La integración de la masa mediante la revocación concursa1

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La integración de
la masa mediante
la revocación concursa1
(Conclusión)
Ernst JAEGER.
(Traducción del alemán del Dr.
Joaquín Rodríguez) .
e) Ejercicio de la revocatoria.
1. Forma.
E n consideración a la seguridad del tráfico, se requiere que la revocación por los acreedores, como ataque al patrimonio de un tercero 6 5
se efectúe de un modo jurídico formal. Un ejercicio negocia1 aformal,
en el sentido de los parágrafos 142, 143 C. Civ. A., equivaldría a establecer una inseguridad insoportable, además de que los actos del deudor civil sólo en casos muy raros, son objeto de la revocación concursal. Asi,
pues, con arreglo a este punto de vista, la resolución judicial sobre la
existencia fundada del derecho de revocación, podría dictarse en una
época posterior cualquiera, siempre que la voluntad de impugnar hubiese sido notificada al sujeto pasivo de la revocatoria, dentro de los
plazos legales (parágrafo 41 Ord. Conc. 12 L. de R.), oralmente o con
hechos concluyentes. Por ello, habla la L. de R. también sólo de una revocación "por vía de denianda" o "por vía de excepción" (parágrafos 9,
5). Lo dicho vale también, respecto de la revocación concursal, dada
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su total igualdad substancial. E n relación con esto, un uso judicial,
fortalecido por el derecho consuetudinario, reconoce que tanto dentro
como fuera del concurso, la revocación sólo puede 6 6 hacerse valer- judicialmente y con la debida. observación de los plazos.
1. La forma principal del ejercicio judicial de la acción de restitución, 67 es la demanda de revocación. E n la revocación concursal, la
demanda puede perseguir una prestación o una declaración; en la revocación individual sólo una prestación, ciertamente determinada por
la extensión y naturaleza del deber de restitución (parágrafo 9, L. de
R.) Esta limitación debe impedir que en la revocación individual, el
Tribunal , y ,el sujeto ppsiuo, sean, importunados ; coa
;Qot$e $roceso,
mientras que en la revocatoria concursal, en los casos más importantes,
la demanda de d&ración del, ,Shdicb,, g u d e +ey qompletamente suficiente para la resolución del litigio, especialmente frente a los derechos
de acreedores concursales, revocalilemente adquiridos.
Así, cuando el que solicita el reconocimiento de un crédito concursal, que en las circunstancias del parágrafo 30 número 1, caso 1, ó
del parágrafo 31; había entregado, al ahora concursado, mercancías que
le vendió muy sobre su precio, obtiene una sentencia ejecutoria que
obliga al deudor al pago del precio, cuyo importe pide sea reconocido.
Entonces, cuando el Síndico discrepante con esa peticibn demanda que
se declare que es fundada su impugnación al crédito concursal, en
realidad lo que propone es la declaración de que el derecho,.$el pcreedor
no existe o, por lo menos, no en la cuantía reclamada. Generalmente,
el Síndico demanda también al sujeto pasivo de la,-.rev.ocatoria una
prestación; por ejemplo, la restitución de unos titulasvalotes al portador regalados o el reintegro a la masa concursaJ de unos atrasps condonados. La prestación pretendida con la revocación~individual consiste generalmente en que se soporte la ejecución forzosa frustrada. El
acreedor individual, demanda, por consiguiente, por ejemplo : que se
condene al demandado a que soporte, en razón de un préstamo de .,..
100,000.00 marcos con intereses del cuatro por ciento desde 19 de abril
de 1931 y trescientos marcos de costas, la ejecución forzosa sobre su
casa vivienda en Felden Plaza, del Mercado 105, Registro de inmuebles
de Felden, vol. 1, folio 22, como si el inmueble pxtenéciera aún al patrimonio de N. N. (e1 deudor concursado) ; pero no, como frecuentemente reza la demanda, que se reconozca que la transmisión del inrnueble al demandado es ineficaz frente al demandante. Comp. parágrafo
139, Ord. Proc. Civ. Una demanda del sujeto pasivo de la revocatoria
.
