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Serna ríodeIzquierda Republicana
ORIE~TAGION
NUESTROS ARTISTAS
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Gregario Prieto es, tal vez, de demostracio nes Se trata del senlos señalados artistas que desde sualismo puro, cálido y persistenlos comienzos de su carrera se te que emana de los trazos segutrazó una línea recta, y a ella se ha ros de este gran diseñador, que
sometiLl o sin rectificaciones ni va· también ante la euritmia helénica
citación alguna. Su modo fu é el ha sentido vibra r su fi no espíritu.
lograr con el mínimum de elemen - A nuestro modo de ver, la casi totos el máximum de expresión. Más talidad de los trabajos presentados
aún: de la ingenuidad hizo Grego- por Prieto SO[1 un verdadero canto
rio Prieto la norma de su arte, y a la integridad de la línea, con la
en ella ha procurado asentar su que se logran armonías y ritmos
medio interpretativo, medio que deliciosos, obtenidas las unas y
el artista ha ido depurando hasta los otros con la interpretación de
llegar al simplismo y absoluta se - la forma en su estricta representa·
guridad en el trazo de hoy. Gre- ción, es decir, con el desnudo,
gorio Prieto, que , como ya indi - resuelto, además, muy modernacamos, €xcluyó de su pintura todo mente, pero dentro a un tiempo
lo vanamente accesorio, se lanzó del más sano clasicismo. Gre,gorio
Prieto, con su Exposición, señala
por esos mundos, y con plena con
cienci3, en el contraste continuo en su trayectoria artística un poside su manera con la ajena, sutilizó tivo avance, demostrado en la fír su pi ntura y dibujo, creándose su meza del dibujo, del que hace gala
inconfundible personalinad; per- en cualquiera de las muestras exsonalidad que actualmente apare- hibidas. Tanto en los temas de
ce en toda su integridad y pujanza figura como en los motivos de
en los diseños que expone en la paisaje, todos de fineza insuperaSala de Estampas del Museo Na - ble, el trazo expresa la emoción
cional de Arte Moderno. Toda la pretendida, ora en complejas comobra presentada tiene, a nuestro posiciones, ora en sencillísimos
modo ver, uua clara influencia asuntos, en los que el concepto
oriental; influencia que no absorbe de plasticidad adquiere la nota sula determinante personal, pero que perlativa de lo esquemático, sadirectamente obra en el tempera- zonada con un buen gusto y elemento y en la sensibilidad sutilí- gancias positivos. En torno al arte
sima que Gregorio Prieto posee. de Gregorio Prieto se ha iniciado
Hay mucho de japonismo en estas una enfermiza literatura. Nosotros
realizaciones últimas de Prieto. ¿Y somos acérrimos enemigos de todonde encontrar mejor cantera, en das estas apreciaciones, que no
la que el más exacerbado realismo pueden tener más valor que el de
se unimisma con la más desborda- una manifestación subjetiva. Ahoda fantas ía? Las estampas, porque ra q:.:eda ya, de la producción de
en realidad es lo que son, ofreci - Prieto, un caudal puro, diáfano y
das ahora por el sensible ejecu- consistente de arte noble, lealtante, poseen todo el lirismo, toda mente sentido, y el recargarlo de
la ensoñación que el arte ori ental arambeles y avalorios es precisapor modo tan penetrante reserva mente des vi rtuarlo, bastardeando
y difunde. Y por si estas cualida- su cualidad esencial, que es la de
des no fueran bastante a entroncar su sinceridad. El pintor y el dibuel arte de Gregorio Prieto con las jante í1 parecl!n en este personal
expresiones orien tales, aún ateso- certamen libres de artilugios y
ra una más, igualmente elemento cubiliteos. Podrá discutírsele el
nutricio en aquellas come en estas concepto, pero la expresión ofrecida se nos muestra escueta y pura
y como lógico corolario a un pro
blema que Prieto se planteó desde
qu e inició la marcha por las sen ·
das del arte. Gregario Prieto bebe
en su vaso, que podrá ser grande
o chico, pero tanto el contenido
como el continente son absolutamente suyos, y esto ya es respetable y atendible.
(D Po:ltica)
e
•
Este número ha sido
Visa o por la Censura
A[ N
Biblioteca Virtual de Castilla-La Mancha. Orientación. 9/6/1936.
El pasado martes, día 2, volvió
a sonar en los ám bitos del Cinema Proyecciones la voz gl Jriosa
de González Marin. Cualquier
nuevo elogio que pretendiéramos
aplicar al trabajo del recitador insigne, resultaría pálido a débil ante
la magnitud de su arte insuperable. Bastará consignar que la en
trada fué superior a la del recital
del 19 de Mayo, y los aplausos, si
cabe, más delirantes y entusiásticos que entonces.
Las dos composiciones de nues ·
tro paisano, el excelso poeta Juan
Alcaide Sánchez realzaron nueva mente su afiligranado contexto,
llenas de colorido y de gracia; so bre todo, ese cMartinico:. de «Lo
dice la gente» tan plástico y humano, tan emocionante y cruel en
su fibra de orate, que prende má ·
gicamente toda la sensibilidad del
público de la boca del recitador,
de su mímica y de su dinamismo
onomatopéyico tan logrado. Cuando González Marín terminó de re
citar la .Resurrección de Platero»
se dirigió a los espectadores en
elocuente y breve oración para felicitar al pueblo por el honor de
contar entre sus hijos a un tan
excelente vate, cuyas composiciones hará que triunfalmente reco rran el mundo, ya que en el reper ·
torio de González Marín han de
aparecer en todos los escenarios
selectos de América, hacia donde
el eximio recitador partirá el viernes próximo. Un aplauso vibrante, de clamor, de delirio, cerró las
frases de González Marín . Juan
Alcaide Sánchez, recogió, de la
mano del recitador y al final de
sus dos composiciones, el tributo
que sus paisanos le rendían con
aplausos frenéticos y sinceros.
Debem os destaca r, como lo mejor del programa con que en el
Recital se nos del eitó , el «Roma nce de la luna lun a ~ de Federico
García Larca; cLos peregrinitos» ,
de este mismo autor, que, a petición, recitó fuera de programa «La
misa de amor,. de Rod riguez Marín; y, por último, .El Piyayo,.,
de Carlos de Luna.
Lo más floj o del programa, cuya
llOica belleza está en la magistral
recitación, en el co lorido y en la
diafanidad de la expresión, es
decir, en el trabajo del artista, fué
.La Historia de Sevilla. , de los
hermanos Quintero, obra carente
de todo mérito, de pretensos efectismos y de infortunada chacota ,
amén de su pesadez y monotonía.
A.M
Viuda de
Antonio Madr id
Exportadora de Vinos
Teléfono, 1.05
Valdepeñas
(e. Real)
Plaza de la Repúblioa;:, 7
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