Lobos y ovejas

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Escrito en 1972 y publicado por la
galería de Paulina Waugh en el Chile
de 1976. Sin embargo, el tomo
desapareció ese mismo año en un
incendio intencional ocurrido en
dicha
galería.
Se
transformó
entonces, como tantas cosas de ese
período (plena dictadura militar), en
una latencia, en un poema fantasma,
fotocopiado,
comentado
tras
bambalinas, susurreado, inexistente
en el escenario público y sin
embargo de una presencia feroz.
Feroz y ambigua, como el poema
mismo. Un poema que desafiaba
toda manera de hablar de él,
especialmente en ese tiempo de
perseguidores y perseguidos, de
banderas
desplegadas
e
inequívocas. Un poema a la vez
mínimo y escandaloso, un pequeño
clásico en sordina, un hito en la
literatura chilena.
Manuel Silva Acevedo
Lobos y ovejas
ePub r1.0
ebray187 21.01.14
Título original: Lobos y ovejas
Manuel Silva Acevedo, 1976
Diseño de portada: ebray187
Editor digital: ebray187
ePub base r1.0
A Enrique Lihn
y un lobo en mi entraña
e pugna por nacer
corazón de oveja, lerda criatura
desangra por él.
r qué si soy oveja
ploro mi ovina mansedrumbe
r qué maldigo mi pacífica cabeza
elta hacia el sol
r qué deseo ahogarme
la sangre de mis brutas hermanas
acentadas
parieron de mala manera
parieron oveja
y tan desgraciada y temerosa
soy más que una oveja pordiosera
desprecio a mí misma
ndo escucho a los lobos
e aúllan monte adentro
la oveja soñadora,
cía entre las nubes
o un día la loba me tragó
yo, la estúpida cordera,
nocí entonces la noche
verdadera noche
llí en la tiniebla
su entraña de loba
sentí lobo malo de repente
me dieran a optar
ía lobo
o qué puedo hacer si esta pobre pelleja
relumbra como la noche negra
estos magros colmillos no muerden ni
desgarran
me dieran a optar
ría acometer como acometo ahora
a mísera alfalfa, famélica, ovejuna
me dieran a optar
bosques silenciosos serían mi guarida
mi aullido ominoso haría temblar a los
rebaños
o qué hacer con mis albos vellones
mo transfigurar mi condición ovina
la obtusa oveja,
a tropezando con mis hermanastras
lobo nos seguía acezando
ntonces yo, la oveja pródiga,
quedé a la zaga
lobo bautista me dio alcance
me trepó al lomo derribándome
nterró sus colmillos en mi cuello
ja loba, me dijo
ja loba piel de oveja
iero morir contigo
eraré a los perros
sangre me manaba a borbotones
ecíamos un sol enterrado de cabeza
el suelo
era una oveja mansa
mpre miré hacia el suelo
era sólo una oveja rutinaria
era un alma ovejuna
ienta de aventuras
era en el fondo
oveja aventurera
deseaba convertirme
oveja descarriada
preso aquí mis sinceros agradecimientos
a piadosa águila humana
e me desgarró la yugular de un picotazo
o es menester un amo!
mor es menester, amor lobuno
lobo más feroz ama a su loba
scarba y huele y hurga
e clava los ojos y la escucha
a loba celeste de las constelaciones
eve la cola y ríe y lo saluda
lobo dio alcance a la loba
lo estaba viendo
cogió de los flancos con el hocico
mió su vientre y aulló
uiendo la cabeza
lo estaba viendo
que no soy más que una oveja asustadiza
puedo afirmarlo nuevamente
lobo y la loba lloraban
tregando sus cuellos
oscuridad les caía encima
bía un gran silencio
había más que piedras
os astros rodaban por el cielo
bo a penalidad
bo y a ciegas
bo a fatalidad
bo a porfía
bo de natural
bo de ovejas
stor a dentelladas
llador de estrellas
la loba!
taron los hombres ya bebidos
bestia alzó las orejas
orrió a refugiarse entre mis patas
miró a los ojos
o había fiereza en su semblante
la loba!
