antecedentes de hecho fundamentos jurídicos

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Roj: STSJ CL 3754/2012
Id Cendoj: 09059330022012100350
Órgano: Tribunal Superior de Justicia. Sala de lo Contencioso
Sede: Burgos
Sección: 2
Nº de Recurso: 428/2010
Nº de Resolución: 365/2012
Procedimiento: SOBRE PERSONAL
Ponente: MARIA CONCEPCION GARCIA VICARIO
Tipo de Resolución: Sentencia
SENTENCIA
En la Ciudad de Burgos a veinte de julio de dos mil doce.
En el recurso contencioso administrativo número 428/10 interpuesto por Doña Lourdes , quien
comparece en su propio nombre y derecho en su condición de funcionaria y asistida del Letrado Don Francisco
Javier Gómez Iborra, contra la Resolución de fecha 27 de mayo de 2010 dictada por la Dirección General de
Relaciones con la Administración de Justicia por la que se impone a la recurrente una sanción de 15 días
de suspensión de empleo y sueldo por la comisión de una falta grave tipificada en el artículo 8.a) del Real
Decreto 796/2005 de 1 de julio , que aprueba el Reglamento General de Régimen Disciplinario del personal
al servicio de la Administración de Justicia ( artículo 536.B.1) de la Ley Orgánica del Poder Judicial ; habiendo
comparecido como parte demandada la Administración General del Estado, representada y defendida por el
Sr. Abogado del Estado en virtud de la representación que por ley ostenta.
ANTECEDENTES DE HECHO
PRIMERO - Por la parte demandante se interpuso recurso contencioso-administrativo ante esta Sala
el día 1/09/10.
Admitido a trámite se dio al mismo la publicidad legal y se reclamó el expediente administrativo; recibido
se confirió traslado al recurrente para que formalizara la demanda, lo que efectuó en legal forma por medio de
escrito de fecha 22/11/10, que en lo sustancial se da por reproducido y en el que terminaba suplicando se dicte
Sentencia por la que: "con estimación de la misma anule íntegramente la RESOLUCIÓN DE LA DIRECCIÓN
GENERAL DE RELACIONES CON LAS ADMINISTRACIONES PÚBLICAS de fecha 27 de mayo de 2010,
dictada en el expediente disciplinario 12/09, por la que se impone una sanción de quince días de empleo y
sueldo por la comisión de una falta grave, con imposición de las costas a la Administración recurrida, y con
lo demás que proceda."
SEGUNDO - Se confirió traslado de la demanda por termino legal a la parte demandada quien contestó
a la demanda a medio de escrito de 11 de enero de 2011 oponiéndose al recurso solicitando la desestimación
del mismo basándose en los fundamentos jurídicos que aduce.
TERCERO - Una vez dictado Auto de fijación de cuantía, y recibido el recurso a prueba se practicó con
el resultado que obra en autos, y habiendo solicitado las partes la presentación de conclusiones escritas, se
evacuó traslado para cumplimentar tal trámite, quedando el recurso concluso para sentencia, y no pudiéndose
dictar ésta en el plazo de diez días previsto en el art. 67.1 de la Ley 29/98 , al existir recursos pendientes de
señalamiento para Votación y Fallo con preferencia, y puesto que el art. 64.3 de la misma Ley , establece que
tal señalamiento se ajustará al orden expresado en el apartado 1 del artículo anterior y existiendo en la Sala
recursos conclusos de fecha anterior, y por tanto con preferencia para efectuar su señalamiento al de este
recurso, quedaron los autos pendientes de señalamiento de día para Votación y Fallo, para cuando por orden
de declaración de conclusos correspondiese, habiéndose señalado el día 19 de julio de 2012 para votación
y fallo, lo que se efectuó. Se han observado las prescripciones legales en la tramitación de este recurso.
FUNDAMENTOS JURÍDICOS
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PRIMERO- Constituye el objeto del presente recurso jurisdiccional la Resolución de fecha 27 de mayo
de 2010 dictada por la Dirección General de Relaciones con la Administración de Justicia por la que se impone
a Dª Lourdes una sanción de 15 días de suspensión de empleo y sueldo por la comisión de una falta grave
tipificada en el artículo 8.a) del Real Decreto 796/2005 de 1 de julio que aprueba el Reglamento General de
régimen disciplinario del personal al servicio de la Administración de Justicia ( artículo 536.B.1) de la Ley
Orgánica del Poder Judicial .
