TRABAJOS ORIGINALES

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Rev Cubana Med Gen Integr 2000;16(6):525-30
TRABAJOS ORIGINALES
USO DE MEDICAMENTOS DURANTE EL EMBARAZO
EN DIFERENTES ÁREAS DE SALUD
Germán Vergel Rivera,1 Alicia Zapata Martínez, 2 Rodolfo García Roldán, 3 Mercedes
Turro Fuentes,3 Juan C. García Morales3 y Teresita Verdecia López2
RESUMEN: Para describir los motivos de prescripción, los prescriptores y la exposición a
medicamentos durante el embarazo se realizó un estudio observacional, prospectivo en 8 áreas de
salud (5 de Ciudad de La Habana y 3 de Santiago de Cuba). Se incluyeron las gestantes captadas
(347), del 1ro. de octubre al 31 de diciembre de 1995. El Médico de Familia recogió la información.
Los motivos de prescripción más frecuentes fueron: suplementación vitamineral, anemia, profilaxis
del tétanos y preeclampsia, cefalea, náuseas y/o vómitos, sepsis urinaria y vaginal con variaciones
en frecuencia, según trimestre del embarazo. La exposición a 2 o menos medicamentos y a 4 principios
activos fue lo más frecuente. El médico de atención primaria fue el principal prescriptor. Llama la
atención, la posible exposición a elevadas concentraciones de vitamina A, en todas las áreas y el uso
frecuente de ácido acetilsalicílico para la profilaxis de la preeclampsia en las áreas de Santiago de
Cuba. Cualquier intervención, para mejorar la prescripción en la embarazada, debe ser dirigida al
médico de atención primaria.
Descriptores DeCS: EMBARAZO/efectos de drogas; ATENCION PRIMARIA DE SALUD; MEDICINA FAMILIAR; PRESCRIPCION DE MEDICAMENTOS, ATENCION INTEGRAL DE SALUD; FACTORES DE RIESGO.
La contribución de los fármacos al bienestar y salud de las gestantes, y por tanto
al bienestar y salud fetal es importante.1 El
uso de medicamentos ha contribuido al descenso de la morbimortalidad materna y
perinatal en los últimos 100 años;2 sin embargo, no puede negarse el riesgo que pueden representar.2-4
1
2
3
En nuestro país, en el Manual de Procedimientos de Diagnóstico y Tratamiento
en Obstetricia y Perinatología5 aparecen
orientaciones específicas para la atención
a la embarazada y el tratamiento de enfermedades relacionadas con el embarazo; no
obstante, es conocido que diferentes factores pueden influir en el uso de medicamentos
Especialista de II Grado en Farmacología. Profesor Titular.
Especialista de II Grado en Farmacología. Profesor Auxiliar.
Especialista de I Grado en Medicina General Integral.
525
en la práctica médica habitual6 y por lo tanto no cumplirse lo establecido.
En el presente trabajo nos propusimos
describir los principales motivos de prescripción de medicamentos en las embarazadas de 8 áreas de salud, qué se prescribió,
cómo fue la exposición a medicamentos
durante el embarazo y quiénes fueron los
prescriptores.
7,60 %
1er trimestre
14,50 %
48,80 %
17 %
5,60 %
6,50 %
Vómitos
Cefalea
Sepsis vaginal
Anemia
Otros
Profilaxis de la preeclampsia
Métodos
Se realizó un estudio de utilización de
medicamentos (EUM), prospectivo, de tipo
indicación-prescripción.7 Se incluyeron las
embarazadas captadas en los consultorios de
Médico de Familia de 8 áreas de salud (5 de
Ciudad de La Habana y 3 de Santiago de
Cuba) a partir del 1ro. de octubre al 31 de
diciembre de 1995. Además, se utilizó un
cuaderno confeccionado específicamente
para la recogida de datos e igual para todas
las áreas.
Las variables a analizar fueron: motivo
de prescripción, medicamentos prescritos
(especificando el momento de la prescripción con relación a la edad gestacional 1er., 2do. y 3er. trimestre-), principios activos y prescriptor.
La información la obtuvo el médico de
atención primaria en cada visita de la embarazada, hasta una semana después del parto.
Para cada motivo de prescripción se
recogió el nombre del medicamento prescrito (preferentemente el nombre genérico)
y la duración del tratamiento. En caso de
visita a otro médico o autoadministración
de medicamentos, la información se recogió en igual forma.
Se identificó el prescriptor, médico de
atención primaria (MGI), obstetra, u otros
especialistas, así como la autoadministración.
3,50%
2do Trimestre
12,70 %
19,80%
37,80 %
21,80%
Profilaxis de la
preeclampsia
Anemia
4,40%
Profilaxis de tétanos
Sepsis urinaria
Asma
Otros
13,60 %
3er semestre
3,90 %
35,90 %
6,70 %
3,50 %
36,40 %
Profilaxis de la
preeclampsia
Anemia
Infección respiratoria aguda
Otros
Sepsis urinaria
Sepsis vaginal
FIG. 1. Principales motivos de prescripción
de medicamentos durante el embarazo.
526
Resultados
De los medicamentos más prescritos,
326 (43,3 %) en el primer trimestre, 331 (40,4 %)
en el segundo y 308 (43,9 %) en el tercero,
fueron formulaciones a dosis fijas de varios principios activos.
El medicamento más prescrito fue el
"Prenatal", específicamente el prenatalfer (fumarato ferroso, ácido fólico) y prenatal-vit (ácido ascórbico, vitamina A),
con 288 (39,1 %) prescripciones en el
primer trimestre, 299 (35,5 %) en el segundo y 271 (38,6 %) en el tercer trimestre;
seguido por el neovit o polivit, complejos polivitamíni-cos que también contienen vitamina A.
En la tabla encontramos los principios
activos más prescritos, y el número y porcentaje de mujeres expuesto a cada uno de
ellos por trimestre. La exposición a principios activos fue similar entre las diferentes
áreas, excepto al ácido acetilsalicílico. El
75, 97 y 85 % de las exposiciones a este
medicamento por trimestre resultó de la
profilaxis de la preeclampsia, realizada en
las áreas de salud de la provincia Santiago de Cuba. La participación de los diferentes prescriptores y la presencia de
automedicación por trimestre se muestra
en la figura 3.
De 347 gestantes captadas, concluyeron el estudio 297, las bajas ocurrieron en
diferentes períodos del embarazo por abortos espontáneos, embarazos interrumpidos
y cambios de domicilio.
La suplementación vitamineral fue el
motivo de prescripción más frecuente durante todo el embarazo, 309 (41,9 %) en el
primer trimestre, 281 (34,3 %) en el segundo
y 249 (35,5 %) en el tercer trimestre. En la
figura 1 se muestran por trimestres, otros
motivos de prescripción frecuentes. Excepto la profilaxis de la preeclampsia, que sólo
se realizó en las áreas de salud de la provincia Santiago de Cuba, no existieron diferencias importantes en los motivos de prescripción entre las áreas. Sólo una embarazada no estuvo expuesta a medicamentos
durante el embarazo.
En la figura 2 puede verse el número de
medicamentos a los que estuvieron expuestas las embarazadas. La media de medicamentos por embarazadas fue de 2,1; 2,6 y
2,4 en el 1er., 2do. y 3er. trimestre respectivamente.
140
125
120
embarazadas
100
120
97
96
85
80
66
60
58
No
54 55
65
58
40
17
20
3
0
FIG. 2. Número de medicamentos
utilizados
en cada trimestre.
0
1
2
3
más de 3 medicamentos
527
1
56
FIG. 3. Prescriptores en el embarazo.
TABLA. Principios activos más utilizados y
momento de prescripción en el embarazo
Principio activo
Número de embarazadas
expuestas (%)
1er. trim 2do. trim* 3er. trim
n = 326 n = 312
n = 297
Ácido fólico 287
Sales de hierro 282
Ácido ascórbico 280
Vitamina A
277
Dimenhidrinato 48
Ácido
acetilsalicílico 44
Dipirona
34
Trimetoprim
14
Sulfametoxazol 14
Salbutamol
8
Metronidazol
3
Total
(media)
1742
(88)
87)
(86)
(85)
(15)
254
249
247
247
13
(81)
(80)
(79)
(79)
(5)
236
231
229
228
-
(79)
(77)
(77)
(77)
(14)
(6)
(4)
(4)
(2)
(1)
67
21
11
11
11
4
(22)
(7)
(4)
(4)
(4)
(1)
65
13
15
15
7
10
(22)
(4)
(5)
(5)
(2)
(3)
(5,3) 1821 (5,8) 1636 (5,6)
*
111 embarazadas estuvieron expuestas al toxoide
tetánico.
Discusión
Muchas son las situaciones que pueden requerir el uso de medicamentos durante el embarazo.5 Es por todos conocido
que su uso puede provocar efectos adver-
sos.6 Las malformaciones congénitas son
las más temidas,3 pero también puede producirse la muerte ovular temprana, trastornos de la maduración, retraso del crecimiento fetal y alteraciones neurológicas que
ocasionan problemas conductuales posteriores al nacimiento.2 Aunque la exposición
al fármaco, muchas veces no se considera
condición suficiente para el desarrollo de
algunas patologías,2 se impone el uso racional de medicamentos durante el embarazo, con una valoración correcta de la necesidad de su uso y la prescripción del más
conveniente y seguro.6
Los motivos de prescripción encontrados (fig. 1) son semejantes a los encontrados en estudios similares, realizados en España.8,9 Aunque la profilaxis del tétanos en
nuestro estudio mostró un valor elevado
(19,8 %) en comparación con los reportados por ellos (0,4 %), esto se explica por el
programa de vacunación vigente en nuestro país en el momento de la realización de
este trabajo.
La profilaxis de la preeclampsia con
ácido acetilsalicílico localizada en la provincia de Santiago de Cuba, llama la atención,
pues, se hace de forma rutinaria, lo que no
se encuentra entre lo orientado en nuestro
país en la atención a la embarazada,5 o es
más frecuente este factor de riesgo10 en las
mujeres de estas provincias. Los resultados de los últimos ensayos clínicos revisados, no sugieren el uso rutinario de ácido
acetilsalicílico en esta indicación.11,12
La mayoría de las gestantes estuvieron expuestas a 2 o menos medicamentos
durante el embarazo (fig. 2). La media de
medicamentos por embarazada en el primer
trimestre (2,1) fue superior a la reportada en
otros estudios (0,95), e inferior en el segundo (2,6) y en el tercer trimestre (2,4), si se
compara con la reportada en ellos (2,7) durante todo el embarazo.8,9
528
La mayor exposición a medicamentos
en el primer trimestre en nuestra población,
la explicamos por la captación precoz y
dispensarización temprana de las embarazadas en nuestro medio y al programa de
prevención de la anemia durante el embarazo, iniciado en 1993,13 con la prescripción
de las tabletas "Prenatal". Además creemos
que las diferencias metodológicas existentes entre nuestros estudios (EUM
prospectivo y EUM retrospectivo),8,9 pueden contribuir a estas diferencias.
Como es de esperar los principios activos más utilizados (tabla) son los presentes en el suplemento vitamínico "Prenatal".
La media de principios activos, en el primer
trimestre, por embarazada, fue superior a la
encontrada por los españoles en su población, e inferior en el segundo y en el tercer
trimestre.8,9
No consideramos que la exposición a
medicamentos y principios activos en nuestra población sea excesiva, ya que depende
casi sólo del suplemento vitamineral (Prenatal), como parte del programa de prevención de la anemia.13 Es cierto que existen
controversias en la utilidad de suplementación vitamineral (sales de hierro y ácido
fólico) de forma sistemática en la prevención de la anemia,8 pero en nuestro país se
establece ya que el aporte de hierro de la
dieta es insuficiente en cantidad y calidad;14,15 además existe una alta incidencia
de anemia en la edad reproductiva y durante el embarazo.14
Queremos llamar la atención que por la
aplicación del programa de suplementación
de vitaminerales existe una posible exposición a altas concentraciones de vitamina
A, presente en las tabletas Prenatal-Vit y
otros preparados vitamínicos. La exposición a elevadas concentraciones de vitamina A se puede acompañar de efectos
adversos en la población general,16 además su seguridad ha sido puesta en duda
durante el embarazo por el poder teratogénico de sus derivados isotretinoina y
etretinato. 2,4
El diseño de nuestro trabajo no permite establecer intensidad de exposición a los
medicamentos, pero la posibilidad de exposición a elevados niveles de vitamina A
pudo haber ocurrido. Ello se debe al uso
coincidente, encontrado por nosotros, del
complejo vitamínico polivit o del neovit, que
contienen también vitamina A, con las tabletas "Prenatal".
Por ser el médico de atención primaria
el principal prescriptor de medicamentos
(fig. 3), es indudable que cualquier medida
para mejorar el uso de medicamentos en las
embarazadas es a él a quien debe estar dirigida. La automedicación (fig. 3), que puede
influir en el uso no racional de medicamentos, excepto en el primer trimestre (8,4 %),
se comportó de forma similar a la encontrada en otros estudios.9 Su disminución, a
medida que avanzó el embarazo, creemos
se vio influida por la labor educativa del
médico de atención primaria.
Conclusiones
Los principales problemas encontrados
son la posibilidad de exposición a elevadas
concentraciones de vitamina A y el uso frecuente del ácido acetilsalicílico en la profilaxis de la preeclampsia en las áreas de Santiago de Cuba. Cualquier intervención para
mejorar la prescripción en las embarazadas
debe dirigirse al médico de atención primaria.
AGRADECIMIENTOS
Queremos agradecer la asesoría brindada
por el Instituto Catalán de Farmacología y la
colaboración de la Sociedad Cubana de Medicina Familiar en la realización de este trabajo.
529
SUMMARY: An observational and descriptive study was conducted in 8 health areas (5 from
Havana City and 3 from Santiago de Cuba) in order to describe the reasons for prescribing drugs, the
prescribers and the exposure to drugs during pregnancy. 347 pregnant women who were recruited from
October lst, to December 31st, 1995, were included. The family physician was in charge of collecting the
information. The commonest reasons for prescribing were: vitamin supplementation, anemia, tetanus
and preeclampsia prophylaxis, headache, nauseas and/or vomits, and urinary and vaginal sepsis with
varying frequency, according to the trimester of pregnancy. The exposure to 2 or less drugs and to
4 active principles was the most frequent. The possible exposure to elevated concentrations of vitamin
A in all the areas and the usual administration of acetylsalicylic acid for the prophylaxis of eclampsia in
the areas of Santiago de Cuba is stressed. Any intervention to improve the prescription to pregnant
women should take into account the primary health care physician.
Subject headings: PREGNANCY/drug effects; PRIMARY HEALTH CARE/methods; FAMILY PRACTICE;
PRESCRIPTION, DRUGS; COMPREHENSIVE HEALTH CARE; RISK FACTORS.
Referencias
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9.
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medicamentos durante el embarazo en España (III). Los fármacos utilizados durante el
primer trimestre de la gestación. Med Clin
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SC. MARTINDALE. The Extra Pharmacopoeia 31 ed. London: Pharmaceutical
Society 1996:1379-81.
Recibido: 4 de agosto de 1999. Aprobado: 6 de
noviembre del 2000.
Dr. Germán Vergel Rivera. Cervantes # 83 e/
Goicuría y Destrampes, municipio 10 de Octubre,
Ciudad de La Habana, Cuba.
530
Rev Cubana Med Gen Integr 2000;16(6):531-39
EPIDEMIOLOGÍA DE LOS TRASTORNOS
OSTEOMIOARTICULARES EN EL AMBIENTE LABORAL
Caristina Robaina Aguirre,1 Ibia Maria León Palenzuela,2 y Déborah Sevilla Martínez3
RESUMEN: Se realiza un estudio de tipo epidemiológico en la fábrica de cemento "René
Arcay"del Mariel, para conocer el comportamiento de la incapacidad laboral por patologías del
sistema osteomioarticular (SOMA) en el año 1997. En este año la fábrica contó con 743 trabajadores,
596 del sexo masculino y 147 del femenino. Del total de trabajadores tuvieron alguna patología del
SOMA 81, que representó una tasa de 10,9 x 100 trabajadores, correspondiendo la tasa mayor al
sexo femenino. De todos los trastornos del SOMA, la sacrolumbalgia ocupó el primer lugar. Se
analizaron diferentes variables de persona y lugar, y resultó ser la más significativa el antecedente
de padecer de episodios del SOMA con anterioridad al diagnóstico.
Descriptores DeCS: ENFERMEDADES MUSCULO ESQUELETICAS/epidemiología; DOLOR DE LA REGION
LUMBAR/epidemiología; SALUD OCUPACIONAL; ENFERMEDADES OCUPACIONALES; FACTORES DE
RIESGO; MEDICINA FAMILIAR; ATENCION PRIMARIA DE SALUD.
La salud como derecho de todo el pueblo ha sido una de las principales conquistas desde la década de los 60 y en los momentos actuales se realizan innumerables
esfuerzos para mantener estos logros.
Cuba es un país en vías de desarrollo,
no obstante esta realidad, cuenta con una
amplia cobertura de salud que le ha permitido obtener en 1998 una tasa de mortalidad
infantil de 7,1 × 1 000 nacidos vivos, comparable con países industrializados, además
con la graduación de médicos de 1998 contamos con un total de 64 500 galenos, lo
1
2
3
que representa un médico por cada 170 habitantes.
Otro logro lo constituye sin dudas la
erradicación de la mayoría de enfermedades infectocontagiosas en nuestro país, lo
que lleva a un aumento en la esperanza de
vida al nacer y además a un mejoramiento
de la calidad de vida de la población cubana. Ocupan entonces los primeros lugares
en la morbimortalidad las enfermedades no
trasmisibles, por lo que son motivo de un
análisis epidemiológico para su prevención
y control.
Especialista de II Grado en Epidemiología. Investigador Agregado. Profesor Instructor del Instituto
Nacional de Salud de los Trabajadores.
Especialista en Medicina General Integral. Fábrica de Cemento "René Arcay" .
Especialista de Pediatría. Profesor Instructor del Grupo Básico de Trabajo del Policlínico "19 de Abril" .
531
La salud ocupacional descansa para su
investigación en las herramientas que le
brinda la epidemiología. Hasta hace poco el
concepto de la enfermedad profesional denotaba un síndrome patológico clínico causado por un riesgo específico a un tipo particular de trabajo en el ambiente laboral. Los
estudios epidemiológicos han enriquecido
el concepto, y la prevalencia y la incidencia
de algunas enfermedades generales pueden
también estar influidas por la ocupación.
Estas enfermedades se caracterizan por tener una etiología multifactorial y sus manifestaciones pueden ser indistinguibles de
las enfermedades generales.1 Hay autores
que afirman que la patología profesional a
lo largo de este siglo se ha vuelto más universal, extendiéndose a colectivos que antes estaban aparentemente a salvo de ellas,
y al mismo tiempo, sus manifestaciones han
devenido más sutiles, lo cual dificulta la
identificación del origen laboral de sus
causas;2 de ahí la importancia de utilizar
las herramientas que nos brinda el método
epidemiológico para prevenir y controlar
los problemas de salud en la población trabajadora.
Los trastornos musculoesqueléticos o
del sistema osteomioarticular (SOMA) relacionados con el trabajo resultan un problema significativo a nivel mundial. La solución de estos problemas ha estado últimamente concentrada en los aspectos médicos y de rehabilitación y los costos de la
compensación al trabajador. Es tiempo de
formular estrategias con el objetivo de prevenir estos trastornos y localizar las causas en el ambiente de trabajo que puedan
estar actuando como factores de riesgo. En
el libro Work Related Musculosckeletal
Disorders se plantea que los trastornos del
SOMA relacionados con el trabajo son por
definición un fenómeno relacionado con la
ocupación, y que a esta definición se ha
llegado a partir de muchos estudios de asociación causal; no obstante existen algunas lagunas en los resultados de estudios
sobre el dolor lumbar que aún necesitan de
más estudios de asociación.3
Estos trastornos del SOMA no son
específicos de los países en vías de desarrollo, a pesar de las nuevas tecnologías y
la organización del trabajo. Estos constituyen un problema de salud ocupacional en
los países industrializados, existiendo numerosos estudios de tipo longitudinal que
han encontrado asociación entre diferentes ocupaciones y dolencias según regiones del cuerpo y sexo.4-6 Sin embargo, la
realidad para los países en desarrollo es mucho más severa si consideramos que la distribución de los empleos es diferente según el tipo de país. Ej: en Iglaterra solo el
2,5 % de la fuerza laboral está empleada en
la agricultura, mientras que en África, Asia y
América Latina este es el principal renglón.
La estructura de la economía define mucho
la carga de trabajo y los riesgos en el ambiente laboral.7 Alrededor de un 40-80 % de
trabajadores en países en desarrollo y un
10-20 % en los países industrializados están expuestos a trabajo forzado especialmente en la agricultura, en la industria y
algunos servicios; no solo por la carga de
trabajo, sino también por las simultáneas
exposiciones al calor, los riesgos de accidente, la presencia del polvo y los factores
químicos en las áreas laborales, etc. Además el efecto de la carga del trabajo forzado
se agrava con la malnutrición y enfermedades crónicas y parasitarias.8
En países como África, sobre todo en
períodos de grandes cosechas, aumentan
estos trastornos sobre todo en las mujeres
por la sobrecarga a la que están sometidas.
Un ejemplo claro lo muestra Sekimpi en un
capítulo del libro Ocupational Health in
Developing Countries donde además expresa que en ocasiones los diseños de herramientas y maquinarias no están acordes
con la talla ni las características del país
que las importa, unido todo esto a los problemas de la influencia cultural.9
Los trastornos musculoesqueléticos
tales como el dolor lumbar y otros dolores
532
musculares debido a posiciones incómodas
al sentarse y posturas de trabajo erradas
son comunes en la industria, sobre todo en
el personal que requiere estar sentado o de
pie mucho tiempo sin poder cambiar de posición. Es frecuente encontrar que en los
diseños de sillas, mesas, herramientas de
trabajo y maquinarias para el ambiente laboral, no se toma en consideración la relación que estos deben tener con el cuerpo
del trabajador para que no tome posturas
inadecuadas que puedan provocarle fatiga
y trastornos del SOMA.10
El dolor de espalda es un síntoma, no
una enfermedad, tiene una etiología multifactorial y ocurre frecuentemente en toda
la población, en todas las edades, en todos los estratos sociales y en todas las
ocupaciones;1 no obstante, los problemas
de espalda son más comunes en los trabajos pesados que en los ligeros, igualmente
los accidentes y los microtraumas
repetitivos son causas importantes de trastornos lumbares. El hecho de agacharse,
sentarse, levantar pesos, sobre todo de
cargas inesperadas, son factores que contribuyen al dolor de espalda. Se señala también que la vibración de todo el cuerpo es
otra causa probable,1,4,11,12 ya que hay estudios realizados en empresas de transporte aquí en el país que reflejan el padecimiento de dolor lumbar entre los choferes
(Pozo I, Robaina C. Caracterización
epidemiológica de las principales alteraciones de salud de los trabajadores de la ETC
# 1. Instituto de Medicina del Trabajo. Ciudad de La Habana, 1996.).
Los factores de riesgo del ambiente laboral han sido descritos y estudiados por
diferentes autores,6,12-14 sobre todo los relacionados con levantamiento de cargas
pesadas, posturas inadecuadas, trabajo repetitivo y organización inadecuada del trabajo. Hay estudios muy serios donde se ha
encontrado relación de causa efecto entre
trastornos del SOMA, el estrés y factores
psicosociales.4,15,16
Como se ha planteado anteriormente
la magnitud de los problemas del SOMA
tienen un alcance mundial y afectan tanto a
países industrializados con moderna tecnología como a países en vías de desarrollo,
por lo que resulta una necesidad urgente
realizar estrategias para prevenir estos trastornos. Se han revisados varios artículos
donde se plasman algunas de estas interesantes estrategias,6,17,18 y todos son coincidentes en el trabajo que se debe realizar
para mejorar las condiciones ergonómicas
en las cuales laboran los obreros.
La magnitud incapacitante e invalidante en ocasiones de estos trastornos,
ocasiona una serie de problemas a la salud
de la población trabajadora con la consiguiente repercusión económico-social, tanto para el trabajador como para el país. Resulta objeto de análisis para los representantes de la salud ocupacional en Cuba el
estudio de estas patologías multicausales,
por lo que es una obligación de la epidemiología ocupacional, en estrecha relación
con los médicos de empresa, llevar a cabo
diferentes estudios en este sentido con el
propósito de caracterizar la morbilidad con
incapacidad que provocan estas afecciones para después proponer estrategias de
prevención que influyan en una posterior
reducción de la incidencia de estos trastornos. Es por ello que, conociendo que dentro de las principales causas de morbilidad
con incapacidad de la fábrica de cemento
"René Arcay" del Mariel se encuentran los
trastornos del SOMA, y existiendo en la
misma Médico de Familia, decidimos realizar este estudio de tipo descriptivo de corte epidemiológico para tratar de determinar
el comportamiento de la incapacidad laboral por estas razones.
Métodos
Se lleva a cabo un estudio epidemiológico con el propósito de caracterizar el
533
comportamiento de las patologías del
SOMA, específicamente la sacrolumbalgia,
que como se ha descrito anteriormente se
manifiesta con elevadas tasas de morbilidad
con incapacidad dentro de la población trabajadora. Para acometer nuestro propósito
decidimos seleccionar la fábrica de Cemento "René Arcay" del municipio Mariel, de la
provincia La Habana por conocer que dentro de los problemas de salud que aqueja a
su población trabajadora los trastornos del
SOMA y la sacrolumbalgia ocupaban los
primeros lugares. En esta fábrica laboran un
Médico de Familia a tiempo completo (8 h
diarias), y 3 enfermeras con turno rotativo
de 8 h cada una, por lo que el consultorio
brinda servicios médicos las 24 h del día
pues esta fábrica así lo requiere. Esta entidad en el año 1997 contó con un promedio
anual de trabajadores de 743, de ellos 596
pertenecientes al sexo masculino y 147 al
femenino.
Para dar respuesta a nuestros objetivos se realizó una revisión de todos los certificados médicos de la fábrica emitidos en
1997, seleccionándose aquellos con el diagnóstico de alguna patología del SOMA.
Posteriormente localizamos a estos trabajadores para realizarle un cuestionario en el
que entre otras interrogantes nos interesamos por los antecedentes de haber padecido alguna patología del SOMA, antes del
año del diagnóstico, y resultó que 62 de
estos pacientes tenían dicho antecedente
y solo 19 no lo presentaban, por lo que buscamos 43 trabajadores de la fábrica que no
tuvieran el antecedente ni que hubieran sido
diagnosticados por esta causa, constituyendo así un grupo de casos con antecedentes
patológicos del SOMA (APSOMA) = 62, y
otro grupo sin dichos antecedentes = 62.
De ahí que nuestro universo de estudio lo
constituyeron 124 trabajadores de la fábrica.
A todos ellos se les llenó el modelo de
cuestionario antes mencionado con la finalidad de conocer la posible relación existente entre algunas variables como la edad,
sexo, escolaridad, factores del ambiente laboral (ruido, vibraciones, esfuerzo físico,
posiciones inadecuadas durante la labor que
realizan), así como el antecedente de haber
padecido de trastornos del SOMA para tratar de establecer alguna asociación entre
estos factores y la presencia del diagnóstico.
Una vez terminada esta primera etapa
creamos una base de datos para lo cual se
utilizó el programa computadorizado para
el análisis epidemiológico Epi-Info 6. Los
resultados se dan en porcentajes y tasas,
utilizándose además donde fue posible medidas de asociación como el riesgo relativo
(RR) y la razón de dispariedades (OR). Los
resultados se muestran en tablas fundamentalmente.
Resultados
En el presente estudio tenemos 81 trabajadores que presentaron diagnóstico del
SOMA para una tasa de incidencia en el
año de 10,9 × 100 trabajadores. La tasa mayor le correspondió al sexo femenino con
12,9 × 100 trabajadores y el masculino quedó con 10,4 (tabla 1) resultado que pudiera
estar influido por la pequeña cantidad de
mujeres que hay en la fábrica, pues es evidente que los hombres resultan los más expuestos a posibles factores causales. No
TABLA 1. Incidencia de trastornos del SOMA
Sexo
No. de
casos
No. de trabajadores
Tasa × 100
trabajadores
Femenino
Masculino
19
62
147
596
12,9
10,4
Total
81
743
10,9
534
TABLA 1A. Distribución por sexo de pacientes con antecedente,
diagnóstico de SOMA y sacrolumbalgia
Diagnóstico
SOMA
Sacrolumbalgia
No. de
No. de
casos
%
casos
%
Antecedentes
No. de
casos
%
Masculino
Femenino
47
15
75,8
24,2
Total
62
Sexo
62
19
100
76,5
23,4
81
Grupo de edad
Enfermos No. enfermos Total
9
34
62
62
Total
81
43
124
38
100
TABLA 3. Distribución por edades de trabajadores con antecedentes del SOMA
TABLA 2. Relación entre la presencia de
diagnóstico y antecedentes del SOMA
53
28
81,5
18,4
Con respecto a la edad y a los antecedentes notamos que en edades de 40-49 y
50-59 años es donde más se acentúa el número de casos, hecho este que está acorde
con el tipo de patología en estudio y a su
característica (tabla 3); sin embargo vemos
que en la tabla 4 el número de casos diagnosticados comienza a aumentar a partir de
los 30 años, teniendo la sacrolumbalgia el
mayor porcentaje en la edad de 40-49 años
con 39,5 %, hecho que puede estar relacionado con la frecuencia de trabajadores en
este grupo de edad.
obstante en la tabla 1A se refleja cómo los
hombres tienen el mayor porcentaje en los
antecedente (75,8 %), en los diagnosticados (76,5 %) y en los que presentaron
sacrolumbalgia (81,5 %).
Acorde con nuestros intereses quisimos conocer qué importancia o repercusión
tenía el hecho de tener antecedentes, con
la aparición de episodios del SOMA por lo
que realizamos la tabla 2 donde podemos
observar que tienen una probabilidad 7 veces mayor aquellas personas con antecedentes de haber presentado un episodio,
que las que no lo tuvieron.
Antecedentes
No antecedentes
100
31
7
O.R: 53 × 34/28 × 9 = 7,15
No. de casos
20-29
30-39
40-49
50-59
60 y más
2
15
21
21
3
Total
62
TABLA 4. Distribución por edades del total de pacientes del SOMA
y los casos de sacrolumbalgia
Edades
(años)
No. de casos
20-29
30-39
40-49
50-59
60 y más
4
22
29
21
5
Total
81
Porcentaje
4,9
27,2
35,8
25,9
6,2
100
535
Casos de
sacrolumbalgia
2
12
15
9
0
38
Porcentaje
5,3
31,5
39,5
23,6
0,0
100
Porcentaje
3,2
24,2
33,8
33,8
4,8
100
La escolaridad fue otra variable que tuvimos en consideración, observando que el
grupo con mayor número de casos con antecedentes se encuentra entre los trabajadores
con un nivel secundario. Al comparar esta
variable con el diagnóstico vemos que el
mayor número de casos también corresponde con el nivel de secundaria, encontrándose el porcentaje mayor de trabajadores con
sacrolumbalgia en este grupo con un 39,4 %.
Al tratar de asociar algunas variables
del ambiente de trabajo que pudieran influir
en el diagnóstico del SOMA encontramos
una relación muy débil, y los resultados son
mostrados en la tabla 5 donde realmente no
podemos decir que los resultados obtenidos tienen alguna inferencia causal.
lumbalgias con un 46,9 % seguida no muy
de cerca de las osteoartrosis con un 17,2 %,
y las bursitis y sinovitis con 11,1 %. Con
respecto a los índices de días perdidos también la sacrolumbalgia fue superior con 15,9,
pero esta vez seguida bastante de cerca por
las poliartralgias con un 13,7 %.
Las ocupaciones que se vieron más
representadas fueron las de estibadores,
operadores de equipos, albañiles, choferes,
auxiliares de limpieza y mecánicos. Asimismo, las áreas de trabajo donde se presentaron más casos fueron la de producción con
17, seguido por el taller industrial con 15 y
en tercer lugar, mantenimiento. En estas
áreas también se presentan el mayor número de casos de sacrolumbalgia.
TABLA 5. Relación entre diagnóstico del
SOMA y la presencia de algunos factores de
riesgo presentes en el ambiente laboral
DiagNo diagnóstico + nóstico O.R.
Actividad física
Posición incómoda
Tensión emocional
Ruido
Vibraciones
43
33
51
51
35
27
13
21
21
14
0,7
1,5
1,7
1,7
1,5
En la tabla 6 podemos observar que
entre las patologías más frecuentes encontradas en primer lugar están las sacro-
Discusión
Los problemas osteomioarticulares
afectan a la población trabajadora tanto en
países desarrollados como en los en vías
de desarrollo. La diferencia fundamental en
ocasiones radica en qué patologías afecta
más a una u otra población; en estudios
transversales realizados en nuestro país
hemos podido observar que entre las patologías del SOMA, la sacrolumbalgia ocupa
un lugar cimero19 (Pozo I, Robaina C. Caracterización epidemiológica de las principales alteraciones de salud de los trabajado-
TABLA 6. Frecuencia de diagnósticos del SOMA e índice de días
perdidos
No. de casos
Porcentaje
Índice de días
perdidos
Sacrolumbalgia
Bursitis y sinovitis
Poliartralgias
Osteoartrosis
Otros
38
9
7
14
13
46,9
11,1
8,6
17,2
16,0
15,9
10,8
13,7
7,8
4,5
Total
81
Diagnósticos
100
536
-
res de la ECT # 1. Instituto de Medicina del
Trabajo. Ciudad de La Habana, 1996).
