ULACIT Estudiante: José Pablo Chacón Mata Carrera de Derecho Candidato a Licenciatura en Derecho con Especialidad en Derecho Penal Artículo Científico Problemática General del Proceso Contravencional en Costa Rica Profesor Tutor: Randall Arias Agosto 2008 1 Índice general Resumen......................................................................................................................... Palabras Claves.............................................................................................................. Abstract........................................................................................................................... Key Words...................................................................................................................... 3 3 3 3 Generalidades del Proceso Contravencional................................................................. 1.1 Teorías del Derecho Penal en cuanto a las Contravenciones............................ Sistema contravencional español.............................................................................. Sistema contravencional alemán .............................................................................. Sistema contravencional italiano............................................................................... 1.2 Elementos de las contravenciones...................................................................... 1.3 Diferencias y similitudes entre las contravenciones y los delitos......................... 4 5 6 7 9 10 12 II El Sistema Contravencional actual en Costa Rica ......................................................... 2.1Reseña histórica del proceso contravencional.................................................... 2.2 Principios procesales dentro de la materia contravencional............................... 2.3 Desarrollo del proceso contravencional............................................................. 2.4 Las contravenciones y el ámbito sancionatorio.................................................. 14 15 16 18 21 I III Las Contravenciones en relación con la credibilidad en el sistema judicial ................... 23 3.1 La conciliación contravencional.......................................................................... 23 3.2 La ley sustantiva y la constitución....................................................................... 25 IV La Sala Constitucional y el sistema contravencional...................................................... 28 4.1 Reforma contravencional.................................................................................. 28 V Conclusiones generales................................................................................................ 32 VI Bibliografía...................................................................................................................... 35 2 Problemática de la materia contravencional y su relación con la incredibilidad en el sistema judicial. 1 José Pablo Chacón Mata Resumen El objetivo de este artículo es determinar y analizar con fundamento legal, doctrinal y jurisprudencial, la realidad del Proceso Contravencional, su desarrollo y eficacia. Dada la creciente problemática que enfrenta la materia contravencional en Costa Rica, debido a la falta de información recibida, el desacierto en relación con su aplicación, la ineficacia de la sanción y las contradicciones en la ley, es importante para las autoridades y expertos en la materia, plantear propuestas y soluciones que colaboren con el debido proceso, el cual debe acompañar la materia Contravencional. Palabras Claves Proceso Contravencional / Contravención / Contraventor / Juez / Juzgador / Imputable / Víctima / Ley / infractor / ilícito. Abstract The objective of this article is to determine and to analyze with legal, doctrinal and jurisprudential foundation, the reality of the contraventional process, its development and effectiveness. Considering the increasing problematic that faces the contraventional matter in Costa Rica, due of the inefficiency of its sanction, it is important for the authorities and the experts on the subject to find solutions to this situation, to give proposals to see what they can do about it. Key Words Contraventional Process / Contravention / offender / Judge / Judging / Imputable / Victim / Law 1 Bachiller en Derecho, candidato a Licenciatura en Derecho con Especialidad en Derecho Penal, ULACIT, correo electrónica: [email protected] 3 I. Generalidades del Proceso Contravencional El presente artículo pretende enfocar las generalidades del proceso contravencional y analizar la realidad o práctica cotidiana de dicho proceso judicial, desde el punto de vista de las diferentes irregularidades que se presentan durante su desarrollo, considerándolas como una posible mala praxis contravencional la cual ha venido ocasionando un menoscabo en la verdadera función del mismo. Dentro de las irregularidades encontramos, la falta de información que reciben los usuarios del desenvolvimiento seguido en este tipo de proceso, en el cual no se aclara por las autoridades judiciales los diferentes actos a las partes y mucho menos existe una orientación que facilite la comprensión de cada uno de estos actos procesales que concatenadamente conforman el proceso contravencional. Alvarez (1994), precisa que dentro de la falta de información se debe recordar que una de las garantías para los administrados, es que a pesar de que nadie puede alegar ignorancia de la ley, debe existir una introducción, que desde el punto de vista de la estructura del ordenamiento jurídico, explique como funciona y como se desarrolla el proceso judicial, además de aclarar la importancia de cada acto. El usuario debe ser informado de la relevancia del acto que va a realizar y la importancia y consecuencias conllevadas por el mismo. Además de la anterior irregularidad, se presenta el descuido por parte de las autoridades, en darle un seguimiento al cumplimiento de la sanción, logrando con ello que quede a discrecionalidad del condenado cumplirla o no, volviéndose de esta manera ineficaz la ejecución de la misma, por esto en ocasiones, el delito puede quedar impune; sumado a este discontinuo, encontramos una contradicción en la ley, claramente visible entre el artículo 56 del Código Penal, que en lo que interesa dice:” si el condenado no pagare la multa, esta se convertirá a razón de un día de prisión por día multa”, y la Sala Constitucional que en las resoluciones N 1239-91 del 17/07/94 y la N 105494 del 22/02/94, en los cuales se señala, que no procede la detención por contravenciones; es decir, se prohíbe la conversión de la multa en días de prisión. Con ello surge otra problemática, la cual atenta también contra el proceso Contravencional y es la reforma que, según la Sala Constitucional en la resolución N 3303-02 del 7/03/02, pretende modificar lo referente a las contravenciones, autorizando la conversión de la multa en pena de prisión mientras el condenado sea advertido de la misma y no haya cumplido con la pena alternativa que se le impuso, para ello se le debe brindar el derecho de defensa a oponerse a la misma, justificando el no cumplimiento. Asimismo, hace una salvedad que imposibilita su aplicación en la ejecución de la sanción, la cual consiste en una separación entre la población carcelaria normal, es decir, delincuentes y los contraventores. 4 Por ello su aplicación en el ejecútese de una sanción contravencional no se realiza, debido a que nuestro país no goza de cárceles contravencionales, ni cuenta con los presupuestos necesarios para cubrir los gastos que demanda la manutención de una población muy abundante y con tendencia a ir en aumento. Otro de los aspectos importantes de destacar, es el examinar las distintas formas singulares en que se ejerce un proceso de este tipo, pues en aras de la celeridad y en apoyo a la economía procesal, se convierte en un proceso tan sumario, que permite renunciar a ciertas garantías constitucionales, importantes dentro de un proceso judicial, como lo aclara la Sala Constitucional en la resolución 249-93 del 16/04/93, según la cual se puede aceptar los cargos renunciando a ciertas garantías, con el fin de ahorrarse un proceso complejo que culminará ventilando la situación en un juicio oral y público, basado en las declaraciones de los testigos. Los anteriores puntos son algunas de las características que logran debilitar al sistema contravencional, por ello es necesaria y urgente considerar su fortalecimiento, mejorarlo y lograr que su aplicación en cuanto a su función resocializadora y preventora del delito sea eficaz y al mismo tiempo funcional, para la realidad que se vive en nuestro país. Las acciones de los administrados ejercen una gran influencia en la evolución de la normativa, por ello se deben buscar mecanismos que ayuden a la prevención de acciones u omisiones atípicas, que sean consideradas en perjuicio de la convivencia en sociedad. Debido a lo anterior, es necesaria la aplicación o incorporación de mecanismos de fiscalización más eficientes, que contribuyan a proveer a las autoridades de instrumentos adecuados y capacitación, permitan una excelente información por parte del personal judicial hacia los usuarios de dichos juzgados. Este artículo busca reconocer cómo funciona la materia contravencional en Costa Rica, a través del examen de: aspectos legales, la actividad propiamente dicha, su finalidad, principios importantes dentro del mismo proceso y la problemática que presenta en la práctica. 