DECÁLOGO DE LA RESPONSABILIDAD 1. La persona

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1
DECÁLOGO DE LA RESPONSABILIDAD
1. La persona responsable responde por sus actos. Por eso piensa antes de
actuar y mide sus consecuencias.
2. Es responsable quien asume en forma cabal todos sus deberes y ejercita
todos sus derechos.
3. “Lo que hay qué hacer se hace,
Responsabilidad es cumplir con el deber.
sin
vacilar,
sin
miramientos”,
4. Excusarse, justificarse, buscar pretextos o eludir compromisos, son faltas de
responsabilidad.
5. Ser responsable implica tener iniciativa. No es simplemente hacer lo que
debo, sino emplear toda la inteligencia para hacerlo de la mejor manera.
6. Valorar las cosas importantes, ser conscientes de las repercusiones de los
actos y huir de la frivolidad, son manifestaciones de responsabilidad.
7. Las consecuencias de los actos hay que asumirlas siempre, aunque la acción
sea involuntaria.
8. Cuando voluntaria o involuntariamente hemos causado un mal a alguien, se
debe resarcir el daño, sobre todo si el daño es contra la fama o el honor de
alguien.
9. Otros valores relacionados con la responsabilidad: la prudencia al decidir y
la justicia para dar a cada uno lo que le corresponde.
10. ¿A quién hay que responder de nuestros actos? A nosotros mismos, a la
familia, a la escuela y a la sociedad.
 ¿Qué cualidades ayudan a la responsabilidad?
 ¿Te consideras una persona responsable? Explica tu
respuesta
La responsabilidad es uno de los valores y pilares más fuertes del éxito.
2
Ambiente de respeto
El poder de discernir crea un ambiente de respeto, en el que se presta
atención a la calidad de las intenciones, actitudes, conductas, pensamientos,
palabras y acciones. En la medida que exista el poder de la humildad en el
respeto hacia el propio ser —y el discernimiento y la sabiduría que permiten
ser justo e imparcial con los demás— habrá éxito en la forma de valorar la
individualidad, apreciar la diversidad y tomar en consideración la tarea en su
totalidad. El equilibrio entre la humildad y el autorrespeto da como resultado el
servicio altruista, una actuación honrosa desprovista de actitudes débiles tales
como la arrogancia y la estrechez mental. La arrogancia daña o destruye la
autenticidad de los demás y viola sus derechos fundamentales. Un
temperamento así perjudica también al transgresor. Por ejemplo, la tendencia
a impresionar, dominar, o limitar la libertad de los demás se manifiesta con el
propósito de imponerse en detrimento del valor interno, de la dignidad y la paz
mental. El respeto original se subordina a uno artificial.
Por tanto, pretender ganar respeto sin permanecer consciente del propio valor
original se convierte en el método mismo para perderlo. Conocer el valor
propio y honrar el de los demás es la auténtica manera de ganar respeto.
Puesto que tal principio tiene su origen en ese espacio prístino de valor puro,
los demás sienten intuitivamente, la autenticidad y la sinceridad. En la visión y
la actitud de igualdad existe una espiritualidad compartida. Compartir crea un
sentimiento de pertenecer, un sentimiento de familia.
Ese sentido de honor y de valor puede extenderse a la naturaleza. La falta de
respeto y trabajar en contra de las leyes de la naturaleza ocasionan un
desequilibrio ecológico y desastres naturales. Cuando el respeto y la
reverencia se extiendan a la energía eterna de la materia, los elementos
servirán a la humanidad con precisión y abundancia.
Respeto es el reconocimiento del valor inherente y de los derechos innatos de
los individuos y de la sociedad. Estos deben ser reconocidos como el foco
central para lograr que las personas se comprometan con un propósito más
elevado en la vida. El respeto y el reconocimiento internacionales por los
derechos intelectuales y las ideas originales deben observarse sin
discriminación. La grandeza de la vida está presente en cada uno, por lo que
todo ser humano tiene el derecho a la alegría de vivir con respeto y dignidad.
¿Respetas tú los recursos que nos brinda la naturaleza? ¿Por qué? ¿De qué
manera lo haces?
¿Qué sugerencias propones para que se conserven todos estos recursos?¿Qué
estás haciendo tú por ello?
La responsabilidad es uno de los valores y pilares más fuertes del éxito.
3
LOS RATONES Y LAS COMADREJAS
Se hallaban en continua guerra los ratones y las comadrejas. Los ratones, que
siempre eran vencidos, se reunieron en asamblea, y pensando que era por falta de
jefes que siempre perdían, nombraron a varios estrategas. Los nuevos jefes recién
elegidos, queriendo deslumbrar y distinguirse de los soldados rasos, se hicieron una
especie de cuernos y se los sujetaron firmemente.
Vino la siguiente gran batalla, y como siempre, el ejército de los ratones llevó las de
perder. Entonces todos los ratones huyeron a sus agujeros, y los jefes, no pudiendo
entrar a causa de sus cuernos, fueron apresados y devorados por las comadrejas.
REFLEXION
Cuando adquieras puestos de alto nivel, no te vanaglories, pues mucho mayor que la
apariencia del puesto, es la responsabilidad de cumplir lo encomendado.
¿Has estado en una situación parecida a la historia? Explica
¿La conducta que asumiste fue responsable?
La responsabilidad es uno de los valores y pilares más fuertes del éxito.
4
FELISA EN LA CRISTALERÍA
Don Renato Conde era un jubilado que vivía en un departamento situado en la colonia
Roma de la Ciudad de México. Los fines de semana recibían a sus hijos y sus nietos.
Dedicaba los otros días a leer, tomar café (a veces una copa) con sus amigos, jugar
dominó y ver series en la televisión. También empleaba parte de su tiempo para jugar
con Felisa, su mascota, una gatita consentida hasta el exceso. Aunque le habían
recomendado que la inscribiera con un entrenador para aprender modales, don
Renato no hacía caso y dentro de aquella casa Felisa hacía lo que le venía en gana:
saltaba de una silla a otra, arañaba los muebles y se acostaba en la cama del señor
sin permitirle descansar. Cuando salían a pasear a la calle, don Renato la sujetaba
con una correa para evitar que hiciera travesuras.
Una tarde que fueron a caminar don Renato se encontró a don Salvador, un amigo de
la juventud. Felisa aprovechó la distracción de la charla para zafarse y corrió tras un
ratón que había visto pasar. Asustado, el roedor entró a esconderse en Regalos
Milton, una famosa cristalería de aquel barrio. Tratando de capturarlo, Felisa brincaba
en los anaqueles, se deslizaba en los aparadores, metía las patas en las vitrinas. En
su loca carrera iba destrozando jarrones de porcelana, copas de cristal, finos
pisapapeles y figuras de cristal cortado ante los aterrados ojos de don Elías, el dueño
de la tienda.
Al cabo de unos minutos, Regalos Milton era una zona de desastre. Felisa no había
logrado atrapar al ratón pero había ocasionado destrozos por varios miles de pesos. El
estruendo fue tan grande que Don Renato (que seguía platicando) alcanzó a escuchar
lo que ocurría y vio, a unos metros, que don Elías trataba de atrapar a Felisa dándole
con un periódico. Don Salvador le dijo: “¡Mira nada más lo que hizo tu gata! El costo
de los daños equivale a todos tus ahorros. Mejor vámonos para que no tengas que
pagar nada.” Don Renato lo miró enojado: “¿Cómo me recomiendas eso? En primer
lugar, no puedo abandonar a mi Felisa a su suerte. En segundo, no puedo dejar así al
pobre hombre que perdió casi todo.”
