ENFERMEDADES VIRALES INTRODUCCIÓN Los virus son parásitos intracelulares obligados, con un genoma de ADN o ARN, una cápside proteica que lo recubre (nucleocápside) y algunos poseen una envoltura lipídica con prolongaciones proteicas o espículas (virus envueltos). Los que no la poseen se denominan virus desnudos y en general son mas resistentes al medio ambiente. La cápside es lo que da la simetría a los virus y puede ser helicoidal, icosahédrica o compleja. Para poder infectar a una célula, un virus se une primero a un receptor específico de su célula blanco, por medio de receptores presentes en las espículas (virus envueltos) o en la cápside (virus desnudos). Luego ingresan al citoplasma celular por endocitosis, por fusión o por traslocación. Una vez liberado su genoma, el mismo va al núcleo celular (virus de ADN) o queda en el citoplasma (virus de ARN) y utiliza la maquinaria celular para sintetizar miles de copias de su ácido nucleico y las proteínas que necesite para su replicación y para su estructura. Finalmente se ensamblan las nucleocápsides y los viriones, (etapa temprana del virus fuera de la célula invadida), abandonan la célula por gemación (virus envueltos) o lisis (virus desnudos). Cada nuevo virión puede infectar una célula y el ciclo continua hasta la muerte del individuo o la respuesta por parte del mismo gracias a la actividad del sistema inmunológico. CICLO VIRAL Nuevos virus atacan otras células 4 El ácido nucleico viral se agrupa en nuevas partículas virales y abandona la célula que puede quedar destruída 1 El virus se acopla a una célula Ácido nucleico (ADN o ARN) 2 El virus atraviesa la membrana plasmática e inyecta el ácido nucleico (ADN o ARN) a la célula 3 El ácido nucleico viral se replica a costa de los mecanismos de la célula hospedante El efecto de la infección viral es la pérdida de la función celular, su muerte, o la trasformación tumoral. De acuerdo al tipo de célula, tejido y órgano afectado, va a ser el mayor o menor daño producido en el huésped (enfermedad). Algunas veces los virus pueden infectar a su húesped sin producir enfermedad aparente, quedando confinados en algunas pocas células (latencia). Pero por factores externos que puedan producir estrés y reducir la inmunidad o alterar el equilibrio normal, pueden reactivarse, iniciar un nuevo ciclo de replicación, generando enfermedad y muerte. Cuando se dan antiguas relaciones entre virus y huésped se producen infecciones crónicas que facilitan la invasión del parásito sin causar la muerte del huésped. Hay virus con un alto grado de adaptación que pueden pasar las barreras inmunológicas del huésped, no causar enfermedad y multiplicarse con éxito. Varios de los virus de las abejas mantienen una larga relación de coevolución con sus huéspedes y muchos persisten en niveles bajos o en forma inaparente, pudiendo esporádicamente, causar brotes de la enfermedad. EL SISTEMA INMUNOLÓGICO DE LA ABEJA El sistema inmunológico de los insectos es mucho mas simple que el de los mamíferos, aunque presenta una variedad amplia de reacciones de defensa a nivel celular y humoral. Entre las reacciones celulares tenemos la fagocitosis, la formación de nódulos y la encapsulación. Entre las reacciones humorales tenemos sustancias que circulan en la hemolinfa como la lisozima, las lectinas, el sistema profenol-oxidasa y el complemento; y sustancias inducibles por la presencia de microorganismos, como las cecropinas y las apiadecinas (bactericidas y bacteriostáticas, respectivamente). No producen anticuerpos, ni tienen memoria inmunológica. Los insectos no lo han desarrollado porque su vida es efímera y se reproducen rápidamente. Sin embargo, desde que se ha demostrado que las abejas pueden contener virus en su cuerpo sin que presenten síntomas de enfermedad, parece probable que tengan algún tipo de inmunidad anti-viral. En la tabla siguiente figuran los virus hallados en distintas especies de abejas, hasta