Investigación ambiental 6 (1) • 2014 Sección: Divulgación Los servicios ecosistémicos de los ríos urbanos y su contribución en la adaptación al cambio climático en las ciudades mexicanas The ecosystem services of urban rivers and their contribution to climate change adaptation in Mexican cities Monserrat Polo Ballinas1 Resumen Abstract El cambio climático antropogénico ha creado variaciones de los ciclos hidrológicos, tales como el incremento de la intensidad e incidencia de tormentas, inundaciones, sequías y heladas. Las inundaciones son consideradas como uno de los desastres naturales más costosos que afectan a las ciudades. Los desafíos del siglo XXI en las zonas urbanas, además de procurar el bienestar social y desarrollo económico, son adaptarse y mitigar los impactos del cambio climático. Las modificaciones antrópicas en las cuencas hidrográficas han dañado seriamente sus ecosistemas y reducido los servicios ecosistémicos tales como de aprovisionamiento, regulación, culturales y de soporte. Las condiciones ambientales actuales de los ríos urbanos que todavía se encuentran a cielo abierto en varias ciudades mexicanas se encuentran altamente degradadas, contaminadas y propensas a inundaciones. La recuperación de ríos urbanos hacia sistemas fluviales más saludables y resilientes podría generar varias oportunidades para el desarrollo sustentable en México. Anthropogenic climate change is creating variations on the hydrological cycle such as the increase of the severity and incidence of rainfalls, floods, droughts and frosts. Floods are considered as one of the most costly and damaging natural disasters affecting urban areas. The challenges of the 21st century amongst Mexican cities, beside ensuring social well-being and economic development, are to adapt and mitigate climate change. Humaninduced modifications along river basins have seriously damaged their ecosystems and decreased the provisioning, regulating, cultural and supporting services. It is significant to understand that the present environmental conditions of the remaining “open-air” urban rivers in many Mexican cities are extremely degraded, polluted and prone to flood. The restoration of urban rivers towards a more healthy and resilient state could bring more opportunities for sustainable development in Mexico. Palabras clave Keywords River basin ecosystems, urban rivers, ecosystem services, flooding, climate change adaptation, sustainable Mexican cities Ecosistemas de cuencas hidrográficas, ríos urbanos, servicios ecosistémicos, inundaciones, adaptación al cambio climático, ciudades mexicanas sustentables. 1 Institute for Housing and Urban Development Studies (IHS), Erasmus University. P.O. Box 1935. 3000 BX, Róterdam, Países Bajos. Correo-e: [email protected]. Recibido: 13 de junio 2014 Aceptado: 22 de junio de 2014 43 Investigación ambiental 6 (1) • 2014 Introducción México es naturalmente vulnerable al cambio climático, debido a que se localiza en la zona intertropical del hemisferio norte. El país está dividido en tres zonas: árida, semi-árida, y tropical, siendo la tercera zona la más propensa a tormentas tropicales e inundaciones. En México existe una extensa diversidad de paisajes, ecosistemas y sistemas fluviales que son importantes para la conservación de los ciclos hidrológicos y el desarrollo humano (Herron-Colin 2013). La vulnerabilidad biofísica y exposición del país a los eventos climáticos extremos han aumentado durante los últimos años como por ejemplo las sequías, los incendios, las inundaciones y las heladas. La vulnerabilidad social asociada a los cambios del clima en México está determinada por factores como pobreza y marginación, calidad de vida, tasa de crecimiento de la población, infraestructura social y desarrollo urbano. Ambas -la vulnerabilidad biofísica y la vulnerabilidad social- son importante considerarlas para saber las necesidades de la población en términos de adaptación y resiliencia climática, así como la capacidad de planeación y prevención de riesgos (IMCO 2012). En el Programa Especial de Cambio Climático 2009-2012 se menciona que México se ubica entre los países con mayor vulnerabilidad, debido a que 15% de su territorio nacional, 68.2% de su población y 71% de su PIB, se encuentran altamente expuestos