Aspectos psicoeducativos del niño deficiente visual

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ASPECTOS PSICOEDUCATIVOS DEL NIÑO DEFICIENTE VISUAL
1.− CONCEPTO Y CLASES DE CEGUERA
Para definir la ceguera tomamos como referencia la agudeza visual, que es la habilidad para discriminar
figuras a una distancia determinada, se mide por la escala de Wecker y se representa por una fracción, el
nominador de la misma es la unidad y el denominador los m. que necesita un ojo sano para ver esa figura, se
considera ciego la fracción 1/10. También podemos tomar como referencia el campo visual del sujeto, que se
refiere a los ángulos de visión, un ojo sano tiene 90º parte externa, 60º parte interna, 50º parte superior y 70º
en la inferior.
En el Congreso Oftalmológico de Madrid de 1978 se definió a la ceguera como la situación anómala del
individuo que con su mejor ojo no sobrepasa la fracción 1/10, o que si la pasa, su campo visual es de menos
que 35º.
La ONCE considera ciego al individuo que en ninguno de sus ojos tiene 1/20 de la visión normal. Barraga
clasifica a los deficientes visuales de esta forma:
Ciegos: ciegos = carecen totalmente de visión, desde el punto de vista educativo, es ciego el niño que aprende
mediante el Braille. Los ciegos parciales son los niños que tienen más posibilidades visuales.
Amblíopes: disminución de la visión que no llega a la ceguera. Niños de baja visión: niños que con su resto
visual pueden ver objetos a pocos cm. No deben ser considerados como ciegos ni educados como tales. Niños
limitados visuales: necesitan que los objetos les sean presentados adecuadamente de manera que puedan
verlos.
Existen otros trastornos visuales además de la agudeza visual y campo visual, son:
Alteraciones de motilidad ocular: problemas en la visión binocular. Estrabismo: incapacidad en los ojos para
centrarse en un mismo objeto (estos trastornos pueden derivar en la pérdida permanente de la visión si no son
tratados). Fotofobia: ojos muy sensibles a la luz, ven mejor en la oscuridad. Trastornos refractarios: miopía,
hipermetropía y astigmatismo.
2.− CAUSAS DE LA CEGUERA
2.1.− Enfermedades de origen hereditario.
Acromatopsia: ceguera total de colores. Albinismo: carencia total o parcial de pigmento, son fotofóbicos y son
muy sensibles a la luz. Cataratas congénitas, renitis pigmentaria, miopía degenerativa, glaucoma.
2.2.− Enfermedades de origen congénito.
Anoftalmina: ausencia del globo ocular o no desarrollo del mismo. Atrofia del nervio óptico: pérdida de la
agudeza visual y trastornos en la percepción de colores. Rubéola: enfermedad que pasa de la madre que puede
producir trastornos en los ojos del feto.
2.3.− Trastornos de origen traumático o secundarias a otras enfermedades.
Retinopatía del bebé prematuro: trastornos en la retina, resultado de la excesiva admón.. de oxígeno en la
incubadora. Retinopatía diabética. Desprendimiento de la retina.
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2.4.− Trastornos producidos por tumores, virus o tóxicos.
Glioma de la retina: tumor en la retina. Melanosarcoma del coroides: tumor en el coroides. Neuritis óptica:
inflamación y degeneración del nervio óptico.
3.− ASPECTOS PSICOLÓGICOS DEL NIÑO CIEGO
3.1.− Percepción sin visión.
Las sensaciones auditivas, hápticas, sentido térmico de la piel y olfativas ocupan un importante rol en su
experiencia sensorial. La información del medio ambiente le llega al ciego a través del sistema
somatosensorial (somatestesia = tacto, presión, dolor, temperatura; sistema propioceptor = recoge información
de las articulaciones), del sistema vestibular, del sistema auditivo y de los sentidos químicos: el olfato y el
gusto.
Podemos distinguir entre tacto pasivo (capacidad de buscar información táctil sin buscarla intencionadamente)
y tacto activo o sistema háptico (capacidad de buscar información táctil intencionadamente, este es el tacto
que utiliza el niño ciego). Un aspecto del tacto activo es la percepción de la textura, otro aspecto es la
dimensión de la forma, bidimensional o tridimensional.