SEGUNDO- La parte actora interpone demanda para que se deje sin efecto la Resolución recurrida y
alega para ello los siguientes motivos.
En primer lugar, sostiene que el procedimiento sancionador ha caducado.
Sostiene que desde la fecha de incoación del expediente, 14 de mayo de 2009 hasta la fecha en la
que el mismo concluye, 27 de mayo de 2010, han transcurrido los 12 meses, que es el plazo que establece
el artículo 38 del Real Decreto 796/2001 de 1 de julio .
En segundo lugar, se alega que se han vulnerado los principios de legalidad, imparcialidad y presunción
de inocencia, puesto que el instructor del expediente formuló una propuesta de archivo, al entender que los
hechos denunciados no eran constitutivos de infracción disciplinaria, y la Dirección General, que es el órgano
con competencia para dictar la resolución que ponga fin al expediente, no solo no acepta tal propuesta de
archivo, sino que da expresas indicaciones al Instructor para que formule el pliego de cargos y la propuesta de
resolución, antes del trámite de audiencia, con lo que todo el procedimiento ha quedado viciado, al ser clara
y evidente la postura de la Dirección, con independencia de lo que la interesada pudiese alegar.
También se invoca la infracción del artículo 25.2 del Real Decreto 796/2005 de 1 de julio , considerando
que frente a la propuesta de archivo que formuló el Instructor podría haber recurrido el denunciante, pero que
lo que no es posible es que el órgano sancionador tome la iniciativa de continuar con el procedimiento hasta
su terminación con la sanción impuesta.
En tercer lugar, se recuerda que el Acuerdo de 6 de febrero de 2009 (dictado por el Sr. Secretario
Judicial del Juzgado de Instrucción número 3 de Burgos en el que, al amparo de la normativa que allí se citaba,
se acordaba que cada uno de los funcionarios del Cuerpo de Gestión y Tramitación procediese a realizar
actos de comunicación que el sistema Lexnet permite y que se derivan de los expedientes cuya tramitación
tienen encomendada, de conformidad con lo establecido en el real Decreto 84/2007 de 26 de enero) ha sido
objeto de recurso de alzada, mediante escrito de 9 de febrero de 2009, presentado ante la Gerencia Territorial
del Ministerio de Justicia y, pese al tiempo transcurrido, no ha sido resuelto, por lo que no se entiende que
la Resolución sancionadora diga que sorprende que el Instructor cuestione la antijuricidad de la conducta
imputada a la actora, apartándose de su anterior razonamiento en cuanto a la validez del Acuerdo de la
Secretaria judicial.
En cuarto lugar, se invoca la falta de tipicidad de la conducta sancionada en cuanto que los actos de
comunicación no son funciones propias del Cuerpo de Tramitación, remitiéndose a la propuesta de archivo
formulada por el Instructor del expediente.
Finalmente, denuncian que el pliego de cargos es confuso en cuanto a su redacción, ya que no se
especifica de forma clara cual es la orden desobedecida.
La Administración del Estado, en su escrito de contestación a la demanda, rebate las argumentaciones
empleadas por la actora e interesa la confirmación del acto recurrido.
TERCERO- A los efectos de resolver el presente recurso, interesa destacar los siguientes antecedentes,
según resultan del expediente administrativo así como de las alegaciones de las partes, y que no son objeto
de controversia.
1.- En fecha 6 de febrero de 2009 el Sr. Secretario Judicial del Juzgado de Instrucción número 3 de
Burgos dictó Acuerdo en el que se acordaba que cada uno de los funcionarios del Cuerpo de Gestión
y Tramitación Procesal destinados en dicho Juzgado procediese a realizar los actos de comunicación que
el sistema Lexnet permite y exige practicar sin necesidad de papel y se derivan de los expedientes cuya
tramitación tienen encomendada.
Dicho Acuerdo contenía el preceptivo pié de recurso.
