EL ATLAS DE LAS PLANTAS ALÓCTONAS INVASORAS EN ESPAÑA: ¿UNA AMENAZA A LA CONSERVACIÓN DE FLORA AUTÓCTONA ESPAÑOLA? Jorge Baonza Díaz1 1 28720 Bustarviejo, Madrid, España ([email protected]) RESULTADOS DISCUSIÓN CONCLUSIONES: Ante la falta de argumentación, y con los ejemplos de Pisum sativum L. subsp. sativum: Cultivado y ocasionalmente asilvestrado, [aunque La clasificación de la flora alóctona parece indicar una precisión del Castanea, Juglans y Vitis, parece razonable cuestionar las atribuciones las provincias aparecen sin corchetes], mientras la subsp. elatius (M. Bieb.) Asch. & España (Sanz et al., 2004). Se ha tratado de recopilar aquí los datos que avalan la conocimiento sobre las especies indubitativo. El que otros autores de aloctonicidad para especies que pertenezcan a elementos consideración como alóctonas de plantas pertenecientes a elementos corol ógicos existentes señalen lo contrario o den margen a la duda apunta a que la corológicos presentes de forma natural en la Península Ibérica de forma natural en la Penísula Ibérica (mediterr áneos, irano-turanianos, etc.), incluidas afirmación no es tan evidente. Incluso algunas especies señaladas como (Mediterráneos, Irano-turanianos, Eurosiberianos, etc.) y que cuenten alóctonas en el Atlas aparecen recogidos en listas rojas o cat álogos de con poblaciones espontáneas. Resumen: La invasión de los ecosistemas naturales por especies ex óticas es un problema Asperugo procumbens L.: Autóctona (FI, 2011). creciente y una amenaza para la conservación de la biota aut óctona. En Espa ña el trabajo Agrostemma githago L.: Al parecer, nativa de la región mediterránea oriental, de referencia para las plantas vasculares es el Atlas de las plantas alóctonas invasoras en probablemente de introducción remota (FI, 1990). Con registro arqueobotánico ibérico desde el siglo III-II ANE (www.florayfaunaiberica.org). Carpinus betulus L.: Cultivado en parques y jardines, natural en el extremo W de los Pirineos (FI, 1990). Vulnerable (Moreno, 2008). Hay yacimientos ibéricos con registro polínico Pleistoceno (Alcalde et al., 2006; Postigo et al., 2007). Castanea sativa Mill.: Procedente del E Europa y SW de Asia por selvicultura (FI, 1990; Heywood & Zohary, 1995).). Sin embargo, hay bastantes yacimientos las llamadas arqueófitos (introducidos antes de 1500 d.C.). La falta o endeblez de tales evidencias en bastantes casos, cuando no la existencia de datos contradictorios, indica que actualidad (Fernández & Monteagudo, 2010; Mattioni et al., 2008; Martín et al., 2011). Curiosamente la hipótesis de su introducción en la Península por los de alóctonas para especies para las que existen evidencias de su presencia prehist órica, sin especies aquí recogidas señaladas invasoras, y por tanto con una ficha alóctonos en la flora española iberobalear (Sanz et al., 2004:301), 36 occidental por lo menos desde finales del s. XVI (FI, 1990). Considerado variedad donde se podría apuntar las evidencias sobre su carácter alóctono, en son seguro o casi seguro autóctonas y 37 por lo menos son de origen el Atlas solo señala la primera cita científica de la especie en Espa ña o cuestionable, incluyendo 2 calificadas de invasoras para las que se referencias genéricas a su antiguo cultivo en el pais (si es el caso) sin promueven labores de exterminio. Ésto rebaja en 73 (9%) el listado dar ni citar datos concretos. señalado de alóctonas. El resto de las aqu í recogidas ser ían ejemplar centenario plantado por Julio Cesar en Córdoba (López, 2001:637). José principalmente especies cultivadas, sin riesgo de invasi ón de los Quer señaló del Platanus orientalis T. “De Levante fueron trasladados a Italia en ecosistemas naturales. tiempo de los romanos, y se conserva en Roma y en otras partes de Italia, de donde aportar datos de la supuesta extinción local y reintroducci ón artificial. INTRODUCCIÓN La invasión de los ecosistemas naturales por especies ex óticas es un problema creciente y una amenaza para la conservación de la biota autóctona. La base para evaluar la dimensión del problema es estudiar ninguno que aluda a la cuestión (Segura & Torres, 2009:136). los primeros en estudiar las plantas al óctonas en Espa ña fue Willkomm Celtis australis L.: Autóctono (FI, 1993). Con registro palinológico ibérico durante (1855), aunque en este aspecto no estuvo tan afortunado como en la el Pleistoceno y Holoceno (Alcalde et al., 2006) y carpológico desde el II milenio elaboración del Prodromus. Así llegó a apuntar como alóctonas a naturalizada acá y allá en la Península Ibérica como mala hierba, favorecida