el momento. VIRUS DE LAS ABEJAS VIRUS DE LA CRÍA CRÍA ENSACADA: CRÍA SACCIFORME La cría sacciforme se presenta probablemente en todo el mundo. White (1917) en EEUU identificó por primera vez esta enfermedad y demostró que era causada por un agente filtrable. El virus fue identificado por Bailey y col. (1963). También se aisló una cepa del virus de la cría ensacada en larvas de Apis cerana de Tailandia. SIGNOS Mientras que las larvas sanas de abeja se convierten en pupas 4 días después de la operculación de sus celdillas, las larvas atacadas de cría sacciforme no se transforman en pupas y permanecen estiradas sobre sus dorsos, con las cabezas hacia el opérculo de la celdilla. Después se acumula líquido entre el cuerpo de la larva enferma y su tegumento duro, sin mudar. El color del cuerpo de la larva cambia de blanco perla a amarillo pálido y muere en unos pocos días, adquiriendo un color castaño oscuro. La cabeza y las regiones toráxicas se oscurecen primero y en esta etapa los síntomas son más evidentes y específicos de la cría sacciforme. Finalmente, se deseca la larva hasta convertirse en una costra con forma de góndola aplanada. Las larvas mueren con las manifestaciones de esta enfermedad poco después de ser operculadas en sus celdillas. En el segundo día de edad son más susceptibles. PATOGENIA El virus de la cría ensacada se multiplica Larva afectada. en varios tejidos de las larvas jóvenes que parecen normales hasta después de ser operculadas. Las larvas no pueden realizar la muda, porque la gruesa endocutícula no se disuelve y mueren. Es probable que la infección impida la formación normal de quitinasa por lesión de las glándulas dérmicas. Cada larva muerta contiene aproximadamente un miligramo de virus, cantidad suficiente para infectar a todas las larvas de más de 1000 colmenas. En condiciones naturales, el virus suele mantenerse atenuado y se debilita espontáneamente a fines del verano. Esto se debe a Modificación progresiva de una pupa. que las abejas adultas detectan muchas larvas en las primeras fases de la enfermedad y las retiran de la colonia. Como el virus pierde rápidamente infectividad al desecarse, persiste solo en aquellas larvas que no son removidas. La enfermedad se mantiene de un año a otro en las abejas adultas en las que el virus se multiplica sin provocar enfermedad aparente. Las obreras más jóvenes son las más susceptibles y es probable que sean infectadas en forma natural cuando retiran las larvas muertas por esta enfermedad. Durante esta actividad ingieren componentes líquidos, especialmente el fluido ecdisial, de las larvas dañadas en el proceso. Así el virus infecta sus glándulas hipofaríngeas y las nodrizas infectadas lo transmiten cuando alimentan a las larvas con las secreciones de dichas glándulas. Las abejas jóvenes infectadas dejan de comer polen y pronto interrumpen la alimentación y el cuidado de las larvas. Vuelan y pecorean, mucho más jóvenes de lo normal y dejan de recoger polen. Las pocas que lo recogen añaden mucho virus de cría sacciforme a sus cargas de polen. Cuantas más abejas infectadas atiendan a las larvas y recojan polen, más virus llegará a las larvas y mayor número de ellas morirá. El néctar obtenido por abejas infectadas es una fuente de infección mucho menos importante, porque se diluye mucho por trofalaxis a pesar de ser rápidamente distribuido en toda la colonia. VIRUS DE LAS CELDAS REALES NEGRAS SIGNOS Las paredes de las celdas reales adquieren un tono castaño oscuro a negro. En las primeras etapas, las pupas infectadas presentan un aspecto amarillo pálido y un tegumento duro en forma de saco, siendo parecidas a las propupas muertas por cría sacciforme. Finalmente se forma una escama oscura que presenta la segmentación del cuerpo de la propupa. Es mas frecuente en colmenas “criadoras de reinas” (sin cría y sin reina), y al comienzo de la temporada. El virus de las celdas reales negras no se multiplica