ilagro Eucarístico de FLORENCIA ITALIA, 1230-1595 En la iglesia de San Ambrosio en Florencia se custodian las Reliquias de dos Prodigios Eucarísticos sucedidos en 1230 y 1595. En el milagro del año 1230, un sacerdote, luego de haber celebrado la Misa, dejó por distracción algunas gotas de vino consagrado en el cáliz. Al día siguiente, regresando a la iglesia para celebrar la Misa, encontró dentro del cáliz gotas de sangre viva coagulada y convertida en carne. Fue recogida inmediatamente en una ampolla de cristal. El otro Milagro Eucarístico sucedió el viernes Santo del año 1595. Habiéndose desatado un furioso incendio en la iglesia, permanecieron prodigiosamente intactas algunas Partículas consagradas. 1230 El primer Milagro ocurrió el 30 de diciembre de 1230. Un sacerdote llamado Uguccione, al momento de concluir la Misa no se dio cuenta que había dejado algunas gotas de vino consagrado en el cáliz; estas mismas se convirtieron luego en Sangre visible. El historiador Juan Villani hizo una cuidadosa descripción del Milagro: “al día siguiente, tomando nuevamente aquel cáliz, encontró dentro de él Sangre viva coagulada […] ... esto fue manifestado a todas las mujeres de aquel monasterio y a todos los vecinos allí presentes, al Obispo y a todo el clero. También fue expuesto ante la vista de todos los Florentinos, los cuales, con gran devoción, se reunieron alrededor para observar. Luego, depositaron la Sangre en una ampolla de cristal, que aún hoy se muestra al © 2006, Edizioni San Clemente Interior de la Basílica de San Ambrosio Basílica de San Ambrosio en Florencia Fresco presente en la Basílica. Está representado el primer Milagro de 1230 en el que el sacerdote Uguccione lleva la Sangre en procesión Tabernáculo, obra de Mino de Fiesole, donde se conservan las Reliquias de los dos Milagros Detalle de las decoraciones presentes en el tabernáculo donde se custodian las Reliquias de los dos Milagros Eucarísticos Reliquia de las gotas de vino transformadas en Sangre viva pueblo con gran reverencia”. El Obispo Ardingo de Pavia ordenó que se llevase la Reliquia al Obispado, y luego de algunas semanas fue restituída a las Monjas del monasterio que la custodiaron en la iglesia de San Ambrosio. El Papa Bonifacio IX, en 1399, concedió la misma indulgencia de la Porciúncula a los fieles que visitaran la iglesia de San Ambrosio y contribuyesen en el adorno de la Reliquia del Milagro. En 1980 se celebró el 750° aniversario del Prodigio. La Reliquia del Milagro (algunas gotas de Sangre de un centímetro cuadrado) se conservan en una preciosa Custodia colocada al interior de un tabernáculo de mármol blanco, realizado por Mimmo de Fiesole. 1595 Reliquia de las Hostias que sobrevivieron al incendio El viernes Santo de 1595 una vela encendida, puesta sobre el altar de la capilla lateral, llamada del Sepulcro, cayó en el suelo causando un gran incendio. La gente se apresuró a socorrer tratando de domar el fuego y poder salvar el Santísimo Sacramento y el cáliz. En medio de la confusión general, seis Partículas consagradas cayeron de la píside sobre la alfombra encendida en fuego. Pero a pesar de esto, fueron encontradas intactas y unidas entre sí. En 1628, el Arzobispo de Florencia, Marzio Medici, después de haberlas examinado, las encontró incorruptas, ordenando que fuesen colocadas en un precioso relicario. Cada año, durante las Cuarenta horas celebradas en el mes de mayo, las dos Reliquias son expuestas juntas en un Relicario junto con una Hostia consagrada para la adoración pública.