DE BUENA PRUEBA PRESENTADO POS EL GENERAL D. JUAN BAUTISTA T R A M S , EN LOS ATI TOS QUE SIGUE «DO ID» mí 2233 OTMUÍOT, SOBRE DERErHOS PREFERENTES E N L A A D J U D I C A C I O N DE V A R I A S CASAS JUEZ EL LIC. D. MANUEL PAVON, 2 ? D E LO C I V I L . MEXICO.—1864. Imprenta de A. Boix, á cargo de Miguel Zornoia, C A L L E DEL AGUILA NUMERO 1 3 . El general D. Juan Bautista Traconis, sin revocar el poder que tengo conferido al Dr. D. Santiago Bombalier, en los autos que sigo contra D. José Ibes Limantour sobre propiedad de las casas números 6 de San Bernardo, 18 de D. Juan Manuel y 4 de la Palia», su estado supuesto que es el de alegar de bien probado, ante el Señor Juez 2. ° de lo civil, como mejor proceda, y salvas las protestas oportunas y legales, digo: Que la justificación de Y. se ha de servir declarar que he probado bien y cumplidamente las escepciones y defensas que opuse, no habiéndolo hecho así la contraria de sus acciones v derechos, debiéndoseme absolver por tanto de la demanda, declarando de mi única y esclusiva propiedad las fincas en litigio, con derecho á percibir los alquileres depositados, expresa condenación de las costas de este juicio, y dejándome á salvo mi derecho, para reclamar la indemnización de dañ is y perjuicios que me ha irrogado tan temeraria demanda: todo así procede en términos de rigurosa justicia, según aparece de los fundamentos que se espondrán en el cuerpo de este escrito. Antes de ocuparme de lá cuestión principal de propiciad, voy á tocar la de estranjería que de una manera embozada so presenta de contrario, como un amago de los que han empleado contra nuestros Tribunales, durante largo tiempo, por desgracia y sin motivo, aquellos que cobijados con un pabellón estraDjero han creido tener, con tal salvaguardia, derechos á la impunidad y á la injusticia. Cuaderno i . ° El Sr. Limantour en su escrito do de uanda no hizo mención íuj. 82. para lo mas mínimo de la nacionalidad, y en su alegato de Cuaderno 1.® buena prueba,—aparece como síibdito francés,—al haular de íoj. 44. BU contrato, establece diferencias, mencionando al Gobierno mexicano, y en cuanto á reconocimiento de títulos de gobier- no, le basta saber que estaba reconocido por el de su pnfs. Tales anuncios revelan desde luego, lo que implican, v sobre todo al tiempo de alegar, fijan distinciones que no se hicieron valer al iniciar la demanda. Si el actor creyó desde UIJ principio que podía conservar su nacionalidad, debió acompañar el certificado de matrícula que sustituyó á las antiguas cartas de seguridad, y sin cuyo requisito, no se debe admitir demanda de e3tranjero, y si no lo acompañó, como no hay constancia en autos de que lo haya verificado, fué por comprender perfectamente, que ningún provecho le procuraba tu jiacíonalidad en asuntos como el que nos ocupa. En tal dilema, si el^Sr. Limantour se cree estranjero, debió haber presentado su carta de seguridad ó certificado de matricula, sin cuyo requisito debió repelerse su demanda, según previene la ley siguiente en sus terminantes palabras: "Los "Tribunales y Jueces, al entablar ante ellos cualquiera dem a n d a algún estranjero, le exigirán la presentación prévia "del certificado de matrícula, haciendo coíistar su fecha y su "número, y no serán oídos en juicio ni fuera de él si no lo preArt'culos.= "sentaren." Pero como 110 lo hizo así, pues 110 se menciona e s t r anjería, y hemos llegado al punto de alegar, rne es pred"/ wsrzo c ' a o hacer presente, quo el Rr. Limantour 110 disfruta ningude 1801. nos derechos de estranjero. en cuanto á la adquisición de bienes raices, v que nuestros Tribunales, únicamente, los Tribunales de México, con exclusión de toda otra intervención cualquiera que sea, son los que tienen qne decidir este punto. Me esfuerzo en ¿1 tanto mas, cuanto qne es público haberse circulado r.na exposición dirigida por mi contrario al ministro de Francia, en la qne solicita su apoyo para la favorable decisión de sus derecho«. La ley primera que en México permitió adquirir bienes raices á los extranjeros, fué la de once de Marzo de mil ochocientos cuarenta y dos, y en sus artículos 1. 0 , '5. 0 y 6. 0 estableció lo siguiente: "1. c Los extranjeros avecindado? y residentes en la Repúblic a pueden adquirir y poseer propiedades urbanas y rústicas, "por compra, adjudicación, dtiivrtcta ó cualquier otro título est a b l e c i d o por las leyes. 5. 0 Los estranjeros que en virtud "de esta ley adquieran propiedad, quedan absolutamente sujet o s en cuanto á ell», á las leyes que rijan en la República so"bre traslación, uto, conservación y pego de impuestos, sin que "puedan alegar ningún derecho de estranjería acerca de estos "puntos. ü . ° En consecuencia, todas las cuestiones de esta "naturaleza que pudieran suscitarse, serán terniinr.das por jas "vías ordinarias y a muñes de las hyes nacionales, con exclus i ó n de toda otia intervención cvalqvitia <¡ne tía." El articulo 5. c de la ley de treinta de Enero de mil ochocientos cincuenta y cuatio sobre estranjeros, ratificó los ar - Cjader-.'o 1. 2 '" ticulos anteriores, escopto 'el caso en que por tratados se modificare cualquiera de sus disposiciones, y como despues de mil ochocientos cincuenta y cuatro no se ha celebrado tratado cou Francia, es claro que no pueden haberse modificado laa disposiciones de la ley :le 30 de Enero antes citada. La de primero de Febrero de mil ochocientos cincuenta y seis en sus disposiciones 5. s y 6. 35 ratificó al pié de la letra el contenido de los artículos anteriores; y ia Constitución federal de cinco de Febrero de mil ochocientos cincuenta y siete, vigente á la época en que hizo Limantour sus arreglos, compensaciones y redenciones, disponía en su Sección II, art. 30, fracción III, lo siguiente: "«Son mexicanos: Los estranjeros "que adquieran bienes raices en la República ó tengan hijos "mexicanos, siempre que no manifiesten la resolución de cons e r v a r su nacionalidad." Mi contrario no ha justificado en autos, al menos, que hizo la manifestación anterior, y supuesta la coufesion de que el gobierno francés reconoció al Constitucional, con arreglo á este código y las adquisiciones hechas por Limantour, dejó de ser subdito francés, pasando á la clase de ciudadano de la República de México, y hoy, por causa de los acontecimientos, túbdito del emperador Maximiliano. Francés ó mexicano, el Sr. Limantour, con arreglo á las diaposiciones citadas, únicamente debe ocurrir á los Tribunales de la Nación para que se le haga justicia, sin poder apelar á otra intervención cualquiera que sea, y que es lo pretendido, y practicado por mi contrario en su célebre manifiesto al Sr. miuistro de Francia, Coi,yie Dubois de Saligny, lo que se indica al mencionar la nacionalidad francesa, y lo que con raras escepciones, dejan de hacer en este país los estranjeros, no tanto por ignorancia del derecho constitucional y público, sino por el apoyo do sus respectivos ministros y la condescendencia de los de Estado y Relaciones Exteriores del Imperio. Demostrado, pues, que el Sr. Limantour no tiene ningunos derechos de est.ranjero, y destruido el amago que con su nacionalidad francesa quiere hacer, punto de que me he ocupado por decoro de México y de sus Autoridades, y para aprovechar las lecciones que me ha dado sobre esta materia mi contrario, paso á ocuparme de la cuestión principal de este escrito y materia del juicio sobre que se está alegando. En doce de Setiembre de rail ochocientos sesenta y uno preseutó escrito D. José Ibes Limantour demandándome sobre la propiedad ó preferencia de derechos en la adjudicación de las casas núins. 