Mejora de la extensibilidad isquiosural tras un programa escolar de

Anuncio
8 (4):157-164,1999 Selección
Educación física y deporte
Mejora de la extensibilidad isquiosural tras
un programa escolar de estiramientos
P. L. Rodríguez García*, F. Santonja Medina**, M. Canteras Jordana***,
M. Delgado Fernández****, J. Fernández Piñera*****, J. Balsalobre Marín*****
Improving the hamstring elasticity inside a school program
Resumen
Nuestro objetivo es demostrar si con la introducción de unos ejercicios de estiramiento de la musculatura isquiosural durante las clases de educación
física se puede mejorar la extensibilidad isquiosural
y reducir su frecuente número de cortedades.
Se realiza un programa de estiramientos de la
musculatura isquiosural durante siete minutos del
tiempo útil de las clases de educación física durante un curso escolar y se compara con un grupo
control de la misma edad y centro educativo. El
test elegido para valorar la extensibilidad isquiosural es el de Distancia Dedos-Planta.
Se produce una mejora de la extensibilidad isquiosural en los grupos experimentales al comparar los resultados antes y después del programa de
estiramientos, siendo mayores estas mejoras en los
grupos de secundaria que en los de primaria, in-
crementándose el número de escolares con extensibilidad isquiosural normal, pasando del 60,9% al
80,4%. En la población de control, la tendencia es
hacia el agravamiento, al reducirse del 83,9% inicial de extensibilidad normal al 61,3%.
Se concluye que la extensibilidad de la musculatura isquiosural mejora notablemente con la realización de siete minutos de estiramientos en las
clases de educación física por lo que se recomienda que estos estiramientos sean incluidos en la
programación de esta asignatura, al menos, en los
últimos cursos del ciclo de primaria y durante los
de secundaria.
Selección, 1999; 8 (4): 157-164
Palabras clave: Programa de estiramiento, extensibilidad de isquiosurales, escolares.
15
P. L. Rodríguez García y cois.
Selección 8 (4): 157-164, 1999
Key words: Stretching program, hamstring elasticity,
schools students.
1. Introducción
Se está constatando un notable incremento de las desalineaciones del raquis en los escolares y adolescentes,
posiblemente debido a las deficientes posturas (11, 25),
las restricciones de la extensibilidad de diversos grupos
musculares (14, 30), y al aumento de la talla.
Estas desalineaciones conducen con frecuencia a
modificaciones definitivas en la morfología de los
cuerpos y discos vertebrales, que hoy en día no se conoce completamente su repercusión futura.
Parece consecuente iniciar el tratamiento de estas
desalineaciones raquídeas durante el crecimiento, para
impedir su agravamiento y, si es posible, incluso corregirlas.
La elevada frecuencia de las desalineaciones del raquis, sobre todo las del plano sagital, significa tratar a
un elevado número de escolares, lo que plantea dos
grandes problemas, la limitación de los medios disponibles en el sistema sanitario y los elevados costes que
esto generaría.
Parece razonable plantear, que si las malas posturas
en el plano sagital mantenidas durante el crecimiento
conducen con frecuencia, por ejemplo, a hipercifosis
(estática y/o dinámica), se debería modificar sus malos hábitos posturales y corregir su erróneo esquema
corporal.
El centro escolar puede y debe desarrollar los correctos hábitos posturales, sobre todo teniendo en
cuenta que desde la Educación Física, se busca la consecución de un adecuado desarrollo músculo-esquelético del escolar (1, 7, 9, 26, 31), y la reforma de la en16
señanza implantada en España con la L.O.G.S.E. ha
apostado fuertemente por un desarrollo de la salud
dentro de los centros escolares.
La cortedad de la musculatura isquiosural es la patología del aparato locomotor más susceptible de ser
abordada de forma preventiva por la Educación Física, debido a su elevada prevalencia (24,6% -Bado(5), 27,1% -Santonja- (29), 24% -Ferrer- (14),) y porque su tratamiento está basado en la realización de estiramientos y en la corrección postural.
