CONSELL JURIDIC CONSULTIU DE LA COMUNITAT VALENCIANA Dictamen Expediente 311/2013 256/2013 Honorable Señor: Hble. Sr. D. Vicente Garrido Mayol Presidente El Pleno del Consell Jurídic Consultiu Ilmo. Sr. D. Miguel Mira Ribera Vicepresidente Consejeros: Ilmos. Sres. D. José Díez Cuquerella D. Joan Ignasi Pla i Durà Dª Mª Luisa Mediavilla Cruz D. Enrique Fliquete Lliso de la Comunitat Valenciana, en sesión celebrada el día 13 de junio de 2013, bajo la Presidencia del Hble. Sr. D. Vicente Garrido Mayol, y con la asistencia de los señores que al margen se expresan emitió, por unanimidad, el siguiente dictamen: Molt Hble. Sr. D. Francisco Camps Ortiz Consejero nato Ilmo. Sr. D. Federico Fernández Roldán Secretario General De conformidad con la comunicación de V.H. de 24 de abril de 2013 (Registro de entrada nº 541/2013, de 2 de mayo), el Consell Jurídic Consultiu de la Comunitat Valenciana ha examinado el expediente remitido por la Conselleria de Presidencia y Agricultura, Pesca, Alimentación y Agua, en relación con la consulta facultativa formulada por el Ayuntamiento de Orihuela sobre determinadas cuestiones relativas a la expulsión de una concejala del Partido Político Centro Liberal Renovador. I ANTECEDENTES Del examen del expediente resulta que: Único.- Con fecha 2 de mayo de 2013 tuvo entrada en este Órgano consultivo petición de dictamen cursada por la Conselleria de Presidencia y Agricultura, Pesca, Alimentación y Agua, en relación con la consulta facultativa solicitada por el Alcalde Presidente del Ayuntamiento de Orihuela (Alicante) mediante escrito de 24 de abril de 2013. La consulta facultativa se articula en los términos siguientes: “Tras las elecciones locales de mayo de 2011 se constituyeron los diferentes grupos políticos municipales. Uno de ellos fue el denominado “grupo político municipal Centro Liberal Renovador-CLARO”, compuesto por los cuatro concejales que habían obtenido acta de concejal en las elecciones municipales habiéndose presentado en las listas de la coalición electoral CLR-CLARO (candidatura nº 6 CENTRO LIBERAL RENOVADOR-CLARO tal y como se desprende del acuerdo de proclamación de candidaturas de la Junta Electoral de Zona de Orihuela de fecha 25 de abril de 2011, publicado en el Boletín Oficial de la Provincia de Alicante de fecha 26 de abril de 2011. El día 25 de septiembre de 2012, D. P. A. M. G., portavoz del grupo municipal CLR-CLARO, presentó escrito dirigido a la Alcaldía-Presidencia en el que ponía en su conocimiento la expulsión de la concejala Dña. A. M. S. del referido grupo, en cumplimiento de lo previsto en el artículo 134.4.c de la Ley 8/2010, de 23 de junio, de la Generalitat, de Régimen Local de la Comunidad Valenciana, a efectos de ser considerada la Sra. M. como concejala no adscrita desde el mismo momento de su expulsión. Acompañaba al escrito el acta del acuerdo adoptado por mayoría de los integrantes del grupo municipal por el que se procedía a la expulsión. El 26 de septiembre de 2012, en sesión plenaria, esta Alcaldía dio cuenta de dos escritos que habían sido presentados: el primero, el presentado por D. P. A. M. G. comunicando la expulsión del grupo CLR-CLARO de la concejala Sra. M., a los efectos de ser considerada como concejala no adscrita 2 por lo previsto en el artículo 134.4.c de la Ley 8/2010. Y el segundo, un escrito presentado por la Sra. M. en el que se me indicaba que me abstuviera de incluir en el orden del día de la sesión asuntos relativos a dar cuenta de su expulsión del grupo municipal CLR-CLARO, o de la adquisición de la condición de concejala no adscrita. Esta circunstancia produjo que la Sra. M. interpusiera recurso contencioso administrativo por protección de los Derechos Fundamentales en el Juzgado nº 1 de Elche (Derechos fundamentales 816/2012, Juzgado nº 1 de Elche) y del que se ha dimanado procedimiento de medidas cautelares de suspensión (en tramitación actualmente) contra el acuerdo del grupo municipal por el que se procedía a su expulsión. Mediante escrito de fecha 26 de febrero de 2013 D. J. I. L. V. en representación del Partido Político Centro Liberal Renovador presentó ante esta Secretaria General un documento en el que se instaba al Secretario a dar cuenta al Pleno de la Corporación de la decisión de la citada formación política de la decisión de expulsar del mismo a la concejala no adscrita Dña. A. M. S., a los efectos previstos en el articulo 134.4.d de la Ley 8/2010, de 23 de junio, de Régimen Local de la Comunidad Valenciana. (...) La Secretaría General, a la vista del escrito presentado, requirió el día 11 de marzo de 2013 a D. J. I. L. V. para que en un plazo no superior a diez días presentara cuantos documentos o escritos estimara convenientes para acreditar que se cumplía el requisito previsto en el propio artículo 134.4.d, es decir, que la expulsión se había producido realmente por la “formación política que presentó la candidatura por la que concurrieron a las elecciones” habida cuenta de que la expulsión se había producido por el Partido Centro Liberal Renovador, y no por la coalición por la que Dña. A. M. concurrió a las elecciones, formada por dos partidos políticos: Centro Liberal Renovador y el partido CLARO. (...) El día 13 de marzo Dña. A. M. S. presentó ante esta Secretaría General un escrito (del que se acompañará copia) en el que exponía, resumidamente, lo siguiente; 1) Que el documento presentado por el Partido Político CLR no había sido presentado por el representante general de la coalición electoral CLRCLARO. Que no le constaba que el citado representante hubiera comunicado su expulsión de la coalición electoral. 2) Que no ha sido expulsada de la formación política Centro Liberal Renovador, pues las actuaciones efectuadas por el Partido CLR lo han sido, en su opinión, sin convocatoria, sin apertura de expediente, sin trámite de 3 audiencia, ni de defensa o contradicción y sin sujeción a ninguno de los trámites previstos en los estatutos del partido. 3) Que en su opinión se vulneran los estatutos del partido, la ley y la Constitución, al haber sido expulsada del partido sin procedimiento contradictorio, sin trámite de audiencia y por un órgano no competente. 4) Que existe fraude de ley en el acto pretendido por el partido CLR, pues ella ya ostenta la condición de concejala no adscrita. 5) Que la decisión no es firme ni definitiva y que va a ser impugnada ante los Tribunales de Justicia. 6) Y que no procede, en fin, que el Secretario de cuenta al Pleno de un acto adoptado, según su opinión, en “flagrante y grosera ilegalidad”. 7) Se adjunta un escrito suscrito por D. R. H., Secretario de la Junta Directiva y del Comité Ejecutivo de la Coalición Electoral CENTRO LIBERAL RENOVADOR-CLARO por el que se certifica que la Sra. M. formó parte de la candidatura electoral que concurrió a las elecciones municipales de 2011 por la circunscripción de Orihuela por la coalición CLR-CLARO; que la Sra. M. forma parte como vocal del máximo órgano de gobierno de la Coalición , como es su Junta Directiva, tal y como se establece en los estatutos de la Coalición; que en reunión de su Junta Directiva de 28 de enero de 2013 la coalición electoral decidió designar a la Sra. M. como portavoz de la Coalición Electoral, cargo que ostenta desde entonces. El documento se firma a 11 de marzo de 2013. Mediante escrito de fecha 20 de marzo D. J. I. L. V. ha presentado nuevo documento a esta Secretaria General (del que se remitirá copia) en contestación a la solicitud de subsanación efectuada, en el que argumenta lo siguiente: 1) Que le sorprende que esta Secretaria efectuara el requerimiento de subsanación habida cuenta de que el art. 134.4.d de la Ley 8/2010 no habilita al Secretario a efectuar calificación jurídica alguna del documento presentado, del que ha de darse obligatoriamente cuenta al Pleno de manera reglada. 