Decidido, don Renato caminó hasta la entrada de Regalos Milton. Cuando lo vio Felisa
saltó para acomodarse en su hombro. “Vengo a responder por los daños que causó mi
mascota” le dijo a don Elías y le entregó una tarjeta con su nombre y su dirección.
Días después don Elías le presentó la cuenta de los destrozos. Cuando terminó de
revisarla, don Renato se percató de que sólo le estaba cobrando la mitad y le
preguntó por qué: “No puedo permitir que usted pierda todos sus ahorros —le dijo
don Elías— y, además, usted necesitará dinero para inscribir a Felisa con un
entrenador.” Los dos ancianos se quedaron platicando sobre sus vidas y Felisa, muy
mustia, se escondió debajo de un colchón.
REFLEXIONA
 ¿Qué harías si Felicia fuera tu gata?
 ¿Qué opinas de la actitud de don Elías?
La responsabilidad es uno de los valores y pilares más fuertes del éxito.
5
EL PEZ QUE NO QUERÍA IR A LA ESCUELA
Érase una vez un pez que vivía en un río muy tranquilo, como hasta entonces
había sido muy pequeño había estado siempre con su mamá que le había
protegido de todos los peligros. Como ya era mayor le dijeron que tenía que ir
al colegio de los peces donde le ensañarían muchas cosas útiles para la vida en
el río.
El pez no quería ir todos los días se escapaba para no asistir a las clases que
daba un pez muy viejo muy sabio.
Una de las cosas que aprendían era a entender las señales que ponían en el
fondo del río y que indicaban los peligros. Las había que indicaban el peligro de
rocas sueltas que podían caer y hacer daño, otras las corrientes peligrosas,
también las había que avisaban de la presencia de pescadores, etc. Como
nuestro pez no iba, no las entendía, un día que estaba paseando sólo, vio una
de ellas pero paso de largo porque no supo lo que indicaba.
Era una de las que avisaban de que había pescadores en un puente cercano, el
pez vio un gusano muy apetitoso y se tiró por él, notó un dolor terrible en la
boca y se puso a hacer mucho ruido, el pescador era un viejo burro que vivía
cerca del río y que a pesar de ir muy a menudo, nunca pescaba nada (gracias
a las señales), se puso muy nervioso y empezó a tirar del sedal mientras se
asomaba a ver lo que había pescado. Muchos peces acudieron al oír al
pequeño y le agarraron unos a él y otros del hilo; a una señal tiraron todos y
el pobre burro cayó al agua, no sabía nadar y empezó a hundirse, a los peces
les dio pena y lo sacaron a la orilla.
Al pececito le quitaron el anzuelo pero no se le olvidó el susto y desde
entonces no faltó nunca más a clase y en cuanto al burro sólo fue a la orilla de
paseo y jamás volvió a meter su caña en el río.
Mensaje: “El precio de la grandeza es la responsabilidad” (Winston Churchill)
 ¿Con cuál de los personajes te identificas y por qué?
 ¿Cumples o incumples con las tareas asignadas? Explica con un ejemplo
La responsabilidad es uno de los valores y pilares más fuertes del éxito.
6
UNA VISITA AL MAGO DEL AHORRO
Ana es una niña que recibe de su mamá diez pesos para gastarlos en su escuela. De
ese dinero, ella ahorra la mitad todos los días, lo guarda en su alcancía, por lo que al
final del año ¡tiene mil! ¡Es rica! Pero, para Ana, tener tanto dinero es un problema
que resolver, pues se pregunta qué hacer con él. Quiere comprarse tantas cosas y al
mismo tiempo no gastárselo todo. Desea comprar los caramelos de colores que tanto
le gustan, la muñeca de trapo que venden en la tienda de la esquina y visitar a su
abuelo a quien ve tan poco por vivir tan lejos.
Esta situación llegó a oídos del Mago del Ahorro quien, sin más, tomó su varita
mágica y voló a visitar a la niña. Al llegar le dijo:
—Hola Anita, vengo a darte consejos para que planees bien cómo gastar tu dinero,
pero también cómo seguir ahorrándolo.
—¡Tú sí me comprendes, Mago!— exclamó la niña, entusiasmada.
—Sé exactamente a lo que te refieres —respondió divertido. —Quieres saber cómo
emplear tu dinero sin gastarlo todo, es decir, planear bien qué hacer con tus ahorros.
Entonces, dio un giro a su varita, hizo aparecer un lápiz y una libreta y escribió:
—¡Esta es la fórmula mágica! Puedes ahorrar de tres formas: a corto, mediano y
largo plazo. A corto plazo significa ahorrar en periodos breves para adquirir algo
barato, como los caramelos que tanto te gustan. A mediano plazo es ahorrar en
periodos más o menos largos para comprar algo un poco más caro, como la muñeca
que quieres. En cambio, ahorrar a largo plazo es hacerlo en periodos más amplios
para algo que resulte caro, como un viaje a la lejana casa de tu abuelo.
—¡Zas! ¿Eso significa que puedo ahorrar, gastar y seguir ahorrando?
—Así es —sonrió el Mago—. Puedes hacerlo de esa forma.
Entonces, la niña sacó un calendario de su cajón, tomó el lápiz y la libreta que le dio
el Mago y comenzó a planear su ahorro y sus compras en el tiempo. Hizo cálculos y
vio que el dinero que había ahorrado le podía servir para todo lo que quería y, aún
así, seguir ahorrando para otras metas. Utilizaría una alcancía para cada tipo de
ahorro: una de color amarillo, para el corto plazo, una naranja, para el mediano, y
otra de color azul para el largo plazo. ¡Que buena idea!
Ana, desde que siguió el consejo del Mago del Ahorro, es una niña afortunada pues ya
conoce cómo ahorrar, planear y utilizar su ahorro. Ana sabe de tesoros.
Reflexiona
 ¿Cuál fue el consejo que le dio el mago a Ana para ayudarla a utilizar
correctamente su dinero?
 ¿Por qué crees que haya sido un buen o mal consejo?
 Cómo piensas que se relaciona el valor de la responsabilidad con el hábito del
ahorro?
La responsabilidad es uno de los valores y pilares más fuertes del éxito.
7
DORMIR EN PAZ.
Un joven aplicó para un empleo de obrero en una granja. Cuando el granjero le
preguntó sobre sus calificaciones, él dijo: “Puedo dormir cuando el viento sopla”. Esto
sorprendió al granjero. Pero como le cayó bien el joven, lo empleó.
Unos pocos días más tarde, el granjero y su esposa fueron despertados en la noche
por una violenta tormenta. Rápidamente comenzaron a revisar las cosas para ver si
todo estaba seguro. Hallaron que las ventanas de la granja habían sido aseguradas.
Un buen suministro de leña había sido colocado junto a la chimenea.
El joven dormía profundamente.
El granjero y su esposa inspeccionaron entonces su propiedad. Hallaron que todas las
herramientas habían sido colocadas en el depósito, libre del efecto de los elementos.
El tractor había sido movido al garaje. El granero estaba adecuadamente bajo llave.
Aun los animales estaban calmados. Todo estaba bien.
El granjero comprendió entonces el significado de las palabras del joven: “Puedo
dormir cuando el viento sopla”. Porque el obrero hizo su trabajo leal y fielmente
cuando los cielos estaban claros, estaba preparado para la tormenta cuando esta
vino. Así que cuando el viento sopló, él no tuvo temor. Pudo dormir en paz.
