STATEMENT ON UPCOMING CHANGES IN THE ANNULMENT PROCESS The Most Reverend Armando X. Ochoa, D.D. Bishop of the Roman Catholic Diocese of Fresno Since the beginning of his pontificate, Pope Francis has consistently expressed that the Church is to be a welcoming Church and a missionary Church that goes out to those who live on the fringes of our faith communities – physically as well as spiritually. There are many causes for varied degrees of separation; among them are the challenges that are encountered by those who have experienced divorce and would like to wed another. Divorce does not in itself “excommunicate” one from the Sacraments. However, the sacramental bond of the marriage is still recognized as indissoluble even though the legal contract of the marriage in no longer in effect. In order for a divorced person to marry another person in the Catholic Church and remain properly disposed to receive the Sacraments, any previous marriage must be reviewed by the Office of Canonical Affairs – Marriage Tribunal that will guide the petition for annulment through the appropriate process for their particular situation. The Tribunal’s ministry strives to identify the existence of any serious extenuating circumstances that existed at the time the parties exchanged their marital consent that would indicate that the union was lacking qualities that are necessary for the union to be a valid sacramental union. If this is determined to be the case, an annulment may be granted. If there is insufficient evidence that this is the case, the annulment may be declined. If an annulment is granted, it does not impact the legitimacy of any children born of that legal union. Pope Francis is upholding the Teaching of the Church that a sacramental marriage is permanent until the death of a spouse. What he is changing is the procedures of this process so that it responds more compassionately to the needs of those seeking an annulment, with the greater focus being on the care and salvation of souls in a manner that reflects God’s mercy and justice. The Diocese of Fresno will begin modifying the process as these changes become finalized in Canon Law. Annulment cases that clearly and substantially present cause for a declaration of nullity will be able to be processed in a timelier manner; the overall process for all cases will be more streamlined, unless special circumstances require greater inquiry; the costs will be incrementally diminished, as budgeting adjustments are made to ensure a just wage for Tribunal staff. Most importantly, this action will allow the Church to deepen its pastoral presence to those who are in great need of healing which finds its most essential source in the sacramental life of the Church and the embrace and support of a caring faith community. The faithful will be informed of our local develops in response to the Holy Father’s letter, “Motu Proprio” as practical application is implemented. DECLARACIÓN SOBRE LOS PRÓXIMOS CAMBIOS EN EL PROCESO DE NULIDAD MATRIMONIAL. El Reverendísimo Armando X. Ochoa, D. D. Obispo de la Diócesis Católica Romana de Fresno Desde el inicio de su pontificado, El Papa Francisco ha expresado reiteradamente que la Iglesia debe ser una Iglesia acogedora y una Iglesia misionera que llegue a los que viven en la periferia de nuestras comunidades de fe - tanto física como espiritualmente. Hay varias causas en los distintos grados de separación; entre ellas se encuentran como un desafío los que han experimentado el divorcio y les gustaría volver a casarse. El divorcio en sí mismo no es estar "excomulgado" de los Sacramentos. Sin embargo, el vínculo sacramental del matrimonio es y sigue siendo reconocido como indisoluble a pesar de que el contrato legal del matrimonio ya no esté en vigor. Para que una persona divorciada se case con otra persona en la Iglesia Católica y pueda adecuadamente recibir los Sacramentos, cualquier matrimonio anterior debe ser investigado por la Oficina de Asuntos Canónicos - Tribunal Matrimonial quienes a través del proceso de nulidad matrimonial adecuado resolverán cada situación o caso particular. El ministerio del Tribunal se esfuerza por identificar la existencia de circunstancias atenuantes graves que existían en el momento en que las partes intercambiaron su consentimiento matrimonial que pudiera indicar que el vínculo matrimonial carecía de los elementos y propiedades que son necesarios para que la unión sea una unión sacramental válida y licita. Si se determina que falto algún elemento o propiedad, se podrá conceder la Nulidad. Si no hay pruebas suficientes en el caso presentado, la nulidad puede ser denegada. Si se concede la nulidad, ésta no afecta a la legitimidad de los hijos nacidos de esa unión legal. El Papa Francisco enfatiza y reafirma la Enseñanza de la Iglesia de que el matrimonio sacramental es permanente hasta la muerte de uno de los cónyuges. Lo que está reformando es el procedimiento de este proceso de manera que responda con más compasión a las necesidades de aquellos que buscan la nulidad, el gran enfoque está en el cuidado y la salvación de las almas de manera que refleje la misericordia y la justicia de Dios. La Diócesis de Fresno implementará los debidos cambios al proceso ya que se hayan definido y finalizado de acuerdo al Derecho Canónico. Los Casos de nulidad que clara y sustancialmente presenten un motivo de la declaración de nulidad podrán ser procesados de manera oportuna; el proceso en general para todos los casos será más ágil, a menos que haya circunstancias especiales que requieran una mayor investigación; los costos disminuirán gradualmente, mientras se hacen los ajustes presupuestarios para asegurar un salario justo para el personal del Tribunal. Más importante aún, esta acción permitirá a la Iglesia profundizar sobre su presencia pastoral respecto a los que tienen una gran necesidad de sanación, la cual, se encuentra en la fuente más esencial que es la vida sacramental de la Iglesia y la acogida y el apoyo de una comunidad solidaria en la fe. Los fieles serán informados debidamente de las implementaciones y desarrollo de este proceso, así como de las aplicaciones prácticas, todo esto en respuesta a la carta del Santo Padre, "Motu Proprio”.