al riesgo de impactos adversos directos del cambio climático (CICC 2009; Herron-Colin 2013). En México impactan un promedio de cuatro huracanes por año, produciendo lluvias intensas, inundaciones y deslaves. Este tipo de desastres naturales han afectado la economía local, el bienestar social, y la infraestructura urbana como unidades habitacionales y viviendas, hospitales, escuelas, carreteras y caminos en áreas urbanas de diferentes estados del país. Además, los estados de Veracruz, Chiapas y Tamaulipas requieren frecuentemente de apoyo financiero del Fondo de Desastres Naturales (FONDEN) para hacer frente a los diversos impactos hidrometeorológicos. FONDEN ha financiado actividades de emergencia, recuperación y reconstrucción después de los desastres naturales (Arreguín-Cortés y López-Pérez 2012).El gobierno central, con la intención de intervenir en la mitigación y adaptación al cambio climático, en el año 2012 adoptó la Ley General de Cambio Climático. Esta ley ha dado paso 44 Montserrat Polo Ballinas a la Política Nacional de Cambio Climático y el Fondo para el Cambio Climático. Con el fin de consolidar esta política nacional, el sector del agua ha desarrollado La Agenda del Agua 2030 (Herron-Colin 2013). Las ciudades mexicanas además de hacer frente hoy en día al desarrollo socioeconómico, desde las últimas décadas también han tenido que lidiar con los efectos extremos del cambio climático. La vulnerabilidad de las ciudades está determinada por su ubicación geográfica, el ordenamiento territorial y uso de suelo, los servicios urbanos e infraestructura, y su capacidad socioeconómica de adaptación. El aumento de vulnerabilidad y exposición en las zonas urbanas a eventos hidrometeorológicos están relacionados con la frecuencia y magnitud de tormentas y fuertes lluvias. La Comisión Nacional del Agua (Conagua) reportó que en el año 2010 los huracanes que impactaron el territorio nacional afectaron 118 municipios en Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas; 138 municipios en los estados de Campeche, Tabasco, Puebla, Veracruz; y 56 en los estados de Chiapas y Oaxaca. Así mismo, se reportaron 200 ciudades localizadas a lo largo de cuencas de ríos con riesgo de inundación (OECD 2013). Los municipios con alta vulnerabilidad climática fueron detectados en los estados de Veracruz, Distrito Federal, Oaxaca, Puebla y Colima. Los municipios con alta vulnerabilidad en infraestructura se concentraron en los estados de Oaxaca, Tlaxcala, Puebla, Veracruz, Hidalgo Morelos, Jalisco, Tamaulipas y Sonora (IMCO2012). A fin de salvaguardar la población y la economía local, es necesario que los gobiernos locales cuenten con la capacidad de gestión, con instituciones y tecnología requeridas para la prevención de riesgos. A nivel local es más viable monitorear los cambios meteorológicos e identificar zonas de riesgo. Del mismo modo, las políticas ambientales locales podrían ayudar a planificar medidas de adaptación y minimizar los impactos climáticos (IMCO 2012; OECD 2008; Romero-Lankao 2010; WWF 2011).Por ejemplo, el Gobierno Local de la Ciudad de México (GLCM) ha desarrollado el “Programa de Acción Climática Ciudad de México 2008-2012”. Este programa comprende el “Plan Verde Ciudad de México” que contiene estrategias y acciones que abordan la sustentabilidad ambiental, incluyendo el rescate de ríos urbanos, así como medidas de mitigación y adaptación al cambio climático. Asimismo, el GLCM ha realizado el “Programa Sección: Divulgación Figura 1. Selección aleatoria de estados con municipios afectados por inundaciones debido a las fuertes lluvias y desbordamiento de ríos Fuente: elaboración propia. de Sustentabilidad Hídrica de la Cuenca del Valle de México” junto con la Zona Metropolitana del Valle de México, para mitigar y adaptar los efectos del cambio climático en el sector del agua(SMA-DF 2010). Relación actual entre las ciudades mexicanas, los ríos urbanos e inundaciones El deterioro ambiental generado por acciones antrópicas en las cuencas hidrográficas ha limitado la capacidad de los ecosistemas para proporcionar bienes y servicios o ser resilientes a los impactos del cambio climático (por ejemplo la regulación de inundaciones, provisión de agua y alimentos, conservación del suelo, entre otros). Las