Colección Banca Central y Sociedad BANCO CENTRAL DE VENEZUELA Política de intervención y formación de expectativas en el mercado cambiario Rosana Zerpa, Fernando Alvarez, Hermes Pérez, Francisco Sáez y Régulo Sardi Serie Documentos de Trabajo Gerencia de Investigaciones Económicas Versión diciembre 1997 12 Las ideas y opiniones contenidas en el presente Documento de Trabajo son de la exclusiva responsabilidad de sus autores y se corresponden con un contexto de libertad de opinión en el cual resulta más productiva la discusión de los temas abordados en la serie. Resumen En este trabajo se estudia la credibilidad del esquema de bandas en Venezuela, analizando la dinámica del mercado cambiario y su vinculación con el mercado de dinero. En primera instancia se utiliza un modelo monetario simple y posteriormente un modelo ampliado que incluye el mercado de bienes. El análisis se efectúa para una banda nominal y para una zona objetivo de tipo de cambio real. En ambos casos, se estudian los mecanismos de ajuste cuando las expectativas actúan en forma desestabilizadora. Finalmente, se describe la evolución del mercado cambiario en Venezuela desde la implementación del sistema de bandas haciendo énfasis en la volatilidad de las tasas de interés y de las ventas de divisas. De acuerdo a los resultados empíricos, no se evidencia la presencia de un efecto smooth pasting, ni una relación significativa entre la dinámica del tipo de cambio y las tasas de interés, lo cual, se atribuye a la política de intervención intramarginal. Abstract This paper studies the credibility of the exchange rate bands in Venezuela, analyzing the dynamic of the exchange market and its relationship with the money market. The first part of the paper develops a simple monetary model and a broad model that includes the goods market. The approach was carried out for both a nominal band and a target zone of the real exchange rate. In both cases, the adjustment mechanism when expectations are destabilizing are examined. Finally, it analyses the path of the exchange rate market in Venezuela since the application of the target zone, emphaizing the volatility of the interest rates and the demand for foreign currencies. The empirical results support neither the existence of the smooth pasting effect nor a significant relationship between the exchange rate dynamic and the interest rate behavior. This outcome can be explained by the intramarginal interventions in the exchange market. 1 Política de intervención y formación de expectativas en el mercado cambiario Rosana Zerpa, Fernando Alvarez, Hermes Pérez, Francisco Sáez y Régulo Sardi AUTORIDADES DIRECTORIO Antonio Casas González Presidente Carlos Hernández Delfino Armando León Rojas Domingo Maza Zavala Luis Carlos Palacios Roosevelt Velásquez Teodoro Petkoff (Representante del Ejecutivo Nacional) Raúl Alegrett (Suplente) ADMINISTRACION Antonio Casas González Presidente Hugo Romero Quintero Primer Vicepresidente Eddy Reyes Torres Segundo Vicepresidente BANCO CENTRAL DE VENEZUELA COORDINACION Y PRODUCCION Gerencia de Investigaciones Económicas Avenida Urdaneta, Esquina de Las Carmelitas. Caracas 1010. Teléfonos: 801.53.55-801.89.84 Fax: 58-2-801.83.78 PRODUCCION EDITORIAL Gerencia de Comunicaciones Institucionales Departamento de Publicaciones ISBN 980-6395-47-6 Información: Departamento de Publicaciones BCV Torre Financiera, piso 14, ala sur. Esquina de Las Carmelitas. Dirección Postal: Apartado 2017. Carmelitas. Caracas 1010. Teléfonos: 801.80.75 / 83.80 / 52.35 Fax: 801.87.06 Internet: http://www.bcv.org.ve Indice INTRODUCCIÓN ....................................................................................7 I. Evolución de las bandas cambiarias en Venezuela .............. 11 II. Comportamiento de las tasas de interés en un régimen de bandas ..........................................................17 III. Política monetaria y credibilidad del esquema cambiario en un modelo ampliado de bandas .....................23 III.1 Funcionamiento de la banda nominal .........................30 III.2 Política monetaria y sostenimiento del tipo de cambio nominal .....................................................33 III.3 Comportamiento del tipo de cambio en una banda no creíble ....................................................................36 III.4 Análisis de una banda de tipo de cambio real ............39 IV. Evidencia empírica ..............................................................43 Apéndice I: Solución al sistema determinístico .................52 Apéndice II: Varianza condicional para una función de variables estocásticas ......................................................55 Conclusiones ...................................................................................57 REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS ............................................................59 5 Introducción Desde la instrumentación del esquema de bandas en julio de 1996 la política de intervención intramarginal ha jugado un papel determinante en la formación de expectativas de depreciación, toda vez que el Banco Central ha mostrado una elevada preferencia por la estabilidad cambiaria, interviniendo activamente ante cualquier depreciación a fin de minimizar la variabilidad del tipo de cambio. De igual modo, cuando cesan las presiones alcistas y el tipo de cambio tiende a descender, las autoridades monetarias han reducido la oferta de divisas a fin de evitar la apreciación cambiaria. La reducción en la flexibilidad cambiaria en Venezuela a través de la intervención intramarginal, lejos de ser un comportamiento atípico es un fenómeno que se observa frecuentemente en países que han adoptado el esquema de bandas y que temen que la volatilidad cambiaria afecte el normal desenvolvimiento de los flujos comerciales o genere pérdida de credibilidad en el compromiso antiinflacionario. Adicionalmente, parte de la justificación que se ha dado a dicha intervención se basa en la percepción de que depreciaciones del tipo de cambio nominal se traducen en expectativas de mayores depreciaciones, con lo cual, se estaría en presencia de una banda no creíble y el esquema carecería de las propiedades estabilizadoras que se derivan del modelo básico de Krugman. En esta situación, no están claros los efectos que sobre la variabilidad de las tasas de