07 REV ESPManual sobre el Aficionado

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Estrasburgo, 14 de noviembre de 2006
T-RV (2006) 7 REV ESP
Convenio europeo sobre la violencia e irrupciones de espectadores con motivo de
manifestaciones deportivas y especialmente de partidos de fútbol (T-RV)
Manual
sobre el desarrollo y la creación de
cartas del aficionado en Europa
elaborado por Thomas SCHNEIDER, miembro de la Oficina de coordinación de
Proyectos para los aficionados de la organización alemana de Deportes juveniles, y
por Daniela WURBS, de la Asociación Juventud y Deporte / Fanladen St. Pauli
(proyecto sobre los aficionados del FC St. Pauli)
como documento independiente aún sin adoptar oficialmente por parte del
Comité Permanente del Convenio europeo sobre violencia de los espectadores.
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Índice
Índice.......................................................................................................................... 2
Introducción ............................................................................................................... 3
A. El papel de las cartas del aficionado dentro de una política
integral de prevención ............................................................................................... 5
B. ¿Qué es la carta del aficionado? Objetivos y principios generales...................... 11
C. Desarrollo e implantación de una carta del aficionado........................................ 13
D. Ejemplos de cartas del aficionado en Europa...................................................... 35
Resumen ................................................................................................................... 46
Apéndice 1................................................................................................................ 47
Apéndice 2................................................................................................................ 49
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Introducción
Durante los veinte últimos años se han llevado a cabo diversos enfoques preventivos para
evitar y contrarrestar la violencia y los actos vandálicos de los espectadores, tratando de
evitar conscientemente el uso de la intervención pura y la adopción de medidas reguladoras.
Estas estrategias se han profesionalizado y, hasta cierto punto, institucionalizado en
diversos países europeos a escala local, nacional e internacional.
Diversas partes relacionadas con este fenómeno han constatado directa o indirectamente la
eficacia del fundamento teórico y de los métodos de los modelos prácticos
correspondientes. En particular, estos aspectos se abordaron en el manual sobre prevención
de la violencia en el deporte elaborado por el “Comité Permanente del Convenio europeo
sobre la violencia e irrupciones de espectadores con motivo de manifestaciones deportivas
y especialmente de partidos de fútbol” (Recomendación n.º 1/2003).
Como ya han destacado el manual sobre prevención de la violencia en el deporte y las
recomendaciones del Comité Permanente (véanse las Recomendaciones 2/1989 y 1/2003),
la relación entre los hinchas y los clubes desempeña un importante papel en el marco de
todas las actividades preventivas. La relevancia de los clubes deportivos como puntos de
referencia social dentro de su comunidad y de su entorno social no se limita únicamente a
los momentos en que se celebran encuentros y competiciones.
Es por tanto deseable que los clubes deportivos y las asociaciones tomen nuevas medidas
para adoptar una política promocional hacia los hinchas que inicie un proceso de
conocimiento mutuo y para establecer un nuevo vínculo social con sus aficionados.
Una medida concreta y viable podría ser la adopción de una Carta del aficionado.
Actualmente, existen varias iniciativas para negociar e implantar cartas del aficionado en
Europa, pero hasta ahora no ha existido una estrategia real para promocionarlas y hacerlas
públicas.
Este manual trata de ser una guía práctica para ayudar a los clubes y a los aficionados a
desarrollar y establecer conjuntamente una carta del aficionado. Los procedimientos
descritos se aplican a todas las áreas del deporte, aunque de manera especial al fútbol
profesional, y se dirigen principalmente hacia los clubes y los representantes organizados
de los aficionados como partes implicadas en la carta. No obstante, en el ámbito local
también pueden emprender el desarrollo de una carta del aficionado las asociaciones
deportivas y las instituciones de aficionados, como proyectos para los aficionados,
organizaciones generales u otras instituciones relacionadas con las partes involucradas.
Los grupos potenciales a los que se dirige este manual deben utilizarlo para determinar los
derechos y responsabilidades básicos de los aficionados y de los clubes, así como para
implantarlos en forma de acuerdo mutuamente vinculante como carta del aficionado.
Dentro de este contexto se ofrecen fundamentos teóricos, métodos de negociación y
posibles marcos, además de otros elementos fundamentales para una carta del aficionado.
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Por último, se muestran y analizan ejemplos actuales de buenas prácticas relacionadas con
cartas del aficionado en Europa.
Los procedimientos y los elementos principales de una posible carta que aquí se proponen
no deben entenderse como normas estrictas ni como un resumen completo, sino más bien
como una recopilación de sugerencias, recomendaciones y propuestas. Quienes se muestren
interesados en el tema pueden acudir a los módulos y sugerencias que se adecuen a su
situación local específica.
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A. El papel de las cartas del aficionado dentro de una política integral de
prevención
1. Causas de la violencia de los espectadores en el fútbol
Las diversas medidas actuales para contrarrestar y prevenir la violencia y el vandalismo de
los espectadores en el deporte, especialmente en el fútbol, están estrechamente ligadas a un
cambio general de perspectiva sobre el origen de dichos incidentes.
Aunque en la década de 1970 y principios de la de 1980 generalmente se achacaba la
violencia en el deporte a una razón concreta, las teorías actuales han adoptado un
planteamiento más diversificado sobre el tema. La Recomendación n.º 1/2003 del Comité
Permanente recalcaba: “Esta violencia forma parte de un fenómeno social más amplio que
afecta negativamente a los verdaderos aficionados que respetan la ley y a los residentes
locales”. Por tanto, las causas de la violencia de los espectadores en el deporte deben
contemplarse en función de las condiciones específicas a las que se asocia y de los
protagonistas implicados. Esto también se basa en la observación de que el aumento de los
actos violentos en el deporte, especialmente en el fútbol, parece estar relacionado con su
mercantilización y profesionalización.
Del mismo modo que nuestras acciones cotidianas se ven sometidas a diversas influencias,
la conducta violenta sólo puede explicarse de acuerdo con tales circunstancias. Estas
influencias a la vez generales y específicas que se complementan entre sí pueden
observarse a escala individual, de grupo y estructural.
Igualmente, los avances realizados en el deporte moderno en todos sus aspectos siempre
reflejan cambios en la estructura social general: desaparecen los vínculos, las percepciones
y los valores tradicionales, y cada vez se juzga más a los individuos de acuerdo con una
serie de principios económicos predominantes, es decir, según el éxito y la prosperidad
económica.
La presión que ejercen estos valores sociales de éxito económico provoca tensiones
emocionales. Por una parte, los ciudadanos de las sociedades industriales modernas se
sienten obligados a reprimir sus emociones. Cuando las personas carecen de alternativas
para controlar sus sentimientos y viven en determinadas condiciones de tensión psicológica
con escaso margen para el desarrollo personal y la acción, estas emociones y tensiones
emocionales reprimidas pueden dar lugar a una mayor aceptación de la violencia y al uso
de medios ilegales para obtener status y reconocimiento.
Desde principios de la década de 1990 se ha observado que, con el avance de la
globalización y debido a los graves problemas de integración que se han producido en
numerosos países europeos, las conductas violentas aparecen más frecuentemente asociadas
a actitudes racistas o discriminatorias en otros sentidos.
La relevancia social del éxito personal también se refleja en las estructuras del deporte
moderno. Por ejemplo, la competición entre jugadores por conseguir una plaza permanente
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en su equipo es ahora más agresiva. Al mismo tiempo, están cambiando las reglas con el fin
de que el deporte sea cada vez más dinámico y emocionante para satisfacer las ambiciones
de los clubes de conseguir el máximo rendimiento económico.
Esto tiende a agravar la propensión de los espectadores hacia la violencia, en particular en
los deportes dinámicos, en los que se produce un mayor número de acciones agresivas, o
bien hace que el deporte les resulte atractivo porque pueden utilizarlo como medio para
manifestar su agresividad interior. Al incrementar la incertidumbre del deporte se produce
una mayor emoción en los espectadores, lo que refuerza su tendencia al uso de la violencia.
Dado que el deporte moderno cada vez se está convirtiendo más en un entretenimiento
comercial, restando así protagonismo a los verdaderos aficionados, estos últimos se han
hecho más sensibles a su propia presencia en el estadio. Debido a la degradación estructural
de los clubes que han experimentado los aficionados durante el desarrollo del deporte
moderno, así como al desfase social creciente entre aficionados y clubes, los espectadores
han comenzado a distanciarse de los eventos deportivos para concentrarse en sí mismos.
Esto se refleja, entre otras cosas, en los actos estéticos, como hacer la ola en el estadio, o en
la realización de actuaciones egocéntricas preparadas, pero también en los estallidos de
violencia entre los espectadores.
Los medios de comunicación también pueden contribuir considerablemente a la violencia
en los estadios a través de su cobertura de los deportes. Una dramatización inadecuada de
los eventos deportivos y el uso de un lenguaje agresivo que subestima la violencia y
convierte los encuentros deportivos en eventos de máxima prioridad provocan una
amplificación de las agresiones entre los hinchas. Para incrementar las ventas, se desatan
las emociones de los espectadores y se fomentan sus aficiones violentas.
La atención de los medios de comunicación como forma de reconocimiento social puede
desempeñar también un papel muy importante para los aficionados violentos. Al ser
clasificados como alborotadores violentos y criminalizados en los medios de comunicación,
pueden incluso sentirse animados a persistir en su conducta, ya que les permite captar la
atención del público.
Durante mucho tiempo, el método preferido para contrarrestar la violencia y los actos
vandálicos de los espectadores han sido las intervenciones represivas y legislativas. Sin
embargo, ha quedado de manifiesto que una presencia inadecuada de las fuerzas de orden
público en el estadio y en las tribunas puede contribuir o incluso dar lugar a brotes de
violencia.
Las estrategias de seguridad indiscriminadas no distinguen entre los escasos alborotadores
potenciales y los espectadores normales, y por tanto suelen afectar a la mayoría de los
aficionados pacíficos que, erróneamente, consideran restringidas sus posibilidades de
participación y se ven injustamente clasificados como agitadores potenciales. Esto puede
dar lugar a una mayor solidaridad dentro de los colectivos de hinchas pacíficos y de los de
tendencias violentas, pero también entre ambos tipos de grupos, dirigida contra las fuerzas
de orden público. Asimismo, la presencia de la policía uniformada intensifica aún más las
emociones de los aficionados en el estadio, ya de por sí rodeados de estímulos agresivos.
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La aplicación de una vigilancia reguladora a gran escala también alteraría los mecanismos
básicos de autorregulación que existen entre los aficionados. Esto podría en último término
agravar considerablemente la violencia incontrolada y, como podemos ver actualmente,
trasladarla a otros espacios menos controlados fuera del estadio.
La situación especial, el ambiente de los eventos deportivos y su organización también
pueden influir enormemente en el comportamiento de los espectadores. A este respecto,
cabe destacar la conducta del personal de seguridad en situaciones específicas, así como la
dinámica y el grado de incertidumbre del propio evento deportivo. En particular, las
condiciones generales dentro y fuera del estadio pueden tener un impacto vital en las
reacciones de los espectadores ante determinadas situaciones. Un desplazamiento
problemático, las dificultades para acceder al estadio, la aglomeración excesiva de
espectadores demasiado cerca del propio terreno de juego, las medidas insuficientes para
separar a los hinchas (especialmente de grupos rivales), el mal estado y la escasa
disponibilidad de las instalaciones sanitarias y del servicio de cátering, son todos factores
que incrementan la probabilidad de que se produzca una mayor excitación de los
espectadores que acabe en violencia. Cuanto más importante sea el evento deportivo para
“su” club y más se identifiquen los aficionados con éste y con el equipo, más agresivo será
el estado de ánimo subyacente de los hinchas.
No obstante, hay que recalcar que la mayoría de los aficionados son pacíficos, y que es sólo
una minoría de espectadores la que acapara la atención debido a su conducta violenta y
negativa. Sin embargo, es en esta minoría en la que más se fija el público.
Las distintas causas de la violencia de los espectadores exigen la adopción de un
planteamiento igualmente diversificado para contrarrestarla y prevenirla. A este respecto, el
Comité Permanente ha hecho hincapié en la necesidad de un enfoque integral en su manual
sobre la prevención de la violencia en el deporte (Recomendación n.º 1/2003).
La intervención reguladora y las medidas de control, soluciones que han predominado
durante mucho tiempo, se han visto enmendadas por diversas medidas de prevención
activas e integradoras. Teniendo en cuenta las complejas raíces del problema, estas medidas
tratan de establecer una cooperación constructiva y participativa desde distintos ángulos, así
como un diálogo continuo entre todas las partes competentes, incluidos los aficionados, con
el fin de reducir de manera viable la violencia y los actos vandálicos de los espectadores en
los eventos deportivos.
2. La relación entre aficionados y clubes como objetivo de las estrategias de prevención
Con frecuencia se ve a los aficionados exclusivamente como alborotadores o como víctimas
de la violencia. Sin embargo, deben considerarse como actores, personas que pueden
contribuir activamente a resolver el problema.
Según el análisis de las causas antes realizado, la relación entre los clubes y los aficionados
proporciona un amplio marco para establecer diversas medidas preventivas.
Los clubes deportivos gozan de un elevado reconocimiento dentro de su entorno social y
local. A este respecto, pueden erigirse en un verdadero motor que promocione el deporte y
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que contribuya sustancialmente a los procesos de integración y educación social,
especialmente de los jóvenes, promoviendo valores como el juego limpio y la tolerancia.
En este contexto, debe aprovecharse el potencial enormemente positivo de la afiliación de
aficionados o espectadores a un club para fomentar un comportamiento social positivo entre
los hinchas.
Una conducta positiva por parte de los aficionados depende en gran medida de cómo les
traten y consideren las autoridades correspondientes, así como de las posibilidades que se
les ofrezcan para participar en su evento deportivo favorito.
Cuando los aficionados se sienten frustrados por la falta de ocasiones para participar, la
organización del evento es deficiente o se aplican estrategias de seguridad indiscriminadas,
es más probable que muestren conductas agresivas y que los alborotadores violentos logren
así una mayor esfera de influencia, ya que la insatisfacción creciente de los demás
aficionados puede ampliar también su ámbito de actuación.
La mercantilización de los estadios y de los deportes modernos a través de los
patrocinadores y, como consecuencia de ello, los conflictos de intereses y la alienación de
hinchas y clubes (por ejemplo, al reducir las zonas para los aficionados, elevar el precio de
las localidades y centrarse más en aspectos relacionados con la seguridad, particularmente
en los grandes eventos deportivos) entrañan el riesgo de que los verdaderos aficionados
queden excluidos y no se integren de forma adecuada.
Los clubes deben asumir su parte de responsabilidad sobre los espectadores y los
aficionados y sobre su conducta, admitiendo que ejercen una influencia considerable sobre
ella.
En el marco de la relación entre aficionados y clubes es vital reducir la degradación
estructural de los aficionados a los deportes modernos con el fin de evitar la violencia de
los espectadores. Por tanto, debe ofrecérseles la oportunidad de participar en las actividades
correspondientes y en los procedimientos decisorios de los clubes.
Los clubes deportivos deben tomar la iniciativa y esforzarse por entablar una comunicación
y una relación activa con sus hinchas. Deben valorar y potenciar el papel de las peñas
deportivas como un grupo de presión dentro de su estructura organizativa, fomentar su
creación y consultarles sobre los asuntos relativos a la gestión y las actividades del club.
Cuanto más participen estos grupos en las decisiones del club, mayor probabilidad habrá de
que traten de crear un ambiente de diversión sin problemas para todos los espectadores.
Esto ha sido especialmente notable en las iniciativas contra el racismo que han adoptado
clubes y grupos de aficionados de numerosos países.
Los clubes pueden demostrar un mayor sentido de la responsabilidad hacia los hinchas y
hacia sus intereses mediante el nombramiento de un encargado para las relaciones con los
aficionados o incluso creando “departamentos de aficionados” específicos. Para estos
departamentos los clubes deben emplear a personas que conozcan profundamente a los
aficionados al fútbol, su cultura y sus intereses. Este personal de los departamentos de los
aficionados constituye un enlace concreto entre el club y sus hinchas. Dentro de esta labor,
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en parte muy delicada, también es necesario que los departamentos de aficionados
constituyan un elemento independiente de la estructura de gestión del club (por ejemplo,
sin vínculos con los departamentos de seguridad), y por tanto dotarles de capacidad de
decisión a gran escala.
