Alimentación infantil Alimentación infantil Existen algunos factores que están provocando que el mercado de alimentos infantiles en España registre durante los últimos años una clara tendencia a la baja. Los efectos de la crisis y la disminución de las tasas de natalidad son los más importantes. El número de nacimientos se ha reducido de manera muy acusada en nuestro país desde el máximo de 2008, donde nacieron 519.780 niños, hasta la actualidad, donde apenas se registraron 425.390 nacimientos. Estas cifras indican, sin lugar a dudas, que la población potencialmente consumidora de alimentos infantiles se ha reducido notablemente. Además, la crisis ha hecho que muchas mujeres permanezcan más tiempo con sus hijos y preparen las comidas de sus hijos, se mantiene la lactancia materna durante más tiempo, se cambia con mayor antelación de las leches infantiles a las adultas, etc. Teniendo en cuenta todos estos hechos, es comprensible que el sector de la alimentación infantil no atraviesa por su mejor momento. Las estimaciones disponibles indican que el mercado total de alimentos infantiles debió rondar en el pasado año las 55.000 toneladas, por un valor de 480 millones de euros. Estas cifras indican unas reducciones interanuales que se sitúan en torno al 3%, tanto en volumen como en valor. En la distribución moderna, los potitos constituyen la principal oferta de este mercado, acaparando el 62,6% de todas las ventas en volumen y el 47,8% en valor. A continuación se sitúan las leches infantiles, con cuotas del 23,6% y del 38,6% y los cereales y papillas, con el 13,7% y el 13,5%. Dentro de los potitos, son los elaborados a base de frutas y los postres los más demandados. Entre las leches, las líquidas controlan el 90% de las ventas en volumen y en torno al 50% en valor, mientras que las leches en polvo representan el 10% del total en volumen y el 50% en valor. En el caso de las papillas, las presentaciones en polvo son las que acaparan las mayores ventas, en torno al 70% del total en volumen y valor. ESTRUCTURA EMPRESARIAL El mercado de alimentos infantiles en España y en el mundo gares en cada uno de sus principales segmentos y dejan se encuentra en manos de unas pocas y grandes compañías una pequeña participación al resto de los operadores. multinacionales que presentan varias líneas de negocio. Jun- Dentro de la distribución organizada, el primer grupo con- to a estos grandes operadores aparecen algunos especialis- trola unos porcentajes de ventas del 44,8% del total en vo- tas, centrados en ofertas específicas, como pueden ser los lumen y del 37,2%, mientras que el segundo en volumen, alimentos infantiles ecológicos. Las marcas de distribución con una cuota del 30,7%, resulta el primero atendiendo al tienen muy poca importancia en este mercado, aunque en el valor de sus ventas, con el 38,1%. A mucha distancia se último año han aparecido algunas ofertas dentro de presen- sitúan el resto de fabricantes, ya que el tercero registra taciones como las galletas infantiles. En cualquier caso, de unos porcentajes del 8,7% en volumen y del 9,7% en valor, momento sus porcentajes de venta resultan poco significati- el cuarto se queda en el 0,9% y el 2% y el quinto ronda el vos, en torno al 3% tanto en volumen como en valor. 0,6% y el 0,8%. En los potitos, el grupo principal controla En términos generales, puede señalarse que el mercado el 59% de todas las ventas en volumen y el 56,7% en valor, español de alimentos infantiles se encuentra claramente mientras el segundo alcanza el 21,4% y el 22,1% respecti- dominado por dos grandes grupos, filiales de enormes vamente. En las leches en polvo, el primero llega al 53,4% compañías alimentarias, que se reparten los primeros lu- y el 58,8% y el segundo al 38,9% y el 31,6%. 