Mitología en el Museo del Prado

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PASEO MITOLÓGICO POR EL MUSEO DEL PRADO
INTRODUCCIÓN:
El Museo del Prado es una de las más grandes pinacotecas del mundo, en la que tienen cabida gran número de
obras salidas de las manos del género humano. Entre ellas, contiene la colección más grande de pintura
española seguida por muy importantes obras de las escuelas flamenca e italiana además de otras procedentes
de Francia, Holanda, Alemania e Inglaterra, preferentemente.
El edificio de Villanueva, inaugurado en 1.819 es el núcleo central del Museo del Prado. Ejemplo de la
arquitectura neoclásica, expone hoy las colecciones de obras de arte anteriores al siglo XIX. El Casón del
Buen Retiro, edificio anexo, alberga la colección de pintura del XIX y contemporánea, así como el Guernica
de Picasso.
El arte basado en episodios y escenas de la mitología clásica, griega y romana tiene una amplia representación
en el Prado, tanto en número de obras como en variedad de artistas, la mayoría de los cuales son muy
conocidos y representativos. Casi todas las obras son pinturas, que se encuadran cronológicamente entre los
siglos XV y XIX, aunque también hay algunas esculturas. Hay obras muy bellas, interesantes y tratadas con
gran delicadeza y sensibilidad. Igualmente hay obras maravillosas y muy conocidas en otros museos que no
son el del Prado como La Venus del Espejo, de Velázquez−National Gallery of London; Apolo y Dafne, de
Bernini−Galería Borghese en Roma, etc.
Tras hacer una visita al Museo del Prado y tomar apuntes sobre las obras de mitología que iba contemplando,
compré un libro a la salida del museo, un CD−ROM sobre pintura del Museo del Prado y algunos familiares
me prestaron otros libros sobre mitología y sobre arte, y a partir de las obras que había observado en el museo
he ido elaborando el trabajo consultando en estos libros y en el CD−ROM para ampliar datos. No me ha sido
posible poner en el trabajo todas las obras que vi, sino que lo he hecho sobre las que más me han gustado y
sobre las realizadas por los artistas más conocidos.
En un principio no estaba muy entusiasmado con la realización de un trabajo sobre mitología porque tenía
pocos conocimientos acerca de este tema y no sabía por donde empezar, pero tras la visita al Museo del Prado
(que, para ser sincero, era la primera que hacía) viendo tantas obras bonitas y antiguas, me empecé a interesar,
principalmente por saber quiénes eran los personajes representados, sus vidas, sus amores, sus aventuras, las
relaciones que tenían unos con otros. La verdad es que se podría hacer una revista del corazón, una serie de
TV o un programa rosa sobre los dioses. Sus vidas son tan ajetreadas como las de muchos famosos actuales; la
verdad es que son dioses muy humanos.
PINTURA MITOLÓGICA ESPAÑOLA:
1.− LA FRAGUA DE VULCANO − Diego Velázquez. 1.630 (223 x 290 cm)
Esta obra relata el momento en el que Apolo informa a Vulcano, que está trabajando en su fragua elaborando
una coraza para Aquiles (el héroe aqueo, hijo de la ninfa Tetis y Peleo, de la Ilíada de Homero que relata la
guerra de Troya) junto a cuatro cíclopes aprendices, del adulterio de su esposa Venus (Afrodita en la
mitología griega), que le engaña con Marte (Ares para los griegos). La composición se basa en una estructura
esencialmente vertical, con las figuras escalonadas en el espacio de la fragua, a la búsqueda del efecto de
profundidad espacial y de una síntesis y un equilibrio en la disposición de las figuras. Luminosa y más clara la
del dios Apolo, envuelta en un manto rojo−anaranjado, en contraste con el grupo de Vulcano y los cuatro
ayudantes, sorprendidos en sus actitudes por la llegada de Apolo, individualizados en los volúmenes de los
cuerpos por la luz y reunidos por la estructura de la composición. Como en las obras precedentes, los colores
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varían desde los tonos de los ocres claros, después más oscuros, hasta los marrones de tierra tostada, con las
dos tonalidades encendidas del manto de Apolo y del trozo de metal incandescente sobre el yunque.