(Robaina Aguirre C. Chig D. Sistema de Información Epidemiológica en la empresa
COMETAL. Ciudad de La Habana. Instituto de Medicina del Trabajo. 1995.).
Como se pone de manifiesto en las tablas presentadas los trastornos osteomioarticulares son un problema de salud
para la población trabajadora de la fábrica
de cemento "René Arcay" del Mariel, resultando los más afectados, en cuanto a
tasa se refiere, las mujeres, aunque conocemos que este grupo no es el que se expone más a los diferentes factores de riesgo del ambiente laboral. En este aspecto
pudiera estar influyendo la pequeña proporción de mujeres, no obstante si valoramos que los trabajadores más afectados
fueron aquellos que tenían un antecedente de padecer de alguna patología del
SOMA, podemos aceptar este resultado sin
tener en cuenta dicha proporción, pues entonces los factores de riesgo laborales estarían potencializando la aparición de la crisis o morbilidad actual.
Otro resultado interesante se aprecia
respecto a la frecuencia de edad donde aparecen más casos de esta patología, siendo
esta a partir de la 3ra. década de vida, muy
particularmente en los primeros 10 años en
los casos de la sacrolumbalgia, no siendo
así en las otras patologías que el incremento se pone de manifiesto a partir de los 40
años de edad. Esto pudiera estar relacionado entre otras cosas, con el tipo de trabajo
que realizan los trabajadores más jóvenes,
como por ejemplo los estibadores.
No se pudo apreciar significación alguna al asociar algunos factores del ambiente laboral con las patologías de SOMA,
lo que puede ser por muchos factores, entre ellos la pequeña proporción de casos,
las características del propio trabajo y factores confusores que no se controlaron
durante la realización del estudio; o que realmente estos factores que consideramos no
sean posibles factores de riesgo de estas
patologías. Lo que sí se pudo apreciar es
que los estibadores, operadores de equipos, choferes, albañiles, auxiliares de limpieza y mecánicos fueron los más afectados, resultados similares a los encontrados
por otros autores.
Se hizo evidente que de todas las patologías la que más afectó a esta población
trabajadora fue la sacrolumbalgia, muy común de hecho, entre la población trabajadora cubana, siendo esta también la responsable del mayor número de días perdidos, por lo que se hace necesario ejecutar
un plan de acción orientado a intervenir con
el propósito de disminuir la frecuencia de
las crisis de estos pacientes. Además, creemos oportuno recomendar a nuestro sistema nacional de salud una estrategia a seguir la promoción de salud para esta patología crónica que tanto incapacita a nuestros obreros.
Conclusiones
1. La sacrolumbalgia representó, dentro de
las patologías del SOMA, la principal
causa de morbilidad con incapacidad.
2. Los antecedentes patológicos del SOMA
fue la variable que más se relacionó con
la presencia del diagnóstico de estas patologías.
3. Según los resultados de nuestro estudio
el comportamiento de las variables de
edad, sexo y escolaridad pudieron influir
en la proporción de trabajadores en cada
uno de esos grupos, y no porque guarden una verdadera relación.
4. No se pudo evidenciar asociación entre
los factores observados presentes en el
ambiente laboral y la aparición de estos
trastornos.
537
5. Se observó una mayor proporción de
trabajadores afectados entre los que realizan mayor esfuerzo físico como los estibadores y operadores de equipos; siendo también afectadas, pero en menor
proporción, las auxiliares de limpieza
tecnológica. Las áreas de trabajo más representadas fueron la de producción y el
taller industrial.
Recomendaciones
Se recomienda realizar un estudio de
intervención en este centro que tenga las
fundamentales acciones de salud sobre el
trabajador, sobre todo aquellos que se quejan de haber padecido de trastornos
osteomioarticulares.
SUMMARY: An epidemiological study was conducted at "René Arcay" cement factory, in
Mariel, aimed at knowing the behaviour of working disability due to pathologies of the
osteomyoarticular system (OMAS) in 1997, when the factory had 743 workers, 596 males and 147
females. Of the total of workers, 8l had some OMAS pathology, which represented a rate of 10,9 x
100 workers. The highest rate was that of females. Of all the OMAS disorders, low back pain
occupied the first place. Different variables of person and age were analyzed. The most significant
variable was the history of OMAS episodes previous to the diagnosis.
Subject headings: MUSCULOSKELETAL DISEASES/epidmiology; LOW BACK PAIN/epidemiology;
OCCUPATIONAL HEALTH; OCCUPATIONAL DISEASES/epidemiology; RISK FACTORS; FAMILY
PRACTICE; PRIMARY HEALTH CARE.
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J Y K, reparto Miraflores Viejo, municipio Boyeros, Ciudad de La Habana, Cuba.
539
Rev Cubana Med Gen Integr 2000;16(6):540-44
COMPORTAMIENTO DEL DESARROLLO SICOMOTOR
EN EL MENOR DE 1 AÑO, EN RELACIÓN CON EL MANEJO
Y FUNCIONAMIENTO FAMILIAR
Gloria Robaina Suárez1 y Vania Rodríguez2
RESUMEN: Se realizó un estudio descriptivo prospectivo del desarrollo sicomotor (DSM)
hasta el año de edad, de una muestra de 51 recién nacidos sanos, relacionándolo con el manejo y
funcionamiento familiar. El DSM se evaluó por la observación trimestral en la puericultura de las
habilidades adquiridas y la aplicación al año de la prueba Brunet-Lezine. Para conocer el manejo
familiar se utilizó una encuesta de preguntas cerradas, evaluando como adecuado o inadecuado,
según parámetros previamente establecidos. Para el funcionamiento familiar aplicamos la prueba
de Smilkstein, que mide el adgar familiar y expresa cualitativamente el funcionamiento como:
funcional, moderadamente funcional y disfuncional. El 84,3 % de los niños presentó DSM normal al
año, el 15,7 % retardo ligero a partir del tercer trimestre, siendo el lenguaje la esfera afectada; de
ellos el 75 % vivía con familias disfuncionales y el 100 % con un manejo inadecuado.
Descriptores DeCS: DESARROLLO INFANTIL; DESEMPEÑO PSICOMOTOR; PSICOLOGIA INFANTIL;
RECIEN NACIDO/psicología; CONDUCTA INFANTIL; CUIDADO DEL LACTANTE/métodos; CUIDADO DEL
NIÑO/métodos; FAMILIA; ATENCION INTEGRAL DE SALUD.
El niño no nace con la capacidad del
pensamiento desarrollada, esta, en edad
temprana, se forma por la comunicación con
las personas adultas en el proceso de aprendizaje.
El primer año es una etapa caracterizada por grandes cambios: crecimiento, diferenciación, adquisición y perfeccionamiento de funciones, incluidas las sociales. Estas están sometidas desde el nacimiento a
la acción de factores biológicos y sociales
1
2
que pueden alterar el desarrollo, e incluso
retrasarlo.1,2
El niño tiene necesidades psicológicas
que la familia debe satisfacer; de no ser así,
se compromete el desarrollo intelectual y
afectivo, entonces el desarrollo será opuesto a las expectativas y esperanzas que tiene
la sociedad en general y la familia en particular.2-4
Si la familia vive en tensión, el niño recoge las experiencias negativas y frustra-
Especialista de I Grado en Pediatría. Instructor de Medicina General Integral.
Especialista de I Grado en Medicina General Integral.
540
ciones que más tarde se traducen en desconfianza, inseguridad, anomalías en la conducta, desarrollo inadecuado y trastornos
en la esfera de las relaciones humanas.2-4
Motivados por la influencia que sobre
la evolución del niño ejercen los factores
sicosociales adversos, decidimos realizar
este estudio del DSM de niños sanos en su
primer año de vida, en relación con los factores de manejo y funcionamiento familiar.
del DSM en relación con el funcionamiento
y manejo familiar.
Resultados
La tabla 1 muestra la valoración del
DSM por trimestre, incluyéndose en el cuarto trimestre los resultados del test, por coincidir exactamente con los de la
puericultura. En ese momento, como vemos
en el primer semestre, todos los niños se
evalúan como normales, mientras que en el
tercer y cuarto trimestre, 8 niños (15,7 %),
2 hembras y 6 varones, presentan retardo
ligero. Al analizar las esferas afectadas para
este retardo, se apreció que los 8 niños presentaron dificultades en el área del lenguaje, y mantuvieron normales el desarrollo de
la esfera coordinadora motriz y social.
La tabla 2 permite ver la relación entre
el manejo familiar y el DSM, evideciándose
que los 8 niños (100 %) con diagnóstico de
retardo ligero, tienen un manejo familiar inadecuado, contra solo 7 (16,8 %) de los que
tienen un DSM normal. El 83,7 % de los
niños con desarrollo normal tienen un manejo familiar adecuado.
La tabla 3 a su vez nos muestra que de
los niños con retardo del DSM, el 75 % vive
con familias disfuncionales y solo el 12,5 %
convive con familias funcionales, mientras
que entre los niños con DSM normal, la mayoría (65 %) vive con familias funcionales y solo
el 4,7 % lo hace con familias disfuncionales.
Métodos
Se realizó un estudio prospectivo descriptivo de 51 recién nacidos sanos, del
grupo básico de trabajo no. 1 del Policlínico
Docente "Dr. Mario Escalona Reguera", de
Alamar, evaluándose su DSM trimestralmente en consulta de puericultura y aplicándose la prueba de Brunet-Lezine al año
de edad.
Se preestablecen los parámetros de
normalidad para la puericultura, basada en
el texto del doctor J. Pascual, para evaluar
DSM en cada una de las áreas, y para el
test, los valores establecidos por el instrumento.
Se establece el manejo familiar como
adecuado e inadecuado, previa aplicación
de la encuesta en visitas a familiares según
los parámetros previamente establecidos,
y se aplica la prueba de Smilkstein que mide
el adgar familiar y con él, el funcionamiento
familiar, ambos al año de edad. Se procesan
los resultados y se compara la evolución
TABLA 1. Evaluación del DSM hasta el año de edad. Test Brunet-Lezine
DSM
Normal
Retardo
ligero
1er
trimestre
F
M
N % N
%
2do
trimestre
F
N
M
%
N
2 1 41,2 3 0 58,8 2 1 41,2 3 0
%
3er
trimestre
F
M
N %
N %
58,8 1 9 37,3 2 4 4 7
2
541
3,9
4to
trimestre
F
M
N
% N %
19
6 11,8 2
37,7 2 4 4 7
3,9
6 11,8
Total
N
%
4 3 84,3
8 15,7
TABLA 2. Comportamiento del DSM con relación al manejo familiar
DSM
Manejo familiar
adecuado
N
%
Manejo familiar
inadecuado
N
%
Total
N
%
Retardo DSM
DSM normal
0
36
83,7
8
7
100
16,8
8
43
100
100
Total
36
70,6
15
29,4
51
100
Fuente: Encuesta.
TABLA 3. Comparación del DSM con el funcionamiento familiar. Test Smilkstein
DSM
Funcional
N
%
Moderadamente
funcional
N
%
Disfuncional
N
%
Total
N
%
15,7
84,3
Retardo en DSM
DSM normal
1
28
12,5
65,1
1
13
12,5
30,2
6
2
75,5
4,7
8
43
Total
29
56,8
14
27,4
8
15,8
51
100
TABLA 4. Comportamiento del manejo en relación con el funcionamiento familiar (niños con
retardo del DSM)
Manejo/funcionamiento Funcional
N
%
Moderadamente
funcional
N
%
Disfuncional
N
%
Total
N
%
Adecuado
Inadecuado
0
1
12,5
0
1
12,5
0
6
75
0
8
100
Total
1
12,5
1
12,5
6
75
8
100
Existe una estrecha relación entre el
manejo y el funcionamiento. La mayoría
de las familias con manejo adecuado, a
su vez son funcionales; y a la inversa, la
mayoría de las familias disfuncionales tiene un manejo inadecuado. Por lo tanto,
la tabla 4 nos evidencia esta relación en
torno a los 8 niños con retardo expresado, que de los 8 niños, 6 (75 %) viven
con familias disfuncionales de manejo
inadecuado y solo 1 vive con familia
funcional aunque con manejo inadecuado.
La tabla 5 evidencia que entre los niños con DSM normal, la mayoría (60,4 %)
vive con familias funcionales de buen manejo; un 23 %, aunque el manejo es adecuado, la familia es moderadamente funcional,
y solo 2 (4,7 %) lo hacen con familias
disfuncionales de mal manejo.
542
TABLA 5. Comportamiento del manejo en relación con el funcionamiento familiar (niños con
DSM normal)
Manejo/Funcionamiento
Funcional
N
%
Moderadamente
funcional
N
%
Disfuncional
N
%
Total
N
Adecuado
Inadecuado
26
2
60,4
4,7
10
3
23,3
7
0
2
4,7
36
7
Total
28
65,1
13
30,2
2
4,7
43
Discusión
Durante el primer semestre el niño mantiene un vínculo mucho más directo con la
madre, la que satisface sus necesidades, y
por lo que raramente se evidencian trastornos de su desarrollo, a no ser que exista
algún daño orgánico.1,2
A los 6 meses comienza la etapa de socialización, donde mantienen el vínculo materno, pero la familia adquiere mayor importancia en la colaboración del desarrollo de
habilidades, fundamentalmente el lenguaje.
Esta es la esfera más afectada en niños normales con influencias externas negativas.2,5,6
Frente a un manejo familiar inadecuado, menos de la mitad de los niños logran
un DSM normal, lo que se evidencia en
nuestro estudio, mientras que ningún niño
con un manejo adecuado presenta retardo
DSM, lo que da a la familia una importante
función.2,5,7 Es bueno recordar que el manejo inadecuado no solo es que no satisfagan
las necesidades primarias, o sea maltratado, o que incumplan sus horarios; sino también que es necesario que estimulen las
habilidades que le permitan tener patrones
adecuados a imitar.2,7
En un estudio anterior en Cuba, el 42 %
de hijos con padres de mala actitud tienen
retardo en el DSM. Igualmente influye el
%
83,6
16,4
100
funcionamiento familiar, evidenciando que
entre niños con retardo ligero, las 2/3 partes viven con familias disfuncionales, es
decir, con mal ajuste matrimonial, inestabilidad emocional, sentido restrictivo, sobreprotección y falta de organización en el
hogar. Esto lleva a la inseguridad, que se
expresa a través de trastornos del lenguaje.8 En estudios en Inglaterra, el 63 % de los
niños con retardo, viven con familias disfuncionales.
El niño centra su atención en esa situación, en satisfacer sus carencias, sin lograr encontrar los parámetros satisfactorios
a imitar entre quienes convive y así pierde
sus potencialidades.
Conclusiones
El DSM en el primer año de vida en nuestros niños está influido por el manejo y funcionamiento familiar. La mayoría de los niños
con retardo ligero lo son a expensas del lenguaje, y conviven con familias disfuncionales
de manejo inadecuado. Ello refleja la necesidad de que el niño crezca en una familia capaz de satisfacer no solo sus necesidades
biológicas, sino también las sicosociales:
afecto, juego, confianza y seguridad.
SUMMARY: A descriptive and prospective study of the psychomotor development (SMD) up
to the first year of life in relation to family management and functioning was conducted in a sample
543
of 51 sound newborn infants. The SMD was evaluated by the trimestral observation in child care of
the adquired abilities and the application of the Brunet-Lezine test at one year of age. To know the
family management it was used a survey of closed questions. Adequate and inadequate evaluations
were given according to previously established parameters. In order to determine the family functioning
we applied the Smilkstein´s test that measures the family Apgar and expresses qualitatively the
functioning as: functional, moderately functional and dysfunctional. 84,3 % of the children had a
normal SMD at one year of age, whereas 15,7% had mild retardation from the third trimester on,
being speech the most affected sphere. Of them 75 % lived with dysfunctional families and 100 %
with an inadequate management.
Subject headings: CHILD DEVELOPMENT; PSYCHOMOTOR PERFORMANCE; CHILD PSYCHOLOGY;
INFANT, NEWBORN/psychology; CHILD BEHAVIOUR; INFANT CARE/methods; CHILD CARE/methods;
FAMILY; COMPREHENSIVE HEALTH CARE.
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Recibido: 25 de enero del 2000. Aprobado 2 de
junio del 2000.
Dra. Gloria Robaina Suárez. Estrada Palma No. 701,
esquina a Goss, Santos Suárez, municipio 10 de Octubre, Ciudad de La Habana, Cuba.
544
Rev Cubana Med Gen Integr 2000;16(6):545-50
TENDENCIA DE LOS COSTOS POR GRUPOS BÁSICOS
DE TRABAJO Y CONSULTORIOS EN UN ÁREA DE SALUD
Lourdes de la Caridad Borges Oquendo1 y Miguel Mukodsi Caran2
RESUMEN: Se presenta la experiencia de la implantación de un sistema de costos por área
de responsabilidad y su uso como herramienta de dirección en 54 consultorios de población agrupados en 3 GBT del Policlínico "Luis Pasteur" de Ciudad de La Habana. Se constata una franca
tendencia a la disminución de los costos por consulta, tanto en consultorios como en GBT, alcanzando 20 de ellos un costo unitario menor de $ 2. 00, así como 2 de los 3 GBT. El costo por consulta del
consultorio ($1.93) es inferior al del policlínico ($3.16), debido esto último a las áreas de consulta
especializada e interconsulta, donde el aprovechamiento del recurso médico no es el óptimo. Los
datos obtenidos permiten ir creando series históricas, a la vez que las experiencias comentadas del
trabajo realizado, en favor de la reducción de costo y mejorar positivamente la eficiencia médica y
social. Es factible que de forma mediata las consultas en Plan Familia sean inferiores a $2.00
demostrando fehacientemente su viabilidad económica.
Descriptores DeCS: MEDICINA FAMILIAR/economía; ATENCION PRIMARIA DE SALUD/economía; ECONOMIA DE LA SALUD; ANALISIS DE COSTO-EFICIENCIA; COSTOS Y ANALISIS DE COSTO/tendencias.
En el centro de las estrategias de la
salud cubana aparece el Médico de la Familia y el equipo del policlínico, los cuales
atienden a la comunidad. Este brinda la atención primaria de salud.1
La aplicación de la economía a la práctica médica significa que los recursos deben usarse de forma eficiente,2 primando el
concepto de costos sobre el gasto de dinero.3
El Policlínico Pasteur, del capitalino
municipio de 10 de Octubre, cubre a toda
su población con este modelo de atención
desde 1986 y hace más de 5 años tiene im-
1
2
plantado el sistema de costos, según la
metodología establecida por el MINSAP.
Si importante es contar con un sistema
de costos, más aún lo es su utilización como
una herramienta de dirección, que sin afectar la cantidad y calidad de los servicios
(todo lo contrario), presenta a su vez una
marcada tendencia a ser más barato.4
El análisis de los costos en los consultorios de población y GBT mensualmente
en las reuniones durante 4 años constituye
una rica experiencia y una fehaciente demostración de que no solo es posible
Especialista de I Grado en Epidemiología. Profesor Asistente.
Especialista de I Grado en Administración de Salud. Profesor Asistente.
545
contenerlos, sino mantener una franca tendencia a su disminución, todo lo cual tenemos el propósito de exponerles.
A ello se le suma otro aporte importante, y es ir creando una serie histórica que
permita la comparación y evaluación más
objetiva, así como crear la base de datos
que nos permita establecer el propósito que
se debe alcanzar.
Entre las claves del éxito está tener en
cuenta 2 premisas básicas:
El gasto fijo es el que no se vincula al
nivel de actividad y el variable el que su
monto está en correspondencia con este.
Así tenemos, por ejemplo, que el salario de
un técnico de laboratorio es independiente
del número de análisis realizados y los pacientes atendidos (se mantiene fijo); sin
embargo, el gasto de recursos materiales, sí
está directamente relacionado y varía según los análisis realizados.
− El sistema de costo se hace para el ejecutor de gastos, en este caso el Médico de
la Familia, y no contra él.
− Existen reservas de eficiencia económica
potenciales que deben utilizarse.5
El objetivo es que se logre conocer la
importancia que tiene para los policlínicos
la implantación de un sistema de costos, su
comportamiento en el tiempo en consultorio y GBT, caracterizando su comportamiento y tendencia en 4 años; así como establecer valores referenciales históricos, todo
ello a partir de costo como una herramienta
de dirección.
Métodos
Se realiza un estudio de la evolución de
los costos del Policlínico Pasteur durante
4 años, ubicado en el capitalino municipio
10 de Octubre. Se realizaron cortes anuales, a
partir de resultados y análisis mensuales.
Se obtuvieron los costos totales, suma
de directo e indirecto, de la consulta del
policlínico en general y del Plan Familia y
sus 3 GBT. Se construye una escala de costos, y se registra el número de consultorios
que cada año clasifica en las distintas frecuencias. El método utilizado es descriptivo.
Por no existir un valor referencial de
costo por consulta en el Plan Familia se toma
menos de $ 2.00 como el propósito a alcanzar en todo el período.
Resultados
El costo unitario de consulta de todo
el policlínico creció de $ 3.16, cifra del segundo año (la más baja) a $3.42 en el último
período estudiado, con marcada tendencia
a seguir aumentando; sin embargo, no ocurre así con los 54 consultorios de población
del Plan Familia, todo lo contrario, decreció
de $ 2.33 al inicio, a $ 1.93 en el tercer año con
un ligero aumento de 5 centavos al final.
La actividad consultas de toda la unidad se incrementó de 6,0 a 7,8 por habitantes, incidiendo las realizadas por el Médico
de Familia en el terreno, que fue de 1,6 por
habitante a 3,8 (tabla 1).
En el análisis del costo por grupo básico de trabajo (GBT) resultó el más elevado
el grupo III. Durante el cuatrienio que se
analiza los 3 grupos presentaron franca tendencia al abaratamiento de los costos, alcanzando los grupos I y II cifras inferiores a los $ 2.00 y siendo significativo el
monto de $1.86 logrado por BGT I (tabla 2).
La comparación entre el GBT I (menor costo) y el III, muestra una diferencia de 23 centavos más en cada consulta.
En lo referente al comportamiento de
los costos por consulta de los consultorios
del Plan, se observa que al final del período
estudiado 20, para un 37 %, alcanzan valores
inferiores a $2.00, seguidos de 19, cuyos
costos están entre $2.01 y $2.50; o sea, que
39 consultorios (72,2 %) no rebasan la cifra
de $2.50 por paciente atendido. Así mismo,
546
TABLA 1. Costos por consulta
Años
Costo
policlínico
($)
1
2
3
4
3,18
3,16
3,32
3,42
Costo
plan familia
($)
2,33
2,21
1,93
1,98
solo 1 consultorio cuesta más de $3.00. Estos resultados se muestran en la tabla 3,
junto a la dinámica que presenta en el tiempo, y su tendencia al decrecimiento de forma progresiva.
En la tabla 4 se muestra el costo de
determinados servicios del policlínico, vinculado de forma muy directa al Médico de
la Familia. Se aprecia el alto costo de las
interconsultas básicas ($8.31); en el 4to. año
fue el menor, pues se había iniciado con
$10.74. Los de psicología se comenzaron
con un costo de $12.73 y aunque se redujo
a $8.67 aún es caro.
La docencia de postgrado rebasa los
$2 500.00 anuales (costo por residente), lo
que guarda relación con el número de estos, sin embargo la cantidad de profesores
y su gasto se mantiene fijo.
Por su parte, el costo de una investigación de laboratorio fue ascendiendo desde
41 centavos a 48. El costo por paciente atendido en el laboratorio también creció de $1.53
a $1.95.
TABLA 2. Costos unitarios por GBT
Años
GBT
1
($)
2
($)
3
($)
4
($)
I
II
III
Plan
2,22
2,33
2,44
2,33
1,99
2,30
2,39
2,21
1,83
1,94
2,04
1,93
1,86
1,98
2,09
1,98
Total de
consultas
por habitante
Consultas
de terreno
por habitante
6,0
6,8
7,7
7,8
1,6
2,0
3,0
3,8
TABLA 3. Costos unitarios de los 54 consultorios de población
Costos ($)
Cantidad de consultorios por año
1
2
3
4
%
- 2.00
2.01 a 2.50
2.51 a 3.00
3.01 a 3.50
+ 3.50
9
26
13
3
3
15
22
15
1
1
21
23
9
1
-
20
19
14
1
-
37
35,2
26,1
1,7
-
Discusión
El costo obtenido por la relación gastos/consultas médicas realizadas4 nos indica cómo fueron utilizados los recursos, tanto en el policlínico como en los consultorios de población del Plan Familia; o sea, se
aplica el costo por área de responsabilidad.6
El costo unitario por consulta de toda
la institución presenta una tendencia creciente, contraria a la del subsistema del
Médico de la Familia, que presenta franca
disminución, en este último caso como consecuencia del incremento de las consultas,
principalmente las de terreno, pues al usarse el costo como herramienta de dirección,
hacia allí se indicó trabajar, ya que con ello
se conseguía una mayor eficiencia económica, menor costo, y a la vez se resolvía un problema identificado, tanto por la parte asistencial
y su consecuencia en la prevención de salud,
547
TABLA 4. Costo unitario por centros de costos seleccionados
Años
Centros de costo
Interconsultas básicas
Psicología
Docencia de postgrado
Laboratorio clínico por:
- Investigaciones
- Pacientes
1
($)
2
($)
3
($)
4
($)
10.74
12.73
2467.21
8.91
11.95
2538.22
9.40
8.89
2402.65
8.31
8.67
2803.71
0.41
1.53
0.42
1.52
0.43
1.80
0.48
1.95
como para dar respuesta a demandas no
satisfechas de la población. Esta medida
repercutió a su vez en la atención a los pacientes con patologías crónicas al
realizárseles visitas al hogar como control a
dispensarizados.
Estos resultados fueron fruto de una
discusión mensual del trabajo de costo en
las reuniones de grupo, indicando hacia
dónde dirigir los esfuerzos para alcanzar los
propósitos de mejorar el estado de salud de
la población, lo que demuestra que el análisis sistemático de los costos con el ejecutor de gastos (médico y enfermera del consultorio en este caso) permitió conducir las
acciones de salud a fines específicos, bien
determinados, que producen cambios positivos en los indicadores médicos, con
mayor grado de satisfacción de la población, partiendo de medir la eficiencia económica con que laboró cada consultorio en
función de una mayor eficiencia médica y
social. Esto es una forma práctica y concreta de cómo utilizando los resultados de costos se puede elevar la eficiencia en sus 3 componentes.7
En cuanto al policlínico, como veremos
más adelante, inciden los costos de especialidades no básicas con médicos plantillas del
centro, así como las interconsultas básicas y
el servicio de psicología, entre otros, sobre
los que se trabajó para reducir. Los costos de
la docencia son decisivos en este resultado.
El cálculo de los costos por grupo básico de trabajo (GBT) permitió conocer que
aunque la tendencia entre los 3 grupos fue
decreciente, hay marcadas diferencias entre ellos. El factor determinante de esta situación fue el número de consultas, que
dependió exclusivamente del uso de la fuerza de trabajo, pues entre los 3 grupos no
existen diferencias significativas socioeconómicas, geográficas, ni de mortalidad;
así como tampoco de número de consultorios y cantidad de médicos y enfermeros.
Otro aspecto que incidió fue el uso de
medios diagnósticos, que es parte del costo indirecto, y no se comportó igual para
los grupos que analizamos, ni en todos los
consultorios; al analizar sus causas, se identificaron necesidades de aprendizaje.
Mejorar la eficiencia económica de los
GBT aporta a su vez beneficio de mayor
calidad en la atención médica y la docencia
a partir de un uso más racional del personal
especializado de perfil estrecho en las
interconsultas.8
Esta comparación en 4 años y entre los
GBT demuestra fehacientemente que hay
reservas de eficiencia económica que es
necesario explotar, para lo que están llamadas todas las direcciones que manejan recursos. 9
El abaratamiento de los costos de cada
consultorio, analizado a través de una tabla
548
de frecuencia, denota la factibilidad de conseguirlo, resultado de un trabajo progresivo, que debe continuar.
Profundizando en las causas que produjeron esta positiva modificación del número de consultorios con costos bajos,
encontramos 2 enseñanzas relevantes:
− Su uso como herramienta de dirección.
− No utilizar los resultados de costos contra el ejecutor de gastos, sino como información útil que le permite evaluar su trabajo y proponerse acciones que a la vez que
disminuyan costos, mejoren el estado de
salud de la población que atienden.
Los resultados alcanzados por los consultorios tienen la importancia de refutar los
señalamientos que plantean que el
subsistema del Médico de Familia es muy
caro, demostrando que no es así y su viabilidad en países subdesarrollados. Es obvio
también señalar que estos resultados sirven para ir creando una historia y una referencia, además de aportar la experiencia para
que la disminución de los costos se realice
en un período más corto.
Las interconsultas básicas presentan
un alto costo, por bajo rendimiento de los
especialistas y pobre aprovechamiento del
fondo de tiempo, que de utilizarse correctamente redundaría en una mayor calidad de la
atención médica, y por vía indirecta en un
control e identificación de problemas en varios aspectos, entre ellos: examen médico y
terapéutica, además de su valor docente.
Las principales causas están en la espontaneidad de la demanda, su dependencia al criterio individual de cada médico del
consultorio, reducido número de terreno y
visitas a ingresados en el hogar.
La situación más crítica la presenta
medicina, pues los otros 2 (pediatría y
ginecoobstetricia) tienen establecido un
número de interconsultas por el propio Programa Atención Materno Infantil.
Igual sucede con psicología, con la diferencia que en su nivel de actividad se incluyen también las reconsultas que se realizan en el policlínico. Es necesario ampliar
el universo de trabajo.
El alto costo de la docencia de postgrado (residentes de MGI) se debe a la desproporción entre el número de profesores y
la cantidad de alumnos, pues el gasto de
salario es fijo.
El costo de una investigación de laboratorio, así como por cada paciente, fue ascendiendo fundamentalmente por incremento de los gastos por subsidios de certificados médicos pagadas a técnicos, el no uso
de microtécnicas, indicaciones de urgencia
que no son tales, alto número de análisis
por paciente, que también fue creciendo;
expresión esto último de no estar estrictamente aplicado el criterio médico en todo
su rigor.
Conclusiones
Queda claro, por los resultados aquí
mostrados y las causas que le originaron,
así como la tendencia general a la disminución de los costos, lo útil que resultaría implantar y mantener en el tiempo y analizar
sus resultados con el ejecutor de gasto del
sistema de costos para los policlínicos.
SUMMARY: The experience obtained with the implementation of a cost system by area of
responsibility and its use as a management tool in 54 family physician’s offices grouped in 3 Basic
Working Groups (WBGs) at "Luis Pasteur" Polyclinic, in Havana City, is presented. An open trend
549
toward the decrease of the costs by consultation, both in family physician’s offices and in WBGs is
observed. 20 of them as well as 2 of the 3 WBGs reached a unitary cost under $2.00. The cost by
consultation of the family physician’s office (1.93) is lower than that of the polyclinic (3.16), due to
the existance of areas of specialized consultation and interconsultation, where the utilization of the
medical resource is not optimal. The data obtained allow to create historical series in conjunction
with the commented experiences of the work carried out in favor of the reduction of costs and to
improve positively the medical and social efficiency. In a near future it will be possible that the
consultations of the Family Physician Plan be lower than $2.00, which convincingly shows its
economic viabilty.
Subject headings: FAMILY PRACTICE/economy; PRIMARY HEALTH CARE/economy; HEALTH
ECONOMICS; COST EFFICIENCY ANALYSIS; COSTS AND COST ANALYSIS/trends.
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Recibido: 5 de junio del 2000. Aprobado: 6 de
noviembre del 2000.
Dra. Lourdes de la Caridad Borges Oquendo.
Pasaje Infanta No. 13 e/ Mayía Rodríguez y
Goicuría, municipio 10 de Octubre, Ciudad de La
Habana, Cuba.
550
Rev Cubana Med Gen Integr 2000;16(6):551-55
ELEMENTOS PARA LA IMPLANTACIÓN Y USO DEL SISTEMA
DE COSTOS EN SALUD
Miguel Mukodsi Caran1 y Lourdes de la Caridad Borges Oquendo2
RESUMEN: Se aborda el tema de eficiencia económica en la atención primaria, con énfasis
en los costos por área de responsabilidad, conceptualizándolo y reseñando los principios básicos en
el marco conceptual predominante en el sistema de salud cubano, así como los requisitos necesarios
para su implantación. Se plantean sus beneficios y se señala la necesidad de aplicar costos en todos
los policlínicos, acorde con la metodología aprobada por el MINSAP y su uso como herramienta de
dirección en la consecución de una mayor eficiencia en el subsistema del Médico de Familia.