Nuestra hipótesis de trabajo plantea que mediante
la inclusión de unos determinados ejercicios de extensibilidad de la musculatura isquiosural, así como con
la enseñanza de las correctas posturas, se puede reducir el número de niños y niñas con cortedad isquiosural y, consecuentemente, las repercusiones que estas
generan.
Nuestro objetivo de trabajo fue demostrar si con la
introducción de unos ejercicios de estiramiento de la
musculatura isquiosural durante la parte útil de las
clases de educación física escolar se puede mejorar la
extensibilidad isquiosural y reducir el frecuente número de cortedades, midiendo con el test de distancia dedos-planta.
Material y método
Seleccionamos una muestra de 83 escolares de un
centro público de la región de Murcia. Un 52% pertenecen al tercer ciclo de enseñanza primaria, mientras
que el 48% restante se ubica en el primer ciclo de enseñanza secundaria. En cada uno de los niveles educativos se estableció de forma aleatoria un curso como
grupo control y otro como experimental. La edad media de los grupos de primaria es de 10,28 ± 0,32 años
y la de secundaria de 13,45 ± 0,67 años. El 47% son
varones y el 53% mujeres.
Programa aplicado
Los sujetos experimentales de la muestra fueron sometidos durante un curso escolar completo al desarrollo
de un programa de ejercicios de estiramiento de la musculatura isquiosural (Figura 1) que ocupaba cinco minutos de la parte de calentamiento y dos minutos en la
vuelta a la calma de las clases de educación física. Dicho programa de ejercicios fue desarrollado por los
maestros especialistas en educación física del centro escolar, siendo previamente entrenados. La investigación
se prolongó durante 32 semanas para un total de 62 sesiones efectivas. Los sujetos del grupo control desarrollaron con normalidad sus clases de educación física.
Mejora de la extensibilidad isquiosural
tras un programa escolar de estiramientos
8 (4): 157-164, 1999 Selección
Fig. 2. Test de distancia dedos-planta.
cia por la cual son ampliamente utilizados en diversas
disciplinas físico-deportivas y en el campo de la investigación (12, 13, 16, 20), aunque no es muy específico para medir la extensibilidad isquiosural.
Fig. 1. Fotografía de niños estirando por parejas.
Prueba de evaluación aplicada (Test DD-P)
Todos los sujetos de la muestra fueron sometidos a
una evaluación previa y posterior al programa de ejercicios. Para dicha evaluación de la capacidad de extensibilidad de la musculatura isquiosural fue empleado el test de Distancia Dedos-Planta (DD-P).
En el test DD-P el sujeto se coloca en sedentación
sobre una camilla con rodillas extendidas y pies juntos con las plantas de los pies formando un ángulo de
90° con la horizontal, tras lo que se invita a flexionar
el tronco al máximo, momento en que medimos la
distancia existente entre la punta de los dedos de la
mano y la tangente a la planta de los pies. Cuando no
alcanza la planta, la distancia medida se anota con el
signo negativo. La medición se realiza en centímetros (Figura 2).
Este test es muy fácil de realizar, precisa escaso
material y su reproducibilidad es muy alta, circunstan-
Fig. 3. Gráfica de datos descriptivos en test previo y test posterior. Los resultados se ofrecen en centímetros.
Resultados
La media obtenida con el test de DD-P, en los tests
previo y posterior, para los grupos de primaria y secundaria están expresados en la Figura 3.
Los porcentajes de distribución de los sujetos en
cuanto a normalidad y cortedad de la extensibilidad de
la musculatura isquiosural, en los tests previo y posterior son los siguientes:
Grupo control de primaria. Los datos obtenidos en
el test previo señalan que el 88,8% se encuentran dentro de los límites de la normalidad, mientras que un
11,2% (2 de 18) presentan cortedad de la musculatura
Selección 8 (4): 157-164, 1999
isquiosural en esta prueba. En el test posterior encontramos que los sujetos con cortedad ascienden a un
38,8% (7 de 18) (Tabla I).