Apolo, hijo de Júpiter (el dios principal en la mitología romana, llamado Zeus en la griega) y Letona (hija de
un titán), y hermano gemelo de Diana (Artemisa para los griegos), era el dios griego y romano de los oráculos
o profecías, de la Medicina (arte que enseñó a los humanos), de la Poesía, de las Artes, de la Verdad, de los
Rebaños, del Día y del Sol, por eso también se le llamaba Febo en Grecia. También se le llamaba Délico por
el lugar de su nacimiento, y Pitio, por haber matado a Pitón, la legendaria serpiente que guardaba un santuario
en las montañas del Parnaso. Mientras que su hermana era la guardiana de las muchachas, Apolo protegía de
modo especial a los muchachos. Solía otorgar el don de la profecía a aquellos mortales a los que amaba, como
a la princesa troyana Casandra. Apolo era un excelente músico que deleitaba a los dioses tocando la lira. Era
también un arquero diestro y un atleta veloz, acreditado por haber sido el primer vencedor de los juegos
olímpicos. Nació en la isla de Delos y tenía en Delfos, el lugar de su victoria sobre Pitón, un oráculo y un
santuario famoso. Algunos relatos describen a Apolo como despiadado y cruel. Según la Ilíada de Homero,
Apolo respondió a las oraciones del sacerdote Crises para obtener la liberación de su hija del general griego
Agamenón arrojando flechas ardientes y cargadas de pestilencia al ejército griego. También raptó y forzó a la
princesa ateniense Creusa, a quien abandonó con el hijo nacido de su unión. Tal vez a causa de su belleza
física, Apolo era representado en la iconografía artística antigua con mayor frecuencia que cualquier otra
deidad.
Vulcano (Hefesto en la mitología griega) es el dios del Fuego y del Metal para los romanos, hijo de Júpiter y
de su hermana y esposa Juno. Feo y deforme, fue precipitado por su madre desde lo alto del Olimpo, cayendo
en la isla de Lemnos, por lo que quedó cojo; estableció bajo el volcán Etna sus forjas, donde trabajaba con los
cíclopes. Se casó con Venus, pero su esposa le era infiel a menudo. Tras enterarse de la infidelidad de ésta, la
expuso junto con Marte a la vergüenza de los demás dioses. Marte huyó a Tracia.
Venus, en la mitología romana, era originalmente la diosa de los jardines y los campos, después identificada
con Afrodita, la diosa griega del Amor y la Belleza. En la época imperial, era venerada bajo diferentes
aspectos: como Venus Genetrix, se identifica con la madre del héroe Eneas, el fundador del pueblo romano;
como Venus Felix, es la portadora de buena fortuna; como Venus Victrix, la portadora de la victoria; y como
Venus Verticordia, la protectora de la castidad femenina. Venus era la esposa de Vulcano, pero a menudo le
era infiel. Entre sus muchos amantes estaba Marte, el bello pastor Adonis y Anquises, padre de Eneas. De su
relación con Marte nació armonía o Hermíone, que luego se casaría con Cadmo. Era también la madre de
Cupido, dios del Amor.
Marte, hijo de Júpiter y de Juno, era el dios de la Guerra y una de las deidades romanas más importantes, ya
que era uno de los protectores de su vasto Imperio. Se unió a otras mujeres después de Venus, aunque sin
amarlas, porque ya no pudo olvidar jamás a la diosa del Amor. Fue también el padre de Rómulo, que junto
con Remo, fundó la ciudad de Roma en el siglo VIII a.C. Los romanos celebraban su fiesta el 27 de febrero y
el 14 de marzo, tradicionalmente la época del año en la que se preparaban nuevas campañas militares; le
sacrificaban toros, carneros y gallos. En el Campo de Marte se hacían carreras de caballos que definían
claramente la celebración. Los nombres del día martes y del mes de marzo derivan del nombre de este dios.
2.− MARTE − Diego Velázquez
Es un retrato del dios Marte, con bigote, sentado pensativo, semi−desnudo con un casco sobre la cabeza.
Sorprende esta representación de Marte tan poco convencional porque artísticamente suele ser representado
vigoroso, en actitud bélica, con una coraza en la que estaban grabadas las efigies de monstruos horrorosos
como Medusa, abierta la boca como fiera sedienta, los ojos desencajados, erizado el cabello protegido con un
casco, escudo y yelmo, y acompañado de un cortejo compuesto por la Ira, el Furor, la Crueldad, la Violencia,
la Devastación y la Ruina.