Descriptores DeCS: ATENCION PRIMARIA DE SALUD/economía; MEDICINA FAMILIAR/economía; ECONOMIA DE LA SALUD; ANALISIS DE COSTO-EFICIENCIA; COSTOS Y ANALISIS DE COSTO/métodos.
Nuestro país ha desarrollado un sistema de salud amplio y fuerte, estando actualmente enfrascados en un proceso de
transformaciones profundas, sin recurrir a
programas de privatizaciones ni otras medidas de corte neoliberal.
La política neoliberal afecta grandemente todas las actividades que generan
gastos sociales, y dentro de ellas se encuentra el sector de la salud, con una reducción notoria del presupuesto al incorporarse la privatización al sistema sanitario. Los gobiernos que aplican el
neoliberalismo aprovechan cualquier circunstancia para introducir recortes en los
fondos para este sector.1
1
2
Desarrollo
En nuestro país el estado asume como
una responsabilidad los servicios de salud,
financiándolos a través del presupuesto. El
sector salud trabaja en un conjunto de medidas dirigidas a lograr mayor eficiencia en
la prestación de servicios y la docencia,
preservando la equidad, efectividad y accesibilidad, en una situación de recursos
limitados. Recordemos que equidad no es
lo mismo que igualdad, pues supone aportar a cada cual proporcionalmente con sus
intereses (Colectivo de autores. Compilación de temas para la asignatura filosofía y
salud. 2da parte. MINSAP; 1994.).
Especialista de I Grado en Administración de Salud. Profesor Asistente.
Especialista de I Grado en Epidemiología. Profesora Asistente.
551
En sus estrategias de trabajo está la
municipalización, que conlleva a una mayor descentralización y autonomía de los
sistemas locales (SILO) en la búsqueda de
mayor poder resolutivo de la atención primaria, elemento básico de nuestro sistema
nacional de salud.
Para la materialización de esa municipalización están trazados una serie de
lineamientos entre los que se destaca el
perfeccionamiento del sistema gerencial a
tal nivel y el desarrollo de la economía de la
salud, íntimamente vinculado a lo anterior.
En las condiciones actuales, tanto la infraestructura como las potencialidades acumuladas en los profesionales, técnicos y gerentes, apenas se utilizan eficientemente en
función de incrementar calidad y eficiencia a
un menor costo de los servicios de salud.
Por otra parte está presente la necesidad de privilegiar la atención primaria de
salud para hacer realidad el propósito de
Salud para Todos, por ello el país trabaja en
su fortalecimiento, demostrando una voluntad política para los cambios favorables que
se continúan ejecutando.
Consideramos la calidad en su acepción más simplificada, como la atención
media que produce la mayor mejoría prevista en el estado de salud sin derroche de
recursos y con alta eficiencia. Determinar
eficiencia implica analizarla en sus 3 componentes: social, médico y económico de
manera integral.
A fin de coadyuvar al fin antes expresado, nos propusimos como objetivo en
este trabajo exponer los elementos fundamentales para evaluar los resultados económicos de una unidad de salud, así como
los principios y requisitos para implantar
un sistema de costos, que permita su utilización como una herramienta de dirección.
Los criterios fundamentales2 sobre los
cuales se puede llegar a eficiencia económica en la actividad de salud, son:
Utilización de capacidades instaladas
Nos referimos a su aprovechamiento.
Su uso óptimo disminuye la demanda de
inversiones y a la vez incrementa servicios
a la población. En este caso hay ejemplos
negativos (consultorios cerrados, no está
el médico en su consultorio, no hay agua
destilada para autoclaves, etcétera) que
atentan contra el servicio que merece el
paciente.
Recursos materiales y equipos no utilizados
Es imposible lograr una adecuada eficiencia económica si hay adquisiciones en
exceso, equipos no explotados por falta de
instalación o la falta de agilización en su
reparación.
Control interno de los recursos humanos, materiales y financieros.
Es el basamento para alcanzar eficiencia económica que se manifiesta en el cumplimiento estricto de normas y procedimientos en todo lo relativo a bienes materiales,
financieros y recursos humanos.
La contabilidad confiable es un aspecto vital en este sentido.
El pago del salario es el gasto más importante de salud y de mayor monto, por
ello es determinante controlar aspectos de
la disciplina laboral, aprovechamiento de la
jornada, personal en exceso y rendimiento.
Como ejemplos negativos citamos no controlar la asistencia al consultorio, profesores con alta carga de actividades en la facultad, la reincorporación tardía de vacaciones, el uso de horarios de consulta y/o
terreno para otras actividades, así como
también la no permanencia del profesor en
el consultorio y/o no asistencia según
cronograma.
Análisis de la ejecución del presupuesto
El control del presupuesto por epígrafe y partidas es un elemento decisivo en la
disciplina financiera. Debemos recordar que
552
el presupuesto es una Ley, y por tanto sus
violaciones han de ser penalizadas.
No debe existir sobregiro del mismo,
se debe contar con disponibilidad bancaria, es decir, fondos; y no podemos olvidar
qué importante es el control del gasto de
salario y lo que se deriva de él porque es la
contribución a la seguridad social a largo y
corto plazos.
Implantación de sistemas de costos
Mide cómo se utilizaron los recursos,
se expresa en pesos su implantación constituye un imperativo de todos los directivos del sistema de salud, en la búsqueda
de la eficiencia, pues resulta una herramienta
importante para las decisiones. El costo resume la contabilidad y la vincula con la actividad médica y otras más (docencia, investigaciones, etc.) (MINSAP. Sistema de
costos. Dirección de contabilidad; 1995.).
Permite conocer por unidad de medida
el gasto, o sea, cuánto cuesta (en pesos) la
actividad escogida, partiendo de la fórmula
de que costo es igual a gastos, dividido
entre nivel de actividad. Entiéndase por esta
última, la cantidad de lo que se desea medir
(consultas, altas, kilómetros, raciones, número de análisis, etcétera.)
El hecho de contar con un sistema de
costos aporta un conjunto de beneficios:
• Obliga a que el resto de los subsistemas
contables trabajen bien.
• Indica si es aconsejable iniciar o continuar con una actividad desde el punto
de vista económico.
• Mide la eficiencia económica y señala
dónde hay reservas sin explotar.3
• Permite ahorro de manera ágil y científica.
• Conduce al aprovechamiento óptimo de
los recursos.
• Su análisis permite mejorar la eficiencia
médica y social.
• Señala los recursos potenciales de racionalizar, sin afectar indicadores de salud,
ni la calidad de la atención médica.
Existen principios para un sistema de
costos en salud en Cuba. El primero es conocido como principio rector, que es cuando el paciente recibe todo cuanto sea necesario para restituir su salud con el aprovechamiento máximo de los recursos.
Los otros son los llamados básicos, y
son los siguientes:
1. El costo se hace para el ejecutor de gastos (el médico), no contra él.
2. Vincula gastos a nivel de actividad (consultas).
3. Iguales recursos pueden ser utilizados
con eficiencia desigual.
4. Se trata de una relación consecuente entre el gasto incurrido y el servicio prestado.
5. Conductas médicas pueden ser modificadas sin afectar la calidad de la atención, con mayor beneficio social y con
menos costo.
6. La calidad de la atención médica es la
que produce la mayor mejoría prevista
en el estado de salud sin derrochar recursos, y con una alta eficiencia.
7. El costo mide simplemente el beneficio
que no se obtiene.
8. La contención y reducción de costos
debe tener presente y muy en cuenta
los preceptos éticos.
9. Prima el concepto de costo sobre el de
gasto en dinero.
10. El verdadero costo del tratamiento de
un paciente es el beneficio que podía
haber gozado si esos mismos recursos
se hubieran usado para el tratamiento a
otros pacientes.
11. Hay recursos potenciales que se pueden racionalizar sin afectar indicadores de
salud ni calidad de la atención médica.
12. Un factor decisivo en la reducción de
costos es el análisis y discusión sistemática mensual con el ejecutor de gastos, indicando y dirigiendo hacia dónde
553
deben ir las acciones de salud. Un marco propicio es la reunión del GBT.
13. El aprendizaje de los elementos básicos
de costo por el ejecutor de gastos, se
gana de forma práctica con la discusión viva de sus resultados, avanzándose al universo teóricamente, sin que
esto último constituya una condición
previa.
14. Atención preferente al médico en todo
lo relativo a costos, pues es el que genera el mayor número de gastos.
15. A partir de los resultados de costos es
factible establecer líneas de intervención
y políticas de tratamiento.
Además de todo lo que se ha ido planteando, existen otras esferas en este sentido que no se pueden soslayar para lograr
una verdadera eficiencia. Ahora nos referiremos a los requisitos para implantar el costo
por área de responsabilidad, considerando a cada consultorio del Médico de la Familia como tal:
1. Que el policlínico sea centro de pago.
2. El director aprueba los centros de costos acordes con el organigrama de la
unidad.
3. Puede realizarse de forma manual o automatizada, no requiriendo una computadora exclusiva para este fin.
4. El director debe velar porque se entregue mensualmente al encargado de
costos, los gastos por contabilidad y
los niveles de actividad por cada una
de las llamadas áreas de responsabilidad.
5. No es necesario modelaje, se trabaja con
hojas de trabajo (HT).
HT 1: Medios de rotación.
HT 2: Nóminas.
HT 3: Servicios, depreciación y otros
gastos.
HT 4: Cálculo del costo unitario (directo e
indirecto).
HT 5: Acumulado de costos.
6. Utilizar el sistema de costos aprobado y
vigente del MINSAP, siendo flexible en
la selección de los centros de costos
según las áreas de responsabilidad de
cada lugar.
7. No es condición indispensable crear una
plaza para implantar el sistema.
8. En el análisis de los resultados de costo
se requiere correlacionarlos con
indicadores de salud y grado de satisfacción de la población, lo que permite
medir la eficiencia.
9. Costo es contrapartida de la contabilidad, por lo tanto los gastos de ambos
deben cuadrar.
10. Las salidas del almacén y las nóminas
deben confeccionarse y reportarse por
los centros de costos aprobados.
11. Todos los años deben revisarse los
centros de costos a utilizar en ese
período.
12. Usarlo como herramienta de dirección
y de evaluación (en la aplicación del
tridente y el pago de estimulación).
Conclusiones
La estrategia del MINSAP concibe incrementar el poder resolutivo de la atención primaria y alcanzar una mayor eficiencia, efectividad y calidad en acciones del
sistema, con mayor nivel de satisfacción de
la población.
De esta forma queda definido el marco
conceptual para la implantación y uso como
herramienta de dirección del sistema de costos aprobado por la dirección nacional de
contabilidad, en la búsqueda de aprovechar
las reservas de eficiencia que existen en el
policlínico.
554
SUMMARY: The topic of economic efficiency in the primary health care field is approached
making emphasis on the costs by area of responsibility. Its concept is given and the basic principles
within the conceptual framework predominating in the Cuban health system, as well as the
requirements necessary for its implementation are stressed. Its benefits are set forth and it is
explained the need to apply costs in all the polyclinics, according to the methodology approved by
the Ministry of Public Health, and to use them as a management tool to attain a greater efficiency
in the subsystem of the Family Physician.
Subject headings: PRIMARY HEALTH CARE/economy; FAMILY PRACTICE/economy; HEALTH
ECONOMICS; COST EFFICIENCY ANALYSIS; COST AND COST ANALYSIS/methods.
Referencias
1.
2.
bibliográficas
Lázaro Rafael y otros. Desigualdad pobreza y
salud de Méjico. Consejo consultivo del programa nacional de salubridad. El Nacional.
Méjico D.F.; 1995:35.
Ramos Domínguez N. Aldereguía Henríquez
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Habana: Editorial Pueblo y Educación,
1990:36-41.
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Partido Comunista de Cuba. V Congreso. Resolución económica. La Habana: Editora Política, 1997.
Recibido: 5 de julio del 2000. Aprobado: 6 de noviembre del 2000.
Dr. Miguel Mukodsi Caran. General Lee No. 306
e/ Paz y Gómez, municipio 10 de Octubre, Ciudad
de La Habana, Cuba.
555
Rev Cubana Med Gen Integr 2000;16(6):556-63
ASPECTOS RELACIONADOS CON LA ATENCIÓN CONTINUADA
A LOS PACIENTES EN UN ÁREA DE SALUD
Félix J. Sansó Soberats,1 Luis C. Silva Ayçaguer2 y Julio Suárez Jiménez3
RESUMEN: Con vistas a identificar las experiencias más relevantes de la población en
materia de atención continuada a los pacientes, así como para conocer el criterio de los profesionales de la APS en relación con el papel que desempeñan en el proceso de referencia de pacientes y el
apoyo que reciben (para su gestión) de las otras unidades con las cuales interrelacionan, se realizó
un estudio descriptivo de índole retrospectiva en el área de salud " Plaza de la Revolución" en la
Ciudad de La Habana. A través de una encuesta se exploraron los criterios de Médicos de Familia y
la población que recibe el servicio. Nuestro universo estuvo constituido por los 32 médicos que
laboran en el policlínico y que atienden a la población residente en el área. El universo de destinatarios de los servicios lo constituyeron todas las familias que pertenecen a esta área de salud (5 895).
Se realizó un muestreo por conglomerados bietápico con selección de consultorios con probabilidad
proporcional al número de familias y selección sistemática de familias dentro del consultorio (196 en
total). Se identificó que, si bien es aceptable el acceso de la población a los servicios del policlínico,
la regionalización de los servicios entre los niveles primario y secundario presenta dificultades
apreciables. Además se evidencia que a pesar de que la inmensa mayoría de los pacientes accedió
a la atención secundaria por mecanismos colaterales, la accesibilidad de la población al sistema (en
última instancia) estuvo garantizada.
Descriptores DeCS: ATENCION PRIMARIA DE SALUD/métodos; ATENCION SECUNDARIA DE SALUD/
métodos; MEDICOS DE FAMILIA; REMISION Y CONSULTA; ENCUESTAS DE ATENCION DE LA SALUD;
CALIDAD DE LA ATENCION DE SALUD; ATENCION PROGRESIVA AL PACIENTE; RELACIONES
INTERINSTITUCIONALES/métodos; RELACIONES COMUNIDAD-INSTITUCION.
Uno de los principios inherentes a
nuestro sistema nacional de salud (SNS) es
el de la atención continuada a los pacien-
1
2
3
tes. La organizadora de la atención médica
por niveles, según la complejidad de los
problemas de salud y la disponibilidad de
Especialista de I Grado en Medicina General Integral. Médico de Familia. Policlínico "Plaza de la
Revolución". Profesor Asistente ISCM-H.
Doctor en Ciencias. Investigador Titular del ISCM-H.
Especialista de I Grado en Psiquiatría. Funcionario de la Organización Panamericana de la Salud.
556
recursos para su solución, posibilita en teoría una atención diferenciada a los pacientes atendiendo a estos criterios. Por ser el
nivel primario de atención la puerta de entrada al sistema, resulta primordial su papel
en la determinación del grado de complejidad y nivel de atención en el que se debe
solucionar un problema de salud concreto.
Por otra parte, siendo el nuestro un sistema de salud abierto, existe la posibilidad
de que algunos pacientes acudan directamente a los hospitales en busca de atención. En este caso, para asegurar el carácter
sistémico de nuestra salud pública y garantizar el cumplimiento del principio de la atención continuada a los pacientes, desde la
atención secundaria se debería enviar comunicación al nivel primario sobre los resultados de la atención brindada; sin embargo tal retroalimentación no se produce,
lo cual constituye, en cierta forma, una
transgresión a los propios presupuestos del
sistema.1,2
A este problema ya identificado, se
suman algunas incógnitas: ¿en qué medida
los Médicos de Familia están remitiendo a
sus pacientes a la atención secundaria?,
¿qué apoyo reciben de las unidades del sistema para el estudio de sus casos?, ¿qué
porcentaje de pacientes acude al hospital
espontáneamente sin una remisión desde
la atención primaria?, ¿a través de qué mecanismos acceden a sus servicios? El presente trabajo procura arrojar luz sobre
estos temas y concretamente se propone
identificar las experiencias más relevantes
de la población del área de salud en materia
de atención continuada a los pacientes, así
como conocer el criterio de los profesionales de la APS en relación con el papel que
desempeñan en el proceso de referencia de
pacientes y el apoyo que reciben (para su
gestión) de las otras unidades con las cuales se interrelacionan.
Métodos
Se realizó un estudio descriptivo de
índole retrospectiva por conducto del cual
se exploraron los criterios de Médicos de
Familia y la población que recibe el servicio
acerca del tema que nos ocupa. Para el estudio se escogió el área de salud "Plaza de
la Revolución", en el municipio del mismo
nombre, por tratarse de una pionera en la
puesta en marcha del nuevo programa del
Médico y Enfermera de la Familia y ser el
centro nacional de referencia para la atención primaria de salud en Cuba, de donde
egresaron los primeros especialistas en
Medicina General Integral.
En relación con los médicos de la atención primaria, nuestro universo estuvo constituido por los 32 que laboran en el
policlínico y que atienden a la población
residente en el área; consideramos que estos deben tener un nivel de interrelación
similar con sus 3 hospitales base, además
de utilizar los servicios que ofrece el
policlínico. Consecuentemente, estos profesionales estaban en condiciones de testimoniar sus experiencias en materia de
interrelación con el policlínico y los hospitales, desde el punto de vista asistencial. A
través de una encuesta se indagó acerca de
los mecanismos utilizados para la remisión,
las vías a través de las cuales se garantiza
el acceso de los pacientes a las diferentes
unidades y el apoyo que el Médico de Familia percibe tener de éstas para complementar su labor asistencial.
El universo de destinatarios de los servicios lo constituyeron todas las familias
que pertenecen a esta área de salud. Se realizó un muestreo por conglomerados
bietápico con selección de consultorios
con probabilidad proporcional al número de
familias y selección sistemática de familias
dentro del consultorio, realizada esta últi-
557
ma con una fracción adecuada de manera
que la muestra final resultara equiprobabilística. Del total de 5 895 familias que
atiende el policlínico se decidió seleccionar
alrededor de 200. Esto equivalía a tomar alrededor de 900 sujetos (4,5 como promedio
por familia), partiendo de que aproximadamente entre el 10 y el 15 % de ellos hubiese
tenido contacto con el hospital o el
policlínico; tal procedimiento aseguraría no
menos de 100 sujetos con experiencias susceptibles de ser comunicadas en materia de
interrelación.
Se decidió tomar 8 consultorios de los
32 existentes, como se explicó, con probabilidad proporcional al número de familias
en cada cual, y luego seleccionar sistemáticamente alrededor de 15 familias dentro
de cada consultorio elegido. El tamaño de
la muestra elegida respondió básicamente
a los recursos humanos y de tiempo disponibles, pero cuidando que fuera aceptable a los efectos de las estimaciones previstas y acorde con estudios similares en
la literatura.
En cada núcleo familiar seleccionado
se identificaron a aquellas personas que
hubiesen acudido a recibir atención médica
(interconsulta, cuerpo de guardia, laboratorio clínico, departamento de radiodiagnóstico, fisioterapia o ingresos) al policlínico o al hospital, en el período comprendido entre enero de 1996 y febrero de 1997. A
cada persona que hubiese tenido estas experiencias se le aplicó una encuesta. En el
caso de que una misma persona hubiese
acudido en más de una ocasión al policlínico
o al hospital, se tomó como referencia la
última visita realizada. Si una misma persona había acudido al policlínico y al hospital
en el período señalado se le aplicaron sendas encuestas, en relación con las últimas
visitas. Al aplicar la encuesta a la población se tuvieron en cuenta los siguientes
criterios de exclusión: personas que no
asistieron al policlínico o a los hospitales
en el período determinado para el estudio,
personas que acudieron al policlínico o a
los hospitales, pero en una fecha anterior a
la determinada para el estudio, y familias
que residieran fuera del área o se hubieran
radicado en ella recientemente.
Para la aplicación de las encuestas contamos con la colaboración de 4 internos de
medicina, los cuales fueron previamente
entrenados. Toda la información recopilada se introdujo en una base de datos para
su análisis por medio, básicamente, de distribuciones de frecuencias.
Resultados
Se encuestaron 32 Médicos de Familia
que laboran en los consultorios que atienden a la población que reside en el área de
salud, de ellos 15 eran especialistas en MGI
y 17 residentes de la especialidad. Del total
de 196 familias seleccionadas en la muestra
fueron encuestadas 169, que representan
un 86,2 %. No se pudieron encuestar a 27
familias (13,8 %) por no encontrarse persona alguna en el momento de la visita, u otras
que fueron albergadas en otros sitios ante
el peligro de derrumbe de sus casas. En 23
familias (11,7 %) ningún miembro requirió
de atención médica en el período. En 146
familias (88,3 %) se recogieron 228 experiencias de pacientes que acudieron al
policlínico o a los hospitales; de ellas, 106
(46,5 %) fueron en el policlínico, y 122 (53,5 %) a
los hospitales.
I. Mecanismos a través de los cuales
se remite a los pacientes:
Los métodos empleados para la remisión de casos al policlínico se diferencian
de los utilizados para remitir a los hospitales. Los Médicos de Familia prefieren enviar a sus pacientes al policlínico con la
558
propia. En general, los servicios más demandados a este nivel también fueron los
de cuerpo de guardia y consulta externa (fig. 1).
historia clínica individual y, en menor medida, utilizan una hoja de remisión, aunque
con frecuencia un miembro del equipo de
salud los acompaña a las consultas en ese
centro. Sin embargo, para remitir pacientes
a los hospitales el procedimiento difiere, ya
que los Médicos de la Familia prefieren utilizar para esos casos la hoja de remisión, o en
menor medida, la historia clínica individual;
la práctica de acompañar a los pacientes al
hospital, es ocasional. En ambos casos, tanto al policlínico como a los hospitales, algunos médicos admitieron remitir verbalmente
y de forma ocasional a algunos pacientes.
Al policlínico acudieron con una remisión médica 83 pacientes (78,3 %) aproximadamente 8 de cada 10; los 23 restantes
(21,7 %), lo hicieron por voluntad propia, y
de estos, el mayor porcentaje fue directamente al cuerpo de guardia, y en menor medida a
la consulta externa. Sin embargo, a los hospitales acudió remitido por el Médico de Familia sólo el 13,9 % de los pacientes, mientras
que el 55 % decidió acudir por voluntad
II. Formas de acceder a las instituciones de salud:
Los Médicos de Familia refirieron que
a los pacientes que necesitan de los servicios que se ofrecen en el policlínico se les
facilita el acceso a partir de una remisión y,
en dependencia del tipo de servicio, a partir
de un turno que obtiene en el propio consultorio o en el policlínico. La opinión de
los médicos es favorable en relación con el
apoyo que reciben de los diferentes servicios del policlínico para su desempeño (fig. 2).
Este resultado se confirma cuando se advierte que, de los 83 pacientes que acudieron remitidos a este centro, 4 (4,8 %) fueron
valorados el mismo día, 75 (90,4 %) fueron
atendidos en los primeros 7 días y 3 (3,6 %)
dentro de los 15 días posteriores a la remisión.
100
90
80
70
60
50
40
30
20
10
Seguimiento
Otros médicos
559
To
tal
In
gr
es
o
tra
so
ni
do
Ul
Ot
s e r os
rv
ic
ios
Co
ex nsu
t er lt
na a
FIG. 1. Distribución de pacientes según mecanismos
a través de los cuales acuden al hospital.
Cu
gu erp
ar o
di de
a
0
Médico de familia
Voluntad propia
Rayos x
ECG
Medicina
natural y tradicional
Laboratorio clínico
Planificación familiar
Podología
Interconsulta
10
90 100 %
20
30
40
50
80
0
60
70
FIG. 2. Porcentaje de Médicos de Familia que consideran favorable el apoyo recibido del policlínico
según servicios.
FIG. 3. Porcentaje de Médicos de Familia que consideran favorable su nivel
de acceso al hospital según servicios.
Para garantizar el acceso de los pacientes remitidos al hospital los Médicos de
Familia están utilizando 2 canales diferentes: el 78,1 % (25) envía a sus pacientes con
frecuencia o siempre a través de los mecanismos establecidos por el sistema de salud, mientras que el 50 % (16) admite que,
además, busca con frecuencia la ayuda de
un trabajador de la salud conocido por ellos
o el paciente para garantizar un rápido acceso. Los Médicos de Familia de esta área
expresaron criterios predominantemente
desfavorables en relación con el acceso que
perciben tener a los servicios que se ofrecen en sus hospitales base (fig. 3).
Lo anterior se corrobora con lo recogido en la encuesta a los pacientes. Para consultas de seguimiento, acudieron a la atención secundaria 21 pacientes. De los 101
restantes que accedieron a los servicios
hospitalarios, 42 (41,6 %) fueron por voluntad propia, 39 (38,6 %) aseguraron su entrada a través de un trabajador de la salud conocido de ellos o de su médico, mientras
que 20 (19,8 %) acudió directamente con la
remisión u obtuvo su turno previamente a
560
partir de ella. Llama poderosamente la atención que todos los pacientes que accedieron al segundo nivel de atención por propia iniciativa o a través de un conocido fueron atendidos en el mismo día, mientras que
de los que acudieron remitidos, algunos
debieron esperar hasta 4 meses para la consulta (fig. 4).
30 días
(29 %)
1-15 días
(57 %)
15-30días
(14 %)
FIG. 4. Distribución de pacientes según lapsos de demora para ser valorados en el hospital.
Discusión
Es obvio que no existe una definición
completamente acertada en los mecanismos
que han de emplearse para la remisión de
pacientes, y llama la atención que la mayoría de los médicos aún continúa utilizando
la historia clínica individual para remitir pacientes al policlínico o a los hospitales. Este
resultado sorprende si se tiene en cuenta
que, desde la implementación de la carpeta
metodológica del MINSAP, en febrero de
1996, se estableció que las historias clínicas en atención primaria dejarían de ser
ambulatorias. Esta irregularidad se favorece porque esta disposición no siempre ha
estado aparejada a la orientación de la
revitalización de los archivos hospitalarios.
Desde nuestro puesto de trabajo percibimos la presión que ejercen sobre el pa-
ciente algunos profesionales de la salud del
policlínico o de los hospitales, para que él
acuda con su historia clínica como requisito indispensable para ser consultado. Esta
disposición no se ajusta a lo establecido y
genera contraindicaciones en el estilo de
trabajo de los médicos y con los pacientes,
sobre todo en el nivel primario. A su vez
contrasta con el elevado porcentaje de pacientes que acude por voluntad propia (fundamentalmente a los hospitales) y son atendidos sin remisión alguna y sin historia clínica. En relación con las remisiones verbales, no consideramos que esta práctica sea
correcta dentro del modo de actuación profesional de ningún médico; en el empeño
por establecer una efectiva comunicación
entre los profesionales del sistema nacional de salud, deben erradicarse tales actuaciones.
Sería útil al SNS investigar las razones
por las cuales ocurre este fenómeno, reflejo
de que los mecanismos establecidos para
garantizar la atención continuada del paciente a través del SNS, partiendo desde el
Médico de la Familia, no son eficaces y en
cierta medida cuestionan el carácter
sistémico de la salud pública en cuanto a
atención continuada se refiere. Si bien el
acceso al policlínico se produce básicamente según lo concebido, no ocurre lo mismo
en el caso de los hospitales donde, como
se vio, el acceso de los pacientes no se garantiza fundamentalmente por los procedimientos propios del sistema. La explicación
pudiera estar en el bajo nivel de acceso que
los Médicos de Familia de esta área tienen
a los hospitales para la solución de los problemas de salud de sus pacientes (fig. 3), lo
cual a nuestro juicio se deriva de una organización inadecuada de los servicios hospitalarios en función de satisfacer las necesidades de las áreas de salud con las cuales
deben interrelacionarse. Son evidentes las
limitaciones que existen para la indicación,
por parte los Médicos de Familia, de rayos
X, tanto en el policlínico como en el hospi-
561
tal, o de ultrasonidos en el caso de los hospitales.
No existe una comunicación efectiva
entre las instituciones de ambos niveles de
atención que posibilite el uso óptimo de los
recursos disponibles, los cuales aunque limitados, no deben ser exclusivos para el
nivel secundario de atención. Cualquier
persona que en un contacto con el Médico
de Familia perciba las limitaciones que (oficialmente) tiene la solución de su problema
concreto, difícilmente acudirá de nuevo a él
para solucionarlo. Esto puede favorecer el
hecho de que médicos y pacientes estén
utilizando con frecuencia la vía de acceder
al hospital a través de un trabajador de la
salud conocido, buscando la inmediatez, la
confianza, el compromiso personal con la
atención médica que se solicita y la seguridad en la contrarreferencia, que por la falta
de una adecuada regionalización no se está
garantizando.
Si asumimos que "una atención efectiva depende principalmente de la continuidad y de la comprensión global del paciente en su contexto, a partir de una estrecha
vinculación hospital-Médico de Familia",4
es fácil advertir que la eficacia en la comunicación para el logro de este objetivo resulta crucial, ya que en este proceso intervienen las relaciones entre los profesionales y entre las instituciones de ambos niveles de atención.
ción a los servicios del policlínico se ve
objetivamente facilitado; sin embargo, la
regionalización de los servicios entre los
niveles primario y secundario presenta dificultades apreciables, la más relevante identificada fue la baja accesibilidad de los Médicos de Familia a los servicios de los hospitales base.
La accesibilidad de la población al sistema (en última instancia) estuvo garantizada, pero este proceso no tiene lugar según lo establecido, porque el acceso de los
pacientes a la atención secundaria, en su
inmensa mayoría, se garantizó por mecanismos colaterales, mientras que el papel de la
atención primaria en este sentido fue marginado.
Recomendaciones
Partiendo del hospital deben establecerse nuevos y mejores vínculos de trabajo
con las áreas de salud, definir los mecanismos para la remisión y recepción de pacientes, e incorporar un modelo único para la
transferencia de pacientes a través del sistema de salud que garantice una comunicación mucho más efectiva y asegure el cumplimiento del principio de la atención continuada a los pacientes.
AGRADECIMIENTOS
Conclusiones
El principio de la atención continuada
a los pacientes en esta área no se cumple
según lo establecido. El acceso de la pobla-
Queremos expresar nuestro agradecimiento a
los doctores María Elena Astraín Rodríguez, Nereyda
Rojo López, Eduardo Vergara Fabián, Aidelís
Hernández Pérez y a todos aquellos que brindaron
su colaboración para realizar este trabajo.
SUMMARY: In order to identify the most significant experiences of the population concerning
the continuing attention to the patients and to know the criteria of the primary health care
professionals in relation to the role they played in the process of patient referral and to the support
they received (for their management) from other units with which they are interrelated,a descriptive
562
and retrospective study was conducted in the health area of Plaza de la Revolución, in Havana City.
A survey was done to know the criteria of the family physicians and of the population receiving the
medical services. Our universe was composed of 32 physicians who worked at the polyclinic and
attended the population living in the area and of all the families (5 895) from this health area that
recieved the medical services. A two-stage cluster sampling was performed by selecting the family
physician’s offices with a probability proportional to the number of families and by systematic
selection of families within the family physician’s office (l96 in total). It was observed that though
the access of the population to the services of the polyclinic is acceptable, the health care delivery
by regions at the primary and secondary levels have considerable difficulties. It was also proved
that in spite of the fact that most of the patients had access to secondary health care by collateral
mechanisms, the accessibility of the population to the system was guaranteed.
Subject headings: PRIMARY HEALTH CARE/methods; SECONDARY HEALTH CARE/methods; PHYSICIANS,
FAMILY; REFERRAL AND CONSULTATION; HEALTH CARE SURVEYS; QUALITY OF HEALTH CARE;
PROGRESSIVE CARE PATIENT; INTERINSTITUTIONAL RELATIONS/methods; COMMUNITYINSTITUTIONAL RELATIONS.
Referencias
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reto para funcionar como sistema. Rev Cubana Med Gen Interg 1999;15(1):5-6.
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Turabian JL. Cuadernos de medicina familiar
y comunitaria, una introducción a los principios de medicina de familia Madrid: Díaz de
Santos, 1995.
Recibido: 25 de septiembre del 2000. Aprobado: 6 de
noviembre del 2000.
Dr. Félix J. Sansó Soberats. Mariano No. 415
e/ Lombillo y Piñera, municipio Cerro, Ciudad de
La Habana, Cuba.
563
Rev Cubana Med Gen Integr 2000;16(6):564-7
CONOCIMIENTOS DE LOS MÉDICOS DE FAMILIA
SOBRE GRUPOS DE RIESGO DE ENFERMEDADES
DE TRANSMISIÓN SEXUAL
Denis Berdasquera Corcho1
RESUMEN: Se realizó un estudio observacional, descriptivo en 20 consultorios del Médico de
la Familia del Policlínico Docente Comunitario del municipio de Guanajay en la segunda quincena del
mes de Mayo de 1998. Se aplicaron técnicas rápidas de vigilancia en salud como la entrevista
semiestructurada, la observación no participativa y la revisión documental. Se concluyó que los
Médicos de Familia tienen los conocimientos teóricos sobre los grupos de riesgo de las enfermedades de transmisión sexual, pero su trabajo en el terreno con estos pacientes es deficiente, además
de tener escaso conocimiento sobre aspectos del programa de control de estas enfermedades
relacionados con la vigilancia, promoción y prevención.