por el parecido de sus involucelos fructíferos con los granos de trigo (FI, 2007). Coringia orientalis, Lepidium sativum, Garidella nigellastrum, Scandis pinnatifida [S. stellata], Cephalaria syriaca, Echinospermum patulum [Lappula marginata], Lycopsis orientalis, Callipeltis cucullaria, Ceratonia siliqua L.: Región Mediterránea, alóctono o autóctono según la provincia Potentilla pensylvanica, Cynomorium coccineum, etc.. El enorme peso (FI, 1999). Con registro arqueobotánico ibérico antracológico del I milenio ANE de la figura de Heinrich Moritz Willkomm en la bot ánica espa ñola (Buxó & Piqué, 2008: 132) y polínico del Pleistoceno (Carrión et al., 2000). probablemente fue la causa de la persistencia de sus hip ótesis en este Citrullus colocynthis (L.) Schrad.: Subespontánea, dispersa acá y allá por la Península cerca de los puntos en que ha sido cultivada, las poblaciones del SE (Almería, sobre todo) son ya estables y de apariencia espont ánea (FI, 1993). Sin aspecto, sin necesidad de mayor confirmación. El trabajo de referencia actual para las plantas vasculares es el embargo, salvo las citas de Cantabria, las escasas citas recogidas en Anthos se Atlas de las plantas alóctonas invasoras en Espa ña (Sanz et al., 2004), localizan en el SE y levante peninsular (extinta en Alicante), como las dunas de donde además de estudiar las propiamente invasoras se recoge un Rassal (Cartagena), Calafells (Tarragona) o Adra (Almería), lugares éstos donde listado de las alóctonas. En este trabajo se propone la erradicaci ón o nadie se debe extrañar de la presencia de un elemento mediterr áneo meridional. control de las invasoras, por lo que la inclusi ón de una especie en estas Se ha señalado como ejemplo de geófito de las estepas del SE ibérico (Su árez et al., 1991:48). Isidoro de Sevilla da fe del conocimiento de la coloquíntida en la Espa ña visigoda, lo que indicaría que habría sido introducida antes que la invasi ón árabe listas, incluso en la de simplemente alóctonas, debiera ser rigurosa. Se recoje aquí un conjunto de especies citados en el Atlas como (Valderas, 2000), aunque puede ser que Isidoro simplemente recogiera datos de alóctonas, estudiadas en Flora Iberica (FI, 1986-2011; incluidos los autores anteriores y no conocimiento directo. En el s. XVIII se cultivada borradores) y para las que hay datos de su introducci ón o de su abundantemente en Orihuela (Alicante), para exportación (Quer, 1764: 389). naturalidad, o incluso la falta de datos o opiniones contradictorias, lo Conringia orientalis (L.) Dumort.: Autóctono (FI, 1993). Neolítico (Buxó & Piqué, 2008: 147). Platanus x hispanica : Especie (P. hispanica Mill. ex Münchh.) cultivada en Europa el número de especies involucradas y su grado de dispersi ón. Uno de Cephalaria syriaca (L.) Roem. & Schult.: Región mediterránea y SW de Asia, orientel (Heywood & Zohary, 1995). Con registro ibérico arqueobotánico desde el Considerando todas los taxones, de los 801 se ñalados como romanos la mantienen incluso quien ha revisado los textos clásicos, pero no aporta a.C. (Rivera et al., 1996). distribución mediterránea incluida España, y la subsp. pumilo del Mediterráneo flora amenazada, lo que supone una grave contradicci ón. Para las dos et al., 2000; Krebs et al., 2004; González & cols., 2005; Postigo et al., 2007; etc.) y apunta a la presencia de refugios en la Península Ibérica y su persistencia hasta la dos subespecies europeas, P. sativum subsp. elatius (M. Bieb.) Asch. & Graebn., de se debiera quitar de las listas de flora alóctona. Además, se considera grave la calificaci ón ibéricos con registro Pleistoceno-Holoceno polínico (Alcalde et al., 2006; Carrión antracológico (Buxó & Piqué, 2008: 101, 103); y la diversidad y riqueza genética Graebn., es natural del C, S y E de la Península Ibérica (FI, 1999). Muy pr óximo a que obligaría a la prudencia. Crataegus azarolus L.: Región mediterránea y Oriente próximo, en la Península Ibérica se encuentra disperso, como cultivado y muy ocasionalmente silvestre (FI, Da la impresión de que con que alguna planta haya sido cultivada alguna vez en la antigüedad en otro pa ís, aunque sea tan España -P. hispanica Mill. ex Münchh.