1.1 Teorías del Derecho Penal extranjero en cuanto a las Contravenciones Como punto aclarativo es necesario verificar el verdadero contexto de la criminalización contravencional, Chirino (1986), menciona que se debe indagar las diversas legislaciones que han influenciado a la costarricense para representar una finalidad del Estado. Esto hace alusión a que la finalidad del Estado, está vinculada con fines extrapenales; por lo que su verdadero propósito debe ser facilitar la coexistencia en sociedad, tutelando, ciertos bienes jurídicos contra ciertos ataques; en otras palabras, es la función de seguridad jurídica; Sáenz (1982), menciona al respecto, que todo se debe enfrascar y enfrentar a una realidad de constante criminalización, mediante las figuras contravencionales que se encuentran abiertas a todo tipo de atropellos, esto, porque el Derecho Penal 5 debe coexistir entre las relaciones que conlleva una vida en sociedad, no solo dirigirse a tutelar determinados bienes. Se trata de fijar a cual rama del derecho pertenecen las contravenciones, porque existen criterios que apoyan que estas deberían pertenecer al derecho administrativo, por considerar que deberían estar bajo la tutela de la policía, como se hacía en tiempos pasados y existe otro grupo que considera que debe pertenecer a la materia penal y estar bajo la tutela del ordenamiento judicial, como correctamente se encuentra en nuestra legislación. Según lo anterior, se debe buscar, la función de seguridad jurídica contra las agresiones que se puedan recibir viviendo en una sociedad, donde algunos no se ajustan a las disposiciones señaladas para la convivencia social, este enfrentamiento debe ser resuelto por el poder punitivo con el que goza el Derecho Penal y no tener solamente un afán político. Por ello se analizan tres sistemas especiales, los cuales han desarrollado una teoría de contravenciones, amparándolas como figuras jurídicas de poca importancia y con ello induciendo en error a nuestro legislador y provocando la aplicación de esa doctrina penal extranjera, que contiene una incorrecta concepción de la importancia de las contravenciones, dentro del desarrollo y la seguridad ciudadana. En el caso del derecho español, se observa como la potestad sancionatoria de la administración se extralimita, en sanciones coactivas más severas que las propias del Derecho Penal, por otro lado, el derecho germano, de donde surge la teoría de las infracciones del orden, que confunden a la doctrina y a los legisladores con argumentos dicen que el tratamiento de las contravenciones, son propias del Derecho Administrativo y por último el caso del derecho Italiano, que separa legislativamente los delitos de las contravenciones, con todas las repercusiones negativas que conlleva a nivel de garantías procesales. Sistema contravencional español. Martínez (1978), menciona que en el caso del Derecho Español, existe una relación entre el Derecho Administrativo y el Derecho Penal, esto porque el primero, tiene la potestad de sancionar con multas y su forma de coacción es muy similar a las formas que se establecen en el plano penal, por lo que se presenta, un desbordamiento del poder sancionatorio de la administración. Algunas sanciones dan lugar a un año de prisión, mientras, el no pago de la multa, en otro tipo de infracciones, no excede los seis meses de arresto, minimizando la importancia de la sanción en la comisión de otro tipo de delitos menores o contravenciones, pero además, de esta problemática surge otra violatoria de principios fundamentales en un debido proceso, como lo es el “nom bis in idem “ y el de la seguridad jurídica, ya que como lo menciona Chirino (1996), el imputado podría ser perseguido dos veces por un mismo hecho, corriendo también, el riesgo de ser absuelto en sede judicial pero condenado en sede administrativa. 6 Lo anterior, se presenta porque al existir esta estrecha relación entre ambas ramas del derecho: la penal y la administrativa, se puede acusar en las dos vías, violentando así los principios fundamentales del debido proceso. En el caso de nuestro país no ocurre tal situación, porque cuando se presenta por ejemplo una violación a una ley especial cuya sanción corresponde a una multa, como es el caso del Ministerio de Salud y su reglamentación, se remite a un juzgado contravencional, siendo éste, el encargado de darle seguimiento a la denuncia interpuesta, impidiendo la posibilidad de ser perseguido dos veces por un mismo hecho. Pero la mayor diferencia que se presenta, radica, en que las sanciones del Derecho Administrativo, no tienen los alcances que logran las sanciones de tipo penal, esto porque, así está dispuesto en nuestra Constitución Política, en su artículo 10, el cual aclara la función del Poder Judicial en relación con el artículo 43 del mismo cuerpo normativo. Molina (1995), menciona que la sanción penal y la administrativa se rigen por normas que protegen bienes jurídicos de muy distinta naturaleza; podríamos decir que las penales protegen bienes esenciales a la vida del hombre, mientras que las administrativas, protegen bienes de la colectividad, que se refieren a las acciones que desarrolla el Estado a favor de ella y además esta sanción administrativa busca una reparación meramente patrimonial. Sistema contravencional alemán. Mientras en Alemania, se desarrolló un ambiente que generó la ideología minimizadora de la importancia de las contravenciones; el derecho germano confunde al conformar un híbrido entre el derecho penal y el derecho administrativo y todas las demás ramas del derecho. Pacheco (1980), establece que surgen problemas, cuando se habla de Derecho Penal Administrativo, por medio del cual el Estado ha confiando a la Administración, la promoción del bien público, enlazándose con un marco jurídico estatal, en forma de preceptos jurídicos, con ello doctrinariamente pretende hacer alusión a lo sancionatorio y le acerca el calificativo de Derecho Penal en pro de un tratamiento equitativo a todos los ámbitos del Derecho. Así equivocadamente, se habla de un derecho penal de familia, un derecho penal laboral o un derecho penal de contratos, esto por considerar al derecho en general, como un sinónimo de sanción. Este error se debe a que históricamente, el derecho penal en Alemania, fue encargado a la administración, de ahí surge la confusión que no ubica a las contravenciones dentro del plano de derecho penal, porque considera que podrían estar dentro de la materia administrativa; Chirino (1989) manifiesta que entre ambos ilícitos (penal-administrativo) existen diferencias antológicas y no meramente cuantitativas. 7 Lo anterior, porque según el autor al cometerse un ilícito penal, se ve violentado el valor de la justicia, mientras que al realizar una acción típica administrativa, se considera una desobediencia a los mandatos emitidos por la Administración, en aras de proteger los intereses administrativos o de mantener la armonía social. Equívocamente, se considera que una contravención es una desobediencia a la administración, pero es fácil distinguir que la posición o la diferencia citada no es válida, porque tanto la administración como el derecho penal, comparten la tutela de bienes, por ejemplo: salud, la tranquilidad en las calles, la moralidad, el cuido por el medio ambiente entre otras, por lo tanto la responsabilidad de proteger los distintos bienes tutelados es de ambas. Además nuestra Sala Constitucional, aclara, que la seguridad es el sentimiento de la ciudadanía por encontrar protegidos sus derechos y garantías, es un concepto manejado por la Administración, pero tutelado por el derecho Penal, que al final, es el conjunto de normas y de reglas para la aplicación de las consecuencias jurídicas, que amenazan la infracción de aquellos. Otro criterio confuso, el cual colabora, con la poca importancia que reciben las contravenciones, es la afirmación que realiza el alemán Goldsmidt citado por Chirino (1989), quien afirma que la sanción predispuesta para los injustos administrativos es una pena de orden, que no persigue la prevención, sino que el administrado piense en sus deberes, es una figura de oportunidad y no de legalidad. Entendiendo por pena de orden, la sanción impuesta por las infracciones ocurridas contra el interés del Estado, en la ejecución correcta de sus tareas administrativas; vienen a ser una desobediencia al Estado, pero errónea, porque con ella se pretendía proteger intereses vitales, que surgen de la vida en convivencia. Maggiore (1972), menciona que con ello se buscaba proteger la convivencia, el espacio vital social, la paz y la justicia, claro está, que dichos intereses rebasan cualquier interés administrativo, porque afectan a la colectividad. Otra problemática que debilita esta teoría alemana, es considerar que sancionar una contravención es una manera de represión, para que el condenado piense en sus deberes y no delinca, no es una prevención real ni tampoco se preocupa por el génesis de ese delito; adquiere tan poca importancia la materia contravencional, que para ello no es necesario la prisión. Se debe recordar que el carácter Sancionatorio en el Derecho, se manifiesta en diversas intensidades, no solo de privación de bienes jurídicos, sino también de ataques al mismo patrimonio del ciudadano. Algunas veces, basta con sanciones de índole privado, como la restitución de la cosa, indemnización de daños y perjuicios, etc, punto coincidente con nuestra legislación, pero a la vez, la legislación alemana, aclara que en otras ocasiones, el Estado se ve en la necesidad de acudir a formas coactivas más enérgicas, para sancionar haciendo uso del Derecho Penal. 8 Sistema contravencional italiano. En cuanto a la sanción en el caso del derecho Italiano, Chirino (1986) menciona que el legislador intentó separar los delitos de las contravenciones; de hecho, a la sanción se le da un valor pecuniario pero con carácter civil, se ofrece discrecionalidad a la administración y limita al Juzgador penal. Al respecto Moreno (1988), dice que las contravenciones en el Derecho Italiano, funcionan como un injusto administrativo, con sanción penal y por otro lado como elementos sancionatorios degradados al nivel de penas pecuniarias. Esto significa, que la figura de la contravención, se reduce a una violación no penal, se le da un carácter civil con todas sus consecuencias, como lo son la discrecionalidad de la administración, ninguna interferencia del magistrado, no conversión en pena de prisión a la multa y no inscripción en el archivo criminal, etc. Es importante mencionar, en cuanto a la no conversión de la multa, en pena privativa de libertad, la cual se confunde con una deuda civil. En el caso de nuestro país, se presta para la confusión cuando se considera el artículo 38 constitucional, que prohíbe la prisión por deuda. Se debe hacer la salvedad que en el caso de las contravenciones, la deuda no corresponde a una adquirida voluntariamente a través de un contrato, sino a una sanción impuesta por la infracción a una ley. Podríamos decir como conclusión, que la potestad sancionatoria del Derecho Administrativo, es una forma ilógica de plantear el principio de autotela; Sánchez (1943) menciona que el discurso legitimador de la administración como ente sancionador, choca con el orden de lo jurídico; así el Derecho Penal como orden discontinuo de ilicitudes, pierde terreno, cuando los espacios vacíos de regulación, se llenan con control policial y con descripciones prohibitivas relacionadas con lo gubernativo. Chirino (1986) dice que en nuestro país la actividad administrativa del Estado, no dio lugar a una hipertrofia del Derecho Penal, como en Europa, sino al desarrollo, de un desmesurado poder sancionatorio de la administración misma. Por ello en nuestro país se reclama, no la despenalización o segregación de un Derecho Penal Administrativo, sino, la desadministración de la actividad sancionatoria o al menos una sujeción de la misma, a algunos de los principios fundamentales del Derecho Penal, como lo serian, el principio de legalidad, de retroactividad de las leyes favorables y de la culpabilidad y la aplicación del principio non bis in idem, en relación con las sanciones penales y administrativas. En Costa Rica, el trasfondo que heredó de estos sistemas, se puede resumir en la incompatibilidad entre la realidad y el tratamiento, que reciben las contravenciones, en las cuales se ha creado una pared ideológica que hace que las mismas se vean disminuidas en relación con el resto de los fenómenos penales. 