I Nos preguntan y contestamos Gastos Deducibles 1. Gastos Educativos Ficha Técnica Autor:Dra. Rosa Sofía Figueroa Suárez Título:Gastos Deducibles Fuente: Actualidad Empresarial, Nº 199 - Segunda Quincena de Enero 2010 Consulta La empresa Colvex SA. dedicada al negocio textil ha decidido, en el marco de su política empresarial dar a sus trabajadores sin distinción alguna, acceso a capacitación externa con la finalidad de mejorar los niveles de competitividad y eficiencia de la empresa. Es en ese sentido ha ofrecido pagar la maestría de su contador principal. Ante ello el gerente general de la empresa, nos consulta si será deducible el referido gasto debido a que las capacitaciones de los demás trabajadores no comprenden el pago de maestrías. Respuesta: Conforme el artículo 37° del TUO de la Ley del Impuesto a la Renta se señala que a fin de establecer la renta neta de tercera categoría se deducirá de la renta bruta los gastos necesarios para producirla y mantener su fuente, en tanto la deducción no esté expresamente prohibida por ley. Como puede apreciarse, para calificar determinados conceptos como deducibles se requiere acreditar una relación de causalidad de los gastos efectuados con la generación de la renta y el mantenimiento de su fuente, salvo que estén expresamente prohibidos para efectos de su deducibilidad o que existan límites o restricciones. Es en ese sentido que se debe entender por causalidad a la relación existente entre un hecho y su efecto deseado o finalidad y se deberá entender aún cuando no se logre la generación de la renta. Por lo que, en virtud del principio de causalidad, serán deducibles todos los gastos que tengan por objeto dar bienestar al trabajador, quien constituye uno de los componentes de la fuente generadora de la renta, debido a que se entiende que la fuente de la empresa está compuesta por capital y trabajo. Por lo que, siguiendo los lineamientos del tributarista Jorge Luis Picón, será deducible no sólo los pagos que se realizan hacia los trabajadores a fin de realizar su fuente sino los gastos que se hagan en relación a ellos, debido a que las empresas hacen dichos gastos en procura de motivar al personal para el mejor desempeño de sus obligaciones, sea brindándole ventajas adicionales que los interesen en el mantenimiento de sus puestos y en un adecuado rendimiento. Por su parte, los gastos en beneficio del personal de conformidad con el numeral 3 del inciso c) del artículo 20° debe cumplirse con el principio de generalidad de los gastos previstos en el inciso ll) del artículo 37° de la Ley de Impuesto a la Renta, a efecto que un gasto en beneficio del personal no constituya remuneración y en consecuencia se encuentre afecto como renta de quinta categoría, estableciendo que debe verificarse que haya sido otorgada a todos los trabajadores que se encuentren en condiciones similares, para lo cual deberá tenerse en cuenta, entre otros, lo siguiente: jerarquía, nivel, antigüedad, rendimiento, área, zona geográfica. En este orden de ideas, los gastos de capacitación no constituyen, renta gravable de quinta categoría si son entregados con carácter general, lo que no implica que se comprenda a todos los trabajadores sino en función de las características objetivas de cada uno de ellos, precisando que en su caso dicha capacitación es otorgada por la empresa en el marco de su política empresarial mediante la cual sus trabajadores sin distinción alguna tienen acceso a capacitación externa con la finalidad de mejorar los niveles de competitividad y eficiencia de la empresa. Sin embargo, independientemente del principio de generalidad, cabe señalar que aun cuando se cumpla dicha situación no puede afirmarse que los distintos gastos realizados por pagos por estudios de grados de maestría, posgrado y cursos de carrera se enmarcan dentro de lo previsto en el numeral 3 del inciso c) del artículo 20° del Reglamento de la Ley, debido a que en nuestra legislación se encuentran contenidos en el inciso ll) del artículo 37° de la Ley de Impuesto a la Renta y que en principio podrían constituir gastos de liberalidad. Al respecto, el inciso a) del artículo 34° de la Ley de Impuesto a la Renta establece que son rentas de quinta categoría las obtenidas por el trabajo personal prestado en relación de dependencia, incluidos cargos públicos, electivos o no, como sueldos, salarios, asignaciones, emolumentos, primas, dietas, gratificaciones, bonificaciones, aguinaldos, comisiones, compensaciones en dinero o en especie, gastos de representación y, en general, toda