ACTOS DEL HABLA I Afirmaciones

Anuncio
ACTOS DEL
HABLA I
Afirmaciones
Escrito por:
Carlos Sandoval P.
Apunte desarrollado a partir de
conversaciones, conferencias y
lecturas realizadas con Julio Olalla.
© The Newfield Network
H
emos sostenido una
concepción generativa del
lenguaje, es decir, hemos
postulado que a través del lenguaje no
sólo describimos lo que es real para
nosotros, también generamos mundos
de posibilidades, hacemos que ciertos
acontecimientos ocurran, modelamos
nuestra identidad y coordinamos
acciones.
Cuando el gerente de una empresa
asciende a un profesional a jefe de
equipo está creando una nueva
realidad, afectando la identidad
pública de una persona y abriendo un
nuevo ámbito de posibilidades de
acción. Cuando el árbitro de fútbol
declara el penal está generando esa
realidad que da origen a un nuevo
dominio de acción (parar el juego,
poner la pelota a doce metros del
arco, etc.). Queremos destacar que el
árbitro con su declaración hace que la
falta exista, pues si no la realiza, el
penal no existe, pese a los reclamos
de los espectadores y a las
“agresiones” que haya realizado el
jugador. Cuando el profesor sanciona
a un niño como “malo para las
matemáticas”, “excelente alumno”,
“desordenado”, está abriendo un
horizonte de posibilidades para esos
niños y declarando una expectativa de
relación entre ellos.
La perspectiva generativa del lenguaje
nos abre un gran terreno de
aprendizaje, pues mejorando nuestra
forma de comunicación podemos
aumentar sustantivamente nuestra
efectividad, la coordinación de
acciones con otros, nuestro bienestar
personal y nuestro poder personal.
Nuestra experiencia de trabajo con
personas y organizaciones nos
© 2001 THE NEWFIELD NETWORK!" ACTOS DEL HABLA I
muestra que gran parte del sufrimiento
e inefectividad personal y profesional
tiene relación con dificultades en
nuestros actos del habla: No sabemos
pedir y entonces nos quedamos
esperando que otros realicen acciones
por nosotros que nunca hemos
declarado; al establecer compromisos
no fijamos con claridad los tiempos de
cumplimiento y las condiciones de
satisfacción; nos cuesta perdonar o
reclamar y entonces mantenemos
conversaciones internas con nosotros
u otros que sólo ocupan nuestro
tiempo y energía sin generar ninguna
realidad nueva.
La invitación de este apunte y los que
siguen es a revisar los principales
“actos del habla”, con el fin de poder
generar en nosotros un nuevo
observador de las conversaciones e
intervenir en aquellos ámbitos
personales, profesionales o de
nuestros equipos que estén preñados
de inefectividad y sufrimiento.
♦ Todas las culturas realizan los
mismos actos del habla
Si observamos nuestra vida cotidiana
podemos darnos cuenta que nuestro
quehacer acontece en múltiples redes
de conversaciones: pedimos un
informe, establecemos un
compromiso, cerramos un negocio,
ofrecemos un producto, pensamos
una solución, consolamos a nuestros
hijos, declaramos amor, nos
enfurecemos con un proveedor,
pedimos perdón, imaginamos las
vacaciones, hablamos por teléfono,
saludamos y nos despedimos; en fin,
nos interesa recalcar que podemos
observar que nuestra vida diaria
!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!"
2
acontece en un mundo
conversacional.
Si observamos ahora qué “actos del
habla” realizamos en nuestra vida,
descubrimos que básicamente
ejecutamos cinco tipos de acciones:
afirmamos, declaramos, pedimos,
ofrecemos y prometemos.
La hija pide permiso para ir a una
fiesta, dice o afirma que es en casa
de determinada amiga, se
compromete a llegar a determinada
hora y nosotros le ofrecemos ir a
buscarla, ante lo cual ella declara su
agradecimiento.
El cliente solicita un producto,
nosotros afirmamos tenerlo y
ofrecemos despacharlo a tal hora a la
casa de éste. Al recibirlo el cliente
declara su satisfacción por el
producto o su insatisfacción por no
cumplir con sus expectativas.