18 de D. Juan Manuel, 6 de San Bernardo y 4 de la Palma. En dicho escrito hay dos párrafos que dice ¡ lo siguiente: "Fué, sin embargo, uu hecho que el gener ,1 Traconis "tenia títulos en que fundar la adjudicación sobre las casas "mencionadas, y para disputar la preferencia, promoví desde "luego, con arreglo al articulo 23 del reglamento de Ó llg Ffl* "brero último y el decreto de 4 de Marzo, ademas el aseguramiento precautorio de los alquileres."—'"Este punto embara"zó el curso del negocio principal que vengo á proseguir, y "por cuanto no se contestó la demanda sobre estas casas nú• "meros 18 de D. Juan Manuel y 6 de San Bernardo, pues en "cuanto al 5 de esta calle y 4 de la Palma, siguen por expediente separado, <tc." El escrito en que se promovió con arreglo á los artículos 23 del reglamento de 5 de Febrero y decreto de 4 de Marzo de 1861, se presentó el 18 de Mareo, 6egun consta de la certificación pedida por el propio Limantour que corre en autos; (cuad. 1. ° foj. 28) y es una verdad confesada por el actor que no so contestó la demanda, por cuya causa vino á proseguirla en Setiembre 13, á las cinco de la tarde en que presentó su escrito. ChMemo i. ° Señalado dia para la junta, se fijó el miércoles diez y ocho de loj. 23 vía. Setiembre, y á ella concurrió únicamente mi apoderado, y no D. José Ibes Limantour. En 30 de Octubre se volvió á señalar la misma diligencia para el 5 de Noviembre, y temiendo mi apoderado que no volviera á concurrir el actor, presentó el escrito que corre á fojas 25. Pedí en él, desde luego, que se desechara la demanda por haber prescrito la acción para intentarla, y ademas la escepcion 8irte aclione ogis, por carecer de fuerza los supuestos derechos de Limantour, y no haber cumplido en un todo, con las prescripciones que le imponia la ley. Me asombra por qué causa, siendo anómala y prejudicial la primera escepcion que opuso mi apoderado, no se decidió inmediatamente que se propuso, sino que se esperó hasta el tiempo de sentencia definitiva, contra lo que enseñan terminantemente Cnrleval tít. 2. ° disp. V, núms. 8 y 18 disp. VI, núms. 7 y 8 Parexa de Editione instrum. tít. 5. Resolucioue § 3, núm. 50 y siguientes. Autores allí citados. Me asombra, repito, y siendo prejudicial la escepcion, debió desde luego decidirse, porque si efectivamente resultaba que el actor no tenia acción porque habia prescrito, era inútil, molesto y costoso, proseguir un juicio por otros motivos. Mas sea lo que fuere, es una verdad que el negocio se convino en recibir á prueba por ocho (lias, que estos comenzaron en once de ^Noviembre de mil ochocientos Kesenta y uno y que dos años y nueve meses despues, es cuando yo vengo á alegar. Antes de que lo hiciera la contraria, mi apoderado y patroCwt.icmo i ° J l 0 en su escrito de once de Mayo último, protestó ad cautelam íuja 36. j a í . cecepciones antes alegadas. Es una verdad constante en autos, que la demanda de Li mantour se contestó el cinco de Noviembre, es decir, que l.ntrln pntrtní'fla pnmníiv/i ni inirin llí~lnmj>li9nmien/n í roíz dj> "lodo pleito sobre que debe ser dado juicio, es cuando entran "en el por demanda é por respuesta delante del Juzgador . . . . E "respondiendo el demandado á aquella demanda llanamente, "si ó non En cualquiera de estas maneras que de suso "dijimos que i^sponda el demandado á la demanda que le fa"cen, cumple para ser comenzado el pleito por demanda e por "respuesta á que dicen en latin contestatio." Ley únic. tit. 7 del Ordenamiento de Alcalá, ley 1. s tít 4. ° de la Recop. y Cañada juicios civiles, tora. I, cap. I V , núm. 2. Contestada, pues, la demanda en cinco de Noviembre, fué en esta fecha cuando comenzó él juicio, y efectivamente, demandar á una persona, pero sin dar conocimiento á ésta de lo que se le reclama para que confiese ó niegue, es querer intentar, querer demandar, querer promover un juicio, pero no demandar en forma. Ocurrir á los tribunales, no quiere decir anunciar á un Juez que se desea demandar á alguno, sino llamarlo verdaderamente, demandarlo, y hacer que responda ante el Juez. En el caso que nos ocupa, esto pasó el cinco de Noviembre: fué, puea, en esa época cuando se intentó la acción, y ocurrir en Noviembre, cuando el decreto de Marzo señalaba ocho dias, e-s ocurrir despues del tiempo que fijó, y lo que se hace fuera de tiempo y en términos fatales y perentorios, equivale á si no se hubiera hecho, no produce derecho ni acción. Efectivamente, el que apela, pasado el término que la ley concede, su recurso se le desecha, y el fallo por la morosidad del que no ocurrió en tiempo para establecer la alzada, aunque la interponga, se le da la fuerza de sentencia consentida, no apelada, y pasada en autoridad de cosa juzgada. El que eu los diez dias del encargado en el juicio ejecutivo, no prueba, se perjudica, aun cuando quiera hacerlo eí onceno, y eí que eu el d¡a q ae el Código señala, no protesta una libranza no satisfecha, se queda sin acciones contra el girador y endozautes, y á estas disposiciones, nunca, ni en ninguu tiempo se les llamó abusivas ni tiránicas, sino que han sido conformes al espíritu de la legislación, que teudió á cortar embrollos, procurando evitar demoras y quebrantos en la administración de justicia. Es de todo puuto incuestionable que las leyes de reforma han tendido á que inmediatamente se pusieran en práctica y á cortar litigios y abusos, en particular por lo relativo á denuncias. Fué tan explícito y terminante el legislador sobre este punto de los ocho dias, que señaló el decreto de cuatro de Marzo de mil ochocientos sesenta y uno, para promover ante ios Tribunales, que en veintinueve de Abril del mismo año, se expidió la resolución que copio: "Eu vista del ocurso de D. .Faustino Goríbar en que pide "previo informe de los funcionarios que intervinieran en la "redacción y formación del Decreto de cnatro Marzo último, "se declare que el sentido del artículo 1. ° de dicho decreto "al fijar el término de ocho dias para qne ocurrieran á los tribunales los que tuviesen derechos qwe deducir á los bienes "eclesiásticos, ha sido tranquilizar á lw poseedores, declarando "prescrita toda acción no deducida en juicio en los ocho dias "fijados. El ExmO. Sr. Presidente ha acordado, que no admit i e n d o ninguna duda ni interpretación los términos generales "en que está concebido el art. 1. ° del decreto de cuatro de "Marzo, que quiso cortar de raiz el abuso que se hacia de la facultad que daba la ley de 25 de Junio de 1856 sobre denunc i a s de los bienes llamados del clero, comprendiendo también "aquellos que tuviesen derechos que deducir contra el Gob i e r n o sobre propiedad de ellos, para que le sirviera de "escepcion perentoria el lapso del término, se conteste al Sr. "Goribar, que no ha lugar á los informes que pide y que se "circule á los Jueces que han debido desechar de plano toda "demanda intentado fuera del término de los ocho dias que para "ello concedió el Gobierno. Lo comunico á Y . par» su conoci"miento y efectos consiguientes.