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para que se declare la inexistencia de la obligación de restituir pretendida por el acreedor individual, podrá ser admisible, especialmente
bajo los presupuestos generales del parágrafo 256, Ord. Prov. Civ.,
naturalmente después de una notificación con arreglo al parágrafo 44
de R. Indiscutiblemente existe esta posibilidad frente a la restitución
pretendida por el Síndico del Concurso.
Puesto que la revocatoria constituye una relación obligatoria de
restitución directamente fundada en la ley, no se tienen en cuenta al determinar la competencia judicial para conocer de la demanda de revocación, el lugar del cumplimiento del contrato (parágrafo 29, Ord. Proc.
Civ.), ni el lugar de la acción ilícita (parágrafo 32, Ord. Prov. Civ.)
Tampoco debe conocer de la demanda de restitución de inmiiebles o derechos reales revocablemente enajenados el Tribunal de donde se encuentre la cosa (parágrafo 24, Ord. Proc. &.) Ni es aplicable la competencia exclusiva clel parágrafo 77, Ord. Proc. Civ. para la demanda de restitución de una adquisición revocahle hecha por vía ejecutiva. 6 8 Como regla general, se estima competente para conocer de
la demanda de revocación el Tribunal del doniicilio (residencia) del
demandado en la época de la presentación de aquélla (parágraíos 13 y
siguientes, Ord. Proc. Civ.) La competencia real se determina por el
valor del objeto cuya restitución se pide, en las demandas de revocación para el pago de una suma; por el valor de ésta, en las demandas
para restitución en especie por la apreciación arbitral judicial (parágrafo 3, Ord. Proc. Civ.), de la. estimación del valor de dicha restitución; por consiguiente, por ejemplo, en una demanda para la retransmisión de un inmueble libre de cargas, por su total valor de mercado.
Para la impugnación de la constitucióii de prendas y otros derechos que
se fundan en una transmisión en garantía, vale el parágrafo 6 de la
,Ord. Proc. Civ.
El momento decisivo en relación con la observancia cle los plazos
precliisivos (parágrafo 41, Ord. Conc., parágrafo 12, L. de R.), es la
notificación de la demanda al sujeto pasivo (parágrafo 253 con los parágrafo~496, 111, 498 111, comp. parágrafo 207 1, Ord. Proc. Civ.)
La notificación de un escrito simplemente preparatorio o de cualquier
declaración extrajudicial de revocación (escrito u oral), no basta para
la suspensión de los plazos de revocación. Sin embargo, en el transcurso de litigios pendientes, se pueden ejercer, dentro de plazo, acciones de revocación en forma de reconvención, demanda complementaria
o n~odiíicaciónde demanda, de acuerdo con el parágrafo 281, Ord. Proc.
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Civ. Tales escritos son determinativos, no puramente :preparatorios,
puesto que realizan de un modo completo la presentación!& la nueva
demanda. Las demandas parciales producen el efecto de su presentación
en tiempo, por la parte de la restitución que se haya pedido. 6 9
La demanda tiene que, si debe preservar los plazos preclusivos,
presentarse como admisible y basarse en un hecho concreto de revocación. Una modificaci6n del' fundamento de la demanda o una modificación de la petición de restitución, que no se promueva de acuerdo con
un hecho superviniente, produce el efecto de una nueva demanda, aun
cuando sea admisíble, según el parágrafo 264 (parágrafo 527), Ord.
Prov. Civ., y por lo tanto no podría plantearse transcurridos los plazos
preclusivos.
Es distinto cuando el Sindico reafirma el fundamento de su demanda y la completa o aclara con alegaciones (en el sentido del parágrafo 268 núm. 3, Ord. ~ r ' o c ;Civ.), no esenciales o cuando a causa de
un hecho superviviente reclama en vez de la restitución originariamente pretendida en especie, el valor de substitución (pariígrafo 268 núm.
3, Ord. Proc. Civ.) Sólo en ese sentido es admisible que el Trib. del
R., vol. 132, pág. 284, afirme que una demanda de revocación no definitiva preserva los plazos. Puesto que la demanda' parcial sólo hace
valer las acciones parcialmente invocadas, las ampliacion'es de la demanda (en el sentido del parágrafo 268 núm. 2, Ord. Proc. Civ.), después
del transcurso del plazo, no tienen fuerza para asegurar la extensión de
la acción de restitución.