2) Que aun siendo confusa la redacción del art. 134.4.d de la LRLV, es preciso identificar a los Partidos Políticos con el reflejo del derecho de asociación con fines de participación y acción política, y no así a las “coaliciones” u otras fórmulas asociativas que, constituidas por los propios Partidos, ejecutarán eventualmente “determinados grados de soberanía y capacidad de decisión autónoma propia”. Que no existe regulación sobre las “coaliciones electorales” más allá de la Ley de Régimen Electoral General, y que éstas existen únicamente como fruto de un acuerdo puntual y limitado en el tiempo para que dos o más partidos políticos, federaciones, confederaciones o uniones de éstos, puedan, por razones de conveniencia electoral, presentar una lista unificada formada por personas aportadas por dichas formaciones. Piensa por ello que no puede equipararse “formación política con “coalición electoral” 4 3) Que las coaliciones son sólo los medios para presentarse a unas elecciones, instrumentos temporales de conveniencia ante un proceso electoral y que por ello carecen de personalidad jurídica más allá de la estrictamente necesaria en relación con el proceso electoral al que concurren. 4) Que las coaliciones carecen de afiliados o militantes, dado que no tienen más miembros que los propios partidos, federaciones, confederaciones o uniones de partidos que las componen. 5) Que por todo ello, ha de entenderse que cuando el art. 134.4.d de la LRLV se refiere a la expulsión de quienes eran parte de la formación, se refiere a los partidos políticos y no a la coalición electoral, entre otras razones, arguye, pues no sería posible expulsar de una formación política (la coalición) a nadie que no sea miembro a titulo personal de la misma, lo que no ocurre en este caso, en su opinión. 6) Que por tanto es preciso entender que cuando el artículo 134.4.d se refiere a la formación política, en caso de coaliciones electorales, se refiere a los partidos políticos integrantes de los mismos. (…) A la vista de los antecedentes expuestos con anterioridad, se formula al CONSEJO las siguientes cuestiones: 1.- En este caso concreto, y considerando los documentos que han sido remitidos en copia, 1.1.- ¿Ha de entenderse que la expulsión del partido político Centro Liberal Renovador ha de implicar automáticamente la expulsión de la coalición electoral CLR-CLARO, que fue la formación política que presentó la candidatura por la que concurrieron a las elecciones a los efectos del art. 1 34.4.d de la Ley de Régimen Local Valenciano, y por tanto la Sra. M. debe tener la condición de no adscrita? 1.2.- ¿O es preciso un acuerdo de expulsión expreso de la Coalición electoral? 1.3.- En caso de que sea preciso el acuerdo expreso de expulsión de la Coalición Electoral. ¿Es suficiente con la nota suscrita por D. M. V. B. al margen del escrito presentado por D. J. I. L. el día 20 de marzo de 2013? 2.- En caso de que sea suficiente el acuerdo de expulsión del Partido Político CLR (y no el de la coalición electoral) a los efectos de entender que se da la circunstancia del artículo 134.4.d de la Ley 8/2010, y considerando que el citado precepto establece expresamente que "Esta circunstancia será comunicada por el representante general de la formación política, coalición o agrupación de electores correspondiente al secretario municipal, quien lo pondrá en conocimiento del Pleno de la corporación, para que de oficio se 5 proceda en consecuencia". 2.1.- ¿Cuáles son las actuaciones que debe desarrollar el Secretario Municipal en orden al cumplimiento del citado precepto? 2.2.- ¿Debe automáticamente, sin calificación alguna de la documentación presentada por las partes, dar cuenta al Pleno de la Corporación? 2.3.- ¿Ostenta el Secretario Municipal competencia alguna en orden a la verificación del cumplimiento de los requisitos previstos en el artículo 134.4.d de la Ley de Régimen Local Valenciano? 2.4.- ¿Debe verificar además (en su caso), más allá de lo expresamente contemplado en el art. 134.4.d, el cumplimiento de otras disposiciones legales a fin de que el Pleno de la Corporación obre en consecuencia, en atención a las repercusiones legales que tiene la atribución a un concejal de la condición de no adscrito? 3.- En caso de que el Secretario Municipal no deba verificar ni calificar jurídicamente los escritos presentados, y que su actuación sea de carácter automático (en el caso de que sea suficiente la expulsión del Partido Político, y no de la coalición electoral) dando cuenta al Pleno del documento presentado, y atendiendo que el articulo 134.4.d de la Ley 8/2010 dispone que Esta circunstancia será comunicada por el representante general de la formación política, coalición o agrupación de electores correspondiente al secretario municipal, quien lo pondrá en conocimiento del Pleno de la corporación, para que de oficio se proceda en consecuencia. 3.1.- ¿Debe el Pleno de la Corporación adoptar acuerdo alguno expreso sobre la aceptación de la condición de concejala no adscrita de la Sra. M.? En caso de que deba adoptar acuerdo, ¿debe procederse a la votación? 3.2.- ¿O simplemente el Pleno debe tomar razón o conocimiento de esa circunstancia comunicada por el Partido Político? 3.3.- Comunicada al Pleno esa circunstancia por el Secretario Municipal... ¿la adquisición de la condición de concejala no adscrita es automática, o requiere algún tipo de valoración jurídica o de aceptación por parte del Pleno? 3.4.- ¿Es preciso dar audiencia previa a la Sra. M. con antelación al acuerdo plenario (en caso de ser procedente) o a la toma de razón por parte del Pleno? 6 3.5.- En caso de que sea preciso el otorgamiento de audiencia previa, y en caso de que se formulen alegaciones... ¿Qué órgano municipal debe resolverlas y sobre la base de qué procedimiento? 4.- Como ya se ha puesto de manifiesto en el contenido de esta solicitud, la Sra. M. ya ostenta la condición de concejala no adscrita, al haber sido expulsada de su grupo municipal. Esta condición ha sido reconocida por la propia interesada en alguno de sus escritos y por su participación como integrante de todas las comisiones delegadas del Pleno (precisamente como consecuencia de su condición de concejala no adscrita, de acuerdo con el Reglamento Orgánico del Pleno). Atendidas estas circunstancias, y habida cuenta de que actualmente tiene dicha condición (aunque haya sido impugnada judicialmente y se encuentre en tramitación una pieza de medidas cautelares de suspensión) 4.1.- ¿Es posible que, de nuevo, el Pleno de la Corporación le atribuya “doblemente” la condición de concejala no adscrita? 4.2.- ¿Si ostentando dicha condición no puede ser de nuevo tomada en consideración por el Pleno municipal? Y encontrándose el expediente en el estado descrito, el Conseller de Presidencia y Agricultura, Pesca, Alimentación y Agua lo remite a este Consell para su dictamen. II CONSIDERACIONES Primera.