Cuando caminos en la diligencia, la productividad y la responsabilidad, entonces
podemos descansar sabiendo que justo hemos hecho lo que teníamos que haber
hecho. ¿Estás siendo responsable donde vive, trabajas o ministras? Entonces...
duerme en paz.
La responsabilidad es uno de los valores y pilares más fuertes del éxito.
8
LA TIENDA DEL CIELO
A Dios se le ocurrió poner
una tienda en la cual los
seres humanos pudieran
comprar
lo
que
necesitaban.
Un
ser
confundido se presentó
muy temprano y con
cierto temor pidió si le
podían vender la verdad.
La vendedora, por cierto un ángel muy bello, categóricamente celestial, cordialmente
le cuestionó que si estaba seguro de lo que pedía, pues era un pedido muy ambicioso
el querer adquirir la verdad absoluta. El hombre estuvo insistiendo, y por fin el ángel
accedió a surtir su pedido, sin dejar de advertirle que el costo sería muy alto. El
cliente, sin dudarlo, echó la mano a la chequera, dispuesto a pagar cualquier cantidad
por la verdad.
Sin embargo, el ángel le advirtió, que la verdad no tenía precio alguno, sólo el costo
de la responsabilidad de asumir el conocimiento de la verdad. El cliente titubeó un
instante, y finalmente aceptó correr el riesgo sin importar las consecuencias. El ángel
lo pasó a una sala especial, reservada para los clientes verdaderamente importantes,
cuya ambición los había llevado a solicitar lo más costoso.
El lugar estaba extraordinariamente decorado, con un gusto exquisito. Le sirvieron
una deliciosa bebida, pues el pedido lo merecía; plácidamente, la persona se instaló y
vio sorprendido cómo, de una gaveta tallada en madera preciosa, el ángel sacó una
bella caja de cristal cortado; con perfecto cuidado la depositó en una fina mesa.
El ángel le pidió que la abriera y se enterara de la verdad. El hombre titubeó un
instante, pero, decidido al fin, se atrevió a abrirla a. Para su asombro, únicamente
encontró unas letras que decían: Nadie es responsable de tu vida, sólo tú mismo; no
culpes a ningún otro ser de lo que tú no has podido lograr, pues tu felicidad, tu
realización y tu mediocridad, solamente tienen un autor: Tú.
¿Eres de las personas que culpas a las demás por lo que te pasa? Explica tu respuesta
¿Qué grado de responsabilidad crees que tienes con tu vida?
La responsabilidad es uno de los valores y pilares más fuertes del éxito.
9
DOS NIÑOS INTELIGENTES
Hubo una vez dos niños de una inteligencia y capacidad
increíbles. Desde pequeños demostraron grandes habilidades,
superando ampliamente a cuantos les rodeaban. También
desde pequeños ambos se dieron cuenta de ello, y
albergaban internamente el deseo de que en un futuro todos
reconociesen su valía.
Los dos, sin embargo, crecían de forma distinta. El primero utilizó toda su habilidad e
inteligencia para desarrollar una carrera meteórica y mostrar a todos su superioridad:
participaba y vencía en todo tipo de concursos, frecuentaba todas las personas y
lugares importantes y era magnífico haciendo amigos entre la gente influyente. Aún
era muy joven cuando ya nadie dudaba de que algún día sería la persona más sabia e
importante del país.
El segundo, sabedor también de sus capacidades, no dejaba de sentir una gran
responsabilidad. Hacía casi cualquier cosa mejor que quienes le rodeaban, y se sentía
obligado a ayudarles, así que apenas podía dedicar tiempo a sus sueños de grandeza,
tan ocupado como estaba siempre buscando soluciones y estudiando nuevas formas
de arreglarlo todo. Así que era una persona querida y famosa, pero sólo en su
pequeña comarca.
Quiso el destino que una gran tragedia azotara aquel país, llenándolo de problemas y
miseria. El primero de aquellos brillantes jóvenes nunca se había visto en una
situación así, pero sus brillantes ideas se aplicaron con éxito en todo el país y
consiguieron paliar un poco la situación. En cambio el segundo, acostumbrado a
resolver todo tipo de problemas, y con unos conocimientos muy superiores, consiguió
que en su región apenas se notara aquella tragedia. Ante aquel ejemplo tan
admirable, en todas partes adoptaron sus soluciones, y su fama de hombre bueno y
sabio se extendió aún más que la del primero, llegando pronto a ser propuesto y
elegido para gobernar el país.
El primero de aquellos grandes hombres de increíble inteligencia comprendió entonces
que la mejor fama y sabiduría es la que nace de las propias cosas que hacemos en la
vida, de su impacto en los demás y de la exigencia por superarnos cada día. Cuentan
que nunca más participó en concurso alguno ni volvió a hacer demostraciones vacías,
y que desde entonces siempre iba acompañado por sus libros, dispuesto a echar una
mano a todos.
REFLEXION: Nuestros mejores talentos son al mismo tiempo un don y una
responsabilidad para con los demás.
¿Qué excusas tienes para no ser responsable?
La responsabilidad es uno de los valores y pilares más fuertes del éxito.
10
EL APRENDIZ DE BRUJO
En un inmenso castillo vivía un hechicero que se dedicaba al estudio de las fórmulas
mágicas. No permitía que nadie fuera a visitarlo y sólo aceptaba la compañía de su
joven ayudante, Daniel, un jovencito moreno y espigado que no entendía lo que hacía
su maestro.
En una ocasión, el mago tuvo que salir a un largo viaje en busca de plantas para una
fórmula secreta. Antes de partir le hizo recomendaciones a Daniel: no debía abrir la
torre donde él trabajaba, ni tocar sus libros. También le encargó que limpiara algunas
habitaciones del castillo.
—Es una gran responsabilidad, pero sé que podrás cumplirla —le dijo.
Los primeros días Daniel siguió las instrucciones. Pero dos semanas después comenzó
a sentir fastidio por las tareas de limpieza. Así que una tarde subió a la torre. Sobre la
mesa halló el libro con las anotaciones del mago. Emocionado por pensar podía ser un
hechicero, se puso la túnica de éste y, subido en un banquito de madera, comenzó a
leer. No entendía las palabras, pero las pronunció en voz alta sin darse cuenta que
eran mágicas. De repente, la escoba y el balde se presentaron y se pusieron a sus
órdenes.
Daniel se asustó un poco, pero pensó aprovechar la situación. Para limpiar tenía que
cargar agua, y le daba flojera. Así que les dio instrucciones de hacerlo.
El balde y la escoba iban y venían, iban y venían. Después de algunas vueltas ya
había agua suficiente y Daniel les pidió que no trajeran más. Pero como sólo
entendían palabras mágicas no le hicieron caso y siguieron trabajando.
Al cabo de un rato el agua cubría el piso y corría escaleras abajo. Llenó las
habitaciones e inundó el castillo pero el balde y la escoba no se detenían. El líquido le
estaba llegando al cuello y los objetos del laboratorio flotaban a su alrededor.
“¡Auxilio!” gritó el joven aprendiz.
En ese instante apareció el brujo. Vio lo que estaba pasando y pronunció las palabras
necesarias para resolverlo. El hechizo se detuvo y pronto todo estuvo bajo control.
Instantes después el mago reprendió a Daniel: “Antes que aprender magia y
hechicería, tienes que aprender a cumplir con las responsabilidades que se te
encomiendan”.