332 Alimentación infantil DISTRIBUCIÓN COMERCIAL tribución organizada en 2014 llegó hasta cerca de 244 millones de euros y alrededor de 40.710 toneladas, lo que supone reducciones interanuales del 2,9% en valor y del 1,2% en volumen. En general, se asume que las farmacias son dominantes en las ventas de leches infantiles, sobre todo en polvo, mientras que los supermercados e hipermercados dominan el mercado de los alimentos infantiles y las papillas y cereales. Esa especialización hace que el grupo que tiene su principal fortaleza en potitos y alimentos infantiles se oriente hacia la distribución moderna y el que controla las ventas de leches en polvo actúa fundamentalmente en el segmento de las farmacias. Una particularidad en la distribución comercial de los alimentos infantiles es el importante papel que cumplen las farmacias. De hecho, esos establecimientos eran los que tradicionalmente se encargaban de las ventas de este tipo de productos, pero hace ya unos años la distribución comercial irrumpió con fuerza en ese mercado y, en la actualidad, se reparten a partes casi iguales la comercialización de las diferentes ofertas de alimentación infantil. Se considera que las farmacias controlan en torno al 50% del total de ventas en valor, mientras que en volumen ese porcentaje se reduce al 30%. Las ventas en la dis- COMERCIO EXTERIOR No existen cifras muy contrastadas sobre el comercio exterior de alimentos infantiles, ya que al tratarse de un mercado dominado por grandes grupos internacionales, muchos de los movimientos entre distintas filiales de una misma compañía no quedan reflejados en las estadísticas. De todas maneras, parece claro que la balanza comercial en este sector es claramente desfavorable para nuestro país. Se considera que se importan unas 200.000 toneladas anuales de alimentos infantiles, mientras que las exportaciones rondan las 180.000 toneladas. Casi todo este comercio exterior se efectúa entre países pertenecientes la Unión Europea, ya que los grandes operadores suelen establecer plantas de producción para abastecer a todos los mercados europeos, lo que les permite hacer más eficientes sus procesos de producción y comercialización. 333 Alimentación infantil Alimentos para niños La población residente en España es, en la actualidad, de algo menos de 46,5 millones de habitantes y se ha reducido en más de 48.000 personas durante el último año. Los niños, niñas y adolescentes entre 0 y 17 años son unos 8 millones y tienden a disminuir de año en año, debido fundamentalmente a la baja tasa de natalidad. Un 32,6% de los menores españoles está en riesgo de exclusión social y más de 2 millones de niños se encuentran bajo el umbral de la pobreza, es decir viven en hogares con una renta por debajo del 60% de la media nacional. Frente a estas realidades dramáticas, se estima también que un 27,8% de los niños de nuestro país entre 2 y 17 años presentan síntomas de sobrepeso u obesidad. Todos estos datos indican que la población infantil y adolescente constituye un colectivo de consumidores potenciales con una gran importancia y frente al que hay que plantear opciones diferenciadas. Muchas empresas alimentarias han comprendido la importancia de ese público y han sacado al mercado diferentes ofertas específicas. Muchas de las ofertas orientadas hacia los consumidores más pequeños se diferencian de las más generales por presentar formatos, colores, sabores, etc., que los hacen atractivos para ese público objetivo. Se estima que el mercado de alimentos para niños ronda los 700 millones de euros anuales y tiene importantes perspectivas de crecimiento. En algunos sectores, como bollería, galletas, productos lácteos, refrescos, alimentos de desayuno y merienda, se han desarrollado mucho este tipo de ofertas. También han aparecido pastas alimenticias, salchichas, embutidos y otros productos cárnicos dirigidos de manera preferentemente a los niños, niñas y adolescentes. CONSUMO Los niveles de consumo de alimentos infantiles en España son equiparables a la media europea, aunque en los últimos tiempos parece estar registrándose una cierta tendencia a la baja. Hay que tener en cuenta que la mayor causa de la disminución de demandas es la reducción de la población infantil. Se considera que el consumo se sitúa algo por debajo de los 30 litros de leche infantil al año, unos 34 kilos de papillas y unos 42 kilos de potitos. Han sido las leches infantiles las que han experimentado unos crecimientos más notables, mientras que la estabilidad es más acusada en papillas y tarritos. Nuestro país se incorporó con retraso a este mercado, pero la entrada de las mujeres al mercado laboral hizo que rápidamente se equiparasen los niveles de consumo. En la actualidad, el elevado paro femenino parece estar actuando como un factor negativo para el consumo de alimentos infantiles. Son las familias de las áreas metropolitanas las que registran mayores niveles de consumo, así como el sur y la zona central de la península. Los consumos menos importantes tienen lugar en Galicia, Asturias, Cantabria y País Vasco. 334