El equipo directivo en reunión solemne
declara sus objetivos así como la
familia declara sus proyectos para el
fin de semana. El discípulo declara
su admiración al maestro, el creyente
su gratitud a Dios. El juez declara
abierta la sesión, etc.
“reconstruir” las conversaciones y
coordinación de acciones a partir de
los actos del habla que están
comprometidos. Efectivamente,
muchos de los conflictos y problemas
que declaramos en la vida personal y
organizacional pueden ser resueltos a
partir del perfeccionamiento de
nuestra comunicación: por ejemplo, la
superación del agobio puede estar
vinculada a la falta de capacidad de
decir que No a los pedidos que
recibimos. El sufrimiento, a la
ausencia en nuestro repertorio de
peticiones de ayuda. La
incompetencia, a nuestra incapacidad
de declarar ignorancia en ámbitos que
consideramos significativos. La falta
de innovación a la ausencia de
conversaciones de posibilidades, la
resignación o la desmotivación a la
falta de una declaración de misión
motivante y alineante.
Sobre distinciones
♦ Distinciones:
Antes de revisar los principales actos
del habla nos interesa realizar una
reflexión sobre la noción de distinción.
Afirmamos que todas las culturas,
idiomas y organizaciones ejecutan,
aunque de muy diversas maneras los
cinco actos del habla. Puede que no
sepamos chino o desconozcamos el
trabajo específico que realiza una
organización X, sin embargo, dentro
de ambas culturas se afirma, declara,
pide, ofrece y promete.
Hemos postulado que el mundo o la
realidad está constituida por un
conjunto de distinciones
consensuadas dentro de la comunidad
que habitamos. Lo que hacemos con
las distinciones es destacar objetos,
individuos, propiedades y acciones.
Desde otra perspectiva podemos
señalar que distinguir es destacar una
parte del todo.
Creemos que es fácil a estas alturas
darnos cuenta del poder de
observación y acción que nos da el
Un aspecto relevante es que el ámbito
y la cantidad de distinciones que
© 2001 THE NEWFIELD NETWORK!" ACTOS DEL HABLA I
!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!"
3
poseemos como personas o como
cultura determina nuestras
posibilidades de acción en el mundo y
el tipo de observadores que somos.
En breve, nosotros vemos y nos
constituimos a través de las
distinciones que poseemos.
El mecánico, el médico, el economista,
el gásfiter presentan mayor poder de
acción en sus respectivos ámbitos
porque manejan u operan con más
distinciones que el “común de las
personas”. Allí donde nosotros
sentimos un tirón del auto, el
mecánico observa un problema en el
sistema de distribución, donde
declaramos un dolor de estómago el
médico observa gastroenteritis.
Si nos sentamos a mirar el firmamento
en una noche seremos capaces de
distinguir estrellas, la luna y planetas.
Si acompañamos a un astrónomo
veremos como distingue satélites,
soles, hoyos negros y enanas blancas.
Si estamos con un astrólogo,
observaremos como distingue las
diversas constelaciones, seguramente
si somos acompañados por una
persona de una tribu de la antigüedad
distinguiría en el firmamento sus
antepasados.
Un aspecto importante a considerar en
el acto de distinguir y en la totalidad de
la acción humana es que nuestro
conocer y hacer está enraizado en
nuestra corporalidad. Aunque en su
formulación aparezca como
paradójico, sostenemos que el infinito
ámbito de posibilidades de acción que
tenemos los seres humanos está
determinado por nuestra estructura
biológica. En otras palabras decimos
que “ver en el mundo objetos” es un
fenómeno enraizado en la biología de
© 2001 THE NEWFIELD NETWORK!" ACTOS DEL HABLA I
la vista, hablar de dureza, suavidad
son distinciones enraizadas en nuestra
sensibilidad. Asimismo, el hablar es
un fenómeno social enraizado en
nuestra corporalidad.
Por último, quisiéramos señalar que
un aspecto que diferencia a las
culturas son las distinciones con las
cuales constituye y opera sobre el
mundo, o dicho de otra forma, las
distinciones que poseemos dejan ver
el tipo de ser que somos.
Hay un lindo cuento de Borges citado
por Michael Foucault sobre una cultura
que tenía una especial distinción de
eso que nosotros llamamos animales.