Por ejemplo, en todos los clubes profesionales de Alemania existe un encargado con
capacidad decisoria responsable de las relaciones con los aficionados para garantizar el
apoyo a las asociaciones de hinchas, así como el mantenimiento de una comunicación
directa y permanente entre el club y los aficionados.
No todos los aficionados son socios de los clubes (y desean recibir fondos de éstos). Los
encargados de los departamentos de aficionados deben ser conscientes de ello y abrir un
diálogo con todas las partes del entorno local de sus aficionados.
Asimismo, el papel social de los clubes no puede reducirse meramente a aspectos
deportivos y a otras actividades relacionadas con el club.
Debido a su gran valor simbólico y al trabajo de los clubes dentro de numerosas redes
institucionales de sus alrededores, pueden desempeñar un papel crucial en el desarrollo y la
implantación de políticas sociales en su comunidad. Con este trasfondo, los clubes pueden
incluso fomentar el comportarse como buenos ciudadanos dentro del vecindario.
En este contexto, existen diversos ejemplos dignos de mención sobre la implantación
práctica de estos principios en varios Estados Miembros de la Unión Europea, ya descritos
en el manual sobre la prevención de la violencia en el deporte publicado por el Comité
Permanente (Recomendación n.º 1/2003).
De nuevo, es deseable una estrecha colaboración con los grupos de aficionados locales. En
el marco de los proyectos conjuntos en los barrios más allá de las actividades regulares del
club esto puede arrojar sobre el club una luz positiva, y con su ayuda disipar los prejuicios
habituales contra los aficionados.
La inclusión de medidas relevantes en una carta del aficionado y en una red general de
iniciativas y estrategias preventivas (por ejemplo, una labor social preventiva con los
aficionados) puede contribuir enormemente a reducir aún más la violencia de los
espectadores.
3. La relación entre peñas deportivas / aficionados como factor impulsor de la
autorregulación
La relación general y las actuales estructuras de comunicación entre grupos de aficionados
y peñas deportivas, en particular entre hinchas opuestos, aunque también entre los
aficionados de una misma peña, ofrecen grandes posibilidades para abordar la prevención
de la violencia.
Cuanto más eficaces o armoniosas sean las relaciones en cuestión, más desarrolladas
estarán las estructuras de cooperación y de red, y cuanto más constructiva sea la distinción
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entre la cultura del debate y el modelo de resolución de conflictos, menor probabilidad
existirá de que se produzcan tendencias violentas entre aficionados y peñas.
La mejora de los mecanismos de autorregulación dentro y entre grupos de aficionados y
peñas debe por tanto considerarse como la máxima principal de las estrategias preventivas
que deben desarrollarse a este respecto.
Impulsar el intercambio personal y mejorar las estructuras de comunicación entre peñas y
aficionados, así como fomentar las estrategias de resolución de problemas puede por tanto
contribuir a eliminar prejuicios y reducir la probabilidad de que se produzcan conductas
agresivas.
La apertura de un diálogo directo y permanente entre los hinchas y las peñas en el seno de
estas últimas por medio de la creación de asociaciones organizadas (por ejemplo, el
nombramiento de un grupo como portavoz de una peña) y la correspondiente celebración
de reuniones regulares, como ya hacen varios clubes en Europa, representa un importante
elemento en este sentido.
Estos procesos comunicativos también pueden verse facilitados mediante la provisión, no
sólo en días de partido, de instalaciones para aficionados y peñas como lugar de reunión
colectivo, ya sea en el estadio o en el local del proyecto para los aficionados o incluso en
forma de local independiente para ellos.
Existen también numerosas formas en las que los nuevos medios de comunicación pueden
contribuir de manera importante a mejorar los canales de comunicación y de información
no sólo entre los aficionados, sino también en un entorno más general. Por ejemplo, deben
crearse en Internet foros de debate para peñas o aficionados donde los hinchas puedan
intercambiarse información actualizada y tratar temas relevantes independientemente de
donde se encuentren. En los sitios web existentes o en la información sobre contactos
alternativos para los grupos y peñas de aficionados deben también existir vínculos con otros
clubes en la página de inicio del club o del proyecto para los aficionados.
En caso de disputas entre distintos grupos de aficionados dentro de un club, es deseable
buscar una solución rápida y constructiva al problema surgido entre ellos. Sin embargo, si
el conflicto no se puede resolver internamente, si se endurecen las posturas o si ya se han
producido actos de violencia, el proyecto o el departamento de aficionados de un club, por
ejemplo, podrían actuar como mediadores neutrales e invitar a los representantes de las
partes rivales a dialogar.
Deben también cultivarse y promoverse en particular los lazos de amistad existentes entre
aficionados, así como las relaciones amistosas entre grupos de aficionados de clubes
rivales; tales relaciones deben contar con un respaldo activo por parte de los clubes
correspondientes.
Por ejemplo, es recomendable organizar reuniones entre miembros de grupos de
aficionados rivales (por ejemplo, en el marco de un encuentro amistoso), sobre todo antes
de los partidos importantes. Esto también se aplica a los roces entre los clubes y los grupos
de aficionados rivales, donde deben sopesarse cuidadosamente los posibles riesgos.
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A este respecto también se podrían crear páginas de información y libros de huéspedes
especialmente dedicados a los hinchas rivales en los sitios web de las peñas y grupos de
aficionados de un club.
En cualquier caso, es necesario incrementar los esfuerzos para lograr una mayor integración
entre los aficionados y los grupos de hinchas de distintos clubes, así como instaurar
actividades que les unan sobre la base de su interés común por el fútbol. Lo mismo se
aplica al fomento de la organización de eventos conjuntos y a la unidad de los aficionados
de distintos clubes bajo una causa común: por ejemplo, campañas contra el racismo, contra
la represión y la mercantilización del fútbol, etc.
Las personas o grupos que ya estén consolidados dentro del colectivo de aficionados en
particular deben asumir la responsabilidad sobre esto. Sin embargo, también los clubes, y
en particular sus departamentos de aficionados y los proyectos para aficionados, deben
promover, respaldar activamente y, si es necesario, actuar como moderadores en los
procesos en cuestión.
B. ¿Qué es la carta del aficionado? Objetivos y principios generales
Básica y preferiblemente, una carta del aficionado es un acuerdo vinculante y contractual
entre hinchas y clubes.
Debe elaborarse una carta del aficionado y adoptarse tanto por el club como por los
representantes de la organización de aficionados en cuestión. En ella se establece una serie
de objetivos comunes, así como las obligaciones del club hacia sus aficionados y viceversa,
y se definen claramente los derechos y obligaciones de cada una de las partes.
De este modo, la carta del aficionado puede contener normas y conceptos generales y, por
medio de ella, ambas partes, los aficionados y el club, se comprometen a aplicar y cumplir
lo establecido. Forman parte de una “asociación preventiva” entre aficionados,
organizaciones de aficionados y clubes.
La carta del aficionado puede tratar asuntos como afiliación al club, consultas e
información, accesibilidad y uso de los estadios, seguridad de los espectadores, venta de
localidades, productos comerciales, actividades comunitarias, premios a la fidelidad y lucha
contra el racismo y la violencia. Debe tener validez general, pero también puede centrarse
en temas específicos, como por ejemplo, medidas contra el racismo, la xenofobia y la
discriminación en el fútbol.
La redacción y la puesta en marcha de una carta del aficionado debe basarse en la
comunicación y en el intercambio entre los aficionados y el club, incluyendo la
colaboración con las autoridades locales y los medios de comunicación, y centrarse en los
valores del juego limpio en el deporte.
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Básicamente, una carta del aficionado bien adaptada a la situación local y ampliamente
aceptada por todas las partes afectadas contribuiría a formalizar la relación entre clubes y
aficionados, dotándola de una mayor transparencia y mejorándola.
Mediante la adopción y el establecimiento de los valores de una carta del aficionado a
escala local, los hinchas, representados por sus organizaciones, deben obtener un mayor
reconocimiento por parte de los clubes. Al mismo tiempo, la situación de los aficionados en
general puede verse reforzada mediante su participación y su responsabilidad como
firmantes de la carta en igualdad de condiciones. De este modo se les considera, en los
clubes y entre el público en general, como parte de la solución para luchar contra la
violencia de los espectadores, puesto que dejan de desempeñar el mero papel de delincuente
o de víctima.
Lo ideal sería animar y potenciar el papel de las peñas deportivas como signatarios directos
del contrato en el transcurso de las negociaciones y en la adopción de la carta. En el mejor
de los casos, esto daría lugar a un proceso entre los aficionados que proporcionaría a las
peñas deportivas dentro de los mecanismos de la autorregulación un mayor campo de
actuación como representantes responsables y constructivos. Al mismo tiempo, el uso de la
violencia o la destrucción como pauta para resolver problemas y comportarse perdería su
atractivo.
Durante la elaboración conjunta y la adopción de la carta, aficionados y clubes deben
acercar sus posturas. Por una parte, esto puede fomentar el entendimiento mutuo ante
intereses y comportamientos parcialmente contradictorios y, por otra, podrían superarse las
distancias sociales. A la larga, una carta del aficionado ayudaría a éstos y a los clubes a
desarrollar su sentido de la responsabilidad hacia el otro.
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C. Desarrollo e implantación de una carta del aficionado
1. Búsqueda y desarrollo de asociaciones relevantes entre los aficionados
A pesar de ciertas modificaciones realizadas en las condiciones básicas, los aficionados aún
no han perdido por completo su confianza en el fútbol y siguen fascinados por él. Miles de
hinchas siguen acudiendo a los estadios cada fin de semana.
Los clubes continúan haciendo hincapié en la influencia de los aficionados sobre lo que
sucede en el campo (“jugador n.º 12”), y por tanto sobre “su” club. En particular, cuando el
equipo ha sido derrotado o va a jugar un partido importante, los clubes nunca olvidan
destacar la influencia emocional que ejercen los hinchas.
Sin embargo, el colectivo de aficionados es muy sensible a la diferencia entre lo que se dice
con la boca pequeña y los esfuerzos serios por conocer los intereses y los deseos de los
hinchas.
En el pasado, los directivos de los clubes con frecuencia incumplían sus promesas y sus
concesiones hacia los aficionados, parte de los cuales se distanciaron de los clubes. Al
mismo tiempo, los hinchas boicoteaban las decisiones del club hacia los aficionados con las
que no estaban de acuerdo, o bien “castigaban” a los clubes con comportamientos
negativos. A cambio, muchos clubes reaccionaron ante la violencia de los espectadores
introduciendo más restricciones y represalias legales sin pensar adecuadamente en la raíz
de estos problemas o en iniciar un diálogo con los aficionados.
Tanto los hinchas como los clubes pueden tomar la iniciativa de desarrollar y adoptar
conjuntamente una carta del aficionado que establezca de manera oficial y vinculante los
derechos y las obligaciones de ambas partes entre sí.
Asimismo, los aficionados y los clubes están inmersos en una red formal e informal de
instituciones, grupos de presión y asociaciones (véase la figura 1, pág. 11). Los
representantes ideológica y estructuralmente próximos a una o ambas partes pueden iniciar
el desarrollo y la adopción de una carta, así como servir de mediadores neutrales y ayudar a
ambas partes firmantes a llegar a un acuerdo mutuo, especialmente en las fases difíciles de
los procedimientos y negociaciones posteriores.
Por ejemplo, las organizaciones nacionales de aficionados y deportivas, así como los
municipios locales e incluso los jugadores pueden convertirse en asesores durante las
negociaciones. Un encargado de las relaciones con los aficionados o del proyecto local para
los aficionados puede responsabilizarse de la planificación administrativa y logística, así
como de dirigir las negociaciones entre las organizaciones de hinchas y los directivos del
club.
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Organizaciones
internacionales
de aficionados
Peñas de
aficionados
Entorno
social
Carta del
aficionado
Municipio
Asociaciones
deportivas
Proyectos
para los
aficionados
Encargados de
las relaciones
con los
aficionados
Departamentos
del aficionado
Jugadores /
entrenadores
Clubes
Fig. 1: Desarrollo de socios relevantes
Búsqueda y desarrollo de socios relevantes en el entorno de los aficionados
Las peñas deportivas, como representaciones de los aficionados organizadas de orden
superior, son las entidades más adecuadas para llegar a un acuerdo porque sus opiniones y
actividades son aceptadas en gran medida también por los hinchas no organizados. A la
hora de incluir a representantes de las peñas en las negociaciones es importante tener en
cuenta los diversos intereses de los hinchas. Por tanto, debe haber varios representantes
destacados de los aficionados dispuestos a participar en el proyecto y en las negociaciones,
por ejemplo, al menos los miembros principales de la peña en cuestión o, en los clubes más
grandes, los presidentes de las 5 a 20 peñas más importantes (según el número total de
aficionados).
En caso de que los aficionados locales no estén organizados o lo hagan de manera informal,
puede lanzarse una iniciativa para que los aficionados o los espectadores voten a un número
entre 5 y 20 representantes mediante elección o votación democrática con una campaña
divulgativa para que estos delegados representen los intereses de los hinchas durante las
negociaciones.
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Búsqueda de socios relevantes dentro del club
Para las negociaciones y la implantación de esta carta, y en particular las secciones relativas
a los clubes, es fundamental que los representantes del club involucrados en el desarrollo de
dicha carta dispongan de suficiente capacidad para tomar decisiones. Por tanto, es
recomendable, e incluso necesario, implicar al menos a uno de los principales
representantes del consejo directivo del club, así como a los directores ejecutivos de las
diversas secciones del club relacionadas con los aficionados (venta de localidades,
productos comerciales, seguridad, asuntos relacionados con los aficionados, etc.).
El grupo negociador no debe tener más de 40 miembros. También sería posible formar un
grupo principal de 15 a 20 miembros que responda ante un grupo mayor de representantes
de su colectivo y lleve a cabo las negociaciones.
Por ejemplo, se puede elegir un grupo de aproximadamente cinco representantes (consejo
de portavoces de peñas deportivas) durante una asamblea ordinaria de las peñas. Dicho
grupo puede negociar en nombre de los aficionados, aportar ideas y debatir sobre los
resultados de la negociación en reuniones posteriores.
Lo ideal es que en las negociaciones participe un número equitativo de representantes de
cada una de las partes para establecer simbólicamente negociaciones en igualdad de
condiciones.
2. Estructura general de la colaboración para elaborar una carta del aficionado:
especificación de los principios de negociación
Para desarrollar y garantizar unas relaciones de calidad entre los aficionados y el club es
fundamental que ambas partes se concedan mutuamente igualdad de oportunidades a la
hora de examinar y de influir en los procesos y estructuras relevantes para tomar las
decisiones. En este contexto es también importante tener en cuenta los intereses y las
necesidades de la otra parte en caso de verse afectada por esa decisión.
Durante las negociaciones de la carta del aficionado ambas partes tienen que formular
declaraciones claras y vinculantes sobre los deseos y expectativas que tienen sobre la otra
parte, así como los motivos en los que se basan para ello y lo que estarían dispuestos a dar a
cambio. Asimismo, ambas partes deben indicar hasta qué punto van a poder presentar de
manera segura sus intenciones ante el público.
A la vista de una relación a menudo difícil y cargada de prejuicios es recomendable
especificar los principios y las directrices de la negociación, los cuales pueden establecerse
en el transcurso de una reunión preliminar antes de debatir el contenido concreto de la carta
del aficionado. Estos principios y directrices son vinculantes tanto para los aficionados
como para sus organizaciones y para el club durante las negociaciones. Las directrices
acordadas pueden exponerse de manera visible con el fin de que ambas partes puedan
consultarlas y hacérselas ver a la otra parte.
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Mediante la elaboración de dichas directrices de conducta ambas partes pueden crear un
estilo de negociación y debate adecuado y positivo, fomentar el entendimiento y la
confianza mutua y contribuir así a un ambiente constructivo y de cooperación.
Al igual que sucede con cualquier otra relación interpersonal, la que se produce entre el
club y los aficionados constituye un proceso dinámico. De ambos depende fomentar esta
relación e intercambiar ideas a través de un diálogo constante.
Propuestas de directrices de negociación:
-
-
Hincapié en la confianza mutua: la confianza es la base de una buena relación. Sin
embargo, ambas partes deben mostrarse decididas a mantener y fomentar una
relación de confianza mutua en el curso de las negociaciones.