- y cita a Valerio Marcial que habla de un algunos Escritores afirman se trasplantaron antiguamente a Espa ña” (G ómez, arqueófitos (introducidos antes de 1500 d.C.), sorprende la infalibilidad 1784, VI:126). Casimiro Gómez añadió como notas al anterior que existen en un del diagnóstico para referirse a una época para la que no hay paseo de Valencia; que algunos aseguran que se cria naturalmente en Espa ña, referencias florísticas científicas, si acaso alusiones con nombres confundiéndolo con el arce de hoja de plátano, y que “de la Luisiana vino últimamente semilla del Plátano, que llaman de Virginia, y ha nacido y vernáculos cuya asignación específica es muchas veces problem ática. prevalecido grandemente en Aranjuez, donde se ha aumentado mucho de rama Si se puede suponer que al llegar civilizaciones de origen for áneo (Gómez, 1784, VI:127). Aunque hay bastantes alusiones a la especie en Grecia e (fenicios, griegos, romanos y árabes) introdujeran especies cultivadas incluso en Italia ya por Teofrasto, “se puede admitir como cierto que proced ía de por ellas, tambien se puede suponer que aprovecharan las poblaciones Asia” [¡] (Segura & Torres, 2009:148). Plinio el Viejo se ñal ó que en Hispania hay locales de las plantas que ya conoc ían de sus paises de origen, sin otros plátanos, aunque parece una corrupción del dato aportado anteriormente descartar las dos opciones, la introduci ón de variedades de otras zonas Prunus cerasifera var. divaricata. Bustarviejo (Madrid), 16-VIII-2006, Espontáneo. Especie que pasa desapercibida por confusión con P. domestica y aprovechamiento de las locales. Sólo los restos paleo/arqueobotánicos o análisis genéticos aportan datos concluyentes. Estudios con poca antigüedad en España pero de creciente número, lo que permitir á aclarar muchos casos. Bibliografía Aizpuru, I; et. al., 1999 (reimp. 2007). Claves ilustradas de la flora del Pa ís Vasco y territorios limítrofes. Gobierno Vasco. por Teofrasto sobre su escasez en Italia, y comenta su introducci ón en Italia (Segura & Torres, 2009:151). Las alusiones al “plátano” por los autores andalus íes podrían corresponder realmente a un Acer (Carabaza et al., 2004: 65). Hay yacimientos ibéricos con registro polínico Pleistoceno (Alcalde et al., 2006; Carrión et al., 2000, Postigo et al., 2007). Aizpuru, I; et. al., 2010. Lista Roja de la Flora Vascular de la CAPV. Gobierno Vasco. Populus canescens: Considerada de origen híbrido, P. x canescens (Aiton) Sm., al Para la flora arvense el rigor parece menor: basta con que Departamento de Medio Ambiente, Planificación Territorial, Agricultura y Pesca. 348 pp. menos es de introducción antigua (FI, 1993). Autóctono (López, 2001: 567). aparezcan en las zonas de origen de los cereales u otros cultivos (?) Alcalde, C.; et. al., 2006. Contribución de la Paleofitogeografía a la interpretación del para que se señale indubitativamente que fueran importados paisaje vegetal ibérico: estado de conocimientos y nuevas perspectivas de investigaci ón. Invest Agrar: Sist .Recur. For. Fuera de serie, 40-54. accidentalmente con ellos. Aunque esto es posible, tambien cabe la Blanco, E. 1998. Dicionario de etnobotánica segoviana. Ayuntamiento de Segovia. posibilidad de que un componente de flora marginal aut óctona Carrión, J.S.; et. al., 2000. Paleoclimas e historia de la vegetación cuaternaria en Espa ña a aumentara su abundancia notablemente con la introducci ón y expansión de la agricultura. En el caso de la de secano favorecer ía ciertas opiniones (y por tanto hipótesis no demostradas) de autores que exclusivamente del lino de cultivo (Linum ussitatissimum); en la actualidad describió hacia la misma época una variante de hojas anchas que proceder ía de Salvador, de Barcelona, sin que hayan quedado vestigios de los pl átanos que alóctono en España quede demostrado. E n el caso de las llamadas Ante la falta de documentación, parece que se establecen como Cuscuta epilinum Weihe: Especie a buscar, de origen incierto, es par ásita casi introducido en Europa occidental hacia 1700 por Tournefort, de la que se hizo traer el que se encuentra en su huerta de S. Juan de Asp í el doctor don Joseph marginalmente como las plantas medicinales, para que su car ácter especialmente a la flora anual de hábitats esteparios ibéricos. 1998). Originaria del Mediterráneo oriental (Heywood & Zohary, 1995). del plátano del Mediterráneo oriental (P. orientalis L. var. acerifolia Aiton) tal vez través del análisis polínico: viejas falacias y nuevos paradigmas. Complutum, 11: 115142. Fernández, J. & A. B. Monteagudo. 