Aspectos importantes a desarrollar por el niño ciego son la sensibilidad cutánea y la capacidad de
discriminación táctil. Los umbrales perceptivos táctiles de los ciegos y de los videntes son los mismos, pero
hay diferencias en la manera de recoger y almacenar información, mejor en los ciegos.
El conocimiento espacial puede obtenerlo el ciego también a través del tacto, en concreto el espacio cercano,
aquel que puede abarcar con las brazos y al que tiene acceso mediante el tacto activo. El conocimiento
llamado espacio lejano es aquel que no es abarcable mediante los brazos. Las personas ciegas de nacimiento
pueden elaborar mapas cognitivos de los ambientes en que se desenvuelven.
El oído permite al invidente discriminar sonidos, localizar y detectar obstáculos e identificar personas y
objetos. Los niños ciegos son mejores en tareas de extraer secuencias cortas o complejas de sonidos, en
memorizar las letras cuando se presentan acústicamente. Poseen el llamado sentido del obstáculo, capacidad
de detener su marcha ante una puerta o un muro en un ambiente desconocido, esta percepción se realiza a
través del oído. En cuanto a los sentidos químicos, gusto y olfato, no existen estudios actuales, según estos
estudios, los ciegos no son mejores que los videntes para detectar un olor, pero una vez detectado lo
categorizar mejor.
3.2.− Desarrollo psicológico del niño ciego.
En la primera infancia, el bebé ciego conoce el mundo exterior a través de los sonidos, olores y los contactos
corporales con las madres o personas encargadas de su cuidado. En los casos de carencia afectiva y/o de
estimulación suelen aparecer en los niños ciegos conductas típicas que recuerdan comportamientos autistas,
las estereotipias.
En las dos primeras etapas del período sensoriomotor, el desarrollo de un niño ciego es similar al de un
vidente. En la tercera etapa del período sensoriomotor comienzan las diferencias entre el bebé ciego y el
vidente. Para el bebé ciego la única evidencia de que las cosas o las personas siguen existiendo cuando no
están en contacto con él es el sonido que producen. Entre los 7 y 9 meses comienza a buscar objetos táctiles
que ha tenido previamente en la mano, entre los 9 y 12 meses, busca el objeto en el sitio que lo perdió.
El desarrollo motor y postural de los bebés ciegos suele estar dentro de la edad normal para los videntes,
aunque los movimientos espontáneos están retrasados. Entre los 12 y 13 meses comienza a gatear, la marcha
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sin ayuda no comienza hasta los 19 meses, que puede agravarse si existe una excesiva sobreprotección del
niño. Una vez que se mueve de forma autónoma, accede a la cuarta y quinta etapa de la inteligencia
sensoriomotora, realiza experiencias con el objeto para estudiarlo. La inteligencia interpretativa en los niños
ciegos se manifiesta en su capacidad para imitar en ausencia del modelo, en los niños invidentes existe retraso
en la adquisición del pensamiento representativo debido a que la imitación es pobre, utilizan palabras que
representan objetos y posiciones cercanos a su propio cuerpo. Este retraso se compensa durante los 2 y 3 años
y su lenguaje puede considerarse normal.
En el pensamiento concreto es período que va desde el sensoriomotor, de 18 meses a dos años, hasta los 11 en
que comienza el pensamiento formal o adolescente. El retraso del niño invidente entre los 7 y 11 años es
inferior al que se suponía, existe un retraso grande en clasificaciones multiplicativas en forma de matrices y en
las operaciones espaciales. El lenguaje adquiere un papel fundamental en el niño invidente para acceder a
operaciones concretas.
El pensamiento formal o adolescente se inicia a los 11 años y termina al final de la adolescencia, el niño será
capaz de razonar sobre situaciones posibles. El desarrollo cognitivo del niño invidente en esta etapa es normal
y el lenguaje continua teniendo un papel importante.
3.3.− Comportamiento de los niños ciegos y de los deficientes visuales.
En el área de la inteligencia: tienen gran capacidad para recordar material auditivo, los amblíopes obtienen
bajos rendimientos en los tests perceptivo−motores, en el desarrollo del lenguaje pueden presentar verbalismo
(decir palabras sin comprender su significado).