Descriptores DeCS: ATENCION PRIMARIA DE SALUD; MEDICOS DE FAMILIA/educación; EPIDEMIOLOGIA
DESCRIPTIVA; ENFERMEDADES SEXUALMENTE TRANSMISIBLES/epidemiología; GRUPOS VULNERABLES; VIGILANCIA EPIDEMIOLOGICA.
El incremento de la morbilidad por enfermedades de transmisión sexual (ETS) tiene un alcance universal y continúa en ascenso a pesar de las técnicas modernas de
diagnóstico y los tratamientos eficaces de
que se disponen en la actualidad.1
En Cuba con la creación del plan del
Médico de la Familia y de los logros obtenidos por este personal en otros programas
de control, a partir de 1988 se comienza a
incrementar la participación del médico en
las acciones establecidas en el programa
de control de las ETS definiendo su partici-
1
pación en las actividades: notificación y tratamiento, investigación epidemiológica, localización y control de personas de riesgos, así como la toma de muestras para estudios bacteriológicos (Cuba. Ministerio de
Salud Pública. Cuadro epidemiológico. 1988
y 1989).
El presente estudio se realizó con el objetivo de identificar si los conocimientos adquiridos por los Médicos de Familia sobre
las ETS le permitirían proyectar un trabajo y
búsqueda activa con los grupos de riesgo de
estas enfermedades en su área de salud.
Especialista de I Grado en Higiene y Epidemiología. Jefe del Departamento de Enfermedades Transmisibles. Unidad Municipal de Higiene y Epidemiología de Guanajay.
564
Métodos
Se realizó un estudio observacional,
descriptivo en 20 consultorios del Médico
de la Familia del Policlínico Docente Comunitario de Guanajay en la segunda quincena del mes de Mayo de 1998. Se confeccionó una guía de entrevista semiestructurada
para los médicos en la que se indagó acerca
de sus conocimientos sobre los grupos de
riesgos de las ETS lo cual permitió proyectar una correcta búsqueda de casos en la
población. Por último se utilizó la técnica
de revisión documental de las historias clínicas individuales de los pacientes y la
dispensarización de las familias registradas
en los consultorios.
Resultados
El 100 % de los médicos entrevistados
tienen conocimientos teóricos de la importancia de la pesquisa y búsqueda activa de
sus grupos de riesgo para las ETS, igualmente el mayor porcentaje (80 %) considera que estas enfermedades constituyen un
problema de salud en su área.
Se vio también que conocen cuáles son
los agentes etiológicos causantes de las
ETS estudiadas (SIDA, blenorragia, sífilis,
condiloma acuminado, herpes simple y
pediculosis pubis); sin embargo, sólo el
60 % de los médicos conocen que la sífilis
es transmitida por relaciones sexuales
desprotegidas, por vía sanguínea y por vía
placentaria. Los 8 médicos restantes plantean indistintamente una u otra vía. Con
relación a la blenorragia, el 70 % reconoce
que esta puede ser transmitida de madre a
hijo en los partos transpelvianos ocasionando una oftalmía neonatal gonocóccica.
Reconocen igualmente como las medidas fundamentales para la prevención de
estas enfermedades la monogamia sexual y
el uso del preservativo o condón, pero se
realizan muy pocas actividades de promoción en la comunidad y no se busca apoyo
en el personal de salud capacitado ni en la
propia comunidad. Estas actividades se
sustentan solamente en las charlas educativas a los pacientes que acuden a consulta.
El 100 % de los médicos tienen conocimiento sobre los pasos a seguir cuando tienen en su población un paciente con
exudados uretrales o endocervicales positivos y serologías reactivas; sin embargo,
solo el 15 % identifica las actividades que
deben realizar ante un VIH positivo, y las
formas de interpretación de este complementario.
Aunque los médicos conocen teóricamente qué es en un grupo de riesgo, solo
un 55 % identifica a las embarazadas, contactos sospechosos asociados y casos de
otras ETS como los 3 principales grupos de
pesquisa y búsqueda activa en su comunidad. Indistintamente refieren otros grupos,
dentro de los que se encuentran:
− Un 70 % identifica a los casos de tuberculosis.
− Un 70 % a los donantes de sangre.
− Un 80 % a las personas con conductas
sexuales de riesgos.
− Un 65 % a los reclusos.
− Un 55 % a los nefrópatas y hemópatas en
tratamiento.
Es llamativo que solo un 30 % de los
médicos tiene identificada en su dispensarización y las historias clínicas individuales, su población de riesgo así como el seguimiento anual que se les debe realizar, no
constatándose en el resto el control que
debe llevarse en el área de salud de aquellos pacientes que por sus conductas
constituyan personas a pesquisar.
565
TABLA. Información recibida por los Médicos de Familia sobre aspectos relacionados con las
ETS
Sífilis
Blenorragia
SIDA
Condiloma
Aspectos
No.
Diagnóstico
Tratamiento
Complicaciones
Programa
Vigilancia
Prevención
Promoción
20
20
20
15
14
12
5
%
100
100
100
75
70
60
25
No.
20
20
20
15
14
12
5
%
100
100
100
75
70
60
25
No.
20
20
20
10
14
12
6
%
100
100
100
50
70
60
30
No.
8
8
7
0
2
6
3
%
40
40
35
0
10
30
15
Herpes
simple
No.
%
Otras
ETS
No.
%
5
4
4
0
2
6
3
10
10
10
0
2
6
3
25
20
20
0
10
30
15
50
50
50
0
10
30
15
Fuente: Entrevista semiestructurada.
El 100 % de los médicos refiere haber
recibido durante su residencia información
sobre diagnóstico, tratamiento y complicaciones sobre sífilis, blenorragia y SIDA, no
así sobre herpes simple, condilomas
acuminados y otras ETS de las que la información recibida es deficiente. Como se
muestra en la tabla se presentaron dificultades además en la docencia o capacitación
recibida sobre aspectos relacionados con
los programas de control de estas enfermedades, así como en actividades tan importantes como la vigilancia epidemiológica,
prevención y promoción.
Discusión
El control de los grupos de riesgos para
las ETS no solo requiere de conocimientos
teóricos por parte del personal médico. La
implementación del programa de control de
estas enfermedades ha constituido, sin dudas, un manual para el trabajo del Médico
de Familia en la atención primaria de salud;
le ha brindado la posibilidad de participar
en sus actividades, fundamentalmente en
la búsqueda activa, notificación y tratamiento de los casos, así como en su investigación epidemiológica. Por tales motivos, hay
que reforzar el trabajo a nivel de consultorios y en ellos juegan un papel importante
los grupos básicos de trabajo, las encuestadoras, el personal de psicología y de educación para la salud. El control de las ETS
comienza en el consultorio y es el Médico
de Familia el máximo responsable de su cumplimiento.
En su formación como integralista, hay
elementos del programa relacionados con
la vigilancia en salud, prevención y promoción que no están a su alcance; no obstante, el estudio de las enfermedades que tienen como vía de transmisión la sexual, forma parte de la autopreparación del propio
médico. Le corresponde al personal calificado en cada área el adiestramiento y capacitación, y posteriormente la supervisión
para controlar el cumplimiento de estos aspectos.
Conclusiones
Teóricamente, el Médico de Familia
conoce los grupos de riesgo de las ETS pero
su trabajo en la práctica no es satisfactorio.
El conocimiento sobre aspectos relacionados con la vigilancia, prevención y
promoción son deficientes en los consultorios visitados.
566
SUMMARY: An observational descriptive study was conducted in 20 family physician’s
offices of the Community Teaching Polyclinic, in the municipality of Guanajay, during the second
fortnight of May, 1998. Rapid health surveillance techniques such as the semistructured interview,
the participative observation and the documentary review were applied. It was concluded that the
family physicians have theoretical knowledge about the groups at risk for sexually transmitted
diseases, but that their field work is deficient and that they have little knowledge of the aspects
related to surveillance, prevention and promotion within the program for controlling these diseases.
Subject headings: PRIMARY HEALTH CARE; PHYSICIANS, FAMILY/education; EPIDEMIOLOGY,
DESCRIPTIVE; SEXUALLY TRANSMITTED DISEASES/epidemiology; RISK GROUPS; EPIDEMIOLOGIC
SURVEILLANCE.
Referencias
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Recibido: 25 de julio del 2000. Aprobado: 15 de
septiembre del 2000.
Dr. Denis Berdasquera Corcho. Calle 88 s/n e/ 57
y 61, Guanajay, La Habana, Cuba.
567
Rev Cubana Med Gen Integr 2000;16(6):568-73
TRABAJOS DE REVISIÓN
ROL DE GÉNERO Y FUNCIONAMIENTO FAMILIAR
Patricia Herrera Santi1
RESUMEN: En este trabajo se realiza un breve bosquejo del surgimiento y significación del
rol de género y se relaciona con algunos de los indicadores de funcionamiento familiar, analizando
en qué medida puede afectar la expresión favorable del mismo, alterar la dinámica interna de las
relaciones familiares y actuar como factor patógeno en la salud familiar.
Descriptores DeCS: IDENTIDAD SEXUAL; SALUD DE LA FAMILIA; RELACIONES FAMILIARES; SOCIALIZACION.
En el desarrollo histórico de la humanidad se han ido transmitiendo valores a través de la cultura, la religión, las costumbres, etc., relacionadas con el papel y rol
que deben asumir los diferentes sexos en la
sociedad. Por lo general la mujer se destinaba a la procreación, el cuidado de los hijos y del hogar, mientras que del hombre se
esperaba que fuera capaz de garantizar la
satisfacción de las necesidades de su familia y su subsistencia. La mujer, por tanto,
era relegada al ámbito doméstico, y el hombre era el que mantenía un vínculo con el
exterior del sistema familiar.
1
Desarrollo
Con el surgimiento de las clases sociales aparece también la discriminación de la
mujer y su conversión, por parte del hombre, en un objeto de placer y procreación.1
A lo largo del desarrollo de la sociedad los
individuos fueron aprendiendo, a través del
proceso de socialización, el comportamiento que cada uno debe asumir según fuera
hombre o mujer. Esta diferenciación, que
abarca normas de comportamiento, actitudes, valores, tareas, etc., y donde lo femenino
se debe supeditar a lo masculino, trasciende
Licenciada en Psicología. Especialista Principal. Profesora Asistente.
568
a todas las esferas de la vida y provoca una
relación de poder donde el hombre es el
dominante mientras que la mujer, su papel y
tareas, son devaluadas socialmente.
Como dice AZ Manfred,2 "Hablar de
mujer desde una perspectiva de género, es
referirnos a una historia de supeditación que
nace con la implantación del patriarcado en
las comunidades primitivas y no ha dejado
de ser así en las comunidades contemporáneas". Sin embargo, esta diferenciación de
normas y valores no afecta solo a la mujer,
ya que el hombre también es víctima de las
expectativas sociales que se tienen sobre
su comportamiento y desempeño, del cual
se espera siempre fortaleza, valentía, control emocional e independencia, entre otras
cosas.
Esta diferenciación entre los sexos se
conoce como rol de género, considerándose el género aquella categoría en la que se
agrupan todos los aspectos psicológicos,
sociales y culturales de la femineidad-masculinidad, y que es producto de un proceso
histórico de construcción social.3 Al analizar este concepto vemos que el género va
más allá del sexo, dado que este se limita a
las características biológicas y anatómicas,
mientras que en el género se integran características económicas, sociales, políticas,
jurídicas y psicológicas, además de las
sexuales.
Hay 3 elementos básicos en cuanto al
género, que son:
Asignación de género: Se da desde el
momento del nacimiento por los órganos genitales.
Identidad de género: Son los aspectos
biológicos y psicológicos que se establecen desde los primeros años de vida.
Rol de género: Conjunto de normas
establecidas socialmente para cada
sexo.
La familia constituye el espacio prima-
rio para la socialización de sus miembros,
siendo en primera instancia el lugar donde
se lleva a cabo la transmisión de los sistemas de normas y valores que rigen a los
individuos y a la sociedad como un todo.4
De esta manera, desde muy temprano,
la familia va estimulando el sistema de diferenciación de valores y normas entre ambos sexos, asentando así tanto la identidad
como el rol de género. Las reglas sociales
van deslindando de manera clara las expectativas relacionadas con los roles que las
personas deben asumir. Igualmente, la idea
que se tiene sobre el rol de padre, madre,
esposa o esposo, está condicionada en gran
medida por la sociedad de la cual somos
resultado (Fernández L. Roles de género.
Femineidad vs masculinidad. Tema No.5.
Marzo 1996. pág.18.).
El contexto familiar refuerza la diferenciación genérica, dando actividades diferentes a niños y a niñas; a las niñas se les
destinan aquellas relacionadas con el hogar, servir, atender a otros; mientras que a
los niños se reservan actividades de competencia que les permiten tener un mayor
control sobre el medio externo, lo cual es
una forma muy importante de ir delimitando
las normas de comportamiento y dejando
claras las expectativas sociales hacia cada
sexo. La familia, por tanto, es el principal
eslabón del proceso de tipificación sexual
dado que es formadora por excelencia y de
difícil sustitución.5
Este proceso de tipificación sexual se
observa en las familias, no solo en el proceso de transmisión de estos valores a las
nuevas generaciones, sino como parte intrínseca, importante e indiscutible de las
pautas relacionales que se establecen entre sus miembros, que conlleva, en no pocas ocasiones, a alteraciones en las relaciones familiares y en el funcionamiento familiar. De ahí que nos propongamos en este
trabajo hacer un análisis de su efecto en los
569
diferentes indicadores del funcionamiento
familiar, y cómo puede afectar el mismo, e
incidir de esta manera en la salud familiar.
Dentro de los elementos que interfieren considerablemente en la salud familiar
está la dinámica interna de las relaciones o
funcionamiento familiar. Cuando estas son
armónicas, hay cohesión familiar, una adecuada comunicación, flexibilidad, claridad
de reglas y roles, en fin, un adecuado funcionamiento familiar, hay una predisposición favorable a la salud en la familia como
sistema; sin embargo, cuando hay un funcionamiento inadecuado este se constituye en un factor de riesgo para la salud familiar.6
Como indicadores de un funcionamiento familiar adecuado puede considerarse la
flexibilidad en las reglas y roles familiares,
es decir que estas no sean rígidas, que no
se impongan, sino que sean claras y que se
asuman conscientemente por los miembros
existiendo complementariedad entre los integrantes del sistema familiar para su cumplimiento, con el objetivo de evitar la sobrecarga y sobreexigencia en algún miembro. Sin embargo, cuando analizamos este
indicador desde el concepto de género nos
damos cuenta que están indiscutiblemente
relacionados y que las problemáticas del
rol de género, en cuanto a las normas establecidas para cada sexo, imposibilita en
muchos hogares su comportamiento adecuado, manteniéndose, por lo general, un
modelo tradicional de distribución de las
tareas domésticas que da a la mujer la mayor responsabilidad ante ellas y mantiene
el hombre un rol periférico.
Al unirse a esto la creciente independencia e incorporación de la mujer a las actividades sociales, se provoca inevitablemente una sobrecarga y sobreexigencia en
ella, dinámica que se hace aún más compleja al tratar la familia, y el propio hombre, de
incorporarse cada vez más a estas tareas,
para tratar de asumir un rol diferente en aras
de lograr mayor complementariedad, pero
al no cambiar sus valores aparecen conflictos en la relación asignación-asunción del
rol, lo que afecta necesariamente los procesos de interrelación familiar. Esta situación
se convierte en un espiral, dado que las
madres educan, en la mayoría de los casos,
a sus hijos en patrones sexistas, mientras
que exigen que el padre participe más en las
tareas del hogar, con lo que provocan que
no queden claros los roles y valores en la
familia.
Según P. Arés se hace muy difícil cambiar porque aún persisten influencias sociales muy poderosas que son las generaciones precedentes, los medios de comunicación y la propia sociedad, que
en ocasiones promueven nuevos valores y a la vez preservan los de la familia
patriarcal. 8
Otro indicador importante del funcionamiento familiar viene dado por la jerarquía, donde debe quedar clara la posición
de poder, siendo más favorable en la medida en que se logre un sistema jerárquico
horizontal entre ambos miembros de la pareja, lo que es decir, un mismo nivel de poder en el subsistema conyugal con relación
a los otros subsistemas familiares; sin embargo aquí interviene también de manera
negativa el rol de género, dado que en Cuba
todavía persiste el modelo de familia tradicional patriarcal, caracterizada por vínculos de dependencia y jerarquía rígidos en la
que la mujer debe supeditarse al hombre,
no lográndose el nivel horizontal ya que
ellos responden también a su asignación
genérica que les crea la expectativa de que
deben ejercer poder y autoridad sobre otros.
Para que exista una jerarquía adecuada y
un adecuado funcionamiento familiar debe
haber igualdad, por esto la primacía del
hombre de una forma rígida conlleva a una
disfunción familiar.
570
Muy relacionado con este indicador
está otro que viene dado por las características de la relación autonomía-dependencia, considerándose como favorecedor de
un funcionamiento adecuado el hecho de
que el sistema familiar permita el desarrollo
de la identidad personal y la autonomía de
sus miembros. El papel de la mujer y la maternidad, tal y como es concebida en la estructura patriarcal, demanda de ésta instinto, entrega total y una negación de su ser
como persona, obstaculizando su autonomía e independencia, lo cual constituye un
factor patógeno del funcionamiento y la
salud familiar.
Según Arce M, al centrar la identidad
femenina en una matriz relacional, donde se
le exige a la mujer una actitud de servicio y
atención en forma incondicional a las demandas y necesidades de los otros, se
inhiben sus posibilidades de autoafirmación
y autonomía.4
No se podrían dejar de analizar 2 indicadores muy importantes de funcionamiento
familiar que son la comunicación y la afectividad en la familia, y que también se ven
afectados por lo asignado socialmente en
el rol de género interfiriendo en muchos
hogares en la adecuada dinámica interna
del sistema familiar.
La comunicación para que sea efectiva
y favorable a la salud familiar debe darse de
forma clara, coherente y afectiva; sin embargo, cualquier alteración de los procesos
de interrelación familiar la afecta y da lugar
a dobles mensajes, mensajes indirectos y
comunicaciones incongruentes que tienen
como principal causa dilemas no resueltos
y que se pueden poner de manifiesto, por
ejemplo, en los conflictos ante la asignación-asunción de roles, ante la necesidad
de realización personal y autonomía de la mujer,
y las limitaciones impuestas por la familia.
Se afecta también la comunicación en
tanto que la sobrecarga de roles, la sobre-
exigencia en la mujer, unido al papel periférico en que se mantiene el hombre, limitan
las posibilidades de comunicación con los
hijos y entre ellos como pareja, limitándola
en ocasiones a las cuestiones referentes a
la vida escolar o laboral.
Según P. Arés, "si los roles, los límites,
las jerarquías y los espacios están distorsionados, lo más probable es que ello altere
todo el proceso de comunicación e interacción familiar; por tal motivo el tema de la
comunicación no puede ser visto desligado de estos procesos".7
La afectividad o forma de expresar los
sentimientos se ve marcada también, indiscutiblemente, por los patrones de comportamiento y valores asignados por el rol de
género y la dinámica interna de la familia.
Para que esta sea funcional y promueva la
salud de sus miembros debe permitir y fomentar la expresión libre de la afectividad,
ser capaz de expresar las emociones positivas y negativas, y transmitir afecto.
Varios autores señalan que el proceso
de entrenamiento a que es sometido el hombre, estimula en ellos el uso de la violencia
para dominar a otros, para ejercer el poder y
para resolver conflictos, mientras por otra
parte se les restringe el contacto con el
mundo de los afectos, y se le obliga no solo
a inhibir sus sentimientos, sino también a
no sentir.4 La forma de expresar los sentimientos para los hombres y las mujeres se
refuerza continuamente de manera que se
llega a tomar como normal la actitud que
encierra contenidos discriminantes para
ambos; como por ejemplo, el considerar que
la mujer debe ser más emotiva, y asociar a
los hombres a la rudeza y la agresividad.
Evidentemente esto afecta la expresión libre de los sentimientos y la transmisión de
afecto dentro de la familia.
Por lo que hemos podido ver, la problemática de la asignación de un rol de género a hombres y a mujeres va más allá de
571
una significación social vista de manera
abstracta, ya que interfiere de manera palpable y ostensible en la vida cotidiana, en
las pautas de interrelación familiar y en la
dinámica interna de la familia, afectando, en
muchas ocasiones su funcionamiento y
sobre la base de ello, a la salud familiar.
No se puede negar que la familia cubana ha cambiado, y aunque se mantiene el
tipo de familia patriarcal y la estructura de
poder sigue siendo masculina, hay elementos que favorecen la modificación de algunos valores, normas y principios que apuntan hacia una posibilidad cada vez mayor
para que se facilite la transición de una nueva identidad cultural a las futuras generaciones, en la cual se reduzca en cierta medida la afectación que esta asignación genérica provoca en la dinámica familiar.
En las 2 últimas décadas se ha venido
produciendo una ruptura progresiva con la
familia típica tradicional caracterizada por
la jerarquía rígida entre el hombre y la mujer,
y entre padres e hijos, en papeles polarizados para lo masculino y lo femenino, en la
dicotomía de mundo público para el hombre-mundo privado para la mujer, y en el
modelo de la madre caracterizada por la entrega y abnegación, y el padre proveedor y
representante de la autoridad suprema (Arés
MP. Hacia la búsqueda de nuevos modelos
de interacción individuo-familia-sociedad.
En: Hogar dulce hogar ¿mito o realidad?
Facultad de Psicología. Universidad de La
Habana. 1998 pág. 2-4).
Como ejemplo de estos cambios operados en la familia tradicional cubana podemos ver las amplias posibilidades dadas a
la mujer para su integración plena a la sociedad y un mayor reconocimiento social,
lo cual favorece su independencia económica y su autonomía.
Hay también un rompimiento de las
asignaciones culturales que han producido cambios en las formas tradicionales de
asumir los roles y en la distribución de las
responsabilidades domésticas, siendo este
uno de los cambios más importantes de la
familia, aunque, como refiere P. Arés esta
tendencia provoca un aumento de los conflictos entre lo asignado y lo asumido en
los roles sexuales y parentales, ya que en
tiempos pasados lo asignado al rol de hombre, mujer, padre y madre se asumía sin conflicto, mientras que en la actualidad se
vivencian de manera conflictiva (Arés MP.
Abriendo las puertas a las familias del 2000.
En: Hogar dulce hogar ¿ mito o realidad?
Facultad de Psicología. Universidad de La
Habana. 1998. pág. 18-36).
Otro cambio muy importante viene
dado en los conceptos de autoridad y obediencia, lo cual posibilita que las jerarquías
se hagan más flexibles y los vínculos de
dependencia se vayan disolviendo,
lográndose cada vez más uniones sustentadas en motivos afectivos, y no por necesidades económicas, así como un mayor
nivel de realización personal de la mujer.
Conclusiones
Persisten sobrecargas para la mujer en
cuanto a las tareas del hogar, la educación
y crianza de los hijos, así como prejuicios y
concepciones erróneas sobre el papel de
cada miembro de la familia.
Todas estas transformaciones sociales
que, indiscutiblemente han generado cambios en los valores y patrones asignados genéricamente, y por tanto presuponen también
cambios en las pautas de relación interna familiar, están avaladas por legislaciones sociales como el Código de la Familia y el Código de
la Niñez y la Juventud, lo cual contribuye a que
nuestra sociedad se vaya perfilando cada
vez más hacia un equilibrio y flexibilidad
adecuados en cuanto al rol de género que
favorezca la armonía y la salud familiar.
572
SUMMARY: A brief sketch of the appearance and significance of the gender role is made in
this paper. It is also related to some indicators of family functioning and it is analyzed to what
extent this relationship may affect its favorable expression, alter the internal dynamics of the
family relations and act as a pathogenic factor in family health.
Subject headings: GENDER IDENTITY; FAMILY HEALTH; FAMILY RELATIONS; SOCIALIZATION.
Referencias
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Editorial Ciencias Sociales, 1990:18-36.
Recibido: 5 de octubre del 2000. Aprobado: 6 de
noviembre del 2000.
Lic. Patricia Herrera Santi. Edificio 685, apto 24,
zona 19, Alamar, municipio Habana del Este,
Ciudad de La Habana, Cuba.
573
Rev Cubana Med Gen Integr 2000;16(6):574-85
ACTUALIZACIÓN SOBRE HEPATITIS VIRAL: ETIOLOGÍA,
PATOGENIA, DIAGNÓSTICO MICROBIOLÓGICO Y PREVENCIÓN
Carmen Rodríguez Acosta1
Descriptores DeCS: HEPATITIS VIRAL HUMANA/diagnóstico; HEPATITIS VIRAL HUMANA/etiología;
HEPATITIS VIRAL HUMANA/microbiología; HEPATITIS VIRAL HUMANA/prevención & control; VIRUS
DE LA HEPATITIS/patogenicidad.
Los virus de la hepatitis producen
una inflamación aguda del hígado que
trae como consecuencia una enfermedad
clínicamente caracterizada por fiebre y
síntomas gastrointestinales como náuseas, vómitos e ictericia. Independientemente del tipo de virus, durante la enfermedad aguda se observan lesiones
histopatológicas idénticas. Por tanto, la
hepatitis viral se define como una infección hepática causada por un grupo de
virus hepatotróficos que se han denominado A, B, C, D y E. Recientemente se
han detectado los virus GB-A, GB-B, GB-C,
G, F y X. La hepatitis viral constituye uno
de los problemas de salud que con mayor
frecuencia ataca a la población mundial,
notificándose actualmente entre 10 000 y
20 000 casos, y en nuestro país figura como
la quinta causa de morbilidad.1
1
Desarrollo
ETIOLOGÍA Y PATOGENIA DE LOS
VIRUS DE LA HEPATITIS
Virus de la hepatitis A (VHA)
La hepatitis A es una enfermedad que
ha sido documentada desde el siglo XVII,
especialmente durante la guerra; sin embargo, la etiología viral fue postulada en 1940
y confirmada en 1944 cuando se demostró
que puede ser transmitida por la ingestión
de un infiltrado fecal libre de bacterias. Es
una enfermedad benigna autolimitada, con
un período de incubación de 14 a 15 días y
que afecta preferentemente a los niños en
una forma anictérica y frecuentemente
subclínica.
Especialista de I Grado en Microbiología Clínica. Máster en Bacteriología-Micología. Profesora Asistente.
574
La enfermedad clínica suele ser leve o
asintomática y rara después de la infancia.
El VHA no produce hepatitis crónica ni estado de portador, y solo en raras ocasiones
causa una hepatitis fulminante, de ahí que la
tasa de mortalidad asociada sea de 0,1 %.2,3
Existe por todo el mundo y es endémico en
países con higiene y salubridad deficientes, de manera que la mayoría de la población nativa tiene anti-VHA, detectable hacia los 10 años de edad.
En los países desarrollados la enfermedad tiende a ser esporádica y ligeramente febril, además en esos países la prevalencia de seropositivos aumenta gradualmente con la edad, alcanzando 50 % hacia
los 50 años en los Estados Unidos. Por lo
general, el VHA es responsable de cerca
del 25 % de los casos mundiales de hepatitis aguda clínicamente manifiesta.3
Se transmite por la ingestión de agua y
alimentos contaminados (especialmente
mariscos), y se vierte en las heces fecales
durante 2 semanas antes y después de 1 semana del inicio de la ictericia, por lo tanto un
contacto íntimo con una persona infectada, o la contaminación fecal-oral durante
este período da cuenta de la mayor parte de
los casos, y explica la aparición de brotes
en ámbitos institucionales como escuelas
y círculos infantiles. Dado que la viremia es
transitoria (durante el relativamente corto
período de incubación, y los primeros días
tras la aparición de los síntomas) este agente
en raras ocasiones está implicado en la hepatitis postransfusional.4
El VHA es un virus pequeño, que mide
de 25-28 nm, posee una simetría icosaédrica. Pertenece a la familia Picornaviridae,
contiene un genoma de tipo RNA. El
virión contiene 3 polipéptidos de 22 000
a 33 000 daltones y probablemente un cuarto polipéptido pequeño de un peso molecular de 2 500 aproximadamente. Estos
polipéptidos unidos forman la cápside
icosaédrica que contiene al virión y mide 27
nm de diámetro.3,5 El VHA es estable al tratamiento con éter, ácido y calor (60 °C), y su
infectividad puede preservarse durante un
mes, al menos, después de haberse secado
y almacenado a 25 °C y 42 % de humedad
relativa y durante años a-20 °C.
Este virus es destruido por autoclave
(121 °C durante 20 min), por agua hirviente
durante 5 min, por calor seco (180 °C durante 1 h), por radiación ultravioleta (1 min a
1,1 wats), por tratamiento con formalina
(1: 4000 por 3 días a 37 °C) o por tratamiento
con cloro (10 a 15 ppm durante 30 min). La
relativa resistencia ante los procedimientos
de desinfección evidencia la necesidad de
precauciones extras al tratar pacientes con
hepatitis y a sus productos patológicos, El
VHA es particularmente ácido, estable y
sobrevive al tránsito a través del tracto gastrointestinal, se replica en el intestino para
ser transportado por sangre al hígado, donde vuelve a replicarse en el citoplasma; el
daño celular es mediado por otros mecanismos presumiblemente inmunológicos.3,5,6
Virus de la hepatitis B (VHB)
La hepatitis B (HB) es considerada un
importante problema de salud pública mundial, por su distribución geográfica, por el
número de portadores crónicos (alrededor
de 400 millones), y por su relación con enfermedades hepáticas crónicas y hepatocarcinomas, que causan más de 1 millón de
muertes anuales. La piedra fundamental en
la historia de la HB la constituye el descubrimiento del antígeno australiano (AU)
descrito por Blumberg y otros en 1965. En
la actualidad se sabe que el AU corresponde a la cubierta externa del virus denominado antígeno de superficie del virus B (HBs
Ag).2 El VHB es la causa de la hepatitis
575
sérica, es el más versátil de los virus
hepatotróficos y puede producir:
1. Hepatitis aguda.
2. Hepatitis crónica no progresiva.
3. Hepatitis crónica progresiva que finaliza
en cirrosis.
4. Hepatitis fulminante con necrosis hepática masiva.
5. Estado de portador asintomático con o
sin enfermedad progresiva.
Además, desempeña un papel importante en el desarrollo del carcinoma hepatocelular y proporciona el telón de fondo para el
virus defectuoso de la hepatitis delta.
El VHB se encuentra presente en la
sangre durante los últimos estadios del período de incubación (entre 30 y 180 días), y
durante los episodios activos de la hepatitis aguda y crónica, y está presente en todos los líquidos corporales y patológicos
excepto en las heces. Es un virus resistente
y puede soportar grados extremos de temperatura y humedad; por tanto, los líquidos
corporales y la sangre son los vehículos
primarios de la infección, aunque no los
únicos, ya que el virus se puede transmitir
también por el contacto de secreciones corporales como el semen, saliva, sudor, lágrimas, leche materna y derrames patológicos.
Naturalmente la transfusión, producto
sanguíneo, diálisis, accidentes por punción
con agujas entre profesionales de la salud,
drogadicción intravenosa y actividad homosexual, constituyen las principales categorías de riesgo para la infección por VHB.
En 1/3 de los pacientes la fuente de infección es desconocida, y en regiones endémicas como África y el sudeste asiático, la
transmisión desde una madre infectada al
recién nacido durante el nacimiento (transmisión vertical) es común. Estas infecciones neonatales conducen a un estado de
portador de por vida.2,7
El VHB mide 42 nm y tiene forma circular. Pertenece a la familia Hepadnavirus, un
grupo de virus que contienen ADN con
cepas que producen hepatitis en el hombre
y otras especies. La microscopia electrónica de sueros reactivos a HBs Ag revela 3
tipos morfológicos. Los más numerosos son
las partículas esféricas que miden 22 nm de
diámetro y están constituidas exclusivamente por HBs Ag, como las formas
tubulares o filamentosas, que tienen el mismo diámetro, pero pueden tener más de
200 nm de longitud, y son el resultado de la
sobreproducción de HBs Ag. Con menos
frecuencia, se observan viriones esféricos
más grandes, de 42 nm, conocidos originalmente como partículas Dane.
La superficie exterior, a manera de envoltura, contiene HBs Ag y rodea una porción central de núcleo-cápside de 27 nm que
contiene HBc Ag. El genoma viral está constituido por DNA circular de doble tira con
un peso molecular de 2 x 106 y 3200 pb de
longitud. Diferentes virus de VHB que se
han aislado comparten un 90 a 98 % de
homología en secuencia del nucleótido.
Hay 4 estructuras de lecturas abiertas
que codifican 7 polipéptidos: estas incluyen proteínas estructurales de la superficie, porción central del virión, un transactivador transcripcional pequeño (X), y una
proteína de polimerasa grande (P) que incluye polimerasa DNA, transcriptasa
reversa, y actividades de RNAsa (H). El gen
s tiene 3 codones de iniciación en la estructura y codifica los HBs Ag principales, así
como a polipéptidos que contienen, además, secuencias pre-s2 o pre-s1. El gen c
tiene 2 codones de iniciación en la estructura y codifica HBc Ag, además de proteína
HBe, que es transformada para producir HBe
Ag soluble.
