CONSUMO El ¿marketing? del postconsumo Las nuevas tendencias de consumo apuntan a una mayor inclinación por los conceptos ecológicos, la austeridad en la compra y un mayor peso de las redes sociales. Luis Tamayo Izquierdo, director de Simbyosi | 54 54 www.marketingmk.com Autor: TAMAYO IZQUIERDO, Luis Título: El ¿marketing? del postconsumo Fuente: MK Marketing+Ventas n.º 258, junio 2010, pág. 54 Descriptores: •Consumo •Marketing ecológico •Tendencias Resumen: El consumo no va a desaparecer, pero sí que cambiarán las motivaciones que inducen a adquirir un producto, servicio o marca, las formas de hacerlo y la manera de desarrollar el marketing y la publicidad. Ecología, austeridad y consumidores activos en las redes sociales son moduladores de estos cambios y, a su vez, anuncian una transformación de relación con el consumidor que ya ha comenzado. Cuando se imponen los métodos basados en el diálogo, la cercanía y la personalización, ¿podemos seguir hablando de marketing? S e está produciendo una serie de tendencias que intuimos influirán en la sociedad, sobre todo porque aparentemente presentan indicadores “negativos”. A esto hay que sumar la omnipresente crisis que, al margen de las tendencias, también “amenaza” el consumo tal como se conocía hasta ahora. A esta corriente de tendencias “contrarias” al consumo vamos a llamarla “la nueva ola”, y la enfocararemos en tres aspectos: ecología, austeridad y consumidores activos en red. Ecología En un planeta cada vez más urbano, industrializado y tecnificado, la iconización y sacralización de la naturaleza es una consecuencia lógica. La naturaleza es un símbolo cada vez más mágico y aspiracional… Anhelamos lo que perdemos. ¿Cómo ser ecológico en un mundo industrializado? Ya no vale con parecerlo o decirlo; además hay que serlo. No es suficiente con anuncios de niños, flores, declaraciones de intenciones o co- Nº 258 • Junio de 2010 55 | CONSUMO brar más caro porque el producto lleve la etiqueta eco. El marketing ecológico va más allá y vemos marcas con actitudes y acciones ecológicas reales y creíbles. Austeros a la fuerza, lo impone la pérdida del trabajo o la idea de poderlo perder, o porque está de moda, es difícil de conjugar, a priori, con el consumismo al que nos habíamos acostumbrado. Un ejemplo es el del Plan Bottle. La botella ecológica de Coca Cola está confeccionada con residuos vegetales y materiales reciclados, es 100% reciclable y su huella de CO2 es menor que la de las habituales PET. Se comercializa en Dinamarca, y casi todas sus marcas se envasan en Canadá para que esté disponible durante los Juegos Olímpicos de Invierno de Vancouver 2010. En enero de este año se empezó a vender en Estados Unidos, mientras que Brasil, Japón, México y China la incorporarán a lo largo del año próximo. La compañía tiene por objetivo producir 2.000 millones de estos envases a finales de 2010. ¿Pueden las marcas participar de esta corriente? Sí. Simplicidad, austeridad, discreción, naturalidad, espontaneidad y transparencia son valores en alza que, poco a poco, a medio plazo, serán integrados por el consumo y las marcas. Por ejemplo, Telefónica, a través de su Plan Social descuenta tanto en telefonía fija como en móviles hasta un total de 20 euros para todas las personas que se encuentren en el paro y puedan acreditarlo. Consumidores activos y en red Austeridad Pese a que el estudio de las tendencias y de los movimientos sociales son nuestro día a día en Simbyosi, a finales de 2008 nos sorprendía ver cómo en el universo cool se pasaba del exceso y la ostentación a la modestia, la discreción y la austeridad. Lo que antes era un símbolo de éxito ahora es de mal gusto; con la disculpa del kistch que, como es a posta y exagerado, tiene permiso para ser cool. | 56 Se ha hablado mucho de la tecnología, “qué maravilla lo que se puede hacer hoy en día con internet y los móviles”, pero aún más impresionantes son los cambios que se están produciendo en las personas. El verdadero milagro es la gente, las tecnologías son sólo las luces de colores. A esta evolución en las dinámicas relacionales es a lo que nos referimos con “espíritu 2.0”, algo que está cambiando el significado de muchos valores y conceptos como el de comunicación, ocio, trabajo, amistad, sexo, socialización, identidad y muchos otros. Nº 258 • Junio de 2010 www.marketingmk.com En Facebook, Calvin Klein anuncia sus rebajas y postea cupones, Zara abre su muro a sus fans para que expresen sus preferencias… cer compartiendo, el poder de la difusión y la expansión, el colaboracionismo como motor de desarrollo, el I win you win (yo gano-tú ganas), que pone en entredicho al modelo competitivo como única opción posible de desarrollo. La sociedad en red