P. L. Rodríguez García y cois.
Grupo experimental de secundaria. En el test previo está dentro de la normalidad el 47,8%, mientras
que el 52,1% sufre cortedad (12 de 23). En el test posterior se verifica un descenso de los sujetos con cortedad al 21,7% (5 de 23) (Tabla II).
Cuantificación de mejoras conseguidas en los
grupos de estudio
n = número de sujetos
Grupo experimental de primaria. En el test previo
tienen extensibilidad normal el 73,9% (17 de 23),
mientras que el 26% presentan cortedad. En el test
posterior, los sujetos afectos de cortedad desciende al
21,7% (Tabla I).
Los sujetos que han mejorado la extensibilidad, pasando de cortedad isquiosural grado II al grado I o a la
normalidad, o los que han perdido extensibilidad, pasando de la normalidad hacia cortedad, quedan reflejados en la Tabla III los del grupo experimental y en la
Tabla IV los del grupo control.
En los grupos experimentales (Tabla III) se aprecia
una mejora en la extensibilidad isquiosural (paso de
sujetos desde cortedad isquiosural hacia la normalidad). De los 5 sujetos con presencia de cortedad marcada (grado II) en test previo, 3 pasan a la normalidad
y 2 hacia un grado de cortedad leve (grado I). De los
13 sujetos con presencia de cortedad isquiosural leve
(grado I) en test previo, 9 pasan a la normalidad,
mientras que 4 permanecen en dicha categoría. En
cuanto a los sujetos que se encuentran dentro de la
normalidad (28 casos), tan sólo 4 pasan a un grado de
cortedad leve (grado I), pero no hay casos que pasen
hacia cortedad marcada.
En los grupos control (Tabla IV) se aprecia un caso con cortedad isquiosural marcada (grado II) en
test previo, que permanece en el mismo estado en el
test posterior. De los 4 casos con cortedad leve, 2 pasan espontáneamente a la normalidad, un caso permanece en la misma categoría y un caso empeora hacia cortedad marcada. En cuanto a los sujetos con
normalidad de la musculatura isquiosural (26 casos),
9 casos empeoran hacia cortedad leve y 17 permanecen en su categoría.
Discusión
n = número de sujetos
Grupo control de secundaria. Los datos obtenidos
en el test previo, señalan que un 77% está dentro de la
normalidad, mientras que el 23% sufre cortedad (3 de
13). En el test posterior, los sujetos con cortedad isquiosural ascienden al 38,4% (5 de 13) (Tabla II).
18
La elección de la cortedad isquiosural para esta
investigación, ha sido debido a tres circunstancias:
A) su elevada prevalencia, lo que permite que exista
un suficiente número de casos en el ámbito escolar,
para el desarrollo de esta investigación; B) la frecuencia con que parece que produce repercusiones
sobre el raquis (14), y C) La posibilidad de intervención en el colegio, durante las clases de educación física.
Las repercusiones más conocidas son la hipercifosis
(4, 15), inversiones de la columna lumbar (14, 33, 34),
Mejora de la extensibilidad isquiosural
tras un programa escolar de estiramientos
espondilolistesis (6, 23), e incluso la aparición de hernias discales (36).
Recientemente, nuestro grupo acaba de establecer
la relación directa entre repercusión sobre el raquis
tóraco-lumbar y lumbar y la falta de extensibilidad
isquiosural (14). También se conoce la relación entre
la cortedad de la musculatura isquiosural y las lumbalgias (8, 21, 37).
Seleccionamos el Test DD-P por la facilidad y rapidez de ejecución, su sistematización y elevada reproducibilidad (18), a pesar de existir unos factores
que influyen negativamente como las alteraciones en
la proporcionalidad de los miembros (brazos largos
con piernas cortas y viceversa) y, sobre todo, por la
inclusión de varios núcleos articulares (32). No obstante, la correlación entre el test de Elevación de la
Pierna Recta (EPR) y el DD-P es 0,91 (P<0,001), lo
8 (4): 157-164, 1999 Selección
que indica que es muy buena y no precisa de entrenamiento para su correcta ejecución como el EPR, lo
que facilita la constatación de las mejoras por la aplicación del programa.