¿Ante quién tenemos que ser responsables?
¿Es mejor ser poco responsable?
La responsabilidad es uno de los valores y pilares más fuertes del éxito.
11
Libertad y Responsabilidad
La libertad es un ingrediente esencial para experimentar felicidad. Cuando hay amor y
respeto verdaderos hacia los demás, de forma automática la persona utiliza su
libertad con un sentido de responsabilidad; sabe no infringir en los derechos de otro
ya que entiende que el otro también tiene sus derechos, tiene un papel que
interpretar, tiene un valor y por encima de todo, también tiene su derecho a la
libertad.
Una persona irresponsable nunca es libre; irresponsable significa el que usa de forma
incorrecta su propia libertad o restringe la libertad de los demás debido al egoísmo o
al ego. Tal persona nunca se va a experimentar libre ya que tiene que experimentar
las consecuencias y el efecto de tal actitud y tales acciones. Las consecuencias
pueden venir en la forma de soledad, vacío interior, falta de amor, depresión, etc.
La libertad y la responsabilidad son las dos caras de la misma moneda y son
absolutamente inseparables. Es una regla fundamental de todas las relaciones e
interacciones humanas. En otras palabras, es la conocida ley del karma, que
enunciada de una forma sencilla significa que por cada acción que realizamos existe
una reacción igual y de sentido opuesto. Lo que damos a los demás, sea positivo o
negativo, es lo que nos va a retornar. Somos libres de elegir, pero cada elección
personal lleva consigo una responsabilidad personal y unas consecuencias.
El mundo es un escenario en el que todos somos actores. Cada actor tiene un papel
único y es responsable de sus propias acciones. La responsabilidad consiste en hacer
las cosas de la manera correcta sin que importe si la tarea es grande o pequeña. Cada
uno de nosotros tiene un papel especial que representar para hacer que el mundo sea
un lugar mejor.
La libertad es un estado mental. La clave de la libertad es comprender nuestro ser.
Cuanto más comprendemos nuestro ser, más fácil es liberarnos de las cadenas de las
cosas inútiles y negativas. La libertad es no dejarse influir, ni afectar por nada, es
estar en paz con nuestro ser. La verdadera libertad es experimentar la auténtica
esencia del propio ser.
La responsabilidad es uno de los valores y pilares más fuertes del éxito.
12
LA MUY MALA SUERTE
Suerte era el nombre de una bruja malvada y caprichosa. Tanto daño hacía con sus hechizos,
que todos temían que “la Mala Suerte” pasara siquiera cerca de sus casas. Constantemente
trataban de esconderse de ella, ocultándose en cualquier lugar.
Pero una noche, un joven decidió salir a su encuentro. Cuando la bruja lo vio llegar tan
decidido y valiente, le preguntó sorprendida:
- ¿A dónde vas tan tarde, joven? ¿Cómo es que no tienes miedo?
Es que voy en busca de una bruja. La llaman la Buena Suerte- respondió el muchacho.
- Te equivocas- dijo la bruja- Yo soy esa bruja, aunque me llaman la Mala Suerte. Esa que
dices no existe.
- Ah, claro que existe. Simplemente no eres tú. Será otra bruja con un nombre parecido.
Suerte era una bruja solitaria, y como buena bruja solitaria estaba segura de que no había
ninguna otra bruja en toda la comarca, y menos aún con su mismo nombre. Así que insistió.
- Entonces tienes que estar buscándome a mí, a la Mala Suerte.
- Que noooo -respondió obstinado el joven- ¿Has oído alguna vez que alguien busque a la Mala
Suerte? ¡Claro que no! Te repito que yo busco a la Buena Suerte.
La bruja se molestó un poco, pero segura como estaba de que se trataba de ella, decidió
investigar un poco.
- ¿La has visto alguna vez? ¿Cómo la vas a reconocer? - preguntó.
- No la he visto nunca, pero será fácil reconocerla. Dicen que hace cosas buenas.
- Yo puedo hacer cosas buenas- respondió la bruja-. ¡Mira!
Y al decir eso, convirtió una piedra en una sabrosísima manzana, y se la ofreció al joven.
- No es solo eso. La Buena Suerte protege a los que la encuentran.
- ¡Pero yo también! - protestó la bruja, al tiempo que golpeaba el hombro del joven para
apartar un escorpión que estaba a punto de clavarle su aguijón.
Así siguieron hablando durante toda la noche. A cada cosa que comentaba el joven, la bruja
trataba de convencerlo de que era a ella a quien buscaba. Cuando llegó la hora de separarse,
el joven dijo.
- Casi me has convencido, pero hay una cosa más. La Buena Suerte siempre espera a los que
la buscan.
- ¡Yo también lo haré! Vuelve mañana a buscarme - se despidió la bruja.
Y aunque la bruja siguió haciendo de las suyas, cada noche volvía a esperar al joven. A veces
cambiaba de sitio, o de forma, o de ánimo, o de color, pero siempre estaba allí, esperando al
joven. Y a quienes se atrevan a salir a buscarla, para quienes ha reservado sus mejores
cuidados y regalos.
REFLEXION: La buena suerte es para los que la buscan. Culpar de las cosas a la
mala suerte o al azar solo lleva a la pasividad y la irresponsabilidad.
La responsabilidad es uno de los valores y pilares más fuertes del éxito.
13
EL PAYASO DESCUIDADO
Había una vez un payaso llamado Limón. Era muy divertido, pero también muy
descuidado, y con casi todo lo que hacía terminaba rompiéndose la chaqueta, o
haciéndose un agujero en el calcetín, o destrozando los pantalones por las rodillas.
Todos le pedían que tuviera más cuidado, pero eso era realmente muy aburrido, así
que un día tuvo la feliz idea de comprarse una máquina de coser de las buenas. Era
tan estupenda que prácticamente lo cosía todo en un momento, y Limón apenas tenía
que preocuparse por cuidar las cosas.
Y así llegó el día más especial de la vida de Limón, cuando todos en su ciudad le
prepararon una fiesta de gala para homenajearle. Ese día no tendría que llevar su
colorido traje de payaso, ese día iría como cualquier otra persona, muy elegante, con
su traje, y todos hablarían de él. Pero cuando aquella noche fue a buscar en su
armario, no tenía ni un solo traje en buen estado. Todos estaban rotos con decenas
de cosidos, imposibles para presentarse así en la gala.
Limón, que era rápido y listo, lo arregló presentándose en la gala vestido con su traje
de payaso, lo que hizo mucho gracia a todos menos al propio limón, que tanto había
soñado con ser él por una vez el protagonista de la fiesta, y no el payaso que llevaba
dentro...
Al día siguiente, muy de mañana, Limón sustituyó todos sus rotos trajes, y desde
entonces, cuidaba las cosas con el mayor esmero, sabiendo que poner un remedio
tras otro, terminaría por no tener remedio.
¿Estoy siendo responsable con mis pertenencias? Qué valor les estoy dando?
La responsabilidad es uno de los valores y pilares más fuertes del éxito.