interés y de las ventas netas de divisas generan las variaciones del tipo de cambio, ni cómo se ajusta la economía ante cualquier perturbación aleatoria. Si se desea obtener respuesta a estas interrogantes es importante tomar en consideración dos restricciones básicas que se presentan a la hora de analizar un modelo de bandas. En primer lugar, resulta complejo modelar los efectos que juega la política de intervención en el comportamiento del tipo de cambio, ya que el proceso de aprendizaje 7 debe ser incorporado endógenamente como un elemento explicativo de las expectativas, las cuales, a largo plazo son el resultado de las propias actuaciones del Banco Central. En segundo lugar, el modelo básico de Krugman impone algunos supuestos restrictivos, tales como el cumplimiento de la paridad del poder de compra, perfecta flexibilidad de precios y pleno empleo, que podrían causar pérdida de generalidad en las conclusiones. Para enfrentar la primera limitación se han propuesto algunos modelos de credibilidad endógena que permiten modelar las expectativas en función del nivel de reservas internacionales y de la probabilidad de una realineación (ver Reynoso 1995, Svensson, 1992). Respecto a la segunda restricción, los supuestos iniciales de Krugman se han relajado mediante el análisis de estructuras similares a la del modelo Dornbusch (1976) (Miller y Weller, 1991-A y 1991-B). Estas modelizaciones permiten tomar en cuenta los efectos que sobre la actividad económica genera una variación estocástica del nivel de precios o la demanda de dinero, tomando en cuenta los efectos de la variación del tipo de cambio real y el nivel de ingreso. El propósito fundamental de este trabajo es exponer en forma sencilla cómo estos enfoques permiten analizar el comportamiento del tipo de cambio al interior de una banda donde las expectativas actúan en forma estabilizadora o desestabilizadora y describir el mecanismo de ajuste que mostraría la economía ante una perturbación aleatoria en el nivel de precios. Asimismo, se realizan algunas consideraciones en torno a los posibles efectos que tiene el manejo de la política de tasas de interés en un esquema de bandas. El trabajo se estructura como sigue: en la primera parte se efectúa una breve descripción del comportamiento del tipo de cambio al interior de la banda y se expone cómo la política de intervención ha afectado el comportamiento del tipo de cambio en Venezuela. En la segunda parte, se analiza el comportamiento de las tasas de interés y su relación con la variabilidad del tipo de cambio. En la tercera parte, se estudia un modelo de equilibrio general en una economía donde las expectativas actúan en forma estabilizadora o desestabilizadora 8 haciendo una comparación cualitativa entre ambas situaciones. Por último, la cuarta parte del trabajo, se destina a dar una respuesta empírica al comportamiento de las expectativas en el caso venezolano y su relación con la variabilidad de las tasas de interés. 9 I. Evolución de las bandas cambiarias en Venezuela El 22 de abril de 1996 se pone fin al control de cambios que venía generando graves distorsiones en la economía y se instrumenta un régimen de bandas bajo las premisas de que este esquema cambiario otorgaría un mayor margen de maniobra a la política monetaria, desestimularía los influjos de capital de corto plazo y permitiría un mejor ajuste de la economía ante los choques externos. Desde su adopción, el esquema de bandas priorizó la inflación como objetivo de política económica al definir una tasa de deslizamiento de la paridad central significativamente menor a la inflación esperada. El 22 de abril de 1996 se permite la libre flotación del bolívar, a fin de determinar un valor de referencia para la paridad central. Posteriormente, el 8 de julio de ese mismo año, se anuncian los parámetros de la banda estableciéndose una paridad central de 470 Bs./US$, equivalente a la cotización de cierre del tipo de cambio del último día de la flotación. Asimismo, se determinó una amplitud de +-7,5% respecto a la paridad central y una tasa de deslizamiento de 1,5% mensual. Apenas liberadas las restricciones cambiarias, el Banco Central aplicó una política monetaria restrictiva con tasas de interés para los títulos propios que alcanzaron, en un principio, niveles de hasta el 80%. Esta situación estimuló los influjos de capital que, sumados al retorno de capitales para cancelar la deuda doméstica, permitieron estabilizar el tipo de cambio en torno a los 470 Bs./US$ durante un largo período de tiempo. El gráfico 1 muestra la evolución del tipo de cambio y de los parámetros de la banda para el período que va desde el 16 de abril de 1996 hasta el 31 de octubre de 1997. 11 de 1,32% mensual, quedando la amplitud de la banda inalterada. Durante los dos primeros meses de 1997, el tipo de cambio mostró una clara tendencia apreciacionista hasta alcanzar, el 19 de febrero, el valor de 470 Bs./US$, el más bajo registrado desde el 09 de octubre de 1996. No obstante, el cambio en el clima de estabilidad política revierte la tendencia y genera una depreciación que lleva al tipo de cambio a un valor de 483 Bs./US$ el 28 de febrero. En la primera semana de marzo, el Banco Central entra fuertemente en el mercado de divisas, ofertando en promedio un valor neto cercano a los 82 millones de US$, lo cual frena la escalada del tipo de cambio. Desde entonces, el tipo de cambio se depreció, pero a una tasa significativamente menor al deslizamiento de la paridad central, por lo que el 31 de julio se modifican nuevamente los parámetros de la banda. Esta vez, se toma como paridad central el valor de 497,5 Bs./ US$ y se reduce la tasa de deslizamiento a 1,16% mensual. Un aspecto interesante de evaluar es el grado de credibilidad en el régimen cambiario a la luz de los diferentes realineamientos que ha experimentado la banda y la escasa fluctuación que ha registrado el tipo de cambio. Dos elementos cobran especial importancia en este análisis. En primer lugar el favorable comportamiento de las reservas internacionales y en segundo lugar, la elevada preferencia del Banco Central por mantener la estabilidad cambiaria con fines antiinflacionarios. El fortalecimiento del sector externo y la acumulación de reservas que contribuyó a la estabilidad cambiaria responde, fundamentalmente, a la puesta en marcha del programa de