Los datos de normalidad del test DD-P no están
adecuadamente definidos, ya que existe una gran variabilidad según edades, sexo, actividad física realizada, entre otras. Tomamos en nuestra investigación
como datos de referencia de normalidad y cortedad
los aportados por Santonja y cois. (28), donde la normalidad se encuentra en valores > -5 centímetros y la
marcada cortedad o grado II en < -15 centímetros.
Si en el ámbito escolar somos capaces de prevenir la
adquisición de la marcada cortedad isquiosural, estaremos previniendo sus posibles repercusiones raquídeas.
La cortedad isquiosural reduce la flexión de la pelvis, lo que unido a una inadecuada percepción de los
19
Selección 8 (4):157-164, 1999
movimientos durante la flexión del tronco, van a ser
los principales responsables de las repercusiones existentes en el raquis dorso-lumbar. Sabemos, desde el
trabajo de Lambrinudi (19), que aquellos sujetos con
falta de extensibilidad de la musculatura isquiosural
compensaban los movimientos de flexión de tronco
con hipercifosis. Posteriormente, Bado y cols. (5),
afirmaron que toda hipercifosis dorsal estaba acompañada de cortedad isquiosural
Salter (27) y Apley (3) destacaban que todas las
cifosis de Scheuermann estaban acompañadas de tirantez de la musculatura isquiosuraL Reimers (24)
abunda en el hecho de que la cortedad isquiosural
puede ocasionar un incremento de presión sobre la
charnela tóraco-lumbar, apareciendo la cifosis de
Scheuermann atípica.
Esta situación se agrava todavía más durante la
práctica de ejercicios deportivos y sobre todo por la
inadecuada sedentación habitual, en individuos con
inmadurez de la columna vertebral, pudiendo conducir
a degeneraciones discales, lumbalgias e incluso hernias discales por efectos de la anómala presión. Sward
(35) señala que los períodos de crecimiento son momentos de alta vulnerabilidad para la columna vertebral, circunstancia que justifica todavía en mayor media nuestro esfuerzo por la consecución de una adecuada extensibilidad dé la musculatura isquiosuraL
En líneas generales, destaca ganancias de extensibilidad en el grupo experimental respecto al grupo
control tanto en primaria y secundaria. Esta circunstancia denota eficacia del programa de trabajo de estiramientos en los escolares. Un hecho notable a reseñar es la reducción de casos con cortedad marcada
de la musculatura isquiosural que suele ocasionar repercusiones raquídeas.
Es importante destacar que dentro de los grupos
control no se aprecian cambios (ni mejoras ni empeoramiento) tan considerables cmo los establecidos en
los grupos experimentales. Esta circunstancia puede
tener su explicación en el hecho de que los grupos
control se encuentran inmersos en un programa de
Educación Física, donde los movimientos de amplitud articular de las diferentes articulaciones se encuentran trabajados en diversos ejercicios y tareas,
circunstancia que ha de suponer unas ciertas mejoras
en los escolares.
Es preciso una actitud intevencionista que evite la
pérdida paulatina de extensibilidad isquiosural con la
edad. Wiktorsson-Müller y cols. (38) y Worrel y
cols. (40), destacan que los ejercicios de estiramiento
constituyen una herramienta importante para incidir
sobre la disminución de la capacidad de extensibilidad muscular con la edad,
P. L. Rodríguez García y cois.
No hemos encontrado trabajos en educación física
con los que contrastar nuestros resultados.
