la cuaresma - Arciprestazgo de Dos Hermanas

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LA CUARESMA
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La Cuaresma es como un viaje muy largo. Cuarenta días de «marcha» camino de la
Pascua.
•
No conviene hacer este viaje en solitario: Tutores, alumnos, catequistas, familia...,
cuantos más mejor, nos ponemos juntos a caminar y nos ayudamos unos a otros. Los
corchos y carteles de las clases y pasillos nos lo van recordando durante las casi 6 semanas
que dura la Cuaresma.
•
En la cuaresma nos esforzamos por hacer un «camino» distinto, con más bondad
y con más generosidad. Algunos le llaman el camino de la Verdad, el Amor y la Paz...
• Y si metemos la pata alguna vez, intentamos levantarnos deprisa, como le ocurrió a Pepe,
el protagonista de esta pequeña historia.
- ¿Quién ha sido?, -gritó el profesor de lengua mientras se volvía de la pizarra,
- Yo.
Y mi amigo Pepe, sin pensárselo dos veces, se puso en pie como empujado por un
resorte.
El profe, se quedó mirándolo fijamente. Todos estábamos como muertos; únicamente se movía Juanillo, que se retorcía en el suelo sujetando el chichón que le había
causado la zancadilla de Pepe.
El día anterior nos había castigado a todos por un cristal que «nadie» (ejem)
rompió, y ahora... ¡La que se preparaba! Al fin, el profe se decidió a abrir la boca.
— ¡Venga usted aquí!,
Y allí se presentó Pepe con cara de susto y de ’tierra trágame’.
El profesor le puso su manaza encima del hombro, mientras todos seguíamos
mudos y casi sin respiración. Parecían la estatua de David y Goliat. Por fin dijo:
- Así me gusta, que seas noble. Repara lo que has hecho y siéntate.
Luego, volviéndose, cogió de nuevo la tiza y siguió escribiendo en la pizarra.
Al regresar a su mesa, Pepe ayudó en silencio a Juanillo a levantarse y le pidió
perdón, mientras nosotros recobrábamos el aliento.
Para comentar
• ¿Te parece normal el comportamiento del profesor? ¿Y el de Pepe?
• ¿Por qué te parece que este ejemplo vale para introducir la Cuaresma?
• ¿Qué otros ejemplos se te ocurren que sirvan para Cuaresma?
• Podéis rezar el salmo 43: «Envía tu luz y tu verdad, ellas me guíen y me conduzcan a tu
monte santo».
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