modificaciones antrópicas de los ríos urbanos combinados con el calentamiento global han perturbado su buen funcionamiento. A lo largo de la historia de México, diversas culturas prehispánicas y europeas han ocupado el territorio nacional. Cada cultura adoptó diversas percepciones y representaciones sociales para abordar los recursos hídricos. Algunas culturas consideraron el agua fundamental en su vida diaria, mientras otras lidiaron contra ella. Principalmente durante los siglos XIX y XX, los tomadores de decisiones cambiaron el uso de suelo, permitieron la tala clandestina, así como la sobreexplotación y contaminación de los recursos naturales. Varios municipios en México han fragmentado los ecosistemas fluviales al construir obras hidráulicas como puentes, diques y represas. Además se han desviado o canalizado los ríos urbanos transformándolos en Los servicios ecosistémicos de los ríos urbanos y su contribución en la adaptación al cambio climático 45 Investigación ambiental 6 (1) • 2014 Figura 2. Selección aleatoria de ríos urbanos que presentan degradación ambiental en importantes ciudades mexicanas Fuente: elaboración propia. sistemas de drenaje y alcantarillado. En el peor de los escenarios, los ríos han sido parcial o completamente cubiertos para convertirse en vialidades principales de la ciudad (Legorreta 2004, Perló-Cohen y GonzálezReynoso 2006, Romero-Lankao 2010). Varias ciudades mexicanas a través de la historia se han enfrentado a eventos de inundaciones debido a las fuertes lluvias y al desbordamiento de los cursos de agua. Estos eventos de inundación se deben principalmente a que los municipios carecen de infraestructuras hidráulicas adecuadas, mala operación y mantenimiento del sistema de drenaje, ineficiente planeación urbana y expansión urbana en zonas de riesgo. Las inundaciones han generado pérdidas humanas, daños materiales, e interrupción de la infra46 Montserrat Polo Ballinas estructura y servicios urbanos. Con la intención de hacer frente a las inundaciones muchas ciudades han invertido por décadas, e inclusive por siglos, en obras hidráulicas altamente costosas que han comprometido la continuidad de los ecosistemas de cuencas y la existencia de los últimos ríos urbanos (RomeroLankao 2010, Legorreta 2004). Las tormentas y lluvias atípicas que han impactado al territorio mexicano durante los últimos años han afectado la economía local de muchas zonas urbanas y el bienestar de sus habitantes. En las ciudades, las poblaciones de escasos recursos son las más vulnerables y expuestas a inundaciones; ya que tienden a ocupar de forma ilegal las tierras más baratas situadas en las llanuras de ríos y barrancos. Además, Los ecosistemas de las cuencas hidrográficas y los servicios ambientales que proporcionan a las ciudades mexicanas Una cuenca hidrográfica es el territorio drenado por ríos y sus afluentes. Es una red de ecosistemas interconectados por biodiversidad terrestre y acuática como los bosques, ríos, lagos, manglares, turberas, entre otros. Los ríos son cursos fluviales naturales de agua dulce que corren de forma superficial o subterránea hacia otros ríos, lagos, mares u océanos. Éstos se forman por la escorrentía de lluvias o del derretimiento de nieve en la cuenca alta y el cauce corre hacia la cuenca baja formando afluentes que al juntarse en los deltas llegan a formar ríos más grandes. Los ríos recargan lagos e inundan llanuras aluviales que transportan sedimentos fértiles, enriqueciendo los ecosistemas ribereños (International Rivers 2013; Wetlands International 2013). Los servicios ecosistémicos son los beneficios que los humanos obtienen de los ecosistemas naturales tales como de aprovisionamiento (obtención de agua, alimentos y recursos naturales); de regulación (regulan inundaciones y sequías, controlan la calidad del agua, deslizamientos de tierra, y secuestran carbono); culturales (promueven valores espirituales y religiosos, valores estéticos, artísticos, y de recreación); y de soporte (sostienen la producción de los otros tres servicios, así como la concentración de nutrientes). El bienestar humano depende de la gestión sustentable de los recursos naturales y de la conservación de los servicios ecosistémicos. Sin embargo, si las actividades humanas siguen exigiendo más de estos