En el área de la personalidad y socialización: blindismos o cieguismos (autoestimulaciones repetitivas
provocadas por falta de afectividad o estimulación ambiental), pasividad e incapacidad para enfrentarse
adecuadamente a situaciones ambientales, sentimiento de inferioridad y deficiente imagen corporal.
En el área motriz: alteraciones en la marcha, postura, equilibrio y coordinación motora, habilidad manual
pobre, ausencia de gestos en la comunicación y presencia de tics, movimientos estereotipados y balanceos.
4.− LA EDUCACIÓN TEMPRANA DEL NIÑO CIEGO
Tiene como objetivo conseguir su maduración y desarrollo de acuerdo con sus posibilidades. El papel de los
padres es decisivo, es preciso ayudarles para que superen la ansiedad que les produce esta situación y puedan
actuar correctamente con su hijo. La educación del niño ciego debe tener en cuenta:
En el desarrollo psicomotor, un establecimiento de un esquema corporal o imagen del propio cuerpo, fomentar
la exploración de las distintas partes del mismo y no impedir la actividad motriz por miedo a las caídas.
En el desarrollo perceptivo−cognitivo: desarrollar el tacto y el oído, desarrollar la percepción del sonido y el
descubrimiento de donde procede.
En el desarrollo del lenguaje y la comunicación: fomentar los comportamientos preverbales del bebé (llanto,
sonrisa...), fomentar el desarrollo del lenguaje a través de la exploración del entorno, asignándole las palabras
a loa objetos, evitar el verbalismo.
En el desarrollo de la autonomía personal en actividades de la vida diaria: coger el biberón y utilización de los
cubiertos, que el niño se vista y se desvista solo.
5.− EDUCACIÓN DEL NIÑO CON RESTOS VISUALES APROVECHABLES
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5.1.− Entrenamiento de los restos visuales.
Hasta los años 60 se creía que el uso de la visión residual podía producir fatiga y una disminución del resto
visual. Hay tres tipos de entrenamiento para el resto visual:
Programas de estimulación visual: sujetos con una visión mínima,.
entrenamiento de la eficacia visual.
Modificación del ambiente para un mayor aprovechamiento del resto visual (ayudas ópticas = prismas, lentes
de aumento y no ópticas = ordenadores, circuitos cerrados de televisión).
5.2.− El niño deficiente visual y la lecto−escritura.
Una de las primeras decisiones que hay que tomar en la educación del niño amblíope es si debe aprender a
leer en Braille o en lectura impresa. Características de niños para lectura impresa: muestran interés por las
láminas y pueden identificarlas, su visión es estable. Características de los alumnos candidatos a la lectura
Braille: visión inestable, campo visual reducido o no funcional.
Además de estas características hay que tener presente la utilización de medios ópticos auxiliares, a excepción
de las gafas. El método que se elija debe ser aquel que menor esfuerzo suponga al escolar para no producir
retrasos en el aprendizaje.
En cuanto a la lectura, el profesor debe ayudar al niño a colocar el libro en posición, distancia y ángulo de
visión correctos, ayudarle también a percibir las características visuales de un escrito, seleccionar los libros de
lectura adecuados al sujeto amblíope.
6.− LA EDUCACIÓN DEL NIÑO CIEGO
6.1.− La lecto−escritura del niño ciego: el Braille.
Es el sistema de lecto−escritura más extendido entre los ciegos, su alfabeto está formado por la combinación
de seis puntos en relieve, situados en una matriz vertical de 3x2. Cada letra del alfabeto se representa por la
combinación de 1 a 6 puntos. El signo formado por seis puntos se llama signo universal o cajetín completo.
Cada letra ocupa una celdilla, rectángulo vertical de 2,5 mm. de base y 5 mm. de altura, son superiores a la
letra impresa.