estabilización bajo el apoyo del Fondo Monetario Internacional, la evolución favorable experimentada por el mercado petrolero mundial, la primera y segunda ronda de la Apertura Petrolera y la maxidevaluación posterior a la unificación cambiaria. No obstante, el hecho que adquiere relevancia a la hora de evaluar los determinantes de la estabilidad del tipo de cambio es la intervención del Banco Central en el mercado de divisas. Este fenómeno se muestra en el gráfico 2 donde se presentan las ventas netas (eje izquierdo) y el tipo de cambio puntual (eje derecho) para el período que va desde el 22 de abril de 1996 hasta el 31 de octubre de 1997. En el mismo, se aprecia cómo la estabilidad cambiaria 13 Un elemento importante es analizar cuál ha sido el comportamiento de las expectativas de depreciación del tipo de cambio y de esta manera, evaluar si se han verificado las propiedades estabilizadoras que se le atribuyen a este régimen cambiario. Para tal fin, se ha asumido el diferencial de tasas de interés como una proxy de la evolución de las expectativas de depreciación2. La principal desventaja de este análisis es que no toma en cuenta la existencia de una prima de riesgo que debe ser estimada a fin de establecer el valor esperado del tipo de cambio3. Una forma de solucionar el problema que envuelve la estimación de las expectativas es la de realizar encuestas de opinión a los agentes económicos, donde se pide información clave sobre los valores futuros de las variables claves. La principal ventaja de este método es que se conoce el nivel de expectativas sin necesidad de recurrir a complejos modelos de comportamiento, aunque siempre existe la incertidumbre de saber si los encuestados dan a conocer sus «reales» expectativas sobre el valor del tipo de cambio. En el gráfico 3 se muestra el diferencial de tasas de interés, medido como la tasa pasiva de los depósitos a noventa días menos su correspondiente tasa en EE.UU., y el cociente entre el tipo de cambio y la paridad central. 2 Hay que reconocer que los modelos con diferenciales de tasas de interés no han trabajado tan bien como se hubiera deseado, especialmente considerando el tamaño de la predicción de los errores. Al respecto, se ha llegado al consenso de que los diferenciales de tasas de interés sólo explican una pequeña proporción de estos cambios. Peter Israd (1993) comenta: «la evidencia esparcida es que los diferenciales en las tasas de interés tienden a predecir sólo un pequeño componente de los cambios en los tipos de cambio que actualmente ocurren (y a menudo no predice la dirección del cambio), ha sido generalmente interpretado como una implicación que parte de los cambios observados en los tipos de cambio se acciona por información no esperada». 3 Es importante calcular la prima de riesgo ya que si este valor resulta muy alto o posee una gran variabilidad a través del tiempo, nuestros cálculos del descuento a futuro, que son la base para las estimaciones de las expectativas cambiarias, podrían resultar sesgados. Esto implicaría una invalidación de los resultados sobre las expectativas del tipo de cambio. Una aproximación más precisa a las expectativas de depreciación, si ésta estuviese disponible, es el tipo de cambio negociado en los mercados a futuro. Su principal ventaja es la disponibilidad de información sobre la evolución de los distintos niveles de tipo de cambio a futuro de acuerdo a los períodos en que se negocian. Aunque generalmente, este tipo de información sólo está disponible en países con mercados financieros altamente desarrollados, en agosto de 1997 se comenzaron a negociar dólares a futuro en la Bolsa de Valores de Caracas. 15 II. Comportamiento de las tasas de interés en un régimen de bandas En esta sección se analizan los efectos que sobre el comportamiento de las tasas de interés genera la adopción de un régimen de bandas. Este análisis se efectúa siguiendo a Della Mea (1997) y Werner (1996), quienes además de los choques a la demanda de dinero, incorporan al modelo monetario de Krugman, choques a la ecuación de arbitraje con el propósito de analizar la relación que existe entre la variabilidad de la tasa de interés y el tipo de cambio. Bajo los supuestos tradicionales del modelo monetario, se verifica la existencia de una relación inversa entre ambas variables. Esto se debe a que ante un mismo desequilibrio monetario, si el tipo de cambio muestra una menor variabilidad, el efecto saldos reales actúa en forma más débil y por ende tiene que ser mayor el «esfuerzo» que realice la tasa de interés a fin de adecuar la demanda de dinero a los nuevos fundamentos. No obstante, una vez que se considera la posibilidad de choques a la ecuación de arbitraje, los resultados pasan a depender de la amplitud de la banda, de la importancia relativa de los choques y de la elasticidad interés de la demanda de dinero. El modelo propuesto permite considerar distintos escenarios de amplitud de bandas, así como tomar en consideración la importancia relativa de las distintas fuentes de perturbación. Las ecuaciones básicas son las siguientes: m - p = ky - λi - v (1) i = i* + E(ds / dt) + w (2) s = p - p* (3) 17 Donde m, p, y s representan respectivamente, los logaritmos de la oferta monetaria, nivel de precios, ingresos y tipo de cambio, i representa la tasa de interés doméstica y los asteriscos identifican las variables externas. Por último, v y w recogen las perturbaciones aleatorias que afectan los fundamentos y la ecuación de arbitraje. Estas últimas pueden tener su origen en cambios en las expectativas de realineación, choques a la tasa de interés externa o a la prima de riesgo. Se supondrá que estas variables siguen un proceso Weiner con media cero y varianzas σ2v y σ 2w Sustituyendo (2) y (3) en (1) y normalizando las variables externas, se obtiene: llamando s = (m + v + λw) + λ E (ds / dt) (4) x = m+ v + λ w (5) la ecuación (4) puede ser escrita como: s(x) = x + λ E (ds / dt) (6) despejando E (ds / dt) de (4) y sustituyendo en (2), se obtiene: i - i* = δ = [ s(x) - m - v] / λ (7) Utilizando las ecuaciones (6) y (7) es posible encontrar las varianzas del tipo de cambio y del diferencial de tasas de interés (ver Apéndice II). En el primer caso se tiene: 18 III. Política monetaria y credibilidad del esquema cambiario en un modelo ampliado de bandas En esta sección se describe el