Roj: STSJ CL 3754/2012 Id Cendoj: 09059330022012100350 Órgano: Tribunal Superior de Justicia. Sala de lo Contencioso Sede: Burgos Sección: 2 Nº de Recurso: 428/2010 Nº de Resolución: 365/2012 Procedimiento: SOBRE PERSONAL Ponente: MARIA CONCEPCION GARCIA VICARIO Tipo de Resolución: Sentencia SENTENCIA En la Ciudad de Burgos a veinte de julio de dos mil doce. En el recurso contencioso administrativo número 428/10 interpuesto por Doña Lourdes , quien comparece en su propio nombre y derecho en su condición de funcionaria y asistida del Letrado Don Francisco Javier Gómez Iborra, contra la Resolución de fecha 27 de mayo de 2010 dictada por la Dirección General de Relaciones con la Administración de Justicia por la que se impone a la recurrente una sanción de 15 días de suspensión de empleo y sueldo por la comisión de una falta grave tipificada en el artículo 8.a) del Real Decreto 796/2005 de 1 de julio , que aprueba el Reglamento General de Régimen Disciplinario del personal al servicio de la Administración de Justicia ( artículo 536.B.1) de la Ley Orgánica del Poder Judicial ; habiendo comparecido como parte demandada la Administración General del Estado, representada y defendida por el Sr. Abogado del Estado en virtud de la representación que por ley ostenta. ANTECEDENTES DE HECHO PRIMERO - Por la parte demandante se interpuso recurso contencioso-administrativo ante esta Sala el día 1/09/10. Admitido a trámite se dio al mismo la publicidad legal y se reclamó el expediente administrativo; recibido se confirió traslado al recurrente para que formalizara la demanda, lo que efectuó en legal forma por medio de escrito de fecha 22/11/10, que en lo sustancial se da por reproducido y en el que terminaba suplicando se dicte Sentencia por la que: "con estimación de la misma anule íntegramente la RESOLUCIÓN DE LA DIRECCIÓN GENERAL DE RELACIONES CON LAS ADMINISTRACIONES PÚBLICAS de fecha 27 de mayo de 2010, dictada en el expediente disciplinario 12/09, por la que se impone una sanción de quince días de empleo y sueldo por la comisión de una falta grave, con imposición de las costas a la Administración recurrida, y con lo demás que proceda." SEGUNDO - Se confirió traslado de la demanda por termino legal a la parte demandada quien contestó a la demanda a medio de escrito de 11 de enero de 2011 oponiéndose al recurso solicitando la desestimación del mismo basándose en los fundamentos jurídicos que aduce. TERCERO - Una vez dictado Auto de fijación de cuantía, y recibido el recurso a prueba se practicó con el resultado que obra en autos, y habiendo solicitado las partes la presentación de conclusiones escritas, se evacuó traslado para cumplimentar tal trámite, quedando el recurso concluso para sentencia, y no pudiéndose dictar ésta en el plazo de diez días previsto en el art. 67.1 de la Ley 29/98 , al existir recursos pendientes de señalamiento para Votación y Fallo con preferencia, y puesto que el art. 64.3 de la misma Ley , establece que tal señalamiento se ajustará al orden expresado en el apartado 1 del artículo anterior y existiendo en la Sala recursos conclusos de fecha anterior, y por tanto con preferencia para efectuar su señalamiento al de este recurso, quedaron los autos pendientes de señalamiento de día para Votación y Fallo, para cuando por orden de declaración de conclusos correspondiese, habiéndose señalado el día 19 de julio de 2012 para votación y fallo, lo que se efectuó. Se han observado las prescripciones legales en la tramitación de este recurso. FUNDAMENTOS JURÍDICOS 1 PRIMERO- Constituye el objeto del presente recurso jurisdiccional la Resolución de fecha 27 de mayo de 2010 dictada por la Dirección General de Relaciones con la Administración de Justicia por la que se impone a Dª Lourdes una sanción de 15 días de suspensión de empleo y sueldo por la comisión de una falta grave tipificada en el artículo 8.a) del Real Decreto 796/2005 de 1 de julio que aprueba el Reglamento General de régimen disciplinario del personal al servicio de la Administración de Justicia ( artículo 536.B.1) de la Ley Orgánica del Poder Judicial . SEGUNDO- La parte actora