,2. Mediante excepción o contraexcepción, en sentido procesal (exceptio o replica Pauliana), puede oponerse la acción de revocación en
el ámbito de aplicación del parágrafo 128 de la Ord; Prcrc. Civ., cuando
tal defensa fué previamente invocada en el procedimiento verbal. N i
la acción ni la excepción crean la pendencia de la acción de revocación
(por lo que no hay campo alguno para el parágrafo 281, Ord. Proc.
Civ.) ; pero, como ejercicio judicial, preservan los plazos de revocación,
Si se prescinde del procedimiento oral de acuerdo con el parágrafo 7 del Ent. V. O. en su redacción de 13 de mayo de 1924, el paso a
la declaración escrita de revocación, actúa procesalmente como una
alegación en el procedimiento verbal. Este resultado, empero, es firme
cuando el Tribunal (que pese al acuerdo de las partes, puede resolver
a su arbitrio), en efecto, resuelve sin procedimiento verbal. El caso
principal de ejercicio de una acción de revocación én forma de excep-
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ción, lo constituye el del acreedor individual con derecho a revocar que
alega la revocabilidad para enfrentarse a la oposición de tercero (parágrafo 771, Ord. Proc. Civ.), de quién ha adquirido revocablemente
un derecho sobre el objeto de la ejecución del acreedor. Así, por ejemplo: la tercería de la esposa del deudor sobre los muebles o títulosvalores, ahora embargados por un acreedor de aquél, que la mujer había
recibido en donación dentro de los últimos dos años anteriores a la oposición de la excepción de revocabilidad (parágrafo 3 núm. 4, L. de R.)
La significación del parágrafo 5, L. de R. no se agota en ningún caso
en que permite la oposición de la excepción, antes de disponer de un
título ejecutivo. Aclara, ante todo, que la revocabilidad puede hacerse
valer mediante excepción, lo que es tanto más valioso, cuando que ello
tropieza con dificultades en las clistintas teorías sobre la revocación. 70
3. E n tanto que, con una acción de restitución, se persiga el pago
de una suma de dinero, se ejercerá válidamente y dentro de plazo por
la notificación del requerimiento de pago. Esta preserva los plazos de
revocación en la medida de los parágrafos 693 11, 696 111, 700 apartado
1, Ord. Proc. Civ., incluso respecto de los objetos litigados ante los
tribunales regionales (por lo tanto, por encima de la esfera del parágrafo 496 111, Ord. Prov. Civ.), con fuerza retroactiva.
11. Legitimación.
El derecho de ejercer la revocación concursal, compete exclusivamente al síndico (parágrafo 36). Lo que es procedente, ya que debe
integrar la masa y realizar su determinación para la satisfacción común
de los acreedores concursales (parágrafos 117, 149 y siguientes). La
misma acción de restitución es considerada como una parte de esa masa
(parágrafo 37). Como con otros derechos de la masa (parágrafo 6),
el Síndico ejercerá la acción de restitución con la representación forzosa del titular de la masa, aunque en beneficio de los acreedores concursales. 7 1 8 1 Síndico, con arreglo al parágrafo 473 de la Ord. Proc.
Civ., debe prestar juramento. E l concursado y los diversos acreedores
concursales, tienen capacidad testimonial. Con respecto al objeto de la
restitución, el concursado aparece, según el parágrafo 445, Ord. Proc.
Civ., como causante jurídico del sujeto pasivo. Al contrario, en la revocación individual, cada acreedor persigue la resolución como un derecho propio y en propio nombre. Por consiguiente, existirán simul-
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táneamente tantas acciones de revocacibn como acreeddrix perjudicados haya. La demarida puede presentarse por varios de ellos juntos,
como una sola parte, o también puede hacerlo cada uno :de. ellos. Tan
pronto como el siijeto pasivo hace a uno de los acreedores. legítimos la
restitución debida, queda liberado frente a los demás concurrentes. Ni
la presentación de ,la demanda ni la obtención de un fallo favorable ni
su fuerza ejecutoria, crean una preferencia en favor diel acreedor individual. Incluso la obtención de una garantía real (por ejemplo, ,mediante embargo de muebles o inniuebles) y el pago del acreedor, si se
realiza ante la amenaza del concurso, tiene como consecuencia, según
e1,parágrafo 13 111, L. de R., una siturici6n insegura.