9 1.2 Elementos de las Contravenciones Maggiore (1972), menciona que aún cuando las contravenciones se diferencian de los delitos; son siempre infracciones y siguen la ley y la disciplina dogmática de estas, por lo que decimos, que sus elementos constitutivos pueden individualizarse de la siguiente manera: • • • • Acto humano, debido a que para su consumación requiere una conducta, ya sea activa u omisiva del ser humano. Tipicidad, porque la conducta vivencia la norma, tanto en sus aspectos objetivos y subjetivos. Antijuricidad, pues afecta el orden social. Culpabilidad, definida como la actitud de la voluntad contraria al ordenamiento jurídico. También participan, dentro de las contravenciones los aspectos no esenciales o circunstanciales, Guzmán (1996), se refiere a formas de tentativa, coparticipación, unidad y pluralidad de delitos, reincidencia, habitualidad, profesionalismo, causas de extinción, etc. Es así, como la simple conducta del individuo, lo ubica dentro de la materia Contravencional, cuando esa acción esté regulada por las mismas y haya sido catalogada de esta manera, además tanto en los delitos como en las faltas, se encuentran los mismos elementos, la única diferencia está en la gravedad del daño producido y esto sirve para graduar las penas de los mismos; Negrini (1962), afirma al respecto, que las contravenciones, son aquellas acciones u omisiones voluntarias, en las cuales el dolo y la culpa se presumen, salvo demostración contraria. Maggiore (1972), menciona por su parte, que se ha criticado haciendo referencia al hecho de que la diferencia entre delito y contravención se encuentra en la naturaleza de la gravedad del daño ocasionado, pero no debería ser así, porque leve o grave se violentó la ley y se debe reprimir el ilícito. Se trata de recoger como lo dice Sáenz (1996), aquellos hechos que sin trascender el límite de gravedad que reviste el hecho-delito, no dejan de tener relevancia jurídica para asegurar la convivencia pacifica y de ahí sean conductas reprochables jurídicamente. Como ejemplo de lo anterior encontramos el siguiente caso: Lesiones leves (Art.125, CP) y las lesiones levísimas (Art. 380, CP), las primeras conforman un delito mientras que las segundas son una contravención, la diferencia es un parámetro de mayor o menor gravedad que se mide por la incapacidad, en la cual el limite es cinco días, pero ambos tienen las mismas condiciones y el resultado es idéntico. Sáenz, (1996), afirma que el resultado propio de las contravenciones es un resultado de peligro, de modo coherente con su función, es principalmente preventiva, pero que no faltan contravenciones con resultados dañosos, como 10 la molestia y el disturbio a las personas, la destrucción o deterioro de carteles públicos, etc. Las contravenciones se enumeran en su mayor parte entre los delitos formales, que se perfeccionan sin el concurso de un resultado material, que es la modificación del mundo físico. Entre ellas, existen las de mera sospecha, no porque carecen de acción sino porque consisten en la simple conducta del agente. De aquí que la antijuricidad es un elemento imprescindible en la contravención al igual que en los delitos, por ello todas las causas que la excluyen valen sin excepción para las contravenciones, en cambio la imputabilidad en las contravenciones frente a los delitos si se discute. Maggiore (1972) menciona tres sistemas con respecto a lo anterior, el primero consiste en: • El sistema de hecho material, por la cual la materialidad del acto se vale de cualquier aspecto psicológico (dolo-culpa) y si logra ser demostrado, no se debe tener en cuenta la intención del actor, (siempre el hecho equivale a dolo). • Sistema de culpa, en el cual las contravenciones se originan siempre en una inercia de la voluntad (negligencia, imprudencia, inobservancia, etc.) y se distingue de los delitos porque estos pueden ser dolosos o culposos, mientras que ellas son siempre culposas (se presume). • Sistema de inversión de la prueba, siempre se presume el carácter voluntario pero el agente o imputado puede dar demostración de su buena fe o de otra causa eximente, como en los delitos. Los anteriores sistemas se discuten porque en el primer caso, la distinción entre ilícito doloso e ilícito culposo se aplica también para las contravenciones, dependiendo de la conciencia y voluntad con que se realizo el hecho. Indudablemente, existen contravenciones dolosas, preterintencionales y culposas, Maggiore (1972), afirma que la voluntad es de importancia jurídica para establecer la gravedad del delito y fijar la pena y también es importante para decidir acerca de la imputabilidad o no imputabilidad del acusado. En este caso es importante, comprobar en el autor la conciencia y la voluntad de la acción u omisión. Existen además dos teorías importantes de mencionar dentro de los elementos de las contravenciones, que luego más adelante nos daremos cuenta como pierden validez dentro del sistema contravencional; la primera de estas teorías es la cuantitativa que deriva la diferenciación entre delito y contravención, por la naturaleza del derecho y la forma de agresión y se subdivide a la vez en objetiva, que menciona que el delito ataca, destruye, pone en peligro, mientras que las contravenciones tutelan bienes jurídicos secundarios como el decoro y la tranquilidad, esta teoría se pone en duda, porque estos bienes jurídicos son necesarios para la vida en sociedad y no ameritan menos importancia que otros; Maggiore (1972), menciona que la ley debe ser ciega, tutelar y proteger todos los bienes jurídicos sin importar su valor cuantitativo, más aún cuando su maltrato afecta a la colectividad. 11 La otra corriente que es la subjetiva dentro de la misma cuantitativa dice que en el delito se presenta siempre el dolo o la culpa; mientras que en las contravenciones el sujeto activo es punible por el solo hecho de violar la regla, que no se necesita de un dolo o una culpa; pero esta corriente no es correcta; Sáenz (1996) precisa, que el dolo y la culpa pueden manifestarse en una conducta contravencional, acudiendo a que los elementos que conforman las contravenciones son los mismos que conforman el delito; a la vez es importante decir que una contravención puede ocurrir por omisión u acción al igual que ocurre en el caso de los delitos. La otra teoría es la cuantitativa, que se fundamenta en la pena impuesta al infractor de la ley, según esta teoría los hechos delictivos afectan a la sociedad en general, reciben un reproche social público, mientras que las contravenciones, aunque más frecuentes, son de menos interés para la colectividad, porque a pesar de que pueden poner en riesgo bienes jurídicos, no inquietan la opinión de la seguridad pública, surge así otra equivocación porque por tratarse de delitos más comunes son los que más preocupan a la colectividad, y probablemente, lo que se considera por los seguidores de esta teoría como poco inquietante debería ser lo que más preocupe al sistema judicial porque esto genera la falta de confianza en los Tribunales de Justicia que podría tener la ciudadanía. Podríamos concluir este apartado dejando claro que las contravenciones gozan con los mismos elementos de un delito, que se componen pues de la tipicidad y de dos partes, el injusto o antijuricidad y la culpabilidad, que a su vez se divide en subconceptos que giran en torno a la cuestión de las condiciones bajo las cuales un hecho puede ser imputado al actor punible, y por tanto el delito como la contravención son hechos penados por la ley ; hechos punibles, que contemplados analíticamente equivalen a acciones u omisiones típicas, antijurídicas, culpables y punibles. 1.3 Diferencias y similitudes entre las contravenciones y los delitos En el quehacer diario, el hombre esta sujeto al cumplimiento de diferentes obligaciones de las cuales se podrían generar diferentes consecuencias, sino se siguen las directrices que dicta la Ley. El distinto contenido de cada obligación y el mayor o menor valor que se le concede al bien tutelado, determinará, el grado de la reacción que existe en la sanción, cuya principal consecuencia es la pena, la cual podría consistir en privación de libertad, medidas de seguridad, responsabilidad civil y el pago de las costas, o multas como es el caso de las contravenciones. Con respecto a este punto, surge la diferencia entre las contravenciones y los delitos basándose en las teorías ya mencionadas, se concluye que los delitos lesionan derechos naturales o innatos y que las contravenciones violan derechos civiles y adquiridos, también los delitos atacan directamente bienes fundamentales y permanentes, mientras que las contravenciones lesionan 12 condiciones que son consideradas secundarias; que social e individual. ofenden la seguridad Guiseppe (1987) menciona que: Los delitos atacan directamente el derecho-interés, agrediéndolo o poniéndolo en peligro inmediato; mientras que las contravenciones no producen ningún daño, ni hacen surgir un peligro efectivo, sino que supone la posibilidad de algún daño. (P13) Ese daño, que se menciona, hace referencia a un futuro eventual, abstracto o presunto, no se trata de un peligro inminente como se produce en otro tipo de delitos, confirmando la idea de que la contravención produciría un daño menor y también menos peligroso; posición que no se puede compartir, atendiendo a que la violación a un derecho ajeno o su constante molestia podría acarrear consecuencias graves, como lo seria la comisión de un delito mayor. Se refleja así que la diferencia entre la contravención y el delito se realiza según la gravedad del hecho cometido; las contravenciones, son señaladas como conductas sin importancia, tanto práctica como teórica, cuando en realidad dentro de ellas se involucran infracciones a la legalidad y a los mismos derechos humanos , que se encuentran consignados tanto en nuestra Constitución, como en los diferentes tratados internacionales, Grispigni(1932) describe a la contravención como los hechos contrarios a un interés administrativo, pero de manera limitada a los de menor gravedad. Es así, como la real diferencia que se concluye entre ambos es meramente formal y no de contenido, esto porque dentro de