14
EL PEQUEÑO ESCRIBIENTE FLORENTINO
En Florencia, Italia, vivía una familia compuesta por el padre, la madre y tres hijos. El mayor se llamaba
Carlo. El padre era empleado en los ferrocarriles. Como el sueldo que ganaba no era suficiente, por las
noches trabajaba como escribiente (copiaba a mano cartas y otros documentos). Lo hacía porque deseaba
ofrecer a sus niños la mejor educación posible. Aunque sabía que Carlo era un poco despistado y
disculpaba sus pequeños olvidos, era muy exigente en cuanto a su desempeño en la escuela. Carlo, por su
parte, comprendía el esfuerzo que estaba haciendo su padre. Sabía, además, que estaba perdiendo la vista
por forzarla tanto de noche. En una ocasión le propuso ayudarlo.
—¡De ninguna forma! —respondió el señor. No quiero que al día siguiente estés cansado y te distraigas en
tus estudios. El pequeño no quedó conforme con la respuesta y planeó hacer algo. Por las noches
esperaba despierto hasta que su padre terminaba su tarea de copista y se recostaba a descansar un rato.
Entonces Carlo se dirigía al escritorio y trabajaba hasta el amanecer. La situación se prolongó por varias
semanas. El padre no se daba cuenta de que las copias aumentaban, pues las hacía de forma mecánica y
todos los documentos se parecían entre sí. Cuando fue a entregar el material a quien se lo encargaba, le
sorprendió ver que recibía más dinero del acostumbrado. Con los ingresos extra que obtuvo compró alguna
ropa de invierno para los niños.
Al cabo de un tiempo, el maestro de Carlo se quejó: el niño parecía siempre adormilado y no ponía interés
en los estudios. El padre lo regañó. Pero Carlo no contó su secreto y se siguió levantando por las noches
para trabajar. Al paso de los días se veía cansado y su madre pensó que quizás estaba enfermo. Una
noche, mientras hacía sus copias, el pequeño escuchó ruido. No prestó demasiada atención y siguió con su
trabajo. Al poco rato oyó que alguien suspiraba atrás de él. Era su padre. El señor lo abrazó y le ofreció
una disculpa: —Querido Carlo. De veras que ya no veo lo que ocurre a mi alrededor. Doy gracias por tener
un hijo como tú.
¿Crees que las acciones realizadas por Carlo eran las correctas? ¿Por qué?
¿Qué consecuencias tuvo Carlo por su decisión?
¿Cómo crees que se sintió su padre al enterarse de la verdad?
Comenta con tus compañeros y propongan una solución a la situación de Carlo.
La responsabilidad es uno de los valores y pilares más fuertes del éxito.
15
LOS CIEN DIAS DEL PLEBEYO
AMA CON CUIDADO…TOMATE TU TIEMPO
Una bella princesa estaba buscando consorte, nobles y ricos pretendientes llegaban de todas partes con
maravillosos regalos: joyas, tierras, ejércitos, tronos… Entre los candidatos se encontraba un joven
plebeyo que no tenía más riqueza que el amor y la perseverancia.
Cuando le llegó el momento de hablar, dijo:
-Princesa, te he amado toda la vida. Como soy un hombre pobre y no tengo tesoros para darte, te ofrezco
mi sacrificio como prueba de amor. Estaré cien días sentado bajo tu ventana, sin más alimentos que la
lluvia y sin más ropas que las que llevo puestas. Esta será mi dote.
La princesa, conmovida por semejante gesto de amor, decidió aceptar:
-Tendrás tu oportunidad: si pasas esa prueba me desposarás.
Así pasaron las horas y los días. El pretendiente permaneció afuera del palacio, soportando el sol, los
vientos, la nieve y las noches heladas. Sin pestañear, con la vista fija en el balcón de su amada, el valiente
súbdito siguió firme en su empeño sin desfallecer un momento.
De vez en cuando la cortina de la ventana real dejaba traslucir la esbelta figura de la princesa, que con un
noble gesto y una sonrisa aprobaba la faena. Todo iba a las mil maravillas, se hicieron apuestas y algunos
optimistas comenzaron a planear los festejos.
Unas semanas después, mientras deambulaba por un solitario camino, un niño de la comarca lo alcanzó y
le preguntó a quemarropa: -¿Qué te ocurrió? Estabas a un paso de lograr la meta, ¿Por qué perdiste esa
oportunidad? ¿Por qué te retiraste?
Con profunda consternación y lágrimas mal disimuladas. El plebeyo contestó en voz baja: -La princesa no
me ahorró ni un día de sufrimiento, ni siquiera una hora. No merecía mi amor.
Cuando estamos dispuestos a dar lo mejor de nosotros mismos como prueba de afecto o lealtad, incluso a
riesgo de perder nuestra dignidad, merecemos al menos una palabra de comprensión o estímulo. Las
personas tienen que hacerse merecedoras del amor que se les ofrece.
La responsabilidad es uno de los valores y pilares más fuertes del éxito.
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EL LEOPARDO EN SU ARBOL
Hubo una vez en la selva un leopardo muy nocturno. Apenas podía
dormir por las noches, y tumbado sobre la rama de su precioso árbol, se
dedicaba a mirar lo que ocurría en la selva durante la noche. Fue así
como descubrió que en aquella selva había un ladrón, observándole
pasar cada noche a la ida con las manos vacías, y a la vuelta con los
objetos robados durante sus fechorías. Unas veces eran los plátanos del
señor mono, otras la peluca del león o las manchas de la cebra, y un día
hasta el colmillo postizo que el gran elefante solía llevar el secreto.
Pero como aquel leopardo era un tipo muy tranquilo que vivía al margen
de todo el mundo, no quiso decir nada a nadie, pues la cosa no iba con él, y a decir verdad, le
hacía gracia descubrir esos secretillos.
Así, los animales llegaron a estar revolucionados por la presencia del sigiloso ladrón: el elefante se
sentía ridículo sin su colmillo, la cebra parecía un burro blanco y no digamos el león, que ya no
imponía ningún respeto estando calvo como una leona. Así estaban la mayoría de los animales,
furiosos, confundidos o ridículos, pero el leopardo siguió tranquilo en su árbol, disfrutando incluso
cada noche con los viajes del ladrón.
Sin embargo, una noche el ladrón se tomó vacaciones, y después de esperarlo durante largo rato, el
leopardo se cansó y decidió dormir un rato. Cuando despertó, se descubrió en un lugar muy distinto
del que era su hogar, flotando sobre el agua, aún subido al árbol. Estaba en un pequeño lago dentro
de una cueva, y a su alrededor pudo ver todos aquellos objetos que noche tras noche había visto
robar... ¡el ladrón había cortado el árbol y había robado su propia casa con él dentro!. Aquello era el
colmo, así que el leopardo, aprovechando que el ladrón no estaba por allí, escapó corriendo, y al
momento fue a ver al resto de animales para contarles dónde guardaba sus cosas aquel ladrón...
Todos alabaron al leopardo por haber descubierto al ladrón y su escondite, y permitirles recuperar sus
cosas. Y resultó que al final, quien más salió perdiendo fue el leopardo, que no pudo replantar su
magnífico árbol y tuvo que conformarse con uno mucho peor y en un sitio muy aburrido... y se
lamentaba al recordar su indiferencia con los problemas de los demás, viendo que a la larga, por no
haber hecho nada, se habían terminado convirtiendo en sus propios problemas.
¿Qué tan responsable eres con las cosas que suceden en tu barrio?
¿El comportamiento del Leopardo fue el mejor? Explica
La responsabilidad es uno de los valores y pilares más fuertes del éxito.
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LA CIGARRA Y LA HORMIGA
La cigarra era feliz disfrutando del verano:
El sol brillaba, las flores desprendían su
aroma...y la cigarra cantaba y cantaba.
