Este artículo es una publicación de la Corporación Viva la Ciudadanía Opiniones sobre este artículo escribanos a: [email protected] www.viva.org.co Atención psicosocial, una medida necesaria para la reconciliación Leidy J. Buitrago Vásquez Viva la ciudadanía, regional Antioquia Colombia es un país fuertemente polarizado en materia de paz y de política; frente a los diálogos en La Habana se genera una oleada de opiniones diversas que inducen las percepciones en las personas que desconocen totalmente lo que allí se está discutiendo, dividiendo aún más la población y generando en ocasiones resentimientos y rencores profundos. Con este contexto y con más de 6 millones de personas víctimas del conflicto armado es necesario avanzar en sanar las heridas de todo tipo, que como secuela de las confrontaciones armadas han quedado en todas las esferas de nuestra sociedad. La violencia tiene implicaciones en todas las dimensiones de la persona; en la individual, familiar y social; son muchos los traumas que se pueden generar: comportamientos, sentimientos y formas de actuar diferentes en la persona. Psicológica y emocionalmente quedan marcas difíciles de superar por si solas y para esto es importante idear respuestas para reconfigurar al sujeto que quedó marcado por la guerra. El pasado mes de febrero la Mesa Departamental de Víctimas de la Sociedad Civil de Antioquia llevó a cabo en el corregimiento de Santa Elena (Medellín) un encuentro de memoria y salud mental en el que participaron representantes de víctimas de las 9 subregiones del departamento. Este encuentro se dio como respuesta a la necesidad expuesta por las víctimas de generar espacios en donde se puedan tramitar los duelos que se generan por las pérdidas sufridas por la violencia, y de él se derivó la necesidad de replicar estos ejercicios en las subregiones para así llegar a más población que urge de este tipo de trabajos. Algunas de las percepciones que se presentaron en este encuentro son: • Existen sentimientos de dolor que no se han diligenciado bien, que no han salido a flote. Sentimientos como la soledad, incertidumbre y añoranza, pues el rostro después de la guerra no son los mismos; todo se transforma. • La sonrisa no siempre significa que se han curado las heridas, hay sentimientos de vacío. • Es importante el encuentro, en el sentido que se puede hablar de los casos individuales, de los dolores personales, que no se hablan en ningún otro sitio. • Tenemos todavía muchas cosas para sanar, pero lo importante es que venimos construyendo esta salud mental tan importante para poder entrar con más tranquilidad a la reconciliación y resiliencia para afrontar lo que se nos va a venir próximamente en el posconflicto. Que estemos preparados para sentarnos con los victimarios, de cualquier manera y en cualquier espacio. La Ley 1448 del 2011 de víctimas y restitución de tierras es en principio un logro para el país, en primer lugar porque permite visibilizar la problemática que vive esta población y ponerla en la esfera de lo público, y en segundo lugar por los aspectos que establece en materia de reparación para redimir un poco el daño causado por esta larga confrontación. En esta ley se dan lineamientos en materia de derechos de las víctimas, ayuda humanitaria, atención y asistencia, reparación, instituciones para la atención y reparación a las víctimas, protección integral a los niños, niñas y adolescentes víctimas, participación de las víctimas y otras disposiciones1. Dentro de las medidas de reparación se encuentra contemplado el componente de rehabilitación, el cual busca el restablecimiento de las condiciones físicas y psicosociales de las víctimas. En el artículo publicado en la revista de Estudios sociales de la Universidad de los Andes titulado Atención y reparación psicosocial en contextos de violencia sociopolítica: una mirada reflexiva, el autor plantea que el objetivo del acompañamiento psicosocial con población víctima del conflicto armado es construir un proceso reflexivo entre la población víctima, su red social y los acompañantes, que contribuya a la superación de los efectos sociales y emocionales de la violencia a través de la resignificación de la identidad y del reconocimiento de recursos personales y sociales, en el marco de la categoría de sujeto de derecho. 2 El trabajo psicosocial con la población víctima es una necesidad que apremia tratar, como forma de prevenir y superar dolores y sentimientos que limitan el desarrollo de las personas; la reparación a las víctimas se debe dar de forma integral, esto visto desde la dimensión subjetiva del ser humano ayudará a sanar las heridas y poner a la persona en otro escenario de reconocimiento como sujeto político y de derechos que aporta a la reconciliación, a la sanación y a la construcción de todo un país que necesita la paz. Es ineludible e inaplazable responder a la necesidad de que la institucionalidad pública, las organizaciones defensoras de derechos humanos y de víctimas, universidades y sociedad en general centren sus esfuerzos en ayudar a que las víctimas del conflicto armado sanen las heridas que transformaron sus vidas. 1 2 http://www.alcaldiabogota.gov.co/sisjur/normas/Norma1.jsp?i=43043 http://res.uniandes.edu.co/view.php/647/index.php?id=647 La paz que queremos y por la que trabajamos debe estar asentada en los pensamientos, las emociones y los sentimientos de las personas, y por eso hay que aliviar el dolor, el miedo y hasta los odios de tanto compatriota golpeado por esta larga violencia. Edición 446 – Semana del 15 al 21 de mayo de 2015