2010. Genetic structure of wild Spanish populations of Castanea sativa as revealed by isozyme analysis. Forest Systems 2010 19(2), 156-169 Catalogada “En Peligro de Extinción” en Murcia. Prunus domestica L.: Oriundo del SE de Europa y SW de Asia se cultiva como frutal en casi toda la Península Ibérica; raramente asilvestrado (FI, 1998). Con registro arqueobotánico ibérico antracológico de finales del I milenio ANE (Buxó & Piqué, 2008: 133). Los ciruelos (subsp. domestica e insitia (L.) Boniers & Layers) no tendrían un antecesor silvestre dentro del grupo, siendo pr óximos a P. cerasifera Ehrh. del cercano Oriente hasta los Balcanes (Heywood & Zohary, 1995). Galeno y Plinio hablan de las ciruelas de Hispania (Mangas & Myro, 2003: 381). Fornari, B.; et. al., 1999. Allozyme analysis of genetic diversity and differentiation in Prunus dulcis (Mill.) D.A. Webb: Oriundo de los Balcanes, SW de Asia y N de África, european and asiatic walnut (Juglans regia L.) populations. Forest Genetics 6(2): 115- en la Península Ibérica se cultiva en casi todo el territorio, con frecuencia se puede 127. encontrar asilvestrado (FI, 1998). Con registro carpológico ibérico desde la edad o no conocían (o no eran consecuentes con) el importante papel de la Gil, L.; et. al., 2004. English elm is a 2,000-year-old Roman clone. Nature 431: 1053. del Hierro (Buxó & Piqué, 2008: 52) y antracológico desde el III-II milenio ANE sólo se encuentra cultivada en jardines botánicos. Existen citas de esta planta en la Península Ibérica como refugio de flora durante las glaciaciones Gual, J.M. 1983. El pastel en la España medieval: datos de producci ón, comercio y (Buxó & Piqué, 2008: 120). Sin embargo hay quien relata (sin aportar referencias, Península Ibérica, en la mayoría de los casos errores de determinaci ón, pero cuaternarias, que con la riqueza de ambientes le ha permitido mantener probablemente estuvo presente en nuestro territorio (FI, 2011). un importante componente de flora eurosiberiana, mediterr ánea aparentemente ha desaparecido debido a los métodos de limpieza de las semillas, y Cyperus difformis L.: Pantropical, posiblemente naturalizada por el S de Europa; autóctona en la Península Ibérica porque vive frecuentemente en h ábitats naturales (FI, 2007). Cyperus esculentus L.: Pantropical, que alcanza la región atl ántica de Norteamérica y el Mediterráneo, con formas cultivadas y salvajes (FI, 2007). Encontrada en un yacimiento íbero del s. IV a.C. (www.florayfaunaiberica.org). Cyperus michelianus (L.) Link: Autóctono (FI, 2007). Elaeagnus angustifolia L.: Oriunda de las estepas del C y SE de Asia, asilvestrada en el E, C y S de la Península (FI, 1997). Su primera cita en la bibliograf ía occidental parece ser por un agrónomo toledano andalusí que trata de su cultivo (Carabaza et al., 2004: 289). Erucaria hispanica (L.) Druce: Posiblemente subespontánea en la región sudoriental de la Península: su distribución geográfica y los lugares donde crece parecen indicar que fue introducida en la Península -al igual que en Italia y Argelia- como mala hierba acompañante de cultivos, posiblemente por antiguos pueblos colonizadores, quizas griegos o fenicios (FI , 1993). Ficus carica L.: Probablemente nativa del S de la Península y de otros paises circummediterráneos (FI, 1993). Originaria de Europa meridional y zonas cercanas de África y Asia (Heywood & Zohary, 1995). Con registro de restos de higo arqueobotánicos desde el Neolítico ( Buxó & Piqué, 2008: 50), antracológico desde el Paleolítico superior (Buxó & Piqué, 2008: 101). Hay abundantes referencias a los higos de Hispania en la época romana, por Estrab ón, Columela, Plinio el Viejo (Mangas & Myro, 2003:309). Fraxinus ornus L.: Nativa en el E de la Península Ibérica, naturalizada en el N, C y S (FI, 2011). Incluida en la Lista Roja de la flora vascular de Pais Vasco como DD (Aizpuru et al., 2010) y en los catálogos de flora protegida de Castilla-Le ón, Castilla-La Mancha y Valencia, aunque las poblaciones de Álava y Burgos parecen ser alóctonas (Alejandre et al., 2011). Galega officinalis L.: C, E y S de Europa, W de Asia y ¿NW de África?, al óctono o autóctono según la provincia (FI, 1999). Hypericum hircinum L. subsp. majus (Aiton) N. Robson: “Existen dudas acerca del origen autóctono de esta planta en la Península Ibérica. Seg ún N. Robson ser ía autóctona en el SW de Francia, N de la Península Ibérica, Italia, [….]