2.- En la misma fecha por el Sr. Secretario se procedió a notificar el referido Acuerdo a los funcionarios
del Juzgado, requiriéndoles para que procedieran a darle cumplimiento, incluida la actora.
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3.- En fecha 27 de febrero de 2009 se puso en conocimiento del Sr. Secretario Coordinador Provincial
de Burgos por parte de la Secretaria de los Juzgados de Instrucción número 1 y 3 de Burgos que eran las Sras.
Secretarias Judiciales quienes estaban practicado las notificaciones derivadas de los expedientes, y que el
día 26 de febrero, la actora puso en su conocimiento que había devuelto a la Gerencia Territorial del Ministerio
de Justicia en Burgos la tarjeta de la aplicación Lexnet, al tiempo que comunicaba su negativa a practicar las
notificaciones que le habían sido encomendadas, al estimar que no eran de su competencia.
4.- En fecha 14 de mayo de 2009 la Dirección General de Relaciones con la Administración de Justicia
incoa expediente disciplinario a la actora por la presunta comisión de una falta grave prevista en el artículo
8.a) del Real Decreto 796/2005 de 1 de julio que aprueba el Reglamento General de régimen disciplinario del
personal al servicio de la Administración de Justicia.
5.- En fecha 10 de junio de 2009, en el seno del procedimiento incoado, la actora presentó escrito en
el que recusaba al instructor del expediente, dada su condición de Secretario Judicial, desestimándose el
incidente por Resolución de 2 de julio, que fue notificada a la actora el siguiente día 8.
6.- En fecha 19 de febrero de 2010 el Instructor del expediente formula propuesta de resolución, al
entender que los hechos imputados a la actora no son constitutivos de infracción alguna al no formar parte de
sus competencias el deber de practicar actos de notificación por el sistema Lexnet.
7.- En fecha 3 de marzo de 2010 la Directora General de Relaciones con la Administración de Justicia
devuelve el expediente al instructor al objeto de que se complete la instrucción y se formule pliego de cargos,
lo que se lleva a efecto el 11 de marzo.
8.- En fecha 28 de abril de 2010 se formula la propuesta de resolución y el día 27 de mayo se dicta la
Resolución que es objeto de este recurso, que fue notificada a la actora el día 3 de junio de 2010.
CUARTO .- Expuestos los antecedentes, debemos proceder al análisis de la alegación que hace
referencia a la caducidad del procedimiento, al entender la parte actora que han transcurrido más de 12 meses
desde la incoación del mismo hasta que la resolución sancionadora se notifica al interesado, en los términos
expresados en el artículo 38 del Real Decreto 796/2005 de 1 de julio que aprueba el Reglamento general de
régimen disciplinario del personal al servicio de la Administración de Justicia.
El examen de esta alegación exige partir de los antecedentes que hemos reflejado en el anterior
Fundamento de donde resulta que el expediente disciplinario se incoa el 14 de mayo de 2009 y la resolución
sancionadora se notifica el 3 de junio de 2010.
A partir de tales datos, hay que tener en cuenta que para el cómputo de los 12 meses, debe computarse
la duración del incidente de recusación promovido por la actora y que fue finalmente desestimado.
En efecto, en fecha 10 de junio de 2009 la actora recusó al instructor del expediente mediante escrito
dirigido a la Dirección General, siéndole remitido el mismo al recusado en fecha 22 de junio de 2009.
En fecha 1 de julio, el instructor contestó la recusación en el sentido de oponerse a la misma y,
finalmente, la Directora General, al día siguiente, 2 de julio, resolvió el incidente, desestimándolo, lo que fue
notificado a la actora en fecha 8 de julio.
Teniendo en cuenta el tiempo invertido en la resolución de la recusación, que es de 29 días, desde el
escrito de 10 de junio hasta la notificación de la desestimación (8 de julio) o de 23 días, si se computa hasta
la fecha de la resolución del incidente, es claro que el plazo de los 12 meses no ha transcurrido por lo que no
cabe apreciar la caducidad del expediente que se alega.
