Dr. Miguel Bustamante U. VALORACIONES ÉTICAS EN LA EMPRESA La teoría ética ha distinguido dos tipos principales de problemas o dilemas éticos: 1. Dilemas que implican un conflicto de valores. En este caso, la persona debe formar un juicio sobre lo que es o no correcto cuando enfrenta un dilema ético en la empresa. Este es el Razonamiento Moral de la Persona. 2. Dilemas éticos de asignación de un determinado beneficio o costo entre distintas personas de un mismo grupo. El tema a discernir es el criterio de asignación para dar a cada uno lo justo. Lo que está en juego es la Justicia Distributiva. 3. RAZONAMIENTO MORAL DE LA PERSONA En el recuadro 1, disponible en Internet, se presentan dilemas típicos de decisión en la empresa y respuestas que representan distintas aproximaciones al razonamiento moral de una persona, es decir, los criterios que utiliza para identificar lo que es moralmente correcto. Estos pueden ser tres: Criterio Preconvencional (propio de personas con baja autonomía, particularmente los niños): lo moralmente correcto se define en término de las consecuencias de las acciones (castigos o recompensas) o la postura moral de figuras de autoridad. Criterio convencional: lo moralmente correcto queda definido por las normas sociales, la influencia de personas relevantes, y el valor que se le asigna a temas como la preservación de las estructuras familiares y sociales. Criterio Posconvencional (propio de personas de criterio formado): la rectitud moral se define a partir de la conciencia personal y principios universales. Estos criterios se pueden aplicar en el ámbito de un individuo o de la organización completa. JUSTICIA DISTRIBUTIVA ¿Qué es lo justo cuando se tiene que distribuir un bono entre distintas personas? Hay dos grandes temas que permiten abordar ¡oque se considera justo. Por un lado la Justicia del Procedimiento y por otro la Justicia Distributiva (los criterios empleados en la distribución). Los procedimientos de distribución pueden ser autocráticos (el jefe decide solo con o sin consultar al grupo) o participativos (el grupo decide). Lo relevante no es el procedimiento utilizado, sino la percepción del individuo sobre la equidad del mismo. - Los criterios de distribución típicos son los siguientes: Igualdad: entregar a todos la misma cantidad. Necesidad: distribuir de manera que reciban más quienes necesitan más. Méritos: repartir más a quienes más merecen por el trabajo realizado en la obtención de dichos bienes (o asignar un mayor costo si la situación es la inversa). Derechos adquiridos: distribuir conforme a derechos adquiridos que no tienen vinculación directa con el bien a repartir, tales como raza o pertenencia a determinado grupo. El Mercurio, 2003 Dr. Miguel Bustamante U. En el tema aparte, en esta misma página, se presentan algunos ejemplos de Justicia Distributiva, que se refieren a beneficios que es preciso distribuir (bonos por utilidades, prestaciones de salud y capacitación) o costos (sanciones, despidos y disminución de salarios). DIFERENCIAS DE CRITERIOS En el comportamiento ético en las empresas vemos que la aplicación de criterios éticos depende del cristal con que se mire...y de quién lo mire. A continuación veremos algunas diferencias en la aplicación de los criterios éticos, las que pueden darse en una misma persona frente a distintas situaciones. Las transparencia y honestidad en el ambiente laboral no son muy valoradas, mientras que la eficiencia en la producción sí es considerada importante. El valor de la vida y la igualdad de género son considerados valores privilegiados. El Criterio de Justicia en la asignación de un beneficio o costo depende de lo que se distribuya. Por ejemplo: 1. Basarse en los méritos o aportes de las personas para los fines de la empresa es un criterio relevante sólo en el caso que se haga necesario despedir. 