INFORME SOBRE EL ESTADO ACTUAL DE DETERIORO EN

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INFORME SOBRE EL ESTADO ACTUAL DE DETERIORO EN ALGUNOS
EDIFICIOS DE LA VILLA DE MOYA
Antecedentes.
En 1998 y hasta 1990, Juan José Serra Rodriguez, arquitecto, y el que esto suscribe, arqueólogo,
realizamos los estudios previos del Castillo de Moya, en orden a su futura rehabilitación, contando
con el apoyo del Ministerio de Fomento y de la Asociación de Amigos de Moya, tras haber obtenido
el correspondiente permiso de la Delegación de Cultura de Cuenca.
Durante nuestra actividad, y viendo el mal estado en que se encontraba, no solo la estructura que
estabamos estudiando, sino el conjunto de la Villa de Moya, redactamos los consiguientes informes
(en 1998, 1999, 2000, 2002, 2004 y 2013), dirigidos a la citada Delegación de Cultura, advirtiendo de
posibles desplomes y el peligro que supondría a los ocasionales visitantes, ya que no se contaba con
ningún tipo de protección en ese sentido.
Fue a partir de 2001, cuando se iniciaron una serie de obras necesarias para la rehabilitación de un
buen número de estructuras, como fueron las puertas de la Villa, la del castillo y el monasterio de
monjas concepcionistas franciscas. Parte de estas obras fueron realizadas por el Taller de Empleo
"Villa de Moya II". Anteriormente se rehabilitó parcialmente la Iglesia de Santa María, por la
Universidad Politécnica de Valencia. Así mismo, Régulo Algarra Hernández se ocupó, tras las
gestiones oportunas y con el concurso de especialistas en la materia, de recuperar y poner en
funcionamiento la maquinaria del reloj alojado en el campanario de dicho templo.
Actualmente, y conscientes del gran desembolso que supuso la realización de las citadas obras, no se
ha llevado a cabo un sistemático mantenimiento de las mismas, lo que ha producido el consiguiente
deterioro observable en todas ellas. Tampoco existen planes a corto plazo para la visitabilidad del
conjunto, ni persona o personas que lo vigilen, lo que puede provocar, como ha sucedido en
ocasiones, actos de saqueo y gamberrismo.
En este informe, dirigido a las administraciones competentes, por parte de dos miembros de la recién
creada Asociación SOS Patrimonio Conquense, vamos a realizar un recorrido por aquellos edificios y
estructuras en las que hemos observado en unos, aspectos negativos en cuanto a su estado de
conservación y en otros, peligro de colapso inmediato, si no se arbitran las medidas oportunas para
evitarlo.
1. ESTRUCTURA FRENTE A LA PUERTA DE SAN JUAN.
De fábrica de mampostería, corresponde a una estructura indeterminada, quizá en relación con la
Iglesia de san Juan, ubicada al oeste de la misma. Se observan tres ménsulas en la parte superior, sobre
la que descansaría una viga durmiente en relación con un probable forjado de madera. El machón de la
derecha, parte de un muro de cierre de la estructura, se encuentra desligado del cuerpo principal, en
equilibrio y con riesgo de derrumbe.
2.- MURALLA INTERIOR RECAYENTE A "LA CARRERILLA".
Se aprecian fuertes pérdidas de masa en esta estructura, así como una serie de escombros entre
estructuras murales indeterminadas que recorren toda la extensión del paramento por su base. Podría
tratarse de viviendas efímeras adosadas al mismo, que nunca han sido objeto de limpieza o excavación
arqueológica.
3. PUERTA DE LA VILLA.
A pesar de haber sido objeto de una restauración, no ha tenido el necesario mantenimiento, por lo que
su entorno permanece con abundante vegetación, también visible en paramentos, al interior y exterior
de la misma.
Así mismo, se aprecian, en la superdicie de los muros consolidados que rodean a la puerta, abundantes
grietas y pérdida de revocos en la parte superior y laterales, que posiblemente sea debido una
inadecuada selección de los materiales empleados.
4. MURALLA EXTERIOR JUNTO PUERTA DE LA VILLA
Pérdida de mampuestos junto al tramo restaurado.
5. IGLESIA DE SAN BARTOLOMÉ.
En primer lugar, hay que hacer mención al cableado eléctrico y postes de hormigón donde se instalan
los reflectores que iluminan este lado de la Villa, extremo que prohibe la Ley de Patrimonio vigente en
cualquier Bien de Interés Cultural, no solo por razones estéticas, sino también por el posible peligro
para visitantes.
El arco lateral de entrada al atrio o patio interior presenta pérdidas en las juntas de su sillería, con
peligro de derrumbe, al igual que el muro que se apoya en en su lado sur, muy degradado, aunque de
cronología posterior y fábrica de mampostería.
Los restos de la espadaña, así como el intradós de uno de sus arcos también presentan pérdida de
material en la unión de mampuestos, con serio peligro de colapso.
En la nave central de la iglesia se aprecia una fuerte concentración de escombros, producto de sus
derrumbes, así como el único arco fajón o toral que subsiste, en peligro de desplome.
El conjunto en general y sobre todo los revocos de yeso y arcilla, así como sus maltrechos muros
presentan serio peligro para los curiosos que penetran en esta estructura, a pesar del vallado.
6. PUERTA DE LA CAZADILLA O CALZADILLA.
Debiera haber sido la última puerta a restaurar, ya que actualmente no permite el paso de maquinaria y
medios de transporte adecuados para la evacuación de escombros en obras ya realizadas. Así mismo,
en el muro donde se inserta, como es frecuente en todos los elementos restaurados, por falta de
mantenimiento, prolifera la vegetación.
Debido a la mala calidad de la piedra de sillería, utilizada para restaurar jambas y dovelas,
probablemente arenisca deleznable, se aprecian grietas y desprendimientos en la supercicie de las
mismas. Hubiera sido más acertado utilizar caliza gris del terreno.
Traspasada la puerta, y al norte de ella se consolidó la muralla, en cuyo coronamiento se dispuso una
lechada de material, que, como hemos visto anteriormente, no resiste bien la climatología de esta zona.
7. TORREÓN DE SAN ROQUE.
A falta de cubierta, las filtraciones en la bóveda de cañón hacen peligrar su estructura. En 1999
advertimos del posible desplome del dintel de sillería de la portada, tal y como sucedió un año
después. Parte de las dovelas aún permanecen a los pies de la misma, en el lugar que cayeron.
El torreón en 1999 presentaba este aspecto:
El abrevadero de la torre del Agua en su estado actual (Foto de Julia Sánchez).
8. ESCOMBROS AL NORTE DE LA IGLESIA DE SAN MIGUEL.
Producidos por obras y el vaciado de estructuras próximas. Al paso de los años, y parcialmente fijados
por la vegetación, se formará un montículo artificial que nada tiene que ver con los niveles originales
de esta parte de la Villa.
9. IGLESIA DE SAN MIGUEL
A pesar de la "papelera" colocada al efecto se aprecia basura y desechos junto a la puerta de entrada.
El muro que merecería atención urgente es el situado al este, donde probablemente existiera una torre,
con escalera de caracol, muy deteriorada. Se advierten desprendimientos recientes y una gran
acumulación de escombros.
10. LA CASA DE "LAS REJAS" O DE "OLIVARES".
La esquina sureste de sillería presenta una gran grieta vertical en su encuentro con la mampostería del
muro norte, observándose ya una inclinación del mismo y un serio peligro de colapso. Su planta
interior, por otra parte, permanece cubierta de escombros
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