- Carácter de la consulta. La consulta formulada por el Alcalde del Ayuntamiento de Orihuela tiene el carácter de facultativa, con arreglo a lo previsto en el artículo 9 de la Ley de la Generalitat 10/1994, de 19 de diciembre, de creación de este Consell. Por su parte, el artículo 69 del Reglamento de este Consell prevé que las Corporaciones Locales pueden formular consultas facultativas, lo que deberán hacer por medio del Conseller competente en materia de Administración Local, quien decidirá lo pertinente acerca de su remisión al Consell Jurídic Consultiu. 7 El asunto sometido a consulta versa acerca de determinadas cuestiones relacionadas con expulsión de una concejala del Partido Político Centro Liberal Renovador. Segunda.- Planteamiento de la consulta. Como consta en antecedentes, “tras las elecciones locales de mayo de 2011 se constituyeron los diferentes grupos políticos municipales. Uno de ellos fue el denominado “grupo político municipal Centro Liberal RenovadorCLARO”, compuesto por los cuatro concejales que habían obtenido acta de concejal en las elecciones municipales habiéndose presentado en las listas de la coalición electoral CLR-CLARO (candidatura nº 6 CENTRO LIBERAL RENOVADOR-CLARO tal y como se desprende del acuerdo de proclamación de candidaturas de la Junta Electoral de Zona de Orihuela de fecha 25 de abril de 2011, publicado en el Boletín Oficial de la Provincia de Alicante de fecha 26 de abril de 2011). El día 25 de septiembre de 2012, D. P. A. M. G., portavoz del grupo municipal CLR-CLARO, presentó escrito dirigido a la Alcaldía-Presidencia en el que ponía en su conocimiento la expulsión de la concejala Dña. A. M. S. del referido grupo, en cumplimiento de lo previsto en el artículo 134.4.c de la Ley 8/2010, de 23 de junio, de la Generalitat, de Régimen Local de la Comunidad Valenciana, a efectos de ser considerada la Sra. M. como concejala no adscrita desde el mismo momento de su expulsión. Acompañaba al escrito el acta del acuerdo adoptado por mayoría de los integrantes del grupo municipal por el que se procedía a la expulsión (…) Mediante escrito de fecha 26 de febrero de 2013 D. J. I. L. V. en representación del Partido Político Centro Liberal Renovador presentó ante esta Secretaria General un documento en el que se instaba al Secretario a dar cuenta al Pleno de la Corporación de la decisión de la citada formación política de la decisión de expulsar del mismo a la concejala no adscrita Dña. A. M. S., a los efectos previstos en el articulo 134.4.d de la Ley 8/201 0, de 23 de junio, de Régimen Local de la Comunidad Valenciana. (...) La Secretaría General, a la vista del escrito presentado, requirió el día 11 de marzo de 2013 a D. J. I. L. V. para que en un plazo no superior a diez días presentara cuantos documentos o escritos estimara convenientes para acreditar que se cumplía el requisito previsto en el propio artículo 134.4.d, es decir, que la expulsión se había producido realmente por la “formación política que presentó la candidatura por la que concurrieron a las elecciones” habida cuenta de que la expulsión se había producido por el Partido Centro Liberal Renovador, y no por la coalición por la que Dña. A. M. concurrió a las 8 elecciones, formada por dos partidos políticos: Centro Liberal Renovador y el partido CLARO. (...)”. A la vista de los antecedentes expuestos con anterioridad y en los antecedentes, se formulan a este Consell varias cuestiones acerca, en síntesis, de la competencia para acordar la expulsión de la concejala de la Coalición electoral Centro Liberal Renovador-Claro; las competencias del Secretario y del Pleno de la Corporación Local en relación con el citado Acuerdo de expulsión; el carácter automático o no de la declaración de concejal no adscrito, así como la posibilidad de proceder por el Pleno de la Corporación Local a atribuir la "doble condición" de concejal no adscrito. Todas estas cuestiones, en los términos planteados por la autoridad consultante, se examinan en las consideraciones siguientes. Tercera.- Referencia a los supuestos que determinan la condición de concejal no adscrito. Con carácter previo al análisis de las concretas cuestiones sometidas a consulta, procede recordar que el artículo 23.2 de la Constitución regula el derecho fundamental de acceso a los cargos públicos. Se trata de un derecho de configuración legal que exige acudir a la legalidad ordinaria para concretar el ejercicio de dicho derecho. Así, el artículo 23.1 del Reglamento de Organización, Funcionamiento y Régimen Jurídico de las Entidades Locales, aprobado por Real Decreto 2568/1986, de 28 de noviembre, establece que los miembros de las Corporaciones Locales, a efectos de su actuación corporativa, se constituirán en grupos; grupos políticos que según el artículo 24.1 del mismo Reglamento, se constituirán mediante escrito dirigido al Presidente y suscrito por todos sus integrantes, que se presentará en la Secretaría General de la Corporación dentro de los cinco días siguientes a la constitución de la Corporación. El artículo 26 establece para los concejales que adquieran su condición con posterioridad a la sesión constitutiva de la Corporación deberán incorporarse a los grupos, conforme a las reglas acordadas por la Corporación, lo que se remite a las normas fijadas en el correspondiente Reglamento orgánico de cada Entidad Local. Así, el derecho de todo Concejal a integrarse en un Grupo Político, en los términos legalmente establecidos, forma parte del «status» propio del cargo y su desconocimiento vulneraría el derecho fundamental que le reconoce el artículo 23 de la Constitución, situándole en una situación de 9 desigualdad en el desempeño de sus funciones representativas respecto de los restantes miembros de la Corporación. Hasta la reforma operada en la Ley 7/1985, Reguladora de las Bases del Régimen Local (LBRL), por la Ley 57/2003, de 16 de diciembre, el legislador había optado (STC 30/1993, F. 5º) por una organización grupal del trabajo corporativo, estableciendo al efecto la obligatoria adscripción de todo Concejal a un grupo municipal, constituyendo el grupo mixto aquellos que no quedaran integrados en ningún otro grupo municipal (artículos. 23 y siguientes ROF y artículo 20.3 LBRL). De esta forma, dados los términos de esta configuración legal de la organización del trabajo de la Corporación por la que había optado el legislador, tanto la jurisprudencia del Tribunal Constitucional como la del Tribunal Supremo, establecieron, “ex” artículo 23.2 CE, el derecho-deber de los Concejales de estar adscritos a un grupo político por ser obligatoria la adscripción de todo Concejal a un grupo político municipal. Y así, cuando un Concejal era expulsado del grupo político al que pertenecía o abandonaba dicho grupo, debía necesariamente ser integrado en otro grupo político, el grupo mixto, que, de no estar constituido, debía necesariamente constituirse, sin que estuviera prevista por el legislador la figura del Concejal no adscrito. Sin embargo, la Ley 57/2003, de 16 de diciembre, introdujo en este sistema de organización del trabajo de las corporaciones locales un cambio sustancial. En efecto, el legislador optó en esta reforma por un sistema de organización que no se basa, como antes, exclusivamente en los grupos políticos, sino que introduce también la figura del Concejal no adscrito. Y así, el artículo 73.3 de la LBRL dispone lo siguiente: “A