2. Basarse en la necesidad de las personas es relevante a la hora de repartir beneficios de salud y disminuir de salarios. Tras esta constatación podría estar la conciencia de la necesidad de garantizar condiciones básicas de vida para las personas. Los bienes o cargas que afectan necesidades más básicas tienden a asociarse a procesos más participativos de decisión. Con todo, se verifica que cuando las perspectivas de acuerdo grupal son menores, se tiende a pedir la intervención del jefe en la decisión. Los sujetos perciben que la empresa en que trabajan es poco humanitaria a la hora de decidir. El criterio que se basa en la necesidad de las personas es observado en las empresas en una proporción baja comparado con la frecuencia con que los sujetos individualmente utilizan dicho criterio. Los individuos privilegian un criterio de necesidad, mientras que la empresa descansa fundamentalmente en criterios basados en méritos personales y derechos adquiridos. Se percibe en las empresas el predominio de un modo autoritario de decisión. Existen algunos sujetos que perciben que hay procesos consultivos, y una proporción aún menor que percibe los procedimientos de decisión como participativos. CARACTERISTICAS DEL INDIVIDUO Y JUICIO MORAL Niveles de educación formal altos no se asocian necesariamente con un criterio de decisión más desarrollado. La asociación entre estas variables es contingente al dilema de que se trate. La lógica del interés, egoísta, tendría más fuerza en niveles educativos altos. No puede decirse que la jerarquía sea una variable que determina el criterio de decisión en El Mercurio, 2003 Dr. Miguel Bustamante U. todos los casos, sino sólo en algunos, particularmente cuando están en juego la lealtad hacia la empresa y la igualdad de género. Al cerrar... La invitación que les hacemos al cerrar este curso es a mirar el liderazgo como un tema que nos compete a todos. Todos estamos llamados a ser líderes. Por cierto, no nos referimos a esas grandes figuras que admiramos, sino a los millares de líderes anónimos que agonizan frente a los dilemas de decisión de la vida diaria. El esfuerzo de todos permite hacer mejor nuestra vida y la de quienes están con nosotros. Y es preciso desarrollar una enorme tolerancia por la frustración que significa no alcanzar todo lo que nos proponemos, porque si un mensaje se deduce con claridad de la materia expuesta a lo largo de estas clases, es que ser líder es una tarea compleja, que exige enormes esfuerzos y capacidades para discernir temas éticos, manejar conflictos y ajustar el comportamiento a las circunstancias que se viven en cada situación, entre muchas otras responsabilidades. Muchas gracias por su dedicación y entusiasmo. Nos sentimos muy gratificados por el esfuerzo que han hecho y el interés que han demostrado. 1 Corresponde también agradecer, al terminar este curso, a muchos otros alumnos que han trabajado con nosotros a lo largo de varios años. Les rogamos nos excusen por no poder mencionarlos a todos. Queremos destacar los trabajos que han sido particularmente relevantes en este curso. A los nombres de Mynan Aluanlli, Santiago Mingo y Juan Cristóbal Beytia, agregamos los de Patricia Cabrera, Belén Calvo, María José Deichler, Maria Cristina Effa, Carolina Oddó y Alvaro Espejo. Ellos han sido para nosotros una fuente permanente de entusiasmo y motivación. Corresponde, finalmente, mencionar en un lugar destacado al profesor Darío Rodríguez, quien ha participado mano a mano con nosotros en esta aventura intelectual Y ha compartido su sabiduría con los alumnos y lectores en un curso anterior de clase®ejecutiva. PROFESORES DEL CURSO: NUREYA ABARCA M., Psicóloga de la U. De Chile, Ph. D. En Psicología de la U. de California, San Diego. Profesora titular de la Escuela de Administración de la Pontificia Universidad Católica de Chile. Consultora de empresas. NICOLÁS MAJLUF S., Ingeniero civil de industrias de la UC.M.Sc. Operations Reserch, Stanford University. Ph.D. Management, M.I.T. Profesor titular de Ingeniería Industrial y de Sistemas de la UC: Consultor y director de empresas. 1 Esta presentación ha sido tomada del trabajo que realizamos con nuestro alumno de magíster Juan Cristóbal Beytía. Su tesis fue: “Valoraciones éticas en la empresa chilena’~ tesis para optar al grado de Magíster en Ciencias de la Ingeniería, Escuela de Ingeniería, Pontificia Universidad Católica de Chile, enero 2002. El Mercurio, 2003