QUINTO .- Opone la actora dos argumentos adicionales, que son, por un lado, que la duración del
incidente de recusación no debe de descontarse del plazo general de los 12 meses y, por otro lado, que la
tramitación del mismo ha durado más del plazo legalmente previsto.
Frente a ello, no obstante, hay que tener presente que según el artículo 77 de la Ley 30/1992 de 26 de
noviembre (de aplicación supletoria, según la Disposición Final Única del Reglamento) la recusación suspende
la tramitación del procedimiento, por lo que es evidente que la duración del mismo debe de descontarse del
plazo general, puesto que hay un motivo legal que impide que el expediente se tramite.
Con ello, y al hilo de las argumentaciones que se contienen en la demanda, hay que concluir, junto con
el Sr. Abogado del Estado, que el incidente del que hablamos no es equiparable a lo que es la tramitación
ordinaria del procedimiento (alegaciones o prueba), que no producen el efecto suspensivo de la recusación,
y a la que específicamente va dirigida el mandato de los 12 meses en la norma de aplicación.
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Por otro lado, que la actora, al recusar al instructor, ejerza un derecho que la ley de procedimiento le
otorga, no significa que la duración del trámite al que el mismo dé lugar no se considere a los efectos del
computo de los 12 meses, puesto que son cosas distintas.
Dicho de otra manera que se ejerza un derecho no significa que los más de 20 días que se emplearon
en la resolución de la recusación se computen como de tramitación ordinaria porque ni lo es, ni la Ley así
lo ha querido hacer.
En segundo lugar, el plazo de los cuatro días a que se refiere el artículo 29.4 de la Ley 30/1992 se aplica
a la resolución del incidente, pero no a su tramitación, y según hemos destacado, negada por el instructor la
concurrencia de la causa de recusación, la Directora resuelve el incidente al día siguiente.
El artículo 29.4 de la Ley de Procedimiento es claro en este sentido como lo es, igualmente, el artículo
27.3 del Real Decreto 796/2005 que aprueba el Reglamento General.
Es verdad que la recusación se promueve por escrito de 10 de junio y que el instructor al que la misma
se refiere contesta el 1 de julio, pero ello no supone la infracción que alega la actora en el sentido de superar
los plazos legalmente previstos.
El artículo 27.3 del Reglamento General dice que en el caso de la recusación se dará audiencia al
recusado con la mayor brevedad posible y, una vez oído, se resolverá en el plazo de tres días.
Ya hemos indicado que el plazo de los tres días, que es para resolver ha sido respetado, y ahora hay
que añadir que la ley no establece un plazo para dar audiencia al recusado, ya que habla de "con la mayor
brevedad posible".
En el presente caso, teniendo en cuenta que el escrito de recusación tuvo que ser remitido a la Dirección
General y ésta remitirlo al interesado, mediante fax de fecha 22 de junio, a falta de mayores argumentaciones
en la demanda y de mayores datos, no consideramos que se haya empleado más tiempo del necesario cuando
el instructor responde mediante escrito, oponiéndose a la recusación, en fecha 1 de julio.
SEXTO .- Alega también la demanda la infracción de los principios de legalidad, imparcialidad y
presunción de inocencia debido a que la Dirección General, que es el órgano llamado a resolver el expediente,
rechazó la propuesta de archivo que formuló el instructor, viniendo a indicar, en última instancia, cual era el
pliego de cargos que éste tenía que elaborar.
Con carácter general hay que recordar que, con arreglo a una constante doctrina constitucional,
las garantías del proceso penal no son trasladables sin más y automáticamente al derecho administrativo
sancionador, de modo y manera que la argumentación hecha en la demanda con el paralelismo que representa
la instrucción de una causa penal con la sentencia que debe dictar el órgano de enjuiciamiento no es correcta.
De manera más particular, hay que tener presente que el artículo 33 del Reglamento general prevé que
el instructor redacte el pliego de cargos (con el contenido que allí se especifica) o que proponga el archivo
del expediente, sin más, ordenando el artículo 34 que dicha propuesta, una vez dado el pertinente trámite de
audiencia al interesado, se remita al competente para resolver, quien, de conformidad con el artículo 36 podrá
devolver el expediente al instructor para la práctica de las diligencias imprescindibles para la resolución.