interpone demanda para que se deje sin efecto la Resolución recurrida y alega para ello los siguientes motivos. En primer lugar, sostiene que el procedimiento sancionador ha caducado. Sostiene que desde la fecha de incoación del expediente, 14 de mayo de 2009 hasta la fecha en la que el mismo concluye, 27 de mayo de 2010, han transcurrido los 12 meses, que es el plazo que establece el artículo 38 del Real Decreto 796/2001 de 1 de julio . En segundo lugar, se alega que se han vulnerado los principios de legalidad, imparcialidad y presunción de inocencia, puesto que el instructor del expediente formuló una propuesta de archivo, al entender que los hechos denunciados no eran constitutivos de infracción disciplinaria, y la Dirección General, que es el órgano con competencia para dictar la resolución que ponga fin al expediente, no solo no acepta tal propuesta de archivo, sino que da expresas indicaciones al Instructor para que formule el pliego de cargos y la propuesta de resolución, antes del trámite de audiencia, con lo que todo el procedimiento ha quedado viciado, al ser clara y evidente la postura de la Dirección, con independencia de lo que la interesada pudiese alegar. También se invoca la infracción del artículo 25.2 del Real Decreto 796/2005 de 1 de julio , considerando que frente a la propuesta de archivo que formuló el Instructor podría haber recurrido el denunciante, pero que lo que no es posible es que el órgano sancionador tome la iniciativa de continuar con el procedimiento hasta su terminación con la sanción impuesta. En tercer lugar, se recuerda que el Acuerdo de 6 de febrero de 2009 (dictado por el Sr. Secretario Judicial del Juzgado de Instrucción número 3 de Burgos en el que, al amparo de la normativa que allí se citaba, se acordaba que cada uno de los funcionarios del Cuerpo de Gestión y Tramitación procediese a realizar actos de comunicación que el sistema Lexnet permite y que se derivan de los expedientes cuya tramitación tienen encomendada, de conformidad con lo establecido en el real Decreto 84/2007 de 26 de enero) ha sido objeto de recurso de alzada, mediante escrito de 9 de febrero de 2009, presentado ante la Gerencia Territorial del Ministerio de Justicia y, pese al tiempo transcurrido, no ha sido resuelto, por lo que no se entiende que la Resolución sancionadora diga que sorprende que el Instructor cuestione la antijuricidad de la conducta imputada a la actora, apartándose de su anterior razonamiento en cuanto a la validez del Acuerdo de la Secretaria judicial. En cuarto lugar, se invoca la falta de tipicidad de la conducta sancionada en cuanto que los actos de comunicación no son funciones propias del Cuerpo de Tramitación, remitiéndose a la propuesta de archivo formulada por el Instructor del expediente. Finalmente, denuncian que el pliego de cargos es confuso en cuanto a su redacción, ya que no se especifica de forma clara cual es la orden desobedecida. La Administración del Estado, en su escrito de contestación a la demanda, rebate las argumentaciones empleadas por la actora e interesa la confirmación del acto recurrido. TERCERO- A los efectos de resolver el presente recurso, interesa destacar los siguientes antecedentes, según resultan del expediente administrativo así como de las alegaciones de las partes, y que no son objeto de controversia. 1.- En fecha 6 de febrero de 2009 el Sr. Secretario Judicial del Juzgado de Instrucción número 3 de Burgos dictó Acuerdo en el que se acordaba que cada uno de los funcionarios del Cuerpo de Gestión y Tramitación Procesal destinados en dicho Juzgado procediese a realizar los actos de comunicación que el sistema Lexnet permite y exige practicar sin necesidad de papel y se derivan de los expedientes cuya tramitación tienen encomendada. Dicho Acuerdo contenía el preceptivo pié de recurso. 2.- En la misma fecha por el Sr. Secretario se procedió a notificar el referido Acuerdo a los funcionarios del Juzgado, requiriéndoles para que procedieran a darle cumplimiento, incluida la actora. 2 3.