. Por su parte autores catalanes como vascos consideran a esta planta como naturalizada” (FI, 1993). Autóctona (Aizpuru et al., 1999). Isatis tinctoria L: Metafito epecófito/ hemiagriófito/ holoagriófito invasor procedente del SW de Asia y de la zona del mar Egeo por cultivarse como planta tinctoria; introducida en Europa occidental y en Espa ña probablemente antes de la Era Cristiana (Sanz et al. 2004:196). Considerada natural en la Península, aunque en ocasiones adventicia (FI, 1993). José Quer distingui ó una Isatis sylvestris, de siliculis oblongis [lo que descartaría que se refiriera al endemismo ibérico I. platyloba Link ex Steud.] que vió “en Castilla la Vieja; en el término de Maneilla tres leguas antes de llegar a León, en tierras eriales, como tambien en las márgenes y tierras de labor” y una Isatis sativa que “Se cultiva en muchos terrenos de España, donde hay fábricas de paños, y otros géneros de lana para el tinte azul, y he visto sembrados en Guadalaxara (Gómez, 1784, V: 280). P arece que fué usada durante el neolítico en el norte y oeste de Europa y Julio Cesar relata que los guerreros de Gran Bretaña se tatuaban con vitrum, nombre latino del colorante Citrullus colocynthis. Cabo de Gata, 19-I-2009 (incluida la endémica ibérica o ibero-norteafricana), iranoturaniana, a la que se añade la de amplia distribuci ón. Y est á última no siempre es hispanica D. Rivera y cols. (Rivera et al., 1996). Lathyrus sativus L.: De origen incierto -Oriente Próximo o Península Balcánicaparece comportarse como subespontánea en casi todo el dominio mediterr áneo de la Península Ibérica (FI, 1999). Cuenta con probable registro ibérico arqueobotánico desde el Neolítico (Buxó & Piqué, 2008: 147). Probablemente consecuencia de dispersión por el hombre, pues hay especies con una gran capacidad dispersiva, incluso transcontinental (por el viento, por daba de comer al ganado en Hispania (Mangas & Myro, 2003:298). erradicación. La sospecha de que el criterio seguido carece en muchos casos de rigor se refuerza con supuestas especies al óctonas m ás locales, como Vicia narbonensis L.: considerada autóctona en la Península Ibérica (FI,2000), algunos autores sospechan el origen artificial de las Malus domestica (Borkh.) Borkh.: Cultivado en toda la Península Ibérica y poblaciones segovianas, sin verificar cuando o donde fué cultivada en la ocasionalmente asilvestrado, su origen es poco claro a partir de diversas especies, provincia (o no aportan datos; autores que han investigado las plantas según algunos autores del Cáucaso y el Turkestán, por la gran variaci ón en las aprovechadas en la provincia no la citan -Blanco, 1998-), simplemente formas y en los sabores de las manzanas que allí se encuentran (FI, 1998). Sin poblaciones silvestres, derivaría de taxones cercanos como M. sylvestris (L.) Miller (Heywood & Zohary, 1995). Con registro carpológico arqueobotánico ibérico de Malus sp. posiblemente desde la edad del Hierro (Buxó & Piqué, 2008: 52). Medicago sativa L.: Posiblemente nativa en Crimea y Anatolia, se encuentra cultivada y naturalizada en casi todo el globo (FI, 2000). Cuenta con registro ibérico arqueobotánico desde la Edad del Hierro (Buxó & Piqué, 2008: 176). Plinio el Viejo apuntó que era una planta exótica incluso en Grecia, puesto que los Medos la aportaron durante las invasiones persas [aunque Teofrasto no dijera data and a review. Quaternary International 140–141: 4–20. Kell, S.P.; et. al., 2008. Crops and wild relatives of the Euro-Mediterranean region: making López, G. 2001. Los árboles y arbustos de la Península Ibérica e Islas Baleares. 2 vls. Mundi Prensa. 1727 pp. Les, D.H.; et. al., 2003. Biogeography of discontinuously distributed hydrophytes: a molecular appraisal of intercontinental disjunctions. Int. J. Plant. Sci. 164: 917–932. Mangas, J. & M.M. Myro (eds.). 2003. Medio físico y recursos naturales de la Pen ínsula Ibérica en la Antigüedad. Editorial Complutense. Madrid. 683 pp. Martín; M.A.; et. al., 2011. Landscape genetic structure of chestnut (Castanea sativa Mill.) in Spain. Tree Genetics and Genomes (Online). Mattioni C.; et. al., 2008. Role of domestication in shaping Castanea sativa genetic variation in Europe. Tree Genetics and Genomes 4: 563-574. Moreno, J.C. 2008 (coord.). Lista roja 2008 de la flora vascular espa ñola. MMARM-SEBCP. 86 pp. Iberian Peninsula during the Pleistocene: first record of Aesculus L. (Hippocastanaceae) in Sorprendentemente la opinión puede persistir, sin aparente necesidad de argumentar, aun cuando se acumulen pruebas de Spain. Vegetation History and Archaeobotany 17(4): 351-364. Puente, J., 1997. Malas hierbas de secano en peligro de extinci ón.Quercus, 131. Madrid. Quer, J. 1764. Flora española o Historia de las plantas de España. IV. Joachim Ibarra. 