Designación (nominativa) de un grupo de negociación fijo.
Búsqueda de una igualdad numérica e ideológica entre ambas partes como punto de
partida para las negociaciones.
Búsqueda de una situación en la que todas las partes salgan ganando en las
negociaciones, evitando extralimitaciones mutuas.
Todas las partes deben declarar su intención de llegar a unos resultados a su debido
tiempo y de manera efectiva, sin bloqueos.
Obligación de dialogar de manera educada y constructiva.
Obligación de ser cumplidor y de tomar parte en las negociaciones con regularidad.
Etc.
3. Estructura general de una carta del aficionado
Deben darse dos pasos independientes para establecer el calendario de elaboración de la
carta y de su contenido: el primero debe consistir en fijar unos objetivos generales que
ambas partes deben tratar de conseguir. Este objetivo de un concepto general podría ser
luchar contra el racismo. El segundo paso para realizar la carta debe fundamentar estos
objetivos especificando los cometidos y las obligaciones de cada una de las partes.
Volviendo al ejemplo anterior, aquí se puede incluir la responsabilidad de los aficionados
para prevenir activamente los cánticos racistas en las gradas.
a.
Primera parte: especificación del concepto general y de los objetivos comunes
Como consecuencia de la alienación de los aficionados y de la gestión de los clubes que se
ha producido en estos últimos años, existe el riesgo de que ambas partes traten de conseguir
el máximo posible para ellas si se negocian de inmediato medidas concretas. Sin embargo,
la carta fomenta la idea de que sólo puede garantizarse el éxito viable del club si ambas
partes actúan de manera coordinada con un objetivo común, aunque quede claro que cada
una deba realizar tareas diferentes. La elección de un concepto general que incluya valores
y objetivos deseados puede ayudar a redescubrir puntos en común y a crear confianza, así
como a concienciar sobre la necesidad de trabajar juntos. Entre los objetivos generales se
incluyen, por ejemplo:
-
Lealtad en los momentos buenos y malos.
17
-
T-RV (2006) 7 ESP
Gestión sostenible para sentar las bases del éxito del club, también para las
generaciones futuras.
Contactos abiertos y de colaboración y diálogo permanente entre los aficionados y
los directivos del club, respetando la libertad de opinión.
Campañas a favor de la tolerancia y en contra del racismo.
Llamamiento al juego limpio y en particular contra la violencia dentro y fuera del
terreno de juego.
Apertura del club (y del estadio) para todos, sin excluir a los aficionados con bajos
ingresos o discapacitados.
Mantenimiento de las tradiciones del club.
Este concepto global debe ser general y breve. Debe proporcionar a los aficionados y a los
directivos del club una visión rápida y directa de los valores y objetivos deseados y
constituir una base estable de cooperación y de expresión mutua de buena voluntad.
Al principio la carta puede reducirse al concepto general antes mencionado de manera que
se puedan presentar al público resultados inmediatos y concretos. En este caso, en la parte
general debe indicarse que la lista de cometidos y obligaciones se realizará más adelante.
b.
Segunda parte: negociación conjunta y fijación de los cometidos y obligaciones en
listas independientes para los aficionados y el club
La segunda parte detallada de la carta fundamenta los objetivos de la primera parte,
asignados en forma de cometidos u obligaciones para una o ambas partes. Por ejemplo, la
“gestión sostenible” podría ser una obligación de los directivos del club hacia los
aficionados y, al hacerse pública, podría reforzarse por la obligación de los directivos del
club de invertir los beneficios a largo plazo (por ejemplo, para la construcción de un nuevo
estadio) y no para el éxito deportivo a corto plazo (precio de los traspasos o de los salarios
de los jugadores).
Es necesario equilibrar los derechos y obligaciones de ambas partes en la sección segunda
de la carta. Debe supervisarse la implantación satisfactoria del concepto general de la carta,
así como la realización de los cometidos y las obligaciones. Al contrario que el concepto
general, los cometidos y obligaciones deben desarrollarse y adaptarse continuamente a los
cambios que se produzcan en las condiciones básicas, si es necesario (véase el apartado
C.6).
4. Elementos de los compromisos hacia sus aficionados en las declaraciones del club
a.
Mantenimiento de un diálogo continuo entre el club y las organizaciones de
aficionados
Actividades directas con los aficionados
Con el fin de participar activamente en los eventos relacionados con el club y con el
deporte, los hinchas no sólo deben tener la posibilidad de consumir los eventos a través de
los medios habituales (televisión, prensa, etc.), sino también mantener un contacto sencillo
y directo con el club, con sus representantes y con los jugadores en las ocasiones
T-RV (2006) 7 ESP
18
relevantes. Podemos imaginar muy distintas ofertas en diversos entornos, cada uno de ellos
capaz de influir de un modo distinto en las características de este contacto.
En Alemania se han establecido reuniones regulares (en ocasiones mensuales) informales
con los aficionados, mesas redondas y foros de debate público. Se ha observado que es
difícil establecer un diálogo fluido debido a la distancia social que existe entre los
jugadores de fútbol profesionales y los aficionados. Mediante la creación de un ambiente
lúdico, por ejemplo, con los jugadores participando en un partido de futbolín o en un torneo
de juegos de cartas organizado por los aficionados, en ambas partes aumentaba la
motivación de reunirse, y los contactos y la comunicación entre ellas fueron mucho más
positivos y relajados.
En función del tema y de la ocasión pueden ofrecerse eventos relevantes para los
aficionados y los clubes. Si un club desea darse a conocer entre el público, por ejemplo, es
importante debatir los posibles problemas y oportunidades con los aficionados.
Si los hinchas se sienten excluidos, estigmatizados e incluso criminalizados (por ejemplo,
mediante la prohibición de entrar en el estadio), o si se interviene en sus entornos familiares
(por ejemplo, mediante normas represivas en los estadios), a menudo un debate equitativo
produce un efecto de apaciguamiento y permite conocer las distintas motivaciones.
Los clubes asumen una responsabilidad social adicional al reunirse con los hinchas
desempleados o en iniciativas específicas en un desayuno informal para ofrecerles empleos
relacionados con el club (por ejemplo, siempre hay que renovar algo en un estadio).
Actividades relacionadas con la comunidad
Los aficionados al fútbol sienten apego hacia las tradiciones y a menudo están relacionados
con las raíces del club, que generalmente se encuentran en distritos o comunidades
específicos. En la actualidad también han adquirido gran relevancia el entorno social donde
se encuentra el estadio y la ciudad de origen del club. Un club activo hace referencia a ello
y fomenta estas estructuras tradicionales, incluyendo lo siguiente:
-
-
-
Organización de giras históricas por los distritos relacionados con el fútbol en las
que participen jugadores y representantes actuales y antiguos junto con los
aficionados. Esto contribuye a mantener vivas las tradiciones, promoviendo las
tareas conjuntas y la responsabilidad de las comunidades, lo cual también puede
realizarse con perspectivas de futuro.
Los jugadores pueden participar regularmente en proyectos en los distritos escolares
y realizar entrenamientos deportivos y pruebas.
El club puede organizar eventos de “puertas abiertas” para los residentes en el
distrito y participar activamente en las actividades de éste.
Mediante la adopción de escuelas o peñas deportivas, así como de instituciones
sociales, el club o incluso los propios jugadores individualmente pueden expresar su
solidaridad con la comunidad.
Pueden crearse “unidades sociales” para promover el fútbol en zonas residenciales,
organizar torneos de fútbol amateur e involucrar a jugadores profesionales en
campañas que subrayen el valor de las actividades deportivas y la ética relacionada
19
T-RV (2006) 7 ESP
con ellas. Los trabajadores sociales pueden ofrecer sus servicios en el “hogar del
club”, un centro de ocio. El objetivo es familiarizarse con los aficionados jóvenes
con una mentalidad y una conducta positivas de manera que surja una “nueva”
cultura deportiva y otra generación de fieles seguidores. En este contexto, sería
razonable nombrar a una persona que se encargue de los “Programas sociales y de
prevención” en cada asociación nacional, en la UEFA y en la FIFA al objeto de
facilitar la realización de estas actividades y proporcionar apoyo institucional.
Actividades deportivas educativas y en el tiempo libre
El cometido principal de la mayoría de los clubes consiste en organizar eventos deportivos.
Es fácil llegar a los aficionados mediante estas actividades, y éstos se muestran muy
interesados en estas actividades comunitarias. Éste es por tanto un terreno abonado para
transmitir valores positivos y establecer una buena relación entre aficionados y clubes.
En Alemania se han organizado torneos de aficionados a escala local, regional y nacional
en los que se busca al mejor equipo de aficionados, competiciones que van acompañadas de
un atractivo programa complementario.
Otra posibilidad es preparar partidos para los hinchas antes de un encuentro de primera
división. Un equipo de aficionados de la organización general puede jugar contra otro de
policías de paisano (o de guardias de seguridad). Las personas que se reúnen en una
competición deportiva justa se tratarán después entre sí de la misma manera, ya que el
anonimato tiende a agravar la violencia. La celebración de partidos preliminares entre
equipos de aficionados ultras de distintas ciudades también puede contribuir a establecer
nuevos contactos y quizá incluso nuevas amistades.
Los representantes de los clubes y los jugadores pueden contribuir de diversas formas:
- Los jugadores pueden ejercer de árbitros;
- Los jugadores o los directivos del club pueden asumir funciones de organización del
torneo;
- Los jugadores o los directivos del club pueden participar en la ceremonia de entrega
de premios o donar trofeos;
- El equipo puede acudir a cierto lugar para firmar autógrafos, repartir regalos entre
los aficionados, dejarse fotografiar o participar en debates.
Las actividades para los sub 16 y sub 18, es decir el respaldo educativo para los aficionados
menores de 16 o de 18 años, constituyen un elemento vital del entrenamiento de
aficionados en Alemania. Por ejemplo, se organizan viajes baratos para que los
adolescentes salgan a jugar partidos, generalmente participando en un programa
complementario o en una reunión para aficionados con un componente deportivo. Un rasgo
característico de las actividades para los sub 16 o sub 18 es que los participantes no fuman
ni beben alcohol, y se les asigna un alojamiento vigilado para prevenir el uso de drogas y la
violencia.
Si el club y los jugadores (profesionales) participan en estas actividades, resultan mucho
más valiosas y atractivas para los adolescentes. Esto puede lograrse de varias formas:
T-RV (2006) 7 ESP
-
b.
20
Organizando una velada en la que jugadores profesionales y sub 16 se reúnan para
preparar una cena de Navidad (una al año);
Un viaje de los sub 16 para jugar un partido fuera acompañados por jugadores
profesionales que no puedan jugar por estar lesionados o porque no formen parte del
equipo (también puede realizarse con aficionados adultos);
Distribución de entradas gratuitas o con descuento para los aficionados menores de
16 o de 18 años por parte del club anfitrión;
Cesión del estadio o de un campo de entrenamiento para celebrar encuentros
amistosos entre los aficionados sub 16 del club rival en días de partido;
Participación de los jugadores en reuniones informales mensuales con los
aficionados sub 16 o sub 18.
Etc.
Integración de los aficionados y de sus organizaciones en la estructura del club
En Inglaterra, los clubes muestran gran fidelidad hacia sus hinchas. Por este motivo, han
establecido programas de afiliación al club específicos para sus fans, los cuales intervienen
también en buena medida en las tomas de decisiones. El conceder a los aficionados amplias
posibilidades de participación constituye un elemento esencial para prevenir la violencia
que ha demostrado ser de gran utilidad.
Esto puede suceder de varias formas, entre las que se encuentran:
-
Crear grupos decisorios y comisiones sobre asuntos concretos formados por los
principales representantes del club y de las peñas. Estos grupos pueden ser
consultados, participar en ciertas decisiones y realizar propuestas.
-
Creación de un departamento para los aficionados como “Club del aficionado” que
organice actividades en todas las áreas relevantes para sus miembros, como por
ejemplo, viajes baratos para que todos los miembros salgan a jugar partidos, rebajas
especiales en las localidades, condiciones especiales en la tienda del club para los
miembros de éste y de las peñas, representación de los intereses de los hinchas
dentro de las estructuras del club, derecho a ser consultados sobre el diseño de las
gradas, los estadios, los alrededores de éste, los productos del club, las camisetas,
etc.
-
Creación de un equipo sub 18 que trabaje en nombre del club y que se encargue de
los seguidores menores de 18 años que también sean miembros. Pueden organizar
reuniones de aficionados, actividades de ocio y viajes para menores de 18 años en
colaboración con el proyecto local para los aficionados.
-
Nombramiento de un jefe de departamento del entorno de los aficionados que
represente a los seguidores en el club y posea un puesto permanente en el consejo
directivo.
-
Involucrar a los aficionados en el trabajo editorial de la revista del estadio del club.
-
Etc.
21
c.
T-RV (2006) 7 ESP
Respaldo logístico y administrativo por parte del club a los aficionados y a sus
organizaciones
Los aficionados, en particular los que son activos y están organizados en peñas, invierten
una cantidad considerable de tiempo libre y dinero para apoyar a su club, por ejemplo,
comprando localidades y productos del club, viajando para ver partidos o financiando y
preparando coreografías, etc. Los clubes deben recompensar estas iniciativas positivas
proporcionando a los hinchas ayuda logística y administrativa para sus actividades.
Si los aficionados se sienten valorados y reconocidos por su club se fomentan los
mecanismos de autorregulación entre ellos: se refuerza su sentido de la responsabilidad
hacia el club, y es más probable que los hinchas reaccionen positivamente al apoyo y el
aprecio que demuestra el club hacia ellos. Como efecto colateral, los clubes pueden
promover así una imagen positiva de sí mismos.
Las acciones de apoyo del club pueden ser, entre otras:
-
Uso gratuito y decoración del restaurante del club o de instalaciones individuales
por y para las peñas.
-
Provisión de instalaciones dentro o fuera del estadio que la peña pueda utilizar
conjuntamente y de forma independiente como sede. El club puede ayudarle en las
cuestiones administrativas (hacer los pedidos de bebidas, proporcionando medios
técnicos para los eventos, etc.).
-
Organización de viajes gratis o a precio de coste para los aficionados con bajos
ingresos (desempleados, pensionistas, estudiantes, familias numerosas, etc.).
-
Cesión del campo de entrenamiento del club, si es posible, para celebrar torneos y
partidos amistosos entre peñas organizados por éstas o por los aficionados.
-
Cesión del estadio y de instalaciones para preparar coreografías y guardar tambores,
banderas, banderines, etc. de las peñas.
-
Provisión por parte del club de una caseta gratuita para las peñas detrás de la grada
de pie en todos los partidos en casa. Los aficionados pueden utilizarla para
presentarse, vender sus revistas, recaudar fondos, etc.
-
Implantación de programas sociales para los aficionados que vivan en la comunidad
y sus hijos; en colaboración con los servicios educativos de las autoridades locales
los clubes pueden organizar en sus instalaciones clases de apoyo para niños que
tengan dificultades en el colegio. Las clases las impartirían profesores titulados. El
club organizaría el transporte de los alumnos con vehículos que llevaran el logotipo.
Ya existen ejemplos satisfactorios de este tipo de ayudas en Inglaterra.
T-RV (2006) 7 ESP
d.
22
-
Asignación de una columna en el sitio web oficial del club a las peñas. Los
aficionados pueden publicar avisos e información o bien incluir un vínculo hacia su
propio sitio web.
-
El encargado de las relaciones con los aficionados debe dar prioridad a las
solicitudes de las peñas permitiéndoles un buen acceso directo, por ejemplo,
situando la oficina en la sede de la peña.
Concesión de condiciones especiales para la venta de localidades a los miembros de las
organizaciones de aficionados
Para aparecer atractivos ante en público (en los medios de comunicación), los clubes tratan
de llenar sus estadios con el mayor número posible de espectadores. Dado que las
localidades son cada vez más caras debido a la actual mercantilización del deporte, muchos
verdaderos aficionados ya no pueden permitirse acudir al estadio para ver cada partido, o al
menos supone un importante desembolso económico para ellos. Como consecuencia, buena
parte de los espectadores que crean el ambiente especial pueden quedarse fuera, y los
aficionados pueden reaccionar con frustración y tender más a la violencia, dado que acceder
al evento que les apasiona les resulta difícil cuando no imposible.