Y esto es lo que ha sucedido en el caso que nos ocupa, debiéndose añadir que el órgano que debe
dictar la resolución que ponga fin al expediente no está vinculado por la propuesta de archivo que formule
el instructor y que formulada esta, el órgano que ha de resolver tiene que motivar su decisión, esto es, tiene
que explicar las razones por las que entiende, ab initio, que no se puede acordar el archivo por revestir los
hechos caracteres de infracción administrativa.
Así lo ha entendido, igualmente la jurisprudencia, tal y como recuerda el Sr. Abogado del Estado en
su escrito de contestación, siendo muy aplicable al caso que nos ocupa la Sentencia por él citada de 20 de
diciembre de 2004 que el Tribunal Supremo dictó en el recurso contencioso administrativo 272/2002 y de la
que fue Ponente el Excmo. Sr. D. Pablo María Lucas Murillo de la Cueva.
Dice la referida Sentencia en su Fundamento de Derecho Séptimo " Así las cosas, entendemos que no
pueden prosperar los argumentos que dedica la demanda a sostener que se ha infringido el artículo 24.2 de la
Constitución y el derecho del recurrente a un proceso público con todas las garantías, así como el artículo 5.1
de la Ley Orgánica del Poder Judicial porque la Comisión Disciplinaria instara a la Instructora del expediente a
formular el pliego de cargos en un determinado sentido, distinto del que tenía la propuesta por ella formulada,
que era de archivo. El artículo 425.5 de la misma Ley autoriza esa actuación de la Comisión Disciplinaria y no
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necesita ser interpretado del modo que propone la demanda desde el momento en que las garantías que se
han de observar en el procedimiento administrativo sancionador no son exactamente las mismas que rigen
en el proceso penal. Esto es algo que, tiene razón el Abogado del Estado, está suficientemente claro en la
jurisprudencia constitucional ( Sentencias 22 y 76/1990) y de este Tribunal Supremo (Sentencias de 22 de
enero de 1993 , 30 de noviembre de 1995 , 23 de enero de 1997 , 7 de diciembre de 1998 ), de manera que
no puede considerarse lesivo de los preceptos invocados el hecho de que la Comisión Disciplinaria requiriera
a la Instructora para que formulara pliego de cargos por falta muy grave de desatención ya que no se exige en
el procedimiento sancionador previsto en la Ley Orgánica del Poder Judicial la separación entre la instrucción
y la resolución del expediente que pretende el recurrente. Por esta razón, no procede el planteamiento de la
cuestión de inconstitucionalidad que se nos pide."
De esta misma argumentación se desprende que no cabe apreciar la infracción del artículo 25.2 del
Reglamento que se invoca también en la demanda.
SEPTIMO .- Cuestión distinta a la que aquí nos ocupa es si la Dirección General ha ido más allá de lo
que estrictamente era necesario para revocar la propuesta de archivo y, con ello, ha prejuzgado el fondo del
asunto de modo y manera que, como sostiene la demandante, ya era inútil lo que alegase porque el asunto
estaba resuelto.
De ser así, el cauce que se tendría que haber seguido era el de la recusación, con base en la falta de
imparcialidad del órgano llamado a resolver, pero esto, sin embargo, no se hizo, por lo que ahora no podemos
apreciar, sobre la base de lo alegado en la demanda, ninguna deficiencia en el procedimiento.
A ello hay que añadir que la Dirección General al no admitir la propuesta de archivo que formuló el
instructor se limitó a actuar conforme le habilita el artículo 36 del Reglamento.
OCTAVO .- En cuanto al Acuerdo de 6 de febrero de 2009 cabe decir que la invocación que del mismo
hace la actora es solo para cuestionar una de las afirmaciones que se contienen en la Resolución recurrida
en el sentido de que el Secretario del Juzgado entendió que la realización de los actos de comunicación a
través de lexnet entraba dentro de las funciones de la actora y ahora, dice la Dirección General, se sostiene
lo contrario, por lo que no vemos la trascendencia que para la resolución del caso tiene esta alegación.
