la ratificación es un mecanismo de control sobre la producción de normas, consustancial a la garantía de la autonomía municipal» Como podemos apreciar quien señala que el control de la Municipalidad provincial establecido para la creación de tributos por parte de la Municipalidades Distritales (en vía de ratificación) encuentra su justificación por cuanto la primera resuelve como segunda instancia en los procedimientos contencioso tributarios es el propio Tribunal Fiscal, quien hace suya la tesis de la Defensoría del Pueblo, tal como aparece en la RTF(4) N° 3178-4-2003, donde se señala lo siguiente: «( ) Que sobre el particular, la Defensoría del Pueblo, mediante Informe Defensorial N° 33 denominado «Tributación Municipal y Constitución» ha establecido que: «la ratificación tiene como finalidad incorporar mecanismos de coordinación entre las Municipalidades, a fin de brindar coherencia al esquema de tributación municipal de cada provincia. De esta manera, el procedimiento resulta razonable si consideramos que, de conformidad con el artículo 96° de la LOM, corresponde al alcalde provincial conocer en segunda instancia -anterior al Tribunal Fiscal- los procedimientos administrativos en materia tributaria iniciados ante las Municipalidades Distritales. En ese sentido, el control de la Municipalidad provincial establecido para la creación de tributos por parte de la Municipalidades Distritales -en vía de ratificación- encuentra su justificación por cuanto la primera resuelve como segunda instancia en los procedimientos contenciosos tributarios iniciados ante las Municipalidades Distritales, por lo que la ratificación de las Ordenanzas se convierte en una suerte de control previo, que puede ayudar a descongestionar la carga posterior de los procedimientos tributarios que se presenten al respecto ante la Municipalidad provincial en vía de apelación ( )» Sobre esta afirmación de la propia Defensoría del Pueblo y del Tribunal Fiscal es que está fundamentando la razón de ser de la Ratificación. En este sentido, creemos que habría que preguntarse, cuál es la justificación de la Ratificación ya que con la Ley Orgánica de Municipalidades, aprobada por la Ley 27972 (27.05.2003) la Provincial ha perdido competencia, de acuerdo a lo señalado por la Resolución del Tribunal Fiscal N° 03590-6-2003. Veamos: El Tribunal Fiscal(5), con posterioridad a la vigencia de la actual Ley Orgánica de Municipalidades, ha emitido una Jurisprudencia de Observancia Obligatoria, mediante la RTF(6) N° 03590-6-2003, publicada en el diario oficial El Peruano el 02 de julio de 2003. En esta RTF, se indica que la materia controvertida es «determinar si las Municipali(4) Resolución del Tribunal Fiscal (5) Como sabemos, máximo órgano administrativo resolutivo en materia tributaria. (6) Resolución del Tribunal Fiscal. dades Provinciales desde la entrada en vigencia de la nueva Ley Orgánica de Municipalidades, Ley 27972 son competentes para resolver los recursos de apelación contra las resoluciones emitidas por las Municipalidades Distritales en los procedimientos contenciosos y, de ser el caso, el trámite a seguir en el caso de recursos de apelación que hubieren sido presentados durante la vigencia de la Ley Orgánica de Municipalidades anterior, esto es la Ley 23853». Sobre esto, el mismo Tribunal Fiscal reconoce que la competencia de las Provinciales desde la entrada en vigencia de la Ley Orgánica de Municipalidades, es susceptible de dos interpretaciones: i) Una primera, según la cual las Municipalidades Provinciales continúan siendo competentes para resolver las apelaciones de resoluciones emitidas por las Municipalidades Distritales dentro del procedimiento contencioso, y ii) Una segunda que considera que desde la entrada en vigencia la nueva Ley Orgánica de Municipalidades, Ley 27972, el Tribunal Fiscal es el órgano competente para conocer las apelaciones formuladas contra las resoluciones emitidas por las Distritales dentro del procedimiento contencioso. En este mismo sentido, precisa el Tribunal Fiscal que con fecha 24 de junio del año 2003 por acuerdo de Sala Plena N° 200312, se adoptó el siguiente criterio: «Desde la entrada en vigencia de la Ley Orgánica de Municipalidades, Ley 27972, el Tribunal Fiscal es el órgano competente para conocer las apelaciones formuladas contra las resoluciones emitidas por las Municipalidades Distritales dentro del procedimiento contencioso, toda vez que dicha norma suprimió el texto del artículo 96° de la Ley Orgánica de Municipalidades N° 23853» De otro lado, cuando el Tribunal Constitucional señala que la ratificación es un mecanismo de control sobre la producción de normas, consustancial a la garantía de la autonomía municipal; nosotros nos preguntamos, si la producción de normas (entiéndase Ordenanza de materia tributaria) se da tanto por una Municipalidad Distrital como por una Municipalidad Provincial, ¿Cuál es el mecanismo de control en el caso de las Ordenanzas emitidas por una Municipalidad Provincial?, ¿Cuál es el plazo que tiene una Municipalidad Provincial para ratificar una Ordenanza?, porque si no hay plazo, las Provinciales no tienen límite en su accionar y por lo tanto, (al menos en teoría), tendremos Ordenanzas ratificadas cuando la Provincial así no decida, o por lo menos debería existir una Ley Marco que regule íntegramente el tema de la ratificación, lamentablemente y el Tribunal Constitucional así lo ha reconocido expresamente, cuando señala que «( ) no puede desconocerse tampoco la falta de previsión legislativa para establecer procedimientos de ratificación en tiempo eficaz y acordes a la realidad( )» Asimismo, cuando el Tribunal Constitucional indica que no cabe admitir que el I requisito de la ratificación establece una relación de jerarquía entre Municipalidades; todo lo contrario, éste se enmarca dentro de las relaciones de coordinación entre gobiernos locales, propio de un Estado descentralizado; nosotros nos permitimos señalar que, no existe una relación de jerarquía entre una Municipalidad Distrital y una Provincial, y que sobre las relaciones de coordinación entre gobiernos locales, el artículo 124° de la actual Ley Orgánica de Municipalidades (aprobada por la Ley 27972). Se establece que «Las relaciones que mantienen las Municipalidades entre ellas, son de coordinación, de cooperación o de asociación para la ejecución de obras o prestación de servicios. Se desenvuelven con respeto mutuo de sus competencias y gobierno». Entonces si efectivamente se trata de relaciones de coordinación entre una Distrital y una provincial, cuál es el papel que juega la Distrital, si lo cierto es que se encuentra absolutamente sometida a la disposición de la provincial para ratificar una Ordenanza, ¿Cuál es la participación efectiva en la coordinación de la Distrital en el caso de la ratificación de la Ordenanza? ¿Acaso olvida el Tribunal Constitucional lo que sucede en la realidad entre las relaciones de una Distrital y una provincial durante el proceso de la ratificación? No hay análisis conjunto de ninguna forma o manera, tampoco hay debate ni concertación, quien decide señores la ratificación o no es la Provincial, y no existe ningún mecanismo que haga posible que la Distrital impugne o cuestione la decisión de la Provincial, menos aún no existe un procedimiento en relación al tiempo con que goza la Provincial para la ratificación. Como se puede apreciar de la sentencia que estamos comentando, en todos los casos las Ordenanzas de la Distrital fueron ratificadas por la Provincial, pero en el momento que ellos lo consideraron oportuno (en algunos casos tal como lo reconoce el propio Tribunal Constitucional, con una tardanza de más de 4 años Entonces ¿Dónde está la relación de coordinación? Lo cierto es que, nos guste o no, y mucho más haya de cualquier intento de sustentar lo contrario, en el proceso de la ratificación de la Ordenanza es la Provincial quien decide y quien impone su parecer, entonces ¿hay o no una subordinación explícita de la Distrital? Nosotros consideramos que sí la hay. De otro lado, afirma el Tribunal Constitucional que: «( ) Y es que la ratificación guarda sustento con la necesidad de armonizar y racionalizar el sistema tributario a nivel de Municipalidades y evitar así, las diferencias irracionales entre las distintas jurisdicciones municipales. Ello, por supuesto, no resta autonomía para la creación de tributos; pero si ayuda a resguardar que exista un estándar mínimo en los criterios para la determinación de servicios municipales, y a evitar la arbitrariedad en la cuantificación de los mismos». En relación a la afirmación del Tribunal ConsA C T U A L I D A D E M P R E S A R I A L | N° 86 P R I M E R A Q U I N C E N A - M A Y O 2005 AREA TRIBUTARIA 1-21 I TRIBUTACIÓN MUNICIPAL titucional «Pareciera que, en su errado entender, la simplificación administrativa en las instancias de reclamación -que perfectamente queda justificada a favor de los contribuyentes-, tiene el mismo fundamento que una exigencia en el procedimiento de producción normativa, necesario para garantizar un sistema tributario de mayor equidad». Sobre esto, consideramos que una cosa es la simplificación administrativa procedimental y otra muy distinta es la formación normativa de la ratificación, quien confunde o tiene un parecer errado es más bien la Defensoría del Pueblo, pues son ellos (como hemos podido apreciar) quienes fundamentan la ratificación sosteniendo el conocimiento en segunda instancia de la Provincial. También precisa el Tribunal