La estabilidad de HBs Ag no siempre
coincide con la del agente infectante; sin
embargo, ambos son estables a-20 °C du-
576
rante más de 20 años, y a la congelación y
descongelación repetidas. El virus también
es estable a 37 °C por 60 min y se conserva
viable después de ser desecado y almacenado a 25 °C por 1 semana cuando menos.
El VHB (pero no el HBs Ag) es sensible a
temperaturas más altas (100 °C x 1 min), o a
períodos de exposición más prolongados
(60 °C x 10 h), dependiendo de la masa de
virus presentes en la muestra. El HBs Ag es
estable a pH de 2,4 durante 6 h, pero se
pierde la infectividad del VHB. El hipoclorito
de sodio a 0,5 % destruye la antigenicidad
en menos de 3 min en soluciones con bajas
concentraciones proteínicas, pero las muestras no diluidas del suero requieren concentraciones mayores (5 %). El HBs Ag no
es destruido por la irradiación ultravioleta
del plasma o de otros productos sanguíneos. Tras la exposición al virus hay un
período de incubación asintomático relativamente largo, de unas 6 a 8 semanas como
promedio (oscilando entre 4 y 26 semanas),
seguido por una enfermedad aguda que
dura varias semanas o meses.8-10
Virus de la hepatitis C (VHC)
Durante casi 20 años se ha sabido que
la hepatitis no A, no B, de transmisión
parenteral, causa entre el 90 y el 95 % de los
casos de hepatitis asociados a transfusiones. La larga búsqueda del agente causal
fue recompensada en 1989 con la clonación
del virus de la hepatitis C (VHC) y es considerada como una de las nuevas enfermedades (emergentes). Los métodos serológicos
han establecido hoy día que el VHC es el
principal causante de la enfermedad hepática en todo el mundo.2,7 Se calcula que en Estados Unidos anualmente se dan de 150 000 a
170 000 nuevos casos de VHC.
Las vías principales de transmisión son
las inoculaciones y las transfusiones sanguíneas. Se ha comprobado la transmisión
vertical, mientras que la transmisión por
contacto sexual parece ser extremadamente
baja. La hepatitis esporádica de causa desconocida da cuenta del 40 % de los casos.
La seroprevalencia en la población de Estados Unidos es de 0,2 al 0,6 %, y de un 8 %
en homosexuales y en contactos domiciliarios con niveles más altos en pacientes sometidos a hemodiálisis (8-24 %), hemofílicos
(55-85 %) y drogadictos por vía intravenosa
(50-90 %).7
A su vez, los pacientes con cirrosis no
explicada y carcinoma hepatocelular tienen
unas tasas de prevalencia de VHC que superan en 50 %. En contraste con VHB, el
VHC tiene una frecuencia elevada de progresión a enfermedad crónica y a cirrosis,
excediendo al 50 %. Por tanto, mientras se
calcula que el VHB causa 30 000 nuevos
casos de hepatitis crónica al año en Estados Unidos, esta cifra es de 85 000 para el
VHC. De hecho el VHC puede ser la causa
principal de enfermedad hepática crónica
en el mundo occidental.2,7,11
El VHC es un virus RNA, pequeño,
monocateráneo y recubierto, con un diámetro de 30-60 nm, clasificado hoy en día
como un Flavivirus. Los viriones VHC aún
han de identificarse dentro de los
hepatocitos y el mecanismo de lesión hepática no se ha establecido. Se ha implicado tanto a la replicación citocida de VHC,
como los acontecimientos mediados por
mecanismos inmunológicos.3
El período de incubación para la HVC
varía entre 2 y 26 semanas con una media
entre 6 y 12 semanas. El RNA del VHC se
detecta en la sangre durante 1 a 3 semanas,
coincidiendo las elevaciones de las
transaminasas séricas. El ARN circulante
persiste en muchos pacientes a pesar de la
presencia de anticuerpos neutralizantes incluyendo a más del 90 % de los pacientes
con enfermedad crónica. El curso clínico de
la hepatitis aguda por VHC probablemente
577
sea más leve que el VHB, pero pueden
existir casos concretos más graves e
indistinguibles de la hepatitis por VHA y
VHB. Un rasgo clínico bastante característico lo constituyen las elevaciones
episódicas en las transaminasas séricas,
con períodos interrecurrentes normales o
cercanos a la normalidad. Por otra parte,
las transaminasas séricas pueden estar
elevadas de forma persistente o permanecer normales.2,8
La infección persistente y la hepatitis
crónica son los signos característicos de la
infección por VHC a pesar de la naturaleza
generalmente asintomática de la enfermedad aguda. La cirrosis puede estar presente en el momento del diagnóstico o puede
desarrollarse de 5 a 10 años después. De
interés particular es el hallazgo de que los
títulos elevados de inmunoglobulina G(IgG)
anti-VHC tras una infección activa no parecen conferir una inmunidad efectiva a una
infección posterior por VHC, ya sea por
reactivación de una cepa endógena, o por
infección por una nueva cepa. Esto puede
entorpecer los esfuerzos de realizar una
vacuna eficaz contra el VHC, especialmente porque el VHC parece ser un virus relativamente inestable con alteración continuada en la expresión del Ag de cubierta.3,9,11
Virus de la hepatitis D (VHD)
También llamado "agente delta" y virus de la hepatitis delta, el virus de la hepatitis D (VHD) es un virus RNA simple, de
replicación defectuosa, que causa infección
solo cuando es encapsulado por HBs Ag,
por consiguiente aunque taxonómicamente
distinto del VHB, el VHD es absolutamente
dependiente de la información genética proporcionada por el VHB para su multiplicación, y produce hepatitis solo en presencia
de VHB. El VHD es el virus más pequeño
que se conoce, mide de 35 a 37 nm, tiene
una densidad de flotación de 1,24 a 1,25 g/mL,
y contiene el genoma del virus D y el
antígeno D (AgD) dentro de una cubierta
formada por AgsVB. El virus D inhibe la
síntesis del genoma del virus B y sus productos.3
El HDAg se ha sometido a tratamiento
químico y enzimático. No muestra pérdida
de actividad después de tratamiento con
ácido etilendiaminotetraacético, detergentes,
éter, nucleasas, glucosidasas o ácidos; pero
se detectó pérdida parcial o completa de su
actividad con alcalitiocianato, clorhidrato
de guanidina, ácido tricloroacético y
enzimas proteolíticas.3
El virus D afecta únicamente a personas portadoras del virus B. La infección
puede ser de nuevo por ambos virus, en
cuyo caso recibe el nombre de coinfección,
o bien un portador crónico del virus B se
infecta con el virus D, calificándolo como
sobreinfección.4,7 La coinfección simultánea por VHB y VHD dan lugar a una hepatitis que varía entre leve y fulminante, siendo menos probable la enfermedad fulminante (cerca del 3 al 4 %), que con el VHD solamente. Cuando se sobreañade a una infección crónica por VHB, surgen 3 posibilidades:
1. Una hepatitis aguda grave puede aparecer en un portador de VHB permanente
sano.
2. Una hepatitis leve por VHB puede convertirse en una enfermedad fulminante.
3. Puede desarrollarse una enfermedad crónica progresiva (80 % de los pacientes)
que a menudo termina en cirrosis.
La entidad que se presente en un momento dado, dependerá del estado previo
del individuo con relación a la presencia o
no de hepatopatía, la capacidad de su respuesta inmune, el tipo de infección y otros
factores aún no determinados.7
578
La infección por agente delta es de distribución mundial, pero la prevalencia varía
enormemente. En África, Oriente Medio y
el sur de Italia, en 20 a 40 % de los portadores de HBs Ag, tienen anti-VHD. En Estados Unidos la infección delta es infrecuente y es restringida a drogadictos y
hemofílicos, que muestran una tasa de prevalencia del 1 al 10 %. Otros grupos de riesgo para el VHD como varones homosexuales y profesionales de la salud, tienen un
bajo riesgo de infección por el VHD por razones poco claras. La infección delta es infrecuente también en la población de portadores de HBs Ag del sudeste de Asia y
China.4,9,10
Virus de la hepatitis E (VHE)
El virus de la hepatitis E (VHE) fue descrito recientemente, es una infección de origen hídrico, trasmitida por vía enteral, que
se presenta principalmente en adultos jóvenes y de mediana edad. Se han descrito
epidemias en la India, Asia Central y del
Sur, el Medio Oriente, África del Norte y
Occidental y México. La fuente de infección, por lo general, es agua contaminada,
por lo que las epidemias aparecen después
de la época de lluvia. La infección esporádica parece ser infrecuente y se observa
principalmente en viajeros.
El cuadro clínico es autolimitado,
como en la hepatitis A, se presenta con
ictericia, malestar general, anorexia, molestias abdominales, y hepatomegalia. Existen formas subclínicas, aunque aún no se
han caracterizado bien; no se ha observado viremia persistente, ni progresión a la
cronicidad. Un rasgo característico de la
infección es la elevada tasa de mortalidad
entre mujeres embarazadas, que se aproxima al 20 %, principalmente durante el 3er.
trimestre.2,4 El VHE no se asocia con enfermedad hepática crónica o viremia per-
sistente. Se ha reportado coagulación
intravascular diseminada (CID) en asociación con esta enfermedad; su período de
incubación medio tras la exposición es de
6 semanas.2
El VHE es un virus RNA monocatenario, no recubierto, que se caracteriza mejor
como un calicivirus. Las partículas virales
son de 32 a 34 nm de diámetro y el genoma
de ARN es de aproximadamente 7,6 kd de
tamaño. Puede identificarse un Ag específico (VHE Ag) en el citoplasma de los
hepatocitos durante la infección activa.
Los nuevos virus de la hepatitis GB y G
Desde comienzos de la década de los
90, se disponen de pruebas de laboratorio
que permiten en forma confiable el diagnóstico etiológico de la hepatitis provocada por
5 virus (A-E); sin embargo, en un pequeño
porcentaje de pacientes con cuadros correspondientes a hepatitis viral tanto aguda como crónica, no se detectan los virus
hepatotropos conocidos. Resulta evidente
la necesidad de continuar la búsqueda de
nuevos virus responsables de las hepatitis
no-A, no-B, no-C, no-D, no-E, (no A-E).
Refiere Carassinis,12 que la historia de
la hepatitis GB comienza en el año 1967,
cuando un médico cirujano de 34 años, de
Chicago, con iniciales GB, presenta un cuadro de hepatitis aguda. Al tercer día de la
aparición del íctero, la sangre del paciente
fue inoculada a monos de la selva tropical
americana de la familia Callithricidae que
comprende los géneros a los cuales pertenecen los monos tamarín y los monos titi.
Una vez inoculados, los animales desarrollaron la hepatitis, y fue esta la primera vez
que se logra inocular con éxito a un animal
con un virus hepatotropo humano.
Estos primates fueron seleccionados
por se muy ariscos y tener poco contacto
con el hombre, con lo cual se disminuía la
579
posibilidad de que estuviesen infectados
con un virus del ser humano. El agente que
se logró inocular fue denominado agente
GB por las iniciales del médico del que provenía y se postuló su naturaleza viral. Los
estudios iniciales con el agente GB, se vieron llenos de controversia, surgieron diversas conjeturas sobre si se trataba realmente de un virus humano transmitido experimentalmente al mono tomarín, o era un virus latente del propio animal. La caracterización en años subsiguientes de los virus
de la hepatitis A y B, permitió establecer
que el agente GB era distinto a estos 2 virus, y comenzó a pensarse que podía ser un
agente etiológico de la hepatitis no-A, noB; sin embargo, posteriormente se demuestra que animales previamente inoculados e
inmunes al virus de la hepatitis no-A, no-B
postransfusional, podían ser infectados con
el agente GB.
Durante un tiempo el agente GB dejó
de ser foco de atención de los investigadores, pero fueron guardadas congeladas
mezclas de sueros provenientes de monos
afectados. En el año 1995, 28 años después
de las primeras investigaciones, utilizando
sueros guardados, se logra infectar nuevamente a monos tamarín, y mediante técnicas de biología molecular se detectan en
estos animales 2 nuevos virus pertenecientes a la familia de los Flavivirus. De esta
forma pasan en ser de los primeros virus en
ser detectados, a los últimos en ser caracterizados.
Fragmentos correspondientes al
genoma de los virus GB fueron aislados
mediante amplificación selectiva de ácidos
nucleicos presentes en el suero de un mono
infectado. Para ello se compararon los ácidos nucleicos presentes en un mono
tamarín antes de ser inoculado con el suero
obtenido luego de ser infectado. Se trabajó
bajo la hipótesis de que los ácidos nucleicos
que solo estuvieran presentes en la mues-
tra del suero infectado deberían corresponder al virus; se utilizó el análisis diferencial
representacional (RDA), metodología que
permite amplificar secuencias de ácidos
nucleicos presentes en una determinada
fuente, en este caso el suero infectado.
Una vez aisladas las moléculas de ácidos nucleicos, el análisis genómico por reacción en cadena de la polimerasa (PCR)
determinó que no estaban presentes en el
ser humano, ni en el mono tamarín, ni tampoco en la levadura y la bacteria (E. coli)
utilizado durante algún momento de la metodología con fines de clonación. Mediante extensión y análisis de secuencias de los
ácidos nucleicos obtenidos se pudo mostrar la presencia de 2 moléculas distintas de
RNA de naturaleza viral y que fueron denominados virus GB-A y virus GB-B.
Utilizando la información y algunos
marcadores correspondientes a los virus
GB-A y GB-B, estudios posteriores, ya no
en primates sino en humanos, permitieron
caracterizar un tercer virus inductor de hepatitis, distinto de los 2 anteriores, pero
que guardaban similitud con ellos, se le
denominó virus GB-C.
Los estudios hasta ahora mencionados
fueron realizados en Chicago por un grupo
investigador de biología experimental dedicado al descubrimiento de nuevos virus
dependientes de laboratorios Abbott. En
forma casi simultánea, investigadores de
una firma de bioingeniería, Genelabs
Techno-logies Inc, de California, aísla en
suero proveniente de pacientes con hepatitis un Flavivirus que denomina virus de
la hepatitis G, que resulta ser muy parecido y probablemente similar al virus GB-C
antes mencionado. Las características del
genoma de estos virus los coloca en la familia Flavivirus, con mucha semejanza pero
distintos al virus de la hepatitis C, y filogenéticamente más distante de otros virus de
la misma familia como el de la fiebre amarilla
580
y el dengue. Los estudios hasta ahora realizados comienzan a establecer algunas características de los nuevos virus, así como
los modos de transmisión y las afecciones
que provocan en el hombre.
El virus GB-B constituye con toda probabilidad el agente causal de la hepatitis
GB, las evidencias hasta ahora obtenidas
indican que es un virus de origen humano,
inoculado a los monos tamarín. Es capaz de
replicarse en el hígado y provoca inflamación hepática tanto en el mono como en el
hombre, y puede ser transmitido por transfusiones de sangre. Aunque existe evidencia experimental previa de transmisión oral
del agente GB entre monos tamarín, en los
mismos estudiados no se ha logrado transmitir la infección a través de las heces.
El virus GB-C está estrechamente relacionado y posiblemente se trata del mismo
virus de la hepatitis G. Se ha detectado en
pacientes con hepatitis aguda y crónica, en
ocasiones asociado al virus de la hepatitis
C, y llama la atención su detección en pacientes con anemia aplástica asociada a
hepatitis. El virus de la hepatitis G ha sido
encontrado en pacientes con hepatitis aguda y crónica, tanto en niños como en adultos, asociado en algunos casos a hepatitis
con aplasia medular o anemia aplástica
idiopática. Se ha comprobado su persistencia hasta por 7 años en una hepatitis adquirida en la comunidad y hasta por 4 años en
hepatitis postransfusional.
El genoma virus de la hepatitis G ha
sido secuenciado, estudiando los sueros
de pacientes provenientes de diversas áreas
geográficas y se han podido comprobar
variaciones en la secuencia de nucleótidos
de las regiones que codifican las proteínas
estructurales y no estructurales; pero en
cambio, la región inicial 5 no codificada no
muestra variaciones, indicando que constituye una región altamente conservada, ideal
para el desarrollo de pruebas diagnósticas.
El virus tiene una distribución global, es
transmisible por transfusiones y está presente en donantes voluntarios en Estados
Unidos y en Japón.
Al traducir diversas áreas del genoma
se han obtenido proteínas virales específicas que se han utilizado como antígenos
para detectar anticuerpos mediante ensayo
inmunoenzimático (ELISA). El RNA específico viral también ha podido ser detectado mediante hibridización, previa amplificación con técnicas de PCR. Ambos procedimientos se han comenzado a utilizar para
estudiar la prevalencia de la infección por
estos virus. Al analizar los datos expuestos
surgen las siguientes observaciones:
1. Los nuevos virus tienen una distribución
mundial con variaciones regionales con
relación a su prevalencia.
2. Se encuentran presentes en donantes
voluntarios de sangre.
3. Los sujetos multitransfundidos muestran
una alta prevalencia de infección.
4. Con frecuencia coexisten con infección,
por virus de la hepatitis B y C, lo cual
sugiere que estos virus comparten algunos modos de transmisión.
5. La infección con estos virus se ha asociado con hepatitis aguda y crónica.
6. Existe una aparente asociación entre los
virus GB y G y la anemia aplástica.
7. Pacientes con hepatitis no-A-E, muestran porcentajes bajos de infección por
estos virus, lo que plantea la existencia
de hepatitis no-A-G y, por tanto, de otros
agentes aún no descubiertos.
DIAGNÓSTICO MICROBIOLÓGICO
Hepatitis aguda por virus A
El diagnóstico de la hepatitis aguda A
se hace al detectar en el suero el anticuerpo
581
de tipo IgM contra este virus (anti-VHAIgM). Existen varios métodos para su identificación, pero se deben utilizar los más
sensibles o de tercera generación, como el
radio inmunoensayo (RIE), o el inmunoensayo enzimático (ELISA). El antiVHA-IgM se encuentra circulante en la sangre, al tiempo que el paciente se presenta
con los síntomas de la hepatitis aguda, y
permanece en el suero de 4 a 6 meses, y en
ocasiones hasta 1 año. Cuando disminuyen los títulos del anti-VHA-IgM, aumentan progresivamente los títulos de anticuerpo IgG y este probablemente persiste de
por vida.5,13
Hepatitis aguda por virus B
El AgsVB es uno de los primeros marcadores serológicos que aparecen en un
sujeto con infección aguda por HVB. Cuando el paciente manifiesta los síntomas de la
fase prodrómica de la hepatitis, ya se detectan en el suero el AgsVB y el anticuerpo
contra el antígeno central o anticore de tipo
IgM. El diagnóstico de la hepatitis B aguda
se hace con el hallazgo de estos 2 marcadores. El tiempo que permanece en el suero el
AgsVB es aproximadamente 4 ó 5 meses, y
el anticore IgM de 2 a 4, durante la infección aguda.
La persistencia en el suero del AgsVB
por más de 6 meses, nos indica que el sujeto se ha convertido en un portador crónico
del virus B, en cuyo caso coexiste el anticore
total (principalmente de tipo IgG); mientras
que el anticore IgM puede en ocasiones,
permanecer circulante por algunos años.
Cuando se ha diagnosticado hepatitis aguda B, se debe buscar en qué fase de
replicación se encuentra el virus B. Esto se
hace al estudiar el sistema (Age y anticuerpo contra el Age-Anti-Age), el DNA-viral
(DNA-VHB) y la polimerasa del DNA. El
Age se encuentra presente durante aproxi-
madamente los primeros 3 meses de la infección y siempre se asocia al AgsVB en
suero; su presencia nos indica que el virus
está en fase de replicación alta. Cuando
desaparece el Age se puede detectar AntiAge, inmediatamente o al cabo de algunas
semanas (fase de ventana), lo que indica
que el virus está en fase de replicación baja,
y por ende, el suero es menos infeccioso,
situación que prevalece por 2 ó 3 años.
Por otra parte, el DNA-VHB puede detectarse en suero por técnicas de
hibridización y aún antes de la aparición
del Age o después de que haya desaparecido; mientras tanto, su presencia indica que
el virus B se replica en forma activa. Sin embargo, y por lo general, su presencia coincide
con la del Age aproximadamente 8 semanas
después del inicio de los síntomas, de lo
que se desprende que la persistencia de
ambos por más de 10 semanas puede ser el
indicativo de persistencia de infección viral.
La polimerasa del DNA permanece en el
suero por períodos similares al DNA-VHB.
En la actualidad es menos utilizada como
marcador de replicación viral.
El seguimiento de la hepatitis aguda B
con marcadores serológicos debe ser mensual, junto con la investigación del AgsVB
anticore IgM y Age. Al negativizarse el
AgsVB, se buscará el Ac correspondiente
anti-AgsVB, que por lo general, se encuentra en el suero al 5to mes de infección y sólo
al detectarlo se puede afirmar que el sujeto
está curado y hasta entonces debe ser dado
de alta. En ocasiones la aparición del antiAgsVB tarda algunas semanas o meses
después de la desaparición del AgsVB (fase
de ventana). Pese a lo anterior no se sabe
con precisión el tiempo, que permanece en
el suero el anti-AgsVB después de una infección aguda; probablemente sea de varios años, pero después de la inmunización
activa, la persistencia de este anticuerpo a
títulos altos es de 4 a 6 años.
582
El 90 % de las hepatitis agudas B en el
adulto se resuelven. Todos los eventos
serológicos de marcadores virales se suceden durante los primeros 6 meses después
de la infección, de tal modo que al cabo de
este período los únicos marcadores que se
encuentran son el anti-AgsVB, anticore total y anti-Age, que indican la curación de la
infección. Si por el contrario, a 6 meses de
detectado AgsVB en combinación con el
anticore total en un sujeto sintomático o
no, independientemente del estado de
replicación viral, el sujeto se ha convertido
en un portador crónico del virus B, y se
recomienda hacer una biopsia hepática.2,13
Hepatitis crónica por virus B
El diagnóstico del estado de un portador crónico de virus B se hace con la detección sérica del AgsVB y el anticore total. El
portador crónico puede o no padecer una
hepatopatía crónica, que se establece con
los estudios clínicos, bioquímicos y biopsia hepática. La presencia de Age-DNAVHB y polimerasa del DNA en el suero, indica fase de replicación viral alta que perdura por varios años. El DNA viral también
puede detectarse en el tejido hepático y
coincide por lo general con los hallazgos
serológicos. En ocasiones puede detectarse DNA-VHB en suero y/o tejido en ausencia de Age y con anti-Age, indicando
replicación viral alta; estos pacientes tienen una enfermedad hepática activa. La
seroconversión de Age a Anti-Age junto
con la desaparición del DNA viral en la
hepatopatía crónica, a diferencia de la hepatitis aguda, indica que el virus se ha integrado al genoma del hepatocito del huésped y puede acompañarlo una recaída de
hepatopatía con manifestaciones clínicas,
bioquímicas e histológicas. La integración
del virus B conlleva alto riesgo de desarrollar hepatocarcinoma.9,10,13,14
Hepatitis por virus D
El antígeno del VHD se expresa en el
hígado durante aproximadamente 4 semanas y en el suero por un período más corto.
La antigenemia D se correlaciona con la
severidad del daño hepático que se detecta
cuando la necrosis hepática es importante.
Aparece brevemente en el suero y para identificarlo debe tratársele con detergentes, por
eso no tiene mucha aplicación clínica. El
anticuerpo IgM contra el VHD (anti-VHDIgM) puede detectarse en el suero durante
aproximadamente 1 mes. El hallazgo de este
anticuerpo en conjunto con el AgsVB y el
anticore IgM, establecen el diagnóstico de
coinfección. El anticuerpo contra el VHD
de tipo IgG (anti-VHD-IgG) aparece en el
suero tempranamente y está presente por
varios meses. En el mercado existen
reactivos para la detección de solo este
anticuerpo, de tal modo que la detección de
elevaciones importantes de sus títulos puede ser utilizada como criterio diagnóstico
de infección por VHD. La curación de la
hepatitis D aguda se establece al igual que
en la hepatitis B por aparición en el suero
del anti-AgsVB.
En la hepatitis aguda no complicada
secundaria a coinfección por virus B y D,
el VHD sólo se expresa en el hígado por un
período más corto (1-2 semanas) y no hay
antigenemia. El AntiVHD-IgM aparece en
el suero durante un período de aproximadamente 3 semanas y raramente la coinfección
por virus B y D conlleva al desarrollo de
una hepatopatía crónica. Cuando ocurre la
coinfección por el VHD en un portador crónico del virus B, el diagnóstico se establece con la presencia del anti-VHD-IgG en
conjunto con AgsVB y anticore total. El
antígeno del VHD se presenta en el suero
en la etapa preclínica, o muy temprano cuando aparecen los síntomas, por lo que puede
pasar inadvertido. 13
583
Hepatitis aguda por virus C
Hepatitis crónica por virus C
A partir de 1989 en que se identificó al
virus C, se han desarrollado una serie de
pruebas serológicas para identificar los
anticuerpos contra este virus (Anti-VHC).
El ELISA de primera generación detecta
anticuerpos contra proteínas no estructurales (NS4), a pesar de que la seroconversión contra este antígeno (c100-3) se da en
el 80 a 95 % de los casos con hepatitis aguda postransfusional; la positividad de este
ELISA puede aparecer en 3 meses, y en
ocasiones hasta 1 año después del cuadro agudo. El ELISA de segunda generación detecta anticuerpos dirigidos contra la proteína c22-3 del core recombinante y c200 que representa un compuesto de c33c (NS3) y c100-3 (NS4).
Este ELISA se introdujo en 1991 y detecta del 10 al 20 % más de los pacientes con
hepatitis aguda postransfusional o esporádicos, comparado con el ELISA de
primera generación. Además, acorta el
período de ventana entre el inicio de la
enfermedad y la seroconversión, con la
posibilidad de ser positivo dentro de las
primeras 4 semanas iniciales de la enfermedad. Las pruebas confirmatorias son
el RIBA de primera y segunda generación (inmunoblot); el segundo es el más
sensible por incluir 4 antígenos recombinantes.
Solamente se detectan anticuerpos de
tipo IgG, los anticuerpos de tipo IgM aparentemente no preceden a los IgG. La detección de RNA-VHC por PCR en suero
correlaciona directamente con el RIBA de
segunda generación, por lo que su aplicación clínica será la de mejorar la detección
en casos seronegativos con hepatitis aguda, por ende, probablemente permanezca
como prueba diagnóstica secundaria al
tamizaje con serología.2,8
La prueba serológica de elección en
la hepatitis crónica C, es el anti-VHC de
segunda generación con la prueba
confirmatoria que puede ser RIBA de segunda generación o PCR. Aunque ya
existe un ELISA de tercera generación,
aún no se cuenta con experiencia clínica. 9,11
Hepatitis aguda por virus E
Por medio de ELISA con antígenos del
VHE recombinantes se han identificado
2 tipos de anticuerpos IgG e IgM (anti-VHEIgM); (Ami-VHE-IgG 918). El antígeno más
sensible fue el 3-2 (M), ya que detectó anticuerpo IgG por períodos más largos y fue el
único de los 4 antígenos utilizados en detectar anti-VHE-IgM.13
Conclusiones
En las hepatitis víricas se agrupan
varias infecciones bien definidas, similares en muchas maneras, pero diferentes
en cuanto a etiología y ciertas características epidemiológicas, inmunológicas,
clínicas y patológicas. Su prevención y
control varía considerablemente.
Sin dudas, los conocimientos alcanzados durante los últimos años han permitido
un mejor manejo de estos enfermos, aun
cuando quedan interrogantes que la ciencia se encargará de dilucidar.
AGRADECIMIENTOS
A la estudiante Liz Álvarez González por su
desinteresada colaboración en la confección de
este trabajo.
584
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Dra. Carmen Rodríguez Acosta. Prensa No. 255
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585
Rev Cubana Med Gen Integr 2000;16(6):586-92
LA CATEGORÍA BIENESTAR PSICOLÓGICO. SU RELACIÓN
CON OTRAS CATEGORÍAS SOCIALES
Carmen R. Victoria García-Viniegras1 e Idarmis González Benítez
2
RESUMEN: Desde los tiempos más remotos los pensadores, poetas y científicos han intenta-
do reflexionar y postular principios de diversa índole acerca del bienestar o felicidad del ser humano,
constituyendo en la actualidad un tema de estudio importante para la psicología y en general para
las ciencias sociales. Numerosos esfuerzos se han dirigido hacia el establecimiento de los componentes del bienestar, creándose para ellos distintos modelos para su estudio desde las perspectivas de
muy variadas disciplinas. El bienestar colinda con una serie de otras categorías psico-sociológicas y
sociológicas, siendo su delimitación conceptual y metodológica uno de los retos más grandes que
tienen ante sí estas ciencias. El presente trabajo pretende realizar un análisis de la categoría
bienestar desde un ángulo psicológico, estableciendo puntos de contacto con otras categorías
sociales, tales como: desarrollo económico, nivel de vida, condiciones materiales de vida, modo de
vida y estilo de vida.
Descriptores DeCS: BIENESTAR SOCIAL; SALUD MENTAL; FELICIDAD; CALIDAD DE VIDA; ESTILO DE
VIDA; SATISFACCION PERSONAL.
El estudio del bienestar humano es sin
duda, un tema complejo y sobre el cual los
científicos sociales no logran un consenso. La falta de acuerdo en su delimitación
conceptual se debe, entre otras razones, a
la complejidad de su estudio, determinada
en mucho por su carácter temporal, su naturaleza plurideterminada, donde intervienen factores objetivos y subjetivos. En torno al bienestar humano existe una diversidad de enfoques, lo que no ha permitido
aún, llegar a un consenso en cuanto a su
1
2
conceptualización y medición. Uno de los
componentes fundamentales del bienestar es
la satisfacción personal con la vida. Esa satisfacción surge a punto de partida de una
transacción entre el individuo y su entorno
micro y macrosocial, con sus elementos actuales e históricos, donde se incluyen las
condiciones objetivas materiales y sociales,
que brindan al hombre determinadas oportunidades para la realización personal.
Estudiar el bienestar resulta vital, pues
a nivel social toca puntos tan neurálgicos
Especialista en Psicología de la Salud. Investigadora Titular. Facultad de Ciencias Médicas "Miguel
Enríquez".
Especialista en Psicología de la Salud. Profesora Asistente. Facultad de Ciencias Médicas "Calixto
García".
586
como la movilización de las masas para el
cambio social y la responsabilidad común
ante hechos ambientales y ecológicos. A
nivel individual, toma en cuenta aspectos
cualitativos y cotidianos del hombre vinculados a su felicidad que categorías sociales tales como el desarrollo económico
no pueden por sí solas explicar.
Por otra parte, el desarrollo evidenciado por el concepto de salud en las últimas
décadas y la realización de innumerables
investigaciones clínico-epidemiológicas
han demostrado el vínculo de la salud con
un conjunto de factores que trascienden lo
biológico. Muchas de estas categorías
psicosociales han contribuido de una forma u otra al creciente auge y desarrollo de
los estudios acerca del bienestar subjetivo.
En la búsqueda del aspecto positivo de la
salud, dicha categoría se hace necesaria,
junto con otras, para abordar los factores
psicológicos y sociales influyentes en el
proceso salud-enfermedad.
El bienestar subjetivo es parte de la
salud en su sentido más general y se manifiesta en todas las esferas de la actividad
humana. Es de todos conocido que cuando
un individuo se siente bien es más productivo, sociable y creativo, posee una proyección de futuro positiva, infunde felicidad y la felicidad implica capacidad de amar,
trabajar, relacionarse socialmente y controlar el medio.1 Está demostrada la asociación entre algunos estados emocionales y
respuestas de enfrentamiento al estrés de
un tipo u otro.2 Todo esto explica por sí
solo la relación del bienestar psicológico
con los niveles de salud.
La investigación del bienestar subjetivo, sin embargo, ha sido abordada por los
investigadores de manera difusa y poco clara, manejándose indistintamente conceptos
tales como bienestar subjetivo, bienestar
psicológico, salud mental y felicidad. Además, tampoco está claramente definida su
vinculación con otras categorías de corte
sociológico y sociopsicológico, tales como
calidad de vida, desarrollo económico y nivel de vida, condiciones de vida, modo de
vida y estilo de vida.
Desarrollo
El bienestar subjetivo es parte integrante de la calidad de vida que tiene un carácter temporal y plurideterminado. Algunos
autores defienden la medición del bienestar mediante sus diferentes componentes,
o sea, la satisfacción por áreas más que
mediante una medición única del bienestar
subjetivo, mientras que otros proponen una
valoración global.3
Otros autores han considerado el bienestar subjetivo como expresión de la afectividad.4 Para Lawton, el bienestar es visto
como una valoración cognitiva, como la
evaluación de la congruencia entre las metas deseadas y las obtenidas en la vida,5
mientras que Diener y otros6 brindan una
concepción más integradora del bienestar
subjetivo considerándolo como la evaluación que hacen las personas de su vida,
que incluye tanto juicios cognitivos como
reacciones afectivas (estados de ánimo y
emociones).