retribución por servicios personales; no siendo consideradas como tales las cantidades que percibe el servidor por asuntos del servicio en lugar distinto al de su residencia habitual, tales como gastos de viaje, viáticos por gastos de alimentación y hospedaje, gastos de movilidad y otros gastos exigidos por la naturaleza de sus labores, siempre que no constituyan sumas que por su monto revelen el propósito de evadir el impuesto. Es en ese sentido que los gastos por concepto de matrícula y cuotas de maestría, posgrado y cursos de carrera de los trabajadoras de la empresa, por su naturaleza, no constituyen gastos de capacitación para el puesto, por lo que al ser efectuados en virtud de la prestación de servicios personales constituyen rentas de quinta categoría, encontrándose por tanto aquella obligada a efectuar las retenciones del Impuesto a la Renta de Quinta Categoría. Nos preguntan y contestamos Área Tributaria 2. Gasto no sustentado en comprobantes de pago Consulta La empresa industrial Melasa SA. ha efectuado varias compras necesarias para el giro del negocio; sin embargo, al trabajador a quien se le ha encargado la compra de la mercadería se le ha extraviado el referido comprobante de pago; por lo que el contador de la empresa no tiene la seguridad de que dichas compras hayan contado con comprobante de pago alguno. Es en este orden de ideas que nos consulta si podrá deducir el referido gasto. Respuesta: El inciso j) del artículo 44° de la Ley de Impuesto a la Renta establece que no son deducibles para la determinación de la renta imponible de tercera categoría los gastos cuya documentación no cumpla con los requisitos y características mínimas N° 199 Segunda Quincena - Enero 2010 establecidas en el Reglamento de Comprobantes de Pago, por lo que a efectos de sustentar su deducción el contribuyente debe haber recibido un comprobante de pago normado en dicho Reglamento, siempre y cuando por dicha operación se esté obligado a emitir comprobante de pago alguno debido a que no basta con el sólo hecho de invocar el principio de causalidad para determinar si el gasto es deducible o no, para ello es necesario que exista un correlato con la realidad de manera que la operación que se haya realizado y respecto de la cual se necesite efectuar la deducción del gasto. Al respecto, el numeral 11 del artículo 12° del Reglamento de Comprobantes de Pago establece el procedimiento a seguir en virtud de la pérdida del referido comprobante de pago debido al robo o extravío de documentos entregados no implica la pérdida del crédito fiscal, o costo o gasto para efecto tributario, sustentados en dichos docu- mentos, siempre que el contribuyente acredite en forma fehaciente haber cumplido en su debido momento con todos los requisitos que estipulan las normas pertinentes para que tales documentos sustenten válidamente el crédito fiscal, o el costo o gasto para efecto tributario y además tenga a disposición de la Sunat. Por lo que deberá declararse a la Sunat dentro de los quince (15) días hábiles siguientes de producidos los hechos, consignando el tipo de documento y la numeración de los mismos, conservando en su poder, mientras el tributo no esté prescrito, el cargo de recepción de la comunicación a la Sunat, así como la copia certificada de la denuncia policial. Por lo que el robo o extravío de documentos entregados no implica la pérdida del crédito fiscal, o costo o gasto para efecto tributario, sustentados en dichos documentos, siempre que el contribuyente Actualidad Empresarial I-23 I Análisis Jurisprudencial acredite en forma fehaciente haber cumplido en su debido momento con todos los requisitos que estipulan las normas pertinentes para que tales documentos sustenten válidamente el crédito fiscal, o el costo o gasto para efecto tributario, y además tenga a disposición de la Sunat la segunda copia (la destinada a la Sunat) del documento robado o extraviado, de ser el caso, o en su defecto, la copia fotostática de la copia destinada a quien transfirió el bien o lo entregó en uso, o prestó el servicio, del documento robado o extraviado, o de la cinta testigo. Por lo que, quien transfirió el bien o lo entregó en uso, o prestó el servicio –o su representante legal declarado en el RUC– deberá entregar dicha copia fotostática al adquirente o usuario que lo solicite y consignar en la misma su nombre y apellidos, documento de identidad, fecha de entrega y, de ser el caso, el sello de la empresa. En este sentido, la no tenencia original del comprobante de pago no acarrea la pérdida del derecho a deducción del gasto cuando la preexistencia del documento y la realización de la operación resulten comprobables; debido a que en estos casos la Administración debe verificar la realidad de la operación (RTF N° 3113-1-2004 y 2353-4-96). 