servicios sin una correcta gestión, la capacidad de éstos disminuirá dramáticamente (MA 2005). Sección: Divulgación carecen de recursos económicos y capacidad de responder en tiempo y forma, o no poseen la infraestructura necesaria y vivienda digna para resguardarse de los impactos climáticos (IPCC 2012). Es importante que los gobiernos locales adopten medidas para mitigar y adaptar los municipios a los efectos del cambio climático, por ejemplo por medio de una gestión integrada de cuencas hidrográficas. Solamente los ecosistemas saludables pueden proporcionar (en corto, mediano y largo plazo) una amplia variedad de beneficios esenciales para el bienestar humano (MA 2005; OECD 2008). Caso de estudio: la cuenca del río Magdalena y la Ciudad de México Desde las primeras civilizaciones en México, los ríos han proporcionado una amplia gama de beneficios esenciales para las actividades humanas. Los ecosistemas de las cuencas hidrográficas pueden variar dependiendo de su ubicación geográfica, temperatura, clima, biodiversidad, y grado de conservación o degradación ambiental. Por ejemplo, la Cuenca del Río Magdalena (CRM) dentro de la Cuenca del Valle de México, ofrece a la ciudad de México una amplia gama de servicios ecosistémicos. La CRM se divide en área natural y área urbana, siendo esta última la que presenta menor servicios ecosistémicos y mayor degradación ambiental (véase Figura 3, página siguiente) (Polo-Ballinas 2011). Los servicios ecosistémicos de las cuencas hidrográficas y su contribución en la adaptación al cambio climático Es urgente iniciar la adopción de medidas integrales para la mitigación y adaptación al cambio climático en las ciudades mexicanas. Las alteraciones antrópicas de los cursos fluviales en el territorio nacional fueron con la intención de regular los flujos de agua, acelerar el desarrollo regional y proteger los asentamientos humanos. Sin embargo, debido a la inadecuada gestión de cuencas hidrográficas y a la capacidad excedida de la infraestructura hidráulica para controlar los flujos actuales de agua, los gobiernos regionales y locales no pueden basarse solamente en este tipo de obras como la única opción para prevenir inundaciones y desastres. Por otra parte, si los municipios no aplican de manera estricta la regulación de uso de suelo para evitar asentamientos humanos irregulares en zonas de riesgo, y si la expansión de la mancha urbana sigue creciendo desmesuradamente sin permitir infiltración de agua en los mantos acuíferos; entonces será mayor la descarga de aguas pluviales y domésticas a los ríos urbanos que actualmente funcionan como sistemas de drenaje. El aumento de la escorrentía de aguas pluviales en las ciudades, ha superado actualmente el flujo máximo de los ríos urbanos y ha sobrecargado su capacidad dando lugar al desbordamiento de ríos, canales y arroyos que inundan zonas urbanas (PoloBallinas 2011). Los servicios ecosistémicos de los ríos urbanos y su contribución en la adaptación al cambio climático 47 Investigación ambiental 6 (1) • 2014 Figura 3. Servicios ecosistémicos de la Cuenca del Río Magdalena (CRM) que benefician actualmente a la ciudad de México Fuente: Polo-Ballinas (2011). Si los municipios se basan sólo en opciones de “adaptación dura” (hard adaptation) para la reducción de riesgos e inundaciones (como diques, presas, canalizaciones, sistemas de drenaje, etc.), las inversiones podrían llegar a ser irreversibles, muy costosas y menos flexibles a los impactos del cambio climático a largo plazo. Los gobiernos locales también deben adoptar opciones de “adaptación blandas” (soft adaptation) para aumentar su resiliencia urbana. Las opciones de adaptación blanda son menos costosas y más flexibles en términos socioeconómicos y ambientales, con resultados a mediano y largo plazo. Algunos ejemplos son las reformas políticas, la mejora de la capacidad institucional regional y local, la 48 Montserrat Polo Ballinas implementación de sistemas de alerta temprana, la participación local para la gestión de recursos naturales y la reducción de riesgos, el acceso a servicios de salud y acceso a créditos, entre otros. La combinación de opciones duras y blandas también se conoce como adaptación híbrida. La adaptación híbrida se considera como una buena práctica en