7-IH-99 CAMARA DE FAMILIA DE LA SECCION DEL CENTRO: SAN SALVADOR, A LAS DIEZ HORAS CON QUINCE MINUTOS DEL DIA DOS DE SEPTIEMBRE DE MIL NOVECIENTOS NOVENTA Y NUEVE. I. Con relación al Recurso de Apelación de Hecho interpuesto por el Lic. JOSE EDGARD ANTONIO SARAVIA ANGEL, como apoderado del Sr. -----------, conocido por ----------- y por ----------- -----------, en el PROCESO DE DECLARACION DE UNION NO MATRIMONIAL, promovido por la Sra. -----------, mayor de edad, de oficios domésticos, del domicilio de Santa Cruz- Analquito, Departamento de Cuscatlán; contra los señores -----------, conocido por ----------- y ----------- -----------; ---------------------- ---------- y ---------------------- -----------, quienes son mayores de edad, empleado el primero, estudiante el segundo y jubilado el tercero, el primero y el último del domicilio de Santa Cruz Analquito, el segundo del domicilio de San Ramón, ambos municipios del Departamento de Cuscatlán, en su calidad de hijos del causante ----------- ----------- ----------, conocido por ----------- -----------. Se apeló de la sentencia que declaró la existencia de la referida Unión no Matrimonial. El proceso ingresó a esta Cámara el veinticuatro de agosto recién pasado y únicamente se apersonó en esta instancia el recurrente. La señora -----------, es patrocinada por el Lic. OSCAR ARMANDO CRUZ JUAREZ; el señor ------------ ----------, ha sido representado por el Procurador de Familia adscrito al Tribunal a quo, Lic. VICTOR MANUEL TURCIOS GUIDOS y el señor ---------- es patrocinado por el Lic. EDIS ALCIDES GUANDIQUE CARBALLO, quien inicialmente también era apoderado del señor -----------, sustituido posteriormente por el Licenciado SARAVIA -----------. Se aclara que el señor ---------------------- ----------- fue excluido del litisconsorcio necesario que integraba junto con los demás demandados antes mencionados, en virtud de no acreditarse su legitimación pasiva para intervenir en el proceso. II. Que el Lic. SARAVIA ANGEL alega en síntesis, que cuando su poderdante y el demandado ----------- aceptaron ALLANARSE a los puntos expresos de las peticiones contenidas en la demanda, ambos demandados no conocían el término jurídico "ALLANARSE", pues de haberlo conocido no hubiesen aceptado dicho allanamiento, ni menos lo hubiesen ratificado en la audiencia de sentencia. Que además la parte demandante ofreció el testimonio de cinco personas, las cuales no fueron interrogadas; que si se hubiera recibido dicha prueba él hubiera conocido realidades que no se conocen hasta ahora. III. Según el procesalista ALSINA, el allanamiento consiste en "el acto por el cual el demandado admite, más que la exactitud de los hechos, la legitimidad de las pretensiones del actor". Otros autores agregan que el allanamiento es la declaración de la voluntad del demandado, en cuya virtud reconoce la fundabilidad de la pretensión interpuesta por el actor y se dice que quien se allana reconoce el derecho y abandona la oposición, con la cual esta figura es la contrapartida del desistimiento. JAIME GUASP agrega que este acto jurídico procesal del demandado del que resulta su sometimiento a la demanda, puede considerarse por lo tanto, como el reverso del acto de renuncia a la pretensión. En cuanto a la apelabilidad de la sentencia que tuvo por declarada la unión no matrimonial en base al allanamiento, aunque no haya disposición expresa que la admita o que la deniegue, esta Cámara considera que según la doctrina, de acuerdo con la naturaleza de esta figura, no se advierte cual es el agravio que puede alegar quien se sometió a lo pretendido por su contraparte y renunció a toda oposición. Así como se dice, que el interés es la medida de la acción, puede admitirse que el agravio es la medida de la apelación; desde este punto de vista es muy dudosa la posibilidad recursiva que pueda tener el que se ha allanado y por las mismas razones, el actor que resulta triunfante por ese acto del demandado, tampoco puede apelar, salvo que la sentencia no fuere favorable a la pretensión. Por las mismas razones señaladas en el párrafo anterior era improcedente