1 LA ESTATUA DEL ÁNGEL CAÍDO DEL PARQUE DEL RETIRO DE

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LA ESTATUA DEL ÁNGEL CAÍDO DEL PARQUE DEL RETIRO DE MADRID
Entorno:
Los Jardines del Buen Retiro, popularmente conocidos como El Retiro, es un
parque de 118 hectáreas (1,18 km²) situado en el centro de Madrid. Los Jardines
tienen su origen entre los años 1630 y 1640, cuando el Conde-Duque de Olivares
(Don Gaspar de Guzmán y Pimentel), valido de Felipe IV (1621–1665), le regaló al
rey unos terrenos que le habían sido cedidos por el Duque de Fernán Núñez para el
recreo de la Corte, en torno al Monasterio de los Jerónimos de Madrid. Así, con la
reforma del Cuarto Real que había junto al Monasterio, se inició la construcción del
Palacio del Buen Retiro. Contaba entonces con unas 145 hectáreas
Situada en lo que hoy es la Glorieta del Ángel Caído, se levantaron antaño varias
construcciones. La más antigua de que se tiene noticia es la ermita de San Antonio
Abad o San Antón, de tiempos de los Austrías. Tras su derribo, Carlos III mandó
edificar en el lugar la mencionada Fábrica de Porcelanas de la China, a semejanza
de la existente en Capodimonte (Nápoles). La Fábrica fue destruida durante la
Guerra de Independencia, y desde entonces el solar permaneció vacío hasta que se
erigió la Fuente.
El rey Carlos III fue el primero en permitir el acceso de los ciudadanos al recinto,
siempre que cumpliesen con la condición de ir bien aseados y vestidos.
Durante la invasión francesa, en 1808, los jardines quedaron parcialmente
destruidos al ser utilizados como fortificación por las tropas de Napoleón. El palacio
fue totalmente destruido.
1
Tras la Guerra de la Independencia, Fernando VII (1814–1833) inició su
reconstrucción y abrió una parte del jardín al pueblo, como ya hiciera Carlos III. El
monarca se reservó una zona, entre las calles de O'Donnell y Menéndez Pelayo,
donde construyó una serie de edificios de recreo siguiendo la moda paisajística de la
época, conservándose aún la Casa del Pescador (hoy oficina del Ayuntamiento para
las visitas al parque), la Casa del Contrabandista (hoy Casa de las Vacas) y la
Montaña Artificial (en los bajos hay una sala de exposiciones). Tras la Revolución de
1868, la Gloriosa, los jardines pasan a se propiedad municipal y sus puertas se
abrieron a todos los ciudadanos. Durante la Guerra Civil Española, donde
igualmente el Retiro sufrió una gran destrucción, ya que fue un centro neurálgico de
guerra para la defensa de Madrid, ya que instalaron un gran cañón dentro del
Estanque que había sido desecado. A este cañón, por lo grande y el tipo de ruido
que hacia al disparar le llamaban los madrileños el “abuelo”.
Hoy día se encuentran fuera del Parque del Retiro, el Casón del Buen Retiro, o
Salón de Baile y el Museo del Ejército o Salón de Reinos.
Monumento:
La Fuente del Ángel Caído o
Monumento del Ángel Caído se
encuentra en los Jardines del Buen
Retiro de Madrid, sobre el solar que
ocupaba la Fábrica de Porcelanas
de la China, que los madrileños
llamaban popularmente 'La China',
y destruida durante la Guerra de la
Independencia, en 1813.
Hoy se han recuperado algunas
ruinas, como la noria de la fábrica.
La estatua del Ángel Caído es obra
de Ricardo Bellver (escultura) y
Francisco Jareño (pedestal), la
dirección técnica del monumento
fue de Orete, arquitecto municipal.
La escultura representa a Luzbel
expulsado del Paraíso y
fue
inaugurado el 23 de octubre 1885,
durante la Regencia de María
Cristina de Habsburgo1 .
1
BORDIU, José. Apuntes para la Historia del Buen Retiro. Ed. Vicente Rico, S. A. Madrid,
no figura el año de edición, pág 115.
2
Realizada en Roma por Ricardo Bellver (1845–1924, que en 1874 ganó, mediante
oposición, una plaza de pensionado para completar su formación en la Academia
Española de Bellas Artes de Roma).