El término bienestar lleva implícita la
experiencia personal, y por tanto hablar de
bienestar subjetivo puede considerarse una
redundancia. Existe una íntima relación de
lo afectivo y lo cognitivo por lo que el bienestar es definido por la mayoría de los autores como la valoración subjetiva que expresa la satisfacción de las personas y su grado de complacencia con aspectos específicos o globales de su vida, en los que predominan los estados de ánimo positivos.
El bienestar subjetivo enfatiza un carácter vivencial en su sentido más amplio,
aunque resulta imprescindible esclarecer su
587
vínculo con otras categorías de carácter más
social. El término bienestar psicológico ha
sido utilizado como sinónimo de bienestar
subjetivo; de hecho ambos términos están
estrechamente relacionados. El bienestar
psicológico puede ser considerado como
la parte del bienestar que compone el nivel
psicológico, siendo el bienestar general o
bienestar subjetivo el que está compuesto
por otras influencias, como por ejemplo la
satisfacción de necesidades fisiológicas.
El bienestar psicológico trasciende la
reacción emocional inmediata, el estado de
ánimo como tal. La controversia entre los
aspectos estables y transitorios del bienestar ha caracterizado su abordaje por los
diferentes autores. Aunque hay una fuerte
evidencia a favor de la existencia tanto de
aspectos estables como de aspectos transitorios del bienestar subjetivo, los aspectos estables parecen tener efectos
significativamente más fuertes que los aspectos transitorios.
El bienestar psicológico es un constructo que expresa el sentir positivo y el
pensar constructivo del ser humano acerca
de sí mismo, que se define por su naturaleza subjetiva vivencial y que se relaciona
estrechamente con aspectos particulares del
funcionamiento físico, psíquico y social. El
bienestar posee elementos reactivos, transitorios, vinculados a la esfera emocional,
y elementos estables que son expresión de
lo cognitivo, de lo valorativo; ambos estrechamente vinculados entre sí y muy influidos por la personalidad como sistema de
interacciones complejas, y por las circunstancias medioambientales, especialmente
las más estables.
Las diferencias sociodemográficas, no
sólo pueden producir diferentes niveles de
bienestar y de salud7 (Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo Humano. New
York. Informe 1994), sino también diferentes formas de encontrar el bienestar psico-
lógico. Puede esperarse que las causas del
bienestar difieran según el ciclo vital, las
condiciones de vida, el nivel educacional,
la ocupación o el grupo social.
El bienestar es una experiencia humana vinculada al presente, pero también con
proyección al futuro, pues se produce justamente por el logro de bienes. Es en este
sentido que el bienestar surge del balance
entre las expectativas (proyección de futuro) y los logros (valoración del presente),
lo que muchos autores llaman satisfacción,
en las áreas de mayor interés para el ser
humano y que son el trabajo, la familia, la
salud, las condiciones materiales de vida,
las relaciones interpersonales, y las relaciones sexuales y afectivas con la pareja. Esa
satisfacción con la vida surge a punto de
partida de una transacción entre el individuo y su entorno micro y macrosocial, donde se incluyen las condiciones objetivas
materiales y sociales, que brindan al hombre determinadas oportunidades para la realización personal.
Las condiciones materiales de vida, por
constituir las condiciones reales en que los
hombres producen y reproducen su existencia social e individual, aporta elementos
decisivos al bienestar humano, sin embargo, ellas constituyen sólo un aspecto en
su naturaleza plurideterminada. Las condiciones de vida no son más que aquellas
condiciones materiales, espirituales y de
actividad en las que transcurre la vida de
las personas. Entre las condiciones de vida
están la disponibilidad de fuentes de trabajo, condiciones de vivienda, servicios de
atención médica, disponibilidad de alimentos, existencia de centros culturales y deportivos, saneamiento ambiental, transporte, comunicaciones, etcétera.
Las condiciones de vida, como es obvio, tienen en su base el desarrollo económico alcanzado por una sociedad en un
tiempo y lugar determinados. El desarrollo
588
económico se encuentra fuertemente relacionado con el concepto de nivel de vida
cuyos indicadores giran básicamente alrededor de los ingresos y el consumo. Esto
forma parte de los componentes de la calidad de vida y el bienestar humano, pero no
siempre el alto nivel de vida y de desarrollo
se traducen en iguales índices de calidad
de vida, pues ella pueda verse deteriorada
por el aumento de las desigualdades sociales, la producción ilimitada y el consumismo,
etc. Asimismo, no siempre implican un sistema más democrático y participativo por
solo mencionar 2 aspectos importantes que
deben tomarse en cuenta en el análisis de la
calidad de vida.
El nivel de vida es el grado en que se
satisfacen las necesidades humanas expresadas a través de un conjunto de indicadores cuantitativos; son aquellas características cuantitativas del consumo de los
grupos.
El desarrollo de los indicadores ha evolucionado desde la vertiente de las condiciones de vida, hasta la experienciación
(percepción, interpretación, valoración) de
estas situaciones y condiciones, desde los
indicadores materiales y objetivos hasta los
indicadores de satisfacción a través de medidas psicosociales subjetivas, elaborándose cada día más el concepto de calidad de
vida que desarrollaremos más adelante.
Por otra parte, el modo de vida, es una
categoría también estrechamente relacionada con la calidad de vida y el bienestar. Este
es ante todo un concepto sociológico que
se conceptualiza como la expresión integrada de la influencia socioeconómica en el
conjunto de formas de la actividad vital, en
la vida cotidiana de los individuos, grupos
y clases sociales. Él sintetiza en la actividad
vital del hombre lo biológico y lo social. 8 El
modo de vida caracteriza las principales propiedades existentes en una determinada
sociedad.9
Cada sociedad, en cada momento histórico, tiene un modo de vida correspondiente. Por ello, el modo de vida se manifiesta de forma específica en cada pueblo o
nación. El carácter común de la economía,
el territorio, la lengua, la cultura, las tradiciones y las costumbres hace que el modo
de vida tenga un carácter nacional. El modo
de vida significa el modo por el que los
miembros de la sociedad utilizan y desarrollan las condiciones de vida, y a su vez estas condiciones de vida lo modifican. Es
necesario tener en cuenta la actitud subjetiva del hombre hacia su modo de vida, porque la satisfacción o la insatisfacción son
los inspiradores más importantes de su
modificación.
El modo de vida está también determinado por las cualidades biológicas, psicológicas y sociales de cada persona en particular, las que determinan un estilo de vida
específico para cada individuo. Ese estilo
de vida refleja el comportamiento del sujeto
en su contexto social y su especificidad
psicológica en la realización de su actividad vital. Tiene un carácter activo y está
regulado por la personalidad, y representa
el conjunto de conductas del individuo en
su medio social, cultural y económico.
El estilo de vida abarca los hábitos y la
realización personal en todas las esferas de
la vida del hombre, el área laboral, la cultura
material (manera de vestir, útiles domésticos), higiene personal, cultura sanitaria,
actividad cultural y sociopolítica, así como
las relaciones sociales y sexualidad.
La situación de salud de una población está estrechamente vinculada al modo
de vida de la sociedad como un todo, a las
condiciones de vida de la sociedad en cuestión y al estilo de vida personal de los individuos que integran esa sociedad.
Para ganar claridad en el análisis de
estas categorías hay que partir de un presupuesto teórico importante: el hecho de
589
que todas ellas se encuentran determinadas por las formas de organización
socioeconómicas que caracterizan un sistema dado, lo que no impide que cada una
de ellas tenga sus particularidades.
A diferencia de otras categorías existentes en el campo de las ciencias sociales,
cuyos orígenes pueden remontarse a principios de siglo e incluso en el siglo pasado,
el término calidad de vida surge hace poco
más de 2 décadas, aunque como concepción puede situarse desde la antigüedad,
vinculada a conceptos tales como bienestar, salud, felicidad, entre otros. La calidad
de vida se ha definido como un equivalente
de bienestar en el ámbito social, de estado
de salud en el terreno médico, llamada también calidad de vida de salud y de satisfacción vital en el campo psicológico.
En los modelos planteados para la evaluación de la calidad de vida prevalecen 2
tendencias fundamentales:
La primera está centrada en variables
objetivas externas al sujeto, correspondiéndose con un enfoque sociológico y económico, que ha tratado de medir la calidad de
vida utilizando preferiblemente la metodología de los indicadores de corte
sociodemográfico. Dentro de estos estudios se encuentran los realizados por J
Breilh,10 EF Futratt-Kloep,11 así como los
de diversos organismos internacionales
como las Naciones Unidas, en su Programa
para el Desarrollo (PNUD).
Entre los factores objetivos se encuentran entre los más recurridos los relacionados con la salud, tales como esperanza de
vida, mortalidad infantil, nutrición, servicios
de salud entre otros; los educacionales
donde se toma en consideración el índice
de alfabetismo y el acceso a los servicios
educacionales. También en algunos de estos trabajos se destaca el valor de los ingresos per cápita, el producto nacional bruto, el índice de delincuencia, etcétera.
La segunda tendencia, considera a la
calidad de vida como una dimensión subjetiva determinada por la valoración que hace
el sujeto de su propia vida, concepción a
partir de la cual se han realizado innumerables esfuerzos en la elaboración de
metodologías e instrumentos que permitan
la apreciación subjetiva y el nivel de satisfacción global o parcial en áreas importantes de la vida del sujeto.
Algunos de sus autores como García
Riaño llegan a plantear que algunos
indicadores objetivos como son el ingreso
y el consumo de bienes y servicios, no son
más que medidas parcializadas de la calidad de vida.12 Según este autor, lo más importante en la calidad de vida es la percepción que el sujeto tiene de su realidad exterior. Si bien las medidas subjetivas de la
calidad de vida podrían resultar peligrosas,
no es menos cierto que también puede
resultarlo el simple uso de los indicadores
sociales y las medidas objetivas. Ambos
enfoques parcializados son negativos.
La definición que adoptamos con relación a la calidad de vida es la siguiente:
El resultado de la compleja interacción
entre factores objetivos y subjetivos;
los primeros constituyen las condiciones externas (económicas, sociopolíticas, culturales, ambientales, etc.),
que facilitan o entorpecen el pleno desarrollo del hombre, de su personalidad. Los factores subjetivos están determinados en última instancia por la
valoración que el sujeto hace de su propia vida en función del nivel de satisfacción que alcanza en las esferas o
dominios más importantes de su vida.
Los factores objetivos que forman parte de la calidad de vida están determinados, sin lugar a dudas por el modo, las
relaciones de producción y las formas de
590
organización de una sociedad dada, y por
los patrones de trabajo y consumo que caracterizan a los distintos grupos sociales,
en un período histórico determinado.
En cuanto a los factores subjetivos, resulta determinante el grado de satisfaccióninsatisfacción que el sujeto alcanza en su
vida, el cual está determinado por el nivel de
correspondencia entre las aspiraciones y expectativas trazadas y los logros, que en relación con ellas, va obteniendo a lo largo de su
existencia. Para nosotros esto no es más que
el bienestar psicológico, aunque en el bienestar psicológico consideramos también la
vida afectiva, o como pudiéramos decir el
componente afectivo del bienestar.
Existe una interacción entre lo social y
lo psicológico, donde lo social influye en lo
psicológico a través del sentido que tenga
para el sujeto, y lo psicológico influye en lo
social de acuerdo con la postura que el individuo asume.10 Esto es un presupuesto
teórico básico para la conceptualización,
estudio y evaluación de la calidad de vida y
su dimensión subjetiva que identificamos
con el bienestar.
Los niveles de satisfacción que el hombre alcanza, no solo dependen de las
condicionantes externas, sino también de
las internas, es decir de su autovaloración
y la jerarquía motivacional. En la estructura
del área subjetiva de la calidad de vida tenemos, pues, como núcleo central, una dimensión psicológica la cual expresa el nivel
de correspondencia entre las aspiraciones
y expectativas trazadas por el sujeto y los
logros que ha alcanzado o puede alcanzar a
corto o mediano plazo.
Conclusiones
En el abordaje de la calidad de vida, los
indicadores de corte objetivo resultan necesarios, pero requieren de un complemento indispensable: el distinguir cómo se expresan estos valores sociales en el individuo y cuán importantes resultan para él.
SUMMARY: Thinkers, poets and scientists have tried to reflect and postulate principles of
diverse nature about the welfare or happiness of the human beign since very remote times. It is at
present an important topic of study for psychology and for social sciences in general. Numerous
efforts have been made to establish the components of welfare and different models have been
created for its study from the perspectives of very varied disciplines. Welfare lies on the border of
a series of other psychosociological and sociological categories and its conceptual and methodological
delimitation is one of the greatest challenges these sciences have to face. The present paper
pretends to make an analysis of welfare as a category from a psychological point of view, establishing
points of contact with other social categories, such as: economic development, living standard,
material living conditions, way of life and life style.
Subject headings: SOCIAL WELFARE; MENTAL HEALTH; HAPPINESS; QUALITY OF LIFE; LIFE STYLE;
PERSONAL SATISFACTION.
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Recibido: 15 de noviembre de 1999. Aprobado: 29
de noviembre de 1999.
Lic. Carmen R. Victoria García-Viniegras Calle
San José No. 20715 e/3ra y San Antonio, reparto
Carolina, municipio San Miguel del Padrón, Ciudad de La Habana, Cuba.
592
Rev Cubana Med Gen Integr 2000;16(6):593-7
ENFERMEDADES EMERGENTES Y REEMERGENTES:
FACTORES CAUSALES Y VIGILANCIA
Carmen Luisa Suárez Larreinaga1 y Denis Berdasquera Corcho2
RESUMEN: Este artículo tiene como objetivo exponer los conceptos y algunos de los factores
causales más importantes en la aparición y diseminación de las enfermedades emergentes y
reemergentes, así como presentar brevemente algunas de las actividades de vigilancia epidemiológica
y su importancia en la detección y control de estas enfermedades.
Descriptores DeCS: CONTROL DE ENFERMEDADES TRANSMISIBLES; BROTES DE ENFERMEDADES;
INFECCIONES BACTERIANAS/etiología; INFECCIONES BACTERIANAS/prevención&control; VIGILANCIA EPIDEMIOLOGICA; INFECCIONES POR PROTOZOARIOS/etiología; INFECCIONES POR
PROTOZOARIOS/prevención&control; VIROSIS.
En los últimos años ha tenido lugar en
el mundo la emergencia o reemergencia de
muchos eventos epidemiológicos, dentro
de los que se encuentra el descubrimiento
de nuevas enfermedades infecciosas, sus
agentes etiológicos y su fisiopatogenia, así
como otras enfermedades que tuvieron determinados niveles de control y ahora se
muestran con incidencias cada vez más altas convirtiéndose en problemas sanitarios
de primera magnitud, tanto en los países en
vías de desarrollo como en los desarrollados.
Las enfermedades emergentes y
reemergentes son un reflejo de la incesante
lucha de los microorganismos por sobrevi-
1
2
vir, buscando brechas en las barreras que
protegen al ser humano contra la infección.
Estas brechas sanitarias, que se han venido agrandando desde hace algunas décadas, pueden obedecer a comportamientos
de alto riesgo como fallas en los sistemas
de vigilancia epidemiológica, control insuficiente de la población de mosquitos portadores de enfermedades, paralización de
los sistemas de abastecimientos de agua y
saneamiento, acercamiento de la fauna silvestre a los asentamientos humanos por la
deforestación, entre otros.
En los últimos 25 años han aparecido más de 30 nuevos microorganismos,
Especialista de I Grado en Higiene y Epidemiología. Directora de la Unidad Municipal de Higiene y
Epidemiología de Guanajay.
Especialista de I Grado en Higiene y Epidemiología. Jefe del Departamento de Enfermedades Transmisibles de la Unidad Municipal de Higiene y Epidemiología de Guanajay.
593
algunos de ellos causantes de enfermedades espectaculares y mortíferas, entre tanto muchas enfermedades comunes han reaparecido y se han propagado con rapidez
después de períodos en que ya no se consideraban problemas de salud pública
(García Gómez V. Información para la elaboración del anexo al plan de medidas para
casos de catástrofes correspondientes a
riesgos de graves epidemias. La Habana:
MINSAP, 1998:2).
ENFERMEDADES EMERGENTES
En 1992 el Instituto de Medicina de los
Estados Unidos definió como enfermedades emergentes aquellas cuya incidencia se
ha incrementado desde las pasadas 2 décadas o amenaza incrementarse en un futuro.1
Dentro de ellas podemos encontrar:
Por virus:
-
Infección por VIH/SIDA.
Fiebre hemorrágica de ébola.
Hepatitis C, Delta, E, GB.
Influenza A (H5N1) virus.
Neumonía por morbillivirus.
Síndrome pulmonar por hantavirus.
Enfermedad diarreica aguda por Rotavirus.
- Fiebres hemorrágicas por arenavirus (fiebre hemorrágica argentina, venezolana,
boliviana).
- Eritema infeccioso.
Por protozoos:
- Cryptosporidiasis.
Por espiroquetas:
- Enfermedad de Lyne.
ENFERMEDADES REEMERGENTES
Las enfermedades reemergentes se refieren al resurgimiento de enfermedades
que ya habían sido aparentemente
erradicadas o su incidencia disminuida.2
Son todas aquellas enfermedades infecciosas conocidas, que después de no constituir un problema de salud, aparecen a menudo cobrando proporciones epidémicas.
Son ejemplos bien conocidos los siguientes:
Por virus:
- Dengue.
- Enfermedad rábica.
- Fiebre amarilla.
Por bacterias:
- Cólera.
- Difteria.
- Fascitis necrotizante.
- Leptospirosis.
- Peste.
- Tuberculosis.
Por parásitos:
Por bacterias:
- Ehrlichiosis.
- Enfermedad diarreica aguda por Campilobacter yeyuni y Escherichia coli 0157
H7.
- Legionelosis.
- Gastritis por Helicobacter pylori.
- Síndrome de shock tóxico por estafilococo áureo.
- Paludismo.
Los factores causales relacionados con
la emergencia de las infecciones pueden
clasificarse en:3
1. Factores demográficos y de comportamiento.
594
2. Factores tecnológicos e industriales.
3. Factores derivados del desarrollo económico y utlización de la tierra.
4. Comercio internacional.
5. Adaptación y cambio de los microorganismos.
6. Políticas de Salud Pública.
1. Factores demográficos y de comportamiento: El crecimiento demográfico junto
al aumento de la urbanización mundial
ocasionan una mayor interacción humana, con el consiguiente aumento del contagio. Con las migraciones hacia las ciudades o hacia los países desarrollados
no solo se van creando comunidades de
inmigrantes con condiciones higiénicas
y de vidas inadecuadas, sino que también se generan situaciones epidemiológicas nuevas, pues arriban personas
que representan reservorios (enfermos o
portadores) de agentes que no existían o
habían sido eliminados hacía mucho tiempo, y por lo tanto la comunidad nativa de
los territorios receptivos no cuenta con
una inmunidad comunitaria para estos
nuevos agentes.
El comportamiento humano y sus hábitos, también influyen en la introducción
y diseminación de infecciones.4 El inicio
de las relaciones sexuales a edades más
tempranas ha promovido el aumento de
las ETS/SIDA. De igual forma el fenómeno de la drogadicción también ha condicionado en muchos países el aumento de
enfermedades como la hepatitis B y la infección por VIH (Valdés García L,
Carbonell García I, Delgado Bustillo J,
Santín Peña M. Enfermedades emergentes y reemergentes. La Habana: MINSAP,
1998:32).
2. Factores tecnológicos e industriales: Entre los muchos factores que pueden estar englobados bajo este acápite pueden
citarse la contaminación del suelo, el aire
y el agua con el subsecuente desequilibrio que el hombre está provocando sobre la biosfera, y la migración de la fauna
hacia nuevos biotipos por la tala
indiscriminada de los bosques, ocasión
en que el hombre puede ser un eslabón
intermedio de agentes patógenos que
afectan a los animales y que pueden ser
nuevos para él.
3. Factores derivados del desarrollo económico y utilización de la tierra: Las presiones comerciales y poblacionales han
conducido a la invasión de los bosques
y selvas, exponiendo a las poblaciones a
agentes exóticos y enfermedades
enzoóticas como la fiebre amarilla, la rabia transmitida por murciélagos, las fiebres hemorrágicas por Arenavirus, entre
otras.4
4. Comercio internacional: El impacto de las
migraciones y el comercio internacional
en la diseminación de las enfermedades
infecciosas aumenta conforme un número mayor de personas se mueven en el
mundo, ya sean, inmigrantes, comerciantes, turistas o empresarios que llevan padecimientos de un país a otro. El comercio de productos alimenticios también aumenta el riesgo de transmisión de enfermedades. Por ejemplo, muchos casos severos de cólera en los Estados Unidos,
han sido provocados por el consumo de
alimentos introducidos por visitantes
procedentes de Centro y Suramérica.3
5. Adaptación y cambio de los microorganismos: La drogoresistencia es quizás
uno de los factores más preocupantes
para la comunidad médica hoy en día. En
años recientes, nueva o creciente resistencia a medicamentos se ha descubierto
en microorganismos que causan paludismo, tuberculosis, blenorragia, meningitis,
entre otras. Entre los factores asociados
a este fenómeno se citan la automedicación, el uso de dosis insuficientes,
595
ciclos incompletos de tratamientos, las
inadecuadas políticas en el uso de
antibióticos en los hospitales, la escasa
documentación de los resultados de ensayos clínicos para nuevos antibióticos
y la no existencia de vigilancia y notificación de patrones de resistencia antimicrobiana (Valdés García L, Carbonell
García I, Delgado Bustillo J, Santín Peña
M. Enfermedades emergentes y
reemergentes. La Habana: MINSAP,
1998:32).
6. Políticas de salud pública: Factores claves en el resurgimiento de estas enfermedades son el debilitamiento en general de las actividades de salud pública,
especialmente la vigilancia, y el deterioro
de las condiciones de los laboratorios encargados de identificar rápidamente los
problemas emergentes.5
VIGILANCIA EPIDEMIOLÓGICA
El primer paso para controlar las enfermedades transmisibles y reconocer la aparición de nuevas enfermedades corresponde a la detección e identificación inmediata.
Para ello es esencial contar con un sistema
organizado de vigilancia de las enfermedades prevalentes, conocidas y diagnosticadas, y de las nuevas y desconocidas.
Nuestro sistema nacional de salud
cuenta con un subsistema de vigilancia estructurado desde el nivel de atención primario donde existe y funciona la integración de Médicos y Enfermeras de la Familia, policlínicos, centros o unidades municipales de higiene y epidemiología a la vigilancia en salud. Este sistema ha permitido
el perfeccionamiento de los programas de
prevención y control, convirtiéndose en un
pilar fundamental que garantiza una eficiente y rápida vigilancia que detecta y señala
riesgos y brinda información a todos los
que deben conocerla para la toma oportuna
y adecuada de decisiones.
En los últimos años se ha incrementado
la probabilidad de introducción de diferentes enfermedades en nuestro país. Predecir
en qué momento sucederá resulta bastante
difícil. El monitoreo permanente de lo que
ocurre en el ámbito internacional, así como
la superación permanente, nos permite en
gran medida estar preparados para enfrentar estas contingencias.
Como parte de la vigilancia de estas
enfermedades se deben tener en cuenta las
siguientes recomendaciones:
• Vigilancia epidemiológica de viajeros internacionales cubanos o extranjeros con
cuadros clínicos sospechosos de enfermedades exóticas o no presentes en
Cuba.
• Vigilancia epidemiológica universal de todas las personas, no importa la edad, en
todas las unidades de salud, con cuadro
clínico sospechoso de padecer una enfermedad no habitual o desconocida.
• Vigilancia clínico epidemiológica de
síndromes más que de enfermedades.
Tener siempre presente ante síndromes
febriles asociados a manifestaciones
hemorrágicas, daño renal, pulmonar,
neurológico, hepático y lesiones dermatológicas, entre otros, la vigilancia
del dengue, fiebre amarilla, peste, enfermedad de ébola o infecciones por
Arenavirus.
• Estricta vigilancia de cuadros diarreicos
con fiebre o sin ella, que causen deshidratación o la muerte, o brote de enfermedades diarreicas agudas como parte
de la vigilancia del cólera y otras enterobacterias.
• Cumplimiento de toma de gota gruesa
palúdica para la vigilancia de malaria y de
monosueros al sexto día de fiebre para
dengue, otras arbovirosis y otros procesos de etiología viral que se sospeche.
596
• Exigir el monitoreo y control de residuales
líquidos, sólidos, vectores, alimentos y
agua para el consumo humano.
Consideraciones
finales
En la actualidad el mundo se enfrenta
al riesgo de expansión de nuevas y viejas
enfermedades como resultado de la combinación microorganismo-hombre-medio ambiente.
La lucha contra las enfermedades
infectocontagiosas dista mucho de culminar con éxito, y a pesar de los avances alcanzados en materia de antibióticos y vacunas, las enfermedades infecciosas continúan siendo una de las primeras causas de
muerte a nivel mundial.
Solamente una respuesta rápida reduce la morbilidad y mortalidad en la población afectada y limita el poder de diseminación de la enfermedad en cuestión. La vigilancia epidemiológica es la clave de una respuesta oportuna y eficiente.
SUMMARY: The objective of this paper is to expound the concepts and some of the most
important causal factors in the appearance and spreading of emergent and reemergent diseases, as
well as to make a brief presentation of some of the epidemiological surveillance activities and their
importance in the detection and control of these diseases.
Subject headings: COMMUNICABLE DISEASES CONTROL; DISEASE OUTBREAKS; BACTERIAL
INFECTIONS/etiology; BACTERIAL INFECTIONS/prevention & control; EPIDEMIOLOGIC SURVEILLANCE;
PROTOZOAN INFECTIONS/etiology; PROTOZOAN INFECTIONS/prevention & control; VIRUS DISEASES.
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Recibido: 13 de septiembre del 2000. Aprobado: 6 de
noviembre del 2000.
Dra. Carmen Luisa Suárez Larreinaga. Calle No.
88 s/n e/ 57 y 61, municipio Guanajay, La Habana,
Cuba.
597
Rev Cubana Med Gen Integr 2000;16(6):598-605
EXPERIENCIA MÉDICA
MANEJO DE LA ANGINA DE PECHO EN EL CONSULTORIO
DEL MÉDICO DE FAMILIA
Héctor Conde Cerdeira,1 Luis A. Céspedes Lantigua,2 Ángel G. Obregón Santos3 y Mileidys
Miranda Santana4
RESUMEN: Se realiza una revisión sobre los aspectos clínicos de la angina de pecho hacien-
do énfasis en el dolor típico que se presenta con los esfuerzos y estrés, con características de ser
opresivo, retroesternal, difuso, con irradiación al cuello, mandíbula, hombros y brazo izquierdo, y
que se alivia con el reposo y/o la nitroglicerina. Se enuncian los resultados más relevantes del
electrocardiograma, el ecocardiograma, la prueba ergométrica y se menciona la utilidad de la
angiografía coronaria en estos casos. Por último se brinda la conducta a seguir desde el consultorio
del Médico de Familia, referente al tratamiento general y farmacológico, empleando los nitratos,
bloqueadores beta, los anticálcicos y los nuevos medicamentos utilizados.
Descriptores DeCS: ATENCION PRIMARIA DE SALUD; MEDICOS DE FAMILIA; ANGINA PECTORIS/
diagnóstico; ANGINA PECTORIS/quimioterapia.
La cardiopatía isquémica (CI) es la primera causa de muerte en la población de
los países desarrollados y en el nuestro,1
dentro de ella el síntoma cardinal es la angina de pecho (AP). Conociendo la alta incidencia y prevalencia de esta enfermedad
en nuestra población, así como la presencia en individuos cada vez más jóvenes, es
que el Médico de Familia debe estar prepa-
rado y calificado para enfrentar este problema de salud en su área.
Con el objetivo de ampliar los conocimientos y brindar una guía para el diagnóstico y tratamiento de esta enfermedad al alcance de nuestros médicos de atención
primara se realiza esta revisión. Para ello haremos énfasis en los datos más importantes
recogidos en el interrogatorio, examen físico,
1
Especialista de I Grado en Cardiología. Hospital CIMEQ.
Especialista en MGI. Colaborador del Servicio de Rehabilitación Cardiovascular, Hospital CIMEQ.
3
Especialista de II Grado en Cardiología. Hospital CIMEQ.
4
Residente de 3er. año en MGI. Policlínico Docente de Playa.
2
598
los estudios complementarios más útiles
para corroborar el diagnóstico, y luego trazar una conducta terapéutica adecuada.
INTERROGATORIO
La anamnesis es en esta entidad probablemente lo más importante para establecer el diagnóstico e incluso para emitir un
pronóstico. Teniendo en cuenta que los
enfermos de CI pueden presentar una amplia gama de síntomas, es sin lugar a dudas
el dolor del pecho el más común de todos.
Para lograr una correcta evaluación del
dolor precordial es importante prestarle especial atención a su cualidad, aunque esta
característica solamente no sea suficiente,
por lo que también es necesario conocer la
localización, duración, irradiación, modo de
comienzo y factores desencadenantes, así
como la forma en que se alivia.
Características de la angina de pecho
1. Cualidad
Opresión en el pecho
Opresión en el cuello
Aparece y desaparece lentamente
Sensación de ahogo o angustia
2. Localización
Retroesternal
Irradiado a la mandíbula o el cuello
Limitado al brazo izquierdo o derecho
3. Síntomas asociados
Falta de aire
Palpitaciones
Debilidad
4. Factores precipitantes
El ejercicio
Las emociones
El clima frío
5. Alivio con nitroglicerina
Entre 45 s y 5 min después de tomarla
6. Radiación
Región ventro-medial del brazo izquierdo
Hacia la mandíbula brazo derecho
7. Duración
De 0,5 a 30 min
El dolor anginoso típico es de cualidad
opresivo, en ocasiones se describe como
una angustia, de localización difusa, frecuentemente retroesternal, de comienzo
gradual, llegando a una intensidad máxima
en un período de 2 a 3 min. Si el dolor está
relacionado con el esfuerzo este desaparece de 2 a 5 min después de suspendido el
ejercicio, la irradiación es generalmente al
cuello, la mandíbula, hombros y brazo izquierdo.
El dolor torácico de tipo punzante,
como una puñalada, calambre o cosquilleo,
que dura horas o incluso días, o por el contrario es fugaz, con una localización en una
pequeña zona del precordio, sin tener relación alguna con los esfuerzos, o que se
modifica con cambios posturales, que se
incremente con la digitopresión y/o los
movimientos del tórax, no es sugestivo de
isquemia cardíaca.
Una vez establecido que se trata de una
AP se debe estratificar al paciente en 4 clases diferentes en dependencia del esfuerzo
que tiene que hacer para que le aparezca el
dolor. Con relación a este aspecto existe una
clasificación sencilla y práctica hecha por
la Sociedad Cardiovascular Canadiense2
que plantea que la actividad ordinaria no
causa angina, puede aparecer tras largos y
prolongados esfuerzos, angina al caminar
más de 2 cuadras o subir más de un piso de
escalera, angina al caminar 1 ó 2 cuadras o
al subir un piso de escalera y angina con
esfuerzo mínimo o de reposo.
Una vez estratificado el paciente se
debe conocer si el patrón de la angina es estable o inestable. Si el dolor aparece siempre
599
a una intensidad de esfuerzo similar, con
una duración más o menos parecida, y con
una demanda de nitroglicerina (NTG) semejante, se considera que la angina es estable. Por otro lado, estaremos frente a una
angina inestable, si esta comenzó recientemente (en los últimos 30 días), si aparece en
reposo o con esfuerzos ligeros, o si el angor
se ha incrementado en cuanto a severidad,
duración y necesidad de NTG sublingual
en una angina de esfuerzo estable previa.
Para una completa evolución de un
paciente que se queja de dolor en el pecho
es importante conocer los antecedentes
personales y familiares, su estilo de vida,
hábitos tóxicos e ingestión de medicamentos. También es importante identificar los
factores de riesgo coronarios tales como la
hipertensión arterial (HTA), hábito de fumar, dislipidemia, obesidad, diabetes mellitus
y la edad.3,4
EXAMEN FÍSICO
El examen físico de un paciente con
enfermedad isquémica del corazón puede
ser normal, pero en ocasiones podemos
encontrar a la inspección signos que nos
sugieran la presencia de esta en el individuo, tales como los xantomas y arcos seniles, que sugieren la presencia de hipercolesterolemia.
A la palpación podemos encontrar los
pulsos periféricos disminuidos como expresión de una insuficiencia arterial periférica
y muestra de arteriosclerosis generalizada.
Al palpar la región precordial izquierda puede hallarse un latido de la punta desplazado hacia abajo y a la izquierda sugestivo de
cardiomegalia, así como un impulso fuerte,
poderoso, que denota hipertrofia del
ventrículo izquierdo (VI) por una HTA no
controlada.
La auscultación generalmente revela un
primer y segundo ruidos normales, en ocasiones podemos encontrar este último desdoblado en espiración durante el episodio
de isquemia. También podemos encontrar
soplos cardíacos, así como la presencia de
tercer y cuarto ruido lo que denota una gran
afectación cardíaca. Debemos enfatizar que
estos hallazgos no son específicos de la
enfermedad isquémica del corazón.