la recepción de la prueba testimonial, que la demandante había ofrecido oportunamente y menos es dable practicarla en esta instancia pues no es cierto que haya habido denegación de prueba solicitada por el impetrante. Art. 153 letra h) y Art. 159 L. Pr. F.. En consecuencia si a las personas que se allanaron en la Audiencia de Sentencia, sus abogados que estaban presentes, inclusive el Lic. SARAVIA ANGEL, no les explicaron los efectos jurídicos del ALLANAMIENTO, dicha omisión no puede ocasionar nulidades y mucho menos retractarse de lo ofrecido, ya que más se debe a la poca diligencia de los abogados que representan a sus mandantes y no a errores de la legislación procesal o a la actuación del Juez. Por tanto al haberse aceptado el allanamiento de las pretensiones contenidas en la demanda, también era improcedente recibir la prueba de los hechos que fundamentan dichas pretensiones; por lo que la alzada en principio es improcedente y no inadmisible como lo sustenta el Juez a quo. III. No obstante lo expuesto en los párrafos precedentes, luego de analizar las actuaciones llevadas a cabo en primera instancia, esta Cámara advierte la falta de emplazamiento por edicto a otros interesados, a quienes pudiere afectar en sus derechos la sentencia que se dicte. Y es que aún cuando la declaratoria de la unión no matrimonial se solicite en caso de fallecimiento de uno de los convivientes y se conozca a uno, dos o más presuntos "herederos", como sucede en el sub lite, inclusive si ya existieran herederos declarados, consideramos que siempre debe ordenarse el emplazamiento por edicto, a fin de garantizar el derecho de defensa de otros interesados en el proceso. Arts. 11 Cn. y 126 L. Pr. F.. La omisión del emplazamiento por edicto que debió ordenar el Juez a quo, en el auto de admisión de la demanda, se configura como un vicio del procedimiento que en nuestro ordenamiento jurídico se sanciona con nulidad, obligando a esta Cámara a declarar nula la sentencia emitida por el JUEZ DE FAMILIA DE COJUTEPEQUE, Lic. MANUEL DE JESUS MENDEZ RIVAS, de conformidad a lo prescrito en los Arts. 1095, 1130 y 1131 C. Pr. C.. Sin embargo, la sanción de nulidad, a nuestro juicio, no afecta los demás actos del procedimiento que son independientes, como lo son en el sub júdice, el emplazamiento hecho a los señores -----------, conocido por ----------- y ----------- -----------; --------------------- ----------- y ---------------------- ----------- y los actos que fueron su consecuencia directa, verbigracia, el allanamiento de los dos primeros y su ratificación en la audiencia preliminar, celebrada el día trece de mayo del corriente año, (Ver fs. 52 de la pieza principal), así como en la de sentencia, (Ver fs. 69/70 de la pieza principal). Puede decirse entonces que estamos frente a un caso de nulidad parcial, puesto que la nulidad se produce únicamente respecto de la parte que no ha sido emplazada, es lo que en doctrina se conoce como nulidad originaria. Así se infiere de los Arts. 30 L. Pr. F. y 221 Pr. C.. En consecuencia, los actos que deben practicarse son el emplazamiento por edicto omitido y la reposición de los trámites atinentes a los posibles nuevos demandados, inclusive la audiencia de sentencia. Arts. 161 L. Pr. F. y 1095 Pr. C.. Por tanto, de conformidad a lo anteriormente expuesto y en aplicación de los Arts. 11 Cn.; 7 letra d), 30, 47, 48, 148, 153 letra h), 159, 161, 162, 163 y 218 L. Pr. F.; 221, 1095, 1115, 1130 y 1131 Pr. C., a nombre de la República de El Salvador, esta Cámara FALLA: A) Declárase nulo el fallo emitido por el Juez de Familia de Cojutepeque, Lic. MANUEL DE JESUS MENDEZ RIVAS. B) Desígnase al Juez de Familia de San Vicente, Lic. JUAN JOEL HERNANDEZ, para que practique los actos omitidos por el Juez de Familia de Cojutepeque en la tramitación del proceso y en su momento celebre las audiencias respectivas, de conformidad a las normas establecidas. Remítase el expediente al Juzgado de Familia de San Vicente, con Certificación de esta Sentencia. Dése cuenta además, al Juez de Familia de Cojutepeque, Lic. MANUEL DE JESUS MENDEZ RIVAS. Notifíquese.