Innovando en justícia, innovando en finanzas

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Innova ndo en justicia, innovando en
finanzas: tiempo para una tasa a las
transacciones financieras y de divisas
Nueva York, 22 de septiembre de 2011
Mar Juvinyà y Manuel Manonelles
En la mesa, de derecha a izquierda: Julien Meimon, José María Fernández López de Turiso, Manuel Manonelles,
James Paul y Kevin Dance. Fotografía de Global Policy Forum.
El Foro UBUNTU organizó en Nueva York, en el marco del 66º Segmento de Alto
Nivel de la Asamblea General de las Naciones Unidas, y previo al side-event que la
Misión Permanente de España promovió sobre “Finanzas innovadoras para el
Desarrollo: sumando todos los esfuerzos hacia el desarrollo”, un side-event sobre
“Innovando en justicia, innovando en finanzas: tiempo para una tasa a las
transacciones financieras y de divisas”. El principal objetivo de la reunión era
ofrecer una plataforma para un debate informal e interactivo. Se organizó en
colaboración con el Global Policy Forum (GPF), el Servicio de Enlace con las
Organizaciones no Gubernamentales de las NN.UU. (NN.UU. - SENG), el Center de
Concern y Stamp Out Poverty.
El acto fue moderado por Manuel Manonelles, director del Foro UBUNTU, y contó
con la intervención de José María Fernández López de Turiso, Director General de
Planificación y Evaluación de Políticas de Desarrollo, Ministerio de Asuntos Exteriores
de España; Julien Meimon, del Secretariado del Grupo Piloto de Financiamiento
Innovador para el Desarrollo; James Paul, Director Ejecutivo del Global Policy
Forum; William Pace, Director Ejecutivo del Movimiento Federalista Mundial (WFM);
Kevin Dance, Presidente del Comité de ONGs sobre Financiación para el
Desarrollo; y para acabar, Poul Nyrup Rasussen, Presidente del Global Progressive
Forum y exministro de Dinamarca que debía participar en el encuentro pero que,
no pudiendo viajar a NYC, envió un discurso escrito que se leyó durante el acto.
El debate pretendía ser una plataforma para un intercambio informal e interactivo
entre representantes gubernamentales y sociedad civil, dentro de una más amplia
discusión de las propuestas de financiación innovadora para el desarrollo; con un
especial enfoque sobre la necesidad de promover las tasas sobre las
transacciones financieras y de divisas (TTF y TTD respectivamente) y la forma de
distribuir los fondos necesarios para avanzar en la consecución de los Objetivos de
Desarrollo del Milenio (ODM) en 2015.
Los puntos que fueron
subrayados
en
el
debate
fueron
la
implementación de la
tasa así como la
preocupación sobre
cómo gestionarla a
un
nivel
global.
Mirando las opciones
de tasas financieras
existentes, la TTD está
atrayendo
mucha
atención
de
la
sociedad
civil,
al
haber
sido
identificada como el
mecanismo
que
Meimon, en el uso de la palabra. A su izquierda, Bill Pace, a su derecha, José María Fernández López de Turiso. Fotografía del Global Policy Forum. podría recaudar más
recursos
necesarios
para lograr los ODM de la manera más eficaz.
José María Fernández López de Turiso inició su intervención afirmando que la
ayuda al Desarrollo ha alcanzado hoy un nivel histórico de 130.000 millones de
dólares. Sin embargo, no basta para financiar ni los ODM ni las necesidades
derivadas de la agenda del cambio climático.
Durante su presidencia del Grupo Piloto, España quisiera concentrarse en la TTF. La
cuestión ya no se encuentra sólo en manos de las ONGs, al haber sido asumida
por algunos gobiernos. El tema de la TTF ya no es sólo un sueño de la sociedad civil,
sino que ya figura en la agenda de los estados miembros.
Al mismo tiempo, debido a la crisis, los gobiernos están faltos de recursos y se
interesan por la TTF. Ahora el tema es cómo se usarán los ingresos de la tasa, ya
que idealmente no debieran ser para pagar las deudas de los gobiernos.