las contravenciones, surgen los mismos elementos, como ya se ha explicado, que se hacen necesarios para la acción de un delito. La antijuricidad, es el elemento imprescindible de las contravenciones al igual que en los delitos; por lo tanto, estas se justifican por el ejercicio de un derecho o el cumplimiento de un deber. En cuanto al hecho material en ambos casos aparece el dolo y la culpa, esta última en el caso de las contravenciones se origina por la inercia de la voluntad, por la negligencia o la imprudencia y la inobservancia a la normativa; además de que siempre se supone. Issa (1992) menciona que: Las contravenciones son, aquellas acciones u omisiones voluntarias en las cuales el dolo o la culpa se presumen, salvo la demostración contraria y se castigan independientemente de la lesión concreta del derecho y de la existencia de un daño, que por regla general no son concurrentes. (P.66) Se puede concluir que las contravenciones son estructuralmente igual a los delitos; las diferencias se refieren a aspectos de ubicación en las leyes y a los 13 niveles de cuantificación que tienen sus sanciones; además que son titulares de protección de bienes diferentes que los delitos. Su distinción práctica es un asunto de política criminal y no de un derecho de fondo; León (1992) analiza al respecto que ambas están sometidas a las mismas restricciones de legalidad y de principio de culpabilidad. II. El Sistema Contravencional actual de Costa Rica A partir del Libro Tercero de nuestro Código Penal, se regulan las contravenciones, subdividiendo el capítulo en títulos donde encontramos diferentes tipos de ellas, por ejemplo: contravenciones contra las personas, contra las buenas costumbres, contra el orden y la seguridad pública. Chirino (1996), manifiesta que se trata de un sistema de justicia penal que supone servir como instrumento de control social, pero en la realidad es un proceso que no recibe la atención necesaria para la eficiente y eficaz aplicación de la normativa sancionatoria, esto por varios aspectos que fallan dentro del mismo, como lo son la falta de información, lo ineficaz de su sanción, la contradicción entre normas y la escasa posibilidad de poder aplicar una reforma con exigencias que no pueden ser cumplidas por el Estado. Pone en peligro y desventaja los derechos del ciudadano, a pesar de que deben ajustarse a los cánones establecidos por la Constitución, se debe mencionar que las contravenciones se tratan de ilícitos que acontecen con frecuencia y que a la vez son actos que no constituyen mayor relevancia por la poca gravedad de los hechos. En al actualidad, se plasma en los códigos y en la jurisprudencia una traza para llevar acabo el proceso Contravencional, pero no va de la mano con el desenvolvimiento que se realiza en los Juzgados de dicha materia, esto se debe a varias razones entre las que se citarán la celeridad del proceso y la economía procesal además de la falta de información y la ineficacia de la sanción. Chirino (1989), aclara que el problema de la sanción, que se presenta dentro de un proceso Contravencional, es que a pesar de que existe una legislación especial, la cual sanciona con una multa a ciertas conductas descritas en la Ley y que a la vez la misma exige que deben ser perseguidas, deja un vacío que ofrece la oportunidad al imputado de salir impune de los hechos que cometió, esto por la contradicción existente en la ley, por lo cual no sabemos a que atenernos, pues no es suficiente la ubicación de las contravenciones en el código cuando existen otras leyes que dictadas por los mismos legisladores permiten que el hecho quede sin la debida pena. 14 2.1 Reseña histórica del Proceso Contravencional Sánchez (1996), manifiesta que existía un procedimiento escrito para las contravenciones, donde a partir de la denuncia o acusación enervaba el conocimiento del juez quien ordenaba la instrucción. Dicha instrucción era como la actual con una indagatoria al acusado, dentro de la cual se le podía hacer un interrogatorio en el cual no se preguntaba nada sobre la participación del acusado dentro del hecho, deduciéndose entonces que era más bien como una declaración. Otro dato interesante es que el juez procedía a dictar la sentencia basándose en pruebas que eran de mucha importancia en el desarrollo del proceso contravencional; en la actualidad el juez se basa en los testimonios de las partes debido a que en muchas ocasiones los testigos no cumplen con las expectativas necesarias. La condena del imputado consistía en una pena corporal; la prisión solo se decretaba si existían indicios graves de haber cometido el delito; también existía la excarcelación por fianza pero la pena predominante era el dictado de prisión; convirtiéndose esta pena en un gran avance en aquellos tiempos para un Derecho Penal que era extremadamente represivo y agresivo sobre todo en penas de tipo corporal. Luego de la indagatoria, se buscaban formas para conducir todas las pruebas a la afirmación de que el imputado era quien había participado en los hechos, haciéndolo quedar como culpable, luego de esto el juez decidía si se pasaba a la fase del plenario, en la cual el acusado debía buscar un defensor para que le asesorara, existía un ausencia total del principio de inocencia, como ocurre en la actualidad. Otro aspecto importante y que se mantiene es que el Código de Carrillo ofrecía un procedimiento rápido, actualmente también es un proceso sumarísimo que goza de principios constitucionales, que suponen garantizar un debido proceso y busca contribuir con la economía procesal y la justicia pronta y cumplida. Monge (1996), menciona que el Código de Procedimientos Penales de 1910, fue inspirado en un sistema penal inquisitivo, con un juez con grandes poderes de investigación, quien podía actuar de oficio en el caso del juzgamiento de las faltas para las cuales se establecía un proceso secreto y escrito. La competencia de estas faltas se otorgó a los jefes políticos o agentes principales de la policía, era un juzgamiento verbal y muy sumario, se indagaba al imputado a fin de que dejara claro si aceptaba los cargos, en cuyo caso se dictaba sentencia a más tardar veinticuatro horas después de terminada la diligencia, o por el contrario si no aceptaba los hechos, se procedía a realizar una investigación durante los tres días siguientes y luego se dictaba la sentencia correspondiente que consistía en una multa que podría convertirse en días de prisión si no era cancelada en el tiempo acordado. 15 Para el Código de Procedimientos Penales de 1975, Chirino (1986), asegura que los legisladores se inspiraron en un sistema mixto, pues era la reunificación de un sistema escrito y secreto con un sistema oral, público, continuo y contradictorio en la etapa del debate. Se consideraban cinco contravenciones: • • • • • juzgamiento en caso de reconocimiento de culpabilidad juzgamiento en caso de no reconocimiento de culpabilidad prorroga de audiencia recursos procedimiento en lugares lejanos Se trataba de un procedimiento muy abreviado. Delgado (1983), describe que en este proceso el juzgador debía escuchar al ofendido o a la autoridad que hacía la denuncia y de inmediato al imputado, no se hacia ningún señalamiento de detalles importantes, de seguido aclara que en el caso de que el imputado aceptase los cargos se podía dictar el fallo de manera inmediata, algo similar como ocurre en la actualidad cuando el imputado acepta los cargos y se le impone la multa. Surge así, una problemática que reciente sobre todo al contraventor tanto en aquellos tiempos como en los presentes por la inexistencia de un patrocinio letrado o una asesoría técnica, esto porque reconocer la culpabilidad es un aspecto fundamental en la vida de todo ser humano. Otro aspecto importante y que sí se diferencia del actual es que el fallo en aquellos tiempos se daba en forma de auto y no en forma de sentencia como en el presente por lo que tenían una conclusión muy sumaria con muy poca fundamentacion. 2.2 Principios Procesales dentro de la materia Contravencional Para hablar del proceso Contravencional es de suma importancia citar los principios y garantías constitucionales que deben acompañar un debido proceso judicial. Estos principios se enumeran en el Libro Preliminar de nuestro Código Procesal Penal, aborda el de legalidad en el artículo 1, en relación con el articulo 39 de la Constitución Política que “reza que nadie puede ser juzgado sin ley previa, ni ser sometido a sentencia sin cumplir un proceso judicial”, el cual debe velar siempre por la dignidad humana que acompaña al hombre o a la mujer por su condición de ser humano, este primer principio es de importancia absoluta considerando que Costa Rica forma parte de varios Tratados internacionales que amparan la protección de los Derechos Fundamentales. 16 EL Khoury (1994) menciona que nadie puede ser sancionado, sino se comprueba que su conducta daña o pone en peligro un bien jurídico tutelado, siendo este uno de los principios básicos que le dan sentido a la ley en general, no solo a las contravenciones. Se adjunta el principio de tipicidad con el cual se le señala al juez que no puede aplicar una conducta sino está claramente descrita o tiene la consulta constitucional necesaria según el caso. Otro es el de Prohibición de Analogía, que se encuentra en el Código Penal en su artículo 2 y se relaciona directamente con el artículo 2 del Código Procesal Penal, los cuales proscriben cualquier afinidad en perjuicio del imputado; en la realidad este principio no se aplica en materia Contravencional porque desde el momento en que se le pregunta al imputado si acepta los cargos que se acusan es porque ya existe la analogía que lo convierte en culpable, esto ocurre porque el principio de inocencia no es de aplicación en la materia contravencional. También es importante mencionar el artículo 4 del Código Procesal Penal el cual aclara que la justicia debe ser pronta, se relaciona con el articulo 41 Constitucional y el artículo 174 del mismo código, que se refiere al Pronto Despacho; dichos artículos son de importancia en el proceso Contravencional; que busca la celeridad, por tratarse de un proceso sumarísimo y es por ello que se violentan algunos principios procesales; mientras que otros la misma ley permite que se omitan basándose en el voto número 249-93 de la Sala Constitucional de las 11:33 horas del 16 de abril de 1993, este permite la aceptación tacita o expresa de los cargos, renunciando a ciertas garantías procesales. Otro punto importante de resaltar es el principio de Objetividad, estipulado en el articulo 6 del Código Procesal Penal, el cual garantiza la igualdad procesal y se relaciona con el articulo 361 del mismo código. Dicho principio debe hacer valer la sana critica