vió a escucharse el grito ya cercano
a agitó la cola
un lengüetazo en el agua
i sus ojos negros
ortados contra el azul del cielo
spués huyó hacia el monte
onces yo, la oveja libre de sospecha,
vi sola ante los hombres
us negras bocas de escopeta
da la tierra es tierra para el lobo
lluvias, lodo
soles, polvo
de rumbo los montes, las estepas
de casa el umbral, la roca viva
de pan el más duro de los panes
la tonta oveja,
die más ignorante que yo,
pregunto
ién tendrá piedad del lobo
más todavía
ién dará sepultura a lobo
ndo muera de viejo
ope y lleno de piojos
te extraña
te busca
te indaga
te persigue en vano
oculto nombre en vano
levantar falso testimonio
ntra el lobo,
ntra el prójimo lobo
e aúlla por su prójima
sa el rebaño en fila funeraria
traviesa el pueblo con su fuente
sa el rebaño y pasa en seguimiento
la oveja mayor, la más borrega
sa el rebaño en procesión sombría
as la huella los lobos cancerberos
n dejando un reguero de saliva
rastro de sangre y poluciones
sa el rebaño y pasa por el puente
san los vagabundos y los trenes
sa la loba amarga con sus tetas
sa el rebaño y pasa lentamente
sa la loba vieja, la más vieja
sa la oveja negra a guarecerse
sa la noche eterna, nunca aclara
sa el rebaño y bala hasta perderse
yó la noche de bruces sobre el rebaño
descastada oveja sintió la crispadura
alizada se apartó del corral
deseó nada más en el mundo
e la roja vaharada de la loba
declaró la peste en mi familia
a mis torpes madrastras
miendo con la lengua reseca
rieron resignadas
imadas unas contra otras
resistí la plaga
uné, no bebí agua
hacé los cuidados
una noche a matarme
ieron los pastores armados de palos
matar a la loba
única en pie
medio del rebaño diezmado
jenme a mí, la loba
jenme a mí, la fiera solitaria
jenme a mí, la bestia asoladora
jenme la cordera
jenmela a la puritana
soy su sacramento
mí me espera
palabra de honor, dijo el lobo
sólo quiero amarte, no te haré ningún
daño
á bien, no hay más remedio,
ímate a mi lado, contestó la borrega
lobo la miró con los ojos ardiendo
oveja le devolvió la ardiente mirada
estuvieron largo tiempo mirando
lobo y la cordera tuvieron este sueño
o en el monte donde azota el viento
otra en el corral
oteada por sus propias hermanas
seré nunca más prenda de nadie
cho menos de ti
tor dormido contra el árbol
debiste confiar en la oveja mendiga
debiste confiar
mis estúpidas aguachentas
ás víctima de la oveja belicosa
no habrá paz entre pastor y oveja
pastor y la loba buscaban la cordera
siguiendo a la oculta treparon la ladera
encontraron los dos, báculo y zarpa
pastor fue más hábil, la loba derrotada
los pies del zagal, la cordera perdida
gió de los despojos de la loba abatida.
engaña el pastor
engaña el propio lobo
seré más la oveja en cautiverio
sol de la llanura
entó demasiado mi cabeza
convertí en la fiera milagrosa
tengo mi lugar entre las fieras
mpárate pastor, ampárate de mí
bo en acecho, ampárame
MANUEL SILVA ACEVEDO. Nació en
Santiago de Chile, en 1942. Hizo
estudios de castellano, filosofía y
periodismo en la Universidad de Chile.
Pertenece a la generación de poetas de
los años 60.
Ha obtenido las becas del Taller de
Escritores de la Universidad Católica
(1969), de la Fundación Andes (1996) y
del Consejo Nacional del Libro (1998).
En 1972 obtuvo el Premio Luis Oyarzún
(U. Austral y revista TRILCE) y en 1997
el Premio Eduardo Anguita de la
Editorial Universitaria.
Su obra literaria de más de tres
décadas es destacada por las más
importantes antologías dentro y fuera del
país, y parte de ella ha sido traducida al
inglés, alemán, francés e italiano.
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