Iiegitimado para revocar, lo está el ,acreedor individual, según e1
parágrafo 2, L. de R., si su crédito ha vencido, es exigible,^ no puede
cobrarlo, es decir, si se ha intentado infructuosamente el cobro, sobre
los bienesembargables que aún restan al deudor, o si es evidente que
lo será. Después de esto, se justifica la demanda y la ejocaci0n en
contra del tercer .adquirente.
La acción de revocación del acreedor individual surge y se extingue con su derecho. Con él se vincula, lo que p r o v d una existencia
jurídica dependiente. Por eso representB, sin embargo, ,frente al derecho de crédito del acreedor prjudieado, una nueva y peculiar acción;
Por este motivo y a causa de la limitación fundamental de la vinculación jurídica a las relacioncs entre las partes (parágra40 325, Qrd.
Prov. Civ.), no puede hablarse de que el enjuiciamiento jurídico del
deudor se haga con independencia de todas las excepciones que el sujeto pasivo de la revocación tenga contra la existencia del derecho de
crédito reconocido. Menos aún se justifica que el, título ejecutivo impetrado contra el deudor, limite la defensa del sujeto pasivo de la revocación; respecto de tales títulos que como los d m m e n b s de transacc i ó n , ~de ejecución no son admisibles ,con tal fuerza vindatoria.
111. Plazos.
La demanda de revocación debe,& pesentada por el Síndico dentro del plazo preclusivo de un año, contado. a partir de la apertura del
concurso. La excepción de revocación le cómpete por más tiempo. Parágrafo 41, Ord. Conc. En el caso del parágrafo3 núm. 1, L. de R., la
revocatoria individual está sometida a un plazo prechsivo dt diez años,
que empieza con la coincidencia del vencimiento y de la. ejeciltabilidad
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d e la acción principal o con la realización completa del acto revocable.
Parágrafo 12, L. de R. Los plazos de uno y dos años del parágrafo
3 núms. 2-4 (con el parágrafo 3=), L. de R., y solamente éstos, pueden
prolongarse mediante una notificación extrajudicial de la revocación,
según el párrafo 4, L. de R.
La Novela de 1898 estableció un plazo preclusivo en lugar del plazo prescriptivo en el parágrafo 41, Ord. Con., así como en el parágrafo 12, de R. L., sobre la base inadmisible de que el derecho de revocación no es una acción y por lo tanto no es prescriptible. Así se explicará la adecuación al parágrafo 123, co. Civ. A. Este error no obliga
en la interpretación, en tanto que no ha encontrado expresión en la ley,
y puesto que en ésta se dice que para la preservación de los plazos de
revocación, así como para la interrupción de los plazos de prescripción
se requiere el ejercicio judicial de la acción, el concepto de ejercicio
judicial, debe determinarse con arreglo al parágrafo 209, 11 C. Civ. A.,
siendo también aplicable análogamente el 212 del mismo Código. 7 2 El
Síndico, mediante excepción, puede negar (parágrafo 41, I I ) , incluso
después del transcurso del plazo de un año del parágrafo 41, 11, el
cumpliniiento de una prestación personal o real que tenga un fundamento revocable. Las acciones de revocación individuales no se extinguen,
en absoluto, por el transcurso de dicho plazo. 73
IV. Influjo del concurso del deudor sobre la revocación individual.
El concurso del deudor suspende la ejecución individual (parágrafo 16, Ord. Conc.), JT por consiguiente, la revocación individual del
acreedor concursal, que sirve a aquélla. Par co~tditioo11zniu7ncreditorirm facta est. Por esto, los derechos especiales de revocación de los
acreedores personales, pasan al Síndico, como derechos de restitución
de la masa concursal, para que aquél los ejerza. Sobre esta base descansan los preceptos del parágrafo 13, L. de R.