comportamiento del tipo de cambio en una banda donde las autoridades mantienen un objetivo de tipo de cambio nominal y los precios muestran un comportamiento aleatorio, afectando el ajuste del mercado de bienes a través del efecto que se produce sobre los saldos reales y el tipo de cambio real. Para ello, es necesario incorporar una ecuación de demanda agregada que depende inversamente de la tasa de interés real esperada y directamente del tipo de cambio real. También se añade una ecuación de inflación, que se encuentra determinada por la diferencia entre la demanda agregada y el nivel de producto potencial. Esta mayor complejidad impide obtener una ecuación explícita para el comportamiento del tipo de cambio al interior de la banda. No obstante, sí es posible realizar algunas inferencias sobre los mecanismos de transmisión que permiten el ajuste ante una perturbación aleatoria del nivel de precios y las condiciones bajo las cuales se puede estar en presencia de una banda inestable. El sistema de ecuaciones viene representado por: m - p = ky –λi (14) y = -ψ (i–π) + n (s - p) (15) E(ds) = (i –i*) dt (16) dp = ø (y – –y) dt + σ dz (17) π = E (dp) / dt (18) 23 Partiendo del sistema anterior, podemos encontrar una solución funcional implícita de la forma siguiente: s = m + f (p -m) (22.1) Aplicando el diferencial de ITO a (22.1): ds = f '(p - m) dp + 1 f '' (p - m) d p 2 2 (23) Aplicando valor esperado y teniendo en cuenta9 que E(dp2) = σ2 dt E (ds) = f ' (p - m) E (dp) + σ 2 f '' (p -m) dt 2 (24) Tomando de (22) E (ds) y E (dp) y luego sustituyendo en (24) se obtiene: 1 σ 2 f " (p - m) +[a11 (p-m) + a12 f (p-m)] f ' (p-m) - [a21(p-m) + a22f (p-m)] = 0 (25) 2 Donde aij representa el elemento correspondiente a la fila i y a la columna j de la matriz A. A partir de (25) no es posible encontrar una solución explícita al sistema (22), no obstante se puede describir su comportamiento cualitativo a partir de la solución determinística. En primer lugar, podemos apreciar que el sistema presenta sólo dos soluciones lineales que se corresponden con el brazo estable e inestable del Sistema Determinístico (ver Apéndice I) y que equivale a anular el término σ2 en (25). Además, por ser (25) una ecuación diferencial de segundo orden, requiere la imposición de dos condiciones de frontera, que en 9 dp=ø (y-y) dt + σdz donde por definición dz = ∈dt1/2, ∈ ~ N (0,1) De tal manera que: E [dp2 ] = Var∆p = E [(dp-dp)2] = E [(ø (y-y) dt + σdz - ø (y-y) dt)2] = E [(σdz)2]. Sustituyendo dz y teniendo en cuenta que E (∈2) = 1 se obtiene Var∆p = E (σ∈dt1/2)2 = σ2 dt 26 este caso serán: f(0) = 0 y -∞ < f' (0) < ∞ lo que implica que existe un conjunto infinito de soluciones que pasan por el origen, las cuales se representan en el gráfico 6. Dado que las soluciones tienen la propiedad de ser simétricas respecto al origen podemos considerar sólo el lado derecho del gráfico 6 a fin de identificar las propiedades cualitativas del sistema estocástico. Para este fin se debe determinar primero la pendiente de las soluciones al sistema determinístico. Esta pendiente puede ser encontrada a partir del sistema (22) teniendo en cuenta que E (dp) = dp. Es decir: g (p, s) = E (ds) = a11 p + a12 s E (dp) a21 p + a22 s (26) Las líneas rectas que cruzan el origen representan el vector estable (S) e inestable (U) y su expresión algebraica se deriva en el apéndice I. Las soluciones al sistema determinístico se representan mediante líneas punteadas que tienden al vector inestable a medida que t se incrementa y su forma se debe a la presencia de las raíces reales de signo opuesto que caracterizan un punto de silla. Por último, la línea recta de pendiente positiva (Y) representa las combinaciones de precios y tipo de cambio asociadas con una tasa de inflación esperada igual a cero. Como es de esperar por (26), las trayectorias que cruzan por esta recta muestran una pendiente infinita en dichos puntos. Para analizar el comportamiento del sistema estocástico, a partir de la información proporcionada por el sistema determinístico, se puede reordenar la ecuación (24) de la siguiente manera: f " = E (dp) (g (p, s) - f' ) σ2 / 2 (27) Conociendo la pendiente del sistema determinístico (22) y asumiendo distintos valores para la primera derivada de la función (f) 27 es posible deducir la convexidad o concavidad de la función solución del sistema estocástico. Por ejemplo, se puede partir del sector comprendido entre las rectas Y y S para derivar, a partir de allí, la curva continua 1, que corresponde al sistema estocástico. Partiendo del origen, se observa que independientemente del valor que se le quiera dar a f' (0) se cumple f' > g. Esto se debe a que en esta zona la pendiente más alta de g viene dada por la pendiente del vector estable, por su parte, f' tendrá una pendiente no menor que este valor. Adicionalmente, en la Zona I, se constata que E (dp) < 010 ya que nos encontramos por debajo de la línea Y. Todos estos elementos evaluados en la ecuación (27) implican la convexidad de la solución (f''>0). Al graficar la solución del sistema estocástico, se podría pensar que incrementos adicionales de p, que nos situarán sobre la recta Y harían cambiar la convexidad de la curva, ya que E (dp) > 0, no obstante, a partir de este punto, g se hace positiva y mayor a f', con lo cual se mantiene la convexidad. Sin embargo, y dado que la convexidad implica que f' crece con incrementos en p, y que además g presenta un comportamiento decreciente, se observa que existe un punto representado en A, a partir del cual f' > g cambiando así la solución a ser cóncava (F'' < 0). A partir del punto A la solución sigue una trayectoria que converge hacia la senda inestable. Es importante señalar que no es factible que la curva solución cruce la línea punteada y diverja del brazo inestable, ya que la divergencia requiere f' < g lo que es incompatible con la concavidad. En la Zona II comprendida entre el vector inestable y el eje de las ordenadas, se puede deducir el comportamiento de la curva solución identificada como 2. Al igual que en el caso anterior, independientemente de la pendiente de f en el origen, se verifica que f' > g. Esto se debe a que el valor máximo alcanzable por g tiende a la pendiente del valor inestable U, mientras el valor mínimo de la pendiente de la función f, que parte del origen también viene dado por este