En todo caso, conviene poner de manifiesto, como sostiene la parte demandada, que este acuerdo no
fue objeto de recurso - y menos aún la norma de la que el mismo es aplicación, que es el Real Decreto 84/2007
de 26 de enero de implantación del sistema de lexnet - ya que el escrito al que se refiere la parte de fecha 9 de
febrero de 2009 (que obra al folio 285 del expediente) es simplemente un escrito en el que la actora, por las
razones que allí explica, que en parte son coincidentes con las que ahora expone en su demanda, procede
a devolver la tarjeta que le han entregado.
Además de ello, aun entendiendo que es un recurso de alzada, la única consecuencia practica es que
debió entenderse desestimado por silencio, ya que no consta que haya sido resuelto, pero, en modo alguno
habría producido efectos suspensivo ( artículo 111.1 de la Ley 30/1992 ), y finalmente, es claro que no elimina
la comisión de la infracción
NOVENO .- Entrando en la cuestión de fondo, resta por analizar si la orden que le fue dada a la actora
y de la que era conocedora debió ser cumplida por la misma.
Con carácter general hay que recordar el principio de ejecutividad de los actos administrativos y el deber
de obediencia que tienen los funcionarios públicos.
Descendiendo al caso concreto en su aspecto sustantivo, resulta que el artículo 477.g) de la Ley
Orgánica del Poder Judicial dice que corresponde con carácter general al Cuerpo de Tramitación Procesal
y Administrativa la realización de cuantas actividades tengan carácter de apoyo a la gestión procesal, según
el nivel de especialización del puesto desempeñado, bajo el principio de jerarquía y de conformidad con lo
establecido en las relaciones de puestos de trabajo, añadiéndose que sin perjuicio de las funciones concretas
del puesto de trabajo que desempeñen, le corresponde, dice el apartado g) " La realización de todas aquellas
funciones que legal o reglamentariamente se establezcan y de cualesquiera otras funciones de naturaleza
análoga a las anteriores que, inherentes al puesto de trabajo que se desempeñe, sean encomendadas por los
superiores jerárquicos, orgánicos o funcionales, en el ejercicio de sus competencias."
Por otro lado, y, como es sabido el sistema lexnet está basado en correo securizado, mediante la
utilización de firma electrónica reconocida conforme al artículo 2 del Real Decreto 84/2007, de 26 de enero ,
sobre implantación en la Administración de Justicia del sistema informático de telecomunicaciones Lexnet
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para la presentación de escritos y documentos, el traslado de copias y la realización de actos de comunicación
procesal por medios telemáticos, de modo y manera que todos los usuarios autorizados tienen que disponer
de dicha firma para poder realizar el envío telemático de las notificaciones judiciales.
A estos efectos hay que recordar que el artículo 4 del citado Real Decreto 84/2007, de 26 de enero dice
que utilización del sistema Lexnet será obligatoria para los Secretarios judiciales y para los funcionarios de
los Cuerpos al servicio de la Administración de Justicia, relacionados como usuarios en el Anexo II de este
Real Decreto, destinados en aquellas Oficinas Judiciales que dispongan del sistema y estén dotadas de los
medios técnicos necesarios.
Y en el Anexo II figuran, entre otros, los Funcionarios del Cuerpo de Tramitación Procesal y
Administrativa y los Funcionarios del Cuerpo de Auxilio Judicial.
Consiguientemente, hay que entender que la función que se encomendó a la actora por parte de la
Secretaria del Juzgado y que consistió en ordenar a los funcionarios del Cuerpo de Gestión y Tramitación
Administrativa que procediesen a realizar los actos de comunicación que el sistema Lexnet permite y exige
practicar sin necesidad de papel y que se derivan de los expedientes cuya tramitación tienen encomendada
forma parte de las funciones propias de dicho cuerpo y, por lo tanto, debió de ser cumplida, con independencia
de que si la misma se estimase contraria a derecho se recurriese y se intentase la suspensión de la orden.
No estamos aquí analizando la legalidad de la orden como si se hubiese interpuesto un recurso contra
la misma, ya que, como se acaba de decir, si la actora consideraba que la orden era contraria a derecho, lo
que debió hacer es recurrirla, pero no dejar de cumplirla, únicamente analizamos la legalidad de la orden para
reforzar el deber de su cumplimiento que rige para su destinatario, además, de la presunción de legalidad
que, en cuanto acto administrativo, ya tiene.