472 pp. Rivera, D.; et. al., 1996. Las variedades tradicionales de frutales de la Cuenca del R ío Segura. (1): frutos secos, oleaginosos, frutales de hueso, almendros y frutales de pepita. Universidad de Murcia. naturalidad como pueda ser el registro cuaternario de Castanea, Rivera, D.; et. al., 2008. Morphological systematics of date-palm diversity ( Phoenix, Juglans, Vitis, etc. en múltiples yacimientos. En estos casos, cuya Arecaceae) in Western Europe and some preliminary molecular results. Acta et al. 2004:316). C y S de Europa, Siberia, W y C de Asia, India y Marruecos, aloctonicidad parecía incuestionable y ampliamente asumida, los Horticulturae 799: 97-104. naturalizada en otras zonas, dispersa [como autóctona] por la Pen ínsula Ibérica e análisis genéticos que se empiezan a realizar revelan una diversidad y Islas Baleares (FI, 2000). diferenciación que confirman la presencia de refugios pleistocenos en nada al respecto] (Segura & Torres, 2008: 249). Medicago falcata L.: Metafito epecófito Pontiense, introducido por agricultura (Sanz Prunus cerasus L.: Diáfito ergasiofigófito del SW Asia, introducido por agricultura (Sanz et al. 2004:314). Oriundo del SW de Asia, cultivado como frutal y asilvestrado en la Península Ibérica (FI, 1998). Posiblemente originada por el cruce de P. avium L. con P. fruticosa Pallas, sus poblaciones europeas serían asilvestradas (Heywood & Zohary, 1995). la Península Ibérica y la persistencia de las poblaciones. Esto apunta a que cabe cuestionar la aloctonicidad de todas las especies se ñaladas como tales, sin aportar evidencia suficiente, especialmente cuando pertenecen a elementos corológicos presentes de forma natural en la Mesembryanthemum crystallinum L.: Metafito holoagriófito de procedencia Península Ibérica. Incluso con la certeza de que algunas poblaciones Capense, introducida de forma involuntaria (Sanz et al. 2004:196; similarmente son de origen artificial, la prudencia obliga a no considerar como FI, 1990). “Vino la semilla de África, según la opinión m ás recibida, y se ha ido connaturalizando en España, donde la siembran los Curiosos en macetas para su recreo, y de suyo nace tambien en tierra de grana caida en los a ños anteriores, en Punica granatum L.: Originaria posiblemente de la región irano-turaniana, se ha naturalizado en la zona mediterránea; las formas asilvestradas -var. granatum- ibérico desde la edad del Hierro (Buxó & Piqué, 2008: 52) y del I milenio ANE estrechamente ligada a ambientes arvenses” (Sanz & Gonzalez, 2007). la especie?, ¿acaso toda la flora arvense es alóctona?. Grecia, hacia el s. VI-V a.C. y a Italia en el s. III a.C. (Segura & Torres, 2008: 182). and use: 69-109. Postigo, J.M.; et. al., 2007. Survival and long-term maintenance of tertiary trees in the más fragmentario y escaso en la periferia del rango de distribuci ón de central y occidental; cultivado en Persia, pasó pronto al Asia Menor, despues a difieren en porte, espinescencia, tamaño de fruto y acidez (FI, 1997). Con registro “por su presencia discreta y ocasional como por mostrarse ¿No es más lógico suponer que las poblaciones tendr án un car ácter a pesar de recopilar citas de los textos clásicos) “el almendro es originario de Asia and using a conservation catalogue. In Nigel et al. (eds.) Crop wild relative conservation extended palynological approach. Vegetation History & Archaeobotany 13 (3), 145–160. sobre todo cuando tal etiqueta pretenda el control e incluso su arqueobotánico desde el Neolítico (Buxó & Piqué, 2008: 147). González, P.; et. al., 2005. Glacial and Lateglacial vegetation in northeastern Spain: New flora de los humedales (Les et al., 2000). El señalar a cualquier especie SW asiático (Heywood & Zohary, 1995), de la que ya Columela (s. I) cuenta que se oriental y SW asiático (Heywood & Zohary, 1995). Cuenta con registro ibérico y VI. J. Ibarra. Krebs, P.; et. al., 2004. Quaternary refugia of the sweet chestnut (Castanea sativa Mill.): an proceda de L. cicera L. especie de amplia distribución en la cuenca mediterr ánea y Probablemente derivada de L. orientalis (Boiss.) Schmahl., del Mediterráneo Gómez, C. 1784. Continuacion de la Flora española que escribía don Joseph Quer. Vols. V las aves migradoras) como es muy frecuente en la pteridoflora o en la de estos componentes como alóctona debiera requerir demostrarlo, Lens culinaris Medik.: Esporádicamente escapada de cultivos (FI, 1999). consumo. Miscelánea Medieval Murciana X:133-165. Sanz, M.; et. al., 2004. Atlas de las plantas alóctonas invasoras en España. Dir. Gral Biodiv. Madrid. 377 pp. Sanz, M. & F. González. 2007. Contribución al conocimiento de la flora vascular alóctona de Castilla y León. Stud. bot., 26:105-110. Suarez, F.; et. al., 1991. Las estepas ibéricas. MOPT. Madrid. 