Borges señalaba que para esa cultura
existían los animales del jarrón, los
que rompen el jarrón, los del rey y los
que parecen moscas. Como es
posible observar, en dicha cultura no
existen los perros, elefantes, leones;
tampoco se clasifican los seres por
carnívoros o herbívoros. En dicha
cultura, todo “animal” que nos puede
atacar o agredir es uno “que destruye
el jarrón”; los animales que para
nosotros son ficticios como gárgolas,
unicornios, animales en los cuentos
son para ellos “seres del jarrón”;
aquéllos que para nosotros son
domésticos o están bajo encierro son
para ellos “animales del rey” y los
animales que están tan lejos y por
tanto no nos amenazan son “los que
parecen moscas”. Las distinciones de
esta cultura son tan válidas como las
nuestras y determinan el mundo de
posibilidades y relaciones con el
mundo “animal”.
Sólo para gozar con esta descripción,
si un día ves que te ataca un animal
debes gritar en esa cultura “ayuda, un
animal que quiebra el jarrón me
!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!"
4
ataca”, si producto de la ayuda ese
animal se aleja puede transformarse
en un animal “que de lejos parece
mosca”.
Realizada esta reflexión sobre la
noción de distinción, nos
adentraremos en este apunte y los
que siguen a revisar los principales
actos del habla.
Afirmaciones
El acto de afirmar es lo que
comúnmente llamamos “descripciones
sobre la realidad”, o en el lenguaje de
la lógica “proposiciones”. Desde esta
perspectiva podemos señalar que en
una afirmación el lenguaje se
acomoda o sigue a la realidad.
Desde la concepción que hemos
venido desarrollando, sostenemos que
las afirmaciones son proposiciones.
Proposiciones que hacemos sobre las
distinciones que para nosotros o una
determinada comunidad constituyen
su realidad. Cada vez que afirmamos
describimos una propiedad, acción,
cualidad o relación que atribuimos a
las distinciones que tenemos o
señalamos un objeto: “la mesa es
roja”, “está lloviendo en Santiago”, “la
empresa tuvo una utilidad de mil
millones”, “Juan mide 1.85
centímetros”, “eso es un lápiz”.
Como es posible observar, las
afirmaciones sólo tienen sentido
dentro de un espacio consensuado de
distinciones: La afirmación “El Viejo
Pascuero me trajo una pelota de
fútbol”, es verdadera dentro de la
comunidad “jardín infantil occidental” y
es falsa en la comunidad “adultos” e
inentendible en las comunidades
“precolombinas de América”.
© 2001 THE NEWFIELD NETWORK!" ACTOS DEL HABLA I
Dentro de una determinada
comunidad lingüística las afirmaciones
pueden ser Verdaderas o Falsas.
Sostenemos que una afirmación es
verdadera cuando podemos
proporcionar un testigo o evidencia
válida para mi comunidad, que prueba
que lo dicho coincide con nuestras
observaciones.
“Hay 33 grados de calor” es una
afirmación que puede ser comprobada
por medio del termómetro como
evidencia válida para nuestra
comunidad. “El informe ya fue
entregado a Juan”, es una afirmación
que puede ser corroborada llamando a
Juan (como testigo válido) o pidiendo
que traiga el documento (como
evidencia). “Llovió en la Patagonia en
el año 3” es una afirmación indecidible
pues no contamos con testigo o
evidencia válida en nuestra comunidad
occidental. “La empresa tuvo una
utilidad de mil millones” es una
afirmación es comprobable con la
auditoría independiente. “Señor, yo ya
pagué esta cuenta del gas” es
comprobable con la boleta timbrada
como evidencia.
Queremos señalar algo que a nuestro
juicio es clave para mejorar la
convivencia, el respeto, bienestar y
efectividad en las relaciones humanas:
Cada vez que realizamos un acto en el
lenguaje asumimos un compromiso
social ante la comunidad. Cada vez
que afirmamos nos comprometemos
con la veracidad de nuestras
observaciones; es decir, asumo el
compromiso que lo que digo
corresponde a lo que es realidad para
nuestra comunidad. Asimismo, asumo
la posibilidad de presentar la evidencia
o testigo que corrobore mi decir. Es
por el compromiso que asumo al
!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!"