Constitucional que, P R I M E R A Q U I N C E N A - M A Y O 2005 «La defensa de la Municipalidad de Surco, al señalar que la ratificación es válida sólo si estuviese contemplada en el texto de la Constitución, omite una lectura completa del artículo 74° de nuestra Constitución, mediante el cual se establece el ejercicio de la potestad tributaria municipal con los «límites que establece la ley». Esta disposición determina la ampliación del parámetro de control constitucional al ejercicio de la potestad tributaria municipal, de modo que el marco de referencia para constatar la validez/invalidez de sus Ordenanzas no se limita únicamente a la lectura literal de la Constitución, sino que integra las normas con contenido material que deriven de ella; esto es, la Ley de Tributación Municipal y la Ley Orgánica de Municipalidades, en los preceptos referidos a atribuciones y competencias de las Municipalidades en el ejercicio de su potestad tributaria». Ahora bien, pensemos por un momento que efectivamente, si la Ordenanza en materia tributaria emitida por una Municipalidad Distrital no es ratificada por una Municipalidad Provincial se vulnera, viola y atenta contra el principio de legalidad, en consecuencia esa Ordenanza no ratificada sería inconstitucional. Si esta afirmación (posición con la que discrepamos completamente) es así, nos preguntamos: ¿Cuál es la razón por la cual la Comisión de Estudio de las Bases de la Reforma Constitucional, recomendó que se contemple en la Constitución que «las tasas y contribuciones creados por los Concejos de las Municipalidades Distritales, para su vigencia, deben ser ratificados por el correspondiente Concejo Provincial, siendo el instrumento normativo legal de aprobación de los tributos municipales la Ordenanza»? Es decir, si la normatividad tal y como estaba y sigue estando (la ratificación de la Ordenanza Distrital en materia tributaria debe ser ratificada por la provincial) atenta contra el principio de legalidad, no sería necesario, que se contemple en la Constitución la «Ratificación de la Ordenanza», bastaría que ésta siga estando regulada en la Ley Orgánica de Municipalidades. Insistimos, ¿Por qué entonces se recomendó que se establezca en la Constitución la Ratificación de la Ordenanza? Nosotros consideramos que, aunque hoy algunas instituciones y organismos del gobierno no lo vean claramente, es indispen- 1-22 INSTITUTO DE sable que la Ratificación sea considera en la Constitución, de tal manera que si la Ratificación se contempla en la Constitución, ahí si constituye un requisito indispensable que ésta se dé, pues de lo contrario, si se estaría vulnerando el «Principio de «Legalidad». Sólo de esa manera constituiría violación al principio de legalidad. Pero si no se establece constitucionalmente la Ratificación, no se puede sustentar que se atenta contra el principio de legalidad. Como podemos apreciar, lo señalado anteriormente significa que no es cierto que una Ordenanza Distrital en materia tributaria emitida y publicada vulnere el principio de legalidad. Al respecto, señala el Tribunal Fiscal, mediante la RTF N° 2290-4-2003 lo siguiente: justificación estaría básicamente porque la provincial conoce en segunda instancia de los procedimientos contenciosos tributarios. Consideramos, que esto no es así, ya que siendo la Ley Orgánica de Municipales una norma que desarrolla a las Municipalidades que han sido establecidas por la Constitución como órganos de gobierno local, tiene como señala el doctor García Belaunde un límite que es la propia Constitución, y la Constitución no ha establecido niveles de jerarquía entre una Municipalidad Distrital y una provincial, ésa es la razón por la cual, la Comisión de Reforma de la Constitución recomendó que la Ratificación se incorpore en las modificaciones a la Constitución. Consideramos oportuno recordar lo que señala el doctor Domingo García Belaunde(7), «( ) Que para efecto del presente análisis debe tenerse en cuenta que las Municipalidades provinciales conocen en segunda instancia los procedimientos administrativos en materia tributaria iniciados ante las Municipalidades Distritales, toda vez que según lo dispuesto por el artículo 96° de la Ley Orgánica de Municipalidades, las reclamaciones sobre materia tributaria que interpongan individualmente los contribuyentes se rigen por las disposiciones del Código Tributario, precisándose que cuando la resolución sea expedida por un Alcalde Distrital, antes de recurrirse al Tribunal Fiscal, debe agotarse el recurso jerárquico correspondiente ante el Alcalde Provincial respectivo: Que el hecho que las Municipalidades provinciales conozcan en segunda instancia los medios impugnatorios de carácter tributario iniciados en las Municipalidades Distritales evidencia, una