1. El acreedor concursal particular (no el que tiene derecho a un
pago separado), a consecuencia de la apertura del concurso pierde la
acción de revocación. Durante el concurso, la prosecución de las acciones de revocación ya ejercidas e incluso la utilización de una sentencia con fuerza de cosa juzgada (parágrafo 13, 1, L. de R.), no corresponde al acreedor individual para su beneficio
sino al Síndico, en beneficio de todos los acreedores del concurso. Incluso la ga-
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rantia o,el pago que hubiera conseguido el acreedor singular, antes de
la declaracicien del concurso, deberá pasarse a la masa concúrsal (parágrafo 13, 111, L. de R.), según el parágrafo 30, núm. 1, &sú 2, Ord.
Conc., si aquél tuvo conocimiento de la suspensión de pagos o de la
demanda de concurso. La reclamación particular a h *no.mueltacon
fuerza de cosa juzgada, queda interrumpida,por el concílrso, como litigio que afecta a una parte de la masa, puesto que el daecho a la restitución es elemento de la masa (parágrafo 13, 11, 1, L. de'R.; Comp.
parágrafo 10, Ord. Conc., parágrafo 240, Ord. Pric. Civ.) El Síndico
puede continuar d proceso y en caso necesario ampliar la demanda,
aun cuando los plazos de la revocatoria concursal hayan transcurrido
(parágrafos 31, 32, Ord. Conc.), o -sólo que en los límites de la Ord.
Conc. presentar una demanda de revocación. Si el Síndico renunciase
a la continuación y sólo entonces, podrá seguirse el pleito-,
en este
punto, entre las, partes primitivas. Parágrafo 13, 11, 2-5.'
2. Después de la conclución del concurso, corresponden, de nuevo,
las acciones de revocación a los acreedores singulares. Estos pueden
continuar, por su propia cuenta, las acciones de revocación fundadas
antes del concurso, siempre que las mismas no hayan sido inutilizadas
por las disposiciones del Síndico : recepción de.10 que debe restituirse,
renuncia, espera. Las acciones de revocación ejercidas desde un principio por el Síndico en favor de la masa, se extinguen con la conclusión
del concurso. En estos procesos, no pueden participar los acreedores
individuales.
3. En relación con las nuevas adquisiciones que no integran la
masa del concurso, corresponde a los acreedores concursales, la revocación individual, y en su ámbito, la ejecución individúal, pese al parágrafo 14, Ord. Conc., incluso durante el concurso (parágrafo 13,
V. L. de R.).
V. Tribunal de apelación en materia de revocación dk los acreedores, sea en el concurso o fuera de él, es desde 1900 exclus'ivamente, el
Tribunal del Reich (Art. IX, L. de Intr. Disp. Conc.), mientras que
para el derecho privado concursal corresponde al Tribynal regional superior bávaro, , en materia de apelación, una competeqcia , concurrente
con el Tribunal del Reich.
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NOTAS
65 Que probablemente puede haberse fundado en una adquisición jurídica
completamente inobjetable, como la hecha mediante u n embargo ordinario, realizado antes de la crisis, en virtud de una acción irrevocable (parágrafo 30 núm.
2 ) , o por la recepción de buena fe de un regalo de manos de un obsequiante honrado
y a la sazón acaudalado (parágrafo 3 2 ) . ¿ E n estos casos concierne también al adquirente el reproche de "conducta antisocial?"
66 Más completo, Jaeger, Ord. Conc. 70 edic. Parágrafo 29, notas 5 9 y
siguientes. Sobre esto también Trib. del R. del 5. 4. 1931. 1. Z. Sp. 8 3 9 y siguientes, 5. 6 . 1931. vol. 133, pág. 46. La discusión persiste simplificada sólo
en la doctrina. Sobre esto, hay escritores que atribuyen a la revocabilidad sólo fuerza obligatoria (por consiguiente, reconocen la inaplicabilidad del parágrafo 142.
C. Civ. A.) y que, sin embargo, aplican el parágrafo 143, C. Civ. A. (por ejemplo Kohler, Manuel, parágrafo 2 1 ) . como a la inversa, hay quienes estiman aplicable el parágrafo 1 4 2 del C. Civ. A., pero no el 143 (por ejemplo Hellwig.