parámetro. Este elemento combinado con E (dp) > 0, debido a que nos encontramos por encima de la recta Y garantiza la 10 La recta Y viene dada por S = a11/a12 -P 28 III.1 Funcionamiento de la banda nominal Para derivar el comportamiento del tipo de cambio al interior de la banda se puede recurrir al gráfico (7). En el panel (A) se recogen las combinaciones de ingreso y tasa de interés que permiten el equilibrio en el mercado monetario (LM), bienes (IS) y equilibrio externo (FB). La curva LM puede derivarse a partir de la ecuación (14), de la siguiente manera: i= 1 [m - p + Ky] λ (28) Sustituyendo (22) en (18) y el resultado en (14) se obtiene la curva IS: y= 1 {-ψ(i - øy) + n (s - p) } (1- ψ ø) (29) La pendiente negativa de la curva IS,11 indica que un incremento en el nivel de ingreso genera alzas en el nivel de precios, que reducen la tasa de interés real esperada pero en una magnitud que no es suficiente para expandir la demanda agregada en un monto similar a la expansión del ingreso, lo que obliga a una reducción en la tasa nominal de interés a fin de preservar el equilibrio. Por último, la curva FB de equilibrio externo viene dada por la ecuación (16) y se representa como una línea horizontal que, en el momento inicial, se encuentra ubicada sobre el eje de las absisas, bajo el supuesto de que en principio las expectativas de depreciación son cero. 11 Se excluye la posibilidad de una pendiente positiva, pues suponemos 1- φ λ -nK > 0, ver Apéndice I. 30 Partiendo del punto 0, se observa que un incremento aleatorio en los precios produce un desplazamiento hacia arriba de la curva PP en el panel (C), que eleva los precios hasta p1. Este incremento genera una contracción de los saldos reales que desplaza la LM de LM0 a LM1, y una apreciación del tipo de cambio real que desplaza la curva IS de IS0 a IS1. Siendo el desplazamiento de esta última menor,12 se termina produciendo un incremento de la tasa de interés interna al punto 1. No obstante, el incremento de precios también genera expectativas de depreciación que desplaza la FB de FB0 a FB1.13 Aparece, entonces, un superávit en balanza de pagos que aprecia el tipo de cambio y reduce aún más el tipo de cambio real, produciendo un nuevo desplazamiento de la IS hacia la izquierda y un efecto deflacionario, producto de la caída del ingreso que desplaza la LM de LM1 a LM2, y de FB1 a FB2 alcanzándose el equilibrio final en el punto 2, donde la tasa de interés ha registrado un incremento a i2, el tipo de cambio se ha apreciado a s2 y los precios se han incrementado hasta p2. 12 Partiendo de las ecuaciones (15) y (16) podemos determinar los desplazamientos relativos de las curvas IS y LM ante una variación de precios: dy dp |IS | | n =- < 0; (1- φψ) dy | 1 | =dp |LM K dy < 0 donde | | < dp |LM dy | | dp |IS siempre y cuando se cumpla nK + ψφ > 1, implicando que un incremento de precios eleva la tasa de interés interna. 13 El desplazamiento de la curva FB, se sitúa siempre por debajo del punto 1, gracias a que se supone la existencia de una banda creíble. Si la FB se situara por encima del punto 1, surgirían expectativas de depreciación, en una situación en la cual el tipo de cambio sube por el déficit externo. 32 III.2 Política monetaria y sostenimiento del tipo de cambio nominal El hecho de que el tipo de cambio sea tangente a los límites de la banda indica que el régimen es creíble, al igual que en el modelo monetario de Krugman, solamente que, en este caso la variable sujeta a shocks aleatorios no es la demanda de dinero sino los precios. Sin embargo, existen algunas particularidades de modelo que resultan pertinentes analizar. En primer lugar, el ajuste monetario necesario para mantener invariable el tipo de cambio nominal frente a choques en los precios, es menos que proporcional a la variación de éstos. Específicamente, el ajuste monetario viene dado por la siguiente ecuación, la cual se deriva de (22) una vez que hacemos E(ds) = 0: m= a21 a21 s p_ a21 + a22 a21 + a22 (30) La ecuación (30) muestra que el coeficiente que acompaña a P es menor a 1 dado el valor positivo de a22. La explicación a este fenómeno se encuentra en el mercado de bienes, ya que la apreciación del tipo de cambio real deprime el nivel de ingreso y alivia los efectos de la perturbación monetaria sobre el tipo de cambio. Una segunda particularidad del modelo es que los precios no se encuentran acotados, como sí lo estaban los fundamentos en el modelo de Krugman. Es decir, que es posible mantener entre los límites deseados al tipo de cambio nominal independientemente del nivel de precios siempre y cuando se produzca el ajuste monetario necesario. Una vez que el tipo de cambio toca uno de los bordes, la autoridad monetaria tiene dos posibilidades ante un shock que eventualmente pudiera «perforar» la banda. Una de ellas es realizar la intervención monetaria necesaria para mantener el tipo de cambio en el borde, es decir, responder frente a la variación de precios de acuerdo con la ecuación (30); la otra es dar una respuesta mayor a la requerida e impulsar el tipo de cambio al interior de la banda. El primero de los escenarios se puede representar como sigue: 33 donde la intervención del Banco Central acota la variabilidad de los fundamentos. A partir del punto C los agentes se forman expectativas de depreciación cero que implican, dada la condición de arbitraje definida en (16) que las tasas de interés (que habían subido) deben ubicarse a los niveles internacionales, lo cual sólo es posible con un incremento discreto en la oferta monetaria, tal y como se muestra en la parte inferior del gráfico (8). El ajuste discreto de la oferta monetaria requiere de un conocimiento muy detallado sobre el comportamiento de todos los parámetros en la economía, razón por la cual podría ser conveniente replantear la regla monetaria a fin de evitar que el tipo de cambio permanezca en los límites de la banda por algún tiempo. Para ello, se puede suponer que las autoridades monetarias deciden impulsar el tipo de cambio al interior de la banda a través de fuertes intervenciones cuando éste se aproxima a uno de los extremos. En el gráfico (9) se representa la situación anterior. La curva que cruza el origen muestra el comportamiento del tipo de cambio al interior de la banda en el momento inicial. Supongamos que se produce un incremento de precios que