del juzgador a la hora de establecer la resolución que dicta, según sea el caso en cuestión, se trata de dictar una sentencia bien fundamentada tanto por la ley como por la experiencia que debe acompañar al juzgador, quien se apoya en estos principios que son un incentivo y una guía importante para él, tanto dentro de un proceso contravencional como en cualquier otro. Con respecto a las medidas cautelares del articulo 10 del mismo código se puede decir que excepcionalmente se establecen en el caso de la materia Contravencional, es muy escasa la aplicación de esta figura, solamente cuando se trata de asegurar la presencia del imputado en el juicio. En cuanto al artículo 11 que corresponde a la única persecución ; que explica que nadie puede ser perseguido más de una vez por el mismo hecho, es de total aplicación en el caso de la legislación contravencional mientras que los artículos 12 y 13, que hacen referencia a la defensa técnica o patrocinio letrado a la vez que implica el principio de continuidad de la defensa, que es la participación activa del defensor, no se hace de mucho uso en este tipo de 17 procesos en donde por lo general el imputado asiste solo a las diferentes audiencias. Encontramos también la defensa material que permite que el imputado tenga derecho de revisar el expediente, revisar la prueba y por supuesto sin ser menos importante se debe mencionar el principio de abstención a declarar. Sáenz (1996) afirma que además de los principios mencionados, la materia contravencional cuenta con un procedimiento que aunque sumarísimo, se reviste por garantías exigidas por la ley penal como lo son los derechos de audiencia y defensa, consagrados en el artículo 39 de la Constitución Política, desarrollado en el Código Procesal Penal y en el artículo 8 de la Convención Americana de Derechos Humanos. Monge,(1996) aclara que el derecho general de defensa implica otros derechos, como el de audiencia y los principios de imputación e intimación que es aquel que da lugar al derecho que tiene todo imputado a ser instruido de los cargos, es decir, poner en conocimiento de los hechos que se le imputan, se encuentra regulado en artículo 82 del Código Procesal Penal. Es por ello que se puede concluir que el proceso contravencional esta de la mano de la Constitucionalidad y que se reviste de los mismos principios procesales que acompañan todo seguimiento judicial, aunque posee la singularidad de poder renunciar a algunos de ellos para conseguir la celeridad del mismo con la excusa de una justicia pronta que disfraza a la economía procesal, Chirino (1986) afirma que es una de las mayores preocupaciones del legislador. 2.3 Desarrollo del Proceso Contravencional En contravenciones es importante mencionar que la prescripción es de dos años, a partir del día de los hechos. El proceso inicia con la declaración de la víctima, quien se presenta ante el Juzgado Contravencional a interponer la denuncia; siendo esta una de las formas con las que se puede iniciar el proceso contravencional. Se hace necesario, el conocimiento del nombre completo del imputado, al igual que la dirección exacta del domicilio del mismo, esto para las respectivas citaciones por lo que si la víctima desconoce esta información las probabilidades de poder abrir una causa contravencional son muy limitadas. Como ejemplo de lo anterior citaremos la denuncia del expediente número 08-0001490171-FC (corresponde a llamadas mortificantes, pero la denunciante desconoce la identidad del imputado por lo que el expediente terminó archivándose). Rodríguez (1987), describe el otro medio de presentar una denuncia contravencional: por escrito; esto quiere decir a través de una representación letrada en el área del derecho, este tipo de denuncia debe presentar los 18 mismos requisitos de la anterior, describir correctamente los hechos y mencionar a los testigos si los hubieran, estos deben corresponder a aquellas personas que presenciaron el ilícito, que estuvieron en el preciso momento cuando ocurrieron los hechos y además como una característica importante la presentación de la denuncia debe tener clara la hora y la fecha y el lugar donde ocurrió el delito, esto con el fin de ubicar la competencia del juzgado y establecer los plazos de prescripción. Monge (1996) describe la tercera forma de presentar una denuncia que es a través de un parte policial, que debe cumplir con los requisitos anteriores pero además debe tener muy clara la información de la fecha, la hora y el lugar de los hechos, además por supuesto de las calidades de las partes y una detallada descripción de los hechos que ocurrieron, esta es la característica principal en este tipo de denuncia, esto para no tener la necesidad de pedir la declaración a la victima y poder así darle tramite a la acusación, citando de una vez al imputado para realizar la indagatoria. Como ejemplo del anterior caso citaremos el expediente 07-50243-0533 FC del 16-2-07, que se presenta por lesiones, (es una denuncia que se plantea por medio de un informe de la fuerza pública). En la mayoría de los casos este tipo de informes se presentan ante el juzgado Penal de Turno, esto depende de la hora en que ocurrieron los hechos, luego este Juzgado los distribuye al Juzgado competente; de ahí la importancia de la claridad de la información que se consigna en el parte. Otra forma de presentar una denuncia es a través del OIJ, obviamente con todos los requisitos que ya se han citado, es similar a la presentación por medio de un parte policial. Chirino (1996) afirma que en el proceso en sí; la victima es atendida por un o una auxiliar judicial, quien toma la declaración, apoyado en un machote prediseñado para agilizar este acto procesal en el cual se consignan las palabras exactas tal y como son mencionadas por la victima, a la vez se limita y se dirige el relato de los hechos a solo lo que interesa para el proceso, sin dejar que la victima se desvié del asunto. Se le realizan varias preguntas con el fin de aclarar la información necesaria para poder iniciar el proceso contravencional, estas son preguntas directas acerca de los hechos acusados, por supuesto, que dentro de las mismas se individualiza a la víctima y luego del cuestionario se permite que la víctima relate la historia de los hechos tal y como los vivió. Una vez tomada la declaración, el auxiliar judicial le hace mención al denunciante de la posibilidad de una conciliación, sin entrar en muchos detalles o mayor explicación de esta figura jurídica. En el caso anterior si la víctima está de acuerdo, en conciliar, se consigna en la declaración o por el contrario, si no está de acuerdo, también queda manifestado en la misma, pero se cierra la oportunidad, porque ambas partes 19 deben estar en disposición de fraternizar. En esta circunstancia, de darle seguimiento a la denuncia será necesario la presencia de testigos y de inmediato se le dice a la victima que espere la debida citación. Así llega el momento de la indagatoria del imputado, Sáenz (1992) manifiesta que este no goza del principio de presunción de inocencia; al llegar al Juzgado ya se le considera culpable de los hechos que se le acusan, esto porque adelantando criterios si se le permite aceptar la acusación es porque existe la analogía que lo relaciona directamente con ella. Chirino (1996) describe que de inmediato el auxiliar judicial verifica las calidades, esto con la finalidad de individualizarlo y se le realiza el respectivo cuestionamiento, en el cual dentro de las preguntas más importantes se encuentran, confirmar la dirección, el salario que recibe o el monto de dinero que percibe mensualmente y si alguien depende directamente de él, esto para manejar un margen dinerario a la hora de imponer la multa y conocer un poco la solvencia económica del imputado. Esta información anterior en lo que respecta a la solvencia económica del imputado no es verificada por lo que se supone cierta; luego de esto se realiza la intimación de los cargos o sea se lee la acusación de inmediato sin preguntar si entendió lo que se le leyó, se le pregunta al imputado si acepta o no los cargos. Se explica al imputado que de aceptarlos recibirá una sanción que será impuesta por el juez y que no tendrá que acudir a un juicio oral y público, en el caso de no aceptarlos, además de enfrentarse a lo anterior, recibirá una multa más alta si se encuentra culpable y deberá buscar testigos que acrediten su inocencia pero no se le menciona la posibilidad de acudir con un representante legal. Pero al igual que a la víctima, se le hace mención de la figura conciliatoria, logrando con la misma terminar el proceso de una manera amistosa sin especial sanción, pero no recibe mayor información de las consecuencias jurídicas de este acto. Para finalizar con este acto procesal, se le advierte al imputado que debe estar atento a la citación, sea para la audiencia conciliatoria o para el juicio mismo. Guzmán (1996) menciona que en el caso de aceptar los hechos o de llegar a juicio y recibir la sanción condenatoria, la pena consistirá en una multa que se fijará bajo los criterios del juzgador bajo las márgenes que estipula el código y las ponderaciones que maneja de la solvencia del condenado, esta multa se puede cancelar de inmediato en el Sistema Bancario Nacional, de lo contrario se le otorga un plazo de 15 días para realizar la debida cancelación. El comprobante de pago es presentado ante el Juzgado Contravencional, este se adjunta al expediente, se anota en el libro de sentencias y con ello se termina el proceso. 20 El khoury (1993) aclara que el proceso pudo haber terminado en la etapa de conciliación, donde se supone que ambas partes coincidieron en resolver el problema de una manera amistosa, sin la necesidad de un reproche jurídico o una sanción, por medio de esta figura que representa una buena alternativa de resolución de conflictos, con la cual se consigue el compromiso de respetar el derecho de una y la otra parte. 