3. Gasto sustentado en un comprobante de pago girado a dos personas distintas Consulta La empresa Monstruas Perú SA. tiene facturas de compras que además de encontrarse consignada como adquiriente o usuario de los servicios facturados, también indica que dicha facturación se realizó por cuenta de la empresa Monstruas World LTD, ello se debe a que sus proveedores brindan el servicio de agentes marítimos a fin de identificar y reconocer la procedencia del servicio, consignan adicionalmente el nombre de la oficina del exterior. Al respecto la empresa nos consulta si las citadas facturas emitidas pueden ser utilizadas a fin deducir el referido gasto debido a que en sus facturas de ventas igualmente se consignan el nombre de la citada empresa, sin que esto signifique algo más que un dato de identificación. Respuesta: Por su parte, tributariamente a efectos de ser deducible dichos gastos se debe tener como objeto o motivo el planteado en la norma tributaria, es decir, la generación de rentas gravadas o el mantenimiento de la fuente generadora de renta a fin de que tales gastos cumplan con el principio de causalidad aun cuando no se logre la generación de la renta gravada. Al respecto, García Mullín establece que en forma genérica, se puede afirmar que todas las deducciones de gastos están en principio regidas por el principio de causalidad, es cedir, sólo son admisibles aquellas que guarden una relación directa con la generación de la renta o con el mantenimiento de la fuente en condiciones de productividad. En este sentido, el Tribunal Fiscal ha establecido en las RTF 710-2-99 y 1275-2-2004 que la finalidad primordial del gasto debe ser la generación de rentas gravadas o el mantenimiento de la fuente. Sin embargo, adicionalmente al cumplimiento del criterio de causalidad se requiere cumplir con los criterios de razonabilidad, necesidad, normalidad, proporcionalidad y generalidad. Otro aspecto importante a tener en consideración es la acreditación mediante documentos que según lo establecido por las normas tributarias es mediante comprobante de pago acorde a las características que establece el Reglamento de Comprobantes de Pagos. Al respecto, la fehaciencia de la operación para propósitos de tomar deducciones en la determinación del resultado tributario. Por su parte, tanto Sunat como también el Tribunal Fiscal han tomado posición en el sentido que para que el gasto vinculado a la adquisición de un bien o servicio califique como fehaciente no sólo debe reflejarse el egreso en el respectivo comprobante de pago, sino que, además, éste obligatoriamente debe verse también acompañado con la documentación que demuestre que dicho documento efectivamente sustenta una operación real. Al respecto, el Tribunal Fiscal mediante la RTF Nº 5732- 1-2005, ya ha establecido que para deducir gastos, no basta con acreditar que se cuenta con el comprobante que respalde las operaciones realizadas ni con el registro contable de las mismas, sino que debe demostrarse que, en efecto, éstas se hayan realizado. Es en este orden de ideas, que se debe entender que a efectos de deducir dicho gasto, resulta necesario que se cumpla no sólo con el principio de causalidad sino con los criterios de razonabilidad, necesidad, normalidad, proporcionalidad y generalidad; así como que también se demuestre la fehaciencia de la operación y que se cuente con el comprobante de pago respectivo que cumpla con los requisitos establecidos en el Reglamento de Comprobantes de Pago. Entre los requisitos que mayores problemas han generado es con respecto a la identificación del adquiriente o identificación del bien o servicio. Con respecto a la identificación del adquiriente debe coincidir con los datos del contribuyente que va a deducir la operación contenida en el comprobante de pago siendo la excepción la dada por el caso de los servicios públicos de inmuebles alquilados el cual adicionalmente va a estar sustentado con su correspondiente contrato de arrendamiento con firmas legalizadas. En este orden de ideas, se requiere que coincida dicha información con la del contribuyente que va a deducir dicha operación debido a que se entiende que él es el usuario del servicio que ha efectuado el gasto, el cual está relacionado con el giro del negocio por coincidir con el principio de causalidad. Al respecto