aprecia el tipo de cambio nominal hasta el punto A, las autoridades entonces podrían expandir la oferta monetaria a fin de mantener el tipo de cambio al interior de la banda, por ejemplo en s1. Esta regla de política haría surgir una nueva curva para el tipo de cambio a la derecha de la original sin que las expectativas de depreciación lleguen a anularse, ya que no se espera que el tipo de cambio permanezca sobre uno de los extremos. Sin embargo, a partir de este momento el tipo de cambio se mantendrá, en promedio más depreciado, lo cual también origina que el nivel de ingreso tienda a situarse por encima de su nivel potencial. A partir de este punto, el tipo de cambio se acercará más al extremo superior (por la expansión de los saldos reales y la caída en la tasa de interés) y las intervenciones estabilizadoras actuarán en dirección contraria a la inicial, es decir, contrayendo la oferta monetaria. Esto implica que existe una tendencia global a que la solución se desplace hacia la simetría (respecto al origen). 35 III.4 Análisis de una banda de tipo de cambio real La fijación de un objetivo de tipo de cambio real hace que las autoridades monetarias pierdan control sobre la liquidez, con lo cual el tipo de cambio deja de funcionar como “ancla nominal de los precios”. Adicionalmente, un objetivo de tipo de cambio real impide que la economía se ajuste correctamente a los choques reales, generando una inflación persistente que entra en clara contradicción con los objetivos del Banco Central. Al igual que en la banda nominal, es posible identificar el surgimiento de una banda real inestable. El mecanismo de transmisión que explica esta posibilidad es algo complejo, sin embargo, puede ser resumido de la siguiente manera: un incremento aleatorio inicial de los precios, genera alzas en la tasa de interés y una caída en el nivel de actividad económica que modera los incrementos de precios de origen estocástico. La reducción en la demanda agregada por debajo de su nivel potencial hace que surjan expectativas de deflación. Simultáneamente, y puesto que el Banco Central sigue una regla de tipo de cambio real, se generarán expectativas de una depreciación nominal. Como se observa, un incremento aleatorio en el nivel de precios genera inequívocamente expectativas de una depreciación real por dos vías: caídas esperadas en el nivel de precios y alzas esperadas en el tipo de cambio nominal. No obstante, el tipo de cambio real (observado) puede apreciarse o depreciarse dependiendo de si los incrementos en el tipo de cambio nominal, son menores o mayores que las variaciones en el nivel de precios. Es por ello que es posible la aparición de una banda real inestable, en el sentido de que el tipo de cambio real puede depreciarse y sin embargo, surgen expectativas de una mayor depreciación real y viceversa (Miller y Weller, 1991, A y B). Para modelizar esta situación se puede definir c = s - p y l = m-p donde c y l representan el tipo de cambio real y los saldos reales respectivamente. A continuación se puede expresar el sistema (22) en términos reales como sigue: 39 dl E (dc) = B ldt cdt + σ dz 0 (31) donde: B = 1 -øψ − øλ n ∆ -1 (K − λ ø)n De tal manera que podemos asumir que existe una relación entre el tipo de cambio real y los saldos reales que puede expresarse como: c = g (1) (32) Aplicando el diferencial de ITO se obtiene: σ2 g" (I) + [B11 I + B12 g (I)] g' (I) - [B21 I + B22 g (I)] = 0 2 (33) Donde Bij representa el correspondiente elemento en la matriz B. Para determinar cuáles de las infinitas soluciones (33) corresponden a una banda real creíble es necesario imponer las condiciones de frontera apropiadas. Es decir, aquellas que permiten que la trayectoria del tipo de cambio real sea tangente a los bordes de la banda. De tal manera que la solución para una banda real creíble puede representarse de la siguiente manera: 40 alzas en la tasa de interés, una caída en el nivel de actividad económica que modera los incrementos de precios de origen estocástico. Al mismo tiempo surgen expectativas de depreciación nominal a fin de mantener el tipo de cambio real al interior de la zona objetivo. Estos elementos aseguran que un incremento de precios genere inequívocamente expectativas de una depreciación real. No obstante, el tipo de cambio real puede apreciarse o depreciarse dependiendo de si las variaciones en el tipo de cambio son menores o mayores que la variación en el nivel de precios. Cuando el tipo de cambio se aprecia se está en presencia de una banda real inestable. 42 IV. Evidencia empírica En esta sección, se estudia la credibilidad del esquema cambiario en Venezuela analizando el grado de correlación que existe entre la posición relativa del tipo de cambio al interior de la banda (con respecto a la paridad central) y el comportamiento de la tasa de interés. En el modelo monetario de Krugman dicha relación debe ser inversa si la banda es creíble, ya que cuando el tipo de cambio se acerca al límite superior, surgen expectativas de apreciación y, dado que la tasa de interés externa se mantiene constante, esto debe generar una caída en las tasas de interés internas a fin de conservar la paridad cubierta de intereses. Esta caída en la tasa de interés contribuye a incrementar la demanda de dinero y resolver el desequilibrio monetario causante de la depreciación. Otra forma de analizar la credibilidad del esquema cambiario es estudiar la volatilidad de las variables. Si la banda es creíble debe producirse una disminución en la volatilidad del tipo de cambio cuando se acerca a los extremos de la banda, es decir, la presencia de un efecto smooth pasting. Por su parte, si no existen choques a la ecuación de arbitraje, la presencia de una banda creíble debería implicar un aumento en la volatilidad de las tasas de interés en la medida en que el tipo de cambio se acerca a los límites de la banda (ver sección II). Inversamente, cuando la banda no disfruta de credibilidad, las variaciones del tipo de cambio podrían generar expectativas de mayores depreciaciones, ya que esto se interpreta como una señal de debilidad del Banco Central. En estas circunstancias, el diferencial de tasas de interés debería mostrar una correlación positiva con los aumentos del tipo de cambio al interior de la banda. No obstante, el problema puede resultar más complejo en la medida en que la