En rehabilitación el objetivo del tratamiento de la
cortedad isquiosural es incrementar la movilidad articular tras aumentar la extensibilidad de la musculatura y mejorar el erróneo esquema corporal (2). La
intervención preventiva efectuada en el ámbito educativo ha de ser un complemento del tratamiento rehabilitador dado que puede ser en aquellos rangos
de edad en los cuales sea elevada la posibilidad de
que la cortedad genere repercusiones en el raquis.
Ya en 1934 Lambrinudi (19), indicaba que los
ejercicios seleccionados para la elongación de la
musculatura isquiosural debían ser variados, señalando que los ejercicios de "toe-touch" o tocar las
puntas de los pies no deben realizarse de forma rutinaria en las clases de Educación Física. Compartimos las apreciaciones de dicho autor en el sentido
de buscar una variación en los ejercicios de estiramiento isquiosural. Por ello, en nuestra investigación han sido seleccionados los ejercicios de flexión
del tronco en sendentación con correcto control del
tronco (variaciones del test dedos-planta), debido a
las condiciones de equilibrio que garantiza durante
la ejecución (18) y la estabilidad de la articulación
de la rodilla en extensión (10).
Es fundamental tener en cuenta que las ganancias
de extensibilidad nunca deben basarse en que el
alumno alcance o sobrepase la planta de los pies, ya
que con ello facilitaríamos la adopción de posturas
cifosantes del raquis. Será preciso que se realicen
los ejercicios sintiendo y localizando correctamente
el estiramiento, disponiendo adecuadamente la columna vertebral (4, 17, 22).
Hemos logrado resultados de mejora de extensibilidad isquiosural con solo dos sesiones semanales,
correspondientes a las clases de Educación Física, a
diferencia de lo que señala Wirhed (39), que indica
que son tres el mínimo número de sesiones semanales para mejorar la elasticidad muscular, lo que nos
hace suponer que un mayor tiempo por sesión y al
menos otra sesión más a la semana conduciría a mayores ganancias de extensibilidad isquiosural.
Este trabajo muestra los mínimos resultados que
son exigibles a cualquier programa de rehabilitación
para esta patología, donde por cualificación profesional, dedicación de tiempo por paciente y medios
disponibles, necesariamente se han de conseguir
mejores resultados. También nos indica que una
buena comunicación entre Médico del Deporte y
profesional de la Educación Física conseguirá incentivar y formar a los educadores para que incluyan e
insistan en ios estiramientos de esta musculatura, así
Mejora de la extensibilidad isquiosural
tras un programa escolar de estiramientos
como en las correctas posturas de realización de los
ejercicios durante las clases de Educación Física, de
forma que el número de niños y adolescentes que
padezcan repercusiones por la cortedad isquiosural
disminuyan notablemente.
Conclusiones
1a.- La extensibilidad de la musculatura isquiosural
mejora notablemente con la realización de tan sólo
siete minutos de estiramientos que fueron realizados
durante las fases de calentamiento y vuelta a la calma
en las dos sesiones de educación física semanales, a lo
largo de un curso escolar. Estas mejoras fueron más
evidentes en los grupos de secundaria y menos en los
grupos de primaria.
Y 2a.- Existe una tendencia natural a incrementarse
la pérdida de extensibilidad de la musculatura isquiosural con el crecimiento que es más acusada durante la
etapa de secundaria, por lo que se recomienda que estos estiramientos sean incluidos en la clases de Educación Física, al menos, en los últimos cursos de primaria y durante los de secundaria.
Bibliografía
(1) ALMOND, L. Health Related Fitness. British Journal of
Physical Education, 1983; 14(2): 35-37.
(2)ANDÚJAR, P.; ALONSO, C; SANTON JA, F. Tratamiento
de la cortedad de isquiosurales. Selección, 1996; 5
(1): 37-48.
(3) APLEY, A. G. Systems of orthopaedics and fractures, 5a
ed. London: Butterworths, 1977.
(4) BADO, J. L. Dorso Curvo. Montevideo: Artecolor, 1977.