Sistema 1 pág. 274, 4 3 3 ) . La adecuación del parágrafo 4 1 , 1. 2, Ord. Conc. (parágrafo 12, 1. 2, L. de R.), al texto del parágrafo 124, 2, C. Civ. A.. descansa en
un error, reconocido en la práctica desde hace mucho, de los autores de las Novelas ( 1 8 9 8 ) . que por lo demás, no obliga. Puesto que los partícipes, según enseña
la experiencia, no se contentan, en ningún caso im~ortante, sino con una decisión
judicial, no tendría efecto alguno, en cuanto a la simplificación, la normatividad
del parágrafo 143, C. Civ. A. No hay motivo alguno para hacer tan especialmente cómodo el ataque, de graves consecuencias, del revocante contra los derechos
de tercero. Con relación a la revocatoria individual el Proy. de Ord. Proc. Civ.
( 1 9 3 1 ) , recomienda una regulación peculiar, que trata de evitar los inconvenientes
del embargo ligados a la obligatoriedad de la revocación judicial (no al embargo
sobre inmuebles parágrafo 857 y siguientes, Exp. pág. 506). Con arreglo a esto,
se autorizaría al Tribunal de ejecución para ahorrar con ello la notificación de la
demanda de revocación o la excepción de revocación que "decida la restitución de
un objeto revocablemente enajenado". Esta restitución debe de hacerse efectiva,
con notificación al sujeto pasivo de la revocatoria, aún con respecto a embargos ya
practicados, en el sentido de que la no pertenencia al patrimonio del deudor. es
bastante para impedir la ejecución. Si el Tribunal de ejecución no admite la restitución, aún queda al acreedor, el recurrir a la resolución contenciosa judicial de
la revocación. Incluso en el caso de restitución. sólo se resuelve judicialmente con
fuerza vinculatoria, cuando el Tribunal del litigio es llamado a decidir por el recurso de ejecución (parágrafo 8 4 2 y siguientes del Proy.) . Estas propuestas merecen una mención especial, pero no son inobjetables. Sería preferible una adecuada nueva redacción de la Ley de Revocación (que debe ir a la par con una reforma
de la Ordenanza Concursal.) En todo caso, la cuestión medular. si y cuando actúa
preservando los plazos de la restitución, precisa una aclaración que no deje lugar
a dudas. (Pero, es que está justificado que las autoridades de ejecución, en cuestiones tan delicadas del derecho civil Y en beneficio unilateral del acreedor ac-
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tuante, puedan ordenar al tercero a d q u i r e n ~ , incluso pagos de sustitución por
cuantía determinada, para que éste se vea obligado a hacer valer la irrevocabilidad
de su adquisición?
67 Las expresiones "ejercer la acción de revocación", "ejercer el derecho
de revocación". "seguir la revocación" (parágrafos 5, 9, 13, L. ag. de Revocatoria) son semejantes. Acción y derecho coinciden.
.
6 8 El Trib. del R. opina de distinto modo, en cuanto al parígrafo 30.
Más detalles en Jeager. Ord. Conc. 7* edit. parágrafo 29, nota 17.
6 9 Ebenda, parágrafo 41. nota 6: sobre cumplimiento voluntario. parágrafo 29, nota 61.
7 0 Geib dedica a estas cuestiones una aguda investigación en el Archivo
para la práctica civilista, vol. 119, pág. 157 y siguientes. Entiende que en el caro
del ejemplo. no existe una excepción ni en el sentido del C. Civ. A. ni en el de la
Ord. Pr. Civ. y quiere conceder al acreedor embargante, aún transcurridos 1plazos de revocación, el ejercicio de la revocación para defenderlo de h contrademanda. Sobre la propuesta del proyecto de ley procesal, vease atrás nota 2.
71 Correspondientes simplificaciones del tratamiento juridicó contienen; por
ejemplo, los parágrafos 1 7 1 11. 2 1 7 11. C. Co. A.. 1978 11, C. Civ. A.
72 Jaeger, Ord. Conc. 76 edic. Parágrafo 29, nota 60. parágrafo 4 1. nota
3* con jurisprudencia.
73 Véase Trib. del R., vol. 62, pág. 200; vol. 9 1, pág. 90: vol. 95, pig.
224 y para esto Jaeger, Ord. Conc. 7a edic., parágrafo 36, nota 15, parágrafo
4 1, nota 10.
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