ESTUDIOS COMPLEMENTARIOS
Haremos énfasis en aquellos estudios
que han demostrado una mayor sensibilidad y especificidad en el diagnóstico de la
cardiopatía isquémica y que a su vez se
encuentren disponibles para la mayoría de
nuestros pacientes, pero que deben ser indicados de forma racional, teniendo en cuenta la relación riesgo-beneficio y los criterios para cada prueba.
Radiografía de tórax:
Este examen es normal en muchos pacientes con enfermedad isquémica de las
arterias coronarias, en ocasiones puede revelar aumento del índice cardiotorácico por
cardiomegalia, menos frecuentes son la presencia de calcificaciones en la aorta y las
coronarias, lo que aumenta el índice diagnóstico de CI fundamentalmente en individuos menores de 65 años, no así en los ancianos.5,6
Electrocardiograma (ECG):
El ECG es normal entre el 25 -30 % de
los pacientes que se presentan para una
evaluación por sospecha de CI.7 Las alteraciones más frecuentemente encontradas en
este tipo de enfermos son los trastornos
inespecíficos de la repolarización ventricular, dados por desviaciones menores del
600
segmento ST y aplanamiento de la onda T.
Otras alteraciones que podemos encontrar
son:
a) Onda T anormalmente alta (acuminada)
b) Onda T invertida, simétrica y profunda
c) Infradesnivel horizontal del segmento ST
d) Normalización de una onda T previamente invertida
e) Inversión de onda U. El hallazgo de ondas Q patológicas son indicativas de
infartos cardíacos antiguos, la presencia
de bloqueo de rama izquierda es altamente sospechoso.
Prueba de esfuerzo (PE):
Una vez obtenida la historia clínica, los
resultados del ECG y ecocardiograma, el
médico se encuentra en condiciones de
evaluar si su paciente tiene una baja, moderada o alta probabilidad de padecer una CI.
En los individuos en quienes no está definido todavía, la PE se torna muy útil.
La sensibilidad promedio de esta es del
44, 71 y 85 % para pacientes con enfermedad de 1, 2 ó 3 arterias respectivamente.8 La
Asociación Americana del Corazón (AHA)9
establece los siguientes criterios para indicar una PE:
Ecocardiograma:
Este estudio también puede ser normal
en muchos de los pacientes con CI, no obstante las alteraciones más específicas son
los trastornos de motilidad segmentarias del
VI, provocadas por infartos antiguos o zonas isquémicas. Podemos ver además dilatación de cavidades en individuos con cardiopatía isquémica dilatada. Por doppler
podemos encontrar signos de insuficiencia valvular mitral y patrones de relajación
anormal del VI. En ocasiones es posible observar calcificaciones en las porciones
proximales de las arterias coronarias.
Debemos señalar que en las últimas
décadas se ha desarrollado la ecocardiografía de estrés (donde se comparan las
imágenes basales con las producidas por
un estrés ya sea farmacológico o con
ejercicio), lo que aumenta la sensibilidad y especificidad de este método en el
diagnóstico y el seguimiento de la isquemia cardíaca, pero que en nuestro país
está disponible en centros altamente especializados. Un estimado de la fracción
de eyección (FE) del VI calculado por
este examen nos brinda un elemento de
valor pronóstico, pues cuanto más baja
esta sea, peor será el mismo.
1. Como prueba diagnóstica en individuos
con sospecha de CI.
2. Pacientes con enfermedad de las coronarias de alto riesgo.
3. Para evaluar los enfermos después de una
angioplastia coronaria transluminal
percutánea (ACTP), y cirugía de revascularización coronaria.
4. Para valorar la capacidad funcional o respuesta al tratamiento.
Los criterios de positividad de una PE
son varios, los más utilizados son: aparición de angina durante el esfuerzo, depresión de 1 mm o más del segmento ST durante la prueba, así como la hipotensión arterial
y/o caída de frecuencia cardíaca durante el
esfuerzo. En dependencia de la intensidad,
el momento de ocurrencia, el tiempo en que
aparecen y desaparecen los síntomas y signos se estratificará al paciente en bajo,
moderado o alto riesgo. El tiempo que el paciente resiste la prueba es una medida de su
capacidad funcional, dato este que quizás es
el más importante derivado de la misma, pues
se ha demostrado que los pacientes que logran alcanzar la etapa 4 del protocolo de
Bruce, su pronóstico es excelente con una
alta tasa de supervivencia a los 5 años.10,11
601
Debemos mencionar la existencia de la
gammagrafía de perfusión miocárdica basada en la obtención de imágenes del corazón luego de administrar un radiofármaco
(talio o tecnecio); ofrece una valiosa información fundamentalmente cuando los estudios anteriores no son concluyentes, pero
tiene como inconveniente su alto costo por
lo que queda limitada su utilización a los
especialistas pertinentes.
Angiografía coronaria:
El diagnóstico definitivo de CI se establece con esta prueba, la que tiene una alta
tasa de sensibilidad y especificidad,12 no
obstante, debemos reconocer que se trata
de un estudio invasivo con una mortalidad
de 0,1-0,5 %, en dependencia de la experiencia del grupo ejecutor.
Es por ello que también existen reglas
establecidas para seleccionar a los pacientes que deben ser sometidos a ella.13 Mediante esta prueba podemos conocer cuán
grave es la enfermedad coronaria, en virtud
del número, la localización, el tipo, las características de las lesiones coronarias, y el
grado de estenosis, lo que permite al médico emitir un diagnóstico, un pronóstico y
establecer una conducta terapéutica ya sea
tratamiento médico, ACTP o cirugía de
revascularización coronaria.14,15
TRATAMIENTO FARMACOLÓGICO
DEL PACIENTE CON ANGINA
DE ESFUERZO ESTABLE:
Cuando un paciente se presenta a la
consulta aquejado de angina de pecho el
tratamiento debe ser dirigido a reducir la
mortalidad y lograr alivio de los síntomas.
Con el objetivo de reducir mortalidad
se hace extremadamente necesario el control de los factores de riesgo coronarios, de
estos el más sencillo y beneficioso es el
abandono del hábito de fumar. A todo paciente con enfermedad isquémica del corazón se le debe indicar un perfil lipídico y
mantener las cifras de colesterol y
triglicérido en los límites aceptados como
normales. Es importante el control de la HTA
y la diabetes mellitus, así como mantener el
peso ideal.
Además de lo antes mencionado es
recomendable ingerir una dieta baja en grasa saturadas (consumir preferiblemente pescados, pollo o pavo, eliminando el pellejo),
reducir el contenido de sal, y aumentar el
de potasio presentes en los vegetales y frutas naturales, igualmente se debe disminuir
al máximo la leche y sus derivados.
Existen evidencias de que en pacientes con AP la aspirina reduce la mortalidad
y la incidencia de infartos cardíacos,17 por
lo tanto es razonable recomendarla a todos
los pacientes 1 dosis de 160 a 325 mg al día.
Disponemos de varios medicamentos
dirigidos al alivio de los síntomas, estos se
dividen en 3 grupos: los nitratos, los
betabloqueadores y los anticálcicos (tabla).
TABLA. Medicamentos más utilizados en el
alivio de la angina de pecho
Medicamentos
Vida media
Dosis
16
Datos del estudio Framingham, plantea que 1 de cada 4 hombres con angina de
pecho sufre un infarto miocárdico en los
próximos 5 años, aproximadamente el 30 %
de las personas con angina por encima de
55 años mueren en 8 años, y la mitad de
esos decesos es por muerte súbita.
MNI
Propranolol
Atenolol
Nifedipina
Verapamilo
Diltiazem
6-10 h
3-6 h
6-10 h
5 h
3-7 h
4h
30-240 mg/día
10-240 mg/día
50-100 mg/día
10-30 mg/dosis
80-160 mg/dosis
90 mg/dosis
MNI: Mononitratato de isosorbide.
602
Los nitratos son los más antiguos en
el tratamiento de esta enfermedad, su efecto está basado en que producen relajación
del músculo liso con la consiguiente
venodilatación y reducción de la precarga,
vasodilatación arterial periférica con reducción de la poscarga, disminución de la tensión parietal con aumento del flujo diastólico
coronario, y relajación de los vasos colaterales, en particular los coronarios. Los efectos indeseables más frecuentes son la cefalea, el enrojecimiento y la taquicardia ligera.
La NTG sublingual es el tratamiento central
de la AP, la cual debe ser utilizada de manera profiláctica, es decir, antes de realizar un
esfuerzo que se sabe provoca angina. Los
nitratos de acción prolongada como el
mononitrato de isosorbide (MNI) son efectivos entre 4-6 h, con la precaución de tener
un período no menor de 12 h entre la última
y la primera dosis para evitar el fenómeno
de tolerancia, lo que provocaría una reducción o anulación de su efecto debido a una
inadecuada administración,18 pues tiende a
la depleción de los grupos sulfidrilos a nivel del músculo liso vascular por exposición continua al medicamento,19 o por pérdida de los efectos hemodinámicos de la
vasodilatación por disminución del volumen plasmático o por mecanismos
neurohormonales.20
Los betabloqueadores son extraordinariamente útiles en el tratamiento de esta
entidad debido a sus numerosos efectos,
de ellos los más importantes son la disminución de tensión arterial y la frecuencia
cardíaca con la consiguiente reducción del
consumo de oxígeno miocárdico. Estos efectos se mantienen durante el ejercicio, por lo
que aumentan la tolerancia a estos. Sus reacciones adversas más frecuentes son, la
bradicardia sintomática, bloqueos
auriculoventriculares y los broncoespasmos, por lo que no deben administrarse a
pacientes con insuficiencia cardíaca, trastornos de conducción, asma bronquial o
enfermedad pulmonar obstructiva crónica
(EPOC) y deben indicarse con cautela en
pacientes diabéticos y portadores de insuficiencia arterial periférica.
En nuestro país los betabloqueadores
más conocidos son el propranolol y el
atenolol. El primero tiene una vida media de
3-6 h, su dosis fluctúa entre 10-240 mg. El
atenolol permanece en sangre de 6-10 h, y
su dosis está entre 50-100 mg al día. En general se desea una frecuencia cardíaca de
60 latidos/minutos en reposo.
La introducción de los anticálcicos ha
agregado un importante beneficio al tratamiento de la AP, ellos producen vasodilatación y disminuyen el consumo de oxígeno cardíaco. Los agentes más empleados
son: nifedipina, diltizem y verapamilo, que
difieren en algunos aspectos en relación
con su efecto sobre el aparato cardiovascular. Por ejemplo, la nifedipina produce mayor efecto vasodilatador y puede
provocar cefalea, edema periférico y rubor;
el verapamilo afecta más al sistema de conducción y puede llegar a producir bradicardia e incluso bloqueos (debe tenerse
cautela al administrar este asociado a un
betabloqueador); el diltiazem, por su parte, ocupa un lugar intermedio entre ambos con un mayor efecto depresor del
mio-cardio. La vida media de la nifedipina
es alrededor de 5 h con una dosis entre
10-30 mg 3-4 veces/día, el verapamilo permanece en sangre entre 3-7 h con una dosis
que fluctúa entre 80-160 mg 3 veces al día,
y el diltiazem tiene una vida media de 4 h
con una dosis de 90 mg 1 ó 3 veces/día.
Recientemente se han incorporado
nuevos medicamentos, entre ellos los derivados de investigaciones a nivel molecular
con efecto en el músculo cardiaco como es
603
la molsidomina, que disminuye sostenida y
gradualmente la precarga dando lugar a
reducción de la tensión parietal miocárdica
con la consiguiente disminución del consumo de oxígeno, mejora la perfusión
endocárdica y aumenta la fracción de eyección (FE). La dosis varía desde 4-6 mg/día, y
sus efectos indeseables más frecuentes son
la cefalea y la hipotensión arterial.
Otro nuevo medicamento es la
trimetazidina21 con efecto antianginoso y
citoprotector debido a que conservan las
estructuras y funciones celulares de los
efectos de la isquemia y la hipoxia, o las
perturbaciones metabólicas que derivan de
ellas. La dosis es de 20 mg 2-3 veces al día,
y los efectos adversos más frecuentes son
náuseas y vómitos.
SUMMARY: A review is made on the clinical aspect of angina pectoris, making emphasis on
the typical pain that occurs on effort and stress. This pain is oppressive, retrosternal, diffuse and
radiates into the neck, jaw, shoulders and left arm. It relieves by rest and/or nitroglycerine. The most
significant results of the electrocardiogram, the echocardiogram and the ergometric test are shown.
The usefulness of coronary angiography in these cases is also mentioned. Finally, it is explained the
conduct to be followed from the family physician’s office in relation to the general and pharmacological
treatment by using nitrates, beta blockers, calcium antagonists and new drugs.
Subject headings: PRIMARY HEALTH CARE; PHYSICIANS, FAMILY; ANGINA PECTORIS/diagnosis; ANGINA PECTORIS/drug therapy.
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antianginal agent (trimetazidine) by positron
emission tomography (PET). Am J Med 1997
(en prensa).
Recibido: 13 de marzo del 2000. Aprobado: 11 de
mayo del 2000.
Dr. Héctor Conde Cerdeira. Calle 194 No.1109 e/
11 y 13, reparto Siboney, municipio Playa, Ciudad
de La Habana, Cuba.
605
Rev Cubana Med Gen Integr 2000;16(6):606-8
ASPECTOS METODOLÓGICOS DEL INGRESO EN EL HOGAR
Jorge A. Naranjo Ferregut,1 Amarily Delgado Cruz,2 Carmen R. Forcelledo Llano3 y
Mabel R. Camejo Macías4
RESUMEN: Se realiza un análisis metodológico del ingreso en el hogar estructurándolo en
3 etapas: valoración, intervención y alta o egreso, lo que permite su implementación de una forma
más pedagógica y didáctica por el Médico de la Familia. Se plantean los requisitos necesarios para
realizar un ingreso en el hogar, así como las funciones de cada miembro del equipo de salud
interrrelacionados con otras instituciones de la atención primaria.
Descriptores DeCS: ADMISION DEL PACIENTE; ATENCION PRIMARIA DE SALUD/métodos; MEDICINA
FAMILIAR; CUIDADOS DOMICILIARIOS DE SALUD/métodos; ATENCION INTEGRAL DE SALUD/métodos; CUIDADOS AMBULATORIOS.
El desarrollo de la salud pública en
Cuba y en especial de la atención primaria,
ha permitido el rescate de algunas modalidades antiguas de atención médica entre
las que se encuentran el ingreso en el hogar, proceder este que tiene sus orígenes
desde tiempos inmemoriales pero con características distintivas dependientes de la
forma de actuación médica, carácter de la
medicina, sistema social, recursos económicos, entre otros.1,2
Con la implantación y desarrollo del
subsistema del Médico y la Enfermera de
1
2
3
4
la Familia, surge la posibilidad de ingresar en su domicilio a aquellos pacientes
que necesitan un seguimiento diario de
su enfermedad sin que sea necesario su
ingreso en el hospital, pero que sí requieren guardar cama, aislamiento o reposo.3
Esto a su vez permite un estado psicológico positivo del paciente y sus familiares, disminuyendo el estrés porque permanece en su hogar y se le permite a la
familia participar activamente en el proceso del enfermo, elevándose así el grado de satisfacción.
Especialista de I Grado en Medicina General Integral. Profesor Instructor. Vice-director Docente del
Policlínico "Turcios Lima".
Especialista de I Grado en Medicina General Integral. Profesor Instructor. Jefe de Grupo Básico de
Trabajo. Policlínico "Turcios Lima".
Especialista de I Grado en Medicina General Integral. Profesor Asistente. Jefe de Grupo Básico de Trabajo. Policlínico "Turcios Lima".
Especialista de I Grado en Medicina General Integral. Profesor Instructor. Vice-Director Docente del
Policlínico "Hermanos Cruz".
606
En la práctica diaria se observa que aún
persisten dificultades por parte de los médicos y enfermeras para la realización del
ingreso en el hogar, pero al ser una estrategia priorizada en la atención primaria de salud, hemos decidido profundizar en esta
temática.
Para hacer más comprensible este proceder hemos dividido didácticamente el ingreso en el hogar en 3 etapas o fases:
1. Valoración.
2. Intervención.
3. Alta o egreso.
La primera fase incluye la valoración
médica integral por parte del equipo de salud, y la valoración del paciente y su familia
sobre la aceptabilidad de que se realice este
tipo de ingreso, pues tiene un carácter voluntario.
En la valoración médica integral se deben tener presentes varios aspectos, dentro de los que se encuentran las características propias de la enfermedad como es su
gravedad, medios diagnósticos necesarios
(laboratorio clínico, electrocardiograma,
etc.) al alcance del paciente, disponibilidad
de medicamentos para el tratamiento y de los
recursos necesarios para la rehabilitación.
Las características del medio familiar
son un elemento esencial al realizar esta
valoración, por lo que es necesario analizar
el funcionamiento de la familia haciendo
énfasis en el desenvolvimiento de los roles
intrafamiliares y el grado de comunicación
y preocupación mutua entre sus miembros,
lo que permitirá que la familia como tal participe activamente en la atención al paciente para lograr una atmósfera adecuada que
facilite la evolución satisfactoria.
Conjuntamente con esto hay que evaluar las características higienicoambientales
del hogar, que deben ser óptimas para que
no afecten la evolución del enfermo.
Las condiciones socioeconómicas son
otro elemento a analizar pues los medicamentos que utilizará el paciente deben ser
comprados por él o sus familiares, aunque
esto no significa que los enfermos bajo la
asistencia social los pueden adquirir gratuitamente. También se deben tener presentes los gastos de una alimentación diferenciada durante el ingreso; así como los días
laborales perdidos por el familiar que va a
atender al enfermo.
Una vez analizados todos estos aspectos es que se decide la posibilidad del ingreso en el hogar, lo cual es facultad únicamente del Médico de la Familia y que debe
ser consultado con el paciente y sus familiares para corroborar su voluntariedad.
La segunda fase o intervención incluye el conjunto de actividades médicas y de
enfermería que van dirigidas directamente
a la atención del paciente, y que contempla
la confección de la historia clínica que puede ser en la propia historia clínica individual del paciente, el pase de visita diario
por el médico y la enfermera al menos una
vez al día, o tantas veces como lo requiera
el paciente, y en el cual se analiza la evolución clínica y terapéutica del enfermo, decidiéndose además el momento adecuado
para la interconsulta con otras especialidades. Todo eso se complementa con las acciones propias de enfermería dirigidas al
paciente.
En esta forma no se puede obviar la
atención psicológica al paciente y su familia; y en ocasiones, y siempre que el caso lo
requiera, se debe lograr una adecuada
intersectorialidad con el objetivo de obtener el apoyo de las organizaciones políticas y de masas, así como de otros sectores
del área.
La última fase con la que finaliza este
proceder es el alta o egreso del paciente,
caracterizado por 3 posibilidades:
- el paciente evoluciona satisfactoriamente y se le da el alta del ingreso en el hogar
607
con su reincorporación paulatina a la vida
social y laboral.
- el paciente evoluciona desfavorablemente y es necesario su traslado a otra unidad médica para su valoración y tratamiento.
- el paciente fallece en su hogar.
Durante el tiempo que realice el ingreso domiciliario el médico lo reportará en su
hoja de consulta y especificará la causa que
lo motivó y al terminarlo aclarará la evolución final del paciente.
Para realizar este proceder se hace necesario mantener una estrecha relación con
el policlínico base, el cual brindará los recursos necesarios (diagnósticos y terapéuticos), también con la farmacia principal
municipal que suministra medicamentos diferenciados necesarios para la atención de
estos pacientes, y en el caso de que sea
necesario su traslado a otra institución de
salud, se deben establecer las coordinaciones necesarias con el policlínico principal
de urgencias.
Los jefes de equipos básicos en su
condición de administrativos son los encargados de monitorear y evaluar el desarrollo de esta actividad, verificando y controlando la metodología y calidad con que
se realiza; además participarán en la valoración médica y terapéutica de los pacientes,
lo que desarrollarán desde su perfil docente asistencial, además de proponer y realizar investigaciones sobre esta temática.
Los profesores interconsultores participarán directamente en la evaluación y seguimiento de los pacientes y controlarán el
desempeño profesional del médico y la enfermera.
Por todo lo anteriormente expuesto, podemos concluir que el ingreso domiciliario es
un proceder que facilita el desarrollo de la
cirugía mayor ambulatoria, así como el alta
hospitalaria precoz. Para ello debe existir una
adecuada interrelación entre ambos niveles
de atención, pues el Médico de la Familia es
el conocedor de las particularidades del paciente y de su familia, y por tanto el único
capaz de decir acertadamente su realización.
SUMMARY: A methodological analysis of domiciliary hospitalization is made by structuring
it into 3 stages: evaluation, intervention and discharge, which allows its implementation in a more
pedagogical and didactic way by the family physician. The requirements for home hospitalization
as well as the functions of each member of the health team interrelated with other primary care
institutions are stated.
Subject heradings: PATIENT ADMISSION; PRIMARY HEALTH CARE/methods; FAMILY PRACTICE; HOME
NURSING/methods; COMPREHENSIVE HEALTH CARE/methods; AMBULATORY CARE.
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Recibido: 30 de marzo de 1998. Aprobado: 1ro. de
octubre de 1998.
Dr. Jorge A. Naranjo Ferregut. Pedro Téllez No. 368
e/Capitán San Luis y Luis Pérez, Pinar del Río, Cuba.
608
Rev Cubana Med Gen Integr 2000;16(6):609-20
METODOLOGÍA PARA EL ANÁLISIS DE LOS CASOS
DE ADULTOS FALLECIDOS EN EL NIVEL PRIMARIO DE SALUD
Justo Senado Dumoy1
RESUMEN: Con el propósito de satisfacer la necesidad pedagógica determinada por la
inexistencia de una metodología, para el adecuado cumplimiento de las reuniones docentes de
"Discusión de Fallecidos Adultos", lo cual repercute negativamente en la formación docente-educativa de los profesionales en el nivel primario de salud y en la calidad de los servicios que prestan a
la población que atienden, desarrollamos una investigación en el Policlínico Docente "13 de Marzo",
donde aplicamos una "Metodología para el Análisis en el Nivel Primario de Salud de Casos Adultos
Fallecidos"en un total de 30 de estas reuniones docentes para organizar y conducir el desarrollo de
estas actividades y evaluar la competencia y el desempeño de los profesionales. Esta metodología
estimuló la realización y sistematización de estas reuniones y contribuyó a elevar la calidad y por
tanto su eficiencia. Por su integralidad, su objetividad y su contribución al desarrollo del pensamiento científico y la aplicación del método clínico y de los principios didácticos, la metodología que
proponemos se presenta como un valioso instrumento para la docencia, la asistencia médica y la
investigación y como un complemento del sistema evaluativo en Medicina General Integral; en
síntesis: un instrumento para el perfeccionamiento de la competencia y el desempeño de los profesionales.
Descriptores DeCS: ATENCION PRIMARIA DE SALUD/métodos; ANALISIS Y DESEMPEÑO DE TAREAS;
COMPETENCIA CLINICA; CALIDAD DE LA ATENCION DE SALUD; MORTALIDAD.
La Educación en el Trabajo adquiere
una importancia relevante entre las formas
de organización de la enseñanza puestas
en práctica en la formación del especialista
de Medicina General Integral, donde constituyen objeto de estudio-trabajo: el individuo, la familia y la comunidad. Con el propósito de conservar y mejorar su estado de
1
salud y una de sus formas de expresión es
la reunión docente de Presentación y Discusión Diagnóstica que tiene como objetivo estimular en los profesionales el desarrollo de los raciocinios necesarios para
integrar y evaluar los datos encontrados
en la anamnesis, el examen físico y los exámenes complementarios a la luz de los
Especialista de II Grado en Medicina Interna. Profesor Auxiliar de la Facultad de Ciencias Médicas
"Calixto García".
609
conocimientos teóricos y la información
pertinente, y llegar a un juicio de tipo diagnóstico que le permita establecer o evaluar
el plan terapéutico y los juicios pronósticos
o retroactivos correspondientes, enmarcando
dentro de un proceso y una estrategia lógicos del pensamiento, a un enfermo en el contexto de su estado de salud.
Dentro de sus modalidades se ubica la
Reunión Clínico-Patológica, que debe dar
respuesta a objetivos docentes de la asignatura, previamente establecidos, cumple
objetivos relacionados con el diagnóstico
y análisis de la evolución clínica y terapéutica seguidos con un paciente, y los resultados obtenidos en los estudios
anatomopatológicos diagnósticos, lo cual
permite la imprescindible retroalimentación
al pensamiento clínico, pudiendo tratarse
de un caso post-mortem. Su evaluación
debe tener en cuenta la habilidad del estudiante para emplear los procedimientos lógicos del pensamiento científico, sin limitarse solamente a los diagnósticos finales
(artículos 49, 51 y 53 del Reglamento para la
Organización del Proceso Docente-Educativo en los Centros de Educación Médica
Superior, de 1988, vigente aún).
A pesar de la orientación de que se
realice en los policlínicos la reunión docente de Análisis de Casos Fallecidos Adultos, no existe hasta el momento una metodología adecuada que facilite el logro del
objetivo pedagógico de esta actividad docente. Estamos entonces ante un problema
pedagógico, pues el incumplimiento o mal
cumplimiento de dicha actividad docente
repercutirá negativamente en el proceso de
enseñanza-aprendizaje, en la información
docente educativa del futuro especialista,
y en su proyección hacia el sector
poblacional cuya atención médica estará
bajo su responsabilidad, y habrá también
una repercusión negativa en la calidad de
los servicios de salud ofrecidos por este
profesional. Es decir, la falta de una metodología adecuada influye negativamente en
la calidad de los servicios en el nivel primario de salud.
El análisis de la salud y el estado de la
situación de salud han tenido una evolución paralela, pero se le ha dado mayor énfasis a la situación que a su análisis, y es
por eso que se ha puesto mayor interés en
describir y cuantificar las enfermedades,
que en mostrar herramientas útiles para su
abordaje.1 La muerte como destino final e
inevitable del hombre, trasciende más allá
de un mero hecho biológico, pues trae consigo importantes repercusiones desde los
puntos de vista antropológico, moral, social, filosófico, religioso, etc. (Machado C.
Una nueva definición de la muerte humana.
Cuadernos de información y debate. Instituto de Neurología y Neurocirugía.
CUCAIBA. Centro Unido Coordinador de
Ablación e Implante. Provincia de Buenos
Aires. Ministerio de Salud de la Provincia
de Buenos Aires, 1994, p 5).
En la actividad laboral que desarrolla
el egresado de cualquier especialidad, obviamente se pone de manifiesto en alguna
medida la preparación que él adquirió dentro del sistema educacional que le otorgó
determinada calificación para desarrollar su
tarea.2 La aptitud o capacidad para desarrollar de forma idónea esa actividad o tarea, o
sea, lo que el profesional debe saber y saber hacer, es a lo que se le llama competencia,3 y a la capacidad para desarrollar completamente los deberes u obligaciones inherentes a su cargo o responsabilidad, es
decir, la conducta, la aptitud del profesional durante su participación en las actividades o tareas de su profesión se le llama
desempeño. Esta es una categoría que constituye el centro del proceso de atención
médica, pues garantiza el cumplimiento de
todo el proceso técnico e interpersonal,
incluyendo la aplicación de la tecnología
610
necesaria y disponible y la adecuada interpretación de sus resultados, lo que se expresa en términos de eficiencia diagnóstica
y terapéutica.
Nuestro sistema nacional de salud tiene como base de su organización el nivel
primario de atención a través del programa
del Médico y la Enfermera de la Familia, y
su estrategia de desarrollo exige el perfeccionamiento de la atención primaria de salud para dar respuesta a los requerimientos de la salud pública contemporánea.
Este Médico de Familia, profesional dotado de potencialidades transformadoras de
los estilos de vida, formador de cultura
sanitaria, capaz de detectar y orientar el
enfrentamiento a los factores de riesgo, dispone de conocimientos y enfoques clínicoepidemiológicos, sociales y administrativos, que le permiten una proyección
biopsicosocial hacia el individuo, la familia
y la comunidad, con resultados traducidos
en accesibilidad, aceptabilidad, integridad
y equidad.2-5
Por ello, las necesidades de aprendizaje o de adiestramiento conducen a la búsqueda de solución pedagógica capacitante
para lograr la transformación cualitativa de
los servicios de salud, y el monitoreo de la
competencia y el desempeño de los profesionales de la salud tiene implicaciones estratégicas, pues progresivamente genera
nuevas demandas y acciones capacitantes,
al tiempo que orienta el reordenamiento
constante de la formación de recursos humanos (Riemont ER, Hernández H, Rojo N,
Otero J. Evaluación del desempeño profesional a graduados de la maestría en Atención Primaria de Salud. Cuba. 1993-1995.
Trabajo de curso para optar por el título de
Máster en Atención Primaria de Salud. Ministerio de Salud Pública. Instituto Superior de Ciencias Médicas. Facultad de Salud Pública. Págs. 3-4 y 24-25. Ciudad de La
Habana, 1996).
De lo dicho hasta aquí es preciso definir 2 situaciones:
Por una parte, la muerte, cuyo análisis
evidencia necesidades de competencia y
desempeño de los profesionales de la salud, quienes en su práctica diaria tratan incesantemente de evitar su ocurrencia; y por
otra parte, el proceso docente-educativo,
que forma y capacita estos profesionales,
para integrar eficientemente el sistema nacional de salud y que se nutre, se
retroalimenta, se fortalece, con las nuevas
experiencias que resultan de cada ocasión
en que se analiza científicamente un caso
que falleció, una vida que se perdió.
Por tanto, el análisis de un caso fallecido con una metodología adecuada, pudiera
resultar una valiosa oportunidad para integrar estas 2 situaciones mencionadas: ¿qué
necesidades de competencia y desempeño
se detectaron?, ¿cuál es la estrategia docente-educativa para superarlas?
Proponemos una metodología, que por
su objetividad, su aplicabilidad en el nivel
primario de salud y su posibilidad de utilización generalizada y sistemática, supera
los beneficios de otras orientadas actualmente, como instrumento para el perfeccionamiento de la competencia y el desempeño de los profesionales, que favorece el
adecuado desarrollo de estas reuniones docentes, el control estadístico y la investigación, y contribuye al mejoramiento de la
atención al adulto.
Al confeccionar esta metodología, hemos tenido en cuenta los siguientes aspectos que pudiéramos llamar "ingredientes":
atiende factores que afectan la salud; tiene
en cuenta al individuo, la familia y la comunidad; integra aspectos preventivo-curativos, psicológicos y sociales, e individuales
y ambientales; tiene en cuenta los pilares del
trabajo en atención primaria de salud como
son la promoción de salud, prevención y
curación de enfermedades y rehabilitación
611
de enfermos; contribuye al desarrollo del
pensamiento científico; orienta y guía la
aplicación del método científico; estimula
la relación interniveles de salud; integra la
discusión con la evaluación; integra el proceso salud-enfermedad con el proceso de
enseñanza-aprendizaje; permite la observación de los principios didácticos; contribuye al adiestramiento en el llenado del certificado de defunción; ofrece un documento
de utilidad estadística; facilita la
autoevaluación y la evaluación colectiva;
y por último, ofrece un instrumento para
medir la eficiencia de los servicios de salud
en el nivel primario de atención.
Esta metodología fue presentada por
primera vez en 1994, después de procesar
los resultados del análisis en los policlínicos
del municipio Habana del Este, de 14 casos
fallecidos analizados durante 1993.6 En una
segunda etapa se hizo un estudio más amplio, procesando los resultados del análisis
de 60 casos adultos fallecidos analizados
en estos policlínicos en el período de un
año (entre 1995 y 1996); pero pensamos que
independientemente de sus aciertos, esta
metodología debe perfeccionarse para lograr resultados de mayor calidad, y por ello
en esta oportunidad nos disponemos a presentar nuestra experiencia con su aplicación en la tercera fase de nuestra investigación, con el propósito de mostrar sus beneficios y lograr su validación.
Nos trazamos como objetivo validar
una metodología para el análisis de los casos de adultos fallecidos, que sea útil como
instrumento docente-educativo del personal de pregrado y postgrado que labora en
el plan del Médico de la Familia.
Métodos
Se aplicó nuestra metodología en un
total de 30 reuniones docentes de Discu-
sión de Fallecidos Adultos en el Policlínico
Docente "13 de Marzo" del municipio Habana del Este realizadas por los grupos básicos de trabajo en el tiempo que comprenden 18 meses, dividido en 2 períodos: el
primero, de enero a junio de 1998 y el segundo, en los meses de noviembre de 1998
y de marzo a julio de 1999 (6 meses cada
uno).
Al final de cada reunión los jefes de
grupos básicos de trabajo, entregaban a la
vicedirectora de asistencia médica la metodología en cuestión con los datos recogidos. La información recibida permitió evaluar la calidad de la atención brindada en
cada uno de los casos mediante la aplicación de un sistema evaluativo destinado
para este propósito (anexo 1). Estos datos
fueron luego analizados y expresados
porcentualmente.