Mientras tanto su amiga y vecina, una
pequeña hormiga, pasaba el día entero
trabajando, recogiendo alimentos.
- ¡Amiga hormiga! ¿No te cansas de tanto trabajar? Descansa un rato conmigo
mientras canto algo para ti. – Le decía la cigarra a la hormiga.
- Mejor harías en recoger provisiones para el invierno y dejarte de tanta
holgazanería – le respondía la hormiga, mientras transportaba el grano,
atareada.
La cigarra se reía y seguía cantando sin hacer caso a su amiga.
Hasta que un día, al despertarse, sintió el frío intenso del invierno. Los árboles
se habían quedado sin hojas y del cielo caían copos de nieve, mientras la
cigarra vagaba por campo, helada y hambrienta. Vio a lo lejos la casa de su
vecina la hormiga, y se acercó a pedirle ayuda.
- Amiga hormiga, tengo frío y hambre, ¿no me darías algo de comer? Tú tienes
mucha comida y una casa caliente, mientras que yo no tengo nada.
La hormiga entreabrió la puerta de su casa y le dijo a la cigarra.
- Dime amiga cigarra, ¿qué hacías tú mientras yo madrugaba para trabajar?
¿Qué hacías mientras yo cargaba con granos de trigo de acá para allá?
- Cantaba y cantaba bajo el sol- contestó la cigarra.
- ¿Eso hacías? Pues si cantabas en el verano, ahora baila durante el inviernoY le cerró la puerta, dejando fuera a la cigarra, que había aprendido la lección.
¿Con cuál de los personajes te identificas? Explica tu respuesta
La responsabilidad es uno de los valores y pilares más fuertes del éxito.
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LOS CALAGUARRIS
Todo el mundo sabe que la historia de nuestro planeta cambió para siempre algún tiempo después de
los juegos olímpicos de Pekín. Sucedió que las costas y mares de la tierra se llenaron de una especie
animal muy dañina y contaminante, parecida a un calamar, a los que se llamó "calaguarris". Los
calaguarris eran numersosísimos e imposibles de atrapar, pero lo peor era que llenaban las aguas del
mar de aceites, latas, papeles y todo tipo de basuras. La situación era terrible, pues el planeta se
contaminó a toda velocidad, y se organizaron cazas y equipos de investigación avanzadísimos para
intentar acabar con aquella plaga. Pero nadie era capaz ni siquiera de pescar un calaguarri.
Pito Pescaito fue el primero en conseguirlo. Era un niño que vivía en una pequeña aldea de
pescadores y cuando enseñó su calaguarri se convirtió en el niño más famoso del mundo. A la aldea
llegaron sabios, científicos y gobernantes de todas partes para estudiar aquella especie. Todo se
preparó para abrir al animal, e incluso iba a ser retransmitido por televisión a todo el mundo...
Así que todo el mundo alucinó cuando al abrir el calaguarri descubrieron una minúscula nave espacial
del tamaño de zapato con unos marcianitos dentro. Resultó que eran simpáticos y divertidos, y muy
listos, y en muy poco tiempo estaban hablando con los gobernantes del mundo, todos muy enfadados
con la actitud tan sucia y contaminante que tenían con el planeta. Así que todos esperaban una
explicación para un comportamiento tan poco civilizado...
- Venimos de un planeta que iba a ser destruido - comenzaron explicando-. La tierra nos gustó tanto,
que estuvimos días espiando lo que hacíais los humanos, para poder quedarnos aquí haciendo lo
mismo y que fuerais felices. Por eso, al ver que plantábais latas, papeles y aceites, inventamos unas
máquinas carísimas que hacían lo mismo, y escondidos en disfraces de calamar, tratamos de vivir
felices y en paz. ¿Estáis contentos? ¿podemos quedarnos? por fiiii....
Los calaguarris se quedaron esparando una respuesta. Pero nadie dijo nada. Todos, hasta los que lo
veían por televisión, estaban rojos de vergüenza, recordando la última vez que habían tirado un papel
o un poco de aceite al suelo. Y todos los que lo vimos, seguimos recordando cómo unos inocentes
marcianitos nos hicieron darnos cuenta de lo poco que cuidábamos el planeta.
Eres de los que piensas que la limpieza de tu ciudad no es tu responsabilidad?
Que tanto has aportado para que las calles de tu ciudad estén sucias?
La responsabilidad es uno de los valores y pilares más fuertes del éxito.
19
PEDRO Y EL LOBO
Erase una vez un pequeño pastor que se pasaba la mayor parte de su tiempo cuidando sus
ovejas y, como
muchas veces se aburria mientras las veía pastar, pensaba cosas que hacer para
divertirse.
Un día, decidió que sería buena idea divertirse a costa de la gente del pueblo que había
por allí cerca. Se
acercó y empezó a gritar:
- Socorro! El lobo! Que viene el lobo!
La gente del pueblo cogió lo que tenía a mano y corriendo fueron a auxiliar al pobre
pastorcito que pedía
auxilio, pero cuando llegaron, descubrieron que todo había sido una broma pesada del
pastor. Y se
enfadaron.
Cuando se habían ido, al pastor le hizo tanta gracia la broma que pensó en repetirla. Y
cuando vió a la gente
suficientemente lejos, volvió a gritar:
- Socorro! El lobo! Que viene el lobo!
Las gentes del pueblo, en volverlo a oír, empezó a correr otra vez pensando que esta vez
si que se había
presentado el lobo, y realmente les estaba pidiendo ayuda. Pero al llegar donde estaba el
pastor, se lo
encontraron por los suelos, riendo de ver como los aldeanos habían vuelto a auxiliarlo.
Esta vez los aldeanos
se enfadaron aún más, y se marcharon terriblemente enojados.
A la mañana siguiente, el pastor volvió a pastar con sus ovejas en el mismo campo. Aún
reía cuando
recordaba correr a los aldeanos. Pero no contó que, ese mismo día, si vió acercarse el
lobo. El miedo le
invadió el cuerpo y, al ver que se acercaba cada vez más, empezó a gritar:
- Socorro! El lobo! Que viene el lobo! Se va a comer todas mis ovejas! Auxilio!
Pero esta vez los aldeanos, habiendo aprendido la lección el día anterior, hicieron oídos
sordos.
El pastorcillo vió como el lobo se abalanzaba sobre sus ovejas, y chilló cada vez más
desesperado:
- Socorro! El lobo! El lobo! - pero los aldeanos continuaron sin hacer caso.
Es así, como el pastorcillo vió como el lobo se comía unas cuantas ovejas y se llevaba
otras para la cena,
sin poder hacer nada. Y se arrepintió en lo más profundo de la broma que hizo el día
anterior.
La responsabilidad es uno de los valores y pilares más fuertes del éxito.
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EL HEROE QUE IBA A SALVAR EL MUNDO
Estaba Totó, un niño totalmente normal, caminando por la playa, cuando un erizo de mar lo picó. En ese preciso
instante, al sacudir el pie, le atacaron a la vez una medusa, un mosquito y un pez loro, mientras pisaba la cola a
un ornitorrinco y le caía en la cabeza una cagarruta de gaviota... Total, que de todas aquellas coincidencias sólo
podía surgir un superhéroe, con impresionantes superpoderes: ¡Superpower Ultra Man!
Tales eran los poderes de aquel fenómeno, que inmediatamente pensó que no podría malgastarlos en cosas
pequeñas, y Superpower Ultra Man comenzó a buscar los peligros y amenazas que acechaban al mundo para
salvarnos a todos de los malos más malísimos.