2.4 Las Contravenciones y el Ámbito Sancionatorio. Ha queda claro que la pena que se impone en el caso de las contravenciones se trata de una multa, la cual esta descrita en el Código Penal en su articulo 53 de forma general como la condena que se debe pagar en suma de dinero a la institución que la ley designe, dentro de los quince días posteriores a la firmeza de la sentencia. Dice el Código en su artículo 53, segundo párrafo: El juez, en sentencia motivada, fijará en primer término el número de días multa que deberá cubrir la persona condenada, dentro de los límites señalados para cada delito... Esta pena no podrá exceder de trescientos sesenta días multa... deberá determinar la suma de dinero correspondiente a cada día multa conforme la situación económica del condenado. (P. 39) Según lo anterior el juez inmediatamente que dicta una sentencia en donde hace acreedor al imputado de una multa, no lo hace de forma delimitada para caso especial sino que tiene amplio margen de criterio para que proceda a aplicarla, tomando como referencias el mismo ilícito y los ingresos del imputado (Art. 53 CP), dice el código al respecto que el juez en su caso, con la colaboración de la Oficina de Trabajo Social del Poder Judicial deben realizar las indagaciones necesarias para determinar la verdadera situación económica del imputado y sus posibilidades de pago. Delgado (1983) afirma que en la realidad, estos datos no se verifican; tanto las auxiliares judiciales al tomar la indagatoria como el mismo juez suponen que la información recibida por parte del imputado es real, prestándose esta situación para que el imputado con astucia pueda librarse de una multa de mayor valor pecuniario. Guzmán (1996) afirma que se presenta el problema de que estos factores deben ser evaluados por el juzgador a la hora de aplicar la pena con el fin de limitar la ejecución de otros delitos, porque el reproche que se recibe por la infracción a la ley debe servir de escarmiento y contribuir a que los niveles de criminalidad disminuyan. Monge (1996) describe por su parte que la prisión es el modelo de pena que se ha utilizado tradicionalmente en nuestro país para sancionar la mayoría de los delitos, pero en el caso de las contravenciones la pena de multa es la que se aplica como una tímida alternativa al uso de la prisión, así lo establece el articulo 56 del código penal, siendo esta eliminación de arresto para castigar 21 las contravenciones un avance importante para el logro de un mayor garantismo en el sistema penal costarricense, Maggiore (1987) menciona que la privación de libertad no es un medio adecuado para la resocializacion de un delincuente mucho menos lo seria para un contraventor que en ciertas ocasiones no pueden ser considerados como delincuentes comunes . El garantismo mencionado se refuerza con algunos votos de la Sala Constitucional, entre los que resaltan el voto 1239-91 del16/07/94 y el 1054-94 del 22/02/94, en donde, se señala que no procede la detención por contravenciones y se prohíbe convertir la multa en prisión. Dice al respecto la Sala Constitucional en su boletín ( abril-mayo 1994) No importa desde que punto de vista analicemos la figura de la conversión de multa a prisión, el resultado es siempre el mismo: la insolvencia del condenado le cuesta su libertad personal; en el caso de las contravenciones la pena de multa - sanción pecuniaria - es la que el Juez estimó como adecuada para la antijuricidad del hecho y la culpabilidad de su actor – atendiendo al tipo de bien jurídico protegido - de modo que sustituirla por una medida de mayor contenido aflictivo ( la privación de libertad) no tiene razón de ser... (P.15) Es importante aclarar que para cumplir con un debido proceso la pena debe ser proporcional al daño ocasionado por lo tanto sancionar con prisión una contravención exageraría las proporciones constitucionales de la pena pero surge así una contradicción entre normas que en aras de la proporcionalidad, la constitucionalidad y lograr mantener ese garantismo que se menciona deja sin efecto la condena. La Sala Constitucional, resolución N 2743-99 del 17/04/99, ofrece la salvedad del caso anterior debido a que se establece en este voto que si se puede realizar la conversión de pena de multa por días de prisión en el caso de aquel condenado contraventor que por su insolvencia económica le fue sustituida la multa por la prestación de servicios de utilidad pública y no los realiza sin tener algún justificante, esto porque los legisladores comprendieron que la sanción debe existir; debe ser real. Pero la Sala Constitucional consideró posible convertir esa sanción en privación de libertad siempre y cuando en la sentencia se le advierta al imputado que de incumplir la pena sustitutiva podrá imponérsele la pena de prisión, esto con el fin de guardar el garantismo que caracteriza al proceso contravencional y así asegurar el derecho de defensa que goza el acusado, de poder demostrar una causa de justificación por el incumplimiento de la sanción. Es importante ser consciente que Costa Rica no cuenta con cárceles contravencionales, aptas para este tipo de infractores de la ley, puesto que no pueden considerarse delincuentes comunes y además nuestro país no goza con el presupuesto económico necesario para mantener una población carcelaria que en el caso de las contravenciones seria abundante y como ya se menciono, en posible aumento constante. 22 III Las contravenciones y su relación con el sistema judicial La estructura legal de nuestro país es deficiente en cuanto al desarrollo de este tipo de procesos, debido a la falta de información que se recibe y el desacierto o falta de seguimiento con relación a su aplicación y al igual que la ineficacia de la sanción y de las contradicciones existentes en la ley. 3.1 La conciliación contravencional Como ha sido explicado anteriormente, la materia contravencional es un proceso judicial sumarísimo, que goza de las debidas garantías procesales que procuran establecer un control social sobre los hechos atípicos realizados con mayor frecuencia, pero a la vez los legisladores y la misma ley, parecen ubicarlas en una tercera categoría de prioridades. Si se parte de este punto, existe una serie de roces entre la ley sustantiva y la constitucionalidad, exigida en nuestra Carta Magna, tanto en lo que se refiere a la estructura del proceso que, en general, es muy particular, como lo atinente al seguimiento y eficacia que se le da a la sanción. Como consecuencia de lo anterior es que surge una de las problemáticas planteadas, la cual radica, en la falta de información que reciben los usuarios por parte del personal judicial, quienes no aclaran la seriedad, la importancia y en que consiste cada acto procesal que se va a desarrollar. Se debe considerar que las personas que concurren a este tipo de proceso, por lo general, es gente de pocos recursos, que además no goza de un nivel de educación básico, por lo que la comprensión de estos actos es muy escasa. Siguiendo con lo anterior, el asistente judicial recomienda la figura de la conciliación, como uno de los mecanismos alternativos más eficaces para la solución del conflicto, siendo esta, un modo amistoso de terminar el proceso, donde ambas partes deben comprometerse a respetar los derechos y mantener la cordialidad, tratando de evitar disgustos. Las respuestas conciliatorias de los conflictos, son en la actualidad, una opción algunas veces favorable, ante la aplicación del aparatoso escenario de la justicia penal, por ejemplo, se consigue a través de ella, un sistema de juzgamiento de las contravenciones, donde la solución de los conflictos se realiza sin los costos que actualmente significa, tanto sociales como económicos, un proceso. Como consecuencia de lo anterior, podría ocurrir que se permita dejar de perseguir ciertos hechos punibles, asimismo convertirse en una herramienta del juez que permita brindar respuestas menos formales a los problemas o conflictos presentados ante su jurisdicción, además de que no se ejerce un control de la reincidencia contravencional. 23 Según el Departamento de Planificación, sección de estadística, del Poder Judicial, desde el año 2000 hasta el año 2007, se ha presentado un incremento en el número de las conciliaciones contravencionales, ver gráfico N1. C a n t id a d Gráfico Nº 1 Comportamiento de las conciliaciones contravencionales 5654 5805 6000 5000 4000 3000 2000 1000 0 3802 3917 5437 5709 4053 3647 1 Años 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 *Fuente: el Departamento de Planificación, sección de estadística, del Poder Judicial. (2008) De esta información se desprende que para el año 2005, existió la mayor cantidad de conciliaciones realizadas, la cual descendió en el 2006, para volver a subir en el año 2007, queda así demostrado que esta figura es de mucha aplicación año con año, por lo cual se reviste de importancia y se hace necesaria la adecuada información, aclarando las consecuencias jurídicas que trae consigo, y explicando las características y los beneficios que conlleva aceptar una conciliación en cualquier proceso penal, por lo que se debe dejar claro, que no se trata de lograr una impunidad del hecho sino lograr por medio de la armonía, la solución del mismo. También la conciliación es un efectivo mecanismo ( si se sigue con las debidas solemnidades) para evitar la aplicación de sanciones penales a los contraventores, con todos los problemas que estas últimas acarrean. 24 3.2 La ley sustantiva y la Constitución Otra problemática que se presenta en el sistema contravencional es el desacierto con relación a su aplicación dentro de la legislación, y como se dijo anteriormente aquí surgen los roces entre la ley sustantiva y la constitucionalidad, la cual permite la renuncia a ciertas garantías procesales con el fin de lograr una justicia pronta y una economía procesal. Según lo anterior, la pretensión del legislador, es que un proceso contravencional no culmine en la etapa de juicio, así la Sala Constitucional en la resolución N 249-93 del 16/04/93, ratifica la oportunidad que tiene el imputado de reconocer las acusaciones que se hacen en su contra, con lo cual recibe una multa por la infracción del delito pero en el extremo menor que estipula el código para sancionar el hecho atípico que se cometió. Lo anterior nos remite al articulo 39 constitucional, el cual aclara que no se puede someter a nadie a una sentencia sin haber seguido un proceso judicial, y además para recibir una sanción se debe comprobar la conducta dañina del acusado, en este caso, pareciera ser que se trata más de una confesional por parte del imputado que una imputación de cargos, esto porque una de las preguntas que goza de mayor importancia dentro de este acto, es si acepta o rechaza los cargos por los cuales se acusa. Pareciera ser, que nos encontramos en presencia del sistema contravencional según el código de Carrillo, en el cual se buscaba conseguir la participación del imputado en los hechos y es por ello que tanto en el pasado como en la actualidad, se hace necesaria la participación de un patrocinio letrado, que aunque es permitido por la ley, no se aclara al acusado que puede contar con ello, por lo que se debe considerar que admitir la culpabilidad es un aspecto fundamental en la vida de todo ser humano, por lo cual debe gozar con la asesoria necesaria para realizar esta acción. Según el Departamento de Planificación, sección de estadística, del Poder Judicial, exactamente en datos correspondientes al año 2007, exclusivos del juzgado contravencional del segundo circuito judicial de San José, podemos apreciar en el gráfico N2 (resoluciones dictadas), como efectivamente la cantidad de sentencias sin juicio es mayor que las sentencias con juicio. De un total de 137 sentencias, 29 se dictaron en un juicio oral y público, las restantes 108, se dictaron sin llegar a él, ello significa que esta cantidad de personas aceptaron los cargos por los cuales se les acusaba. 