Para empezar con éxito el Braille es necesario que el niño tenga buena orientación espacial y un tacto
entrenado, debe dominar los conceptos arriba, abajo, derecha...el conocimiento de figuras geométricas
elementales y siluetas sencillas y el conocimiento de los signos Braille. La escritura del Braille puede hacerse
de dos maneras: manual o utilizando un teclado. Podemos decir que existen dos alfabetos Braille, el de la
lectura y el de la escritura. La lectura del Braille se realiza así:
• El libro se coloca horizontalmente
• Se colocan los dedos sobre el renglón (pulgares separados)
• La presión de los dedos debe ser mínima
• Evitar la palpación
• Sólo unos pocos saben usar ambas manos independientemente
• Los que utilizan la mano izquierda son más numerosos
Los errores más habituales en la lectura del niño ciego son la rotación de la configuración de los puntos, la
omisión o añadido de puntos y el cambio de letras o sílabas por asociación o confusión fonológica o léxica. La
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velocidad lectora en Braille es inferior a la lectura visual, para explicar este hecho hay dos teorías:
Teoría de la secuencialidad: en la lectura Braille interviene una percepción serial que consiste en la
identificación letra a letra y en la integración de las mismas para formar la palabra.
Teoría de los patrones: las altas tasas de lectura en algunos lectores se debe a que son capaces de reconocer
toda la palabra a través del ritmo táctil que se percibe al transportar la yema del dedo con movimiento suave y
continuado sobre los puntos que constituyen una palabra Braille. El niño ciego en su aprendizaje de la lectura
pasa por las siguientes etapas:
Identifica las distancias entre puntos, sus relaciones espaciales, sus posiciones... en el niño invidente este tipo
de aprendizaje perceptivo está adquirido antes de enfrentarse a la lectura.
En esta etapa (alfabética) transforma los grafemas en sus sonidos correspondientes mediante la utilización de
reglas de transformación grafema−fonema. Este estadio de lectura es muy laborioso y se da entre los 9 y 13
años de edad.
En la tercera etapa (ortográfica) identifica una palabra sin necesidad de hacer una codificación fonológica de
la misma, se llama acceso inferencial, esta fase comienza a partir de los 14 años.
6.2.− Los programas de movilidad y orientación.
Son programas destinados a desplazarse con seguridad por el medio físico que rodea al invidente. La
orientación del ciego es de dos formas: estática (sujeto quieto respecto al espacio que le rodea) y dinámica
(recibe información al desplazarse por su entorno). El proceso de orientación se lleva a cabo mediante las
informaciones que le llegan del oído (detección de obstáculos), tacto (localizar puntos de referencia espaciales
con el bastón, perro−guía), olfato, sentido propioceptivo cinestésico, el equilibrio y la memoria espacial.
La movilidad va a depender de:
El sistema empleado: bastón, perro−guía. Los preescolares utilizan el guía vidente o la orientación por
palpación y la utilización de los brazos como protección. El niño debe aprender de memoria la disposición de
los edificios y muebles. El uso del bastón no se recomienda antes de los once o doce años, los hay largos,
cortos, rígidos... internacionalmente es aceptado el color blanco para indicar que es bastón de ciego, el más
utilizado es un bastón largo rígido, llamado Hoover. El perro guía no es recomendable hasta los 17 o 18 años,
los perros suelen ser fuertes, son muy caros y no todos sirven, tienen un máximo de duración de 10 años.
El medio donde se va a producir la movilidad: los programas desarrollados en espacios cerrados tienen como
objetivo desarrollar las habilidades básicas de los ciegos para el desplazamiento. Entre los ejercicios que se
proponen destacan: aprender a proteger su cuerpo, caminar en línea recta sin ayuda y la utilización del bastón,
largo y corto. Los programas desarrollados en ambientes naturales permiten al ciego desplazarse en una gran
ciudad, utilizar los transportes colectivos e integrarse en la vida laboral y social, para ello hay que seleccionar
los elementos más importantes de una ruta que pueden ser percibidos por los sistemas sensoriales no visuales,
y que sirven de clave. Estas claves están estructuradas de manera que permiten su detección e interpretación.
Este tipo de programas abiertos se desarrollan a partir de la adolescencia.
También existen programas para bebés con la participación de los padres. Incluyen:
• Juegos con canciones durante el baño y comidas.
• Ejercicios para estimular el desarrollo motor
• Ejercicios para conocer el propio cuerpo y su casa
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6.3.− Programas de adiestramiento para la vida diaria.
Tienen como objetivo de las actividades relacionadas con la apariencia personal del niño ciego: aseo personal,
alimentación, manejo del dinero, uso de servicios públicos...
6.4.− La educación del niño ciego en las otras áreas curriculares.
6.4.1.− Matemáticas.
