El jueves 5 de noviembre de 2009, la vecina de puerta que cuidaba a D. Esteban Juarros Soto, se puso en contacto con la familia, que tiene su residencia en Madrid, para comunicarle que su padre había sido ingresado con un cuadro de febril en el Hospital de Cabueñes de Gijón (Asturias). El diagnóstico inicial fue una infección de las vías urinarias. El hijo de D. Esteban visitó a su padre ese fin de semana para comunicar al resto de la familia el estado de salud de D. Esteban. El lunes 9 de noviembre, el médico informó en el propio hospital de Cabueñes y personalmente, que la infección de orina por la que había sido ingresado D. Esteban estaba controlada. Por ese motivo estuvo ingresado hasta el martes 10 de noviembre, día en el que le dieron el alta médica con la infección "controlada" recomendándole a D. Esteban antipiréticos en caso de que la fiebre aumentara. Una vez en su domicilio empezó a tener síntomas febriles. En la mañana del jueves y después de haber hablado el martes y el miércoles con su familia residente en Madrid, D. Esteban telefoneó a su hijo para comunicarle que se encontraba mal. Acto seguido se puso en contacto con la persona que lo cuidaba para saber cual era su estado. A los diez minutos y después de que Dª. Pilar le hubiera visto, nos comunicó que mi padre tenía 40º C de fiebre, síntoma extraño para una persona que hasta hace unos minutos había desayunado normalmente en su domicilio. Por esa razón y dado el claro empeoramiento, Dª. Pilar solicitó una ambulancia. El ingreso en el área de urgencias del mismo hospital fue, dentro de nuestro conocimiento, en un estado de coma en torno a las 11.30h. Su cuidadora nos informó que los médicos le comunicaron que había sufrido una bajada de tensión y una subida de fiebre a 41º C. Por todo ello, su esposa e hijos, se trasladaron desde Madrid hasta Asturias el mismo jueves poniéndose en contacto telefónico con la doctora que le estaba atendiendo en urgencias en ese momento. Nos comunicó que su estado era grave y que no tenía un diagnóstico claro (se le había hecho un scanner y una punción lumbar para descartar una posible meningitis). D. Esteban estuvo en un coma continuado de improbable remisión, descartando los médicos que le trataban su ingreso en la UCI del Hospital. En torno a las 19.00h le pasaron a planta desde el servicio de urgencias. Entre las 11.30 de la mañana y las 19:00h mi padre estuvo en estado de coma en un box de urgencias hasta que le pasaron a planta. A las 22.40h del mismo jueves, mi padre Esteban Juarros Soto fallecía en su habitación con evidentes restos de sangre en la bolsa que recoge la orina de la sonda. El médico que certificó su fallecimiento nos aseguró verbalmente que la muerte había sido causada por una extensión de la infección, inicialmente de origen urinario y que posiblemente el Parkinson que padecía la había extendido por todo el cuerpo. A continuación, y después de pasados unos 15 minutos del fallecimiento, se personó con otra doctora sugiriendo la práctica de una necropsia con el objetivo de esclarecer finalmente los motivos del repentino fallecimiento. En la tarde del viernes 13 solicitamos en el Hospital los informes del último ingreso. Informes que nos fueron denegados junto con el informe de la autopsia. Respecto a este último, nos indicaron que nos lo podrían entregar en el plazo de un año. El personal sanitario al que reclamamos la documentación nos hizo saber que habían escuchado comentar a colegas de profesión la extraña causa del fallecimiento de mi padre. En este sentido les habían advertido de la posibilidad de que fuéramos a solicitar más información. Acto seguido sus hijos nos pusimos en contacto con la defensora del paciente, Doña Carmen Flores (a la que le estamos sinceramente agradecidos por el trato y la sensibilidad mostrada) para transmitirle nuestra sensación de extrañeza e impotencia ante todo lo sucedido. Por la repercusión que tuvo el caso en los medios de comunicación y después de haber estado el lunes 16 de noviembre con el jefe de medicina interna