Pagar deudas: cuestión de estrategia

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economía doméstica
Pagar deudas:
cuestión de estrategia
Los métodos “tsunami” o “bola de nieve” son algunas
de las fórmulas que pueden ayudar a abonar las deudas
C
ualquier impago, por grande o
pequeño que sea, desequilibra el
presupuesto doméstico y aumenta los
quebraderos de cabeza de la familia,
que no llega a final de mes.
En estos tiempos de crisis económica,
el endeudamiento se está convirtiendo
en una situación demasiado frecuente.
Para neutralizarlo, conviene realizar
un balance inicial que permita conocer
cuál es la cantidad total que se adeuda
y también a cuánto ascienden los intereses y las comisiones. De esta forma,
se toma conciencia de la realidad.
Una vez se ha hecho balance, el siguiente paso es encontrar el remedio
para reducir las deudas hasta que
desaparezcan. Las siguientes cinco
estrategias pueden ayudar a lograrlo:
1.
Método tradicional
Los asesores tradicionales señalan
que un deudor siempre debe pagar
antes aquella deuda que tenga el
tipo de interés más elevado. Desde
un punto de vista financiero, de esta
forma se ataca y acaba primero con
las deudas que provocan los mayores
intereses y se reduce el coste final, ya
que se pagan intereses altos durante
menos tiempo (lo que se traduce en
una menor cantidad de dinero).
El proceso a seguir consiste en ordenar las deudas en sentido decreciente. Primero se coloca la que tiene un
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mayor interés y el listado termina con
aquella por la que se abona menos.
Después se dedica el ahorro a acabar
con la deuda que se ha puesto en primer lugar en la lista y, una vez se termina de pagar, se pasa a la siguiente
deuda con el tipo de interés más alto.
Y así sucesivamente hasta terminar
con la duda con el interés más bajo.
Conviene advertir que este método
puede resultar descorazonador, sobre
todo si la deuda con el mayor interés
es también la más grande.
2.
Bola de nieve
Esta estrategia la expone Dave
Ramsey en su libro “The Total Money
Makeover” y es muy sencilla. Consiste en eliminar primero la deuda que
suponga un cargo mensual más pequeño. Una vez que se haya pagado
(lo que debe resultar fácil por ser un
importe menor que el de las demás
deudas), se debe ahorrar el dinero que
se destinaba a abonar esa cuota para
empezar a amortizar la siguiente deuda más pequeña.
De este modo, la cantidad que se
amortiza se hace más grande a medida que pasa el tiempo, por lo que se
creará una “bola de nieve” de dinero
que seguirá creciendo y, a su vez, derribando cada una de las deudas.
El principal beneficio de esta estrategia es que es posible sentirse orgullo-
so rápidamente del esfuerzo realizado,
debido a que la cantidad de deudas
se reduce con gran rapidez, casi desde el momento en que se empieza a
aplicar esta fórmula. Esto supone una
gratificación psicológica real de gran
importancia en el deudor-pagador.
3.
Tsunami
Este método, desarrollado por Man Vs
Debt, destaca sobre todo por su flexibilidad. Ordena las deudas según la tensión psicológica que produzcan, de más
a menos, liberándose primero de las que
tengan mayor impacto emocional.
Con esta estrategia se debe empezar a pagar la deuda que dé mayores quebraderos de cabeza, como por
ejemplo los impagos en el colegio, un
adelanto del trabajo o un préstamo
familiar o de un amigo. Estas deudas,
a cuyos acreedores además se ve casi
a diario, minan psicológicamente al
deudor, por lo que conviene terminar
con ellas lo antes posible para poder
“liberarse” de esa carga.
4. Reunificación
de deudas
Otra opción es tratar de reunificar todas las deudas que se tengan en una
sola. Si se tiene un pequeño préstamo
al consumo o deudas de las tarjetas
de crédito, se puede negociar con la
entidad y ver qué posibilidades hay
de unirlas todas y, además, reducir
la cuota mediante una ampliación del
plazo de pago.
Esta solución no siempre es la más
recomendable, ya que a la larga se
abona durante mucho más tiempo. Sin
embargo, puede ser el último recurso
si se está muy ahogado, ya que es mejor no dejar de pagar. De lo contrario,
se acabará acumulando más deuda
junto a más intereses por impago, que
son muy elevados.
5. Librarse antes de los
intereses más duraderos
Con esta estrategia, se ordenan las
deudas poniendo en primer lugar las
que obliguen a pagar más intereses a
lo largo del tiempo, no las que tengan
tipos de interés más altos. De esta
forma, se minimiza la cantidad de intereses (dinero) que se abonaría a lo
largo del tiempo.
Se trata de un método muy racional,
pero conlleva tener una gran capacidad organizativa. Hacer los cálculos supone mucho trabajo y pagar el
préstamo requiere de una gran capacidad de sacrificio.
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