El niño ciego no tiene problemas a nivel conceptual, pero sí los presenta a nivel operatorio. Así pues, debe
utilizar recursos didácticos para poder calcular. Tenemos:
Recursos manuales: la caja aritmética, el cubaritmo y el ábaco.
Recursos de cálculo por procedimientos mecánicos (los más usados son los que se basan en las máquinas de
escribir Braille).
Procedimientos de cálculo por medio de calculadoras electrónicas (calculadoras con voz artificial,
calculadoras con salida en relieve y calculadoras con salida en código sonoro).
6.4.2.− Física, Química y Ciencias Naturales.
La posibilidad de utilizar el Thermoform permite presentar todo tipo de diagramas y esquemas que faciliten la
comprensión de determinadas nociones, en el área de Física y Química.
En las Ciencias Naturales lo fundamental es poner al ciego en contacto directo con el objeto real. En el estudio
de lo referente a anatomía, fisiología e higiene del cuerpo humano el material más adecuado es el propio
alumno.
En Biología y Zoología o Botánica debe recurrirse a los objetos para ver cómo son, el conocimiento táctil hay
que completarlo con el reconocimiento de olores y sonidos.
6.4.3.− Área de Sociales.
Las nociones históricas no tienen problemas para el niño ciego, sí surgen problemas en historia del arte, se
pueden conocer las características de los distintos estilos y autores, pero no identificar las obras de arte. Con
respecto a la Geografía, el peligro está en la verbalización. Para su aprendizaje es necesario utilizar gráficos,
esquemas en relieve y mapas táctiles (preciso, claro y adecuado).
6.4.4.− Área de Lenguaje.
El desarrollo lingüístico del niño ciego no presenta trastornos, aunque existen algunos problemas como: el
varbalismo (utilización de palabras sin referencioa conceptual concreta, para evitarlo, el niño debe hacer
redacciones y composiciones referidas a experiencias vividas por él) y trastornos de tipo articulatorio.
El sistema que va a utilizar el niño ciego para la lecto−escritura es el Braille. Los libros de lectura dedicados
al niño ciego se presentan así:
• Libros en Braille (exclusivos para niños invidentes)
• Libros táctiles
• Libros parlantes
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6.4.5.− Áreas de Expresión Plástica y Dinámica.
El dibujo artístico es el que más dificulta ofrece al niño ciego, se utiliza un material diseñado de tal manera
que el relieve del dibujo quede en la misma cara de la hoja en que lo dibuja. El dibujo geométrico presenta
menos dificultades.
En Plástica se pueden utilizar todo tipo de materiales: plastilina, modelado... En música es un tópico referirse
a la facilidad del ciego para la misma, tienen mayor dificultad para su aprendizaje, pues la notación musical en
Braille es más difícil de leer, además el niño no puede leer y tocar un instrumento a la vez, debe memorizar la
partitura.
Para la expresión dinámica y la educación física, la dificultad está en que el niño ciego no puede imitar los
movimientos del profesor, pero si el niño tiene una buena educación psicomotriz y domina los conceptos
espaciales, los resultados pueden ser buenos.
Los ciegos pueden practicar la mayoría de los juegos de competición, excepto aquellos que requieren la
utilización de la visión, como el tenis. Pueden también practicar la bicicleta, patinar, remar, montar a caballo...
Pueden competir en juegos como el ajedrez, dominó, cartas... La afición a la radio de los niños ciegos es
grande, algunos son muy buenos radioaficionados o locutores.
7.− LA EDUCACIÓN DEL NIÑO CIEGO EN ESPAÑA
La educación del niño ciego en España ha estado a cargo de la ONCE, entidad de Derecho Público que
desarrolla su actividad en todo el territorio español y está tutelada por el Estado. Se desarrolla en tres ámbitos:
• Una empresa comercial que administra el cupón pro−ciegos
• Empresa responsable de servicios especializados (educación)
• Asociación con 30000 afiliados deficientes visuales
En la actualidad, de acuerdo con el Ministerio y consolidada en la LOGSE, la ONCE ha iniciado una política
de integración, pero en algunos casos sigue manteniendo la opción de enseñanza residencial.
En nuestro país se han desarrollado experiencias de integración. En los años 70 en Zaragoza se formó el COFI
y tenía como objetivo integrar a los niños invidentes en los centros ordinarios, prestando sus servicios
especializados a los mismos.
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