La concesión de privilegios adicionales en las localidades, en particular para los
aficionados activos o los miembros de sus organizaciones puede ser una manera de mostrar
un importante aprecio hacia sus iniciativas para desarrollar actividades sociales y un
entorno adecuado, además de aportar un beneficio social.
Por lo general, los clubes y las peñas deportivas deben tratar de buscar soluciones para
permitir que la mayor parte de la población pueda acceder a los partidos de fútbol (abonos
de temporada y localidades normales).
Estas medidas pueden implantarse en distintos niveles, como por ejemplo:
-
El club puede proporcionar localidades gratuitas a las organizaciones de aficionados
que organicen viajes para menores de 16 o de 18 años.
-
El club puede dar prioridad a la hora de comprar y reservar entradas con descuento
para los partidos en campo contrario y los abonos de temporada.
-
El club puede facilitar a todas las peñas cierto número de entradas para encuentros
del segundo equipo.
-
Reembolsar todo el importe o gran parte de él cuando las localidades las devuelvan
miembros de esa peña.
-
Localidades a precio reducido o gratuitas cuando se reanuden partidos suspendidos.
-
Introducir programas de premio o bonificaciones para los aficionados que asistan
regularmente a los encuentros en campo contrario.
23
e.
T-RV (2006) 7 ESP
Hospitalidad hacia los aficionados y especialmente hacia los visitantes
Los hinchas pueden contribuir enormemente al atractivo del deporte. El éxito general de un
evento deportivo depende en gran medida de hasta qué punto reine en él un ambiente
festivo y cordial. Se observa específicamente a los aficionados presentes porque su
comportamiento contribuye en gran parte al éxito o fracaso del evento. Sin embargo, con
frecuencia la atención de los organizadores se centra en las posibles conductas negativas.
El comportamiento de los aficionados puede verse enormemente influido por una estrategia
organizativa centrada en la necesidad de participar de los aficionados locales y visitantes y
por el fomento de su contribución positiva a un buen ambiente durante el acontecimiento
deportivo en consonancia con los requisitos de seguridad. Cuando los aficionados se
sienten integrados y bien acogidos en el evento, se sienten seguros y no denigrados por
motivos de seguridad, y les resulta más sencillo acudir de una manera positiva y disociarse
de conductas violentas o racistas, que para ellos han sido una forma legítima de
comportarse.
Los clubes tienen que tener en cuenta, entre otros, los puntos siguientes en su esfuerzo por
ofrecer unas condiciones hospitalarias a los aficionados:
-
Los agentes de seguridad (stewards) deben adoptar preferentemente estrategias
defensivas y de servicio y haber recibido una formación apropiada.
-
Proporcionar 50 localidades gratuitas para los aficionados visitantes (con
reciprocidad en el encuentro de vuelta, especialmente para los aficionados
desfavorecidos o jóvenes o en relación con reuniones de representantes de
aficionados locales previas al partido con el fin de evitar prejuicios).
-
Distribuir cierto número de entradas a precio reducido a los aficionados visitantes
según la capacidad del sector del estadio para los hinchas del club visitante (con
reciprocidad en el encuentro de vuelta).
-
Proporcionar suficientes instalaciones de catering adecuadas, así como un servicio
bueno y amable por parte del personal.
-
Proporcionar suficientes instalaciones sanitarias para hombres y mujeres, así como
para discapacitados.
-
Recepción de una delegación de aficionados visitantes por parte de representantes
del club antes del partido.
-
Tras el evento deportivo, el locutor del estadio y los jugadores de ambos equipos
pueden dar las gracias a los hinchas por su contribución.
-
Solicitar a agentes de seguridad del club visitante que ayuden al personal de
seguridad local de la sección de los aficionados visitantes durante el encuentro.
Deben facilitárseles uniformes distintos para facilitar su identificación por parte de
T-RV (2006) 7 ESP
24
los aficionados visitantes si quieren llamar a “sus” agentes en caso de surgir algún
problema.
f.
-
Reclutar a voluntarios para que cuiden de los aficionados visitantes: este servicio
puede ofrecerse también en colaboración con las empresas ferroviarias en la
estación principal de la localidad donde se vaya a celebrar el encuentro. Si el
encuentro es en casa, dos voluntarios del club pueden esperar en la entrada principal
dos o tres horas antes del partido para responder a todas las preguntas relacionadas
con la visita al estadio. Los principales beneficiarios de este servicio exclusivo
serían los aficionados visitantes que no conocen bien la ciudad y buscan la mejor
manera de llegar al estadio. Asimismo, pueden darse avisos en el momento de llegar
los trenes y mostrar las mejores conexiones para llegar al estadio debajo del panel
de horarios de llegadas y salidas.
-
Embajadas móviles para los aficionados visitantes situadas cerca de la entrada de
éstos al estadio en las que se encuentren, por ejemplo, representantes de los
departamentos o de los proyectos para los aficionados de ambos clubes.
-
Etc.
Compromiso para luchar contra el racismo y otras discriminaciones
En los clubes en los que se combaten el racismo y la xenofobia, tratan de evitarse las
discriminaciones en el ámbito futbolístico y se afrontan abiertamente estos problemas se
producen muchos menos incidentes y se mantiene a los grupos organizados de extrema
derecha alejados del estadio.
Es esencial que el club adopte una postura bien definida y que públicamente rechace o
sancione las conductas racistas.
Algunos clubes de la liga alemana (por ejemplo, el Hannover o el Schalke) han tomado la
iniciativa y establecido normas internas, sin eludir sus obligaciones. Se han elaborado junto
con los hinchas campañas que se exhiben en los alrededores del estadio, como
"Aficionados contra el racismo", y que son defendidas y respaldadas públicamente por
jugadores profesionales con el fin de concienciar a los aficionados jóvenes sobre el riesgo
del racismo en el fútbol y en otros ámbitos de la sociedad.
La Recomendación Rec (2001) 6 del Comité de Ministros del Consejo de Europa para los
Estados Miembros sobre la prevención del racismo, la xenofobia y la intolerancia racial en
el deporte recomienda que los gobiernos adopten medidas y políticas eficaces con el fin de
prevenir y combatir los comportamientos racistas, xenófobos, discriminatorios e
intolerantes en todos los deportes y en particular en el fútbol (Apéndice 2).
g.
Involucrar a los aficionados en acciones publicitarias
La imagen pública de los aficionados sigue llena de prejuicios, y los hinchas futbolísticos
en particular suelen considerarse un grupo potencialmente violento, o bien alborotadores
25
T-RV (2006) 7 ESP
bebidos y agresivos. Los clubes pueden contribuir a luchar contra estos estereotipos y a
fomentar un enfoque y una percepción distintos por parte de los aficionados al respaldar
públicamente su autorretrato y actuar motivados por la identidad de sus aficionados. A
cambio, es más probable que sus hinchas se sientan reconocidos y apreciados por el club y
por el público, y por tanto que muestren una conducta socialmente adecuada.
Los clubes pueden apoyar públicamente a sus aficionados:
h.
-
Permitiendo la venta de sus revistas en el estadio. Los ingresos beneficiarán a la
peña deportiva, que podrá utilizarlos para financiar sus actividades.
-
Permitiendo gratuitamente o a coste reducido el uso del logotipo del club en los
productos comerciales de la peña.
-
Promoviendo y difundiendo la labor voluntaria de los aficionados en favor del club,
por ejemplo, integrando a los aficionados en la organización y el desarrollo de los
productos comerciales (incluidas las ventas y los envíos), involucrando a los
aficionados en la creación del sitio web oficial del club, colaborando con los
miembros del club, vendiendo localidades el día del partido, preparando los viajes
para asistir a los partidos en campo contrario, etc.
-
Proporcionando a los hinchas columnas de noticias en la revista del estadio y en el
sitio web del club, por ejemplo para presentaciones de las peñas deportivas,
proyectos para los aficionados, asociaciones interregionales de aficionados y otras
organizaciones de hinchas, así como para informes sobre actividades, torneos y
otras iniciativas relacionadas con los aficionados.
-
Patrocinando y difundiendo actividades específicas de los aficionados y mediante la
participación de los principales representantes del club, los jugadores o los
entrenadores.
-
Otorgando públicamente a través del club premios a la igualdad y al compromiso
social a hinchas y peñas deportivas, por ejemplo, durante el descanso de un
encuentro.
-
Involucrando a los representantes de los aficionados en las ruedas de prensa en
proyectos y acciones conjuntas, pero también en la conducta de los hinchas (por
ejemplo, en caso de gamberrismo en el fútbol).
-
Etc.
Tener en cuenta la opinión y la admisión de culpabilidad de los aficionados al imponer
e implantar prohibiciones para que ciertas personas accedan a los estadios
Para la mayoría de los aficionados, la prohibición de entrar en un estadio es la sanción más
drástica en caso de comportamiento indebido, porque les priva de la posibilidad de
participar en el evento que les apasiona. Las medidas siguientes a la hora de imponer e
implantar prohibiciones de acceso al estadio a algunas personas pueden ayudar a los clubes
T-RV (2006) 7 ESP
26
a aprovechar el potencial educativo de estas medidas y promover el entendimiento mutuo.
Asimismo, pueden conceder a los aficionados en cuestión, así como al colectivo de hinchas
en general, el máximo de justicia y transparencia en las estructuras de toma de decisiones,
de manera que acepten más fácilmente la imposición y la implantación de las prohibiciones
de acceso al estadio.
-
Introduciendo el derecho de los aficionados a ser escuchados por el club antes de
que se les imponga la prohibición de entrar en el estadio. Lo ideal sería que en este
proceso tomaran parte también los principales representantes de los aficionados y el
encargado de las relaciones con éstos.
-
Dependiendo del interés de los aficionados y del público: publicación de notas de
prensa anónimas en los paneles internos para los aficionados, en el sitio web, en la
revista del estadio o en los periódicos regionales sobre los motivos y el proceso
decisorio a favor o en contra de la imposición de una prohibición de entrar en el
estadio.
-
Establecimiento de directivas internas claras y de la obligación de revisar
exhaustivamente cada caso en cuanto a la necesidad y la duración de las
prohibiciones de acceder al estadio de manera proporcional a los distintos tipos de
conductas (inadecuadas) que se vayan a sancionar (por ejemplo, en caso de
comportamiento racista o xenófobo por parte del aficionado, daños, agresiones
físicas, agresiones a jugadores, etc.).
-
El club puede establecer un plan de absolución para los aficionados sobre los que
pese este tipo de prohibiciones.
En febrero de 2000 se instauró un plan de este tipo a instancias del proyecto para
aficionados del Leverkusen e.V. Tras consultar con el comisario de seguridad del
Bayer 04 Leverkusen y los guardias competentes de la policía de Leverkusen, los
aficionados a los que se había impuesto una prohibición de estas características se
les ofreció la oportunidad de reducir su duración. Esta idea resultó ser eficaz entre
los aficionados del Bayer 04 Leverkusen, y se ha convertido en un elemento
esencial de la labor social y educativa hacia los hinchas. El contacto entre los
aficionados que participan en el plan de absolución promueve relaciones positivas
entre los aficionados y las instituciones involucradas, en este caso entre el Bayer 04
Leverkusen, la policía de Leverkusen y el proyecto o la formación para los
aficionados.
i.
Varios
-
Obligación por parte del club de utilizar sus fondos de manera apropiada y
adecuada.
-
Asignación de una partida presupuestaria específica a cuestiones relacionadas con
los aficionados.
-
Adopción de peñas deportivas por parte de los jugadores.
27
T-RV (2006) 7 ESP
-
Participación de jugadores y directivos del club en festejos de las peñas a petición
(sobre todo en Navidad).
-
Visita en el hospital a los aficionados por parte de jugadores o directivos del club (si
están gravemente enfermos o han recibido lesiones en altercados durante un partido
en campo contrario).
-
Compromiso de los jugadores, por ejemplo, de los que tienen contratos fijos con el
club, para tomar parte en actividades relacionadas con los aficionados, si es
oportuno.
-
Etc.
5. Componentes de la declaración de compromiso hacia sus clubes por parte de aficionados
y peñas
a.
Contribución a un ambiente positivo; compromiso con una conducta positiva, abierta y
hospitalaria
En el marco de la carta del aficionado, las organizaciones de hinchas, en nombre de sus
miembros, deben comprometerse formal y simbólicamente hacia su club para mostrar
en general una conducta positiva, contribuir a un ambiente positivo en el estadio, así
como a dispensar una bienvenida hospitalaria a los aficionados visitantes. La
proclamación de estos principios por parte de representantes de los aficionados de alto
nivel puede contribuir a fomentar una mayor aceptación y respaldo de estos valores
entre los aficionados.
Existen varias formas de materializar estos compromisos, como por ejemplo:
-
A intervalos regulares, miembros de las principales organizaciones de aficionados
pueden, en días de partido, elaborar y distribuir conjuntamente panfletos en los que
se haga un llamamiento a los aficionados y a los visitantes del estadio a comportarse
de una manera positiva y a apoyar activamente a su club y a su equipo en el estadio,
tanto en los encuentros que se celebren dentro como fuera de casa, de una manera
clara y visible.
Formación de un grupo de trabajo para crear buen ambiente. Los aficionados
pueden formar un grupo de trabajo independiente compuesto por un número entre
10 y 15 aficionados creativos que se reúnan regularmente en la sede de la peña
futbolística para aportar y recabar ideas, planificar y organizar actividades para los
aficionados, como coreografías. Este grupo podría recibir un apoyo regular por parte
de otros hinchas voluntarios de manera que, a la hora de prepararlas y de ponerlas
en práctica puedan intervenir hasta cien aficionados.
-
En la medida en que ya existan relaciones amistosas entre aficionados de equipos
rivales, las peñas deportivas pueden comprometerse, entre otras cosas, a organizar
T-RV (2006) 7 ESP
28
un partido amistoso contra los aficionados visitantes o celebrar una fiesta con ellos
antes o después del encuentro.
Creación de una asociación para ayudar a los aficionados. Todos aquellos hinchas
con un destacado interés por conseguir un buen ambiente, apoyar a su equipo, idear
coreografías y preparar eventos para los visitantes pueden formar parte de esta
organización general. Ésta permitiría colaborar estrechamente con los representantes
de los aficionados de los clubes. Pueden organizarse reuniones e intercambios con
los principales representantes de los clubes dos veces al año con el fin de debatir
peticiones mutuas y posibilidades de ayudarse entre sí. Pueden convocarse
reuniones adicionales cuando se considere necesario.
b.
Compromiso de aceptar y cumplir las reglas del estadio y la legislación
correspondiente
Una de las principales expectativas de los clubes hacia sus aficionados es que se
comprometan a rechazar y renunciar a la violencia física y que no utilicen dispositivos
pirotécnicos ni cometan actos ilegales.
La gran mayoría de los aficionados de hecho rechaza este tipo de conductas.
En el proceso de entablar una relación de confianza mutua, las peñas, como firmantes de la
carta del aficionado, deben por tanto comprometerse ante al club de manera conjunta y
formal en nombre de todos los hinchas a rechazar (por principio) la violencia, el racismo y
la xenofobia, así como cualquier forma de conducta de los aficionados que resulte peligrosa
para los demás, así como a contribuir de manera activa para combatir y evitar estos
comportamientos.
Este compromiso debe anunciarse públicamente por parte de las organizaciones de
aficionados a través de los canales de comunicación que se emplean para relacionarse con
sus hinchas. Otra idea sería exhibir consignas en este sentido en el estadio o en las sedes de
las peñas. Este tipo de declaraciones de intención conjuntas y oficiales por parte de
miembros destacados del colectivo de aficionados puede contribuir a una mayor solidaridad
entre éstos y a un mayor sentido de la responsabilidad sobre lo que sucede entre los
espectadores, reforzando así los mecanismos de la autorregulación.
Otras posibilidades para fomentar y poner en práctica este tipo de declaraciones de
intenciones en sentido amplio son:
-
Nombrar representantes (con formación) entre los aficionados que sean aceptados
por éstos, por el club y por los agentes de seguridad y que puedan ejercer como
mediadores en situaciones de conflicto entre los aficionados, así como entre
aficionados y agentes de seguridad.
-
Compromiso por parte de las organizaciones de aficionados para elaborar y
distribuir regularmente en los días de partido panfletos en los que se haga un
llamamiento a los hinchas a que renuncien a la violencia, al vandalismo y a otros
tipos de conductas que puedan perjudicar a los aficionados en su conjunto.