política de intervención intramarginal distorsiona el comportamiento del tipo de cambio impidiendo que éste refleje los resultados que se obtendrían en presencia de libre flotación al interior de la banda. Sin embargo, el estudio del comportamiento de las ventas netas de divisas del Banco 43 Central evidencia que la política de intervención moderó las fluctuaciones del tipo de cambio, pero no revirtió la tendencia. Existen razones para pensar que la banda cambiaria en Venezuela ha disfrutado de cierto grado de credibilidad, ya que las reservas internacionales registraron importantes niveles durante el período de estudio y el tipo de cambio siempre se situó por debajo de la paridad central con una reducida volatilidad. Esto, podría mostrar que el Banco Central ha tenido la capacidad de enfrentar choques adversos sobre el sector externo y que además, ha tenido la capacidad de sostener el ancla cambiaria mediante la utilización activa de sus instrumentos de política y en particular de la venta de divisas. Por otra parte, tal y como se señaló en la primera sección de este trabajo, la existencia de una posible correlación inversa entre la posición del tipo de cambio al interior de la banda y el diferencial de tasas de interés, abogaba a favor de la credibilidad del esquema cambiario. En lo que sigue se intenta verificar dicha hipótesis utilizando series semanales y diarias para el tipo de cambio y la tasa de interés. La metodología contempla el cálculo de la varianza condicional para ambas variables mediante la utilización de un modelo Garch y la medición del grado de asociación que existe entre el riesgo de tasas de interés y tipo de cambio. Para las series semanales de tipo de cambio se recurre a la cotización de cierre para los días viernes de cada semana, mientras que el diferencial de tasas de interés se mide como la diferencia entre la tasa de interés pasiva a 90 días de los 10 principales bancos del sistema bancario comercial y la tasa de interés externa a 90 días para letras del tesoro de los Estados Unidos. Los datos comprendieron desde enero de 1997 hasta octubre de ese mismo año, para un total de 45 observaciones. El gráfico 12 muestra, en el eje de las abcisas, la razón tipo de cambio-paridad central (identificada como ER), mientras que en el eje de las ordenadas se muestra el diferencial de tasas para observaciones semanales de 1997. La línea de regresión de pendiente negativa, que relaciona ambas variables, muestra que los períodos en los cuales el tipo de cambio se ubicó cercano al límite inferior de la 44 Para la estimación del modelo GARCH fue necesario diferenciar el tipo de cambio pues mostró la presencia de una raíz unitaria. No obstante, la serie de tasa de interés fue estacionaria en niveles. Las pruebas de estacionaridad correspondientes se reproducen en la tabla N° 1. Los residuos brutos de las regresiones mostraron ser heterocedásticos en ambos casos tras una regresión simple con la constante. Sin embargo, tras la aplicación de un proceso GARCH este test mostró que no se pudo remover la heterocedasticidad de los residuos. Los resultados correspondientes al test de ADF y el modelo GARCH se resumen en la tabla 1 y la estimación condicionada del error estándar para el tipo de cambio (DSTC) y de la tasa de interés (DSTOVER) se muestra en el gráfico 15. TABLA N° 1 TEST DE RAÍZ UNITARIA ADF 1% CRITICAL VALUE*(-3.4522) Primera diferencia del tipo de cambio -19.20942 Tasa overnight -6.967601 Modelo GARCH para el tipo de cambio coeficiente Modelo GARCH para la tasa de interés estadístico-t prob. coeficiente estadístico-t prob. 0.645992 0.5187 0.064305 0.923330 0.356 0.15 2.918642 0.0038 2.655062 16.69592 0.00 GARCH (1) 0.60 5.418214 0.0000 0.324831 32.02539 0.00 C 5.57E-07 ARCH (1) 47 A fin de chequear el comportamiento de las expectativas en el entorno de variabilidad promedio del tipo de cambio, es posible considerar una situación en la cual se tome como referencia la existencia de una minibanda. Debido a que no existe un anuncio oficial a este respecto, es posible suponer una situación en la cual los agentes económicos consideren que la «verdadera» banda es aquella cuya paridad central está determinada por el comportamiento tendencial del tipo de cambio. El gráfico 17 ilustra el comportamiento de las variables consideradas en este análisis. La línea suavizada de la parte superior del gráfico muestra el comportamiento tendencial del tipo de cambio (TC) calculado a través del filtro de Hodrick-Prescott (TREND1) cuyos valores se corresponden con el eje derecho del gráfico y la línea continua inferior muestra el comportamiento de una variable que mide el porcentaje de desviación del tipo de cambio observado con respecto a la paridad central hipotética (YA). Calculando la volatilidad del tipo de cambio con respecto a su componente cíclico se encontró, para el período del 3 de enero al 31 de octubre, una correlación positiva entre la posición relativa del tipo de cambio y su variabilidad, es decir, evidencia a favor de la existencia de una minibanda inestable. Esta aparente inestabilidad de la «minibanda» también está presente en el año 96 cuando la variabilidad condicionada del tipo de cambio y la posición relativa alcanza 33%. Aunque en forma muy débil, en el primer período la varianza condicionada de la tasa overnight muestra una relación positiva con la posición del tipo de cambio al interior de la banda (13%), y una relación inversa para el segundo (-10%). Debido al bajo nivel de correlación es difícil establecer alguna conclusión, más aún cuando se tiene en consideración el hecho de que, si la banda realmente mostró un comportamiento inestable, la volatilidad del diferencial de tasas debió ser inequívocamente positiva al alejarse el tipo de cambio de la paridad central. 