fallecimiento socio – herederos – continuación

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"Alfombras 3020 SRL s/ concurso preventivo" – CNCOM – SALA A - 20/09/2011
Buenos Aires, 20 de septiembre de 2011.Y VISTOS:
1.) Apeló en subsidio Zulema Raccio -en su carácter de socia integrante de la sociedad
concursada, titular del 50% de sus cuotas parte- la decisión de fs. 227 -mantenida a fs.
240/241-, en la cual se la intimó a regularizar la situación de la empresa dentro del plazo de 30
días, bajo apercibimiento de tener por desistido el presente concurso.
Para así decidir, la jueza concursal destacó que a resultas de que en el contrato social se
previó la continuidad social con los herederos del fallido -lo que se produce de pleno
derecho, cuando se trata de una sucesión "ab intestato"- y, en el entendimiento de que la aquí
recurrente cuenta con legitimación para regularizar la acefalía que afronta actualmente la
sociedad, decidió intimarla para que promueva la vía prevista del art. 236 LSC a efectos de que
la asamblea designe un nuevo socio gerente para que la represente en el trámite de este
proceso universal.2.) La quejosa se agravió por cuanto no contaría con mayoría societaria para dar cumplimiento
con lo dispuesto por la a quo, puesto que ante el deceso del otro socio de la sociedad su
obligación, a fin de admitir como socio a los sucesores del causante, es justamente la de iniciar
el juicio sucesorio. Ello, debido a que, en este momento, su parte no estaría habilitada para
superar la situación que atraviesa la sociedad, por lo que pidió la revocación del fallo apelado.3.) En la especie la concursada es una sociedad de responsabilidad limitada que fijó en su
contrato social un pacto especial por el cual, ante el fallecimiento de cualquiera de los socios
no se "producirá la disolución de la sociedad, debiendo el socio restante admitir como socio
a los sucesores del fallecido..." quienes deben unificar la representación (véase cláusula
novena, del testimonio copiado a fs. 27/28).Sentado ello, destáquese la doctrina prevaleciente que considera válido el aludido pacto de
continuación antedicho en razón del principio de conservación de la empresa (cfr. arg. Verón
Alberto, Tratado de los Conflictos Societarios, T. 2., págs. 558 y ss.). En ese orden de ideas,
cabe a la socia sobreviviente regularizar el funcionamiento societario recurriendo al remedio
societario previsto por la ley societaria (cfr. art. 236 LSC) pues, una cosa es la superación del
estado de acefalía que atraviesa actualmente la sociedad como consecuencia del deceso del
otro socio y, otra bien distinta, por cierto, es la tramitación del juicio sucesorio de este
último que ha sido promovido por la aquí recurrente.Así las cosas, si bien en el contrato social se previó la incorporación de los herederos del
causante, tal extremo se hará efectivo recién cuando estos últimos acrediten su calidad de
tales, actuando en el interín -en su representación- el administrador de la sucesión.
De modo que, en el caso precedente, la socia sobreviviente deberá proceder a la convocatoria
asamblearia prevista por el art. 236 LSC para regularizar la sociedad concursada. A ese fin,
tendrá que comunicar su realización al juez del sucesorio, quién dispondrá de las medidas de
menester para que el administrador de la sucesión, que se designe en esa sede, en defensa de
los intereses de los herederos del causante en ese acto asambleario. En efecto, si bien la
posesión hereditaria se adquiere de pleno derecho desde el instante mismo de la muerte del
causante (art. 3.410 del Cód. Civil), la manera legal de acreditar la calidad de herederos del
socio fallecido es presentando la declaratoria de herederos emitada en el respectivo juicio
sucesorio (Cfr.arg. Veron "Sociedades Comerciales", T.", págs. 891 y ss). Ergo, hasta tanto
aquéllos no ostenten título para ejercer o pretender derechos de socios, su lugar debe ser
ocupado por la sucesión en su representación.Por lo tanto, ponderando los trámites que debe llevar adelante la recurrente, que es socia de
un cincuenta (50) % de la concursada, para regularizar el ente a través de la acción prevista por
el art. 236 LSC y continuar de tal modo con este proceso concursal, esta Sala estima prudente
que el plazo otorgado en la instancia de grado, a ese fin, sea ampliado a noventa (90) días en
tanto debe contemplarse en el asunto, también, la secuencia procedimental que pudiera
suscitarse en el juicio sucesorio en torno al administrador del sucesorio y su intervención en el
procedimiento establecido por el art. 236 LSC.En consecuencia, la pretensión recursiva habrá de prosperar parcialmente y con el alcance
supra establecido.4.) Por todo ello, esta Sala RESUELVE
a) Admitir parcialmente el recurso de apelación subsidiariamente interpuesto y modificar la
resolución en el sentido de que el plazo otorgado para regularizar el ente concursado será de
noventa (90) días, en virtud de las razones expuestas en este pronunciamiento.b) Imponer las costas de Alzada en el orden causado ante las particularidades del caso y el
derecho con que pudo creerse la recurrente para actuar como lo hizo.Devuélvase a la instancia de grado, encomendándose a la Sra. Juez a quo practicar las
notificaciones del caso con copia de la presente.Fdo.: María Elsa Uzal, Isabel Míguez, Alfredo Arturo Kölliker Frers
Ante mí: Jorge Ariel Cardama, Prosecretario de Cámara
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