- En fecha 27 de febrero de 2009 se puso en conocimiento del Sr. Secretario Coordinador Provincial de Burgos por parte de la Secretaria de los Juzgados de Instrucción número 1 y 3 de Burgos que eran las Sras. Secretarias Judiciales quienes estaban practicado las notificaciones derivadas de los expedientes, y que el día 26 de febrero, la actora puso en su conocimiento que había devuelto a la Gerencia Territorial del Ministerio de Justicia en Burgos la tarjeta de la aplicación Lexnet, al tiempo que comunicaba su negativa a practicar las notificaciones que le habían sido encomendadas, al estimar que no eran de su competencia. 4.- En fecha 14 de mayo de 2009 la Dirección General de Relaciones con la Administración de Justicia incoa expediente disciplinario a la actora por la presunta comisión de una falta grave prevista en el artículo 8.a) del Real Decreto 796/2005 de 1 de julio que aprueba el Reglamento General de régimen disciplinario del personal al servicio de la Administración de Justicia. 5.- En fecha 10 de junio de 2009, en el seno del procedimiento incoado, la actora presentó escrito en el que recusaba al instructor del expediente, dada su condición de Secretario Judicial, desestimándose el incidente por Resolución de 2 de julio, que fue notificada a la actora el siguiente día 8. 6.- En fecha 19 de febrero de 2010 el Instructor del expediente formula propuesta de resolución, al entender que los hechos imputados a la actora no son constitutivos de infracción alguna al no formar parte de sus competencias el deber de practicar actos de notificación por el sistema Lexnet. 7.- En fecha 3 de marzo de 2010 la Directora General de Relaciones con la Administración de Justicia devuelve el expediente al instructor al objeto de que se complete la instrucción y se formule pliego de cargos, lo que se lleva a efecto el 11 de marzo. 8.- En fecha 28 de abril de 2010 se formula la propuesta de resolución y el día 27 de mayo se dicta la Resolución que es objeto de este recurso, que fue notificada a la actora el día 3 de junio de 2010. CUARTO .- Expuestos los antecedentes, debemos proceder al análisis de la alegación que hace referencia a la caducidad del procedimiento, al entender la parte actora que han transcurrido más de 12 meses desde la incoación del mismo hasta que la resolución sancionadora se notifica al interesado, en los términos expresados en el artículo 38 del Real Decreto 796/2005 de 1 de julio que aprueba el Reglamento general de régimen disciplinario del personal al servicio de la Administración de Justicia. El examen de esta alegación exige partir de los antecedentes que hemos reflejado en el anterior Fundamento de donde resulta que el expediente disciplinario se incoa el 14 de mayo de 2009 y la resolución sancionadora se notifica el 3 de junio de 2010. A partir de tales datos, hay que tener en cuenta que para el cómputo de los 12 meses, debe computarse la duración del incidente de recusación promovido por la actora y que fue finalmente desestimado. En efecto, en fecha 10 de junio de 2009 la actora recusó al instructor del expediente mediante escrito dirigido a la Dirección General, siéndole remitido el mismo al recusado en fecha 22 de junio de 2009. En fecha 1 de julio, el instructor contestó la recusación en el sentido de oponerse a la misma y, finalmente, la Directora General, al día siguiente, 2 de julio, resolvió el incidente, desestimándolo, lo que fue notificado a la actora en fecha 8 de julio. Teniendo en cuenta el tiempo invertido en la resolución de la recusación, que es de 29 días, desde el escrito de 10 de junio hasta la notificación de la desestimación (8 de julio) o de 23 días, si se computa hasta la fecha de la resolución del incidente, es claro que el plazo de los 12 meses no ha transcurrido por lo que no cabe apreciar la caducidad del expediente que se alega. QUINTO .