50 Apéndice I: Solución al sistema determinístico Haciendo m = 0 podemos expresar el sistema recogido en (9) de la siguiente manera: P = a11 P + a12 S (1) S = a21 P + a22 S Cuya ecuación característica viene dada por: (A - λI)x = 0 (2) La existencia de una solución no trivial (P=S=0) exige: |A - λI | = 0 (3) Es decir: λ2 - (a11 + a22 ) λ + (a11 a22 - a21 a12) = 0 (4) Lo que implica: λ12 = {(a11 + a22) ± [ (a11 +a12)2 - (a11 a22 - a21 a12)]1/2 } 52 (5) Para determinar si las raíces son reales o imaginarias es necesario conocer el signo de (a11 a22 - a21 a12) (a11 a22 - a21 a12 ) = 1 [ -ø ψ − λn) Kn - øλn (1 -kn - øψ)] ∆ Aplicando propiedad distributiva y agrupando términos: (a11 a22 - a21 a12) = -øn < 0 ∆ Lo que implica que existen dos raíces no imaginarias. Una positiva (λ 1 > 0) que está asociada a la senda inestable y una negativa (λ 2 < 0) asociada a la senda estable, siendo la solución un punto de silla. Para determinar las soluciones particulares correspondientes al brazo estable e inestable se sustituyen las raíces (5) en (3), lo cual para λ 1 conduce a: S= (λ1 _ a11) a21 P P= a12 (a22 _ λ1 ) (6) Sustituyendo a11 y a22 por sus respectivos valores S = λ1 ∆ + ø (ψ + λn) P ⇒ ds > 0 kn dp (7) En el caso de la solución inestable se obtiene: S= a21 (λ2 _ a22) (a11 _ λ2)P P= a12 53 (8) Sustituyendo los valores de a21 y a12 se obtiene la expresión algebraica correspondiente: _ S = (kn+ø 1) p ⇒ ds < 0 ⇔ kn +øψ < 1 (kn+∆λ2) dp (9) Se puede demostrar que las soluciones encontradas en (6) y (8) representan soluciones del sistema estocástico sustituyéndolas en la ecuación (25) de la página 26 y haciendo F"(p) = 0. 54 Apéndice II: Varianza condicional para una función de variables estocásticas Sea y = g (x) una función cuyo dominio relevante es [a - ε, a + ε], con ε diferente de cero, y conociendo el valor de la función en a, podemos aproximarnos a g(x) mediante una serie de Taylor. y = g (x) = g (a) + g'(x - a) + g" (x - a)2 +… + g" (x - a)" 2 n! (1) Sea x~n (x, σ 2) podemos reescribir (1) de la siguiente manera: y = g (x) = g (x) + g' (x - x) +g" (x - x)2 +…… + g" (x - x)" 2 n! (2) Aplicando a (2) el operador Esperanza y despreciando los términos de exponente mayor a 2, obtenemos la siguiente expresión y = E (g (x)) = g (x) + g"σ 2x 2 (3) De la definición de varianza, obtenemos la siguiente expresión20 E ( y 2 ) = σ 2y + y 2 (4) Aplicando (3) a la función g2(x) y considerando (4), queda 21 E (g2 (x) ) = σ 2y + y 2 =g2 (x) + [g' 2 (x ) + g (x) g" ( x)]σ 2x 55 (5) tomando y de (3), sustituyendo en (5) y operando, resulta la siguiente expresión: σ 2y = ( g ' ) 2 σ 2x (6) 20 Si σ 2y = [E ( y _ y ) 2 ] = E ( y 2 _ 2 y y + y 2 ) = E (y 2) _ 2 y E (y) + y 2 σ 2y = E ( y 2) – 2 y 2 + y 2 ⇒ E ( y 2 ) = σ 2y + y 2 21 Si f (x) = g 2 ( x ) ⇒ f ' ( x ) = 2 g ( x ) . g' (x) y f " ( x ) = 2 [ g" ( x ) . g ( x ) + g 2 ( x ) ] 56 Conclusiones Del análisis empírico sobre el funcionamiento de la banda cambiaria en Venezuela desde su implementación en 1996, puede afirmarse que no existe evidencia sobre un posible efecto estabilizador en el sistema de bandas cambiarias, lo que puede estar relacionado con la política de realineamientos que afecta la credibilidad, pero también por las características que ha adoptado el comportamiento del tipo de cambio al interior de la banda. Por su parte, la baja correlación mostrada por la volatilidad del tipo de cambio y su posición al interior de la banda permite afirmar que, de existir, el efecto smooth pasting es muy leve, lo cual puede explicarse a través de las particularidades que, a una banda cambiaria con una tasa de deslizamiento, otorga el mantenimiento de un tipo de cambio estable. De hecho, en la mayor parte del período considerado el tipo de cambio se encontró muy lejos del límite inferior (por lo menos en términos relativos), razón por la cual los parámetros anunciados debieron ser poco significativos en el proceso de formación de expectativas cambiarias. Por otra parte, resulta interesante notar que la tasa de interés parece no reaccionar al comportamiento del tipo de cambio. Durante el período de estudio, los choques experimentados en el mercado cambiario no se reflejaron sobre la tasa overnight independientemente de que estos choques fueran medidos a través de las variaciones del tipo de cambio nominal o la venta de divisas. Se desconocen las razones que pueden estar ocasionando esta aparente disociación entre el mercado interbancario y el cambiario, aunque una elevada elasticidad interés de la demanda de dinero (reservas bancarias), el mantenimiento de un elevado nivel de reservas excedentes y una política de intervención intramarginal que prioriza la estabilidad cambiaria, son algunos de los elementos que pueden contribuir a explicar este fenómeno. 57 La credibilidad del esquema cambiario depende en gran medida de la política de intervención del Banco Central y del grado de amplitud de la minibanda. Si la variabilidad del tipo de cambio es tan reducida que la mayor parte de los cambios interdiarios están cercanos a cero, los agentes económicos pueden percibir estas variaciones como manejos del Banco Central cuya función es ir deslizando paulatinamente el tipo de cambio a fin de guiarlo hacia un nivel objetivo. De ser este el caso, los agentes económicos tendrán dificultades para identificar los cambios de corto plazo, producto de las variaciones en la demanda de dinero, de aquellos relacionados con la política de deslizamiento de la banda cambiaria. En estas circunstancias, cualquier desvío de significación por encima de la tasa de deslizamiento estimada por los agentes puede ser interpretada como un cambio fundamental que afectará la tendencia del tipo de cambio, otorgando propiedades de inestabilidad al sistema cambiario y en particular a la minibanda cambiaria, que funcionaría en forma muy similar a un crawling peg o a un régimen de tipo de cambio fijo. Una posible solución a este problema, en momentos en los cuales se considera que la «excesiva» variabilidad del tipo de cambio puede ser perjudicial, como esta quiera medirse, es simplemente fijar el tipo de cambio. No obstante, en este último caso el compromiso cambiario es mucho mayor, y por ende la rigidez del tipo de cambio real para enfrentar un choque externo. En este sentido, si se desea conservar cierta flexibilidad y al mismo tiempo observar un efecto estabilizador en el comportamiento de las expectativas, se requiere permitir mayores fluctuaciones al interior de la banda utilizando menos activamente las ventas netas de divisas. 58 Referencias Bibliográficas DORNBUSCH, R. (1987): Exchange Rate Economics: 1986. The Economic Journal N° 97. March 1987. Págs 1-18. Great Britain. DORNBUSCH, R. (1988): Real Exchange Rate and Macroeconomic: a Selective Survey. National Bureau of Economic Research (NBER), Working Paper Series, Nº 2.775. 1988, Cambridge, MA. USA. FRENKEL J. 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