Conceptos como identidad, socialización, comunicación y ocio están en pleno proceso de redefinición. ¿Hay algo más divertido que seguir la vida de los amigos y conocidos en vivo y en directo? Las redes sociales son un reality, una experiencia customizada a la medida de cada uno, con contenidos personalizados y autogenerados, donde se puede ser estrella y fan al mismo tiempo. No tiene ningún mérito desvelar a estas alturas que la clave y la base de este espíritu es el compartir. Lo interesante es saber por qué está ocurriendo esto. ¿Nos hemos vuelto locos o qué? ¿Compartir en una sociedad cuyo motor es la competitividad? ¿Cómo es posible? Bueno, si lo analizamos y lo situamos en el contexto de tendencias tan significativas como la comodidad, la facilidad o la sencillez, podemos encontrar una explicación: es más gratificante hacer amigos que enemigos… ¡qué pereza! Con el híper-individualismo nos sentimos muy libres e independientes, pero también muy incompletos y solos. 2009 ha sido el boom de las redes sociales. La tecnología ha cubierto ese gran agujero que teníamos como seres humanos; necesitábamos estar conectados, sentirnos parte de algo, y las redes sociales son una oportunidad de unirnos en un mundo que favorece la diferencia y el enfrentamiento competitivo. Toda tendencia masiva tiene su contra tendencia, y ante tanta saturación y presión por estar en las redes sociales −no solo nos definimos por lo que usamos, sino también por lo que no usamos− surge una postura anti redes sociales como posicionamiento alternativo. Pero ¿quién aguanta sin estar “enchufado” durante mucho tiempo? Igual que el consumo, la conexión es también característica irrenunciable de nuestra condición postmoderna. Es como cuando decimos con cierto regusto: “cuánto estrés tengo” o “no tengo tiempo para nada”, ya que “estar saturados nos hace importantes”. “El acto central de la era actual es conectar todo con todo”, dice el experto Kevin Kelley. La idea de una sociedad conectada en red supone cambios muy importantes en áreas tan fundamentales como la económica, la social y la política: La economía en red Cambia la idea de valor, que está más allá de la rentabilidad monetaria. Es el valor de creNº 258 • Junio de 2010 57 | CONSUMO El mundo es tanto on como off line; por tanto, cualquier fenómeno de relevancia tendrá que manifestarse e interactuar desde los dos estados. no tiene sentido dar la espalda a un fenómeno que refleja un rasgo principal de estos tiempos: la conectividad. Lo importante para 2010 será estar atentos a la capacidad de intervención de las redes sociales en el off line. ¿Hasta qué punto no será un fenómeno solo virtual?, o por el contrario, ¿tendrá capacidad para manifestarse fuera de la red? Si se actúa únicamente en lo virtual, como podría decir Baudillard, puede quedarse en un simulacro de la realidad que nos hemos inventado por la huelga de acontecimientos en el mundo off line. Pasar de la facilidad de un clic y de la distancia de una pantalla al contacto físico y al desarrollo de acciones off line no se está produciendo todavía a gran escala. Casi todo se acaba en el gesto virtual. El mundo es on y off line y cualquier fenómeno de relevancia tendrá que manifestarse e interactuar desde los dos estados. Quien quiera estar en el presente contemporáneo tendrá que vivir on y off line y, si sabe marcar los tiempos, es y será un catalizador silencioso del cambio social y económico. Política en una sociedad conectada Vamos hacia los grupos digitales de presión, los grupos del Facebook o Twitter −a favor o en contra de un hecho social o intención gubernamental− saltan a los medios convencionales y funcionan como lobbys digitales. Un buen ejemplo es el fenómeno del manifiesto en contra del cierre de webs que supuestamente atentan contra los derechos de autor. ¿Hasta dónde va a llegar este fenómeno? ¿Seguirá su crecimiento exponencial? Pensamos que llegará más lejos y, aunque seguirá creciendo, no lo hará tan rápido como en 2009. Estamos ante unas barreras difíciles de superar a corto plazo, como son el porcentaje importante de personas sin internet y el rasgo generacional. Aun así, solo con las cifras actuales de personas que están interactuando en los social media, | 58 Nº 258 • Junio de 2010 www.marketingmk.com La responsabilidad social adquirirá más importancia al ser una forma de incrementar la eficacia en un mundo más concienciado Hay cientos de ejemplos de cómo las marcas se están adaptando a las redes sociales; por ejemplo, Starbucks, con 3,37 millones de menciones en Twitter y 120.868 seguidores. Su éxito se debe principalmente a los grandes esfuerzos realizados para generar estrategias de negocio a través de cupones descuento, SMS y otros