fácilmente en larvas jóvenes de obreras o de zánganos, ni cuando se inyecta en obreras o zánganos adultos. VIRUS DE LAS ABEJAS ADULTAS EL MAL NEGRO (VIRUS DE LA PARÁLISIS CRÓNICA, VPC, MAL DE MAYO O MAL DE LOS BOSQUES) El agente causal es un virus que se reproduce en la pared del intestino medio de la abeja adulta y posteriormente en el cerebro. El período de incubación es de 7 u 8 días. Existen dos vías de infección: la alimentación y la cutícula. - En la primera, el virus llega al Abeja afectada por el Mal Negro intestino medio de la abeja adulta, penetra en las células del epitelio intestinal y se reproduce, pasa posteriormente a la hemolinfa y es conducido hacia el cerebro, donde se produce una segunda replicación. - En la segunda, el virus penetra directamente en la hemolinfa de la abeja a través de las lesiones de la cutícula por pelos rotos durante el pecoreo o en el interior de la colmena. Esto se produce por la coincidencia de períodos de mal tiempo con colmenas muy pobladas. En la infección por vía alimentaria son necesarios varios millones de viriones para que la enfermedad se declare, mientras que en la infección a través de la cutícula unas pocas partículas son suficientes. SIGNOS Presenta dos síndromes diferentes: 1: Se observa una agitación anormal en la piquera que los apicultores tienden a confundir con pillaje, temblores en las alas y una mortalidad acrecentada. La falta de actividad de la colmena, reducción de entrada y salida de abejas. 2: La mortandad de abejas es importante. Presentan un aspecto negro, brillante, grasoso y están desprovistas de pelos. Las abejas muertas aparecen con las alas desplegadas. En la piquera las abejas del interior impiden a las abejas enfermas la entrada en la colmena (ladronas negras). El progreso de la enfermedad lleva a un debilitamiento de la colmena por falta de población y por inactividad. Abeja afectada Abeja sana FACTORES QUE FAVORECEN LA ENFERMEDAD § Una de las causas que más la favorecen es la producción de miel de mielato (abeto); el potasio que contiene este tipo de miel favorece el desarrollo del virus. § La influencia de los tratamientos artesanales contra varroasis también puede ser importante. La enfermedad negra tipo puede verse transformada por la presencia de trazas de productos químicos. Aparece una rápida despoblación, sin otros signos perceptibles y la cosecha puede darse por perdida. § La coincidencia de colonias fuertes, muy pobladas y la permanencia en el interior de la colmena de las abejas a causa de condiciones climáticas desfavorables o la ausencia total de mielada, crea las condiciones para la aparición del mal negro. § El contacto entre abejas es motivo de roturas de pelos y lesiones de la cutícula que permiten la infección viral. CONTROL § Eliminar las reservas de mielatos almacenadas en la colmena. Es imprescindible que la invernada se haga sin este tipo de alimento que debería ser reemplazado por jarabe, para evitar que la enfermedad aparezca en la primavera. § Sustitución de las líneas de abejas propensas a padecer esta enfermedad. § Trashumancia de las colmenas a zonas con una flora diferente a fin de aportar un aporte alimentario nuevo. § Es necesario desinfectar cuidadosamente todo el material utilizado. VIRUS ASOCIADO A LA PARÁLISIS CRÓNICA Las partículas de este virus son icosahédricas, de 17 nm de largo, es serológicamente distinto al VPC y necesita información genética suministrada por el otro virus, para replicarse. PARÁLISIS AGUDA Es un virus icosahédrico de 30 nm de diámetro que se disemina como una infección inaparente, probablemente por las secreciones de las glándulas salivales de las abejas adultas y el alimento a las cuales estas secreciones son agregadas, especialmente el polen. Las abejas afectadas por esta clase de virus mueren mucho más abruptamente que las afectadas por parálisis crónica, después de un período de incubación de 5 días. Extractos de glándulas torácicas