En 1877, su tercer año como pensionado en la capital italiana, realizó en yeso su
obra más célebre: El Ángel Caído, inspirada en unos versos de Milton, El
paraíso perdido, canto I, :
“Por su orgullo cae arrojado del cielo con toda su hueste de ángeles rebeldes
para no volver a él jamás. Agita en derredor sus miradas, y blasfemo las fija en
el empíreo, reflejándose en ellas el dolor más hondo, la consternación más
grande, la soberbia más funesta y el odio más obstinado”.
Un año después, 1878, la presentó a la Exposición Nacional de Bellas Artes
(celebrada en Madrid), donde obtuvo con
ella la Primera Medalla. En el Catálogo de
la Exposición se dice: “por su orgullo cae
arrojado del Cielo con toda su hueste de
ángeles rebeldes para no volver a él
jamás, reflejando en su mirada la
soberbia y el orgullo”.
En verdad, es un ángel con un cuerpo
hermoso, sobre un tronco seco y rodeado
de serpientes, con las alas abiertas y
reflejando en su rostro dolor, el momento
de la expulsión.
Desde los años 90, en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando hay una
copia de El Ángel Caído en resina de poliéster sobre un molde de silicona (fotos
adjuntas de detalles de El Ángel Caído en la Real. Academia de .Bellas .Artes de
San Fernando de Madrid).
El Estado adquiere la escultura por 4.500 pesetas, y resuelve enviarla a la
Exposición Universal en París de 1878, ya se trataba de una escultura de indudable
originalidad. Al sólo admitirse en ella esculturas de bronce o mármol, se hizo una
fundición en bronce, en París con un coste de 10.000 pesetas, por la casa
Thiebaut-Fils, aunque Bellver prefería hacerla en Roma.
Después de esta Exposición, permanece en la colección del Museo Nacional de la
Trinidad (formado con obras de la Desamortización de 1834 y que luego se integró
en el Museo del Prado) hasta que en 1879 su director, Benito Soriano Murillo,
sugirió exponerla al aire libre:
3
(...) la estatua del Ángel Caído, por
lo atrevido de su composición, por
su original actitud y también por la
materia en que ha sido fundida, tal
vez no produzca todo el efecto
apetecido, encerrada cual está en
los estrechos límites de una sala,
mientras que colocada en un sitio
público, al aire libre con más
espacio
y
horizonte,
luciría
ventajosamente el mérito de tan
bella creación, sirviendo al mismo
tiempo de ornato e iniciando de
este modo al público en la
contemplación de los buenos
modelos del arte plástico que tan
poderosamente contribuye a su
cultura. (...)
La petición fue aceptada y la
escultura se cedió al Ayuntamiento
de Madrid para su instalación en un
lugar público de la capital. El sitio
elegido fue un espacio libre en los
Jardines del Buen Retiro, ocupado
anteriormente por la antigua Fábrica
de Porcelanas de la China. Desde
1885 decora, en lo alto de una
fuente, la actual plaza homónima del
Parque del Buen Retiro.
La crítica de su tiempo acogió muy favorablemente las obras de Bellver, que fue
nombrado académico y acabó como director de la Escuela de Artes y Oficios de
Madrid.
El Ángel Caído, con las alas desplegadas y contorsionado, se apoya sobre unas
rocas (que sirven de base), mientras una gran serpiente se enrosca alrededor de su
cuerpo. La idea de ser representado Lucifer como adolescente está en relación
con el Lucifero del italiano Constantino Corti (fig. izqda.), de la Exposición
Universal de París de 1867, más que la escultura de Martínez Montañés, del
retablo de San Miguel de Jerez de la Frontera (fig. dcha.).
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La obra de Bellver tiene también otras influencias. Por un lado, la helenística,
sobre todo de Laocoonte y sus hijos, el grupo escultórico griego realizado por
Agesandro Polidoro y Atenodoro de Rodas que representa la muerte del sacerdote
troyano Laocoonte, el cual fue castigado por los dioses a morir junto a sus hijos
estrangulado por serpientes marinas.
Por otro lado, la barroca, en especial de Bernini, por su composición de líneas
diagonales y su expresividad. Y por último, la romántica, por su sentimiento e
intensidad dramática, representada en Luzbel caído sobre las rocas, con una gran
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tensión reflejada en su rostro reforzada por el movimiento de cada uno de sus
músculos sometidos a la presión que ejerce
una serpiente en su cuerpo.
ÍVisión desde la espalda. De la estatua del
Ángel Caído.