5
momento de afirmar que nuestra
identidad personal y profesional se ve
afectada, pues cada vez que afirmo
pongo en juego mi veracidad.
Nuestra experiencia en el trabajo con
organizaciones nos ha enseñado que
al momento de afirmar asumimos un
segundo compromiso y es que en
nuestras palabras se revele con
claridad el tipo de evidencia o certeza
que tenemos para afirmar lo que
afirmamos.
Quien dice “El informe está aquí” deja
ver que personalmente tiene plena
certeza que el documento se
encuentra en la oficina. Quien declara
“supongo que está aquí” nos revela
que a partir de un razonamiento sobre
algunos compromisos y
acontecimientos conocidos por él llega
a pensar que está aquí. Asimismo,
quien dice “intuyo”, “pienso”, “debería”,
“me tinca” revela en cada caso el nivel
de evidencia que posee su afirmación.
Otro aspecto a considerar en las
afirmaciones es su relevancia o
irrelevancia. Sostenemos que las
afirmaciones son relevantes o tienen
valor para nosotros cuando ellas son
significativas para el diseño, la
ejecución o el sentido que damos a
nuestras acciones. “Mañana harán 33
grados en la zona central”, es
relevante para determinar qué ropa
me pongo, o qué tipo de labores debo
realizar en mi huerto. “Mañana habrá
33 grados en Paquistán”, es una
afirmación que no me es relevante,
pues no tengo planificado estar en
Paquistán mañana y no tengo ningún
familiar o conocido viviendo allá. “La
organización creció un 2,8% en sus
ventas respecto al año anterior”, es
© 2001 THE NEWFIELD NETWORK!" ACTOS DEL HABLA I
relevante si queremos planificar el año
que viene.
En el mundo actual, un aspecto crucial
para las organizaciones es saber
identificar la información o
afirmaciones que son relevantes o
irrelevantes para la acción. Hemos
visto equipos de trabajo atosigados de
trabajo o preparando informes que al
fin de cuentas no son relevantes para
la toma de decisiones, a gerentes
solicitando con urgencia información
que no es significativa. Hemos
aprendido que parte importante de la
desmotivación laboral o personal pasa
por no contar con la información
necesaria para darle sentido a lo que
hacemos dentro del quehacer de la
organización. También hemos
aprendido que una amenaza de
incompetencia profesional es no estar
al tanto de lo que ocurre en el ámbito
profesional en que nos
desenvolvemos.
♦ Afirmaciones, confianza,
bienestar y efectividad
Queremos realizar una breve reflexión
sobre las afirmaciones y la posibilidad
de aumentar el bienestar y efectividad
en nuestra vida.
Cuando recurrentemente actuamos
con veracidad en las afirmaciones que
decimos generamos una relación de
confianza con los otros que hace que
simplemente “yo crea lo que tú afirmas
por el solo hecho que tú lo dices”.
Este acto de confianza evita que nos
quedemos con conversaciones
internas de duda cuando nuestro hijo o
nuestro equipo afirma algo; hace
innecesarios infinitos mecanismos de
control que hemos inventado para
!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!"
6
saber si es verdad lo que se nos dice;
evita que preguntemos dos, tres y mil
veces si es verdad que está el
informe, llegó el pago, fue despachado
el correo, etc.
Sostenemos que parte importante del
sufrimiento en nuestra vida personal o
profesional pasa porque no hemos
construido relaciones de confianza
basadas en la veracidad de nuestras
afirmaciones y porque no sabemos
limitar las afirmaciones que hacemos
al dominio en que efectivamente
tenemos competencia para hacerlo.
♦ Una observación sobre
observador, distinciones y
visión de mundo
El observador que somos está
construido sobre el mundo de
distinciones con los cuales operamos,
pues las distinciones nos proveen el
mundo, las propiedades y las
relaciones básicas que consideramos
como “reales”. Por ello parte
importante del aumento del poder de
observación y acción en el mundo
pasa por contar con una “batería”
mayor de distinciones.