efectos de su actuación corporativa, los miembros de las corporaciones locales se constituirán en grupos políticos, en la forma y con los derechos y las obligaciones que se establezcan con excepción de aquéllos que no se integren en el grupo político que constituya la formación electoral por la que fueron elegidos o que abandonen su grupo de procedencia, que tendrán la consideración de miembros no adscritos. (...) Los derechos económicos y políticos de los miembros no adscritos no podrán ser superiores a los que les hubiesen correspondido de permanecer en el grupo de procedencia, y se ejercerán en la forma que determine el reglamento orgánico de cada corporación. Esta previsión no será de aplicación en el caso de candidaturas presentadas como coalición electoral, cuando alguno de los partidos políticos que la integren decida abandonarla. (...) Cuando la mayoría de los concejales de un grupo político municipal abandonen la formación política que presentó la candidatura por la que concurrieron a las elecciones o sean expulsados de la misma, serán los 10 concejales que permanezcan en la citada formación política los legítimos integrantes de dicho grupo político a todos los efectos. En cualquier caso, el secretario de la corporación podrá dirigirse al representante legal de la formación política que presentó la correspondiente candidatura a efectos de que notifique la acreditación de las circunstancias señaladas”. Con arreglo al citado precepto, la actuación corporativa de los Concejales ya no se sustenta sólo en el grupo político, sino que pueden actuar también en la Corporación, por haberlo decidido así el legislador, como Concejales no adscritos cuando se den cualesquiera de los supuestos siguientes: 1) Que los concejales no se integren en el grupo político trasunto de la formación electoral por la que fueron elegidos. 2) Que abandonen o sean expulsados de su grupo de pertenencia, es decir, de su grupo político municipal. 3) Que la mayoría de los concejales de un grupo político municipal abandonen o sean expulsados de la formación política que presentó la candidatura por la que concurrieron a las elecciones. Respecto de este último supuesto, este Órgano consultivo, en su Dictamen 454/2008, de 23 de mayo, ya expuso que el último apartado del artículo 73.3 ha de interpretarse referido no solo al supuesto de que la mayoría de los Concejales de un Grupo político abandonen o sean expulsados de la formación política que presentó la candidatura, sino a todos los supuestos en los que los concejales abandonen o sean expulsados de la citada formación política -representasen o no la mayoría del Grupo político municipal-, que quedarán, por ello, privados de seguir perteneciendo a dicho Grupo político municipal, pues una interpretación limitada solo al abandono o expulsión de la mayoría de los concejales nos llevaría a la absurda situación de que, en el supuesto de que la expulsión afectara, no a la mayoría de los Concejales de un Grupo político municipal, sino a uno solo de ellos, o a una minoría de los integrantes del Grupo, éstos podrían seguir integrados en el Grupo, lo que no resulta razonable ni lógico. La opción del legislador estatal es, pues, clara, en los supuestos de abandono o de expulsión del Concejal del grupo político municipal o de la formación electoral que presentó la candidatura, en los que el concejal pasa a actuar en la Corporación como Concejal no adscrito, siendo ésta la situación que la Ley le reconoce y sin derecho alguno a constituir un nuevo grupo. 11 Por su parte, el legislador autonómico, en el artículo 134 de la Ley 8/2010, de Régimen Local Valenciano, se pronuncia en términos similares a lo establecido en el precepto de la LBRL que acabamos de comentar, al disponer en el referido artículo lo siguiente: “1. Los miembros de las corporaciones locales se constituirán en grupos municipales a los efectos de su actuación corporativa. 2. Los grupos se corresponderán con los partidos políticos, federaciones, coaliciones o agrupaciones cuyas listas hayan obtenido puestos en la corporación. No podrán formar grupo propio los pertenecientes a formaciones políticas que no se hayan presentado como tales ante el electorado. Nadie puede pertenecer simultáneamente a más de un grupo. (...) 4. Pasarán a tener la condición de concejales no adscritos aquellos miembros de la corporación en los que concurra alguna de las siguientes circunstancias: a) No haber constituido Grupo Municipal dentro de los plazos establecidos en el párrafo anterior. b) No haberse integrado en el Grupo Municipal constituido por la formación electoral que presentó la candidatura por la que concurrieron a las elecciones. c) Haber abandonado o haber sido expulsados mediante votación del grupo municipal. En este último supuesto deberá quedar constancia escrita del acuerdo adoptado. d) Haber abandonado o haber sido expulsados de la formación política que presentó la candidatura por la que concurrieron a las elecciones. Esta circunstancia será comunicada por el representante general de la formación política, coalición o agrupación de electores correspondiente al secretario municipal, quien lo pondrá en conocimiento del Pleno de la corporación, para que de oficio se proceda en consecuencia”. Por último, procede recordar que el mero hecho de tener la consideración de miembro no adscrito no implica vulneración del derecho fundamental de configuración legal consagrado en el artículo 23.2 CE, en la medida que no quedan mermados sus derechos y facultades porque pueden ostentar los mismos que los que les correspondían integrando un grupo político. Conforme al artículo 73.3 de la LBRL, los derechos económicos de los miembros no adscritos no podrán ser superiores a los que les hubiesen correspondido de permanecer en el grupo de permanencia, y se ejercerán en la forma que determine el reglamento orgánico de cada corporación. Cuarta.- Expuesto cuanto antecede, la primera de las cuestiones que la autoridad consultante somete a consulta a este Órgano consultivo se 12 plantea, atendiendo a los antecedentes señalados, en los términos siguientes: “En este caso concreto, y considerando los documentos que han sido remitidos en copia, 1.1 ¿Ha de entenderse que la expulsión del partido político Centro Liberal Renovador ha de implicar automáticamente la expulsión de la coalición electoral CLR-CLARO, que fue la formación política que presentó la candidatura por la que concurrieron a las elecciones a los efectos del art. 134.4.d de la Ley de Régimen Local Valenciano, y por tanto la Sra. M. debe tener la condición de no adscrita? 1.2 ¿O es preciso un acuerdo de expulsión expreso de la Coalición electoral? 1.3- En caso de que sea preciso el acuerdo expreso de expulsión de la Coalición Electoral. ¿Es suficiente con la nota suscrita por D. M. V. B. al margen del escrito presentado por D. J. I. L. el día 20 de marzo de 2013?”