-—México, Abril 29 de 1861. "— Ramírez." Disposición tan terminante, excluía perfectamente en 1861 la demanda que promovió el Sr. Limantour, y no se quiera presumir ni remotamente que el Sr. Limantour promovió jurídicamente la demanda en diez y ocho de Marzo de mil ochocientos sesenta V uno, con arreglo al decreto de cuatro de Marzo, es decir, de catorce dias antes, que señalaba ocho, tanto porque está demostrado, qne sin contestación no hay juicio, cuanto porque en aquella época, BOIO de un juez coudescendente pudo obtener el Sr. Limantour que los inquilinos no me pagaran rentas, pues de las pruebas aducidas por el mismo actor consta: "qne no se hizo la correspondiente liquidación de las fincas que me disputa Limantour sino hasta el 30 de Mayo, y las escrituras no se le otorgaron sino hasta cuatro de Julio de md ochocientos sesenta y uno, es decir, ciento veinte dias despues del decreto de cuatro de Marzo que señalaba ocho, para que concurrieran ante los Tribunales los que creyeran tener derechos, y mal podía reclamarlos Limantour, mal podia justificarlos, si e " * ' > solo de esfrituras, pero ni aun debiera redimir. Sin títulos, sin instrumentos en que justificar su acción, ¿es creible que Limantour hubiera pretendido de buena fé sostener y justificar su demanda? Evidentemente no, porque sin pruebas hubiera sido pronto derrotado, y para no serlo, esperó á tener esos documentos. Pues bien, no habiendo ocurrido, como no ocurrió dentro de los ocho dias que señaló el decreto de cuatro de Marzo, su acción, prescribió con arreglo á la disposición de veintinueve de Abril; y tan es cierto lo expuesto, tan es verdad que no se> celebró el juicio, que vino á intentarse y proseguirse en e l mes de Setiembre, pues en Marzo no se celebró la junta, ni s e procuró avenimiento ni siguió el juicio sumario, ni terminó dentro del mes que señaló el artículo 2. ° de dicho decreto. El patrono de mi contrario, con indisculpable malicia que l e hace merecedor de un extrañamiento, contesta lo relativo á la prescripción de la acción con una circular del Ministro Doblado que copia en su alegato, y que dice lo siguiente: "El C. Presidente de la República ha tenido á bien decla"rar, que el plazo de ocho dias que por el decreto de cuatro "de Marzo del año próximo pasado, se concedió para ocurrir "á los Tribunales á toda persona que tenga derechos de prop i e d a d que deducir sobre los bienes llamados del clero, delte "entenderse solo con respecto a las demandas y gestiones dirigi"das contra el fisct-, considerado como subrogatorio del clero por "la nacionalización de dichos bienes, no respecto de los demás "negocios que por razón de los mismos sigan los particulares. "—Dígolo á V. para su conocimiento, como resultado de su "ocurso respectivo.—Dios y libertad. México, Marzo 28 de " 1862.—Doblado.—O. Manuel S. Posada." Con posterioridad á esta disposición, se promulgaron los decretos siguientes: el de diez y ocho de Agosto que se refiere á los recursos de alzada, concedido á los juicios que se celebrasen con arreglo al decreto de cuatro de Marzo, y que dice lo siguiente: "Artículo único. La ley publicada en diez y siete de Abril "de mil ochocientos sesenta y uno, que concedió la apelación "en los juicios de propiedad, á los bienes de los que administ r a b a el clero, deberá entenderse de manera que la sentencia "de vista que se pronuncie en segunda instancia en virtud de "la apelación, no admite súplica ni otro recurso alguno, sino "que causará ejecutoria desdo luego, ya sea que confirme ó "revoque la de primera instancia." El de veintisiete que dice: "Artículo único. La aclaración de diez y ocho del mes cor"riente que denegó el recurso de súplica en los juicios de prop i e d a d á los bienes que administraba el clero, debe enten"derse aplicable únicameifte á las cuestiones sostenidas contra "el fisco, considerando como subrogatorio del propio clero por "la nacionalización de los bienes, y lio respecto de los demás "negocios que los particulares tengan entre si por causa de "esos mismos bienes, los cuales en su sustanciaciou quedan, "por ahora, sujetos á las disposiciones de las leyes comunes." Y el de veintiocho, que dice: "Artículo único. Se declara que son cuestiones sostenidas "contra el fisco, las que nacen de las ventas ó adjudicaciones "hechas á nombre ó con autorización del Gobierno. Por tan"to, en los pleitos que se han suscitado ó que se suscitaren "sobre dichas ventas ó adjudicaciones ó sobre preferencia de "los compradores ó adjudicatarios, se observará estrictamente "lo prevenido en el decreto aclaratorio de diez y ocho del "corriente, que deniega el recurso de súplica para estos "casos." La circular del Sr. Ministro Doblado decía: quelos ozho dia* perentorios, se referían únicamente á las demandas que se promovieran contra el fisco y no á las que establecieran los particulares, y declarado con ó sin justicia; pero declarado que son cuestiones sostenidas contra el fisco las que nacen de las ventas ó adjudicaciones hechas á nombre ó con autorización del Gobierno," que es lo que ocurre en nuestro caso, los ocho dias del decreto de cuatro de Marzo, han sido perentorios para el Sr. Limantour y verdaderamente fatales, pues por no haber promovido dentro de ellos, conforme á la determinación no derogada del Sr. Ministro Ramirez, fechada en veintinueve de Abril, prescribió su acción para demandar, no puede hacerlo y debe desecharse su pretensión de dominio á mis fincas, cuya posesion tengo, y cuyos alquileres me ha impedido percibir la temeraria demanda de mis contrarios. Está, pues, definitiva, clara j resueltamente declarado que los ocho dias del decreto de cuatro de Marzo, se refiere á la clase de demandas que nos ocupan, y por lo mismo, el Sr. Limantour por haber ocurrido pasados los ocho dias que señaló el decreto de cuatro de Marzo, perjudicó su acción, y prescribieron sus derechos para demandar. Y es tan cierto, tan evidente, tan indestructible lo que acaba de exponerse, que al mismo Sr. Limantour ha opuesto esta escepciou al Sr. Goríbar que recabó la aclaración del veiutinueve de Abril sobre la casa número 11, seguuda de San Francisco; Sra. Pater sobre la casa número 10 segunda de Plateros; y Sr. Lic. Pacheco, «obre la casa número 9 del Seminario, y en la 1. s Sala de la Suprema Corte de Justicia existen las ejecutorias, por las que se declaró prescrita la acción del mismo Sr. Limantour, por no haber promovido su demanda dentro de los ocho dias señalados en el decreto de cuatro de Marzo. La contraria citó con malicia, una circular expresamente derogada, creyendo que el 3oñ>r Juez podria ser sorprendido, y por tal causa y no teniendo defensa, la escepcion que le opuse sobre este punto, pasa sobre ella, como si fuera sobre áscuas, y siendo como capital, apenas la analiza en lina llana, de su alegato de algunos pliegos. La contraria no ha negado que su demanda ha sido promovida pasados los ocho dias, por el contrario, consiente eu ello, y cree defenderse vigorosamente con una disposición derogada por la ley de veintiocho de Agosto. Destruida, pues, la defensa del Sr. Limantour, está perdido, y yo justamente me reputo victorioso en cuanto á la primera escepcion que opuse, sobre que prescribió la acción de Limantour para demandar, y que su demanda debe desecharse de plano por haberse in tentado fuera del término de los ocho dias