instrumentos que funcionan con el boca a boca. En Facebook, Calvin Klein anuncia regularmente rebajas y postea cupones; Zara tiene fans de todo el mundo que expresan en su muro sus gustos y preferencias por este distribuidor de moda; Audi, que busca el feedbak de sus seguidores, inició una campaña que les animaba a dar su opinión sobre cómo debería ser su próximo coche, y recientemente ha posteado una encuesta para preguntarles lo que esperan de su página; o Pizza Hutt, que tiene una aplicación para que pidan pizzas desde el fan site. Cuando al principio del artículo nos referíamos al postconsumo no queríamos decir el fin del consumo, ni mucho menos, o que necesariamente se vaya a consumir menos, sino a una forma de consumir diferente, con nuevos valores y motivaciones de compra modulados por lo que hemos denominado la “nueva ola”. Consumir sin reparo ya no está tan bien visto, pero seguimos y parece que lo continuaremos haciendo. Es el signo del hombre postmoderno: consumo, luego existo. El consumo nos define como civilización. Formamos nuestra identidad a través de él, de lo que compramos, de las marcas y símbolos que exhibimos. Identidad: ¿tener o ser?, es uno de los debates más encendidos dentro de la psicología y la sociología actual. la política o la religión, están perdiendo. Esta es la realidad, por muy cuestionable que pueda ser. Es lo que está pasando: el marketing como saber popular. ¿Quién no sabe hoy en día, por ejemplo, lo que es un eslogan? Ante este fenómeno surgen posturas antimarketing en la sociedad, o de distancia entre las estructuras empresariales que dan la espalda a esta realidad, pero que superan las reacciones primarias emocionales. La relevancia social que está adquiriendo el marketing, como todo poder, no es mala en sí misma; dependerá de cómo se la oriente. El marketing del futuro ¿Cómo evolucionará el marketing? De hecho, ya lo está haciendo poco a poco, y en este recorrido va adquiriendo una flexibilidad y un acercamiento más personal y holístico que nos hace aventurar que será capaz de integrar “la nueva ola” entre sus objetivos. El grado de integración entre ésta y los objetivos clásicos del marketing no lo podemos saber, dependerá del impacto de esta nueva corriente en la sociedad y de la capacidad del marketing para manejarla. Es importante empezar destacando cómo el marketing está adquiriendo una relevancia social que las instituciones tradicionales, como Incluso la palabra marketing se muestra inapropiada en el contexto imaginado del postconsumo, donde las personas van alcanzando una Nº 258 • Junio de 2010 59 | CONSUMO Los conceptos ecológicos, la transparencia y la naturalidad son valores en alza que poco a poco serán integrados por el consumo y por las marcas. el de los años 50, en donde se sentaron las bases del marketing actual. Por si los cambios anteriores no son suficientes para reflexionar, al marketing y a la publicidad se les empieza a demandar un papel social del que ahora carecen. ¿Cómo pueden ir unidos empresa, publicidad y valor social? ¿Hasta qué punto podrán converger beneficio empresarial y demanda social? Y lo más fascinante, ¿cómo puede producirse esta relación de manera creíble? Ya podemos ver iniciativas en este sentido, como es el caso de Bankinter Labs (https://labs.bankinter.com/). cuota relevante de poder. Apuntamos dos posibles alternativas que ya se manejan: societing y consumering. | 60 “El marketing ha muerto”, dicen los gurús del sector. Si se mete esta frase en Google aparecen más de 1.200 entradas, pero si lo hacemos con la de “la publicidad ha muerto” se muestran ¡15.600 entradas! Casi todos los argumentos se basan en el aumento de un consumidor crítico, informado y activo que desmonta las estrategias de marketing tradicional, y en un mercado totalmente desbordado de estímulos publicitarios al que muchos son inmunes o no les interesa lo que se está comunicando. El consumo responsable puede echar raíces y modular nuestra forma de consumir. En 2010, la publicidad aprovechará el nuevo sentir, se subirá a la “nueva ola” y nos llamará a consumir desde perspectivas más sostenibles, responsables y ecológicas. La responsabilidad social será una preocupación con más importancia que antes para las marcas, no porque tengan más conciencia, sino porque es una forma de incrementar su rentabilidad y eficacia en un mundo concienciado. No creemos que el marketing esté muerto, ni siquiera la publicidad; pero sí que estamos en un proceso de redefinición, ya que el contexto −la sociedad de consumo, las personas, el consumidor− poco o nada tiene que ver con Otro artículo relacionado: “Tecnología a favor de la Sostenibilidad” (ver MK Marketing+Ventas nº. 257).• 60 Nº 258 • Junio de 2010