Pero por más que buscó con su supervisión, por más que recorrió el mundo con su hipervelocidad y escuchó
los cielos con su oído digital multifrecuencia, no encontró a nadie tratando de conquistar la galaxia o de hacer
explotar el planeta. Por no encontrar, ni siquiera encontró a ningún villano tratando de secar los mares o robar
tan sólo una montañita. Parecía que todo el mundo, los buenos y los malos, se dedicaban a cosas mucho más
comunes y que sólo tenían problemas normales. Así que el bueno de Superpower Ultra Man pasaba los días
aburrido explorando los cielos en busca de misiones imposibles a la altura de un superhéroe de su valía.
Tanto se aburría, que cuando le ofrecieron hacer un programa de televisión para demostrar sus habilidades
terminó por aceptar, aunque sólo se tratase de una triste exhibición en la que apenas podría rescatar a varias
decenas de personas.
Y cuando por fin llegó ese momento de gloria con el que sueña todo superhéroe, resultó que la demostración
fue un desastre. Superpower Ultra Man estaba tan acostumbrado a pensar las cosas a lo grande, que no sabía
cómo agarrar a una sola persona y ponerla a salvo. Lo hacía de 20 en 20, sin controlar su fuerza o su
velocidad, así que aquello acabó en una ensalada de golpes, chichones, arañazos, gritos, huesos rotos y ropas
destrozadas. Doloridos y medio desnudos, los “salvados” terminaron llamando al superhéroe de todo menos
guapo, entre las sonoras risas de público y peridistas..
Posiblemente ningún superhéroe haya pasado nunca tanta vergüenza. Y es que desde aquel día, cada vez que
alguien renuncia a hacer algo por considerarlo demasiado poco, todos le recuerdan el caso de Superpower
Ultra Man, diciendo: “ No seas tan Superpower ni tan Ultra Man, que si no haces lo pequeño lo grande nunca
sabrás”
Eres responsable con todas tus cosas por muy pequeñas que parezcan?
La responsabilidad es uno de los valores y pilares más fuertes del éxito.
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EL CUADERNO DE FELIPE
Había una vez, un nene que se llamaba Raúl, que tenía un hermano que se llamaba Felipe. Un día,
luego del colegio, Felipe se sentó a hacer la tarea que le había enviado su maestra. En realidad, lo
hizo con muy pocas ganas, porque quería jugar a los jueguitos electrónicos.
- Voy a hacer rápido, muy rápido esta tarea para poder ir a jugar, pensaba, mientras, con
descuido, sacaba su cuaderno y la cartuchera con los lápices.
Inmediatamente se puso a hacer la tarea, sin darse cuenta que el lápiz negro estaba casi sin
punta, y por ende escribía muy mal.
Asimismo, como Felipe había tomado la leche muy rápido, se quedó con hambre; fue a buscar
unas galletitas y las dejó en un plato, al costado de su cuaderno. Mientras escribía la tarea con
una mano, agarraba una galletita con la otra. Muchas miguitas cayeron en en cuaderno.
Felipe dió vuelta la hoja de su cuaderno y, escribiendo un par de renglones más, terminó su tarea.
Repasó muy rápido lo que había escrito y se dió cuenta que se equivocó en las últimas cuentas.
Tomó la goma de borrar y, con mucha energía y descuido, borró las cuentas que le salieron mal,
sin notar que también borró parte de las que estaban bien hechas.
- No puede ser! esto no se termina más, protestó Felipe, apretando aún más el lápiz negro contra
el cuaderno mientras seguía rehaciendo las cuentas que le salieron mal.
Unos minutos después, con un gesto de alegría dijo: -Listo! A jugar!
Felipe se fue corriendo a buscar sus juegos electrónicos cuando escuchó, desde la cocina:
- Felipe, vení para acá. Esto está muy desprolijo!, le decía su mamá. Además, hay algunas
cuentas mal hechas!
- No mamá, está todo bien, lo revisé antes de terminar, protestaba Felipe mientras se acercaba a
la cocina.
La mamá de Felipe hizo sentar a su hijo en la mesa para explicarle lo que había hecho mal.
- Rápido mamá, quiero ir a jugar.
- Felipe, si hacés las cosas rápido y con descuido, probablemente te salgan mal y deberás
hacerlas nuevamente, lo interrumpió la mamá. Mirá este cuaderno!. El trazo del lápiz está muy
desprolijo, ¡tendrías que haber sacado punta al lápiz antes de comenzar! Además, ¡hay migas de
galletitas en las hojas!
- Es que quería terminar rápido para ir a jugar, se defendió Felipe.
- Felipe, el cuaderno de clases te representa frente a tu maestra, le comenzó a explicar su mamá.
Cuando tu maestra corrija el cuaderno, va a ver un reflejo tuyo en el mismo. Si está prolijo,
limpio, y claro, el cuaderno dirá las mismas cosas de vos. Si está desprolijo, manchado,
descuidado, mostrará que vos también son desprolijo y descuidado. Y yo sé que vos no sos así.
La mamá de Felipe le siguió explicando a su hijo porqué el cuaderno de clases debe estar siempre
cuidado y bien hecho. Luego, le dijo a su hijo que iba a recortar las últimas dos hojas para que las
hiciera nuevamente. Si bien al principio Felipe no estuvo muy de acuerdo, terminó dándose
cuenta que su mamá tenía razón. Ahora, sí tomó la precaución de sacar punta a su lápiz negro, de
no comer mientras hacía la tarea y de concentrarse en lo que estaba haciendo.
Cuando Felipe terminó de hacer todo por segunda vez, su mamá lo felicitó diciendo:
- Felipe, ahora sí que este cuaderno muestra tu reflejo tal cual sos. Además, me parece que esta
vuelta te llevó menos tiempo hacer toda la tarea.Y Felipe fue contento a jugar. Y colorín colorado,
el cuento de Raúl y Felipe de hoy, ha terminado.
La responsabilidad es uno de los valores y pilares más fuertes del éxito.
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EL HADA Y LA SOMBRA
Hace mucho, mucho tiempo, antes de que los hombres y sus ciudades llenaran la tierra, antes incluso
de que muchas cosas tuvieran un nombre, existía un lugar misterioso custodiado por el hada del lago.
Justa y generosa, todos sus vasallos siempre estaban dispuestos a servirle. Y cuando unos malvados
seres amenazaron el lago y sus bosques, muchos se unieron al hada cuando les pidió que la
acompañaran en un peligroso viaje a través de ríos, pantanos y desiertos en busca de la Piedra de
Cristal, la única salvación posible para todos.
El hada advirtió de los peligros y dificultades, de lo difícil que sería aguantar todo el viaje, pero
ninguno se asustó. Todos prometieron acompañarla hasta donde hiciera falta, y aquel mismo día, el
hada y sus 50 más leales vasallos comenzaron el viaje. El camino fue aún más terrible y duro que lo
había anunciado el hada. Se enfrentaron a bestias terribles, caminaron día y noche y vagaron
perdidos por el desierto sufriendo el hambre y la sed. Ante tantas adversidades muchos se
desanimaron y terminaron por abandonar el viaje a medio camino, hasta que sólo quedó uno, llamado
Sombra. No era el más valiente, ni el mejor luchador, ni siquiera el más listo o divertido, pero continuó
junto al hada hasta el final. Cuando ésta le preguntaba que por qué no abandonaba como los demás,
Sombra respondía siempre lo mismo "Os dije que os acompañaría a pesar de las dificultades, y éso
es lo que hago. No voy a dar media vuelta sólo porque haya sido verdad que iba a ser duro".