Pero ¿Quién es Lucifer?: En la Biblia2, las
Sagradas Escrituras, no se narra literalmente
la historia del Ángel Caído como llega a
nuestros días. Tenemos referencias de la
bestia en el Apocalipsis y las siguientes
referencias del Ángel:
-
Ezequiel 28:13-17: “En el Edén
estabas, en el jardín de Dios. Toda
suerte
de piedras
preciosas
formaban tu manto: rubí, topacio,
diamantes, crisólito, piedra de ónice, jaspe, zafiro, malaquita, esmeralda;
en oro estaban labrados los aretes y pinjantes que llevabas, aderezados
desde el día de tu creación. Querubín protector de alas desplegadas te
habría hecho Yo, estabas en el Monte Santo de Dios, caminabas entre
piedras de fuego. Fuiste perfecto en tu conducta desde el día de la
creación, hasta el día que en que se halló en ti iniquidad. Por la amplitud
de tu comercio se ha llenado tu interior de violencia y has pecado. Y Yo te
he degradado del Monte de Dios y te he eliminado”.
-
2
Isaías 14:12-15: “¡Cómo caíste del cielo, oh Lucero, hijo de la mañana!
Cortado fuiste por tierra, tú que debilitabas a las naciones.
Tú que decías en tu corazón: Subiré al cielo; en lo alto, junto á las estrellas
de Dios levantaré mi trono, y en el monte del testimonio me sentaré, a los
lados
del
norte;
Sobre las alturas de las nubes subiré, y seré semejante al Altísimo.
Mas tú derribado eres en el Seol, a los lados del abismo”.
Biblia de Jerusalén. Editorial Española Desclée de Brouwer, S.A., Bilbao 1975.
6
-
No obstante, una deducción teológica de la Iglesia, así como la tradición
desde los primeros Santos
Padres, la rebelión de Luzbel o
Lucifer contra Dios, ha quedado
definida en una doctrina para
llegar a ser comprendida por el
pueblo:
“Dios creó también
a los
ángeles. Eran espíritus puros y
muy inteligentes que estaban al
servicio de Dios. Formaban tres
ejércitos
celestiales
jerarquizados subdivididos en
tres coros:
La
primera
jerarquía: Serafines, querubines
y
tronos;
la
segunda,
dominaciones,
virtudes
y
potestades; y
la tercera,
principados,
arcángeles
y
ángeles. A cada categoría le
estaba
encomendada
una
misión.
Llegado el momento, Dios llamó a su presencia a Luzbel, el más bello e
inteligente de los ángeles. Entonces, Dios le dijo: En la consumación de
los tiempos, Nos, la Santísima Trinidad (Padre, Hijo y Espíritu Divino),
hemos decidido que el Hijo se encarne en una mujer cuando el
espíritu la cubra con su sombra y sin dejar de ser Dios, será
verdadero hombre: El Hombre Dios. Y como tal, tú y toda la Corte
Celestial deberá servirle y adorarle. Entonces, Luzbel, el más bello de
todos los espíritus angélicos creados por Dios, se reveló contra Dios
y en un acto de soberbia exclamó: ¡Non serviam!, decir, no le serviré.
Junto a Luzbel parte de las divisiones celestiales tomaron como líder al
ángel
rebelde.
La contestación fue contundente: Como Justicia Suprema, respondió Dios:
Considero a Luzbel y a sus seguidores como enemigos de Dios y arderán
eternamente en las llamas del infierno. Desde entonces inducen a los
hombres
a
la
rebeldía
y
la
desobediencia.
A Eva, la primera mujer tentada por el ángel rebelde o Ángel Caído, en el
Paraíso Terrenal, se le presentó bajo la figura de una serpiente”.
A Luzbel se le conocería en adelante bajo varias denominaciones: Lucifer,
Demonio, Diablo, Maligno, Satanás entre otros apelativos despectivos.
.Quizás llame la atención la expresión de belleza que presentaba, en
comparación con las imágenes del diablo más al uso: orejas, cuernos,
rabo, uñas de rapiña y sobre todo alas en forma de vampiro o murciélago.
Más
que
un
ángel,
era
una
bestia
alada.
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El monumento al Ángel Caído fue erigido por una iniciativa del duque
de Fernán Núñez, que había financiado el acondicionamiento de parte
del parque, el duque donó la cantidad de 11.000 duros para llevar a cabo
el proyecto del monumento, tras cierta polémica fundamentalmente con
los sectores religiosos. De nada sirvieron las maniobras de los sectores
más reacios a su realización. En mayo de 1880, se le encarga al
arquitecto responsable del Ministerio de Fomento, Francisco Jareño,
diseñar un pedestal para El Ángel Caído. Se construye en un pedestal
con forma de pirámide truncada y planta octogonal, de granito, bronce y
piedra, con una estructura de fuente rodeada de ocho surtidores que
salen de unas cabezas un tanto demoníacas (estas representan a diablos
que agarran con sus manos a lagartos, sierpes y delfines, teniendo cada
una de ellas tres surtidores de agua y a su vez con un amplio pilón).