25 140 Gráfico Nº 2 Resoluciones Dictadas 137 Cantidad 120 108 100 80 60 40 29 20 0 1 Sentencias Setencias Con juicio oral Sin juicio oral Fuente: Departamento de Planificación, sección de estadística, del Poder Judicial (2008) Dentro del proceso contravencional encontramos una tercera problemática que conlleva a la ineficacia de su sanción, y es la contradicción existente entre las normas, específicamente, entre el artículo 56 del Código Penal, que propone la conversión de la multa en días de prisión; si esta no es cancelada, con respecto a lo que dice la Sala Constitucional en las resoluciones número123993 del 16/07/94 y la número 1054-94 del 22/02/94, en las cuales modifica dicho artículo y señala que no procede la detención por contravenciones al igual que tampoco procede la conversión de la multa a días de prisión. Acorde con lo establecido se crea un garantismo, relacionado con el principio de proporcionalidad y la poca importancia que reciben los hechos contravencionales, según el cual, el juez establece una multa por la antijuricidad del hecho y la culpabilidad del actor, de modo que si se sustituye por otra medida de mayor contenido aflictivo seria desproporcional y se fundamenta, además, en la solvencia económica del sentenciado, pues según la Sala, de la posición dineraria de éste, depende su libertad. Con lo anterior, la sanción contravencional es prácticamente ineficaz, porque no existe un mecanismo de coacción que obligue al sentenciado a cumplir con el injusto penal, dejando impune el hecho cometido; al darse cuenta los legisladores de la mínima funcionalidad con la que goza el sistema contravencional, a partir de la modificación del artículo 56, es que la misma Sala Constitucional redacta la resolución N 2743-99 del 17/04/99, en la cual se establece que si puede realizar la conversión de la multa por días de prisión. En la resolución anterior, la Sala aclara que para que exista la conversión, se le debe haber explicado al condenado en la sentencia de la aplicación de una medida alternativa, como lo es el servicio de utilidad social, el cual le será impuesta como sanción, si por su insolvencia económica no pudiere pagar la 26 multa, a la vez ratifica, que de no cumplir con la pena impuesta, sin justificación alguna, deberá descontar los días en prisión. En cuanto a ese punto anterior, los legisladores volvieron a convertir en ineficaz e inaplicable la sanción contravencional, cuando aclara, que todos aquellos privados de libertad, gracias a una contravención, deben ubicarse de forma separada con los sentenciados por otros delitos, parece ser que se les olvidó que Costa Rica no goza con cárceles contravencionales, ni con los presupuestos necesarios para mantener en prisión a este tipo infractores. Esta reforma a la ley, en la materia contravencional, no se aplica, porque resulta ser muy costosa para el Estado, tanto el servicio de utilidad pública que amerita un control por parte del órgano encargado, el cual tiene que incurrir en gastos, que en la mayoría de los casos tiene limitados, como al Estado en intentar mantener separados a los contraventores de los delincuentes comunes en caso de ir a prisión. Estos problemas en el sistema contravencional, logran un desacierto tanto en su desarrollo y eficacia, como durante su función, y consiguen que la población pierda el respeto y la confianza en el sistema penal y consideren que las leyes en nuestro país no sirven, a la vez que se podría relacionar con el aumento de la criminalidad, porque como ya se demostró existen varios mecanismos que por la ineficacia de la sanción permiten que los hechos queden impunes. Según el Departamento de Planificación, sección de estadística, del Poder Judicial, desde el año 2000 hasta el año 2007, se ha presentado una disminución en la presentación de denuncias contravencionales, mostrando así una variable que podría justificar como se ha ido deteriorando este tipo de procesos, así se muestra en el siguiente gráfico Gráfico Nº 3 Denuncias de casos ingresados 53.304 54.000 50.845 50.747 52.000 Cantidad 49.240 50.000 48.087 47.386 47.729 46.812 48.000 46.000 44.000 42.000 Años 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 Fuente: Departamento de Planificación, sección de estadística, del Poder Judicial (2008) 27 2007 Se muestra en el anterior gráfico una disminución en la presentación de este tipo de denuncias, constante año a año desde el 2000 hasta el 2003, para aumentar en el 2004 y volver a bajar durante el 2005 y el 2006, mientras que encontramos un leve aumento para el año 2007, pero en general demuestra la problemática que enfrenta el proceso contravencional. IV La Sala Constitucional y el sistema contravencional. Es importante aclarar ciertos aspectos que diferencian el antes y después de las contravenciones, según la Sala Constitucional, por ejemplo antes de la existencia de esta sala, el sistema contravencional tenía un problema de estigmatización hacia ciertos sectores sociales, Sánchez (1996), menciona que, eran sectores fácil de distinguir, porque sus miembros eran travestís, alcohólicos y prostitutas, inclusive aquellas personas que pertenecían a clases muy bajas dentro del estatus social. Además de lo anterior, existían irregularidades a la hora de revisar los partes policiales, con los cuales se realizaban las detenciones, como lo era por ejemplo que en el espacio para describir el delito, siempre aparecía la leyenda “posterior a definir”. En la actualidad, con las garantías que trajo la creación de la Sala Constitucional, es obvio que este tipo de problemas no se presentan, Guzmán (1996), aclara, la importancia que adquiere la normativa constitucional en el desarrollo de un proceso judicial, como por ejemplo la aplicación del artículo 33 de dicho cuerpo normativo, en el cual se establece la igualdad del hombre y la mujer ante la ley y su relación con el artículo 37 de la misma normativa, que establece la importancia de un indicio comprobado de haber cometido el delito para ser detenido. Además de lo anterior, se instaura la aplicación de los principios procesales que debe cumplir un debido proceso, con ello, todo el sistema judicial, va dirigido a respetar los derechos fundamentales y la dignidad del hombre, se debe buscar la prevención y la resocializacion del imputado y garantizar los derechos de la victima, al igual que la aplicación de una sanción proporcional a los hechos acusados. 4.1 Reforma contravencional La Sala Constitucional en la resolución N 2743-99 del 17/04/99, establece la posibilidad de realizar la conversión de la sanción de multa en días de prisión, en aquellos casos en los que el contraventor no pueda, debido a su insolvencia económica, cancelar la misma y por ello, se le haya aplicado una pena sustitutiva, que en materia contravencional consiste en una utilidad de servicio público. 28 Según lo anterior para poder aplicar esta conversión, se necesita que el condenado no haya cumplido con la pena alternativa, toda vez que no tenga una justificante que le permita faltar a su obligación. La anterior reforma, surge como la necesidad de modificar el artículo 56 del código penal, el cual volvió ineficaz su sanción, cuando la misma sala constitucional en su reforma 1239-91 del 17/07/08 y la reforma 1054-94 del 22/02/94, ratifica la prohibición de la detención en el caso de los contraventores. Dice la Sala Constitucional en su resolución N 1054-94 del 22/02/94: No importa desde que punto de vista analicemos la figura de la conversión de multa a prisión, el resultado es siempre el mismo: la insolvencia del condenado le cuesta su libertad personal; en el caso de las contravenciones la pena multa -sanción pecuniaria- es la que el juez estimó como adecuada para la antijuricidad del hecho y la culpabilidad de su actor – atendiendo al tipo del bien jurídico protegido –de modo que sustituirla por una medida de mayor contenido aflictivo (la privación de libertad) no tiene razón de ser. (P.15) La reforma antepuesta, se realizó por varios aspectos que podríamos deducir de todo lo anteriormente analizado, como lo sería revestir al sistema contravencional de una celeridad procesal que colaboraría con la descongestión de un despacho judicial, que posiblemente por tratarse de esta materia, tenía mucho circulante. También, porque la misma Sala Constitucional en la resolución N 249-93 del 16/04/93, permite al imputado renunciar de ciertas garantías procesales con la intención que éste, no enfrente un complejo proceso y así la justicia pueda ser pronta y cumplida. Y además porque con la instauración de mecanismos alternativos de conflictos dentro de los procesos judiciales, como lo es la conciliación, conseguiría que las sentencias en materia contravencional fueran mínima. Aclara lo anterior el Departamento de Planificación, sección de estadística, del Poder Judicial, exclusivamente con referencia al juzgado contravencional del segundo circuito judicial de San José, en el cual el reporte estadístico para el movimiento ocurrido durante el año 2007, muestra que 137 resoluciones dictadas son sentencias, mientras que 236 corresponden a conciliaciones. A pesar de la anterior estadística, se presenta la posibilidad, que las partes no cumplan con las disposiciones que conlleva participar en esta audiencia conciliatoria, presentándose varias opciones como la reincidencia en la infracción contravencional o simplemente la ineficacia de este acto procesal. Es así como la Sala constitucional en la resolución N 2743-99 del 17/04/99, consideró necesario, realizar una observación a la eficacia de la aplicación de 29 la pena en el caso de las contravenciones, en especial la pena de prisión, debido a varios motivos, como lo son el incremento de personas sometidas al sistema penitenciario que traerá esta reforma. Dice la Sala Constitucional en la resolución N 2743-99 del 17/04/99 que: Debe advertirse que, quienes sean privados de libertad a consecuencia de la comisión de delitos tipificados en el libro tercero del código penal, y no hayan sido condenados por otros delitos, deberán ser ubicados en el sistema penitenciario en forma separada de quienes hayan sido sentenciados por delitos tipificados en el libro segundo del mismo código.