- Opone la actora dos argumentos adicionales, que son, por un lado, que la duración del incidente de recusación no debe de descontarse del plazo general de los 12 meses y, por otro lado, que la tramitación del mismo ha durado más del plazo legalmente previsto. Frente a ello, no obstante, hay que tener presente que según el artículo 77 de la Ley 30/1992 de 26 de noviembre (de aplicación supletoria, según la Disposición Final Única del Reglamento) la recusación suspende la tramitación del procedimiento, por lo que es evidente que la duración del mismo debe de descontarse del plazo general, puesto que hay un motivo legal que impide que el expediente se tramite. Con ello, y al hilo de las argumentaciones que se contienen en la demanda, hay que concluir, junto con el Sr. Abogado del Estado, que el incidente del que hablamos no es equiparable a lo que es la tramitación ordinaria del procedimiento (alegaciones o prueba), que no producen el efecto suspensivo de la recusación, y a la que específicamente va dirigida el mandato de los 12 meses en la norma de aplicación. 3 Por otro lado, que la actora, al recusar al instructor, ejerza un derecho que la ley de procedimiento le otorga, no significa que la duración del trámite al que el mismo dé lugar no se considere a los efectos del computo de los 12 meses, puesto que son cosas distintas. Dicho de otra manera que se ejerza un derecho no significa que los más de 20 días que se emplearon en la resolución de la recusación se computen como de tramitación ordinaria porque ni lo es, ni la Ley así lo ha querido hacer. En segundo lugar, el plazo de los cuatro días a que se refiere el artículo 29.4 de la Ley 30/1992 se aplica a la resolución del incidente, pero no a su tramitación, y según hemos destacado, negada por el instructor la concurrencia de la causa de recusación, la Directora resuelve el incidente al día siguiente. El artículo 29.4 de la Ley de Procedimiento es claro en este sentido como lo es, igualmente, el artículo 27.3 del Real Decreto 796/2005 que aprueba el Reglamento General. Es verdad que la recusación se promueve por escrito de 10 de junio y que el instructor al que la misma se refiere contesta el 1 de julio, pero ello no supone la infracción que alega la actora en el sentido de superar los plazos legalmente previstos. El artículo 27.3 del Reglamento General dice que en el caso de la recusación se dará audiencia al recusado con la mayor brevedad posible y, una vez oído, se resolverá en el plazo de tres días. Ya hemos indicado que el plazo de los tres días, que es para resolver ha sido respetado, y ahora hay que añadir que la ley no establece un plazo para dar audiencia al recusado, ya que habla de "con la mayor brevedad posible". En el presente caso, teniendo en cuenta que el escrito de recusación tuvo que ser remitido a la Dirección General y ésta remitirlo al interesado, mediante fax de fecha 22 de junio, a falta de mayores argumentaciones en la demanda y de mayores datos, no consideramos que se haya empleado más tiempo del necesario cuando el instructor responde mediante escrito, oponiéndose a la recusación, en fecha 1 de julio. SEXTO .- Alega también la demanda la infracción de los principios de legalidad, imparcialidad y presunción de inocencia debido a que la Dirección General, que es el órgano llamado a resolver el expediente, rechazó la propuesta de archivo que formuló el instructor, viniendo a indicar, en última instancia, cual era el pliego de cargos que éste tenía que elaborar. Con carácter general hay que recordar que, con arreglo a una constante doctrina constitucional, las garantías del proceso penal no son trasladables sin más y automáticamente al derecho administrativo sancionador, de modo y manera que la argumentación hecha en la demanda con el paralelismo que representa la instrucción de una causa penal con la sentencia que debe dictar el órgano de enjuiciamiento no es correcta. De manera más particular, hay que tener presente que el artículo 33 del Reglamento general prevé que el instructor redacte el pliego de cargos (con el contenido que allí se especifica) o que proponga el archivo del expediente, sin más, ordenando el artículo 34 que dicha propuesta, una vez dado el pertinente trámite de audiencia al interesado, se remita al competente para resolver, quien, de conformidad con el artículo 36 podrá devolver el expediente al instructor para la práctica de las diligencias imprescindibles para la resolución. Y esto es lo que ha sucedido en el