que para ello concedió el Gobierno. Esto es bastante con arreglo á la ley, para que el Sr. Limantoúr pierda el pleito, y me deje gozar quieta y pacíficamente la posesion y propiedad de las fincas, que sin ninguna acción me reclama; pero como á mayor abundamiento le opuse la escepcion de que sus instrumentos carecen de fuerza, por haberse otorgado y celebiíido su contrato, contra las prescripciones de la ley, paso ¡í ocuparme de esta escepcion, exponiendo primero lo que el contrario asienta y en lo que funda su acción. Ante todo, y para no quitar su tiempo al Juzgado con la reCodigo de la futación de leyes inconducentes, estamparé el artículo 101 del Kef'.r m a , Reglamento de cinco de Febrero, que dice lo siguiente: p e g 184. "En materia de desamortización y redención, quedan solam e n t e vigentes la ley de 25 de Junio de 1856 y circularos "posteriores relativas; las leyes de 12 y 13 de Julio de 1859; "el decreto de 24 de Octubre de 1860 y la presente ley, qued a n d o en tal virtud derogadas todas las demás disposiciones "concernientes á ambos puntos, ya sea que hayan sido dictad a s por los Gobiernos de los Estados ó por el general de la "Nación." En nuestro caso, es decir, en lo relativo á la nacionalización, las únicas leyes á que debemos atenernos, son las que allí se mencionan, y ni para lo mas leve las de partida invocadas de contrario. El Gobierno, con arreglo al artículo 24 del Reglamento del cinco de Febrero de mil ochocientos sesenta y uno, no se comprometió á lo mas mínimo con los adjudicatarios denunciantes ó redentores de capitales: admitió á todo el mundo á la redención, cosa que por mi parte no justificó, y para evitarse de reclamaciones, acusaciones de estelionato, ó tener que prestar la eviccion y saneamiento ó defender enjuicio, decretó de una manera terminante que: "Las cantidades que hubiere recibid o el Gobierno por redenciones ó pago de alcabala, y que no "le correspondan por no haberse declarado válido el título en Código de la "cuya virtud se hayan enterado, serán devueltas de toda preKefor rn a , ferencia en los mismos términos en que se hayan percibido." píg. 176. El Gobierno, pues, no se comprometió á sostener como buenas y válidas las redenciones que se hubieren hecho; admitía cuantas se hiciesen, y sin perjuicio de tercero de mejor derecho, cuya declaración, conforme al artículo 23 de la misma ley, debian hacer los Tribunales j nuuca y de ninguu modo el Gobierno, que no podia ser juez y parte, «"juez para d e c y y par»e como contratante con cualquiera redentor. El Gobierno consideró que muchos, como Limantour, querrían redimir aunque no tuvieran derecho, ó que si lo tuvieran Cfidigr. de la Bcíor ra x , ptígs. 226 y 207. — ralo perjudicaron y lo perdieron por no haber perfeccionado y consumado sus redenciones como Limantour, dentro del tér^ mino fatal que señaló el artículo 15 de la ley de trece de Julio, y para librarse de importunos, mandó: que á éstos, cuyos derechos buenos ó malos declararían los Tribunales si alguno se los disputaba, pudiesen redimir; pero en el caso quo los jueces declarasen que no tenian buenos derechos, el Gobierno simplemente les devolvería lo que hubieran dado en los mismos términos que lo hicieran; piro por fortuna de México y por desgracia de los especuladores, 110 se comprometió el Gobierno á sanearles las casas, ni á defenderlos en juicio. Es tan cierto lo expuesto, que el mismo Limantour lo reconoce en estos autos. Si él creia que el Gobierno Mexicano, ese Gobierno con quien hizo brillantes negocios comprándole á centavos los pesos, tenia obligación de prestarle la eviccion y saneamiento, ¿cómo no le denunció el pleito antes de la publicación de probanzas, requisitosine qua non, para hacer efectiva la acción de saneo ? No lo hizo porque está persuadido que en estos negocios, y en estos juicios, 110 se presta eviccion y saneamiento, y rigen únicamente las leves que expresa el artículo 101 del Reglumento de cinco de Febrero, y nada, ni para lo mas mínimo, las leyes de partida, citadas con una erudición indigesta y por el deseo de alucinarse, nías 110 de convencerse, pues ya en otros autos seguidos en el Juzgado do Distrito por el Sr. Schiafino contra el Sr. Limantour, á virtud de fraudes cometidos por éste en las redenciones do algunas lincas, sostuvo el segundo contra el Sr. Lic. Silíceo, que la legislación de nacionalización de bienes, era escepcional é inaplicable á ella la legislación común. Las graves ocupaciones de mi patrono, le han impedido buscar esos autos y sacar una copia de las opiniones de Limantour, y me prometo recoger esas preciosas confesiones y presentarlas para instrucción, tal vez, antes de que falle el Señor J uez. Tenemos, pues, que según el artículo 24 del Reglamento de cinco de Febrero, ol Gobierno de la Nación, no se comprometió á prestar eviccion y saneamiento, y que si el representante del Gobierno su mandatario, su personero se obligó á lo que la ley no le permitía para lo que 110 lo facultaba, mas aún, á lo que la ley vedaba, lo hecho por este miinJatario es nulo y de ningún valor, en cuanto á aquellos contratos en que procedió sin facultades, y contra lo que expresamente se le concedía. Pedro, por ejemplo, constituye su mandatario á Juan para vender sus fincas; pero no comprornetiéndose á sanear las ventas, ni consintiendo en recibir compensaciones eu vez de pesos. Juan vende á Diego y á Antonio; al primero arreglándose á las facultades del poderdante, 110 le sanea la venta ni le admite valorea en vez de dinero; al segundo contra las fa, cultades del poderdante le admite en vez de pesos, mueblespapeles, compensaciones, y le presta ademas la eviccion y saneamiento. ¿Serán válidos estos contratos? El de la venta á Diego evidentemente; pero no así el de la venta á Antonio. "Proeurator non excedat. fines mandati: si excedit, non valet, "nt sit conventionem, pactum, vel liberationem cuín adversar i o facit, seu ei juramentum decissorium detulit, nisi habeat "mandatum speciale, vel generale cum libeia potestate facien"di in ea l'te qnaj dominus. Item proeurator ad litem (qui "debet habére X X V annos) noli potest ante litis contestatio"nem snbstituere, nisi habeat speciale mandatum; proeurator "vero ad uegotia debet. habere X X I I . annos, et potest substi"tuere quando voluerit: sed dainna danda par substitutuin, "tenetur resarcire proeurator. Hoc dicit." La ley 19, tít. 5 nart. 3. ~ ordena que "Razonar, sin fazer, "non puede el Personero mas cosas en el pleito, nin meter a "juyzio, de qnanto le fuesse otorgado, o mandado, por razón "de la personería. E si a mas passare, non deue valer lo que Página, -ta. "fizicre. C ó t i f o . E»Y la glosa ! . s dice: "E si a mas passare. Paria sunt ageP * ^ ' 1 ' "re contra mandatum, vel citra, vel prsoter mandatum: text. "notab. in. cap. fin. de restit. spoliut. et ibi Abb. 6. iiot. et conc o r d a r cum ista lege 1. si proeurator 10 C. de procurat." Véamos si puede valer lo que hizo el Gel'e de la Glicina de Desamortización á favor del Sr. Limantour, y por cuya causa ilgnna vez dije que hubo procedimientos tenebrosos, porque lo son, y otro nombre no. merecen, los actos cometidos, quebrantando la ley y queriendo matar su luz y claridad. La le}7 de nacionalización de trece de Juno de mil oehocienC6.ligo de la tos cinceuta \7 nueve, dispuso en su articulo 1. ° que: "La ocuM - - "pación de los bienes que por la citada ley, entran al dominio "de la Nación, se hará en el Distrito'federal por una Oficina "especial que al e'ecto establecerá el Gobierno, y en lo.