Del "yo no fui" a "háganse cargo" Del intercambio que se mantuvo en la mañana de este miércoles 30 de noviembre en torno a la temática “¿Hacia una naturalización de la exclusión social?”, convocada por el Movimiento Tacurú, y del que participaron la Dra. Susana Mallo (Decana de la Facultad de Ciencias Sociales, Udelar), Lic. Fabrizio Patritti (Director del Liceo Impulso), Jorge Ferrando (integrante del directorio de INAU) y el salesiano sacerdote Leonel Burone (Director del Movimiento Tacurú), quisiera profundizar en un aspecto que surgió en reiteradas ocasiones: ante la exclusión social, la responsabilidad compartida. De hecho, si estamos ante el riesgo de naturalizar la exclusión social y aceptarla como “parte del paisaje”, es porque nos estamos ausentando de una responsabilidad colectiva que asumiría el proceso como propio y, como tal, intentaría superarlo. Entre diversas perspectivas de abordaje posible, estimo que Hannah Arendt realiza un planteo pertinente al respecto: la educación refiere a ampliar los procesos de comprensión del mundo en que vivimos y ella, a su vez, radica en la responsabilidad que asumen las generaciones que ya lo habitan y lo dan a conocer a los nuevos llegados, a los que recién van naciendo. Si nos desresponsabilizamos, los novatos (léase niños, adolescentes, jóvenes) quedan huérfanos de claves de comprensión, para “leer, entender, actuar” en el mundo y, ante ello, se repliegan sobre sí mismos, inhabilitando puentes de diálogo y convivencia con los demás. Se fracturan espacios, las distancias se hacen mayores, los recorridos transitan por circuitos diferenciados. La responsabilidad por acoger a las nuevas generaciones en el mundo guarda relación con la hospitalidad, afirma Arendt, apostando a hacer del mismo un espacio menos hostil. Por lo tanto, asumir la exclusión social como responsabilidad colectiva y compartida, llevaría a un esfuerzo conjunto para vencer las hostilidades que ejercemos sobre amplios sectores de la población: la pobreza, el frío, el hambre, la enfermedad, el aislamiento, la discriminación, el estigma, la violencia, el abandono, etcétera. Desde otro lugar, Gilles Lipovetsky se refiere a nuestros tiempos como unos en que intentamos esquivar la responsabilidad personal y colectiva. Generaciones adultas que se encuentran desorientadas ante los cambios vertiginosos, referencias históricas que nos brindaron marcos normativos y están en procesos de alteración, nuevas búsqueda de sentido en construcción, entre otras, remiten a escenarios que contribuyen a volver más frágiles los vínculos sociales. Por ello, según Lipovetsky, uno tiende a preocuparse más por lo que apenas tiene entre manos y se consolida una desresponsabilización acerca de nuestros horizontes colectivos. Estimo que constituyen dos aportes a tener presente, ya que sitúan al sujeto de la acción en el colectivo social; la contracara de asumirse como sujeto es la responsabilidad por las opciones que nos vamos trazando. En la medida que se prefiere ser “objeto” (de discursos, de publicidades, de iniciativas gubernamentales, de organizaciones) y no “sujeto”, concentrándonos en el delineado de una política de vida, como diría Bauman, entonces surge la falta de responsabilidad y se ensanchan las distancias; brota la resignación personal (pues son procesos que uno solo no puede transformar; reiteramos, la responsabilidad es colectiva) y entonces, para aliviar el dolor, lo percibimos como natural. La tertulia de hoy advirtió sobre este riesgo. Mag. Álvaro Silva Muñoz Alvaro Silva Muñoz Licenciado en Ciencias de la Educación por la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación de la Universidad de la República Magíster en “Política y gestión de la educación”, por el Instituto Universitario CLAEH Docente del Departamento de Pedagogía, Política y Sociedad de la Educación, en el Instituto de Educación de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación de la Universidad de la República. Docente de Sociología de la Educación en la licenciatura en Psicopedagogía y en la licenciatura en Educación de la Universidad Católica del Uruguay (UCU), y de Pedagogía Social en la licenciatura en Educación Social de esa misma Universidad Docente de Seminarios Temáticos (en educación) en las licenciaturas en Ciencias Sociales y Comunicación Social de la Universidad Católica del Uruguay Coordinador Académico del Instituto Superior Salesiano (ISS) y Coordinador de la licenciatura en Educación Social brindada en conjunto entre UCU e ISS Cofundador y miembro de la Consultora “Pro/a – Iniciativas en Comunidad”, dedicada al desarrollo de la Responsabilidad Social en empresas, organizaciones de la sociedad civil y entidades públicas Coordinador del área Evaluación e Investigación del Consejo Nacional de Educación No Formal (CONENFOR) Fue integrante del equipo directivo del Instituto Preuniversitario Salesiano Juan XXIII Fue Coordinador Ejecutivo del Programa de Doctorado en Ciencias Sociales de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de la República Fue consultor para el componente “Plan Nacional de Educación” en el marco del proyecto ANEP – UNESCO “Fortalecimiento de las políticas educativas” Ha publicado artículos en libros y revistas en temas de su especialidad, en particular en las áreas de Prospectiva en Educación y Responsabilidad Social en Instituciones Educativas