Ewa Turzanska, violín Llegué a la música porque era parte de mi destino. En mi familia no hay músicos, pero asistí al ballet a los cinco años y nos acompañaba una pianista. Me gustó el piano y le pedí a mi mamá que me llevara a la escuela de música. Hice el examen de admisión y me seleccionaron para tocar violín. Tuve mucha suerte, pues esta escuela prepara futuros músicos. Por la mañana cursaba la primaria y por la tarde llevaba música. Era un ambiente muy bueno y con mucha sensibilidad para el arte. No había tiempo para otra cosa pues me pasaba todo el día en la escuela, ni tiempo para jugar con otros niños que no fueran mis compañeros. Un poco más grande, comencé a ir sola a los conciertos todos los viernes, también iba a la ópera con una vecina. Mi sueño era tocar en la orquesta de cámara que se presentaba en una sala barroca muy hermosa. Desde niña amé mi profesión y avancé segura y tenaz. No cambiaría mi vida y nunca pensé en hacer otra cosa. Creo que es cuestión de vocación. La música además es un enorme refugio en los momentos difíciles de la vida. Cuando miro a mí alrededor y veo cómo está el mundo, encuentro que la música es una gran terapia. Para mí cada concierto es importante y considero que vestirme de gala para tocar implica un gran ritual. Cuando me identifico con el director y la forma en que transmite sus ideas se me eriza la piel. Esto me sucede a menudo y me siento afortunada. El sueño de tocar en la orquesta fue lo que me alimentó durante mi niñez y me dio la fuerza y la energía para seguir adelante. No tengo mucho tiempo libre. Viví muchos años dedicada a la educación de mi hijo y enseño violín en dos escuelas. Mi trabajo es mi pasión pero me gusta viajar, el buen cine, platicar con mis amigos de cosas profundas de la vida y me dedico mucho a mi hijo por el momento. Aunque estoy segura de que en cuanto crezca voy a buscar otras cosas porque soy muy inquieta. No tengo muy claro por ahora qué es lo que quiero hacer en el futuro, pero estoy segura de que me voy a dedicar con toda mi energía. Me encanta la cocina internacional y lo hago bien. Me gusta preparar platillos para mi familia y mis amigos. Aprendí sola. Antes de que naciera mi hijo, cocinaba muchísimo y tenía una vida social intensa. EWA TURZANSKA KAPITÁN NACIÓ EN WROCLAW, POLONIA. EGRESADA DE LA ESCUELA DE MÚSICA DE WROCLAW. HA FORMADO PARTE DE LA FILARMÓNICA DE WROCLAW, LA FILARMÓNICA DEL VALLE EN CALI, COLOMBIA Y LA FILARMÓNICA DE LA CIUDAD DE MEDELLÍN. ES INTEGRANTE DE LA OFUNAM DESDE HACE 7 AÑOS. Rebeca Mata, autora de los textos