-, Est a d o s por las Gefaturas Superiores de Hacienda, auxiliadas "por las administraciones principales y colecturías de rentas "en sus respectivos Distritos." Y el treinta dijo: "Dichas "denuncias se presentarán por escrito en el Distrito fedoral á "la oficina que en <51 establezca el Gobierno, y en los Estados "á los Gefes de Hacienda, administradores ó receptores de "rentas en su respectiva demarcación." El artículo 11 dispuso: ' Todos los capitales que so recon o z c a n en favor del clero secular y regular, ya sea que pro"cedan de imposiciones hechas antes de la ley de 2ó de Junio "de 1856, ó de las adjudicaciones, ventas convencionales ó re"mates que en virtud de etcafr Be hayan celebrado hasta la feC h a de la publicación de esta ley, podrán ser redin dos por "los actuales censatarios en esta.forma: tres quintas partes eu "su origen y denominación, y dos quintas partes en dinero "efectivo, pagaderas en abonos mensuales, y por partes igual e s , durante cuarenta meses contados desde el en que se ha"ga el contrato de redención." (1) El articulo 15 previno: "Si trascurrieren los treinta dias de que Labia el artículo 12, "sin que los actuales censatarios hayan ocurrido á hacer la redención de los capitales que reconocen, se tendrá por renunc i a d o su derecho, y se admitirá la redención al primero que "la solicite dentro de los diez dias siguientes, subrogándose 'Vste en lugar del erario." El 22 dispuso: "Los actuales censatarios que dentro de los "treinta dias que les concede el artículo 12 hagan la redenc i ó n de los capitales que reconozcan, quedarán exentos de "la obligación de pagar los réditos que á la fecha estén adcu"dando (2). En el caso de no hacerlo así, el Gobierno ejercer á directamente su acción contra ellos por las sumas adeudad a s , ó la cederá en virtud de convenio á los querKhpiieran "dichos capitales." Y por último, el 34 le concedió á la Oficina de Desamortización el cinco por ciento del numerario que colectara. La ley de cinco de Febrero de mil ochocientos sesenta y uno dispuso en su articulo 29: "Todos los plazos se contarán de "momento á momento, con exclusión del os dias festivos y sin "que para el aumento ó diminución de aquellos, halla lugar á "interpretación alguna tomada del espíritu de las leyes, á cuCódVgo de la "y ;1 letra se estará." En su artículo 31 previno: "No se concederá en lo sucesivo, 1 ' "prórnga de los plazos señalados para la entrega del dinero y "créditos con que ha de hacerse la redención de capitales, "sino á personas que tengan alguna de las cualidades siguientes: "Pedir la próroga por una sola finca rústica ó urbana, que "haya sido adjudicada por haber vivido en ella el adjudicatario. "Servicio eminente y especial á la causa constitucionalista ó "de la independencia nacional en guerra estranjera. "Haber perdido en defensa de una ú otra padre, hijo ó her"mano, único sosten de la familia." En su artículo 33 mandó: "Desde la fecha de esta ley no se "admitirá en la parte de numerario, compensación de ninguna "clase, por privilegiado que sea el crédito en cuyo favor se "solicite." En su artículo 37: "Los que en el plazo señalado no entreg a r e n los bonos ó créditos á cuya exhibición están obligados, "pagarán un cincuenta por ciento de recargo en los mismos "bonos ó créditos; ^ ¿ i no lo verifican, se procederá, usando CMigodeE:f ii' v. 0) V é i n s » ate'ante Ta» circala-e» de 27 de Julio y 9 de Agosto de 1859. V í a s e la circular de 27 de Ju i* de 1859 número 53, "de la facultad coactiva, al remate de la finca, de cuyo precio "hará el rematador inmediatamente, en bonos ó créditos, la "exhibición de lo que se deba con el recargo mencionado." El atículo 99 dispuso: "Lo que se estuviese debiendo en "réditos por los adjudicatarios, rematantes ó compradores "convencionales, se acumulará á los dos quintos que deben "entregar en dinero para la redención, formándose así un solo "todo, que se dividirá en el número de mensualidades conce"didas á cada uno." Y por último, no hay que olvidar lo prevenido en los artículos 23 y 24. Yóamos si cumplieron la Oficina y el Sr. Limantour. El artículo 11 de la ley de trece de Julio de mil ochocientos cincuenta y nueve ordenó que la redención se hiciera de esto modo: tres quintas partes en títulos ó créditos de la deuda nacional, cualesquiera que sea su origen y denominación, y dos quintas partes en dinero efectivo, pagaderos en bonos mensuales durante cuarenta meses El reglamento de Febrero, mandó que no se admitiera en la parte de numerario COMPENSACION DE NINGUNA CLASE, por privilegiado que sea el crédito á cuyo favor se solicite. El Sr. Limantuor, en vez de pagar los créditos inmediatamente ó á un corto plazo, le concedió el Gefe de la Oficina, contra lo prevenido en la ley, que entregara una obligación á Cuaderno i . ° (Joa a ñ 0 9 p 0 r cuatro anualidades para satisfacer $ 315,316 SO fs. 3 vuelta c g > ¡ m p 0 r t e d e ] 0 8 tres quintos, en créditos. Por supuesto que ya pasaron dos anualidades, y pasarán las otras cuatro, y el Sí'. Limantour ni ha entregado ni entregará la friolera de $ 315,316 80 csüüü Pero éste, victima de los gobiernos mexicanos, ya se está quejando al Ministro Francés.—¿Ubinam gentium sumus? En cuanto á mí, que no soy francés, ni auxilié al mismo tiempo á Zuloaga entregándole los fusiles que tenia en San Agustin, y á Juárez facilitándoselos en Veracruz, por supuesto, no para que se mataran moscas, sir.o para destruir mexinos; en cuanto á mí, que estaba comprendido en aquella fracción del articulo 31 del Reglamento de Febrero que dice: "servicio eminente y especial á la causa constitucionalista ó "de la indepencia nacional en guerra estranjera," conseguí que me admitieran una obligación á tres meses de la fecha, ocho de Cuaderno i . ° Febrero, para satisfacer las tres quintas partes en bonos que h. 10 vita. m e correspondían por mis redenciones Y entre mi obligación á tres meses, y la del Sr. Limantour á dos años por cuatro anualidad.es, hay la diferencia de que una está arreglada á la ley, y la otra contra la ley. H iy también otra mayor, la de que yo pagué mis créditos, y el Sr. Limantour no ha, pagado los suyos. Yéamos en cuanto al numerario: teniéndose en consideración mis servicios, mis campañas, mi sangre derramada, mi vida expuesta por defender la Independencia de la Patria, se me concedieron sesenta meses, y al Sr. Limantour, que no estaba comprendido en ninguna de las tres fracciones del articulo 31, pues no pedia la próroga por una finca, sino por mas de 60!!!! con valor de mas de medio millón de pesos!!! ni prestó servicio especial á la causa constitucional, sino que hacia negocios con los Sres. Zuloaga y Miramon, ni defendió la Independencia de México, ni perdió en defensa de una ú otra, á su padre, h jo ó hermano, que fuera su sosten: se le concedieron también 60 meses!!! ¿Gon qué justicia? ¿con cuál derecho? Con la abierta infracción del artículo 31 antes citado. —Fortuna, fortuna, y audacia para todo, decia Mirabeau. Pero pasemos adelante. Y o otorgué mis sesenta pagarés, cubrí muchos, y debo otros, que el Sr. Dousdébets, tenedor de ellos, no cobra aún en su totalidad, porque sabiendo cuáles son mis derechos, se abona por su importe lo correspondiente á rentas, rentas que me retiene sin justicia mi contrario. Este señor, contra lo terminantemente prevenido en el artículo 33, que prohibía admitir desde el 5 de Febrero compensaciones, en Mayo, según el certificado presentado por el Sr. Limantour, ó en Julio que expresa la escritura, emitió en vez de pesos, lo siguiente: Dos certificados valor de $ 64,000 con abonos del 35 p 2 según acuerdo do 30 de Diciembre de 18611... $ El expedido [«ir la Oficina de Desamortización en Marzo, valor J lile») idem por compensación de $ 84.000... Idem id<jm por compensación Suma Importaban los dos quintos Quedó restando Cn»jemo [' V y 4 vuelta. F-. 