Las distinciones con las que operamos
en una determinada cultura están
asentadas o tienen su origen a partir
de un conjunto de presupuestos
fundamentales desde los cuales
entendemos la naturaleza de la
realidad. Dichos presupuestos dicen
relación con consideraciones sobre el
tiempo, el espacio, lo real, lo
relevante, entre otras.
Por ejemplo, la concepción del tiempo
como lineal, la división de lo real entre
sujeto y objeto, la dualidad entre
cuerpo y mente y la relación causa © 2001 THE NEWFIELD NETWORK!" ACTOS DEL HABLA I
efecto son presupuestos
fundamentales sobre los cuales como
cultura occidental hemos desarrollado
nuestro universo de distinciones:
materia, peso, subjetividad, individuo,
teoría, práctica, intuición, crecimiento,
identidad, diferencia, entre otras.
Desde otra perspectiva, la concepción
circular de la temporalidad, la
coexistencia de espacios y el
presupuesto que todo tiene voluntad
hace posible que otras culturas vivan
el mismo momento repetidas veces,
hablen con las plantas o se
transformen los objetos.
Llamamos aquí “visión de mundo” a
los presupuestos fundamentales que
constituyen una cultura y desde la cual
emerge lo que es posible considerar
real para esa cultura.
Lo impresionante en el desarrollo de
nuestra cultura es que, cuando una
experiencia no concuerda con nuestra
visión de mundo condenamos la
experiencia como inexistente, otras
veces la aceptamos dentro del plano
de lo anormal o sobrenatural u otras le
encontramos una explicación
anecdótica. En todos esos casos lo
que hacemos es evitar cuestionar
nuestra visión del mundo que se
“queda chica” para explicar la
experiencia.
Es lo que le sucedió a Copérnico al
postular el modelo heliocéntrico del
universo: se juzgó como irreal pues
desafiaba el presupuesto básico que
la verdad sobre el universo estaba
revelada en las Sagradas Escrituras.
Es lo que sucede cuando señalamos
que fenómenos como la clarividencia,
la imposición de manos o la telepatía
son fenómenos “paranormales”; es
también lo que nos acontece al reducir
la capacidad de detectar agua a partir
!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!"
7
de la energía corporal a “estos viejos
raros”, o el don de Cecilia para hacer
florecer el jardín con una asombrosa
“es que tiene buenas manos para las
flores”.
Declaramos que un gigantesco
espacio de la experiencia humana ha
quedado fuera de nuestro campo de
acción y observación al vivir bajo la
“inocente” arrogancia en que lo que no
encaja con nuestra visión de mundo
no existe o no es relevante. Esto
último es interesante, pues pareciera
que en nuestra cultura aceptamos
“hablar” sobre estos temas; sin
embargo, censuramos la acción que
se emprende a partir de experiencias
que desafían nuestra visión del
mundo: Una cosa es saber de
señores que buscan agua con varillas
pero “por favor, otra muy distinta es
contratarlos”; está bien estar
informado de médicos que
diagnostican y curan viendo el aura,
pero “¿es cierto, que vas a ir a ver a
uno?”.
desafía nuestra visión de mundo, lo
que conseguimos es mayor capacidad
de acción, efectividad y capacidad de
observación en un universo que sigue
básicamente el mismo. Sin embargo,
cuando desafiamos nuestra visión de
mundo es la comprensión de la
realidad y de nosotros mismos la que
se modifica.
Si postulamos la primacía de la
experiencia o el “empirismo radical”,
debemos abrir en nuestra cultura y
organizaciones el espacio para
conversar seriamente sobre aquellas
experiencias que tenemos y que
desafían nuestra visión de mundo: qué
hay en esa conexión entre dos amigos
que los hace encontrarse sin planificar
la cita, qué hizo que llamara en el
momento en que justo me
necesitabas, cómo es que las manos
del padre a veinte centímetros del hijo
lo hacen dormir, qué poder hay en sus
sueños que anticipa lo que sucede,
qué es eso que llamamos “el olfato de
Juan para los negocios”.
Sostenemos que cuando la ampliación
de nuestro dominio de distinciones no
© 2001 THE NEWFIELD NETWORK!" ACTOS DEL HABLA I
!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!"
8
Descargar