Sobre dicha base se sitúan otros dos cuerpos también troncopiramidales,
pero con menor inclinación. Y a continuación un tercer cuerpo, de mucha
menor altura y compuesto por tres escalones de planta circular, sobre el
que descansa la escultura principal que remata el monumento.
El conjunto tiene unas dimensiones aproximadas de 10 metros de largo,
10 de ancho y 7 de alto. La escultura de Bellver mide 2,65 metros de
alto.
Carátulas del pedestal.
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La fuente está rodeada por un parterre circular de boj.
Se inauguró el monumento en 1885, .haciendo oídos sordos a las protestas de la
sociedad madrileña de la época, que estaba escandalizada ante la idea de levantar
un monumento a Satanás.
¿Por qué se oye hablar tanto del monumento al Ángel Caído, del Retiro?. Se
dice es la única dedicada al diablo en Europa, por lo visto hay otras dos: en Ecuador
y Cuba, hay bastantes interpretaciones sobre esto, puesto que hay más esculturas
sobre el demonio, pero quizás sea la única que interpreta que efectivamente antes
de ser demonio fue ángel.
Pasados los momentos de la construcción, la iglesia no ha llegado a protestar por
esta estatua ya que no la ven como un homenaje al diablo, sino simplemente a la
representación de un pasaje de la Biblia, en el que habla de que Lucifer que era el
ángel más bello conocido, desobedeció a Dios y por eso fue expulsado del Cielo.
Curiosamente la Glorieta del Ángel Caído se encuentra a una altitud topográfica
oficial de 666 metros sobre el nivel del mar en Alicante. En el libro del Apocalipsis,
666 es el número que corresponde a un ser humano relacionado con la Bestia y que
hace su aparición en el último tercio de la visión apocalíptica, aunque hay una gran
controversia respecto a si podría ser realmente el 616, en lugar del 666, la polémica
está servida. Sin embargo, en la época en que se levantó el monumento no había
instrumentos que tuvieran la suficiente precisión para calcular dicha altura con tal
exactitud, por lo que ¿es sólo una casualidad la que ha ayudado a esta " falsa"
creencia popular de que el monumento es una especie de homenaje al diablo o al
mal?. Esto, unido a la existencia de una falsa creencia popular moderna según la
cual el monumento es una suerte de «homenaje» a Lucifer, al mal, o a lo herético,
ha despertado la imaginación de muchos aficionados al esoterismo. Sin embargo,
este hecho no es en absoluto raro en Madrid, pues precisamente la altura media del
Parque del Retiro de Madrid es de 667 metros sobre el nivel del mar.
También hay una romántica
leyenda…”Cuentan los viejos
libros de la Cuesta de
Moyano, que cuando hay luna
llena, ilumina la figura del
Ángel Caído, en recuerdo de
su primitivo nombre, Luz
Bella".
9
• Catálogo de la Exposición Nacional de Bellas Artes, Madrid, 1878, págs.
86-87. Citado por E. Martínez de Velasco y C. Reyero (ver bibliografía).
• Archivo General de la Administración, Caja 6821. Citado por C. Reyero
(ver bibliografía), pág. 50.
• Martín Carbajo, Agustín, y García Gutiérrez, Pedro Francisco: Fuentes de
Madrid, Ed. El Avapiés, Madrid, 1994,
• Martínez de Velasco, Eusebio: Nuestros grabados, en La Ilustración
Española y Americana, Madrid, Año XXII, Nº XII, 30 de marzo de 1878 [1],
pág. 203.
• Reyero, Carlos (2002). Escultura, museo y estado en la España del siglo XIX:
historia, significado y catálogo de la colección nacional de escultura moderna,
1856-1906. Alicante: Fundación Eduardo Capa..
• Salvador Prieto, María del Socorro (1990). Escultura monumental en
Madrid: calles, plazas y jardines públicos (1875–1936). Madrid: Editorial
Alpuerto.
• El Ángel Caído (por Carlos Reyero), en la Enciclopedia On-Line del Museo
Nacional del Prado.
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