caso que nos ocupa, debiéndose añadir que el órgano que debe dictar la resolución que ponga fin al expediente no está vinculado por la propuesta de archivo que formule el instructor y que formulada esta, el órgano que ha de resolver tiene que motivar su decisión, esto es, tiene que explicar las razones por las que entiende, ab initio, que no se puede acordar el archivo por revestir los hechos caracteres de infracción administrativa. Así lo ha entendido, igualmente la jurisprudencia, tal y como recuerda el Sr. Abogado del Estado en su escrito de contestación, siendo muy aplicable al caso que nos ocupa la Sentencia por él citada de 20 de diciembre de 2004 que el Tribunal Supremo dictó en el recurso contencioso administrativo 272/2002 y de la que fue Ponente el Excmo. Sr. D. Pablo María Lucas Murillo de la Cueva. Dice la referida Sentencia en su Fundamento de Derecho Séptimo " Así las cosas, entendemos que no pueden prosperar los argumentos que dedica la demanda a sostener que se ha infringido el artículo 24.2 de la Constitución y el derecho del recurrente a un proceso público con todas las garantías, así como el artículo 5.1 de la Ley Orgánica del Poder Judicial porque la Comisión Disciplinaria instara a la Instructora del expediente a formular el pliego de cargos en un determinado sentido, distinto del que tenía la propuesta por ella formulada, que era de archivo. El artículo 425.5 de la misma Ley autoriza esa actuación de la Comisión Disciplinaria y no 4 necesita ser interpretado del modo que propone la demanda desde el momento en que las garantías que se han de observar en el procedimiento administrativo sancionador no son exactamente las mismas que rigen en el proceso penal. Esto es algo que, tiene razón el Abogado del Estado, está suficientemente claro en la jurisprudencia constitucional ( Sentencias 22 y 76/1990) y de este Tribunal Supremo (Sentencias de 22 de enero de 1993 , 30 de noviembre de 1995 , 23 de enero de 1997 , 7 de diciembre de 1998 ), de manera que no puede considerarse lesivo de los preceptos invocados el hecho de que la Comisión Disciplinaria requiriera a la Instructora para que formulara pliego de cargos por falta muy grave de desatención ya que no se exige en el procedimiento sancionador previsto en la Ley Orgánica del Poder Judicial la separación entre la instrucción y la resolución del expediente que pretende el recurrente. Por esta razón, no procede el planteamiento de la cuestión de inconstitucionalidad que se nos pide." De esta misma argumentación se desprende que no cabe apreciar la infracción del artículo 25.2 del Reglamento que se invoca también en la demanda. SEPTIMO .- Cuestión distinta a la que aquí nos ocupa es si la Dirección General ha ido más allá de lo que estrictamente era necesario para revocar la propuesta de archivo y, con ello, ha prejuzgado el fondo del asunto de modo y manera que, como sostiene la demandante, ya era inútil lo que alegase porque el asunto estaba resuelto. De ser así, el cauce que se tendría que haber seguido era el de la recusación, con base en la falta de imparcialidad del órgano llamado a resolver, pero esto, sin embargo, no se hizo, por lo que ahora no podemos apreciar, sobre la base de lo alegado en la demanda, ninguna deficiencia en el procedimiento. A ello hay que añadir que la Dirección General al no admitir la propuesta de archivo que formuló el instructor se limitó a actuar conforme le habilita el artículo 36 del Reglamento. OCTAVO .- En cuanto al Acuerdo de 6 de febrero de 2009 cabe decir que la invocación que del mismo hace la actora es solo para cuestionar una de las afirmaciones que se contienen en la Resolución recurrida en el sentido de que el Secretario del Juzgado entendió que la realización de los actos de comunicación a través de lexnet entraba dentro de las funciones de la actora y ahora, dice la Dirección General, se sostiene lo contrario, por lo que no vemos la trascendencia que para la resolución del caso tiene esta alegación. En todo caso, conviene poner de manifiesto, como sostiene la parte demandada, que este acuerdo no fue objeto de recurso - y menos aún la norma