29
T-RV (2006) 7 ESP
-
Publicación regular de este tipo de llamamientos en las revistas.
-
Preparación de coreografías y campañas contra la violencia y el racismo.
-
Declaraciones por parte de miembros de las organizaciones de aficionados en contra
de la violencia física y del racismo, especialmente cuando se produzcan incidentes
concretos.
-
Creación de grupos de trabajo formados por representantes de las organizaciones de
aficionados encargados de elaborar estrategias conjuntas contra la violencia y el
racismo.
-
Fomento de la integración de los inmigrantes en los clubes y en el colectivo de
aficionados.
He aquí un ejemplo extraído de la ciudad de Hamburgo: el principal grupo de
aficionados ultras del FC St. Pauli, en colaboración con organizaciones de refugiados, ha
iniciado un proyecto de ayuda económica a éstos y a inmigrantes, además de ayudarles
en su tiempo libre y en sus actividades cotidianas al proporcionarles acceso gratuito el
estadio o viajes gratis para acudir a los partidos en campo contrario. Asimismo, los
aficionados organizan donaciones de ropa y alimentos para los participantes.
c.
Cooperación de los aficionados con el club en el marco de los procesos decisorios
relativos a los hinchas
No es sólo a los clubes a los que se debe instar a que colaboren de una forma más
intensa con los aficionados y a que se tomen en serio sus intereses. La mejora de las
relaciones entre los clubes y los aficionados de manera sostenible necesita también
disposición por parte de los hinchas a participar en un diálogo constructivo sobre los
problemas que les afectan y a colaborar con los clubes.
Esto puede lograrse mediante:
-
-
-
-
Un compromiso para involucrar de manera continua y activa a los principales
representantes de los aficionados dentro de grupos relevantes y en los órganos
decisorios del club;
Un compromiso por parte de los representantes de los aficionados para respaldar y
(a través de los medios de comunicación habituales de los aficionados, como sitios
web y revistas) comunicar las decisiones adoptadas de manera conjunta con el club;
La celebración de reuniones semestrales de organizaciones oficiales de aficionados
a las que puedan asistir uno o dos representantes de cada peña, así como
representantes del club y futbolistas seleccionados. Esto proporcionaría un marco
para el debate conjunto de temas puntuales con respecto al club, al equipo y a los
aficionados;
Creación de un consejo asesor para los aficionados. Los consejos asesores para
aficionados creados por las organizaciones de aficionados locales y formadas por
una representación de hinchas pueden ofrecer un vínculo ideal entre los aficionados
T-RV (2006) 7 ESP
30
y las peñas por un lado, y entre los líderes de los aficionados y los clubes por otro.
Sus funciones son establecer un vínculo adicional entre los hinchas del club y
transmitir las opiniones de los distintos grupos de aficionados. Por regla general, el
consejo asesor se reúne cada dos meses y debate todos los aspectos relativos a los
aficionados. Su finalidad consiste en generar ideas, transmitir críticas y promover
iniciativas y estrategias para respaldar las medidas de los líderes de los aficionados.
El consejo asesor está presidido por el encargado de las relaciones con los
aficionados o por el proyecto local para los aficionados que actúe como moderador
y mediador.
d.
Cooperación de los aficionados con el club para organizar eventos específicos
Con el fin de mejorar su relación y de apoyarse entre sí, las organizaciones de aficionados
puede comprometerse también a organizar actos concretos en colaboración e incluso en
nombre del club, dando a éste la oportunidad de ofrecer una buena imagen dentro y fuera
del entorno de los aficionados y de demostrar comprensión hacia los intereses de éstos
últimos. Los hinchas, por otra parte, pueden mostrar su buena disposición en general a
colaborar con el club, introduciendo ideas en él activamente y presentándose así ante el
club y ante el público directamente (también fuera de los estadios) y de una manera
positiva.
Entre otros ámbitos de cooperación posibles se encuentran:
-
-
-
-
-
e.
Organización conjunta regular o puntual de eventos de carácter deportivo / social,
informativo o benéfico (por ejemplo, fiestas de los aficionados en ocasiones
específicas, torneos entre hinchas, debates en grupo, comedores públicos,
actividades comunitarias para los desempleados, etc.).
Participación voluntaria u organización por parte de los propios aficionados de
acontecimientos y actividades relacionadas o financiadas por el club (por ejemplo,
cátering a precio de coste en las reuniones del club o en las fiestas de Navidad,
organización conjunta de actos benéficos en favor de la peña de aficionados o de
entidades benéficas, organización de viajes para acudir a partidos en otros campos).
Información a los clubes sobre las tendencias estéticas y culturales y las prácticas de
los aficionados (escribiendo y diseñando revistas, informando sobre coreografías
preparadas antes de los partidos).
Compromiso por parte de los aficionados para intervenir en la planificación y en la
realización de actos simbólicos, por ejemplo, contra el racismo y la xenofobia.
Patrocinio por parte de los clubes para actividades de los aficionados (decoración de
sedes de las peñas, cofinanciación de los materiales necesarios para practicar juegos
y deportes, etc.).
Trabajo de relaciones públicas (publicación de notas de prensa y celebración de
ruedas de prensa conjuntas, por ejemplo, sobre actividades conjuntas o después de
haberse producido incidentes entre los espectadores, obligación de difundir entre los
aficionados eventos relacionados con ellos y organizados por el club, etc.).
Etc.
Desarrollo y mejora de las relaciones entre peñas de un mismo club, así como con las
de otros clubes
31
T-RV (2006) 7 ESP
Los aficionados deben ser conscientes de los prejuicios que existen dentro de su colectivo,
especialmente con respecto a los hinchas de otros clubes, y deben buscar una estrategia
para evitar que se produzcan porque constituyen terreno abonado para la violencia. Con
este telón de fondo, las peñas deben manifestar su disposición a contribuir de manera activa
a la mejora de su relación con otros grupos de aficionados, en particular con los rivales,
pero también con otros de su propio club, y tratar de establecer contactos interculturales
con aficionados de países extranjeros.
Esto puede lograrse del modo siguiente:
-
Establecer contacto y llevar a cabo programas de intercambio con peñas del club en
ciudades hermanas de otros países;
-
Organizar actividades conjuntas con y para las peñas del club así como con las
peñas de otros clubes; por ejemplo, partidos o torneos amistosos entre las peñas de
un club o contra hinchas de equipos rivales;
-
Participar en la organización anual de torneos nacionales de fútbol para aficionados;
-
Facilitar información a las peñas de los equipos visitantes y a sus hinchas sobre los
principales sitios web para los aficionados dedicados a los viajes, las mejores
conexiones para desplazarse, las medidas de seguridad en los alrededores del
estadio, información sobre bares y restaurantes, alojamientos económicos, si es
necesario, etc.
-
Para los grupos de hinchas de un club y junto con grupos del equipo rival (si es
oportuno): ayudarse mutuamente para organizar coreografías o preparar una
conjunta para un partido haciendo referencia a un interés común (por ejemplo,
contra el racismo).
-
Etc.
6. Puesta en práctica y afianzamiento a largo plazo de la carta del aficionado
Lograr un acuerdo sobre el contenido y el texto de la carta no es más que una cara de la
moneda. Para garantizar su éxito permanente es necesario difundirla y lograr que se acepte
en la medida de lo posible dentro del club y entre el colectivo de aficionados. Asimismo, un
grupo de trabajo conjunto debe revisar regularmente la puesta en práctica de esta carta y, si
es necesario, adaptarla (en particular sus capítulos sobre deberes y obligaciones) de acuerdo
con los cambios que se vayan produciendo.
a.
Firma de la carta conjuntamente y en público
Para destacar la importancia de la carta del aficionado, se recomienda que la firmen la
dirección del club y los representantes de las peñas locales en un acto público, como
requiere la ocasión. A través del mayor número posible de aficionados presentes (como
cabe esperar, por ejemplo, inmediatamente antes de un partido o durante el período de
T-RV (2006) 7 ESP
32
descanso, o bien un día libre o en uno en que se celebre un evento para los aficionados) se
puede informar directamente a un amplio público sobre la adopción y el contenido de dicho
acuerdo. Al convertir la firma oficial en parte de un programa más amplio orientado hacia
los intereses de los aficionados, por ejemplo, con una fiesta para los hinchas después de la
firma, al mismo tiempo podrá crearse un ambiente positivo y dar muestras del inicio de una
nueva relación entre los aficionados y la dirección del club.
b.
Promoción y establecimiento de los valores de la carta dentro del club y entre los
aficionados
Para poder consolidar de manera general y duradera los valores de la carta, ésta debe darse
a conocer en todos los niveles que se mencionen en ella. Esto puede conseguirse, entre
otros medios:
-
Firmando la carta en público (véase el párrafo anterior);
Publicando la carta en el calendario oficial de partidos;
Publicando la carta en el sitio web oficial del club;
Dando a conocer la carta mediante las pantallas del estadio;
Enviando la carta a todos los titulares de abonos de temporada al principio de ésta;
Exhibiendo la carta en un lugar destacado del estadio o de la oficina de la peña
deportiva (debe garantizarse que el lugar y el aspecto de la carta destaquen
visiblemente con respecto a los lugares donde figuren las reglas del estadio o las
listas de artículos que no se pueden introducir en él, puesto que tendría
connotaciones negativas para los aficionados).
En caso de que el texto general de la carta vaya seguido de una lista muy detallada de
deberes y obligaciones, sería recomendable en algunos de los canales de difusión antes
mencionados publicar sólo la parte general y remitir al lector al final de ella al sitio web
oficial de la peña para descargarla.
c. Plazo para desarrollar e implantar la carta y cómo darle vida y mantenerla vigente a
largo plazo
La duración del proyecto en su totalidad debe fijarse de manera individual. Sin embargo, es
recomendable obtener resultados concretos en un plazo de seis meses tras el inicio del
proyecto.
Es esencial que, una vez finalizada la carta del aficionado, pueda considerarse como un
logro positivo a largo plazo por todas las partes implicadas.
La calidad de su puesta en práctica concreta a partir de ese momento constituirá
inicialmente la principal garantía para una concienciación y aceptación duraderas del valor
que tiene esta carta. Ambas partes contractuales asumen a través de ella las mismas
responsabilidades. En este sentido, debe tenerse por tanto un cuidado especial para
asegurarse de que el contenido de la carta se pone en práctica en el transcurso de la vida
cotidiana por ambas partes contratantes de una manera rápida, coherente y decidida, y que
no queda simplemente como un compromiso simbólico en un papel.
33
T-RV (2006) 7 ESP
Asimismo, debe adoptarse un tono positivo prevaleciente como incentivo durante la
adopción del acuerdo conjunto. Es por tanto recomendable a la hora de adoptar la carta
como documento establecer también conjuntamente una estrategia y unas responsabilidades
adecuadas, sobre todo durante los primeros meses de su implantación.
Esto significa que, por encima de todo, los efectos positivos de la carta serían rápidamente
tangibles para todas las partes implicadas. Esto a su vez incrementaría el grado de
disposición a continuar aceptando y respaldando la carta.
Para garantizar el éxito de la carta del aficionado a largo plazo sigue siendo necesario
aplicar el contenido del acuerdo a las condiciones cambiantes del club, del entorno de los
aficionados y del fútbol en general de manera continua.
Así pues, la carta del aficionado debe ser objeto de revisión y actualización permanentes.
Se recomienda la creación de un grupo de trabajo con reuniones regulares inmediatamente
tras la adopción de la carta del aficionado como método práctico de implantación. Parece
aconsejable que el grupo de trabajo se reúna al menos cada seis meses.
El grupo de trabajo debe estar formado por representantes de las principales peñas y del
propio club, así como por miembros del comité que haya elaborado la versión original de la
carta del aficionado. La composición de este “comité de la carta del aficionado” puede
también en gran parte coincidir con la del comité original.
La función principal del comité de la carta del aficionado debe consistir sobre todo en
detectar aquellos aspectos de la carta que requieran actualización y los pasajes de ésta que
deban complementarse y enmendarse en el transcurso de las reuniones. El comité de la
carta del aficionado debe también supervisar su puesta en práctica.
Según esto, antes de cada temporada podría comprobarse si la sección de la carta que trata
sobre los “deberes y obligaciones” debe adaptarse o si puede mantenerse sin
modificaciones. A continuación, debe añadirse un breve informe sobre la implantación de
la carta durante la temporada anterior.
Con el fin de mantener la difusión de la carta a largo plazo y de hacer hincapié en su
importancia general, se recomienda readoptar públicamente la versión revisada de este
documento a intervalos regulares (aproximadamente cada uno o dos años) y que, al igual
que la versión original, la revisada se sitúe en un lugar destacado en todo tipo de medios
relevantes para los clubes y los aficionados.
d.
Financiación y apoyo a las iniciativas destinadas a crear una carta del aficionado
Dado que los hinchas implicados en la redacción del borrador y en la implantación de la
carta suelen participar en largas negociaciones de carácter voluntario generalmente, parece
adecuado que a su vez el club proporcione los recursos financieros, administrativos y
logísticos necesarios para el proceso de desarrollo y adopción.
Las asociaciones de aficionados y deportivas nacionales e internacionales pueden también
desempeñar un papel esencial en la difusión y en dar a conocer la carta del aficionado en
T-RV (2006) 7 ESP
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Europa al instar a sus miembros localmente a aplicarlas como elemento esencial de una
estrategia a largo plazo para prevenir la violencia y los actos vandálicos entre los
espectadores. Pueden recopilarse experiencias positivas y ejemplos prácticos de otros
países y darse a conocer, por ejemplo, en forma de catálogo de recomendaciones en el sitio
web.
A modo de incentivo y con el fin de promover la rápida introducción de cartas del
aficionado, así como para llegar a un público amplio, las asociaciones y organizaciones
nacionales e internacionales pueden conceder premios a los mejores ejemplos de puesta en
práctica de cartas del aficionado y compensar a los hinchas y a los clubes que hayan
participado en su implantación mediante ayudas económicas.
35
T-RV (2006) 7 ESP
D. Ejemplos de cartas del aficionado en Europa
Hay que subrayar que las partes en cuestión cada vez son más conscientes de la necesidad
de tomar medidas para mejorar las relaciones entre aficionados y clubes dentro de una
estrategia preventiva para combatir la violencia y los comportamientos indebidos entre los
espectadores en el deporte a escala paneuropea.
Los elementos modulares de las cartas del aficionado que se recomiendan en este manual
ya se han implantado como medidas individuales localmente junto con muchos clubes en
Europa. Sin embargo, aún siguen existiendo grandes diferencias en cuanto al método real
de implantación por las partes relevantes y la integración de estas iniciativas conjuntas en
un diálogo permanente entre aficionados y clubes.
La cooperación entre hinchas y clubes o la calidad de sus relaciones dependen
principalmente de las posibilidades y de las circunstancias estructurales locales, de la
organización del colectivo de aficionados, del grado de reconocimiento mutuo y de la
disposición a entrar en un proceso de diálogo y de proporcionar respaldo activo, así como
de los planteamientos adoptados por las instituciones afectadas para combatir y prevenir la
violencia y los comportamientos indebidos entre los espectadores. En este sentido es
también importante el grado de tendencia al gamberrismo a escala local.
Actualmente podemos encontrar ejemplos de cartas del aficionado de ámbito local o
nacional en Bélgica, Alemania, Inglaterra, Francia y Austria. Estos documentos ya
contienen diversos aspectos esenciales de las cartas del aficionado que hemos mencionado
en este manual, aunque con distintas prioridades.
1. BÉLGICA
En Bélgica existen diversos clubes de fútbol profesional que disponen de carta del
aficionado, como la del club Royale Association Athlétique Louvièroise (RAAL). A
continuación mostramos algunos fragmentos de dicha carta:
Carta del aficionado de la RAAL
Mediante esta carta, el aficionado ....
Art. 1°
- expresa mediante su apoyo y su actitud su compromiso con el club y
con la Royale Association Athlétique Louvièroise.
Art. 2°
- se adapta a las reglas y a la ética deportiva de la Royale Association
Athlétique Louvièroise, de las principales autoridades del fútbol y del Ministerio del
Interior.
Art. 3°
- mantiene su autocontrol. En todas las ocasiones y bajo cualquier
circunstancia, su conducta será siempre ejemplar, basada en el respeto hacia los
individuos y merecedora de su título.