. Por cuanto se refiere a las anteriores cuestiones, el artículo 73.3 de la Ley 7/1985, de Bases de Régimen Local, no distingue entre Partidos Políticos, Coaliciones y Federaciones, limitándose a prever, como causa que determina el paso a la condición de concejal no adscrito, la expulsión de la “formación política que presentó la candidatura por la que concurrieron a las elecciones”. Por su parte, el artículo 134.4,d) de la Ley de Régimen Local Valenciano reitera, como supuesto determinante de la condición de concejal no adscrito, el “Haber abandonado o haber sido expulsado de la formación política que presentó la candidatura por la que concurrieron a las elecciones”, a lo que añade que “Esta circunstancia será comunicada por el representante general de la formación política, coalición o agrupación de electores correspondiente al secretario municipal, quien lo pondrá en conocimiento del Pleno de la corporación, para que de oficio se proceda en consecuencia”. En este último inciso, la Ley 8/2010 de Régimen Local Valenciano distingue -a diferencia de la LBRL- entre “formación política”, “coalición”, y “agrupación de electores”, lo que podría llevar a interpretar, ante la yuxtaposición de conceptos que se efectúa, que el término “formación política” para el legislador autonómico es sinónimo de “partido político”, y ello supondría que “Haber abandonado o haber sido expulsado de la formación política que presentó la candidatura por la que concurrieron a las elecciones” implicaría haber abandonado o haber sido expulsado del “partido político” al que pertenezca el concejal, sin perjuicio de que dicha circunstancia deba ser comunicada, como exige el citado artículo 134.4, d) de la Ley 8/2010, “por el representante general de la formación política, coalición o agrupación de electores correspondiente al secretario municipal”. 13 Sin embargo, la anterior interpretación suscitaría la cuestión relativa a qué quiso el legislador estatal y, posteriormente, el legislador autonómico, al emplear el inciso “formación política que presentó la candidatura por la que concurrieron a las elecciones”. Al respecto, la Ley Orgánica 5/1985 de Régimen Electoral General (LORGE) exige para la presentación de candidaturas el cumplimiento de requisitos de orden político y formal. En cuanto a los primeros, el artículo 44 de la LORGE legitima para la presentación de candidatos y listas de candidatos no solo a los partidos políticos, a las federaciones de estos inscritos en el Registro de Partidos Políticos y a las agrupaciones de electores, sino también a las coaliciones constituidas según lo dispuesto en el artículo 44.2 de la LORGE, en virtud del cual los partidos y federaciones que establezcan un pacto de coalición para concurrir conjuntamente a una elección deben comunicarlo a la Junta competente, en los diez días siguientes a la convocatoria de elecciones. En la referida comunicación se debe hacer constar la denominación de la coalición, las normas por las que se rige y las personas titulares de sus órganos de dirección o coordinación. Por consiguiente, en el supuesto de que los partidos políticos opten por la formación de coaliciones, es dicha coalición la que presenta la correspondiente candidatura suscrita por su representante ante la Junta Electoral (artículo 45 de la LORGE), por lo que, a falta de una clarificación por parte del legislador o por los tribunales de justicia, el concepto de “formación política que presentó la candidatura por la que concurrieron a las elecciones” debería interpretarse, a los efectos del artículo 134.4.d) de la Ley de Régimen Local Valenciano, en relación con el artículo 44 de la Ley General Electoral que regula los sujetos legitimados para la presentación de las candidaturas, distinguiendo entre Partidos Políticos, Federaciones y Coaliciones. De este modo, “formación política” puede serlo el Partido Político, la Coalición, la Federación de Partidos Políticos, o la agrupación de electores, y a cada uno de ellos corresponde, en su caso, la decisión de expulsión de sus miembros. Y ello aun cuando lo lógico sería que la expulsión de un miembro de un partido político supusiera la expulsión automática de la coalición de la que forma parte dicho partido político. En el caso sometido a consulta, la Coalición CLR-CLARO presentó la candidatura ante la Junta Electoral para las Elecciones Municipales de 2011, aprobándose los Estatutos de la Coalición el 6 de abril de 2011. Y entre los órganos de dicha Coalición se prevé, en el artículo 7 de sus Estatutos, la Junta Directiva a quien corresponde “Ratificar o no la candidatura electoral que el Comité ejecutivo elabora para su presentación ante la Junta Electoral competente, de acuerdo con las normas establecidas en 14 los Estatutos”. Por consiguiente, puesto que la concejala pertenece a la candidatura presentada por la Coalición Centro Liberal Renovador-Claro, debe corresponder a dicha coalición la decisión última de la expulsión de la citada concejala, y a los representantes de dicha Coalición (artículo 13 del Estatuto) comunicar su expulsión al Secretario de la Corporación Local, a los efectos del citado artículo 134.4, d) de la LRLV y 73.3 de la LBRL. En este sentido, es significativa la Sentencia del Tribunal Supremo de nº 7/2000, de 14 de enero, en la que, en relación con la expulsión de un miembro de una Coalición, señaló, F.J. Tercero, lo siguiente: “(…) Hay que partir de la base de que IU-CA carecía, en la fecha de los hechos de autos, de normas estatutarias que determinasen las causas de separación o expulsión de los miembros de la coalición, pero esto no debe, en principio, implicar que no puedan ser separados o expulsados los asociados, miembros o militantes de la coalición, si los mismos incurren en alguna posición, aunque no previamente determinada como falta, que haga incompatible su conducta con la actuación política de la coalición, o con su ideario, pero estas cuestiones, deben ventilarse en un procedimiento donde se guarden las garantías, en orden a obtener un acuerdo conforme con el Estado Democrático de Derecho articulado en la Constitución que, en este supuesto, no se han cumplido, en orden a la desvinculación o expulsión de la militancia de la concejal señora B. B. de IU-CA, como se ha expuesto más arriba. Por último el Tribunal de instancia, y haciendo una lectura detallada del acta, entiende que en la misma, no consta la aprobación de acuerdo alguno sobre la expulsión o desvinculación de la coalición de la recurrida, lo que aparece en la misma, es solicitar la dimisión del cargo municipal de concejal en plazo determinado, y si no acepta tal propuesta de dimisión, dar trámite a la separación de la misma de la coalición, trámite que entiende el Tribunal de apelación que no se ha cumplido, sosteniendo por el contrario, la organización de IU-CA, que con esa votación en la Asamblea Local, y al no haber dimitido del cargo municipal, la actora, estaba expulsada, interpretación que aunque se acomodara al tenor literal del acta, en nada afecta a la resolución del recurso por lo dicho sobre la infracción a los efectos de la constitución de la Asamblea Local que resolvió sobre el tema de expulsión”. En dicha Sentencia el Tribunal Supremo admite la competencia de las coaliciones para la expulsión de sus miembros, con independencia de la decisión individual de los partidos políticos integrantes de la colación. Así pues, por cuanto se refiere a la pregunta 1.1, la expulsión de la Sra. M. del Partido Político Centro Liberal Renovador no ha de suponer, a falta de una previsión expresa en tal sentido en los Estatutos de la 15 Coalición, la expulsión automática de la coalición electoral CLR-CLARO, que fue la formación política que presentó la candidatura por la que concurrió la concejala a las Elecciones Municipales de 2011, a los efectos del artículo 134.4.d) de la Ley de Régimen Local