de la que el mismo es aplicación, que es el Real Decreto 84/2007 de 26 de enero de implantación del sistema de lexnet - ya que el escrito al que se refiere la parte de fecha 9 de febrero de 2009 (que obra al folio 285 del expediente) es simplemente un escrito en el que la actora, por las razones que allí explica, que en parte son coincidentes con las que ahora expone en su demanda, procede a devolver la tarjeta que le han entregado. Además de ello, aun entendiendo que es un recurso de alzada, la única consecuencia practica es que debió entenderse desestimado por silencio, ya que no consta que haya sido resuelto, pero, en modo alguno habría producido efectos suspensivo ( artículo 111.1 de la Ley 30/1992 ), y finalmente, es claro que no elimina la comisión de la infracción NOVENO .- Entrando en la cuestión de fondo, resta por analizar si la orden que le fue dada a la actora y de la que era conocedora debió ser cumplida por la misma. Con carácter general hay que recordar el principio de ejecutividad de los actos administrativos y el deber de obediencia que tienen los funcionarios públicos. Descendiendo al caso concreto en su aspecto sustantivo, resulta que el artículo 477.g) de la Ley Orgánica del Poder Judicial dice que corresponde con carácter general al Cuerpo de Tramitación Procesal y Administrativa la realización de cuantas actividades tengan carácter de apoyo a la gestión procesal, según el nivel de especialización del puesto desempeñado, bajo el principio de jerarquía y de conformidad con lo establecido en las relaciones de puestos de trabajo, añadiéndose que sin perjuicio de las funciones concretas del puesto de trabajo que desempeñen, le corresponde, dice el apartado g) " La realización de todas aquellas funciones que legal o reglamentariamente se establezcan y de cualesquiera otras funciones de naturaleza análoga a las anteriores que, inherentes al puesto de trabajo que se desempeñe, sean encomendadas por los superiores jerárquicos, orgánicos o funcionales, en el ejercicio de sus competencias." Por otro lado, y, como es sabido el sistema lexnet está basado en correo securizado, mediante la utilización de firma electrónica reconocida conforme al artículo 2 del Real Decreto 84/2007, de 26 de enero , sobre implantación en la Administración de Justicia del sistema informático de telecomunicaciones Lexnet 5 para la presentación de escritos y documentos, el traslado de copias y la realización de actos de comunicación procesal por medios telemáticos, de modo y manera que todos los usuarios autorizados tienen que disponer de dicha firma para poder realizar el envío telemático de las notificaciones judiciales. A estos efectos hay que recordar que el artículo 4 del citado Real Decreto 84/2007, de 26 de enero dice que utilización del sistema Lexnet será obligatoria para los Secretarios judiciales y para los funcionarios de los Cuerpos al servicio de la Administración de Justicia, relacionados como usuarios en el Anexo II de este Real Decreto, destinados en aquellas Oficinas Judiciales que dispongan del sistema y estén dotadas de los medios técnicos necesarios. Y en el Anexo II figuran, entre otros, los Funcionarios del Cuerpo de Tramitación Procesal y Administrativa y los Funcionarios del Cuerpo de Auxilio Judicial. Consiguientemente, hay que entender que la función que se encomendó a la actora por parte de la Secretaria del Juzgado y que consistió en ordenar a los funcionarios del Cuerpo de Gestión y Tramitación Administrativa que procediesen a realizar los actos de comunicación que el sistema Lexnet permite y exige practicar sin necesidad de papel y que se derivan de los expedientes cuya tramitación tienen encomendada forma parte de las funciones propias de dicho cuerpo y, por lo tanto, debió de ser cumplida, con independencia de que si la misma se estimase contraria a derecho se recurriese y se intentase la suspensión de la orden. No estamos aquí analizando la legalidad de la orden como si se hubiese interpuesto un recurso contra la misma, ya que, como se acaba de decir, si la actora consideraba que la orden era contraria a derecho, lo que debió hacer es recurrirla, pero no dejar de cumplirla, únicamente analizamos la legalidad de la orden para reforzar el deber de su cumplimiento que rige para su destinatario, además, de la presunción de legalidad que, en cuanto acto administrativo, ya tiene. DECIMO .