de las abejas pecoreadoras contienen frecuentemente suficiente virus para ser detectadas fácilmente por el método ELISA. La enfermedad se da hacia el verano. El virus también se ha detectado en especies de Bombus. VIRUS DE LA PARÁLISIS LENTA Es un virus icosahédrico de 30 nm de diámetro, observado en extractos de abdómenes de abejas adultas. Cuando se inyectan preparados con estas partículas, las abejas mueren después de 12 días. Típicamente sufren parálisis de los dos pares de patas delanteras un día o dos antes de morir. Se lo llamó virus de la parálisis lenta para diferenciarlo de la parálisis crónica, el cual actúa comparativamente más rápido. VIRUS FILAMENTOSO Originalmente se creyó era una rickettsia, fue identificado como un virus en EEUU. Se multiplica en los cuerpos grasos y en los ovarios de las abejas adultas. La hemolinfa de los insectos gravemente afectados adquiere un aspecto blanco lechoso, aunque no se conocen otros síntomas. VIRUS DE LAS ALAS DEFORMADAS Aparentemente relacionado con varroa, produce atrofia y deformación de alas en las abejas que nacen, lesiones similares a las causadas por el propio ácaro. VIRUS CACHEMIRA Este virus fue aislado de ejemplares adultos enfermos de Apis cerana enviados a Rothamsted desde Cachemira (Bailey y Woods, 1977) y Mahableshwar, India (Bailey y col., 1979) acompañando al virus Iridiscente Apis. Cuando se inyecta a ejemplares adultos de Apis mellifera, o cuando se frotan sus cuerpos, se multiplica rápida y profusamente y las mata en tres días. También se han descubierto 3 cepas del virus Cachemira en ejemplares adultos de Apis mellifera en Australia (Bailey, 1979), serológicamente menos relacionadas con la cepa de Cachemira, de lo que lo están entre sí. Las estirpes australianas fueron asociadas con mortalidad grave de abejas adultas en el campo. No existen pruebas de que el virus Cachemira esté presente en Apis mellifera fuera de Australia. Posiblemente ha llegado a Australia con otras especies de insectos nativos, tanto de allí, como del sudeste de Asia, como las abejas sin aguijón del género Trigona. Su aparición en Apis mellifera en Australia es un raro ejemplo de la adaptación natural reciente, de un virus a un nuevo húesped. La inestabilidad de las proteínas de las cepas australianas del virus y sus diferencias serológicas (Bailey y col., 1979) contrastan con la estabilidad y uniformidad de los otos virus de Apis mellifera. Esto puede reflejar un proceso de mutación y selección que todavía está experimentando el virus Cachemira en su adaptación a la abeja melífera en Australia. DIAGNÓSTICO DE ACTIVIDAD VIRAL La actividad viral puede detectarse por: · Aislamiento del virus. · PCR o RT-PCR (reacción en cadena de la polimerasa y retro transcrpción). · ELISA de captura, Inmuno Fluorescencia, Inmunocitoquímica, Western Blott. · Hibridización molecular de ácidos nucleicos. TRANSMISIÓN Dentro de la colonia: - alimento, cera, aire, por contacto, a través de la reina. - vectores (varroa) Entre colonias: - pillaje - enjambrazón - fecundación - flores - vectores biológicos y mecánicos (incluido el hombre) - huéspedes alternos (abejas autóctonas) MEDIDAS DE CONTROL Manejo correctivo: - Aislamiento y eliminación de portadores. - Medidas higiénicas en las maniobras semiológicas de revisión de colmenas. - Desinfección. Recambio de reinas: - Recomendable para todos los virus - Existen diferencias genéticas en la susceptibilidad a los virus. Espacio: - Virus transmitidos especialmente por contacto - Reducir el contacto entre colonias y apiarios Reemplazo de cuadros: - Especialmente virus de la cría - Quitar material infectado, desinfectar alzas, techos, etc. Control de parásitos (varroa, ácaros): - Reducir el stress y la transmisión del virus - Por stress o vectores, los virus se activan y son transmitidos Control de otras enfermedades (amebiasis, nosemosis, loque): - Reducir el stress de la colonia - Para todos los virus