del hospital, el martes 17, el gerente del Hospital de Cabueñes, se puso en contacto conmigo sobre las 14:15h para comunicarme su interés por mantener una reunión presencial en el centro hospitalario. Sobre la 14:45h me personé en el hospital. A los pocos minutos de esperar en una sala, se personaron el Gerente anteriormente citado, junto con el director médico y el jefe de medicina interna del centro hospitalario. Tras mostrarme sus condolencias, me enseñaron una copia de informe de estudio de virus de nuestro padre en el que se reflejaba que la causa del fallecimiento de D. Esteban había sido la gripe A. De ahí mi sorpresa, ya que en ningún momento hasta la fecha se nos comunicó que esa podía haber sido la causa del fatal y repentino desenlace. El día del ingreso del 12 de noviembre, no se nos comunicó que se le habían hecho ese tipo de pruebas (gripe A) y mi padre estaba compartiendo habitación con otro paciente. Tanto las enfermeras como el médico que lo atendieron no disponían de ningún tipo de protección ni nos advirtieron de la posibilidad de contagio de este tipo de gripe, por lo que mi hermana, familia amigos y yo mismo estábamos en contacto físico y directo con mi padre. Siento repetirlo, pero HASTA EL 17 DE NOVIEMBRE NADIE NOS BARAJÓ LA POSIBILIDAD NI NOS COMUNICÓ QUE SE LE HABÍA REALIZADO PRUEBA ALGUNA DE ESTE TIPO DE GRIPE. Según el director médico, él nos facilitaría todo lo que estuviera en su mano hasta que le reclamé los tejidos de las diferentes pruebas a lo que el me contestó “eso habría que hacerlo por otras vías” (judiciales entiendo yo). Hubo un momento de la reunión en el que me transmitieron su preocupación por el impacto mediático que estaba teniendo la noticia. Me explicaron que el periodo de incubación de la gripe A es de tres a cinco días, por lo que yo les planteé la posibilidad de que la hubiera podido contraer en el hospital, a lo que me contestaron que los enfermos de gripe A ingresados en el centro están aislados y sería muy difícil. De todos los hechos acontecidos deduzco y me pregunto que: Durante el primer ingreso no se le detectó la gripe A. Si tenían sospechas que esa era la causa de la fiebre, ¿Por qué no nos dijeron nada hasta cinco días después de la defunción? ¿Por qué no se nos comunicó que se le había realizado la prueba de la gripe A? (enfermedad que no se nombró en ningún momento) Si se tiene la sospecha de que algún enfermo padezca la gripe A, ¿se le hace compartir habitación con otro paciente y estar en contacto directo con otras personas sin ningún tipo de protección? ¿Por qué el médico que trató a nuestro padre el día de su fallecimiento nos dijo que había sido provocado por una extensión de la infección de orina por la que se le había dado el alta dos días antes? Que el fallecimiento nuestro padre pudo haber sido por una infección de orina mal curada Que el fallecimiento de nuestro padre pudo haber sido causado por dos tipos de infecciones, gripe A y urinaria. ¿Por qué si se nos comunica el 17 de noviembre a las 15:00h que el fallecimiento fue causado por ese tipo de virus y debido a la información a la que tiene derecho la población, hasta la fecha (miércoles 18) el hospital no se ha pronunciado? Que el protocolo general a seguir en estos casos, estrictamente llevado a cabo por el hospital (según ellos), a la vista de los acontecimientos, consideramos que no es el correcto. Nos gustaría agradecer a la persona que le cuidó hasta el último momento así como a la defensora del paciente Doña Carmen Flores, Don Eduardo y Don Santiago del despacho de abogados “Diez Curiel”, al fiscal jefe de Asturias Don Gerardo Herreo, a todos los medios de comunicación que están tratando con tanto respeto este caso y a todos cada uno de los amigos y familiares que nos están apoyando en estos difíciles momentos. También nos gustaría transmitir nuestro apoyo más sincero a todas las personas que hayan pasado o estén pasando por casos similares de dudosa resolución. Por todo ello, muchísimas gracias a todos. Nuestro recuerdo para ÉL siempre. D.E.P.