Retroactividad

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220-26117
Asunto: Auditoría adelantada por un accionista.
Se recibió su escrito radicado en este Despacho con el número 423527, por medio del cual consulta si un accionista
puede solicitar a la asamblea general de accionistas autorización para realizar una auditoría a la información
financiera de tres años anteriores al año 1.999, no obstante que los estados financieros correspondientes a dichos
períodos ya fueran aprobados, dictaminados y no existe salvedad alguna por parte del accionista que la pretende,
como consta en las actas respectivas.
Sea lo primero manifestarle, que la ley concede a los asociados el derecho de inspección para ser ejercido en los
términos que la misma establece, con el fin de que conozcan, entre otros, la información financiera, y con base en
ella puedan proferir su voto en la reunión de asamblea donde hayan de debatirse los estados financieros para su
aprobación o improbación; este derecho se halla consagrado en los artículo 369 (sociedades limitadas), 477
(sociedades anónimas) y 48 de la Ley 222 de 1.995.
Sin embargo, el hecho de haberse ejercido oportunamente el derecho de inspección, de no haberse objetado la
información financiera correspondiente puesta a consideración de la asamblea para su aprobación o improbación, o
el hecho mismo de haber sido aprobada por el referido órgano, no es óbice para la solicitud de una auditoría,
aunque para posibilitarla, es preciso contar con la anuencia de la asamblea general de accionistas, a quien le
compete determinar la procedencia de la misma en cuyo caso de ser adoptada favorablemente la decisión, el
representante legal estaría obligado a acatar su voluntad y por tanto a disponer los mecanismos necesarios para
lograr el fin propuesto.
De todas formas, dicha auditoría, para su realización, debe ser adelantada por un contador público, quien deberá
tener en cuenta para tal efecto las normas de auditoría generalmente aceptadas, las cuales tienen relación con las
cualidades profesionales, el buen juicio tanto en el desarrollo de la tarea asignada como en el informe que se
compulse con ocasión de la misma, tal y como se observa del tenor del artículo 7º de la Ley 43 de 1.990 (por la
cual se adiciona la Ley 145 de 1.960, reglamenta la profesión de contador público y se dictan otras disposiciones),
cuyas normas asocia en tres grupos a saber: a) las personales, b) las relativas a la ejecución del trabajo y c) las
relativas a la rendición de informe, que en resumen, son las normas básicas que un contador público debe seguir
para la realización de una actividad pública.
En ningún caso dicha auditoría será realizada por un socio, pues para el efecto es necesario que ésta se realice por
un contador ajeno a la sociedad, con suficiente independencia mental, de tal suerte que le permita la imparcialidad
y objetividad que su estudio impone
El Consejo Técnico de la Contaduría Pública, en el Libro Disposiciones Profesionales 1 al 10, al referirse a las normas
de auditoría generalmente aceptadas, expresó en su pronunciamiento número 4, numerales 16, 18 y 19, que, "La
independencia supone una actitud mental que permita al contador público actuar con libertad respecto a su juicio
profesional, para lo cual debe estar libre de cualquier predisposición que limite su imparcialidad en la consideración
objetiva de los hechos, así como en la formulación de sus conclusiones." "La objetividad implica el mantenimiento
de una actitud imparcial en todas las funciones del contador público. Para ello debe gozar de una total
independencia en sus relaciones con la entidad auditada. Debe ser justo y no permitir ningún tipo de influencia o
prejuicio" "Para ser y parecer independiente, el contador público no debe tener intereses ajenos a los profesionales,
ni estar sujetos a influencias susceptibles de comprometer tanto la solución objetiva de los asuntos que le son
sometidos, como la libertad de expresar su opinión profesional".
Sin perjuicio de lo anterior, la asamblea podrá solicitar el concurso del revisor fiscal para que brinde su colaboración
en los aspectos contables que inquieten a los asociados, quien no podrá negarse a rendir la información que se le
solicite sobre el particular, si se tiene en cuenta que a este funcionario le corresponde cumplir con las atribuciones
que bajo tal investidura le señala la ley y los estatutos, y las que siendo compatibles con las anteriores le
encomiende el máximo órgano social (Ordinal 9º., artículo 207 del Código de Comercio)
En los anteriores términos se da respuesta a la consulta y se advierte que el alcance de la misma es el previsto en
el artículo 25 del Código Contencioso Administrativo.
Rad. 423,527-0
Nit. 800.226.111
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