Nuestro instrumento metodológico fue
sometido a la consideración de 30 expertos,
10 de ellos en representación de los profesionales (residentes y especialistas) que
protagonizaron esta investigación, atendiendo a su asistencia y participación en
estas reuniones (grupo de los ejecutores);
otros 10 representando al personal administrativo y docente que conduce y evalúa
acorde con sus requerimientos (directores,
vicedirectores, especialistas de medicina interna y jefes de grupos básicos de trabajo)
de los centros de nuestro municipio con
experiencia en esta activiadad docente y en
la aplicación de nuestra metodología (grupo de los evaluadores); y finalmente otros
10, en representación de profesionales de
niveles superiores con conocimientos y
experiencia del desenvolvimiento docente
asistencial en el nivel primario de atención
(docentes, administrativos, metodólogos e
investigadores) de distintas facultades de
ciencias médicas, así como prestigiosos
centros docente-asistenciales de nuestra
provincia Ciudad de La Habana (grupo de
612
los observadores). A todos se les aplicó un
cuestionario para evaluar cada uno de los
16 items de la metodología propuesta (anexo
2), atendiendo a los criterios evaluativos
señalados, con una puntuación de mucho:
3 puntos, poco: 2 puntos y nada: 1 punto
(anexo 3). Estos datos fueron luego analizados porcentualmente según la participación de expertos por criterios, y de items
por criterios, definiendo así la validez del
documento.
Finalmente tuvimos en cuenta las sugerencias de los expertos para mejorar la
calidad del documento y luego una comisión municipal evaluativa certificó las modificaciones realizadas y dio su aprobación
final para su utilización oficial. Este documento se muestra en el anexo 4.
También se hizo un análisis estadístico con el propósito de demostrar la superación pedagógica lograda del primero al segundo períodos, comparando los resultados cualitativos de la evaluación de la información recibida en cada uno de los items
(catalogados de bien, regular y mal) del primer período, comparado con su homólogo
del segundo período, para lo cual utilizamos las pruebas no paramétricas de X2 y
exacta de Fisher, con un nivel de significación prefijado para controlar la probabilidad de señalar diferencias de alfa = 0,05.
Resultados
Luego de la aplicación de nuestro instrumento metodológico, se facilitó el conocimiento de características individuales de
los miembros de la población atendida, que
constituyen factores de interés en el análisis del proceso salud-enfermedad, como
son los predominios de edad (50-59 años,
33,3 %), sexo (masculino 53,3 %), color de
la piel (blanco 53,3 %), estado civil (casa-
dos 50 %) y ocupación (jubilados y amas
de casa 50 %).
Igualmente, posibilitó la evaluación de
la atención brindada en vida a esas personas (en 73,3 % la evaluación fue de mal) y
permitió detectar deficiencias teórico-prácticas en relación con: motivo de consulta,
interrogatorio, examen físico, utilización de
interconsultas y medios diagnósticos, y las
acciones de salud.
Hay que señalar también que se estimuló la reflexión sobre la relación médicopaciente y la necesaria correspondencia
entre la categoría dispensarial y la frecuencia de los encuentros (93,3 % clasificados
dispensarialmente, en un 36,6 % los encuentros no se produjeron con la frecuencia requerida). Enseñó a valorar con objetividad
y evaluar la calidad de la historia clínica
como documento de información científica
para el estudio del proceso salud-enfermedad (deficiente en un 23,3 %).
Permitió conocer detalles sobre la protección médica a la población en situaciones
críticas (en 53,3 % el episodio final ocurrió
en el domicilio, también en el 46,6 % , el
personal médico estuvo a la cabecera del
enfermo). Asimismo, facilitó el ejercicio diagnóstico y permitió conocer la distribución
casuística de la mortalidad en el área de salud, y por tanto sus principales problemas de
salud, siendo esta la motivación principal del
proceso de enseñanza-aprendizaje (predominaron las enfermedades cardiovasculares
con un 43,3 % y le siguieron las enfermedades neoplásicas con un 20,0 %).
Como otro elemento positivo señalamos que contribuyó al adiestramiento en la
expresión diagnóstica del certificado de
defunción, y a la vez destacó la correspondencia clínico-necrópsica (en 3 casos, 10 %
del total de 5 en que pudo determinarse, la
correspondencia fue parcial o ausente).
Estimuló el desarrollo de la autoevaluación
y la evaluación colectiva, senalándose al final
613
TABLA 1. Criterios de expertos. Distribución por items
Items
Representativo
No.
%
1
2
3
4
5
6
7
8
9
10
11
12
13
14
15
16
26
28
28
29
22
27
30
28
29
23
28
28
23
28
28
30
87
93
93
97
73
90
100
93
97
77
93
93
77
93
93
100
Criterio de expertos
Adecuado y útil Comprensible
No.
%
No
%
25
25
28
29
24
28
30
27
24
25
24
28
24
28
29
30
83
83
93
97
80
93
100
90
80
83
80
93
80
93
97
100
29
27
25
26
24
24
30
27
23
26
24
26
25
28
27
27
Práctico
No.
%
97
90
83
87
80
80
100
90
77
87
80
87
83
93
90
90
29
24
27
27
25
25
30
28
25
24
26
28
26
29
27
30
97
80
90
90
83
83
100
93
83
80
87
93
87
97
90
100
Cualitativo
No.
%
28
24
28
28
26
29
30
27
26
25
26
29
25
29
28
30
Criterios por items
con 80 % o más
No.
%
93
80
93
93
87
97
100
90
87
83
87
97
83
97
93
100
5
5
5
5
4
5
5
5
4
4
5
5
4
5
5
5
100
100
100
100
80
100
100
100
80
80
100
100
80
100
100
100
Fuente: Encuestas aplicadas a expertos (se tuvieron en cuenta solo los expertos que
calificaron con mucho: 3 puntos).
las necesidades de aprendizaje y adiestramiento que debían ser satisfechas. En solo
15 (50 %) de las reuniones se hizo la valoración concluyente; de este grupo, la deficiente calidad de la historia clínica y el deficiente conocimiento y práctica de acciones
de salud (53,3 %), y los controles deficientes en cantidad y calidad (40,0 %) fueron
los detalles principales.
Logramos también que se estimulara
la realización y sistematización de estas
reuniones, y contribuyó a elevar la calidad y por tanto su eficiencia (esto quedó
evidenciado de manera general en los resultados antes expuestos, y de manera
particular en los saltos cualitativos mostrados del primero al segundo períodos
en lo referente a: análisis de la atención
de la salud brindada, evaluación de la
calidad de la historia clínica, correspondencia clínico-necrópsica y valoración
concluyente).
Se confirmó la validez de nuestra metodología al mostrar que el 80 % o más de
los expertos otorgó la calificación de mucho (3 puntos) a los criterios presentados
como representativo en 13 items (81 %),
como comprensible en 15 items (94 %) y
como adecuado y útil, práctico y cualitativo en 16 items (100 %). Esto se muestra en
las tablas 1 y 2.
TABLA 2. Distribución de items por criterios evaluativos
Criterios
Representativo
Adecuado y útil
Comprensible
Práctico
Cualitativo
No. de items
%
13
16
15
16
16
81
100
94
100
100
Fuente: Encuestas aplicadas a expertos (se tuvieron en
cuenta solo los ítems que acumularon 80 % o más de
aprobación con la calificación de mcuho: 3 puntos).
614
Comprobamos que nuestra metodología es capaz de controlar el desarrollo del
proceso docente-educativo al presentar los
progresos experimentados en este sentido
ítems 4, 11, 12 y 16), y se evidenció mejoría
de la calidad de la información aportada por
los profesionales acorde con sus requerimientos, y por tanto en la eficiencia de estas reuniones docentes (en los 3 últimos, la
diferencia alcanzó la significación estadística). En ninguna de las comparaciones se
señaló retroceso.
Discusión
Los datos relacionados con características individuales son útiles para caracterizar el caso analizado y conducir cualquier
investigación de mortalidad en un área de
salud determinada. Igualmente, la aplicación
del método clínico fue útil tanto para ordenar la información extraída, como para orientar la preparación de la exposición por parte
de los profesionales, así como para hacer más objetivo el trabajo de los evaluadores.
La autoevaluación y autodefensa que
se logran con esta metodología se hace
válida en función de la calidad de la historia
clínica (determinada por el evaluador), esto
estimula su adecuada utilización, además
contribuye a mejorar su calidad en la medida en que refleje el pensamiento científico
de los profesionales de la salud. Nuestra
metodología también facilita el análisis de
las condiciones en que se presentaron y
las características de los cuadros clínicos
finales, y orienta la valoración sobre la disponibilidad y la efectividad de la protección médica comunitaria en situaciones de
urgencia, así como la efectividad de la relación interniveles de salud en estas situaciones, aspecto este que le otorga un carácter más integral.
La aplicación del método clínico adecuadamente favorece la mayor posibilidad
de la certeza del diagnóstico presuntivo final, lo cual tiene gran importancia para el
llenado del certificado de defunción, pero
lo más importante es que el ejercicio diagnóstico estimula el desarrollo de la expresión oral y del pensamiento científico, permite a los profesores explorar el aprendizaje (individual y colectivo) de los alumnos, y
brinda información sobre los principales
problemas de salud, motivo este de futuras
actividades docentes, todo lo cual confirma las utilidades pedagógicas de este documento.
Uno de los principales logros de nuestra metodología es que constituyó un estímulo para la realización de estas reuniones
docentes, así como su objetividad, pues
con ella se hicieron las conclusiones de las
reuniones (valoraciones concluyentes) que
evidenciaron las deficiencias a superar en
futuras actividades docentes académicas y
de educación en el trabajo, acorde con los
conocimientos y habilidades propuestos en
el programa de la especialización en Medicina General Integral, por lo que podemos
afirmar que contribuye al perfeccionamiento de la competencia y el desempeño de los
profesionales de la salud en el nivel primario de atención.
Los expertos corroboraron las virtudes
atribuidas a este instrumento metodológico,
pues señalaron que estaba confeccionado
adecuadamente en relación con los aspectos que debía medir y capacitado para explorarlos, lo que validó los propósitos para
los que fue creado. Los progresos logrados con su aplicación fueron evidentes, y
no fueron más llamativos pues se comparó
contra sí misma (2 períodos), y no contra otra
de su tipo, inexistente antes; pero los ítems
que mostraron mejoría señalan superación
en aspectos tan importantes como la calidad de la información básica (interrogatorio
615
do por su integralidad otras metodologías
de aplicación limitada o nula en este nivel de atención, y constituyendo un valioso complemento del sistema evaluativo
en Medicina General Integral.
y examen físico), participación del paciente
y su familia en la gestión de salud, calidad
de la historia clínica individual, y conclusiones de estas reuniones docentes, motivaciones estas del proceso docente-educativo. En ninguna comparación se mostró
retroceso.
Comentario
Conclusiones
La metodología para análisis en el nivel primario de salud de casos adultos fallecidos, como instrumento para el perfeccionamiento de la competencia y el desempeño, mostró su validez para:
Esta metodología se utiliza desde hace
casi 6 años en nuestro municipio, y cuenta
con el aval favorable de los representantes
de los policlínicos que la utilizan y que ya
suman 6 de los 8 existentes.
AGRADECIMIENTOS
1. Orientar la organización y conducción de
estas reuniones docentes para elevar su
calidad y eficiencia.
2. Contribuir al desarrollo del pensamiento
científico y la aplicación del método clínico y de los principios didácticos, por lo
que se presenta como un valioso instrumento para estimular la docencia, la asistencia médica y la investigación.
3. Evaluar en cantidad y calidad la eficiencia de los servicios de salud prestados
en el nivel primario de atención, superan-
Mi agradecimiento a la doctora Helena
González Sjostrom, Dra. en Ciencias y Profesora
Titular de Anatomía Patológica del Hospital General "Calixto García", al doctor Alberto Hatim
Ricardo, Dr. en Ciencias y Profesor Titular de
Medicina Interna del Centro Nacional de Perfeccionamiento Médico y a la Licenciada Carmen
Valenzuela, Licenciada en Matemática, del Centro de Investigaciones Biológicas, por sus oportunas y valiosas orientaciones. Mi agradecimiento
también a los profesionales del Policlínico Docente "13 de Marzo", quienes con voluntad y actitud científica, protagonizaron el desarrollo de esta
investigación.
SUMMARY: In order to meet the pedagogical need determined by the non-existance of a
methodology that guarantees the adecuate fulfilment of the teaching meetings where the cases of dead
adults are discussed, and taking into consideration that this influences negatively on the teaching and
educative training of the professionals at the primary health care level and on the quality of the services
they render to the population, we made an investigation at the "13 de Marzo" Teaching Polyclinic,
where we applied the "Methodology for the Analysis at the Primary Health Care Level of the Dead
Adult Cases" to a total of 30 of these meetings so as to organize and direct the development of these
activities and to evaluate the competence and performance of the professionals. This methodology
encouraged the accomplishment and systematization of these meetings and contributed to improve
their quality and efficiency. Due to its integrality, objectivity and contribution to the scientific thought
and to the application of the clinical method and of the didactic principles, the methodology we propose
is considered as a valuable tool for teaching, medical assistance and research and as a complement of
616
the evaluative system in Comprehensive General Medicine. This is, in short, a tool for improving the
competence and performance of professionals.
Subject headings: PRIMARY HEALTH CARE/methods; TASK PERFORMANCE AND ANALYSIS; CLINICAL
COMPETENCE; QUALITY OF HEALTH CARE; MORTALITY.
ANEXO 1
Sistema evaluativo
Información – Detección del problema (motivo de consulta)
10 ptos.
.(40 puntos) – Información
Interrogatorio
10 ptos.
Examen físico
10 ptos.
Medios diagnósticos
10 ptos.
e interconsultas
Diagnóstico – Impresión diagnóstica
5 ptos.
(20 puntos)
– Diagnóstico
Positivo
5 ptos.
Diferencial
10 ptos.
y de complicaciones
Acciones
– Promoción
10 ptos.
de salud
– Prevención
10 ptos.
(40 puntos)
– Curación
10 ptos.
– Rehabilitación
10 ptos.
Para el cálculo de la puntuación correspondiente a los aspectos antes mencionados se tendrán en cuenta los
parámetros siguientes:
Excelente: Si domina el aspecto analizado demostrado por escrito.
Bien: Si al menos señala lo indispensable.
Regular: Si no señala lo indispensable.
Mal: Si presenta datos escasos, sin valor o inadecuados.
Se otorgarán los puntos siguiendo esta guía:
Sobre 40
E – 33-40
B – 25-32
R – 17-24
M – 1-16
puntos
puntos
puntos
puntos
Sobre 20
17-20 puntos
13-16 puntos
9-12 puntos
1-8 puntos
Sobre 10
9-10 puntos
7-8 puntos
5-6 puntos
1-4 puntos
Sobre 5
5 puntos
4 puntos
3 puntos
1-2 puntos
La calidad de la atención médica se medirá en relación con la puntuación otorgada, de manera que podrá
clasificarse como:
Excelente: Cuando se otorguen entre 90 y 100 puntos.
Bien: Cuando se otorguen entre 70 y 89 puntos.
Regular: Cuando se otorguen entre 50 y 69 puntos.
Mal: Cuando se otorguen hasta 49 puntos.
617
ANEXO 2
items
1 . Área de salud
Historia clínica
Estado civil
Dirección
APF
APP
Criterios para evaluación
Nombre y apellidos
Edad
Sexo
Escolaridad
R
Raza
Ocupación
2 . Motivos principales de consulta
3 . Factores de riesgo influyentes del
Individuo
Hogar
Centro de trabajo
Comunidad
4 . Síntomas y signos de interés
5 . Datos útiles de medios diagnósticos
6 . Detalles fundamentales de interconsultas
7 . Diagnóstico clínico principal
Tiempo de padecimiento
Clasificación
Otros diagnósticos o complicaciones
8. Grupo dispensarial
Regularidad de la relación médico-paciente acorde con su grupo
dispensarial (No. de consultas en el último año)
En el consultorio
En el hogar
9. Acciones de salud realizadas
10. Asistencia a Cuerpos de Guardia, motivado por su (s) enfermedad (es)
en ocasiones frecuentes
Estuvo hospitalizado en una
varias
múltiples
ocasiones, señalándose al alta los siguientes diagnósticos
11. Criterio médico sobre la participación del paciente y su familia en la
gestión de salud (cumplimiento de medidas preventivo-curativas)
12. La historia clínica ofrece información adecuada
o deficiente
sobre el estado de salud y la atención brindada
13. Fue esperada
o sorpresiva
la muerte
Dónde y en qué circunstancias se produjo el episodio final
Fue atendido en domicilio
Policlínico
Hospital
Otro
(Especifique)
14. Diagnósticos clínicos propuestos como causa de muerte:
Básica:
Intermedia:
Directa:
15. Los diagnósticos clínicos propuestos coinciden parcialmente
totalmente
o no coinciden
con los diagnósticos
necrópsicos
16. Valoración final y experiencias producto del análisis
Nombres y apellidos:
Categoría profesional:
Función administrativa:
Ubicación laboral:
618
AU
CP
P
CL
ANEXO 3
Cuestionario para validación por expertos de un instrumento metodológico para la discusión de fallecidos
adultos en atención primaria de salud.
Instrucciones
El documento que sometemos a su consideración está destinado a orientar y guiar la preparación y
desarrollo de reuniones docentes de Discusión de Fallecidos Adultos en Atención Primaria de Salud. Presenta una serie de items que lo estructuran.
Deseamos que usted evalúe cada items según los criterios siguientes:
Representativo (R):
El items representa y satisface un requerimiento de la atención primaria de salud en
una persona adulta.
Adecuado y útil (AU): El items es adecuado y útil para medir el resultado deseado.
Comprensible (CP):
El items está confeccionado de manera que puede ser de fácil comprensión el requerimiento señalado, sin lugar a confusiones.
Práctico (P):
El items se presenta de manera que familiariza al profesional con el requerimiento,
haciendo viable la obtención de la información.
Cualitativo (CL):
El items facilita la obtención de respuestas que brinden información de calidad para
los propósitos del documento.
Después de leer estas instrucciones, otorgue a cada items una calificación acorde con los criterios siguientes:
Mucho: 3 puntos
Poco: 2 puntos
Nada: 1 punto
Si usted desea expresar alguna sugerencia u opinión adicional en relación con la conformación y presentación de los items expuestos, puede hacerlo en la parte posterior de esta página.
ANEXO 4
Metodología para análisis en el nivel primario de salud de casos adultos fallecidos
1.
Fecha de fallecimiento
Área de salud
Nombre y apellidos
Dirección
Edad
Sexo
Estado civil
APF
APP
Raza
Ocupación
2
2 a. Motivos relevantes de consulta (por su reiteración y/o impacto)
2 b. Factores de riesgo destacados (por su reiteración y/o impacto):
del individuo (estilo de vida)
de la familia (modo de vida familiar)
del centro de trabajo (condiciones laborales)
de la comunidad (modo de vida comunitario)
2 c. Síntomas y signos de interés
619
Escolaridad
3
3 a.Comentarios o informaciones sobre impresiones diagnósticas
3 b.Información aportada por la utilización de medios diagnósticos
3 c.Información diagnóstico-terapéutica como resultado de interconsultas
3 d.Diagnóstico clínico principal
Tiempo de fallecimiento
Clasificación
Complicaciones u otros diagnósticos
4
4a. Grupo dispensarial
4b. Los encuentros realizaron en el consultorio y el hogar con la periodicidad y la calidad requeridas.
Sí
No
5
5a. Sintetice las "acciones de salud" de promoción de salud, prevención y curación de enfermedades y de
rehabilitación que le fueron realizadas
5b. Por su(s) enfermedad(es) asistió a Cuerpos de Guardia o estuvo hospitalizado en una
o varias ocasiones
, señalándose al final de la atención, el (los) siguiente(s) diagnóstico(s)
5c. Criterio médico sobre la relación interniveles de salud
6
6a. Su familia es funcional
o disfuncional
6b. Criterio médico sobre la participación de la persona y su familia en la gestión de salud (cumplimiento
de orientaciones preventivo-curativas)
7. La historia clínica ofrece información adecuada
o deficiente
sobre el estado de salud
y la atención brindada
8
8a. Fue esperada
o sorpresiva
la muerte
8b.Dónde y cómo se describe el cuadro clínico final
8c. Fue atendido en domicilio
policlínico
hospital
otro
Especifíque:
9
9a. Diagnóstico(s) clínico(s) propuesto(s) como causa de muerte
Directa
Básica
Contribuyentes
9b. Los diagnósticos clínicos propuestos y los diagnósticos necrópsicos coinciden totalmente
parcialmente
o no coinciden
10. Valoración final y experiencias como resultado del análisis
Referencias
1.
2.
3.
4.
bibliográficas
Martínez S. El análisis de la situación de salud,
su historicidad en los servicios. Rev Cubana
Salud Pública 1997;23(1-2):47-54.
Sierra EC. La evaluación del desempeño profesional en los procesos pedagógicos del
perfeccionamiento. Educ Méd Sup 1992;6(2):
75-91.
Salas R, Aneiros R, Hatim A. La evaluación
de la competencia clínica de los educandos
mediante las inspecciones integrales en la Educación Médica Superior. Educ Méd Sup
1996;10(1):19-27.
Salas R, Hatim A, Ray R. Sistema de monitoreo
y control de la calidad de la competencia y el
desarrollo profesional. Educ Méd Sup 1997;
11(1):17-30.
5.
6.
7.
Hadad H, Ramírez A, Ochoa D. Nuevos escenarios, tendencias y enfoques en la garantía
de la calidad de la atención médica en Cuba.
Rev Cubana Salud Pública 1993;19(1):57-67.
Senado J, Mendizabal M. Proposición de un
modelo para la discusión de fallecidos adultos
como instrumento de evaluación del trabajo
en Atención Primaria de Salud. Rev Cubana
Med Gen Integr 1994;10(4):393-402.
Moriyama IM. Indicators of social charge
problems in the measurements of health status. New York: Russel Sage Fundation;
1968:593.
Recibido: 18 de agosto del 2000. Aprobado: 18 de
agosto del 2000.
Dr. Justo Senado Dumoy. Edificio Gran Panel 38A, apartamento 3, zona Micro 10, reparto Alamar, municipio Habana del Este, Ciudad de La
Habana, Cuba.
620
Rev Cubana Med Gen Integr 2000;16(6):621-4
PÁGINA CULTURAL
UNA JOYA DE LA BIBLIOGRAFÍA MÉDICA CUBANA
José Antonio López Espinosa1
Charles E. Maggon, Gobernador Provisional de la Isla de Cuba durante la segunda intervención de los Estados Unidos,
dispuso en la Resolución tercera del Decreto No. 1130 del 30 de noviembre de 1908,
publicado en la Gaceta Oficial de la República No. 131 del 4 de diciembre de ese año,
la publicación de un volumen, en el cual se
compilaran los trabajos más importantes del
doctor Carlos J. Finlay Barrés, reveladores
de la originalidad de su genio, de su extraordinaria actividad y de su asombrosa
tenacidad; que hasta entonces permanecían
inéditos o dispersos en varias publicaciones nacionales y extranjeras.1
Tiempo después, el Presidente de la
República, General José Miguel Gómez, dictó
al efecto el Decreto No. 912 del 29 de septiembre de 1910, publicado en la Gaceta Oficial No. 80 del 1ro. de octubre siguiente,
donde encargó al Secretario de Sanidad y
Beneficencia, doctor Manuel Varona Suárez,
la tarea de dar cumplimiento a la antes mencionada Resolución gubernamental, que
estableció además un límite de producción
de la obra de 1 000 ejemplares, un máximo
de 500 páginas por ejemplar y su costo a
cargo de los fondos del Tesoro no afec-
1
to de otras obligaciones. Acerca de este
último aspecto, el Presidente Gómez dispuso que el costo del libro no debía exceder los
3 000 pesos, cuya cantidad se abonaría con cargo a los sobrantes del presupuesto de la
Secretaría de Sanidad y Beneficencia.2
El 30 de octubre de 1910, el doctor Varona Suárez dio a conocer la Resolución, en
la cual nombró una comisión que, en un
plazo no mayor de 15 meses, debía realizar
el trabajo de recopilación, selección y publicación del libro, sin recibir remuneración
alguna por ello. El titular de Sanidad y Beneficencia escogió para integrar dicha comisión a los doctores Juan Guiteras Gener,
Enrique B. Barnet Roque de Escobar, José
Antonio López del Valle y Jorge Le Roy
Cassá, sobre la base de su reconocida competencia, las relaciones cotidianas mantenidas por ellos con Finlay, su incesante
colaboración para mantener en la práctica
los beneficios de la teoría del sabio cubano,
así como su actividad y pericia en las tareas
de publicación.3
El libro, publicado en definitiva en 1912
con un total de 658 páginas bajo el título de
Trabajos selectos del Dr. Carlos J. Finlay,
consta de un prefacio en español y en inglés,
Licneciado en Información Científico-Técnica y Bibliotecología. Departamento Procesamiento de la
Documentación. Centro Nacional de Información de Ciencias Médicas.
621
donde el doctor Varona Suárez, además de
elogiar con encomio los méritos del ilustre
médico y de indicar que la obra es una
compilación de sus trabajos más importantes y un fiel exponente de sus ideas,
atribuye a su contenido un indiscutible
valor histórico y un admirable interés científico.
Después aparece una sección bautizada con el nombre de Datos Preliminares, donde están los textos completos de
los 3 documentos legales que apoyaron
la salida del libro y unos apuntes biográficos de Finlay redactados por el doctor
Guiteras.
Las 2 partes que siguen a continuación
constituyen el cuerpo principal de la obra. La
primera de ellas tiene 55 trabajos relacionados con la fiebre amarilla, producidos por
Finlay entre 1881 y 1907. La segunda comprende otras 3 contribuciones del inmortal
benefactor de la humanidad, 2 con el tema
del cólera y 1 con el de la filariasis.
La tercera y última parte es un apéndice con una bibliografía comentada del doctor Le Roy acerca de la producción impresa
de Finlay entre 1865 y 1909 sobre fiebre amarilla y otras materias.
En el contenido de Trabajos selectos
del Dr. Carlos J. Finlay se demuestra de
modo fehaciente que una de las cuestiones
que más interesa al hombre de ciencias en
todo progreso intelectual es el desarrollo
de una idea, el proceso evolutivo que conduce a una verdad y que luego queda establecida. La obra es en su conjunto reveladora de que si esa verdad se aplica de modo
directo en beneficio del hombre, es mucho
más meritoria la labor realizada.
Por tal motivo se ha querido traer a las
páginas de esta revista la breve reseña de
un documento que, a pesar de su aspecto
polvoriento y descolorido por el decursar
del tiempo, tiene el maravilloso encanto
de conservar una permanente vigencia.
En él se pueden encontrar los elementos
fundamentales que sirvieron para erradicar de modo definitivo el terrible azote
de la fiebre amarilla en las Américas, brindados por su principal protagonista
(anexo).
En virtud de los aspectos que abarca,
sobre todo los de carácter epidemiológico
de la enfermedad, este primer antecedente
de las Obras Completas de Finlay, comenzadas a publicar a partir de 1965, debe ser
de interés y utilidad a los Médicos de Familia amantes de la investigación en este campo tan vinculado a la historia de la medicina
preventiva y comunitaria.
ANEXO
Trabajos selectos del Dr. Carlos J. Finlay. La Habana: Secretaría de Sanidad y Beneficencia, 1912. 658 p.
Tabla de contenido
Prefacio
Dr. Manuel Varona Suárez
Preface
Dr. Manuel Varona Suárez
III-V
VII-IX
Datos
preliminares
Decree
Decretos
El Dr. Carlos J. Finlay. Apuntes biográficos
Dr. Juan Guiteras
Dr. Carlos J. Finlay. Biographical notes
Dr. Juan Guiteras
XIII-XIV
XV-XVIII
XIX-XXVI
XXVII-XXXIV
622
Primera parte: fiebre amarilla y mosquitos
International Sanitary Conference of Washington
Conferencia Sanitaria Internacional de Washington
El mosquito hipotéticamente considerado como agente de transmisión
de la fiebre amarilla
El mosquito y la fiebre amarilla
The mosquito hypothetically considered as the agent of transmission of
yellow fever
Patogenia de la fiebre amarilla
Hemoglobina y su medición con un espectro-fotómetro
Nuevos datos acerca de la relación entre la fiebre amarilla y el mosquito
Fiebre amarilla experimental comparada con la natural en sus formas benignas
Apuntes sobre la historia primitiva de la fiebre amarilla
Nuevas consideraciones acerca de la historia de la fiebre amarilla
Estado sanitario de La Habana con relación a la fiebre amarilla
Hematimetría de la fiebre amarilla
Yellow fever: its transmission by means of the Culex mosquito
Colonias de tetrágenos sembrados por mosquitos
Relación entre los factores etiológicos y la evolución de la fiebre amarilla
Estadística de las inoculaciones con mosquitos contaminados en enfermos
de fiebre amarilla
Inoculations for yellow fever by means of contaminated mosquitoes
Yellow fever, before and after the discovery of America
Comunicación acerca de un nuevo recurso terapéutico en el tratamiento
de la fiebre amarilla
Yellow fever immunity. Modes of propagation. Mosquito theory
Fiebre amarilla en los criollos
Yellow fever
Fiebre amarilla. Estudio clínico, patológico y etiológico
El tetragonococo o tetracoco versátil y la fiebre amarilla
The tetragonococcus or tetracoccus versatilis and the yellow fever
Concordancia entre la filología y la historia en la epidemiología primitiva
de la fiebre amarilla
A plausible method of vaccination against yellow fever
Los mosquitos considerados como agentes de la transmisión de la fiebre
amarilla y de la malaria
Mosquitoes considered as transmitters of yellow fever and malaria
Etiología de la infección hemogástrica de la fiebre amarilla
Transmisión de la fiebre amarilla
Yellow fever and its transmission
Reseña de los progresos realizados en el siglo XIX en el estudio de la
propagación de la fiebre amarilla
Finlay’s mosquito theory before and after its official investigation
Dos maneras distintas de transmitirse la fiebre amarilla
Two different ways in which yellow fever may be transmitted
Is the mosquito the only agent through which yello fever is transmitted?
¿Es el mosquito el único agente de transmisión de la fiebre amarilla?
Agreement between the history of yellow fever and its transmission
Method of stamping out yellow fever suggested since 1899
Método para extirpar la fiebre amarilla recomendado desde 1989
Concepto probable de la naturaleza y el ciclo vital del germen de la fiebre amarilla
Probable nature and life cycle of the yellow fever germ
Yellow fever. An inedited manuscript by Dr. Carlos J. Finlay, with a preliminary
note by Dr. Juan Guiteras
Fiebre amarilla. Un trabajo inédito del Dr. Carlos J. Finlay, traducido del inglés
con una nota preliminar del Dr. Juan Guiteras
New aspects of yellow fever etiology arising from the experimental findings
of the last three years
623
3-4
5-6
7-23
24-25
27-43
45-58
59-61
63-70
71-105
107-125
127-141
143-144
145-153
155-170
171-175
177-183
185-204
205-209
211-219
221-225
227-232
233-234
235-258
259-287
289-305
307-322
323-337
339-341
343-347
349-354
355-360
361-364
365-368
369-382
383-385
387-392
393-398
399-404
405-410
411-419
421-427
429-436
437-441
443-447
449-458
459-468
469-471
Nuevo aspecto de la etiología de la fiebre amarilla con motivo de los
descubrimientos experimentados en los tres últimos años
Profilaxis de la fiebre amarilla
Fiebre amarilla experimental según la técnica moderna
Del mosquito como factor etiológico de la fiebre amarilla
Estado sanitario de la isla de Cuba después de la proclamación de la República
Informe general sobre la reciente epidemia de fiebre amarilla que experimentó
La Habana desde el 17 de octubre
hasta el 31 de diciembre de 1905
Casos, al parecer típicos, de íctero catarral simple como secuela posible de
ataques benignos o ignorados de fiebre amarilla
Atmospheric temperature as an essential factor in the propagation of yellow fever
473-475
477-489
491-517
519-523
525-531
533-541
543-549
551-571
Segunda parte: Otras materias
Carta remitida al Diario de la Marina sobre el cólera en el Cerro
Transmisión del cólera por medio de las aguas corrientes cargadas de principios
específicos
Consideraciones acerca de algunos casos de filariasis observados en La Habana
575-576
578-609
611-619
Tercera parte: Apéndice
Bibliografía del Dr. Carlos J. Finlay
Dr. Jorge Le Roy y Cassá
Referencias
1.
2.
3.
623-654
bibliográficas
Magoon CE. Decreto No. 1130 del 30 de noviembre de 1908. Gac Of Rep Cuba 1908;
7(131):4661-2.
Gómez JM, Varona M. Decreto No. 912 del
29 de septiembre de 1910. Gac Of Rep Cuba
1910;9(80):3740-1.
Varona Suárez M. Resolución del 30 de octubre de 1910. En: Trabajos selectos del Dr.
Carlos J. Finlay. La Habana: Secretaría de Sanidad y Beneficencia, 1912:XVII-XVIII.
Recibido: 17 de octubre del 2000. Aprobado: 6 de
noviembre del 2000.
Lic. José Antonio López Espinosa. Calle E No.
452 e/ 19 y 21, Vedado, municipio Plaza, Ciudad
de La Habana, Cuba.
624
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