Dos personas distintas y un solo Dios Autor(es): Jorge Torres Publicado por: El Correo de Valdivia, miércoles 16 de febrero de 1977, p. 12 Consultado en: Archivo Artes Visuales en Valdivia ’70 - ‘80, Colección digital del Centro de Documentación de las Artes Visuales Centro Cultural Palacio La Moneda El uso de este documento implica la aceptación de los términos y condiciones de uso de las colecciones digitales del Centro de Documentación de las Artes Visuales, disponibles para su consulta en su sitio web. Para mayor información, escríbanos a [email protected]. Dos personas distintas y un solo Dios Jorge Torres Con expectación asistimos a la exposición de pintura que dos jóvenes pintores valdivianos presentan en la sala de la Casa Central de la Universidad Austral. Se trata de Roberto Farriol G., y Hernán Miranda C., ambos alumnos de la Escuela de Arte de la Universidad Católica en Santiago. Son 15 obras en las que podemos apreciar la evolución de su oficio en la pintura ya que muestran cuadros fechados desde 1971 a 1977. Sin pretender un análisis artístico ni menos técnico es necesario destacar impresiones que nos merecen, sabido es que no se puede calificar un trabajo aún incipiente pero no exento de valor plástico. ROBERTO FARRIOL Tal como él lo declara, su obra está en una etapa de búsqueda y para ello ha tomado como uno de los puntos de partida algunas motivaciones a partir de la pintura surrealista, aún cuando, al decir del propio Farriol, el surrealismo es una etapa superada dentro de la pintura contemporánea. Es fácil observar influencias “picassianas”, específicamente en la etapa 1 cubista del gran maestro español (“El deseo”). Lo mismo ocurre en el cuadro denominado “El Fermento” en este caso, con Salvador Dalí. Existe un buen (aunque dispar) manejo en algunos casos del dibujo, la forma y el color, pero es en los óleos 7, 8 y 9 en donde Farriol logra realmente transmitir unidad a su obra. Son cuadros recientes, todos fechados en 1977 y se titulan “Desvanecimiento de una ilusión” “Obsesión depresiva” y, “Encuentro”. Sus azules y grises dotan de un ambiente de nostalgia que insinúan una idea general y la correspondencia entre ellos. Colores fríos, en algunos casos, ponen en relieve formas inverosímiles insinuantes para dispares interpretaciones. Como en toda la pintura no-figurativa, abstracta o como quiera denominársele, la temática de estos pintores se basa en “ideas” y felizmente existe entre los títulos y la realidad que los cuadros proyectan. Farriol manifiesta interés por indagar en las causas de los problemas del hombre, no en su manifestación histórica o anecdótica. Creemos que gracias a su honestidad y a su calidad plástica, en el devenir de los años su mensaje será cada vez más claro y reluciente. Por ahora al igual que el poeta Paul Eluard nos dice con su pintura: “… aquí se enciende nuestro desvarío aquí nuestra impaciencia se denota…” HERNAN MIRANDA Las pinturas mostradas, a excepción de una o dos, denotan afinidad y cohesión. Siempre en la etapa de la búsqueda este pintor nos llama la atención, aparte de su buena técnica, por la presencia de una idea central en sus óleos. Consciente o no, vemos una particular preocupación por la sexualidad femenina y su función generatriz de la vida humana. Tal vez sea esta una particular y personal impresión de su obra, pero que me parece necesario señalar por cuanto es una constante que hasta ahora tiene muchos antecedentes en la pintura nacional. El óleo N°6, denominado “Sin título” es de una ambigüedad bastante solapada en su forma, pero habría que concluir la analogía que se produce al verlo, con los dibujos esquemáticos que conocemos del ovario y la presencia inequívoca del germen humano. Miranda debería reflexionar y detenerse ante esta veta. Sus óleos aparentemente exentos de “ideas” contienen y evocan imágenes inusitadas y abren una nueva perspectiva a la visión de la sexualidad. Tal vez con sus cuadros haga suya la expresión de René Char: ¿Cuánto durará esta falta del hombre, agonizante en centro de su creación, porque la creación le ha despedido?”. 2 Dos pintores jóvenes más que promesas una realidad para la plástica. Para ellos nuestro modesto y fraternal saludo a su obra con los deseos de que perduren en el tiempo. JORGE TORRES. Valdivia, febrero de 1977 Transcripción Ignacio Szmulewicz Edición Centro de Documentación de las Artes Visuales Centro Cultural Palacio La Moneda 3