8 vuelta, 86.400 00 8.000 00 84.000 00 28.757 20 $ 207.157 20 210.211 20 3.054 00 redimió con un descuento del CUARENTA POR CIEN" por lo que satisfizo líquido y en numerario $ 1,832 40 es. Tenemos, pues, según la Escritura de Limantour y la aceptacion de éste en los hechos que expresa, que por un capital de $ 525.528 solo ha entregado $ 1.832 40 e«. en numerario: ? 207.157 en papel en certificados por compensaciones y. . . . $ 315.316 80 es. que debe de créditos. Dar por 525.000 peso« 1.832, llamar á este contrato justo y arreglado á la le}', promover un pleito, á quien se ha arregla do á lo que el legislador dispuso, y quejarse de nuestro Go" bienio, de nuestros funcionarios y del país ante el Sr. Minis" que T0!! tro de Francia, es, Señor Juez, ei tolmo de la impudencia, y por desgracia uno de los muchos ejemplos de las reclamaciones que dieron motivo para la guerra. La ley, Señor Juez, prohibió admitir compensaciones por privilegiados que fueran los créditos, y sin derogación del artículo de esa propia ley, el Sr. Limantour en su liquidación, introdujo compensaciones, y para escándalo de la moral, para admiración de la viveza, por primera vez el Gobierno lia admitido sus propios papeles con premio El solo crédito que introdujo Limantour consta que fué de $ 6-1.000 y este crédito contra el Gobierno que se lo ha entregado, se le hizo recibir con un abono de 34 p § , por lo que la Oficina dispuso que el certificado de $ 64.000 se admitiese por $ 87.4001!!! En parangón con mis títulos, en contradicción con los ruios, ¿es posible que prevalezca, lo que se ha extendido en fraude y en contradicción de la ley? Recapitulemos este punto: para que las redenciones fueran válidas, debian hacerse dentro del término legal, las del Sr. Limantour fueron hechas fuera del término según él mismo ha probado, luego las redenciones del Sr. Limantour no tienen fuerza ni valor alguno. Veamos ahora por mi parte: las redenciones de mis fincas, C u a d e r n o 4 s e consumaron el ocho de Febrero, entregando pagarés, y la fs. 10 'Ka- obligación de los bonos. Así consta en el Oficio que dirigió la Oficina al Escribano Perez de León para que me otorgara las escrituras. Al consumarse el hecho, y siendo como fueron varias fincas, es racional suponer, que ocurrí antes del dia en que consumé la redención; pero suponiendo que fuera ese mismo dia, y suponiendo también que la redención no estaba consumada por la entrega de pagarés y obligación de créditos, sino hasta que estuviese firmada la escritura, el Sr. Mejía Gefe de la Oficina, firmó los mios el catorce de Febrero, según expresa el testimonio: mis operaciones, pues, quedaron hechas dentro del término que señala el artículo 15 de la Ley de 13 de Julio, que se prorogó á cuarenta dias mas. A pesar de tanto rigorismo por mi parte, resulta que ocurrí y redimí en tiempo, sujetándome á los términos de la ley y no despreciándola como mi contrario, que ocurrió fuera de ellos. Esta sola circunstancia de haber redimido en tiempo y primero que Limantour, es bastante para que le retuerza su argumento de que: "Que prius est teinpore, potior est jure." Pero á favor de lo. expuesto, y reconociendo Limantour lo relativo á plazos, pues lo asentó en su alegato, á fojas 51 vuelta, martirizando á la razón, torturando la lógica, y haciendo un indigesto baturrillo, dice: "los plazos para redimir son fatales, la circular de 27 de Julio permitió redimir en Veracruz con trece vigésimos en bonos y tres en dinero, y no redimí en Aieg»to. Cu»- Veracruz sino en México. Es, pues, fuera de duda que yo redimí en los términos fijados por la ley de nacionalización y tu reglamento, y por lo mismo que es falso el fundamento de la segunda escepcion opuesto por la parte contraria." He demostrado que no redimió dentro del término, he justificado mi aserto, probado mi escepcion y convencido de que el Sr. Limantour, diciendo lo contrario, comete una falsedad. Estas tres aberraciones que á favor de Limantour cometió la Oficina, y que Limantour creyó que no se descubriría, fueron las que me hicieron calificar sus procedimientos de tenebrosos. El Sr. Limantour me escitó á que revelase esos procedimientos, mi contrario me ha dicho que los ponga de manifiesto, y que demuestre, con comprobantes legales, que él y la Oficina obraron contra la ley, porque de no hacerlo, serian simples declamaciones que no le inspirarían ningún temor. Mis asertos no han sido simples declamaciones, niño comprobantes legales, demostraciones indestructibles de que Limantour y la Oficina obraron en contra de la ley, y si estas demostraciones el Sr. Limantour no las teme, tal falta de temor, revela su conciencia. Los sucesos dirán mas adelante, si le puede inspirar algún temor la sentencia que pronuncie el Señor Juez. Cuanto va ¡expuesto seria bastante para concluir, puesto que confirma mis escepciones, aniquilando la acción del contrario; pero para que no presuma que no combato dos puntos mas de que se ocupa, porque los calculo invulnerables á mi pesar, porque comprendo cuanto he cansado al Señor Juez, paso á destruirlos. El Sr. Limantour ha querido probar con un certificado del Sr. Mejía expedido en 4 de Diciembre de 1861, en que dice: que Limantour únicamente deuunció en Veracruz las casas que litigamos no habiendo constancia de denuncia hecha por otra persona de las expresadas fincas, escepto la número 18 de D. Juan Manuel hecha por D. Juan José Ochoa en 22 de Noviembre de 1859. El mismo Sr. Mejía, gefe de la Oficina de Desamortización, en las escrituras que me otorgó ante el escribano Perez de León, dijo: "que ef Sr. general D. Juan B. Traconis denunció en Yeracruz, en el tiempo que allí permaneció el Supremo Gobierno, varias fincas como devueltos por los anteriores adjudicatarios, y deseando subrogarse en la adjudicación etc., etc." y entre las fincas menciona las que son objeto del litigio promovido por Limantour. Y estas manifestaciones ante escribano, están firmadas por el Sr. Mejía el catorce de Febrero de mil ochocientos sesenta y uno. Resulta, pues, que denuncié, no es cierto lo alegado por Limantour, y descansando su dicho en lo que asienta el Sr. Mejía, el mismo Sr. Mejia dice que denuncié. Y su atestado en cuanto á mi es mas verídico, porque he demostrado que en mis redenciones ni el Sr. Mfejía ni yo nos salimos del cartabón de la ley, mientras que en las redenciones de Limantour no se le observó en lo mas mínimo. Mas aún se confirma lo exCuaderno 2. ® puesto, atendiendo á que á Limantour se le servia bien, pues f"i 1 f 7 la Oficina informó ó certificó sobre lo que pidió