SURREALISMO Y PSICOANÁLISIS Saludos lectores de espiral… Les quiero proponer un ejercicio de reflexión y pensamiento para crear un estímulo y en consecuencia conseguir una reacción mental interesante, estimulante y adulta en la frontera donde se reúnen la genialidad y el prestigio. Eso sí… pasado por el prisma de nuestra realidad diaria. Lectores de espiral, les quiero escribir sobre un estilo artístico tan conocido como mega-prestigioso, donde tenemos muchos puntos en común con la gente de esta revista… El Surrealismo. El Surrealismo introdujo toda una revolución en el arte en su época, tiempos difíciles entre la guerra y la posguerra, y el Psicoanálisis fue una corriente teórica que lo nutrió. Uno de sus máximos exponentes fue el archiconocido “Salvador Dalí” y “Sigmund Freud”, el padre del psicoanálisis y mecenas de la psiquiatría actual. El Surrealismo, antes de volcarse en el plano de la pintura y otras ramas del arte, surgió como un movimiento artístico ligado al mundo literario. Nace en Francia poco antes del siglo XX. Su gran ideólogo fue André Breton, reconocido poeta de esos tiempos. No obstante, el término surrealismo se debe a Apolinaire, quien lo acuñó en 1917, cuando el desarrollo del conocimiento del hombre y de la mente, con Freud y el psicoanálisis como mayor exponente, confluían con las corrientes artísticas, elitistas y políticas de la época. Así el Surrealismo trataba de plasmar el mundo de los sueños y los fenómenos del subconsciente en el plano de todas las expresiones artísticas conocibles, como por ejemplo la pintura. En el arte surrealista los dibujos son ilógicos, fantásticos, sin sentido… que es quizás su gran misterio y atractivo hacia el concepto más siniestro de la mente (lo desafiante, misterioso, peligroso…) Trataba de transcribir todo lo que pasaba por la cabeza del artista sin ningún control de la razón, de la estética o de la moral, llegando por muchos caminos a una simbiosis entre locura y arte, donde Salvador Dalí fue un máximo exponente y de ello un reputado pintor… Por ello, lectores de Espiral, esto me lleva a una conclusión: que Salvador Dalí encontró en el Surrealismo una vía de escape a su “¿locura?”, aquí encontró su refugio para llevar bien su diagnóstico y aprovecharlo para su arte. Sólo les diré un apunte para que vean que todo y que se medicó largos años con medicación que tomamos también nosotros es un pintor con prestigio contrastado. El dato es que el Museo Dalí de Figueres es el más visitado junto con el Museo del Prado de Madrid en toda España y eso es incontestable. Uno se puede medicar y tener una vida fascinante, donde tú puedes tener cultura, talento, dinero, fama, reconocimiento y prestigio… Les brindo, lectores de Espiral a pensar en ello, en este pequeño ejercicio intelectual confluyen el romper barreras y que intelectualmente se puede hacer una aportación satisfactoria a toda la sociedad a pesar de tomar medicación… El desgaste donde abrir caminos de puntos en común entre la gente hace que en el grupo que es la sociedad haya lugar para todos, donde todos tenemos nuestra función para el mejor nivel del trabajo en equipo en beneficio de todos… con nuestros deberes y derechos. MARC Febrero 2012