Valenciano. Adviértase que en el artículo 6 de dicho Estatuto se señala que “Los partidos políticos que integran la Coalición están obligados a acatar, cumplir y contribuir a la ejecución de los acuerdos válidamente adoptados por los órganos competentes de la Coalición, sin menoscabo de su derecho a la libertad de expresión e información. Las discrepancias que puedan surgir entre los partidos de la coalición y que afecten a la actuación política de la misma, deberán ser planteadas en los órganos correspondientes de Centro Liberal Renovador-Claro, previamente a su manifestación pública. La resolución de las citadas discrepancias deberá contemplar, en su tratamiento, el respecto a los acuerdos comúnmente aceptados y salvaguardar el interés general”. Por ello, y respecto de la pregunta 2.2, sobre si es necesario un acuerdo expreso de expulsión de la Coalición, este Órgano consultivo estima, en línea con lo argumentado con anterioridad, la necesidad de dicho acuerdo que corresponde a la Junta Directiva, pues es a dicho órgano interno de la Coalición a quien compete aprobar la candidatura y a quien corresponde cualquier otra competencia no atribuida en los Estatutos a cualquier otro órgano de la Coalición (artículo 7 del Estatuto). En relación con la pregunta 3.1, acerca de si es suficiente con la nota suscrita por D. M. V. B. al margen del escrito presentado por D. J. I. L. el día 20 de marzo de 2013, debe tenerse en cuenta que el artículo 13 del Estatuto de la Coalición electoral dispone que “la representación legal de la Coalición Centro Liberal Renovador. CLARO la ostentan el Presidente de la Junta Directiva y del Comité Ejecutivo, D. P. M. G., y su Secretario, D. R. H.”. Y en el artículo 14 consta designado, como representante ante la Junta Electoral Central y ante la Junta Electoral de Alicante, D. M. V. B.. Por lo que la comunicación del Acuerdo de expulsión debería efectuarse por quien, con arreglo al expresado artículo 13 del Estatuto, ostenta la representación legal de la Coalición. Quinta.- La segunda de las cuestiones que se plantea a este Consell se formula del modo siguiente: “En caso de que sea suficiente el acuerdo de expulsión del Partido Político CLR (y no el de la coalición electoral) a los efectos de entender que se da la circunstancia del artículo 134.4.d de la Ley 8/2010, y considerando que el citado precepto establece expresamente que “Esta circunstancia será comunicada por el representante general de la formación política, coalición o agrupación de electores correspondiente al secretario 16 municipal, quien lo pondrá en conocimiento del Pleno de la corporación, para que de oficio se proceda en consecuencia”. 2.1. ¿Cuáles son las actuaciones que debe desarrollar el Secretario Municipal en orden al cumplimiento del citado precepto? 2.2. ¿Debe automáticamente, sin calificación alguna de la documentación presentada por las partes, dar cuenta al Pleno de la Corporación? 2.3. ¿Ostenta el Secretario Municipal competencia alguna en orden a la verificación del cumplimiento de los requisitos previstos en el artículo 134.4.d de la Ley de Régimen Local Valenciano? 2.4. ¿Debe verificar además (en su caso), más allá de lo expresamente contemplado en el art. 134.4.d, el cumplimiento de otras disposiciones legales a fin de que el Pleno de la Corporación obre en consecuencia, en atención a las repercusiones legales que tiene la atribución a un concejal de la condición de no adscrito? No debe olvidarse que, aun cuando el acuerdo de expulsión de un miembro por parte de los órganos competentes del Partido Político, de la Colación o de la Federación constituye una decisión interna y propia de éstos, siendo revisable ante la jurisdicción civil (dada su naturaleza de asociación de carácter privado), tales acuerdos tienen, no obstante, y como sucede con los acuerdos de expulsión de un concejal de un grupo político municipal, una importante repercusión en el funcionamiento y organización de los órganos municipales, ya que tales concejales expulsados de la “formación política” pasan a tener la condición de concejales no adscritos, lo que debe ser puesto en conocimiento del Pleno del Ayuntamiento con las implicaciones subsiguientes en la citada organización municipal. Así, como consecuencia de la expulsión habrán de adoptarse las disposiciones organizativas que procedan en aras a garantizar que el derecho de los concejales no adscritos a participar en las deliberaciones y a votar en las comisiones informativas en los términos reconocidos. Con tal premisa, la Corporación Local debe respetar la autonomía de organización de los Partidos Políticos, Coaliciones o Federaciones, por lo que lo que dicha Corporación no puede entrar en el examen de la legalidad sustantiva del acuerdo adoptado por un partido político o coalición política acerca de la expulsión del concejal. Ahora bien, la entidad local tampoco deberá limitarse a comprobar únicamente que quien remite dicha comunicación del acuerdo de expulsión es efectivamente el representante del Partido Político, de la Coalición o de la Federación (artículo 134.4,d) de la LRLV), sino que deberá comprobar, además, que el Acuerdo ha sido 17 adoptado por el órgano competente, a través del procedimiento establecido, pero sin entrar -como se ha indicado- en el examen de la legalidad sustantiva del acuerdo de expulsión. Adviértase que tratándose de partidos políticos el artículo 6 de la Ley Orgánica 6/2002 (trasladable a las coaliciones de Partidos Políticos) exige en su artículo 8.3 que la expulsión y el resto de medidas sancionadoras que impliquen privación de derechos a los afiliados sólo podrán imponerse mediante procedimientos contradictorios, en los que se garantice a los afectados el derecho a ser informados de los hechos que den lugar a tales medidas, el derecho a ser oídos con carácter previo a la adopción de las mismas, el derecho a que el acuerdo que imponga una sanción sea motivado, y el derecho a formular, en su caso, recurso interno. En esta línea, el Tribunal Supremo, en Sentencia de 2 de marzo de 1982, (Sala de lo Contencioso-administrativo), mantuvo, en relación con el alcance de la competencia de una Corporación Local respecto de un Acuerdo de expulsión de un miembro por el Partido Político, que el Pleno de la Corporación “(...) está obligado a calificar o examinar si se dan los requisitospresupuestos esenciales (formalidades extrínsecas) que aparentemente legitiman la decisión interesada, pues al menos deben quedar acreditados que la decisión de expulsión o baja del partido fue adoptada por el órgano competente, a través del procedimiento establecido y mediante decisión motivada, no bastando una mera comunicación, ya que de ser así la Corporación al acordar el cese carece de datos suficientes para incorporar a su acto de cese que como se ha dicho no es de mera ejecución sino, al contrario, un acto principal y definitivo y que al afectar a los derechos de una persona ha de ser motivado...”