Art. 4°
- renuncia a provocar o participar en cualquier acción que pueda
perjudicar a su club, la Royale Association Athlétique Louvièroise, a los clubes
rivales o ir en contra de la seguridad y de la ley y el orden.
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Art. 5°
- es garante del bienestar físico y de la moral de los jugadores, los
directivos del equipo, las autoridades y los aficionados rivales, así como de los
árbitros.
Art. 6°
- rechaza cualquier forma de violencia física o verbal y cualquier
degradación antes, durante y después de los partidos.
Art. 7°
- intenta convertir los estadios y sus alrededores en lugares de encuentro,
intercambio e integración.
Art. 8°
- le gustan los festejos y la hospitalidad, pero mantiene su conducta bajo
control en todo momento.
Art. 9°
- es embajador/embajadora de su ciudad y de su club, la Royale
Association Athlétique Louvièroise, y defiende los valores del fútbol a través del
carácter ejemplar de su conducta.
Art. 10°
- debe promover un juego limpio independientemente del equipo que
logre la victoria y considerar al oponente como alguien que le permitirá superarse a sí
mismo/misma.
Art. 11°
- debe dejar a un lado su orgullo y aceptar el hecho de que el otro equipo
puede ganar.
Art. 12°
- debe honrar a su equipo y a su club, mantener la modestia en la victoria
y la dignidad en la derrota.
Art. 13°
- se compromete a que se cumpla la « CHARTE DU SUPPORTER
FAIR-PLAY LOUVIEROIS » («Carta del aficionado del juego limpio del
Louvierois»).
Art. 14°
- el no respetar estos artículos contravendrá los estatutos del aficionado
del JUEGO LIMPIO y dará lugar a sanciones inmediatas por parte de los
responsables de las peñas futbolísticas.
Art. 15°
- los aficionados firmantes de esta carta y los no reglados se
comprometen a cumplirla íntegramente por todos los medios a su alcance (mediante
instrucciones de su peña, exhortaciones a la prudencia verbales y por escrito,
exclusión temporal o definitiva de la peña deportiva,…). Sin embargo, los firmantes
no podrán hacerse (no serán) responsables en ningún momento y de ninguna manera
en caso de accidentes, incidentes o daños a las propiedades causados por uno de sus
miembros o un grupo de ellos, ya sea desde los puntos de vista penal, civil o
económico.
Art. 16°
- los firmantes podrán poner fin a la vigencia de esta carta en cualquier
momento mediante envío certificado a las distintas partes afectadas, tras la reunión
de colaboración de los distintos firmantes de la carta.
Las distintas cartas belgas del aficionado se centran particularmente en las obligaciones de
los hinchas hacia sus clubes. En ellas también se subrayan el papel y las responsabilidades
de las peñas futbolísticas en este contexto.
Por otra parte, los clubes garantizan una buena acogida y una infraestructura adecuada en el
estadio para aquellos aficionados que estén dispuestos a aceptar y a respetar los valores
reflejados en la carta.
La asociación de fútbol belga (URBSFA) ha elaborado también una carta del aficionado a
37
T-RV (2006) 7 ESP
escala nacional que, de forma similar a las locales, gira principalmente en torno a la
conducta de los aficionados. Asimismo, esta « Charte de Securité de toutes les associations
de supporters » (Carta de la seguridad de todas las asociaciones de aficionados) está
complementada por la destacable « Charte Sociale URBSFA » (Carta Social de la
URBSFA), en la que la asociación define seis principios con los que se compromete para
impulsar el potencial positivo integrador del fútbol, luchar contra el racismo y la
discriminación en este deporte y respaldar proyectos sociales.
CHARTE SOCIALE URBSFA (Carta Social de la URBSFA)
La URBSFA garantiza la promoción del fútbol como medio para unir a las personas
(hombres y mujeres) de todas las culturas y colores y para construir un futuro mejor. El
fútbol está abierto a todos.
La URBSFA no excluye a nadie y prohíbe cualquier forma de discriminación por razón de
sexo, raza, nacionalidad, religión o discapacidad.
La URBSFA hace un llamamiento a todos los aficionados al fútbol invitándoles a hacer uso
de los valores positivos: juego limpio, pasión y buen ambiente.
La URBSFA considera el fútbol como un medio de mejorar el bienestar general, la
tolerancia y la integración social.
La URBSFA respalda el programa de diez puntos contra el racismo de la UEFA: Unite
Against Racism! (¡Unidos contra el racismo!).
La URBSFA colabora en Bélgica con diversos programas de desarrollo para el bienestar,
así como en actividades internacionales de cooperación para el desarrollo.
Esta carta se elaboró de manera conjunta por la asociación belga de fútbol, el “Centro para
la igualdad de oportunidades y la oposición al racismo” y el “Samen Kleurrijk Sporten
Stiftung”, siendo firmada por todos los equipos nacionales belgas. La asociación y la peña
futbolística de la selección nacional también hicieron un llamamiento para firmar la carta a
todos los clubes de la liga belga, a los jugadores y a los aficionados.
Resulta chocante que por una parte el contenido de las cartas del aficionado belga se centre
principalmente en los aficionados y en sus obligaciones, y que casi no se produzcan
declaraciones relevantes de los clubes para apoyar a sus hinchas. Por otro lado, los
aficionados belgas no han intervenido en la elaboración y la adopción de las cartas
existentes a través de las peñas o de la asociación. Para garantizar una mejor y mayor
aceptación de las cartas por parte de los aficionados sería recomendable emprender otras
iniciativas que desarrollen aún más las cartas existentes en colaboración con representantes
de los aficionados.
2. ALEMANIA
En Alemania no sólo existen encargados de las relaciones con los aficionados y
departamentos del aficionado en los clubes de fútbol profesional, sino también una amplia
gama de proyectos profesionales dirigidos hacia los aficionados y dedicados a una labor
social preventiva con los hinchas futbolísticos en los clubes.
Los proyectos para los aficionados constituyen principalmente un elemento mediador
T-RV (2006) 7 ESP
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independiente entre todas las partes implicadas en el fútbol, particularmente los
aficionados, los clubes y los organismos reguladores. Uno de sus principales cometidos
consiste en proporcionar un canal de comunicación permanente entre los hinchas y el club,
mejorar el entendimiento mutuo e iniciar así en ambas partes cambios ideológicos y
estructurales positivos y sostenibles.
De momento no existen cartas generales del aficionado en Alemania. Un ejemplo positivo
de carta sobre un tema específico y de cooperación entre aficionados y clubes como aliados
que cuenta con la intervención de otras partes en el proceso de desarrollo es la declaración
conjunta del departamento de aficionados del FC Bayern Munich y de los representantes de
las principales peñas futbolísticas junto con el proyecto local para los aficionados y la
policía.
En línea con las recomendaciones del borrador y la publicación de las cartas de los
aficionados descritas en este manual (véanse las secciones C.2, 3 y 6), las partes
mencionadas se reunieron en julio de 2005 para redactar un borrador de objetivos conjuntos
básicos e informar a los aficionados convenientemente.
En su declaración final, los representantes de las diversas instituciones y organizaciones
implicadas pusieron de relieve diversos aspectos para garantizar la confianza mutua como
base para unas buenas relaciones y (en forma de llamamiento) el rechazo a los dispositivos
pirotécnicos, la lucha contra las consignas racistas y los actos de violencia en los estadios.
Esta declaración también se publicó en Internet, tanto en el sitio web del club como en los
de las peñas correspondientes y en foros de aficionados, por lo que pronto recibió una
amplia difusión entre los hinchas.
La aprobación conjunta de este documento y su amplia difusión a través de los canales de
comunicación institucionales e informales para los aficionados fueron críticos para
garantizar una amplia aceptación de la declaración entre los hinchas.
Sería deseable que a largo plazo esta declaración sirviera de modelo para las relaciones
entre aficionados y clubes en Munich e iniciara un proceso de largo alcance para adoptar
una carta general del aficionado a partir de las estructuras de negociación establecidas o
existentes entre las partes implicadas.
3. FRANCIA
En Francia existe una carta del aficionado elaborada por la asociación nacional de peñas
deportivas (Fédération des Associations de Supporters, FAS) y ratificada por la liga de
fútbol profesional francesa (Ligue de Football Professionnel, LFP).
LA CHARTE DU SUPPORTER (Carta del aficionado)
(elaborada por la Fédération des Associations de Supporters, FAS)
La LIGUE DE FOOTBALL PROFESSIONNEL (LFP) acepta lo siguiente
ARTÍCULO 1
El aficionado debe disfrutar cada encuentro deportivo como un momento privilegiado y una
fiesta, independientemente de la importancia del evento.
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T-RV (2006) 7 ESP
ARTÍCULO 2
El aficionado acepta las reglas y el espíritu del fútbol.
ARTÍCULO 3
El aficionado respeta a sus rivales como a sí mismo.
ARTÍCULO 4
El aficionado acata las decisiones arbitrales.
ARTÍCULO 5
El aficionado permanece digno en la victoria y en la derrota, consciente de la influencia de
su comportamiento sobre el público.
ARTÍCULO 6
La conducta de los aficionados debe ser irreprochable en los partidos que se jueguen fuera.
ARTÍCULO 7
El aficionado pertenece a una peña futbolística reconocida. Es titular de un carné nacional
de aficionado.
ARTÍCULO 8
El aficionado defiende a su club en todo momento y lugar.
ARTÍCULO 9
El aficionado respeta a las autoridades, a los jugadores, al club y a los árbitros.
ARTÍCULO 10
El aficionado se comporta como un verdadero embajador del fútbol, contribuyendo a
aplicar los principios antes mencionados.
De manera similar a las cartas del aficionado belgas, la de la FAS, redactada en forma de
directrices generales, se centra principalmente en las obligaciones de los hinchas para que
se comporten de una manera positiva. A diferencia de las cartas belgas, los artículos de la
carta de la FAS no figuran como instrucciones, sino como una especie de obligación que se
imponen los propios aficionados hacia el fútbol en general. Esto puede ser importante, dado
que la redacción de la carta puede influir considerablemente en su aceptación y en el
respaldo con que cuente entre los aficionados.
La carta de los aficionados de la FAS ha sido adoptada por diversos clubes profesionales
franceses, como el FC Toulouse, y firmada por los principales representantes de los
aficionados.
Asimismo, existe una carta ratificada por la LFP y la FAS donde se definen el papel y las
responsabilidades de las peñas en particular. Un factor positivo en este contexto es que
dicha carta contiene también algunos requisitos específicos, posibles ayudas y obligaciones
de los clubes, de la LFP y de la FAS hacia las peñas, como el nombramiento de encargados
para las relaciones con los aficionados y el derecho a la codeterminación de los
representantes de las peñas en el “club fanion”, la peña oficial de cada club. Por otra parte,
en caso de conflicto entre las peñas y los clubes de fútbol correspondientes, el problema se
resolverá con ayuda de un representante de la FAS que actúe en calidad de mediador.
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Carta de adhesión de la peña futbolística a la FAS
LA CHARTE D’ADHESION DU CLUB DE SUPPORTERS A LA FAS
ARTÍCULO 1
Todas las peñas futbolísticas sometidas a la ley de 1901 deben reunir las condiciones
siguientes:
– aprobación por parte de la asociación del club (SAOS, SEM, SASP…) ;
– acceso a la FAS;
– aprobación por parte del Ministerio de Juventud y Deportes.
ARTÍCULO 2
El objetivo de una peña futbolística es ayudar al club colaborando voluntariamente en las
distintas acciones de éste, animando y participando en las medidas de seguridad durante los
partidos que se desarrollen en su lugar de residencia y en los departamentos, ayudando a
combatir la violencia en los estadios y alrededor de ellos.
ARTÍCULO 3
La peña deportiva debe nombrar obligatoriamente a un representante para el consejo
administrativo del “club fanion”, la peña oficial del club de referencia. En los mismos
términos, es deseable que también el “club fanion” nombre a un directivo de la peña
futbolística.
ARTÍCULO 4
Al final de cada temporada, se solicitará a la peña deportiva que presente una memoria de
sus actividades ante el “club fanion” y ante la FAS con fines informativos.
ARTÍCULO 5
Si la peña deportiva presenta beneficios al final de la temporada,
– mediante la venta de localidades,
– mediante la venta de artículos,
– mediante la organización de viajes o de diversas actividades, los beneficios obtenidos
deben utilizarse únicamente para la mejora de la peña deportiva, la adquisición de abonos
de temporada, donaciones, la organización de actividades conformes a los estatutos de la
peña deportiva y, en general, para aportar fondos adicionales al “club fanion”.
ARTÍCULO 6
En caso de incumplimiento del artículo 5, el “club fanion” podrá solicitar a la FAS la
convocatoria de una asamblea general de la peña para decidir sobre su situación. En este
caso, la FAS podrá exigir que todas las decisiones cumplan sus estatutos, incluida la
declaración de expulsión de dicha peña de la FAS.
ARTÍCULO 7
El “club fanion” no podrá imponer acciones sobre su peña por incumplimiento de sus
estatutos.
ARTÍCULO 8
En caso de conflicto entre el “club fanion” y la peña, se celebrará una sesión de mediación
entre ambas entidades a la que asistirán representantes de la FAS para ayudar a superar las
diferencias.
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ARTÍCULO 9
La FAS dispondrá de un lugar en el consejo de administración de la LFP. La LFP reconoce
a la FAS como organización nacional representante de las peñas futbolísticas. La LFP
propone la aprobación de una peña futbolística a través del “club fanion” de acuerdo con la
opinión de la FAS.
ARTÍCULO 10
Se creará en la FAS una comisión para sancionar, incluso mediante la expulsión de la peña
futbolística al completo, si la conducta de sus miembros se considera incompatible con sus
estatutos y con los objetivos que pretende la FAS.
4. INGLATERRA
Inglaterra posee una larga tradición de violencia en el deporte, particularmente en el fútbol.
En Inglaterra no existen actividades profesionales de formación de los aficionados a escala
local, pero los clubes y las organizaciones de aficionados desempeñan un papel bastante
importante dentro de las redes sociales y locales. En general, son conscientes de su papel
esencial en cuanto a la violencia de los espectadores y a la necesidad de establecer un
diálogo permanente y de mejorar las relaciones entre aficionados y clubes.
En Inglaterra, la mayoría de los clubes de fútbol profesional, incluidos el Liverpool FC, el
Charlton Athletic, el Arsenal y el Manchester United, disponen de cartas generales del
aficionado. A este respecto, han seguido las recomendaciones de la FA Premier League,
que hace aproximadamente cinco años (durante la temporada 2000/2001) creó un
departamento para las relaciones con los aficionados (Customers Relation Unit) con el fin
de desarrollar y adoptar cartas del aficionado generales en los clubes, elaborando su propia
carta del aficionado. La “FA Customer Charter” se ha convertido también en modelo para
las actuales cartas del aficionado de los clubes profesionales de fútbol.
A diferencia de las cartas del aficionado de Bélgica o de Francia, las de Inglaterra no
pretenden desempeñar la función principalmente simbólica de un concepto general sobre la
conducta de los aficionados. Denominadas “Club Charters” o “Customer Charters” (cartas
del club o cartas de los clientes) ilustran los principios de las políticas del club y describen
los deberes y obligaciones concretos de éstos particularmente hacia sus hinchas, sus
miembros y la comunidad local.
De acuerdo con esto, el Dundee United FC establece en el preámbulo de su carta del
aficionado:
“El Dundee United Football Company Limited (“el Club”) reconoce la relación especial
que existe entre el Club y sus hinchas. También reconoce y respeta la valiosa contribución
que los aficionados hacen a la vida del Club. Como tal, el Club hará todos los esfuerzos
posibles para garantizar que los aficionados del Dundee United desempeñen un papel
responsable en los asuntos del Club. Asimismo, el Club garantizará que sus políticas y
prácticas serán abiertas, accesibles y comunicadas de la manera más eficaz posible a sus
aficionados.
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El Dundee United reconoce también que goza de una posición especial dentro de la
comunidad local y que tiene la responsabilidad de iniciar y de promover programas e
instalaciones comunitarios, así como de mejorar la imagen y la reputación de la comunidad
a la que sirve.
El Club se compromete a proporcionar un servicio de calidad por parte del personal
profesional y responsable, siendo la satisfacción del cliente la finalidad de todas nuestras
actividades. El Club también se compromete a combatir y eliminar la discriminación, ya
sea por razón de sexo, orientación sexual, raza, procedencia étnica, nacionalidad, color,
religión o discapacidad.
