nado demasiado. Solo el empeño del honor ó del interés podia obligar al hombre á viajar por tan perverso camino como el de Pillao á Chacahuassi. Poco antes del anochecer llegamos al Pueblo de Pillao, donde nos detuvimos el dia 25 para secar los equipages y limpiarles el lodo. El 26 partimos al medio dia, y caminamos tres leguas que hai hasta el Tincuc, ó Union del rio Acomayo con el de Huánuco, haviendo tenido un corto aguacero en el camino. El 27 entramos en Huánuco, sin mas novedad que el mucho calor del sol que se experimenta en aquella Quebrada y Valle. 6 Desde el 28 de Octubre hasta fines de Diz. del mismo año continuamos desecando en prensas las Plantas que sacamos de las Montañas y las que recogimos por el camino, como también las Semillas, Cortezas, Raizes y otras partes de varias plantas. Concluí varias descripciones principiadas en distintos lugares y trabajé otras de nuevo de las plantas que se crian en los alrededores de Huánuco. Di parte al Minist. de Indias dte los progresos de este ultimo viage, remitiendo al mismo t. las semillas acopiadas en las Montañas, Caminos y en Huánuco. Formamos los paquetes de todos los esqueletos, después de clasificadas las plantas. Encaxonamos todas n . colecciones para baxar á Lima y disponer el embarque para España. Finalmente corregí las descripciones de muchas malvaceas y copié en limpio diferentes borradores. 0 vo r a s A mediados de Diziembre pedimos bagages para pasar á Lima y no los conseguimos todos hasta fines de Enero de 1788. El 17 de En.° recibimos de la Provincia de los Huamalíes y del Pueblo de Chaucha treinta y dos Muías, con las que habilitamos á los Agregados, que salieron este mismo [dia] con 25 cargas de Caxones y otros efectos. El 24, haviendo llegado del Pueblo de Chaulan el resto de Muías que necesitábamos, despachamos las demás cargas para que durmiesen los Arrieros fuera de la Ciudad y no perdiesen al siguiente dia la Jornada, como acostumbran genera1m. aquellos Indios Arrie-, ros. El 25, por haver llovido lo mas del dia, no podimos salir de Huánuco ; y con este motivo describí una especie de Berberís, conocida allí con el nombre de Ccarhuascassa, esto es, Espino amarillo, con cuya madera tifien las Indias las bayetas y algodones de color amarillo, hermoso y permanente ; y los Indios hacen de su madera mangos de Hachas, de Azadas y de otros instrumentos que requieren resistencia. te