160 pp. Valderas, J.M. 2000. Francisco Vélez de Arciniega en la polémica de la coloqu íntida. Asclepio LII-1: 7-35. (Buxó & Piqué, 2008: 132). Pycreus mundii Nees (Cyperus eragrostis): Autóctono de la Península Ibérica, África y archipielago malgache, citado de Cuba (FI, 2007). Pyrus communis L.: Originario del Cáucaso y del E de Europa, su introducci ón en el W de Europa pudo ocurrir en distintos periodos hist óricos, tal vez en la época romana, en la que ya se conocían algunas cultivariedades; en la Pen ínsula Ibérica cultivado y asilvestrado (FI, 1998). Procedería de P. pyraster Borkh. [a la que FI da categoría de sinónimo] de distribución euroasiática (Heywood & Zohary, 1995). Hay registro carpólogico en yacimientos arqueológicos ibéricos de Pyrus desde la edad del Bronce (Buxó & Piqué, 2008: 48). Raphanus sativus L.: Originaria de Eurasia y, tal vez, del Mediterráneo, a veces escapada de cultivos (FI, 1993). Probablemente derivada de R. raphanistrum L., de amplia distribución ibérica y europea (Heywood & Zohary, 1995). Ribes rubrum L.: Cultivado y naturalizado esporádicamente en la Pen ínsula Ibérica; quizá espontáneo en algunas localidades de las montañas catalanas (FI, 1997). Salvia sclarea L.: Autóctona, antiguamente cultivada (FI , 2010). Solerolia soleirolii (Req.) Dandy: Nativa de Baleares (FI, 1993). Catalogada Vulnerable (Moreno, 2008). Trigonella foenum-graecum L.: Región Mediterránea, SW de Asia, NE de África, su distribución en estado silvestre es incierta, a menudo cultivada y naturalizada, dispersa por la Península Ibérica [indica provincias como aut óctona] (FI, 2000). Encontrada en un yacimiento del s. IV a.C. de Murcia (www.florayfaunaiberica.org). Ulmus laevis Pall.: Naturalizada en Soria y Navarra (FI, 1993). Incluida en la Lista Roja de la flora vascular de Pais Vasco como DD (Aizpuru et al., 2010). Ulmus minor Mill.: Autóctono en la Península y Baleares (Sanz et al. 2004:308). Autóctono, aunque alóctono en algunas provincias (FI, 1993). Apartir de datos moleculares e históricos, se ha señalado que U. minor var. vulgaris , fue introducido por los romanos (GIL et al., 2004). Vaccaria hispanica (Miller) Rauschert: Autóctona (FI, 1990). Verbena supina L.: Autóctona (FI, 2010). Morus nigra L.: Originaria de Asia Menor y ampliamente cultivada en Europa (FI, Vicia ervilia (L.) Willd.: Autóctona en el SW de Asia, actualmente subespont ánea o 1993). Citada de la Península por Isidoro de Sevilla y muy conocida por los naturalizada en el S de Europa, NW de África y Macaronesia (FI, 1999). Cuenta autores andalusies (Carabaza et al., 2004:100).Narcissus incomparabilis Mill.: con registro ibérico desde el Neolítico (Buxó & Piqué, 2008: 147). alóctonas todas las poblaciones existentes cuando su naturalidad sea Sinónimo de N. pseudonarcissus subsp. pseudonarcissus, taxón autóctono del N posible. de la Península Ibérica (FI, 2011). Vicia pannonica Crantz var. pannonica: Posiblemente adventicia o naturalizada, mientras la var. purpuranscens (DC.) Ser. es autóctona (FI, 1999). Cabe señalar dos aspectos más de interés en Conservaci ón. Sobre Narcissus tazetta. L.: Metafito hemiagriófito del Mediterráneo oriental, introducido Vinca difformis Pourr. [subsp. difformis]: W de la región mediterránea y intermedia entre las que son suculentas de baja concentraci ón celular y las las especies de cultivo, especialmente cuando éste es antiguo, suele por jardinería (Sanz et al. 2004:334). Autóctono del NE de la Península Ibérica y Macaronesia; ampliamente cultivada y naturalizada en muchos lugares del Globo, halófitas de las estepas ibéricas (Suárez et al., 1991:51). La existencia de una haber variadades locales de gran interés agron ómico y etnogr áfico que, Baleares; cultivado y naturalizado por el resto de la Península (FI, 2011). dispersa en la Península Ibérica, mientras la al óctona ser ía Vinca major L. subsp. especie próxima, M. nodiflorum L., de hábitats similares, que es considerada junto con las especies próximas silvestres, son objeto de programas de autóctona, hace cuestionar su origen foráneo. Hay otras especies compartidas con catalogación y conservación (p.ej. Kell et al., 2008) que puede entrar Europa, N de África y Noteamérica (FI, 2000). Originaria de centro Europa en contradicción con los programas de control o erradicaci ón de flora (Heywood & Zohary, 1995). el Real Jardín Botánico” (Gómez, 1786: 512). Se ha se ñalado como especie Sudáfrica, como Crassula vaillantii, y la zoocoria por aves migradoras podría explicar la disyunción. Onobrychis viciifolia Scop.: Probablemente oriunda del SE de Europa y W de Asia, se ha cultivado ampliamente y se encuentra naturalizada en la mayor parte de major, nativa del C de