Gracias a su leal Sombra pudo el hada por fin encontrar la Piedra de Cristal, pero el monstruoso
Guardián de la piedra no estaba dispuesto a entregársela. Entonces Sombra, en un último gesto de
lealtad, se ofreció a cambio de la piedra quedándose al servicio del Guardián por el resto de sus
días...
La poderosa magia de la Piedra de Cristal permitió al hada regresar al lago y expulsar a los seres
malvados, pero cada noche lloraba la ausencia de su fiel Sombra, pues de aquel firme y generoso
compromiso y responsabilidad surgió un amor más fuerte que ningún otro. Y en su recuerdo,
queriendo mostrar a todos el valor de la responsabilidad y el compromiso, regaló a cada ser de la
tierra su propia sombra durante el día; pero al llegar la noche, todas las sombras acuden el lago,
donde consuelan y acompañan a su triste hada.
La responsabilidad es uno de los valores y pilares más fuertes del éxito.
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La responsabilidad es uno de los valores y pilares más fuertes del éxito.
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EL LADRON Y SU MADRE
Un joven adolescente robó un libro a uno de sus compañeros de escuela y se
lo mostró a su madre. Ella no solamente se abstuvo de castigarlo, sino más
bien lo estimuló. A la siguiente oportunidad se robó una capa y se la llevó a su
madre quien de nuevo lo alabó.
El joven creció y ya adulto fue robando cada vez cosas de más valor hasta que
un día fue capturado en el acto, y con las manos atadas fue conducido al
cadalso para su ejecución pública.
Su madre lo siguió entre la multitud y se golpeaba violentamente su pecho de
tristeza. Al verla el ladrón dijo:
-Deseo decirle algo a mi madre en su oído.
Ella acercó su oído a él, y éste rápidamente mordió su oreja cortándosela. Su
madre le reclamó que era un hijo desnaturalizado, a lo que él replicó:
-¡Ah! Si me hubieras reprendido en mi primer robo del libro aquel, nunca
hubiera llegado a esto y ser condenado a una ingrata muerte.
La responsabilidad es uno de los valores y pilares más fuertes del éxito.
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LA ZORRA Y EL LEÑADOR
Una zorra estaba siendo perseguida por unos cazadores cuando llegó al sitio de un leñador y
le suplicó que la escondiera. El hombre le aconsejó que ingresara a su cabaña.
Casi de inmediato llegaron los cazadores, y le preguntaron al leñador si había visto a la
zorra.
El leñador, con la voz les dijo que no, pero con su mano disimuladamente señalaba la
cabaña donde se había escondido.
Los cazadores no comprendieron las señas de la mano y se confiaron únicamente en lo
dicho con la palabra.
La zorra al verlos marcharse, salió sin decir nada.
Le reprochó el leñador por qué a pesar de haberla salvado, no le daba las gracias, a lo que la
zorra respondió:
Te hubiera dado las gracias si tus manos y tu boca hubieran dicho lo mismo.
La responsabilidad es uno de los valores y pilares más fuertes del éxito.
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LA PRINCESA DE FUEGO
Hubo una vez una princesa increíblemente rica, bella y sabia. Cansada de pretendientes
falsos que se acercaban a ella para conseguir sus riquezas, hizo publicar que se casaría con
quien le llevase el regalo más valioso, tierno y sincero a la vez. El palacio se llenó de flores y
regalos de todos los tipos y colores, de cartas de amor incomparables y de poetas
enamorados. Y entre todos aquellos regalos magníficos, descubrió una piedra; una simple y
sucia piedra. Intrigada, hizo llamar a quien se la había regalado. A pesar de su curiosidad,
mostró estar muy ofendida cuando apareció el joven, y este se explicó diciendo:
- Esa piedra representa lo más valioso que os puedo regalar, princesa: es mi corazón. Y
también es sincera, porque aún no es vuestro y es duro como una piedra. Sólo cuando se
llene de amor se ablandará y será más tierno que ningún otro.
El joven se marchó tranquilamente, dejando a la princesa sorprendida y atrapada. Quedó tan
enamorada que llevaba consigo la piedra a todas partes, y durante meses llenó al joven de
regalos y atenciones, pero su corazón seguía siendo duro como la piedra en sus manos.
Desanimada, terminó por arrojar la piedra al fuego; al momento vio cómo se deshacía la
arena, y de aquella piedra tosca surgía una bella figura de oro. Entonces comprendió que ella
misma tendría que ser como el fuego, y transformar cuanto tocaba separando lo inútil de lo
importante.
Durante los meses siguientes, la princesa se propuso cambiar en el reino, y como con la
piedra, dedicó su vida, su sabiduría y sus riquezas a separar lo inútil de lo importante. Acabó
con el lujo, las joyas y los excesos, y las gentes del país tuvieron comida y libros. Cuantos
trataban con la princesa salían encantados por su carácter y cercanía, y su sola presencia
transmitía tal calor humano y pasión por cuanto hacía, que comenzaron a llamarla
cariñosamente "La princesa de fuego".
Y como con la piedra, su fuego deshizo la dura corteza del corazón del joven, que tal y como
había prometido, resultó ser tan tierno y justo que hizo feliz a la princesa hasta el fin de sus
días
La responsabilidad es uno de los valores y pilares más fuertes del éxito.
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LA RESPONSABILIDAD DEL REY PANADERO
Había una vez un rey, llamado Luis, que prometió a todos los ciudadanos del reino
una bolsa de pan cada día, para que ninguna familia pasara hambre.
Todos los habitantes estaban felices y contentos con el rey Luis, porque gracias a él
tenían pan para comer cada día.
Pero llegaron los malos tiempos, y los productores de pan tuvieron que dejar de
vender pan al rey Luis. El rey Luis no descansó hasta encontrar otro productor de
pan que le abasteciera para todo su reino, y finalmente lo encontró.
Al cabo de unos meses, los negocios le volvieron a ir mal al nuevo productor de pan,
y tuvo que dejar de vender pan al rey Luis.
El rey siguió buscando otro productor de pan, pero ya no encontró ninguno más en
todo el país, por lo que tenía que encontrar alguna solución.
Reunió a todos los ciudadanos en la plaza del castillo, y les invitó a que alguno de
ellos que estuviera sin trabajo, hiciera el pan para todo el reino. Ese día, en la plaza
había un hombre que no tenía trabajo y se ofreció para ser el nuevo panadero.
Lamentablemente, después de 2 meses en los que los vecinos se quejaban del pan
tan malo que tenían que comer, el panadero del reino admitió que no le salían bien
las barras de pan y que no quería seguir trabajando de panadero.
El rey Luis estuvo pensando durante días cómo resolver el problema que se le había
presentado. No quería que la responsabilidad que tenia de dar de comer todos los
días a los habitantes de su reino se esfumara como el humo.
Así que, después de mucho darle vueltas, decidió ser él mismo el nuevo panadero del
reino.
Hizo de su castillo una gran panadería, y no sólo consiguió abastecer de pan a su
reino, sino que vendió pan a todo el país, llevado por la fama de su pan tan rico.
Luis, el rey panadero, se convirtió en el más famoso de todos los reyes que habían
tenido el reino y eso gracias a su gran responsabilidad.
La responsabilidad es uno de los valores y pilares más fuertes del éxito.
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