(P.10) Con ello consigue que la reforma se vuelva inaplicable, debido a que como ya se mencionó, nuestro país no goza de cárceles contravencionales, para cumplir con la disposición que exige la misma y además tampoco posee los presupuestos necesarios para la construcción de las prisiones, y en cuanto a la población penitenciaria ya sobre pasa los limites de residencia por lo que aumentarlos seria ampliar los niveles de sobre población carcelaria. El Khoury (1993), afirma que el encierro, es una institución que se comporta como una verdadera máquina deteriorante, en la cual se lesiona la autoestima en todas las formas imaginables, por lo que al tratarse de contravenciones, la pena sobrepasaría los limites de la proporcionalidad, esto porque el sistema de prisiones, según lo menciona Hernández (1983), permanece marcado de manera permanente en la vida del sentenciado. En cuanto a la consulta realizada a la Sala Constitucional, según la resolución N 03303-02 del 17/03/02, sobre la constitucionalidad de convertir la multa en días de prisión, por las consecuencias anteriormente citadas, ésta aclaró que el sentenciado goza de la posibilidad de alegar ante el juez, las causales por las cuales no cumplió con la pena impuesta, la cual consistía en un servicio de utilidad pública. Dice la Sala Constitucional en su resolución N 3303-02 del 17/03/02: El contraventor tendrá la posibilidad de alegar ante el juez sentenciador, de previo a la conversión de la pena en prisión, las razones de su incumplimiento, lo cual satisface plenamente los derechos de defensa, la imposición, no es automática, sino que se da, luego de la realización de un juicio con todas las garantías constitucionales.(P.2) Por lo cual se desprende, que no existe ninguna inconstitucionalidad, ni en la sustitución, ni en la conversión de la pena, pero mantiene una problemática en la aplicación de la sanción, la cual consiste en que permite, la conversión en prisión, pero ubicando a los contraventores en lugares separados de los delincuentes, a sabiendas que nuestro país no cuenta con los recursos necesarios, para satisfacer esa exigencia. 30 Otro de los aspectos importantes de mencionar, dentro de la reforma constitucional a las contravenciones, es que reafirma, la Sala Constitucional en la resolución N 17790-90 del 5/12/90, que en los procesos contravencionales, si el imputado así lo solicitare podrá contar con un patrocinio letrado, en cuyo caso sino no tuviera los recursos económicos para pagarlo, el Estado está en la obligación de proporcionárselo. Como se mencionó, reconocer la culpabilidad es un aspecto fundamental en la vida de todo ser humano, por simple que sea el delito, por lo que si lo va a hacer, es recomendable que se haga en presencia de un profesional que le aclare las consecuencias de dicho acto. Según lo analizado hasta el momento y como lo menciona, El Khoury (1993), es necesario dotar al juez de herramientas legales para que pueda optar por sanciones que se puedan aplicar o al menos darles un seguimiento, que les de el carácter de eficaces, porque solo de esta manera, se podría lograr que la credibilidad en los procesos judiciales aflore, a la vez que las ciudadanía volvería a tener confianza en el sistema contravencional y en la normativa en general. Para ello, también es importante como lo menciona Sánchez (1996), reconocer que las contravenciones, buscan el sentido de verdaderos delitos, que requieren un trato procesal lleno de garantías, no solo para la exigencia de un debido proceso, sino para la constatación del amplio panorama de acción, de estas figuras dentro del control social que ejerce el sistema judicial. Estas consideraciones adquieren importancia, cuando se toma en cuenta que la legislación contravencional es la que tiene más relación con el ciudadano común y no es precisamente a través de las descripciones atípicas que hace el Código, por las cuales el ciudadano interioriza la imagen que se hace del sistema judicial, en cuanto a su funcionalidad y objetivos. 31 V Conclusiones generales La materia Contravencional corresponde a aquellos hechos ilícitos que acontecen con frecuencia y a simple vista de las personas que conforman el grupo social, mantienen en estrecha relación a los ciudadanos con el poder punitivo del Derecho Penal y claro que con la administración de la justicia. El Proceso Contravencional es expedito; un sumario en el cual se celebra una audiencia de conciliación, la audiencia oral y seguidamente se dicta el fallo, se permite renunciar a ciertas garantías procesales con el fin de mantener la celeridad del mismo y no tener que enfrentarse a un juicio oral y publico, según lo manifiesta la Sala Constitucional en la resolución N 249-93 del 16/04/93. Dentro del mismo existen varias irregularidades como lo son la falta de información que reciben los usuarios acerca del ejercicio de dicho proceso, en el cual, no se aclara por parte de las autoridades judiciales los diferentes actos, a las sujetos que participan en él y mucho menos existe una orientación que facilite la comprensión de cada uno de estos actos procesales que conforman el proceso contravencional. Lo anterior, provoca incertidumbre en dicho sistema y hace surgir un sentimiento de incertidumbre en el usuario, quien percibe el descuido por parte de las autoridades en darle un seguimiento al cumplimiento de la sanción, quedando así en discrecionalidad del condenado si la cumple o no, volviéndose de esta manera ineficaz la ejecución de la misma, por lo que en ocasiones el delito puede quedar impune; sumado a esta problemática, encontramos una contradicción en la ley, visible entre el artículo 56 del Código Penal que sanciona con la conversión de la multa a días de prisión con respecto a las manifestaciones de la Sala Constitucional, que en las resoluciones N 1239-91 del 17/07/94 y la N 1054-94 del 22/02/94, señala que no procede la detención por contravenciones; es decir, se prohíbe la conversión de la multa en días de prisión. Con ello, surge otra nebulosa que atenta contra el sistema contravencional y es la reforma de la Sala Constitucional en la resolución N 3303-02 del 7/03/02, en la cual, pretende autorizar la conversión de la multa en pena de prisión mientras que el condenado sea advertido de la misma y se le brinde el derecho de defensa a oponerse a la misma, justificando el no cumplimiento de su obligación, también aclara que de aplicarse, la prisión, el contraventor detenido debe ubicarse aparte de los delincuentes comunes. Se menciona además, dentro del artículo, tres sistemas especiales, que han desarrollado una teoría de contravenciones, que las identifican como figuras de poca importancia y confunden a nuestros legisladores, en la aplicación de sus normativas. 32 Una de ellas, es el caso del derecho español, en el cual se observa una potestad sancionatoria de la administración que se extralimita, en sanciones más severas que las propias del derecho penal, otro sistema es el derecho germano, de donde surge la teoría de las infracciones del orden, que dicen que el tratamiento de las contravenciones, son propias del derecho administrativo y por último el caso del derecho Italiano, que separa legislativamente a los delitos de las contravenciones provocando resultados negativos a nivel de garantías procesales. Así surgen varios criterios sobre las contravenciones; desde criterios cuantitativos hasta subjetivos, en donde es considerada la contravención como falta de obediencia. También es importante aclarar los elementos constitutivos de las contravenciones que son los mismos que componen un delito, en ellas encontramos, un acto humano, tipicidad, antijuricidad y la culpabilidad, a la vez que participan aspectos no esenciales como la tentativa, coparticipación, unidad y pluralidad de delitos, reincidencia, habitualidad, profesionalismo, causas de extinción , etc. A la vez y según lo anterior se puede concluir que las contravenciones son estructuralmente igual a los delitos; que sus diferencias radican en aspectos de ubicación dentro de las leyes y a los niveles de cuantificación que tienen sus sanciones; además y claro esta, que son titulares de protección de bienes diferentes que los delitos. Al igual que están revestidas con los principios y garantías constitucionales que deben acompañar un debido proceso judicial. Principios que se enumeran en el libro preliminar de nuestro código procesal penal, abordando el de legalidad, el de tipicidad, el de objetividad, prohibición de analogía, etc. En cuanto a su desarrollo, como ya se mencionó, es un proceso sumario, cuenta con mecanismos alternativos de resolución de conflictos donde su principal figura es la conciliación, la cual podría ocasionar consecuencias negativas por la falta de información que se recibe de ella, como seria que se permita dejar de perseguir ciertos hechos punibles, o recibir respuestas informales por parte del juez en el caso, de denuncias presentadas en su competencia, ante su jurisdicción. En general, pareciera ser que la preocupación del legislador en un proceso contravencional es la economía procesal y la restauración del derecho objetivo, esto pone en peligro y desventaja los derechos del ciudadano quien solo trata de asegurar la convivencia pacifica dentro de la sociedad. La sanción de una contravención, consiste en una multa pecuniaria la cual se cancela en el sistema bancario nacional, específicamente en el Banco Nacional y es recaudada por la Dirección General de Adaptación Social. Aunque las contravenciones, actúan, solo con la puesta en peligro del bien jurídico tutelado a diferencia del delito, que actúa por la lesión realizada al 33 bien, ocasiona también efectos jurídicos tanto a nivel individual como colectivo, al final las contravenciones son violatorias de la administración de la justicia como cualquier otro ilícito y merecen la misma atención. Lo anterior porque la sociedad siempre va a reaccionar frente a las contravenciones y las conductas que afecten directamente al grupo, por la falta de información que se recibe y el desacierto con relación a su aplicación, al igual que la ineficacia de la sanción y de las contradicciones en la ley, es de importancia que las autoridades planteen propuestas y soluciones para buscar cambios positivos y lograr así restablecer y reinstaurar una exitosa aplicación del mismo. 34 Bibliografía Libros • Chirino. E., y Rodríguez.B.(1988). Análisis Jurídico Criminológico de Las contravenciones en Costa Rica. Tesis de Licenciatura no publicada, Universidad DE Costa Rica, San Jose, Costa Rica. • Chirino. E. (1988) Tesis de Análisis Criminológico de las Contravenciones. San Jose: Publicaciones UCR. • Chirino. E.(1989). Derecho Penal . San Jose:Editorial Juriscentro. • Delgado,B.(1983).Procedimiento Contravencional en Legislación Penal . San Jose: Editorial Publicaciones UCR. • Guiseppe.M. 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