la región mediterránea, dispersa por la Pen ínsula Ibérica y rara en el S, como adventicia o naturalizada (FI, 2011). Vitis vinifera L.: La mayoría de autores distingue una subsp. sylvestris (Gmelin) Hegi, autóctona (p.ej. Aizpuru et al., 1999; López, 2001, Mateo & Crespo, 2009). alóctona. Sobre la flora arvense, se ha alertado que una gran cantidad Papaver somniferum L. subsp. somniferum: Ampliamente cultivada, subespontánea, Originaria del SO Asia (Heywood & Zohary, 1995). Con registro desde el de especies están amenazadas por la intensificaci ón de los cultivos quizá se originó de la subsp. setigerum (DC.) Arcang., ésta autóctona (FI, 1986). Paleolítico superior (Alcalde et al., 2006; Carrión et al., 2000; Buxó & Piqué, Ambas subespecies con registro arqueobotánico ibérico desde el Neol ítico, lo que 2008: 49, 92) y del Neolítico (Buxó & Piqué, 2008: 50). Hay bastantes notas a su apoya que el Mediterráneo occidental sea un centro de domesticaci ón de esta cultivo en Hispania y al vino hispano en la época romana (Mangas & Myro, Viejo señaló que las nueces se trajeron de Persia por sus nombres griegos, aunque especie (Buxó & Piqué, 2008: 153). El opio hispano ya es mencionado por los 2003:293-301, etc.). Teofrasto no apuntara tal dato (Segura & Torres, 2009:145). El considerable nivel textos médicos clásicos: Galeno, etc. (Mangas & Myro, 2003:345). de diferenciación genética entre poblaciones de Europa, C áucaso, NO de China y Phoenix dactylifera L.: Naturalizada en el SE y E de la Península; como el centro de estepas del sudeste de Europa y de Asia central y Occ.; “todo [?] apunta a que su NE China, la presencia de conjuntos de alelos diferentes en unos pocos loci diversidad de la especie se encuentra en el NE del Sahara, el N de la pen ínsula introducción en España y en el occidente de la Cuenca mediterr ánea tuvo lugar polimórficos y los bajos niveles de diferenciaci ón entre poblaciones europeas, Arábiga y los alrededores del Golfo Pérsico, podr ía haber sido introducida en la de manera involuntaria, quizá como mala hierba agrícola” (Sanz et al. 2004:296) parece dar crédito a la supervivencia de J. regia en Europa durante las glaciaciones Península Ibérica por los fenicios (FI, 2008). FI rechaza dos especies descritas hace sin precisar en qué periodo histórico ocurri ó, lo que apunta al car ácter del Pleistoceno y su supervivencia hasta la actualidad, principlamnete en Italia poco del SE peninsular (Rivera et al., 1996), una de las cuales, P. iberica Rivera y completamente especulativo de la sentencia. Autóctona [sin corchetes] aunque peninsular y los Balcanes (Fornari et al., 1999), aunque los datos sobre la cols., ha recibido respaldo molecular (Rivera et al., 2008). Phoenix parece muy puede ser introducida en la Península Ibérica (FI, 2011). Pertenece a una familia Península Ibérica pueden estar muy condicionados por estar basados en solo dos representada en objetos íberos (www.florayfaunaiberica.org). Plinio el Viejo ya con 4 especies ibéricas más ( Peganum harmala., Fagonia cretica, Tetraena alba y poblaciones (la Ría del Ferrol y el Baix Ebre). Hay bastantes yacimientos ibéricos habló de palmeras en las costas de Hispania, cuyos d átiles no son azucarados Tribulus terrestris) con una distribución y ecología parecida, y de las que no se con registro Pleistoceno-Holoceno de polenes (Alcalde et al., 2006; Carrión et al., (Segura & Torres, 2008:176). Muy citada por agrónomos andalus íes, como Ibn cuestiona su naturalidad. Se ha señalado como típico de los elementos al-'Awwam quien habla de varias especies de palmeras, una silvestre (Carabaza et xerohalófitos de las estepas ibéricas (Suárez et al., 1991:54). pastel extraido de la misma (Gual, 1983). En la España medieval y posterior (hasta su abandono por imponerse el índigo, s. XVI) su cultivo fué marginal y no siempre exitoso, importándose (Gual, 1983). Mespilus germanica L.: SE de Europa, W de Asia, En la Península Ibérica cultivada y a veces asilvestrada (FI, 1998). agrícolas (Puente, 1997). Juglans regia L.: Originaria de los Balcanes (Heywood & Zohary, 1995). Plinio el 2000; González & cols., 2005; Postigo et al., 2007) y antracológico desde 12.0007000 BP (Buxó & Piqué, 2008: 103). Se ha descrito una especie del SE ibérico, J. Mespilus germanica, Sierra de las Nieves (Málaga), 13-XI-2006, ejemplar cultivado. Cultivo en peligro de desaparición “Guindo rabioso” Prunus cerasus subsp. acida. Bustarviejo, 19-VI-2006, ¿alguna vez cultivado?. al., 2004: 36). Zygophyllum fabago L.: Metafito epecófito invasor Irano-turaniano, nativo de las