en su escrito de diez y ocho de Noviembre, mientras que nada contestó á lo que yo pedí en mi escrito de trece del mismo mes. El Sr. Limantour presentó con cautela un certificado, sobre que fueron declaradas nulas las denuncias que se hicieron en México, ante autoridades como el Sr. Padilla, que aunque de origen constitucional, siguieron sirviendo á la reacción y ya dejaron de ser constitucionales y se convirtieron en reaccionarias. Y o mismo creí que no valia la denuncia que hice ante el Sr. Padilla, y por esto denuncié en Veracruz; pero mi objeto no fué tanto demostrar que era válida la denuncia, sino que desde el primer momento tuve intención seguida de hechos, para subrogarme en lugar de los primitivos adjudicatarios que renunciaron sus derechos. El Sr. Limantour ha hecho gran mérito de que denunció en Yeracruz en diez y ocho de Agosto de mil ochocientos cincuenta y ocho y que pagó la alcabala en Enero de mil ochocientos cincuenta y nueve. El pago de alcabala se acredita con un certificado especial, y no con el dicho de una oficina á quien no se le enteró evidentemente, porque no tenia facultades para recibir los derechos de alcabala, sino que correspondía á la Gefatura de Hacienda del Estado de Yeracruz, según previno el artículo 27 de la ley de treinta de Julio de mil ochocientos cincuenta y seis. La certificación contraria que acabo de presentar sobre que solo Limantour denunció y de que yo también denuncié, demuestra que alguna vez se ha dicho algo á favor de mi adversario que no ha sido cierto, ¿puede pensarse lo mismo respecto de la alcabala? "Semel malus, semper praesumitur malus in codem géneri malí," dice un conocido principio de derecho. Pero suponiendo que Limantour hubiera pagado la alcabala, cosa que repito, no se ha comprobado en los términos que previene la le}-, ese pago fuera de tiempo, como lo acostumbra hacer el Sr. Limantour, ¿puede aprovecharle? Evidentemente no. Mi contrario dice que denunció en diez y ocho de Agosto y pagó la alcabala en Enero de mil ochocientos cincuenta y nueve, cuando ya se habian vencido cuatro meses. Confesion de parte, relevo de prueba. Véamos lo que dispone la ley. La de veinticinco de Junio en su art.10 previene: "Art. 10. "Trascurridos los tres meses sin que haya formalizado la adjudicación el inquilino arrendatario, perderá su derecho á "ella, subrogándose en su lugar con igual derecho al subarren- "datario, ó cualquiera otra que eu su defecto presente la denuncia ante la primera autoridad política del partido, con tal "que haga que se formalice á su favor la adjudicación dentro "de los quince días siguientes á la fecha de la denuncia. En "caso contrario, ó faltando esta, la espresada autoridad hará "que se adjudique la fiuca en almoneda al mejor postor." Y la de treinta de Julio en su art. 19 previene: "Tendrá dere"cho preferente el que primero haga la denuncia; pero si var i o s ocurren al mismo tiempo, todos tendrán igual derecho. "En este caso si la denuncia se ha hecho para el remate de "finca no arrendada, se dividirá entre ellos la octava parte del "precio, concedida en el artículo 11 de la ley, y si se ha hecho "por falta de adjudicación de finca arrendada, citará á los denunciantes la primera autoridad política con objeto de celeb r a r almoneda entre ellos, para que tenga preferencia en "subrogarse al arrendatario el que haga mejor postura sobre "la suma del arrendamiento. Si el que resulte mejor postor "no formaliza la adjudicación en el término perentorio que, "dentro de los quince dias del artículo 10 de la ley le fije la "expresada autoridad, llamará esta succesivamente á los que "sigan por el órden de las posturas, fijándoles también términ o perentorio para la adjudicación." La escritura, pues, debió haberse otorgado dentro de los quince dias siguieutes de las denuncias y antes del otorgamiento debía estar satisfecha la alcabala, conforme ordena la ley de treinta de Julio en su art. 26: "Para que el pago de alcabala "se arregle á las diversas proporciones de numerario y bonos "que en los tres meses distingue el articulo 32 de la ley, ade"mas de otorgarse la escritura, deberá haberse pagado aquel l a s dentro del término respectivo. Conforme al m ; smo artí"culo, despues de cumplidos los tres meses, se pagará en nu"merario toda la alcabala, causándose en lo sucesivo, según "las leyes comunes, la de las traslaciones de dominio que se "hagan despues de adjudicadas ó rematadas las fincas." El Sr. Limantour, ni otorgó escritura, ni pagó alcabala á la Gefatura de Hacienda, y si lo hizo, no fué dentro de los quince dias siguientes á la denuncia, sino despues de cuatro meses: perdió, pues, los derechos que habia adquirido por la denuncia con arreglo á las disposiciones antes citadas. No teniendo, pues, derechos, yo denuncié en Veracruz despues que se promulgó la ley de trece de Julio que dispensó del pago de la alcabala, y porque mi denuncia fué posterior á esta fecha, ni se me pidió, ni se me exigió por la Olicin Desamortización el pago de la alcabala. a do La ley de trece do Julio dice lo siguiente: "Art. 21. Eu estas enagenaciones, lo mismo que en las de "que tratan los artículos 6. ° , 7. ® , 8. ° y 9. de la ley, ton o s los gastos serán pagados por el comprador. Mas en nin"guno de los casos do la redención, subrogación, remates u Lev de 5 de tícuki'a" Código de la 1 Cuaderno 2. 3 8. Cfidigo dé Ta Reforma. "otro acto oficial, podrán los gefes de las oficinas de hacienda "de que habla esta ley, cobrar derechos á los interesados. To"daa estas operaciones estarán libres del pago de alcabala." Resulta de lo exouesto, que si Limantour pagó alcabala, como fué extemporáneamente, no adquirió ningún derecho, y que yo, con mi denuncia de Yeracruz refrendada en México, tuve buenos, excelentes é indisputables derechos, toda vez que pude denunciar nuevamente con arreglo á la ley que dispuso 1 u e ' o s P ' a z 0 8 8 e contaran desde la publicación oficial de la ley en cada localidad; y suponiendo sin conceder, que yo no hubiera denunciado en Yeracruz y que allí lo hubiera hecho Limantour, como éste 110 perfeccionó su contrato dentro de quince dias, y yo sí lo hice dentro del término que señaló la ley, mis derechos son buenos y preferentes á los del Sr. Limantour. El argumento de mi contrario sob'-e que es mejor su derecho porque fué primero en tiempo, queda destruido, puesto que no adquirió ningún derecho, por no haber consumado y perfeccionado su contrato en tiempo. La ley de cinco de Febrero dice: "Artículo 19. Para la vali"dez de la denuncia ante las autoridades constitucionales se "tendrán presentes dos épocas. "1. 