(5) BADO, J. L; BARROS, P. C; RUIGGERO, A.; NAVILLAT, M. Análisis estadístico de la frecuencia del "Sín
drome de retracción de los Isquiotibiales" estudiado en
colectividades infantiles sanas y su relación con el Dor
so Curvo. Anales de la Facultad de Medicina, 1964; 49
(1): 328-337.
(6) BARASH, H. L; GALANTE, J. O.; LAMBERT, C. N.;
RA Y, R. D. Spondylolistesis and Tight Hamstring. Journal
Bone Joint Surgery, 1970; 52(A): 1319-1328.
(7) BAR-OR, O. A. Commentary to children and fitness: apublic health perspective. Research Quarterly for Exércise
and Sport, 1987; 58 (4): 304-307.
(8) BIERING-SORENSEN, F. Physical Measurements as
Risk Indicator for Low-Back Trouble Over a One Year
Period. Spine, 1984; 9 (2): 106-119.
8 (4): 157-164, 1999 Selección
(9) COLQUHOUN, D. Health Based Physical Education, The
Idéology of Healthism and Victim Blaming. Physical Education Review, 1991 (14): 5-13.
(10) CORNBLEET, S. L; WOOLSEY, N. Assesment of hams
tring muscle lenght in school-aged children using the sitand-reach test and the inclinometer measure of hip joint
angle. Physical Therapy, 1996; 76 (8): 850-855.
(11) DIMEGLIO, A.; BONEL, F. Le rachis en croissance. Pa
rís: Springer-Verlag, 1990.
(12) DREYER, L. I.; STRYDOM, G. L. Some physical, physiological and perceived benefits of and executive fitness
programme. Journal for Research in Sport, Physical
Education and Recreation, 1992; 15 (1): 23-32.
(13) FAIGENBAUM, A. D.; ZAICHKOWSKY, L. D.; WESCOTT, W. L; MICHELI, L. J.; FEHLANDT, A. F. The
effects of a twice-a-week strength program on children.
Pediatric Exércise Science, 1993; 5 (4): 339-246.
(14) FERRER, V. Repercusiones de la cortedad isquiosural
sobre la pelvis y el raquis lumbar. Tesis Doctoral. Uni
versidad de Murcia, 1998.
(15) FISK, J. W.; BAIGENT, M. L; H1LL, P. D. (1984).
Scheuermann 's disease. Clinical and radiological survey
of 17 and 18 years old. American Journal of Physical
Medicine and Rehabilitation, 1984; 63 (1): 18-30.
(16) GABBARD, C; TANDY, R. (1988). Body composition
and flexibility among prepubescent males and females.
Journal of Human Movement Studies, 1998; (14):
153-159.
(17) JORDA, E. Brevedad de los Isquiosurales. El síndrome
de Bado en la gimnasia educativa y el deporte. Apunts de
Medicina del Deporte, 1971; 31 (8): 123-124.
(18) KIPPERS, V.; PARKER, A.W. Toe-tuch test. A mesures
of its validity. Physical Therapy, 1987; 67 ( 1 1 ) :
1680-1684.
(19) LAMBRINÜDI, C. Adolescent and senile kiphosis. British Medical Bulletin, 1934; (2): 800-804.
(20) LEHNHARD, H. R.; LEHNHARD, R. A.; BUTTERFIELD, S. A,; BECKWITH, D. M. Health-related physi
cal fitness levels of elementary school children ages 5-9.
Perceptual and Motor Skills, 1992; 75(3): 819-826.
(21) MELLIN, G. Measurement of thoracolumbar posture and
mobility with a Myrin inclinometer. Spine, 1986; 11(7):
759-762.
(22) MILNE, R. A.; MIERAU, D. R. Hamstring Distensibility
in the General Population: Relationship to Pelvic and
Back Stresses. Journal of Manipulative and Physiological Therapeutics, 1979; 2 (3): 146-150.
(23) PHALEN, G.; DICKSON, J. Spondylolisthesis and tigth
hamstrings. Journal Bone Joint Surgery, 1961 43(A):
505-512.
