LA LUNA Y... JÚPITER Y SUS LUNAS. A continuación se recogen algunos comentarios sobre la observación astronómica que realizamos el pasado martes 27 de octubre de la Luna y del planeta Júpiter y sus lunas. • Lo que viste fue observado por primera vez por Galileo en el año 1609 (hace 400 años). Contribuyó de forma decisiva a asentar la teoría heliocéntrica y a zanjar la existencia de dos mundos diferentes: uno sublunar cambiante y corrupto y otro supralunar inmutable y perfecto. Los que tuvisteis paciencia para esperar un buen rato pudisteis comprobar cómo la distancia de las lunas al planeta iba variando porque giran alrededor de él. • La distancia a Júpiter desde la tierra es de unos 800 millones de km. El ocular por el que miraste proporciona 80 aumentos. Es decir observaste Júpiter desde unos 8 millones de km. • La distancia a la luna es de 380.000 km. La observamos desde una distancia de apenas 5000 km. • El diámetro de Júpiter es unas 10 veces superior al de la Tierra. Dentro de Júpiter cabrían unas 1000 ‘Tierras’. El diámetro del Sol es unas 10 veces superior al de Júpiter y 100 veces superior al de la Tierra. Dentro del Sol cabrían unos 1000 planetas como Júpiter y 1 millón de planetas como la Tierra. • Las cuatro lunas que observamos de Júpiter, todas alineadas, se llaman Io, Ganímedes, Europa y Calixto, por orden de alejamiento al planeta. Io tarda día y medio en dar una vuelta a Júpiter y Calixto 17 días. Se cree que Ganímedes tiene agua en su suelo y tal vez vida. • El astrónomo danés Ole C. Römer, a finales del s. XVII, midiendo con detalle los eclipses de las lunas de Júpiter, Io en concreto, determinó por primera vez la velocidad de la luz. • Júpiter está formado principalmente por hidrógeno y helio, como si fuera una estrella. Tal vez algún día brilló como tal, pero su masa no es suficiente para mantenerse brillando mucho tiempo. • A simple vista, pero sobre todo con el telescopio, se aprecian diferentes suelos en la superficie de la luna. El oscuro es basáltico, tiene pocos cráteres y nos habla de una historia pasada en la que en la luna hubo volcanes. Desde hace 3 mil millones de años, no los hay. Tampoco hay atmósfera. Nada ocurre allí. Por eso las huellas de los astronautas permanecerán miles de años...