- La orden desobedecida es clara y así se recoge en el pliego de cargos y dimana de lo que se acordó por la Secretaria en fecha 6 de febrero de 2009. Consiguientemente, las alegaciones que se hacen en la demanda en el sentido de que no se sabe si se la sanciona por negarse a recibir la tarjeta criptográfica o por negarse a firmar una solicitud de expedición de la tarjeta de fecha anterior carecen de justificación para atacar el acto impugnado, porque tales actos ni se incluyen en el pliego de cargos, ni en la resolución sancionadora, dándose, además, la circunstancia de que la tarjeta sí fue recibida por la actora (aunque luego la devolvió). Finalmente, cabe señalar que la orden no es manifiestamente ilegal. Además, de las argumentaciones ya expuestas, en cuanto a que el Cuerpo de Gestión y Tramitación Procesal aparece como usuario del sistema Lexnet en el Real Decreto 84/2007, de 26 de enero, hay que tener presente, al hilo de las consideraciones que se hacen en la demanda, que el artículo 478 establece que corresponde al Cuerpo de Auxilio Judicial con carácter general, bajo el principio de jerarquía y de acuerdo con lo establecido en las relaciones de puestos de trabajo, la realización de cuantas tareas tengan carácter de auxilio a la actividad de los órganos judiciales. Y añade que, entre otras funciones, le corresponderá: a) La práctica de los actos de comunicación que consistan en notificaciones, citaciones, emplazamientos y requerimientos, en la forma prevista en las leyes procesales, a cuyo efecto ostentará capacidad de certificación y dispondrá de las credenciales necesarias. Pero, ello, desde luego, no excluye que también puedan realizar funciones de comunicación las actoras a través del sistema de lexnet y, desde luego, ello no puede sostenerse que sea de manera tan evidente que haga que la orden dada pueda calificarse de manifiestamente ilegal. Consiguientemente, desde la perspectiva desde la que se examina la legalidad de la orden, y, por lo expuesto, no podemos excluir la responsabilidad de la actora en la infracción que se le imputa, sobre la base de que la orden fuese manifiestamente ilegal, lo que nos lleva a desestimar presente recurso. UNDECIMO .- No concurren méritos para imponer las costas de este recurso a ninguna de las partes de conformidad con el artículo 139 de la Ley de la Jurisdicción Vistos los preceptos citados y demás de general y pertinente aplicación, la Sala emite el siguiente: FALLO Desestimar el recurso contencioso-administrativo número 428/2010 interpuesto por Dª Lourdes , quien actúa en su propio nombre y derecho, defendida por el Letrado D. Francisco Javier Gómez 6 Iborra, contra la Resolución de fecha 27 de mayo de 2010, dictada por la Dirección General de Relaciones con la Administración de Justicia por la que se impone a la recurrente una sanción de 15 días de suspensión de empleo y sueldo por la comisión de una falta grave, y en el que ha intervenido, como parte demandada, la Administración del Estado, representada y dirigida por sus Servicios Jurídicos, debiendo declarar: PRIMERO.- Que la Resolución recurrida es conforme a derecho. SEGUNDO.- Que no procede imponer las costas de este recurso a ninguna de las partes. Contra esta resolución no cabe interponer ningún recurso. Una vez firme esta sentencia, devuélvase el expediente administrativo al Órgano de procedencia con certificación de esta resolución para su conocimiento y ejecución. Así por esta nuestra sentencia, lo pronunciamos, mandamos y firmamos. PUBLICACIÓN .- Leída y publicada ha sido la Sentencia anterior por la Ilma. Sra. Magistrada Ponente Sra. Concepcion Garcia Vicario, en la sesión pública de la Sala Contencioso-administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León (Burgos), que firmo en Burgos a veinte de julio de dos mil doce, de que yo el Secretario de Sala, certifico. 7