ya el Tribunal Fiscal en sentencia anterior ha determinado la no posibilidad de la deducción del referido gasto cuando no se cumpla los requisitos y características mínimas y esenciales establecidas en el Reglamento de Comprobantes de Pagos, esto debido a que si no se señala expresamente quién es el usuario ser servicio no se puede imputar dicho gasto, por su parte si no se estableciera cuál es el referido servicio tampoco sería deducible, porque no se podría determinar con exactitud si el referido servicio que no se encuentra descrito cumple o no con el principio de causalidad. Por su parte, si bien se podría fundamentar el referido gasto con documentos sustentatorios paralelos al respecto no hay una jurisprudencia uniforme que nos permite asumir una postura en todos los casos, lo único que el Tribunal Fiscal ha establecido en reiterada jurisprudencia es que la no tenencia original del comprobante de pago no acarraría la pérdida del derecho a deducción del gasto cuando, la preexistencia del documento y la realización de la operación resulte comprobables; debido a que en estos casos la Administración debe verificar la realidad de la operación (RTF N° 3113-1-2004 y 2353-4-96), pero en el presente caso no es que no se tenga el referido comprobante, sino que teniéndolo éste no cumple con las características para ser considerado como tal. En conclusión, no basta el sólo hecho de invocar el principio de causalidad para determinar si el gasto es deducible o no, para ello es necesario que exista un correlato con la realidad de manera que la operación que se haya realizado y respecto de la cual se necesite efectuar la deducción del gasto. Por lo que, si en el comprobante respectivo se indica como usuario de dicho servicio a dos personas distintas, el referido gasto no será deducible debido a que de conformidad con el numeral 1.7 del artículo 8° del Reglamento de Comprobantes de Pago, las facturas deben emitirse a un solo adquiriente. generen, siendo irrelevante la fecha en que los ingresos sean percibidos o el momento en que se emita el comprobante de pago que sustente la operación. Al respecto el Dr. Franciso J. Ruiz de Castilla Ponce de León, en la segunda quincena de noviembre de 2009, al abordar algunos apuntes sobre el criterio del devengado establece que para el criterio jurídico no es relevante si hay o no ingreso o percepción, sino basta que se tenga el derecho de percibir una renta para que se considere imputada para determinado ejercicio, por lo que si una renta se rige por el principio del devengado, se puede o no haber recibido el ingreso, pero para efectos tributarios, se va a entender recibida si se ha cumplido el principio del devengado. Por su parte el principio contable señala que la imputación por el referido método se produce cuando tanto los ingresos y los costos y los gastos se ganan o se incurren, y no cuando éstos se cobran o se pagan. En este orden de ideas es que el servicio de auditoría se encuentra supeditado a un informe correspondiente al trabajo de auditoría realizado, el cual a su vez permitirá a la empresa cumplir con diversas finalidades, como presentar su situación financiera y económica respecto al año anterior a los usuarios; por lo que recién en el ejercicio 2009 cuando la empresa podría emplearlo para los fines contratados, en aplicación del principio del devengado, no procedería su deducción en el ejercicio 2008, debido a que en aplicación del principio del devengado, el gasto incurrido por dicho servicio debe ser reconocido en el ejercicio en que el cliente tiene la posibilidad de emplearlo para los fines por el cual fue solicitado y que se tenga una certeza razonable en cuanto a la obligación y a su monto. 4. Gasto por servicio de auditoría Consulta La empresa Cristal SA. contrató los servicios de auditoría de los estados financieros del ejercicio 2008, el cual se inició mediante los trabajos preliminares efectuados en dicho año y culminó en el ejercicio 2009. Al respecto el contador nos consulta si este gasto será deducible para el ejercicio 2009 o debió deducirlo en el ejercicio 2008. Respuesta: De acuerdo con lo dispuesto en el artículo 57° del TUO de la Ley del IR, las rentas de tercera categoría se considerarán producidas en el ejercicio comercial en que se devenguen. Por lo que según el Tribunal Fiscal se establece que se considera ingreso devengado a todo aquel sobre el cual se ha adquirido el derecho de percibirlo por haberse producido los hechos necesarios para que se I-24 Instituto Pacífico N° 199 Segunda Quincena - Enero 2010