DECIMO .- La orden desobedecida es clara y así se recoge en el pliego de cargos y dimana de lo que
se acordó por la Secretaria en fecha 6 de febrero de 2009.
Consiguientemente, las alegaciones que se hacen en la demanda en el sentido de que no se sabe si
se la sanciona por negarse a recibir la tarjeta criptográfica o por negarse a firmar una solicitud de expedición
de la tarjeta de fecha anterior carecen de justificación para atacar el acto impugnado, porque tales actos ni se
incluyen en el pliego de cargos, ni en la resolución sancionadora, dándose, además, la circunstancia de que
la tarjeta sí fue recibida por la actora (aunque luego la devolvió).
Finalmente, cabe señalar que la orden no es manifiestamente ilegal.
Además, de las argumentaciones ya expuestas, en cuanto a que el Cuerpo de Gestión y Tramitación
Procesal aparece como usuario del sistema Lexnet en el Real Decreto 84/2007, de 26 de enero, hay que
tener presente, al hilo de las consideraciones que se hacen en la demanda, que el artículo 478 establece que
corresponde al Cuerpo de Auxilio Judicial con carácter general, bajo el principio de jerarquía y de acuerdo
con lo establecido en las relaciones de puestos de trabajo, la realización de cuantas tareas tengan carácter
de auxilio a la actividad de los órganos judiciales.
Y añade que, entre otras funciones, le corresponderá: a) La práctica de los actos de comunicación que
consistan en notificaciones, citaciones, emplazamientos y requerimientos, en la forma prevista en las leyes
procesales, a cuyo efecto ostentará capacidad de certificación y dispondrá de las credenciales necesarias.
Pero, ello, desde luego, no excluye que también puedan realizar funciones de comunicación las actoras
a través del sistema de lexnet y, desde luego, ello no puede sostenerse que sea de manera tan evidente que
haga que la orden dada pueda calificarse de manifiestamente ilegal.
Consiguientemente, desde la perspectiva desde la que se examina la legalidad de la orden, y, por lo
expuesto, no podemos excluir la responsabilidad de la actora en la infracción que se le imputa, sobre la base
de que la orden fuese manifiestamente ilegal, lo que nos lleva a desestimar presente recurso.
UNDECIMO .- No concurren méritos para imponer las costas de este recurso a ninguna de las partes
de conformidad con el artículo 139 de la Ley de la Jurisdicción
Vistos los preceptos citados y demás de general y pertinente aplicación, la Sala emite el siguiente:
FALLO
Desestimar el recurso contencioso-administrativo número 428/2010 interpuesto por Dª Lourdes
, quien actúa en su propio nombre y derecho, defendida por el Letrado D. Francisco Javier Gómez
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Iborra, contra la Resolución de fecha 27 de mayo de 2010, dictada por la Dirección General de
Relaciones con la Administración de Justicia por la que se impone a la recurrente una sanción de 15
días de suspensión de empleo y sueldo por la comisión de una falta grave, y en el que ha intervenido,
como parte demandada, la Administración del Estado, representada y dirigida por sus Servicios
Jurídicos, debiendo declarar:
PRIMERO.- Que la Resolución recurrida es conforme a derecho.
SEGUNDO.- Que no procede imponer las costas de este recurso a ninguna de las partes.
Contra esta resolución no cabe interponer ningún recurso.
Una vez firme esta sentencia, devuélvase el expediente administrativo al Órgano de procedencia
con certificación de esta resolución para su conocimiento y ejecución.
Así por esta nuestra sentencia, lo pronunciamos, mandamos y firmamos.
PUBLICACIÓN .- Leída y publicada ha sido la Sentencia anterior por la Ilma. Sra. Magistrada Ponente
Sra. Concepcion Garcia Vicario, en la sesión pública de la Sala Contencioso-administrativo del Tribunal
Superior de Justicia de Castilla y León (Burgos), que firmo en Burgos a veinte de julio de dos mil doce, de
que yo el Secretario de Sala, certifico.
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