relación de jerarquía entre la Municipalidad provincial y las Municipalidades Distritales ubicadas en su jurisdicción. Que es en marco de esta relación de jerarquía establecida por la Ley Orgánica de Municipalidades que debe analizarse si las Ordenanzas emitidas por las Municipalidades Distritales requieren de la ratificación de las Municipalidades provinciales, como se estableció para el caso de los edictos. Que sobre el particular, la Defensoría del Pueblo, mediante Informe Defensorial N° 33 denominado «Tributación Municipal y Constitución» ha establecido que: «la ratificación tiene como finalidad incorporar mecanismos de coordinación entre las Municipalidades, a fin de brindar coherencia al esquema de tributación municipal de cada provincia. De esta manera, el procedimiento resulta razonable si consideramos que, de conformidad con el artículo 96° de la LOM, corresponde al alcalde provincial conocer en segunda instancia -anterior al Tribunal Fiscal- los procedimientos administrativos en materia tributaria iniciados ante las Municipalidades Distritales. En ese sentido, el control de la Municipalidad provincial establecido para la creación de tributos por parte de las Municipalidades Distritales en vía de ratificación- encuentra su justificación por cuanto la primera resuelve como segunda instancia en los procedimientos contenciosos tributarios iniciados ante las Municipalidades Distritales, por lo que la ratificación de las Ordenanzas se convierte en una suerte de control previo, que puede ayudar a descongestionar la carga posterior de los procedimientos tributarios que se presenten al respecto ante la Municipalidad provincial en vía de apelación». «El concepto de ley orgánica surge, al parecer en la Constitución francesa de 1848 y de ahí se extiende a todo América Latina, que la adopta con variantes. Pero en general, puede decirse que en el Perú, por lo menos hasta 1979, el concepto de ley orgánica no tenía ninguna significación específica, salvo la de destacar el carácter de una ley por la materia que regulaba. Así se llamaba a una ley como orgánica, cuando desarrollaba una institución, o especificaba la organización de un ente público, etc. Esto es, era un calificativo y nada más. Sin embargo, la Constitución de 1979, en su artículo 194° adoptó el concepto de ley orgánica con un doble sentido: a) Como aquélla que era necesaria para desarrollar, organizar o precisar diversas instituciones, prerrogativas o derechos que la misma Constitución enunciaba, y adicionalmente, en estos casos, b) La Ley necesitaba sancionarse con un quórum calificado, consistente en la mitad más uno del número legal de miembros de cada Cámara. La conclusión que se desprendía de esto, era lo siguiente: 1. Determinadas instituciones sólo podían regularse por ley orgánica (Municipalidades, Fuerza Armada, Poder Judicial, Tribunal de Garantías Constitucionales(8), etc), 2. La ley orgánica necesitaba para su aprobación parlamentaria de determinado quórum, y 3. Cualquier alteración, modificación, derogación, complemen-tación de una ley orgánica, sólo podría hacerse por otra ley orgánica. Cabe agregar que el postulado de la ley orgánica se mantiene en sustancia con la vigente Constitución de 1993, y así consta en su artículo 106°: su aprobación o modificación requiere el voto de más de la mitad del número legal de miembros del Congreso. Agrega el doctor García Belaunde( ) Es claro que las competencias municipales son las que señala la Constitución y las que desarrolla y consagra su Ley Orgánica. Pero esta Ley Orgánica no es pétrea(9) ni eterna, puede ser cambiada ad libitum(10) por el Legislativo, siempre y cuando observe el quórum reglamentario que la misma Constitución establece. Y en cuanto a interpretación y materias competenciales, la Ley Orgánica puede decir mucho y también puede cambiar sus enfoques y contenidos, en la medida que respete el contenido esencial del marco constitucional. Esto significa que tanto para la Defensoría del Pueblo, como para el Tribunal Fiscal, la Ley Orgánica de Municipalidades ha establecido un marco de jerarquía entre la Municipalidad Distrital con la correspondiente Municipalidad Provincial, y la INVESTIGACIÓN EL PACÍFICO En conclusión, en orden de lo hasta aquí señalado, coincidimos plenamente con esta posición, es decir, la Ley Orgánica tiene que respetar el contenido esencial del marco constitucional, y es justamente, algo que todavía algunas instituciones no lo tienen claro. (7) García Belaunde, Domingo, en artículo «Estado y Municipio en el Perú», en la Revista Jurídica del Perú N° 41, Diciembre 2002. (8) Hoy Tribunal Constitucional. (9) Inamovible, no se puede cambiar. (10) Que queda librado a los cambios sin límites, a disposición del legislador o constituyente.