Poul Nyrup Rasmussen, como ya se ha comentado, no pudo finalmente asistir al
acto y su mensaje escrito fue leído por el moderador. En él, como Presidente del
Partido de los Socialistas Europeos, insistió en las cinco siguientes líneas rojas para la
TTF: implementar una TTF con una amplia base para asegurar que todas las partes
del sector financiero realicen una adecuada contribución, con un ingreso total de
200.000 millones de euros, en lugar de los 20.000 millones propuestos por la CE;
implantar una TTF a un nivel global, empezando por una tasa europea; llegar a un
calendario claro para la implementación de la TTF lo antes posible; asegurar que la
tasa no recae sobre los ciudadanos corrientes y la economía real, ya que el 0,005
% es lo suficientemente pequeño; y finalmente que los ingresos recaudados por la
TTF debieran asignarse a aquellos temas en los que las necesidades de
financiación sean más apremiantes.
Julien Meimon comenzó su intervención exponiendo el papel del Grupo Piloto
como grupo que reúne organizaciones internacionales, gobiernos, organizaciones
del sector privado y de la sociedad civil para trabajar con los países hacia la
implementación de una macrotasa. El Grupo Piloto está hoy formado por 63 países
miembro, organizaciones internacionales, fundaciones importantes, ONGs y
representantes de la sociedad civil.
En el curso de los últimos años, el Grupo Piloto se ha convertido en una importante
plataforma para discutir, compartir información y promover mecanismos
innovadores de financiación. En este sentido, la principal misión que el Grupo Piloto
tiene hoy es fortalecer la voluntad política y los compromisos de los gobiernos
hacia las cinco categorías de financiación innovadora para el desarrollo. Acabó
afirmando que desde 2006 se han recaudado 6.000 millones de dólares mediante
mecanismos alternativos para financiar el desarrollo, por lo que hay un camino
para avanzar en esta dirección.
Willam Pace señaló que una de las razones básicas por la que Boutros B. Ghali no
fue reelegido como Secretario General de las NN.UU. en los 90 fue su apoyo a la
TTF. El Movimiento Federalista Mundial está preocupado por que los ministros de
Finanzas del G20 encuentren un modo de secuestrar la TTF para sus propios
objetivos geopolíticos. La gran inquietud es a qué debieran asignarse los fondos
recaudados. Pace propuso dedicar los importes recogidos con la TTF a los
procesos de desarrollo y paz, de forma que todos ganasen y los fondos fueran
igualmente distribuidos. Idealmente, el 60 % de los fondos se dirigiría a las
organizaciones multilaterales y el 40 % a los gobiernos.
Jim Paul inició su intervención afirmando que si miramos a una tasa muy pequeña,
ésta no podrá dar lugar a muchos ingresos. Puede no tener tampoco un gran
impacto en términos de ejecución política. Sin embargo, la TTF se supone que
también pondrá un palo en las ruedas “para dificultar más estas transacciones”.
Ciudadanos del mundo están hartos de sus bajos ingresos. Y estas tasas pueden
redistribuirse y tener un control democrático a través de los ministros de Finanzas.
Este es un gran y complejo reto. Y, por ello, vamos a necesitar una institución
global de tasación en lugar de que los gobiernos nacionales gestionen esos
fondos. Necesitamos fortalecer las instituciones globales para gastar el dinero en
lugares y temas muy específicos.
Kevin Dance, Presidente del Comité de ONG sobre Financiación para el Desarrollo,
se centró en el proceso de Monterrey y afirmó que “Estamos hablando de justicia,
no de caridad”. Sin embargo, 3 billones de dólares desaparecen cada año. El
informe del FMI ha demostrado que la TTF es factible, puede implementarse y,
aplicando una tasa del 0,005 % sobre la transacción podría controlarse mejor el
exceso de especulación. De hecho, algunas de las tasas sobre el sistema
financiero podrían disminuir la volatilidad de los mercados.
Público presente en la sesión. Fotografía del Global Policy Forum Antes de dar la palabra a la audiencia, Manuel Manonelles resumió las
intervenciones de los oradores, enunciando sus posiciones comunes y los puntos
que aún deben ser tratados. El debate que siguió señaló el hecho de cómo puede
gestionarse el dinero y quién será responsable de la gestión de los fondos que
derivaran de la mencionada tasa. Por un lado, una respuesta específica sobre qué
organización internacional debería asumir dicha responsabilidad no está todavía
clara, aunque parece que existen algunos puntos de vista comunes en cuanto al
tema. Lo que es seguro es que una nueva estructura no debiera crearse por existir
nuevos fondos para gestionar. Esta opción sería más costosa y complicaría, más
incluso, el panorama actual de fondos participantes, programas, etc. Por otro,
Manuel Manonelles afirmó claramente que estos fondos deberían gestionarse a
través de las agencias de NN.UU. existentes, programas y fondos con el PNUD.
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