. Y aun cuando en dicha Sentencia se calificó la actuación del Pleno de la Corporación Local como definitiva en el cese de la condición de concejal o vocal de la Corporación (y no como mero órgano ejecutor del acuerdo de expulsión a través de la fórmula de “darse por enterado”), evidencia el alcance de la competencia de la entidad local respecto de los acuerdos de expulsión de miembros por parte de los Partidos Políticos. Y ello dada la trascendencia que para el funcionamiento de la entidad local y de los órganos municipales tienen tales acuerdos, que afectan a los derechos de un miembro del ente local y a la organización de éste. En la misma línea, el Tribunal Supremo, en Sentencia de 28 de diciembre de 1984, Sala de lo Contencioso-administrativo, recogió el considerando sexto de la Sentencia de instancia, en el que se decía que “(....) teniendo en cuenta la doctrina sentada en la sentencia ya citada del Tribunal Supremo de 2 de marzo de 1982 según la cual ante la comunicación de un partido político a una Corporación local dando cuenta de la pérdida de la condición de miembro del mismo de una persona que ostenta un cargo electivo municipal, el órgano plenario de la Corporación está obligado a calificar o 18 examinar si se dan los requisitos esenciales (formalidades extrínsecas) que aparentemente legitiman la decisión de baja, pues al menos deben quedar acreditados que ésta fue adoptada por el órgano competente, a través del procedimiento establecido y mediante decisión motivada...”. Por ello, y por cuanto se refiere a la pregunta 2.1, acerca de cuáles son las actuaciones que debe desarrollar el Secretario Municipal, éste debe proceder a comprobar que la comunicación de expulsión de la formación política que presentó la candidatura se efectúa, como exige el citado artículo 134.4. c) y d) de la Ley de Régimen Local Valenciano, por el representante del Partido Político, de la Coalición o de la Federación de que se trate, solicitando, además, la documentación que acredite que el acuerdo se ha adoptado por el órgano competente de la formación política, con arreglo al procedimiento establecido, o, como mínimo, con audiencia de la interesada, y ello con la finalidad de remitir dicha documentación a conocimiento del Pleno de la Corporación Local para que, con pleno conocimiento de los hechos, proceda o no a la “toma en consideración” de la concejala como concejal no adscrito y a adoptar las decisiones subsiguientes oportunas de gran importancia para la Entidad Local. Además, este Órgano consultivo estima que si el acuerdo de expulsión fuera susceptible de recurso interno en el ámbito del Partido Político (art. 6 LO 6/2002) o de la Coalición Política, debería exigirse que se acreditara que dicho acuerdo es firme en el ámbito interno de la formación política. Respecto de la pregunta 2.2, el Secretario, con arreglo a lo indicado anteriormente, debe proceder a comprobar que se remite la documentación reseñada anteriormente por parte del representante de la formación política, solicitando la subsanación de cuantos extremos resulten precisos, en aras a su remisión al Pleno de la Corporación Local para su toma en consideración. En relación con la pregunta 3.3, y conforme a lo ya indicado, el Secretario debe proceder a examinar el cumplimiento de los requisitos previstos en el artículo 134.4.d) de la Ley de Régimen Local Valenciano. Adviértase que, en esta línea argumental, el artículo 73.3 de la LBRL atribuye al Secretario la competencia para “(…) dirigirse al representante legal de la formación política que presentó la correspondiente candidatura a efectos de que notifique la acreditación de las circunstancias señaladas”. Y por cuanto afecta a la pregunta 2.4, el Secretario de la Entidad Local debe igualmente comprobar que se aporta la documentación justificativa de que el acuerdo de expulsión se ha adoptado por el órgano competente del Partido Político o de la Coalición, así como la justificación de las demás formalidades de procedimiento reseñadas anteriormente, si bien, de no 19 cumplimentarse tales extremos por el representante de la formación política, el Secretario deberá remitir la documentación en el estado en el que se encuentre al Pleno de la Corporación para que decida lo que estime oportuno. Sexta.- La tercera de las cuestiones sometidas a dictamen es la siguiente: “En caso de que el Secretario Municipal no deba verificar ni calificar jurídicamente los escritos presentados, y que su actuación sea de carácter automático (en el caso de que sea suficiente la expulsión del Partido Político, y no de la coalición electoral) dando cuenta al Pleno del documento presentado, y atendiendo que el articulo 134.4.d de la Ley 8/2010 dispone que Esta circunstancia será comunicada por el representante general de la formación política, coalición o agrupación de electores correspondiente al secretario municipal, quien lo pondrá en conocimiento del Pleno de la corporación, para que de oficio se proceda en consecuencia. 3.1. ¿Debe el Pleno de la Corporación adoptar acuerdo alguno expreso sobre la aceptación de la condición de concejala no adscrita de la Sra. M.? En caso de que deba adoptar acuerdo, ¿debe procederse a la votación? 3.2. ¿0 simplemente el Pleno debe tomar razón o conocimiento de esa circunstancia comunicada por el Partido Político? 3.3. Comunicada al Pleno esa circunstancia por el Secretario Municipal... ¿la adquisición de la condición de concejala no adscrita es automática, o requiere algún tipo de valoración jurídica o de aceptación por parte del Pleno? 3.4. ¿Es preciso dar audiencia previa a la Sra. M. con antelación al acuerdo plenario (en caso de ser procedente) o a la toma de razón por parte del Pleno? 3.5. En caso de que sea preciso el otorgamiento de audiencia previa, y en caso de que se formulen alegaciones... ¿Qué órgano municipal debe resolverlas y sobre la base de qué procedimiento? Respecto de las pregunta 3.1 y 3.2, es decir, por cuanto afecta a la necesidad de un Acuerdo por parte del Pleno de la Corporación Local, este Consell en su Dictamen nº 454/2008 ya señaló que la condición de Concejal “no adscrito” lo es por mandato directo del legislador, cuando se dan cualesquiera de los presupuestos que, en el marco del artículo 73.3 de la Ley 7/1985, determinan que el Concejal pase a dicha condición. Ahora bien, ello no elimina la necesidad de que el Pleno del Ayuntamiento consultante adopte un Acuerdo en virtud del cual se tome razón de la condición de miembro no adscrito, y a partir del cual se desplieguen todos los efectos que la Ley anuda a dicha condición. Se trataría de un acto reglado revisable ante la jurisdicción contencioso-administrativa. 20 Pero dicho Acuerdo no debe interpretarse en el sentido de que es el Pleno de la Corporación Local, mediante dicha toma de razón, quien atribuye al concejal que abandona o es expulsado de un grupo municipal o de la correspondiente formación política, la condición de concejal no adscrito, sino únicamente supone comprobar que efectivamente se ha dado cualesquiera de los supuestos a los que Ley vincula dicha condición y que por tanto, por mandato de la Ley, el concejal tiene la condición de no adscrito con las repercusiones que para la organización municipal ello supone. El Pleno debe tomar razón o conocimiento de esa circunstancia comunicada por el grupo político municipal o por el representante de la formación política que presentó la correspondiente candidatura. Debe recordarse que no compete al Alcalde ni al Pleno del Ayuntamiento la expulsión de un Concejal de un determinado Grupo municipal, al corresponder dicha facultad a los integrantes del mismo Grupo y a la formación política de la que el Grupo municipal suele ser trasunto, en virtud de sus potestades de autoorganización. No obstante, y como se ha indicado, sí