Las diferentes visiones del mundo según el Modelo de Dinámica Espiral 28.Eka.2016 “Tener una mayor conciencia nos hace ver la realidad más claramente, entender mejor las consecuencias de nuestras acciones, estar más despierto o actuar de forma más consciente”, ha explicado Robledo. La Dinámica Espiral es un modelo que analiza el proceso evolutivo de las sociedades y los individuos en base a una serie de niveles de conciencia en los que, cada uno, posee un sistema de valores y “una visión del mundo”. El sistema, desarrollado por Christopher Cowan y Don Beck, clasifica los niveles de conciencia a través de 8 colores: beige, magenta, rojo, azul, naranja, verde, amarillo y turquesa. Los primeros 6 colores pertenecen a lo que se denomina “First Tear”, es decir, “un nivel en el que cada cosmovisión se cree que es mejor que la anterior” mientras que los dos últimos pertenecen a los niveles más avanzados de conciencia. 1 El primer nivel se corresponde con el color beige, o el nivel básico-instintivo, donde predomina la impulsividad. “Estos individuos tienen poca conciencia del yo como ser diferenciado”. En segundo lugar se encuentra el color magenta, típico de las culturas etnocentristas en el que predomina un pensamiento mágico ya que se concibe el mundo como un lugar amenazante lleno de espíritus misteriosos. El tercer nivel, el rojo, es el de la mentalidad impulsiva o de poder. “El pensamiento de estas personas es que el mundo es duro y hay que sobrevivir”. El nivel azul se vincula con la mentalidad conservadora y absolutista. “La necesidad básica de este nivel es la pertenencia; sentirse parte del grupo”. Este tipo de personas y colectivos buscan la estabilidad y, por tanto, se ajustan a las normas ya establecidas. El quinto nivel, el naranja, es la mentalidad racional o competitiva que se caracteriza por “ver el mundo como un campo lleno de posibilidades que hay que explotar”. En este nivel, los individuos necesitan ser reconocidos, admirados y exitosos en sus distintas facetas de la vida. “El sistema educativo, por ejemplo, es un modelo que enfatiza todos estos valores porque se valora más al alumno que saca un 10 que al que obtiene un 0”. Los últimos dos niveles, que reciben el nombre de “niveles altos”, son el color verde o pluralista/igualitario y el amarillo y turquesa o mentalidad integral. El primero, el verde, es un nivel muy tolerante en el que las personas integradas en él piensan que se puede convivir en paz alcanzando propósitos comunes a través de experiencias compartidas. Se trata de colectivos que “han conseguido grandes logros como el derecho a voto de las mujeres, el auge de movimientos ambientales o dar voz a las minorías raciales”. Para ellos, predominan los valores espirituales a los materiales. Finalmente, el séptimo y octavo nivel, el amarillo y turquesa, respectivamente, consideran que todos los niveles son necesarios puesto que “no existe un nosotros contra ellos como en el resto de los niveles”. Se trata pues de una visión cosmocéntrica en la que “el gran reto es trascender e ir incluyendo todas las fases anteriores”. Según Robles, los colores dominantes en la sociedad actual son el azul y el naranja, donde se encuentran el 40% y el 30% de la población respectivamente. En cuanto al resto de niveles, los porcentajes serían los siguientes: en el beige se integra el 0,1%, en el morado el 10%, en el rojo el 20%, en el verde el 10% y en los superiores el 5% de la población. Aun así, ha concluido el profesor, no hay que olvidar que “a lo largo del día pasamos por distintos colores dependiendo del momento o estado de ánimo que tengamos y, además, tenemos divergencia en función de los distintos tipos de inteligencia”. Destacado: Marco Robledo arte colaborativo 2