53 Del 25 de Junio de 1856 al 13 de Julio de 1859." "2. a Del 13 de Julio de 1859 á la fecha de esta ley." "Para la validez de las de primera época, se necesita el cer"tificado de la denuncia y la constancia de haber hecho el pa"go en los términos que previene la ley de 13 de Julio de 1859 "y la circular de 27 del mismo mes ( l j . " El Sr. Limantour ha probado con su certificado y su escritura, que en Mayo ó Julio fué cuando redimió: pues bien, la ley de trece de Julio de mil ochocientos cincuenta y nuevo, promulgada en México el veintiocho de Diciembre de mil ochocientos sesenta, señalaba treinta dias, que despues se prorogaron á cuarenta mas para redimir, y trascurrido ese término sin hacerlo, se perderían ipso fado, los derechos que hubiere, teniéndose por renunciados y admitiéndose la redención al primero que lo solicitara, dentro de los diez dias siguientes. El Sr. Limantour no redimió, 110 consumó su operacion ni en Enero, ni en Febrero, ni en Marzo, ni en Abril, sino hasta el 30 de Mayo, pues así lo dice la Oficina y el mismo Limantour que presentó ese certificado, el cual en lo conducente di"Sin embargo, no se hizo la correspondienc e j0 q U e B j g U a : t e liquidación hasta el día treinta de Mayo último, por las mu"chas atenciones de esta Oficina." ¡ Limantour, pues, no redimió dentro del término de la ley, sino hasta los ciento cincuenta dias, es decir,fuera del término, 'lj Véanse b i j o I a número9"20 y 53. y en materia de nacionalización de bienes, todos los plazos "se "contarán de momento á momento, con exclusión de los dias "festivos, y sin que para el aumento ó diminución de aquellos, "haya lugar á interpretación alguna tomada del espíritu de "las leyes, á cuya letra se estará." El término para redimir, dispuso la ley que fuera fatal y perentorio, y que quieu no redimiese dentro de él, renunciaba sus derechos. El Sr. Limantour renunció los suyos, si alguuos tuvo, y por su parte no deben admitirse interpretaciones ni si dependió de él ó de la Oficina, porque la disposición acabada de citar es terminante, ha de estarse, no al espíritu, sino á la letra de la ley. Mas ni por equidad debe atenderse á la razón que asienta el Sr. Mejía, de que no se hizo por las muchas atenciones de la Oficina, porque sus atenciones precisamente eran para redimir, y es una verdad innegable que á todo el mundo se admitió á redención y que el adjudicatario de una y el de machas casas, el liberal ó el reaccionario, todos tuvieron acceso y pronto despacho, porque en el ínteres de la Oficina de aplicarse el cinco por ciento que le concedió la ley, estaba despachar cuanto antes á todos, y es'.e cinco por ciento fué la causa de que se admitieran muchas é indebidas redenciones, tales como las de Limantour, pasado el térmiuo que permitía la ley y por lo mismo contra la ley. Qui Deua vnlt perdere prius deinentat, y el Sr. Limantour lo perdió, no Dios sino su codicia: no quiso pagar con pesos sino con compensaciones, pretendió que le regalaran las fincas y por esto no hizo sus operaciones á tiempo, sino hasta que vino teniendo esos certificados de compensaciones de Marzo y posteriores, y como las redenciones se admitieron sin perjuicio de tercero de mejor derecho, y sin opcion á percibir mas que lo dado y no otra cosa, se admitieron las del Sr. Limantour, probablemente convencida la Oficina que tendría que perder. Es asi que Limantour, según lo demostrado, no pagó la alcabala conforme á lo prevenido en la ley de veinticinco de Junio de mil ochocientos cincuenta y seis, luego no es válida su denuucia. Es así que 3*0 acredité mi denuncia y he hecho el pago de los bonos, según consta en la escritura, y otorgué los pagarés que cubro en dinero, luego es válida mi denuncia. Bajo cualquier aspecto que se examine el contrato de Limantour le resulta vicioso, nulo y contrario á derecho. Ya se convencerá el Sr. Limantour de que la cláusula de la ley 9 de estampilla que se puso en mi escritura, de que Bin perjuicio de tercero de mejor derecho, y que tanto le agrada, que le cree puesta ad hoc para él, uo le aprovecha en lo maa leve. Pero eso sí, con un candor infantil, cree que le valen miícho Alegato Je aquellas palabras: "con exclusión de cualquiera otro, <fcc.," fs!™*"^"- 1 u e estampa en su alegato y que le puso el Escribano en la dernoi. ° escritura. Aparece y resulta que en las ventas hechas por la Oficina de Desamortización, se arregló en unas á la ley, y en otras barrenó la ley abiertamente. En nuestro caso, cuáles ventas han sido ajustadas á la disposición legal, en cuáles se observaron sus prevenciones, cuáles fueron dentro del término, cuáles con dinero y crédito, cuáles sin las inútiles y hasta ridiculas cláusulas que tendían á destruir las disposiciones legislativas, y á I estampar sobre la frente del Gobierno un borron de mala fé que descubriría un estelionato culpable, que por decoro de la Nación Mexicana no puede ni debe consentirse? Mi humilde escrito lo demuestra: en esas comparaciones frias del hecho y del derecho, resulta que la Oficina se excedió de sus atribuciones con Limantour, no así en las mias! y quien traslimita sus facultades, procede contra derecho, y lo que se hace contra derecho ningún efecto produce y resulta nulo y de ningún valor. Otro punto en que el Sr. Limantour se apoya para creer que tiene derechos muy preferentes, es la posesion: esto es tan débil, que el contrario pidió el aseguramiento para que los inquilinos de las casas no me entregaran las rentas, lo que P R U E B A QUE A MI ME R E C O N O C I A N POR DUEÑO T YO TENIA L A Cuaderno 3. c f o j a , 23, PO- se corrobora aun mas, con el hecho confesado por el misino Limantour, de que yo recibí cantidades antes de la re- SESION: v o c a c i o n d e l f a n 0 d e l gr. j u e z B : i t i z . El Supremo Tribunal de Justicia, al revocar el fallo del Sr. Cuaderno 3 ° Bátiz, dijo entre otras cosas lo siguiente: " Y que se lleve adefojas 16. "lante el proveído por el Juzgado 6. ° de lo civil con fecha 18 "de Marzo; pero solamente mientras oidas las partes, en ia "forma legal, se decide judicialmente quién debe ser el poseed o r legítimo de las repetidas casas en virtud de los títulos "que ambos preseuten y pruebas que produzcan para lo que "volverán los autos al Juzgado de su origen, á efecto de que "teniendo presentes las leyes de la materia, administren pront a y cumplida justicia al que la tenga, entregando á éste el "importe de las cantidades retenidas; pagando cada parte las "costas que hayan causado en esta instancia. Hágase saber. "Así lo proveyó, mandó y firmó el C. Lic. José Arteaga, mag i s t r a d o que forma esta 3. 35 Sala del Tribunal de Justicia "del Distrito.—Arteaga.—Argel G. Caso, secretario." Tanto los artículos 23 y los de la ley de cinco de Febrero como la anterior sentencia que causó ejecutoria, declaran que con arreglo á las leyes de la materia, es decir, de Nacionalización y Desamortización, deben fallarse en el juicio de preferencia, y mi conciencia y las disposiciones citadas en el cuerpo de este escrito, me dicen que existe á mi favor. De lo espuesto y resultando que la contraria no ha probado en lo mas pequeño su acción y derechos, y yo si mis escepciones y defensas, Al Juzgado suplico se sirva declarar en todo como pedí al principio, con expresa condenación de costas, conforme á la ley 8, tít. 22 part. 3., a por la temeridad de mi contrario, dejándome mi derecho á salvo para reclamarle indemnización de perjuicios, y á Limantour los suyos, para que con arreglo al artículo 24 del Reglamento de cinco de Febrero, el Gobierno le devuelva las cantidades que de él hubiere percibido en los mismos términos que los percibió, es decir, créditos de compensaciones, y la parte proporcional de los $ 1,832, cantidad única que entregó en numerario. Lo pide así la justicia, lo exije la equidad, la moral lo grita, y lo proclama en voz alta el honor de la Nación. Hoy que la justicia no es un fantasma sino una realidad, lo espero confiadamente jurando lo necesario &c. México, Agosto 31 de 1864.-2). S. B.—J. B. T.