zonas urbanas para hacer frente a los impactos del cambio climático. Por ejemplo, las infraestructuras verdes como parques y jardines, espacios públicos, o parques lineales también pueden ofrecer servicios ambientales como la regulación del microclima en las ciudades, control de inundaciones, y absorción de dióxido de carbono (CFN 2010, WB 2010). Sección: Divulgación El enfoque por ecosistemas y la adaptación basada en ecosistemas en las cuencas hidrográficas, son herramientas útiles que permiten la utilización correcta de la tierra, agua, y biodiversidad para la adaptación al cambio climático. Estas herramientas permiten mantener y aumentar la resiliencia de sistemas naturales y humanos, así como reducir la vulnerabilidad. Los resultados de estas medidas se prevén a mediano y largo plazo sólo si los ecosistemas y sus servicios son bien gestionados. Para mantener los ecosistemas de cuencas saludables y funcionales, es necesario que los gobiernos locales, estatales o federal, las instituciones académicas, el sector privado, la sociedad civil y ONG estén involucrados durante todo el ciclo del proyecto de recuperación de cuencas hidrográficas (CBD 2004). Los ecosistemas de cuencas saludables, por ejemplo los bosques, podrían contribuir en la adaptación al cambio climático en zonas urbanas mediante la regulación del agua superficial y recarga de acuíferos. Los bosques pueden regular el clima, purificar el aire y secuestrar CO2; proporcionar productos maderables, agua y alimentos; controlar la erosión del suelo y prevenir deslizamientos de tierra; prevenir inundaciones y sequías, entre otros servicios. La implementación de programas de recuperación de cuencas hidrográficas tales como la rehabilitación de la cubierta vegetal en áreas degradadas, conservación de la biota, la agrosilvicultura y la reconversión productiva, también pueden ayudar en la mitigación y adaptación. Además, podrían brindar oportunidades para la creación de proyectos locales innovadores y sustentables. No obstante, también podrían existir compensaciones y sinergias entre los servicios de aprovisionamiento y regulación. Por ejemplo, acciones de reforestación o forestación podrían tener interacciones sinérgicas como el control de erosión del suelo y deslizamientos de tierra, o control de inundaciones. La principal compensación sería la producción de alimentos debido a la reducción de tierras de cultivo para la agricultura, o de pastizales para las actividades ganaderas. En este caso la agrosilvicultura podría considerarse como una opción sustentable (Polo-Ballinas 2011). Los ecosistemas acuáticos saludables también podrían contribuir en la adaptación al cambio climático en zonas urbanas, ya que proveen de agua y alimentos. Bien gestionados, los humedales pueden convertirse en barreras naturales contra inundaciones durante eventos hidrometeorológicos. Los ecosistemas fluviales funcionales, pueden mantener el flujo adecuado de agua durante temporadas de lluvia, y evitar la sequía en periodos de estiaje. Algunos ecosistemas acuáticos pueden ser altamente resistentes ante tormentas e inundaciones, pero no todas las especies podrían adaptarse a las nuevas condiciones climáticas. Por lo tanto, las opciones de adaptación híbrida podrían ser una medida adecuada para ayudar a los sistemas naturales y humanos en el proceso de adaptación. En las cuencas de ríos, los resultados de adaptación esperados para la prevención de inundaciones podrían observarse más rápido en las áreas naturales que en las zonas urbanas. Esto se debe a que las condiciones ambientales de los ríos en las zonas urbanas están más degradadas, y para revertir el daño ecológico podría tomar más tiempo. Sin embargo, los ecosistemas rehabilitados en las zonas naturales de la cuencas pueden minimizar e inclusive revertir las inundaciones en las ciudades, aun cuando los ecosistemas en zonas urbanas se encuentren en proceso de recuperación (Polo-Ballinas 2011). Conclusión Las ciudades mexicanas tienen dos posibles escenarios respecto a la adaptación al cambio climático. El escenario de “hacer nada” (do-nothing), es cuando las autoridades y habitantes continúan con los mismos patrones y acciones insustentables que siguen degradando a los ecosistemas de cuencas. En consecuencia, estos ecosistemas