En esta Carta se establecen nuestras políticas sobre todos estos aspectos y complementa a
otros documentos específicos sobre políticas acerca de la igualdad de oportunidades y la
lucha contra la discriminación y el racismo. El Club llevará a cabo una revisión anual de su
Carta y de las actividades asociadas con ella, y realizará los cambios oportunos que
requieran las directrices de los órganos legislativos tras consultar con sus hinchas. Las
pruebas documentales de dicha revisión se incluirán en la declaración de auditoría del Club
y se harán públicas (...)”.
Por lo general, las cartas de los aficionados ingleses suelen incluir información detallada y
reflejar las obligaciones de los clubes hacia sus hinchas en los siguientes aspectos:
• Asesoramiento e información
Ejemplos: obligación de mantener un diálogo regular con los aficionados y sus
representantes a través de cuestionarios y mediante la creación de foros y grupos de
trabajo específicos; obligación de publicar a la mayor brevedad toda la información y el
material en que se fundamenten las enmiendas a la política de venta de localidades o a
otras cuestiones a través de la revista del estadio, el sitio web del club, listas de correo y
notas de prensa.
• Posibilidades de acceder a los partidos y al estadio / venta de localidades
Ejemplos: obligación de reservar cierto número de localidades para quienes no poseen
abono de temporada, obligación de ofrecer reducciones en el precio para jóvenes,
estudiantes y pensionistas; ayudar y proporcionar suficientes posibilidades de acceso a
las personas discapacitadas; creación de zonas especiales de espectadores para familias
y menores de 16 años no acompañados; establecimiento de normas para la devolución
de localidades; garantizar el acceso a precio reducido o gratuito para la celebración de
partidos previamente suspendidos.
• Partidos en campo ajeno / hinchas visitantes
Ejemplos: establecer reglas de prioridad para la adquisición de localidades en campo
ajeno para los miembros de las peñas; obligación de proporcionar en general un 10% de
las localidades disponibles a los hinchas visitantes, localidades al mismo precio para
hinchas locales y visitantes.
• Lealtad y adhesión
Ejemplos: provisión de modelos de adhesión, oferta de ventajas especiales en la venta
43
T-RV (2006) 7 ESP
de localidades y de otras condiciones específicas para los miembros del club y los de las
peñas asociadas.
• Actividades sociales
Ejemplos: obligación de reforzar el fútbol de base organizando actividades futbolísticas
y educativas junto con los jugadores; establecimiento de fuertes vínculos con la
comunidad y colaboración con las autoridades locales; introducción de niños y niñas en
el fútbol; ayudas especiales para el fútbol femenino, ya sea infantil o de adultos;
organización de programas educativos y de actividades de tiempo libre en los colegios;
promoción e integración de los discapacitados en el deporte; cooperación con entidades
benéficas.
• Productos comerciales
Ejemplos: normas sobre el mantenimiento de las equipaciones; declaraciones sobre los
pedidos, los cambios y las devoluciones de productos.
• Personal supervisor / conducta
Ejemplos: garantizar que el personal se recluta según el principio de igualdad de
oportunidades en cuanto a edad, raza, color de la piel, nacionalidad, religión, sexo,
orientación sexual o procedencia étnica.
• Servicio de atención al cliente / tramitación de reclamaciones
Ejemplos: obligación de tratar a todos los clientes, espectadores o hinchas de manera
respetuosa y educada; obligación de responder a todas las preguntas y opiniones de los
hinchas y de los clientes; garantizar una relación coste-beneficio adecuada;
nombramiento de personas de contacto específicas para atender las reclamaciones;
garantizar la tramitación de las quejas en un plazo de diez días.
El carácter general y las formas de implantación de las cartas de los aficionados ingleses
demuestran claramente el serio esfuerzo de los clubes implicados por garantizar la máxima
transparencia y la posibilidad de que los aficionados puedan influir y revisen los valores de
la carta del aficionado o intervengan en las decisiones del club.
Otro aspecto positivo es la revisión regular y la ulterior elaboración de cartas en un
intercambio abierto entre hinchas y clubes. El Manchester United, por ejemplo, aplica
actualmente su cuarta versión revisada de la carta del aficionado adoptada inicialmente en
el año 2000, y el Arsenal cuenta con un “Supporters Consultative Forum” (Foro de consulta
a los aficionados) que organiza reuniones regulares entre éstos y representantes del club
para discutir y revisar la implantación de los valores de la carta local, entre otros aspectos.
Con este trasfondo, el informe de evaluación anual de la FA Premier League subrayaba, por
ejemplo, el papel decisivo que tienen las redes de grupos y los foros de aficionados en el
proceso de adopción de cartas de los aficionados. Esto ha permitido reunir a los principales
representantes y avanzar considerablemente en la mejora de áreas conjuntas de interés. Por
otra parte, la elaboración de cartas del aficionado se ha considerado una contribución
importante para promover una imagen positiva de la asociación como organización abierta
y dispuesta al diálogo con sus socios.
T-RV (2006) 7 ESP
44
Sin embargo, un aspecto crítico es la cuestión de si el carácter básico de la cooperación
existente entre aficionados y clubes para debatir y revisar el posterior desarrollo de cartas
en Inglaterra se basa realmente en la igualdad. En último término, la revisión de los asuntos
debatidos y la adopción de la carta dependen exclusivamente del club. Asimismo, no existe
un concepto general elaborado de acuerdo con la carta del aficionado, que, como norma
fija, defina los objetivos de ambas partes.
5. AUSTRIA
En Austria no existen cartas generales del aficionado. Sin embargo, diversas peñas y clubes
de fútbol han llegado a acuerdos concretos sobre la lucha contra el racismo y la
discriminación en el fútbol. Esencialmente cumplen la función de cartas del aficionado,
aunque únicamente se centren en temas específicos.
En el marco de un debate colectivo sobre “deporte y tolerancia” celebrado el 27 de julio de
2002, el club de la Liga Federal “Graz AK” presentó su “Manifiesto del Jubileo”, en el que
claramente defendía la tolerancia y rechazaba activamente el racismo y la xenofobia como
primer club de la liga federal austriaca.
Manifiesto del Jubileo del Graz AK
1.
2.
3.
4.
5.
El LIEBHERR GAK se compromete, según sus estatutos, a seguir desarrollando la
tolerancia y la igualdad en la cultura futbolística.
El LIEBHERR GAK respalda la lucha contra cualquier forma de xenofobia o de
racismo.
El LIEBHERR GAK considera como principal objetivo del club combatir cualquier
estallido de violencia entre los hinchas futbolísticos.
El LIEBHERR GAK promueve el compromiso en favor del entendimiento entre los
pueblos y un espíritu internacional en la cultura de los aficionados.
El LIEBHERR GAK fomenta la disposición a vivir junto con extranjeros y solicita a sus
jugadores, miembros, hinchas e invitados a demostrar el valor necesario para proteger y
ayudar a las víctimas de la xenofobia en cualquier situación.
La iniciativa para los aficionados de Innsbruck, junto con la principal peña del FC Wacker
Tirol, remitió a los órganos correspondientes del club una declaración sobre la conducta de
los hinchas y la coreografía de éstos en los estadios en la que se subrayaba la obligación de
combatir el racismo y la intolerancia en el fútbol y se hacía un llamamiento a los
representantes responsables del club para establecer un diálogo continuo con los
representantes de los aficionados, los inmigrantes y las organizaciones antirracistas:
“El fútbol es el deporte más importante del mundo y pertenece a todos nosotros. Todo ser
humano posee el derecho inalienable de participar en este deporte sin ningún tipo de
discriminación o de perturbación e independientemente de su procedencia, nacionalidad,
religión, sexo, orientación sexual o cualquier tipo de discapacidad, ya sea jugador,
aficionado, espectador, entrenador, árbitro o directivo.
45
T-RV (2006) 7 ESP
Nosotros, las peñas futbolísticas de la Nordtribüne (Verrückte Köpfe, Wild Boys, Freaks) y
Faninitiative Innsbruck, subrayamos por el presente documento nuestro compromiso de
luchar contra el racismo, la xenofobia, los nacionalismos, la agitación religiosa, el
sectarismo, el antisemitismo y cualquier forma de discriminación en y a través del fútbol.
No estamos dispuestos a tolerar el racismo en el fútbol, ya sea entre el público o en el
terreno de juego, entre las autoridades, en los entrenamientos o en la enseñanza.
El fútbol es un elemento esencial de la sociedad europea y desempeña un papel importante
en la lucha contra el racismo. Pedimos a las instituciones del fútbol, en particular a la Liga
Federal, a las organizaciones regionales del fútbol y al SPG WSG Wattens/FC Wacker
Tirol:
- que reconozcan que el racismo y otras formas de discriminación constituyen un problema
en el fútbol;
- que afronten sus responsabilidades, implanten estrategias contra el racismo y que las
hagan públicas;
- que hagan el mejor uso posible de las posibilidades integradoras e interculturales del
fútbol;
- que inicien un diálogo y colaboren con todas las organizaciones que propugnen la lucha
contra el racismo en el fútbol, especialmente con las peñas futbolísticas, los inmigrantes y
las minorías étnicas;
- y también que debatan el problema del auge de la extrema derecha en Austria y de sus
actividades en los estadios de fútbol”.
Sería recomendable desarrollar aún más ambas iniciativas para abrir un proceso de
definición e implantación de puntos de acción específicos para alcanzar los objetivos
deseados con la colaboración de todos los representantes relevantes del fútbol en una labor
conjunta.
T-RV (2006) 7 ESP
46
Resumen
En las últimas décadas se han desarrollado con mayor detalle y se han mejorado
considerablemente las prácticas existentes para combatir y, sobre todo, prevenir la violencia
de los espectadores y los actos vandálicos en numerosos países europeos. Cada vez se
concentran más en las causas reales de dicha conducta en distintos niveles, y por tanto
pueden contribuir de manera sustancial a reducir la violencia y los actos vandálicos de los
espectadores.
Para poder desarrollar aún más este proceso, parece necesario actualmente respaldar de
forma activa la adopción y la implantación de cartas del aficionado como marco vinculante
para diversas medidas preventivas. Su finalidad consiste en mejorar en la medida de lo
posible las relaciones entre los aficionados y los clubes como planteamiento básico para
garantizar una estrategia de prevención eficaz e integradora a largo plazo.
Con este trasfondo, la difusión y el análisis de casos prácticos puede ser un instrumento útil
para promover la cooperación entre los aficionados y los clubes en el marco de las cartas
del aficionado. Aunque ninguno de los casos prácticos que hemos visto de Bélgica, Francia,
Alemania, Inglaterra y Austria se ajusta plenamente al concepto marco de carta del
aficionado propuesto en este manual, no obstante representan planteamientos diversos, pero
recomendables, de acuerdo con las circunstancias específicas nacionales, locales,
estructurales y culturales de este deporte. En línea con las recomendaciones de este manual,
las cartas inglesas constituyen el mejor ejemplo práctico en comparación con las demás.
El establecimiento de una relación de colaboración en igualdad de condiciones y de un
diálogo activo entre los aficionados y los clubes en el marco de una carta del aficionado
sigue siendo un elemento olvidado por la gran mayoría de los casos prácticos mencionados.
Sin embargo, esta colaboración es esencial para poder delimitar claramente las
responsabilidades de todas las partes implicadas hacia la otra. De este modo, los
aficionados en particular tienen una mayor probabilidad de participar positivamente en
actividades y decisiones de manera que el ofrecer una imagen positiva se convierta en lo
más atractivo para ellos. Por este motivo, uno de los objetivos debería ser intensificar las
medidas adecuadas y hacer hincapié una y otra vez en su importancia.
Los clubes deportivos y las asociaciones en particular deben proporcionar los recursos
necesarios para que estas iniciativas se transformen en modelos de colaboración sostenible
en el marco de la integración social y la prevención.
47
T-RV (2006) 7 ESP
Apéndice 1
Recomendación Rec (2003) 1 del Comité Permanente sobre el papel de las medidas
sociales y educativas en la prevención de la violencia en el deporte y el manual sobre
prevención de la violencia en el deporte
El Comité Permanente del Convenio europeo sobre la violencia e irrupciones de
espectadores con motivo de manifestaciones deportivas y especialmente de partidos de
fútbol,
En virtud del artículo 9.1.c del Convenio;
Con respecto al artículo 3, secciones 2 y 5 del Convenio;
Recordando su Recomendación n.° 2/89 acerca del informe general sobre medidas contra el
gamberrismo;
Con respecto al Proyecto integral del Consejo de Europa sobre “Respuestas a la violencia
cotidiana en una sociedad democrática”;
Haciendo hincapié en que la violencia y los actos vandálicos de los espectadores en los
acontecimientos deportivos y, en particular, en los partidos de fútbol, no se han erradicado
y se están trasladando cada vez más del interior de los estadios hacia los núcleos urbanos y
otros lugares;
Considerando que dicha violencia forma parte de un fenómeno social más amplio que
afecta negativamente a los aficionados que verdaderamente respetan la ley y a los
residentes locales, y que es necesario adoptar un planteamiento integral para contrarrestarla;
Haciendo hincapié en las numerosas e importantes mejoras realizadas desde la tragedia del
estadio de Heysel, por ejemplo, en materia de actividad y coordinación policial,
infraestructuras en los estadios, control de multitudes y vigilancia mediante cámaras de
vídeo, organización (sobre todo en la venta de localidades), prohibiciones de entrar en los
estadios y el uso de la legislación penal a escala nacional e internacional han tenido un
impacto real a la hora de reducir la violencia, particularmente dentro y en los alrededores de
los estadios;
Haciendo hincapié en las iniciativas positivas de los distintos países sobre la adopción de
medidas educativas y sociales a escala nacional e internacional para prevenir la violencia;
Basándose en la experiencia obtenida en los grandes torneos recientes, como la Copa del
Mundo de 2002 o en Campeonato Europeo de Fútbol de 2000, que han demostrado que las
medidas para acompañar y asistir a los aficionados resultan útiles y eficaces;
Considerando que el ulterior desarrollo y uso de dichas medidas preventivas contribuirá a
una mayor reducción de la violencia de los espectadores y dará apoyo estructural a quienes
intervienen en la organización y gestión de grandes acontecimientos deportivos;
T-RV (2006) 7 ESP
48
Conscientes de la necesidad de incidir aún más en la prevención dentro del marco de la
política internacional general para combatir el gamberrismo con el fin de aportar las
medidas de seguridad convencionales complementarias que sean necesarias y de garantizar
su equilibrio;
Recomienda a las Partes firmantes del Convenio:
Que tomen medidas de prevención socioeducativa con el fin de mejorar la acogida y
la tutela de los aficionados atendiendo a sus circunstancias nacionales, inspirándose en los
principios e iniciativas presentados en el Manual de prevención de la violencia en el
deporte que se adjunta, y principalmente:
-
-
estableciendo una política de tutela de los aficionados, creando embajadas de los
aficionados y mediante el uso de acompañantes;
instando a los clubes a que estrechen las relaciones con sus hinchas, a que valoren a
las peñas oficiales de aficionados, a que fomenten su creación y les otorguen un
papel en la gestión y en la vida del club;
concienciando a los clubes sobre la función que pueden desempeñar en su entorno
social;
permitiendo a las autoridades nacionales y locales, así como a otros organismos,
que desempeñen un papel relevante en el desarrollo de políticas para prevenir la
violencia.
Hace un llamamiento a todas las organizaciones deportivas, como la FIFA y la UEFA, y a
las asociaciones nacionales de fútbol para que contribuyan a la consecución de estos
objetivos con todos los medios que tengan a su alcance.