compete al Pleno del Ayuntamiento la adopción del precitado Acuerdo reglado, así como la consiguiente reestructuración de las Comisiones Informativas y la delimitación de los demás efectos legales subsiguientes a la condición de “no adscrito”, así como garantizar que, en su caso, el Concejal no adscrito pueda desarrollar sus funciones de representación en las mismas condiciones que los restantes concejales de la Corporación Local. En relación con la pregunta 3.3, acerca de si la condición de “concejala no adscrita es automática o requiere algún tipo de valoración jurídica o de aceptación por parte del Pleno”, es de señalar, como ya se ha indicado con anterioridad, que la condición de concejal no adscrito viene determinada por disposición legal siempre y cuando se den los supuestos del artículo 73.3 de la Ley 7/1985, LBRL, que dan lugar a la adquisición de dicha condición. Ello supone que la Corporación Local compruebe que, efectivamente, se da el presupuesto fáctico determinante de la condición de concejal no adscrito y que, tratándose de supuestos de expulsión, se haya adoptado por el órgano competente, con audiencia de la interesada, y que el acuerdo es firme, al menos, en el ámbito interno del partido o de la coalición. Por cuanto afecta a la pregunta 3.4, no será necesaria la previa audiencia de la concejala expulsada de la formación política, a efectos de la "toma en consideración" por el Pleno de la Corporación Local de su condición de concejala no adscrito, pues es en el ámbito interno de la formación política en la que se proceda a adoptar el acuerdo de expulsión en el que, por exigencias del artículo 8.3 de la Ley Orgánica 6/2002 21 (trasladable a las coaliciones) y por aplicación de la doctrina del Tribunal Supremo (STS nº 7/2000, de 14 de enero, antes citada), debe garantizarse su derecho a ser oída y a efectuar las alegaciones que tenga por conveniente en defensa de sus derechos, por lo que, en relación con la pregunta 3.5, no procede articular procedimiento alguno al respecto en el marco de la entidad local. Ello sin perjuicio de que en el supuesto de que la interesada efectuara, por su propia iniciativa alegaciones, puedan ser tenidas en consideración por el Pleno de la Corporación Local a los efectos que proceda. Séptima.- La cuarta y última de las presuntas formuladas a este Consell es la siguiente: “Como ya se ha puesto de manifiesto en el contenido de esta solicitud, la Sra. M. ya ostenta la condición de concejala no adscrita, al haber sido expulsada de su grupo municipal. Esta condición ha sido reconocida por la propia interesada en alguno de sus escritos y por su participación como integrante de todas las comisiones delegadas del Pleno (precisamente como consecuencia de su condición de concejala no adscrita, de acuerdo con el Reglamento Orgánico del Pleno). Atendidas estas circunstancias, y habida cuenta de que actualmente tiene dicha condición (aunque haya sido impugnada judicialmente y se encuentre en tramitación una pieza de medidas cautelares de suspensión) 4.1.- ¿Es posible que, de nuevo, el Pleno de la Corporación le atribuya “doblemente” la condición de concejala no adscrita? 4.2- ¿Si ostentando dicha condición no puede ser de nuevo tomada en consideración por el Pleno municipal?” Por cuanto afecta a la pregunta 4.1 es de significar que una vez se posee la condición de concejal no adscrito como consecuencia de darse cualesquiera de los supuestos a los que el artículo 73.3 de la LBRL atribuye dicha condición, no es posible atribuir a dicho concejal la “doble condición” de concejal no adscrito, y ello aunque concurra una nueva causa del artículo 73.3 de la LBRL o del artículo 134.4 d) de la LRLV, pues el paso a la condición de concejal no adscrito exige como presupuesto previo y necesario que se pertenezca a un grupo político municipal lo que, lógicamente, no se da en el concejal que ya se encuentra en la situación de "concejal no adscrito". Respecto de la pregunta 4.2, y sin perjuicio de lo señalado anteriormente, nada obsta a que acaecido un nuevo supuesto a los que el artículo 73 de la LBRL o el artículo 134 de la LRLV anudan la condición de concejal no adscrito, se proceda a su puesta en conocimiento del Pleno de la Corporación Local, si bien dicha comunicación carecerá de repercusión en lo que se refiere al estatus del concejal y a la organización y funcionamiento de los órganos municipales. 22 Octava.- Tras el examen del expediente y de las observaciones anteriormente efectuadas, este Consell efectúa, en síntesis, las siguientes CONCLUSIONES: 1. En el supuesto de que los Partidos Políticos se agrupen en Coaliciones en el marco de las elecciones municipales, como sucede en el asunto examinado, la "formación política" a los efectos del artículo 73.3 de la LBRL y 134.4 d) de la LRLV, lo es la citada Coalición, a quien compete, en última instancia, los acuerdos de expulsión de concejales integrantes de los grupos políticos municipales trasuntos de dichas Coaliciones, debiéndose estar, por consiguiente, a lo que dispone el Estatuto de la formación política, y siendo su representante el que debe proceder a comunicar, ex artículo 134.4,d) de la LRLV, el acuerdo de expulsión al Secretario de la Corporación Local. 2. El control por parte de la Corporación Local del Acuerdo de expulsión adoptado por la “formación política” debe respetar la autonomía de organización de los Partidos Políticos, Coaliciones o Federaciones, si bien deberá comprobarse que dicho Acuerdo ha sido adoptado por el órgano competente, a través del procedimiento establecido, pero sin entrar en el examen de la legalidad sustantiva del acuerdo de expulsión. Siendo necesario que el acuerdo sea firme en el ámbito interno de la formación política. Por ello, corresponde al Secretario de la Entidad comprobar, en una primera instancia, el cumplimiento de lo exigido en el artículo 134.4,d) de la LRLV y los demás extremos formales indicados anteriormente, a efectos de la posterior remisión de dicha documentación al Pleno de la Corporación Local para su "toma en consideración" y decisión de lo que proceda. 3. La condición de concejal no adscrito viene determinada por disposición legal cuando se dan cualesquiera de los supuestos a los que el artículo 73.3 de la LBRL y 134.4.c) y d) de la LRLV atribuyen dicha condición, sin perjuicio de que el Pleno de la Corporación Local deba proceder a la "toma en consideración" de dicha condición mediante un acuerdo reglado, tras comprobar que se cumplen el presupuesto fáctico y las exigencias formales anteriormente indicadas. A efectos de la adopción de la "toma en consideración" por el Pleno de la Corporación Local no es necesaria la previa audiencia de la concejala afectada, ya que su derecho a ser oída debe cumplimentarse, en este caso, 23 en el seno de la "formación política" que presentó la candidatura y que procede a su expulsión. 4. Una vez se adquiere la condición de concejal no adscrito en virtud de cualesquiera de las causas establecidas en los artículos 73.3 de la LBRL y 134.4. c) y d) de la LRLV, no es posible atribuir a dicho concejal la “doble condición” de concejal no adscrito. V.H., no obstante, resolverá lo procedente. Valencia, 13 de junio de 2013 EL SECRETARIO GENERAL Federico Fernández Roldán EL PRESIDENTE Vicente Garrido Mayol HONORABLE SR. CONSELLER DE PRESIDENCIA Y AGRICULTURA, PESCA, ALIMENTACIÓN Y AGUA. 24