seguirán perdiendo sus servicios en los próximos años, poniendo en peligro el bienestar de los sistemas naturales y humanos. Si los gobiernos locales no toman las medidas necesarias, las inundaciones por desbordamiento de ríos y deslaves de tierra, se traducirán en más pérdidas humanas, en más daños materiales, en mayores costos en el sector salud debido a enfermedades y epidemias, en la interrupción de servicios e infraestructuras urbanas, y en el debilitamiento de los sectores económicos locales con impactos negativos en su competitividad local, regional y global. El escenario de “hacer algo” (do-something) es cuando las autoridades y habitantes son más proactivos y responsables en la gestión integrada de cuencas hidrográficas. En este escenario el manejo sustentable de los recursos naturales están integradas en las políticas nacionales, regionales Los servicios ecosistémicos de los ríos urbanos y su contribución en la adaptación al cambio climático 49 Investigación ambiental 6 (1) • 2014 y locales. Bien implementados y monitoreados, los programas para la recuperación de los ecosistemas de cuencas pueden conservar los ecosistemas y sus servicios, así como contribuir en la reducción de riesgo de inundaciones en las zonas urbanas. Además diversos sectores económicos podrían promover proyectos sustentables en las comunidades locales. Debido a las catástrofes por los eventos hidrometeorológicos de los últimos años en México, los gobiernos locales no deben prolongar más la adaptación de las ciudades ante los futuros impactos del clima. La gestión integrada de las cuencas hidrográficas es fundamental para la conservación ambiental y desarrollo socioeconómico de zonas rurales y urbanas. Siendo más resilientes, los municipios pueden ofrecer entornos más seguros, limpios, verdes y atractivos para vivir, trabajar y recrearse. Algunas ciudades han comenzado a cambiar su percepción de los ríos urbanos: de aguas contaminadas hacia fuentes naturales de vida con grandes beneficios socioeconómicos y ambientales. Varios gobiernos locales en los últimos años han puesto en práctica programas de restauración de cuencas hidrográficas y rescate de sus servicios ecosistémicos. Estos programas van desde la conservación y rehabilitación de las cuencas en áreas naturales, hasta proyectos de renovación urbana a lo largo de los ríos urbanos como parques lineales y zonas recreativas. Algunas ciudades mexicanas emprendedoras de estos programas son: la Ciudad de México (Rescate Integral de los Ríos Magdalena y Eslava 2007); Monterrey (Paseo del río Santa Lucía y Rehabilitación Urbana 2007); Guadalajara (Rescate del Río Atemajac 2010); Puebla (Rescate del Río Atoyac y Paseo del Río Atoyac 2011);Tlaxcala (Programa de Recuperación del Río Zahuapan 2011); Oaxaca de Juárez (Programa de Recuperación del Río Atoyac 2012) y Córdoba (Rescate del Río San Antonio 2012). La adaptación al cambio climático puede ayudar a las autoridades y a la sociedad en general en comprender que los ecosistemas de las cuencas hidrográficas tienen un valor económico, forman parte del patrimonio natural nacional, y los servicios que proporcionan los ecosistemas son esenciales para el bienestar de las generaciones presentes y futuras. Del mismo modo, la restauración de las conexiones físicas, biológicas, y emocionales con los ríos urbanos podrían brindar oportunidades a las in50 Montserrat Polo Ballinas dustrias creativas locales para el desarrollo de una economía verde y climáticamente inteligente. Por lo tanto, la recuperación de los ríos urbanos podría ser uno de los legados más importantes de las ciudades mexicanas. Bibiliografía Arreguín-Cortés, Felipe y López-Pérez, Mario. 2013. Impacts of climate change on the hydrological cycle in Mexico. International Journal of Water Resources Development 29(2): 172-183. Disponible en: http://dx.doi.org/10. 1080/07900627.2012.721712. Consultado el 20 de septiembre de 2013. CBD. 2004. The Ecosystem Approach. CBD Guidelines. Secretariat of the Convention on Biological Diversity (CBD). Montreal: Secretariat of the Convention on Biological Diversity, 50 pp. Disponible en: http://www.cbd.int/ doc/publications/ea-text-en.pdf. Consultado el 23 de septiembre de 2013. CFN. 2010. 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