49
T-RV (2006) 7 ESP
Apéndice 2
Recomendación Rec(2001)6
del Comité de Ministros a los Estados miembros sobre la prevención del racismo, la
xenofobia y la intolerancia racial en el deporte
(Adoptada por el Comité de Ministros el 18 de julio de 2001 durante la 761ª reunión de
Delegados Ministeriales)
El Comité de Ministros, según los términos del Artículo 15.b de los Estatutos del Consejo
de Europa,
Teniendo en cuenta la Declaración adoptada por los Jefes de Estado y de Gobierno de los
Estados miembros del Consejo de Europa en la Cumbre de Viena (1993) y, en particular, la
Declaración y el Plan de acción para combatir el racismo, la xenofobia, el antisemitismo y
la intolerancia;
Teniendo en cuenta la Convención Europea sobre Derechos Humanos y sus protocolos, y
en particular el Protocolo n.º 12;
Teniendo en cuenta el Convenio europeo sobre la violencia e irrupciones de espectadores
con motivo de manifestaciones deportivas y especialmente de partidos de fútbol;
Teniendo en cuenta la Recomendación R (97) 20 del Comité de Ministros a los Estados
miembros sobre “lenguaje ofensivo”;
Teniendo en cuenta la Resolución n.º 4 sobre prevención del racismo, la xenofobia y la
intolerancia en el deporte adoptada durante la 9ª Conferencia de Ministros Europeos de
Deportes en Bratislava en mayo de 2000;
Teniendo en cuenta las medidas que propugna la Comisión Europea contra el Racismo y la
Intolerancia (ECRI);
Teniendo en cuenta la Declaración Política y las Conclusiones Generales adoptadas por la
Conferencia Europea contra el Racismo y la intolerancia (13 de octubre de 2000);
Consciente del papel cada vez mayor del deporte en la socialización y el desarrollo
comunitario;
Consciente del papel del deporte en la formación de los jóvenes en particular, en el respeto
mutuo, en la tolerancia, el juego limpio y contra la discriminación;
Considerando que el racismo, la discriminación racial, la xenofobia y la intolerancia
constituyen una grave amenaza para el deporte y sus valores éticos;
Teniendo en cuenta las iniciativas adoptadas por diversas organizaciones deportivas
internacionales, en particular por la FIFA y la UEFA;
Consciente de que el gamberrismo, la violencia en el deporte y los movimientos racistas,
neonazis o de extrema derecha pueden estar vinculados entre sí;
T-RV (2006) 7 ESP
50
Considerando que se necesitan nuevas medidas concretas para erradicar el racismo, la
xenofobia y la intolerancia racial en el deporte;
Considerando que el fomento de una sociedad democrática y tolerante, exenta de racismo y
de toda forma de discriminación requiere un esfuerzo por parte de la población en su
conjunto,
Recomienda a los gobiernos de los Estados Miembros que adopten medidas y políticas
eficaces con el fin de prevenir y de luchar contra las conductas racistas, xenófobas,
discriminatorias e intolerantes en todos los deportes, y en particular en el fútbol,
inspirándose en las directrices que figuran en el apéndice de esta Recomendación;
Transmite esta Recomendación a la Comisión Europea contra el Racismo y la Intolerancia;
Hace un llamamiento a todas las organizaciones deportivas, como la FIFA, la UEFA y las
asociaciones nacionales de fútbol para que contribuyan a la consecución de estos objetivos
por todos los medios que estén a su alcance.
Apéndice a la Recomendación Rec(2001)6
Directrices
A.
Definición
1.
En este documento se utiliza el término racismo en sentido amplio, e incluye la
xenofobia, el antisemitismo, la discriminación y cualquier otra forma relacionada de
intolerancia racial y étnica.
2.
El racismo en el deporte no es un fenómeno circunscrito a los campos de fútbol.
Tampoco se dirige exclusivamente hacia los jugadores de color. Puede afectar a todos los
deportes y manifestarse en distintos niveles, en el deporte amateur y a escala institucional e
internacional, así como en los medios de comunicación. Puede producirse particularmente
en el ámbito local, pero no de manera exclusiva, en la interacción (por motivos reales o
imaginarios de color, religión, nacionalidad u origen étnico) entre o contra jugadores,
equipos, entrenadores y espectadores, así como contra los árbitros. Puede incluir los
insultos a equipos o incluso a grupos enteros.
B.
Compartir las responsabilidades y la coordinación
1.
La responsabilidad de combatir el racismo en el deporte recae sobre las autoridades
públicas (el poder legislativo, los tribunales, la policía, los órganos gubernamentales
responsables del deporte y las autoridades locales), así como sobre organizaciones no
gubernamentales (asociaciones deportivas nacionales profesionales y amateur, clubes,
asociaciones deportivas locales, peñas deportivas, organizaciones de jugadores,
asociaciones antirracistas y otras).
51
T-RV (2006) 7 ESP
2.
A la hora de diseñar políticas y acciones para luchar eficazmente contra el racismo
debe adoptarse un planteamiento general en el que intervengan todas las partes implicadas.
Deben especificarse los deberes y responsabilidades de todos los implicados en un acuerdo
marco de carácter nacional.
3.
Al igual que sucede con sus prerrogativas relacionadas con la labor legislativa, los
tribunales y la policía, los órganos gubernamentales deben también actuar como
coordinadores. El marco de coordinación debe incluir un medio de consulta entre las partes
involucradas.
4.
Los gobiernos deben asimismo apoyar a las organizaciones no gubernamentales,
particularmente a las organizaciones deportivas nacionales, a los clubes y a las asociaciones
antirracistas, sobre las que recae principalmente la tarea de llevar a cabo programas de
concienciación, educación y formación sobre el racismo en el deporte. La concesión de
subvenciones a las organizaciones deportivas y a los clubes podría condicionarse a la firma
de un compromiso y a la adopción de medidas eficaces por su parte para combatir el
racismo.
5.
En el ámbito internacional no gubernamental, las responsabilidades y el liderazgo
recaen particularmente en los organismos que rigen el deporte (en el caso del fútbol, la
FIFA y la UEFA) y en sus organizaciones nacionales afiliadas.
C.
Medidas legislativas
1.
Aunque en muchos Estados Miembros del Consejo de Europa existen normas
jurídicas y constitucionales que prohíben toda clase de discriminación, es necesario adoptar
medidas legislativas especiales para hacer frente al problema del racismo en el deporte.
2.
Todos los gobiernos deben garantizar que sus sistemas jurídicos y administrativos
disponen de los medios jurídicos nacionales más adecuados y eficaces para luchar contra el
racismo en el deporte. Para ello pueden introducirse medidas legales con el fin de combatir
el racismo en el deporte en la legislación existente, por ejemplo, en el código penal. Estas
medidas también pueden adoptarse dentro de una ley específica en materia de deporte, en la
legislación sobre la lucha contra la violencia en el deporte o en las leyes relacionadas con
un deporte en particular, como puede ser el fútbol.
3.
La legislación debe castigar como delitos penales toda clase de actos (tales como
enarbolar banderas o símbolos) o palabras (insultos o cánticos) cometidos o proferidos en
acontecimientos deportivos que inciten a la violencia o a otras conductas discriminatorias
contra grupos raciales, étnicos o religiosos, o bien contra miembros de esos grupos
basándose en la pertenencia de ellos a dichos grupos.
4.
La legislación debe establecer penas estrictas para los actos racistas cometidos en
los terrenos deportivos. Asimismo, deben establecerse otras sanciones no penales, como la
exclusión o la prohibición de entrar en los estadios.
5.
Con el fin de lograr que las penas por los delitos sean más eficaces e incrementen su
carácter disuasorio, en todos los actos racistas deben abrirse diligencias de manera
automática.
T-RV (2006) 7 ESP
52
6.
Las medidas legislativas no deben limitarse a la implantación de disposiciones
represivas. Debe también revisarse la legislación existente con el fin de suprimir aquellas
disposiciones que creen o fomenten situaciones discriminatorias, particularmente en las
normas sobre los distintos deportes (por ejemplo, las del fútbol) o en las que rigen la
situación de las organizaciones deportivas. Por ejemplo, los inmigrantes o emigrantes
residentes legalmente en un país determinado no deben contabilizarse en los cupos que se
apliquen a los jugadores transferidos directamente desde un país extranjero. En ciertos
países europeos, los cupos impuestos sobre los deportistas de nacionalidad
extracomunitaria impiden a los jóvenes de familias inmigrantes jugar en sus ligas oficiales
(profesionales o amateur).
D.
Implantación de medidas legislativas
1.
En la lucha contra el racismo, la cooperación y la adopción de estrategias conjuntas
entre la policía, los tribunales, los organizadores del evento, los directivos del estadio y del
club, los agentes de seguridad, los aficionados y las organizaciones no gubernamentales son
esenciales para identificar a los culpables y obtener pruebas del delito.
2.
Deben utilizarse cámaras de vídeo y sistemas de televisión de circuito cerrado en los
estadios para la seguridad y el orden público al objeto de facilitar la identificación de los
criminales racistas.
3.
Los agentes de policía y de seguridad deben intervenir de manera eficaz para
mostrar que los actos o los cánticos racistas no son actividades inocuas y que quienes las
cometan serán castigados.
4.
Los agentes de policía y de seguridad deben conocer el problema del racismo, la
legislación y la normativa, y haber recibido formación para actuar y afrontar este problema.
Para facilitar la identificación de los autores de delitos racistas, debe asignarse a cada
estadio o club principal agentes de policía con formación especial.
5.
Debe desarrollarse un sistema de información que contenga datos sobre delitos
racistas y sus autores, y que permita intercambiar datos entre la policía y los organizadores
de los eventos deportivos. Con este fin deben utilizarse los sistemas de información sobre el
gamberrismo, si existen.
6.
Las medidas adoptadas contra quienes muestren comportamientos racistas deben
recibir una publicidad adecuada.
E.
Medidas que deben adoptarse en los terrenos deportivos
1.
Dentro de un planteamiento integral, las medidas legislativas deben
complementarse con normas y medidas educativas y sociales. Con este fin, los gobiernos
deben instar a las organizaciones y a los clubes deportivos:
a.
A reconocer que el racismo y cualquier otra forma de discriminación constituyen un
grave problema en el deporte, especialmente en el fútbol;
b.
A adoptar y difundir políticas antirracistas firmes e inequívocas;
53
T-RV (2006) 7 ESP
c.
A incluir en sus normas y reglamentos cláusulas aplicables a todos los niveles de la
competición que permitan a árbitros, jueces y otras autoridades durante los partidos
imponer sanciones deportivas eficaces a los participantes que cometan actos racistas
(gestos, insultos, etc.), ya sea inmediatamente durante la competición o tras la adopción de
medidas disciplinarias;
d.
A tomar medidas eficaces para desarrollar en los jugadores, en los entrenadores y en
otros individuos una actitud moral de juego limpio, especialmente hacia las personas de
grupos étnicos diferentes;
e.
A afirmar claramente en sus normas y en las del estadio que quedan estrictamente
prohibidas las consignas, símbolos, gestos y cánticos racistas dentro y alrededor de los
estadios, y a señalar los castigos que recibirán quienes incumplan dichas normas (expulsión
del estadio, cancelación del abono de temporada y prohibición de acceder en el futuro,
prohibiciones de entrar en el estadio y celebración de encuentros a puerta cerrada, etc.).
También deben establecerse normas para interrumpir los eventos deportivos en los cuales
los aficionados exhiban carteles con consignas racistas o xenófobas o bien que inciten a la
violencia;
f.
A incluir en las condiciones de venta de los abonos de temporada y de otras
localidades que sus titulares se comprometen a no participar en actos racistas;
g.
A adoptar medidas prácticas dentro y en las proximidades de los estadios, por
ejemplo, mediante anuncios públicos condenando el racismo durante los partidos, la
prohibición y prevención activa de la venta o distribución de panfletos, carteles, pegatinas o
cualquier otra forma de publicación racista, la eliminación inmediata de pintadas racistas,
etc.
F.
Medidas que deben tomarse en el ámbito local
1.
Los gobiernos nacionales y locales, con la ayuda de representantes elegidos
localmente, deben establecer y fomentar que las organizaciones deportivas locales y los
clubes diseñen programas adaptados a la situación local con el fin de aprovechar
plenamente el potencial que ofrece el deporte para la integración social y cultural. Con este
fin, deben dialogar y colaborar con organizaciones involucradas en la lucha contra el
racismo en el deporte, en particular con las peñas de aficionados, las asociaciones de
inmigrantes y los grupos étnicos minoritarios.
2.
Las organizaciones de las comunidades étnicas minoritarias deben intervenir en la
erradicación del racismo en el deporte dentro de una lucha más amplia en favor de los
derechos de los inmigrantes, contra los ataques racistas y para fomentar la inclusión.
3.
Los gobiernos deben respaldar y tomar las medidas necesarias para facilitar la
participación de miembros de las distintas minorías étnicas en las actividades deportivas. A
este respecto, debe fomentarse la cooperación de clubes amateur y escolares con equipos
profesionales.
4.
Debe animarse a los organizadores del evento a fomentar una cultura y un ambiente
más inclusivo en los estadios y en las instalaciones deportivas para atraer a los miembros de
T-RV (2006) 7 ESP
54
los distintos grupos étnicos como espectadores y aficionados, por ejemplo, ofreciéndoles
rebajas en el precio o localidades gratuitas.
5.
Los gobiernos deben instar a las autoridades locales y a los órganos de gobierno del
deporte a fomentar y a respaldar aquellos movimientos e iniciativas que promuevan la
deportividad y la tolerancia, así como proyectos educativos y sociales, como la adopción y
publicación de un código ético (basado, por ejemplo, en el Código de ética deportiva de la
Recomendación R (92) 14) y de deportividad, reuniones con escolares, mensajes de
deportistas famosos (como los Embajadores nacionales del deporte, la tolerancia y el juego
limpio), partidos con clubes de grupos comunitarios amateur, embajadas de aficionados en
los partidos profesionales, etc.
G.
Medidas que deben adoptarse en el ámbito institucional
1.
Deben desarrollarse y aplicarse en clubes y organizaciones deportivas políticas de
igualdad de oportunidades que incluyan formación para concienciar sobre la diversidad
cultural y étnica.
2.
Deben introducirse en todos los niveles campañas de educación y concienciación
sobre la eliminación del racismo del deporte con la participación de las federaciones
deportivas internacionales, las organizaciones deportivas europeas, los clubes y
federaciones nacionales, así como los jóvenes y los niños.
3.
Los gobiernos deben instar a las organizaciones deportivas a que revisen sus
reglamentos y supriman cualquier norma que pueda dar lugar o fomente la discriminación
entre distintos grupos nacionales y étnicos (véase el apartado C.6).
4.
Los gobiernos deben instar a las federaciones deportivas y a los clubes a que den
ejemplo asegurándose de que existe representación de los grupos comunitarios entre sus
directivos, personal, monitores, autoridades, etc. Esto no implica necesariamente la
introducción de cupos, sino dejar espacio a los grupos étnicos minoritarios.
5.
Los gobiernos deben ayudar a las federaciones deportivas de los clubes mediante
iniciativas adecuadas contra el racismo, si es necesario, a través de subvenciones.
6.
Los gobiernos deben apoyar a otras organizaciones no gubernamentales y a las
campañas para combatir el racismo y la xenofobia en el deporte, si es necesario mediante
subvenciones.
H.
Cooperación internacional dentro del Comité Permanente
1.
Los delitos racistas cometidos en los partidos internacionales o en otros actos
deportivos internacionales en Europa deberán afrontarse en el marco de la cooperación
policial internacional e incluirse en el sistema para intercambiar información. Con este fin
pueden utilizarse los formularios para intercambiar información que figuran en el Apéndice
de la Recomendación nº 1 (97) T-RV y en la lista de corresponsales nacionales para
contactos bilaterales sobre asuntos relacionados con el gamberrismo en el fútbol elaborada
por el Comité Permanente del Convenio europeo sobre violencia de los espectadores
(T-RV).
55
T-RV (2006) 7 ESP
2.
Debe fomentarse el intercambio de información sobre buenas prácticas para
combatir el racismo en el deporte dentro del Comité Permanente (T-RV).
3.
En cada país deben evaluarse regularmente las medidas adoptadas para combatir el
racismo en el deporte. Los informes nacionales sobre la puesta en práctica de esta
recomendación deben remitirse al Comité Permanente dentro del procedimiento para
supervisar la aplicación del convenio. Dichos informes incluirán datos sobre las actividades
de las organizaciones no gubernamentales nacionales e internacionales implicadas en esta
labor.
T-RV (2006) 7 ESP
56
For further information
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Sport Department
1 quai Jacoutot
F- 67000 Strasbourg
Tel: 33 (0)3 88 41 23 00
Fax: 33 (0)3 88 41 24 29
[email protected]
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Photos: We wish to thank warmly Mr Thomas HERZOG who has made the front cover
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Printed in France – March 2007 - © Council of Europe
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