(24) REIMERS, J. Referal pattern, diagnosis and acurrence
of short muscles in children and adolescents in an orthopedic specialist practice. Ungeskr Laeger, 1990; 152
(35): 2494-2497.
21
Selección 8 (4): 157-164, 1999
(25) RODRÍGUEZ, P. L. Educación Física y salud del esco
lar: Programa para la mejora de la extensibilidad isquiosural y del raquis en el plano sagital. Murcia. Uni
versidad de Murcia, 1998
(26) SALLIS, J. F.; MC KENZIE, T. L. Physical Education's
Role in Public Health. Research Quarterly for Exercise
and Sport, 1991; 62 (2): 124-137.
(27) SALTER, N. Methods of measurement of muscle and
joint function. Journal Bone Joint Surgery, 1955; 37-B
(3): 474-491.
(28) SANTONJA, F.; FERRER, V.; MARTÍNEZ, I. Explora
ción clínica del síndrome de isquiosurales cortos. Selec
ción, 1995; 4 (2): 81-91.
(29) SANTONJA, F.; RAMOS, B.; MARTÍNEZ, I.; CANTE
RAS, M. Estudio de la cortedad isquiosural en el muni
cipio de Murcia. En Abstract del VIII Congreso Euro
peo de Medicina del Deporte.. Granada, 23-27 de octu
bre, 1995; 193
(30) SANTONJA, F.; MARTÍNEZ, I. Síndrome de acorta
miento de la musculatura isquiosural. En F. Santonja e
I. Martínez (Eds), Valoración Médico-Deportiva del Es
colar. Murcia: Universidad de Murcia, 1992: 245-258.
(31) SIMONS-MORTON, B. G.; PARCEL, G. S.; O'HARA,
N. M.; BLAIR, S. N; PATE, R. (1988). Health Related
Physical Fitness in Childhood. Annual Review of Public
Healt, 1998; (9): 403-425.
(32) SINCLAIR, A.; TESTER, G. The sit and reach test- what
does it actually measure? ACHPER National Journal,
1992; 40 (2): 8-13.
P. L. Rodríguez García y cols.
(33) SOMHEGYI, A.; RATKO, I. Hamstring Tightness and
Scheuermann 's Disease. American Journal of Physical
Medicine an Rehabilitation, 1993; 72 (1): 44.
(34) STOKES, I. A. F.; ABERY, I. M. Influence of the hams
tring muscles of lumber spine curvature in sitting. Spine, 1990; (5): 525-528.
(35) SWARD, L. The thoracolumbar spine in young elite
athletes. Current concepts on the effects of physical
training. Sport Medical Journal, 1992; 13 (5): 257-264.
(36) TAKATA, K.; TAKAHASHY, K. Hamstring tightness
and ciatica in young patients with dise herniation.
J o u r n a l B o ne a n d J oi n t S ur g e r y , 1 9 9 4 ; 7 6 (B ):
220-224.
(37) WEHRENBERG, W. B.; COSTELLO, M. (1993). Clinical Evaluation of the Backmate Lower Lumbar Rehabi
litation System: Result of a preliminary Study. Journal
of Orthopaedic and Sport Physical Therapy, 1993; 17
(4): 185-190.
(38) WIKTORSSON-MÓLLER, M.; ÓBERG, B.; EKSTRAND, J.;GUILLQUIST, J. Effeets of warming up,
massage, and stretching on range ofmotion and muscle
strength in the lower extremity. The American Journal
of Sport Medicine, 1983; 11(4): 249-252.
(39) W1RHED, R. Habilidad atlética. Anatomía del movi
miento. Barcelona: Edika-Med, 1989.
(40) WORRELL, T. W.; SMITH, T. L; WINEGARDNER, J.
Effect of hamstring stretching on hamstring muscle per
formance. The Journal of Orthopaedic and Sport Physi
cal Therapy, 1994; 20 (3): 154-159.
Descargar