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3.− EL TRIUNFO DE BACO o LOS BORRACHOS − Diego Velázquez. 1.628 (165 x 225 cm)
Representa a Baco (Dyonisos para los griegos), dios del Vino y de la Alegría, colocando una corona de
hojas de vid a uno de sus seguidores en compañía de otros siete bebedores. La escena podría ser la parodia
de un episodio mitológico con intenciones satíricas con respecto a algún trabajo literario, o bien la
evocación de una fiesta realmente acaecida. Los críticos apreciaron reminiscencias de Caravaggio, de
Ribera y de Rubens. En esta obra hay, sobre todo, un retorno personal al Olimpo de Tiziano interpretado
por Velázquez con la misma espontaneidad con la que pintó a la gente de las calles y tabernas de Sevilla.
Nació así, de la interpretación naturalista del arte de Tiziano, el cuadro Los Borrachos, con un tema
perfectamente centralizado, los personajes aislados en sus volúmenes, definidos por nítidos contornos,
según un estudiado equilibrio en la composición y un malicioso juego de actitudes y expresiones. El
encarnado del cuerpo desnudo de Baco, realzado por los pliegues blancos de la ropa y por el rojo del
manto, resalta sobre los tonos cálidos de la escena. Es un cuadro que fascinó a los pintores posteriores.
Manet lo insertó en el Retrato de Emile Zola.
Baco nació de la unión de Júpiter con Semele, la cual, engañada por la celosa Juno, murió consumida por el
fuego que despedía la excelsa gloria de Júpiter al querer contemplar cómo era en realidad su amante. Baco, sin
embargo, pudo rescatar a su madre del infierno y elevarla a la morada de los dioses con el nombre de Tione.
4.− LA FÁBULA DE ARACNE o LAS HILANDERAS − Diego Velázquez. 1.657 (220 x 289 cm)
Los títulos de esta obra se refieren a la actividad de las protagonistas que están en primer plano y al interés de
las mujeres que acudían de toda Lidia para admirar los tejidos de Aracne, inventora del telar. La escena está
dividida en dos partes, o mejor dicho, en dos zonas. Una primera zona en la cual trabajan las hilanderas de la
fábrica madrileña al servicio de la Corte, con sus instrumentos en acción; una segunda zona, una especie de
escenario (un cuadro dentro del cuadro, o una ventana abierta en el espacio de la escena) en el cual tres
mujeres, tres espectadoras observan con interés la disputa entre Minerva (la Palas Atenea griega) con un
yelmo y Aracne en el centro, relatada en las Metamorfosis de Ovidio.
5.− LOS TRABAJOS DE HERACLES − Zurbarán.
Son doce cuadros mitológicos y cada uno de ellos representa un trabajo de este héroe, hijo de Zeus y de la
mortal Alcmena. Cuando contaba ocho meses de edad, Hera, celosa de Alcmena, envió dos enormes
serpientes para que lo matasen, pero Heracles (Hércules en la mitología romana) las ahogó con sus manos.
Fue educado por el centauro Quirón. Llegado a la edad adulta, realizó doce trabajos que le impuso su hermano
Euristeo a causa del rencor de la esposa de Zeus: matar al león de Nemea, dar muerte a la monstruosa hidra de
Lerna, capturar vivo al jabalí de Erimanto (antes de dar fin a este trabajo, liberó a Prometeo de su ignominioso
castigo), limpiar los establos de Augias, ahuyentar a las terribles aves del lago Estinfalo, domar al toro de
Creta, capturar las yeguas de Diomedes, apresar a la cierva Cerinitis, llevarse el cinturón de Hipólita, reina de
las amazonas, capturar los toros del gigante Gerión, robar las manzanas de oro del jardín de las Hespérides, en
cuya aventura separó Europa de África abriendo el estrecho de Gibraltar y poniendo en comunicación el
Atlántico y el Mediterráneo (para conmemorar esta hazaña se colocaron sendas columnas a cada lado del
estrecho de Gibraltar) y, por último, traer a la tierra al cancerbero, para lo cual realizó un viaje a los infiernos.
Se casó con Deyanira y mató al centauro Neso. Deyanira le entregó una túnica que corroyó el cuerpo de
Heracles. Enloquecido por el dolor, formó una pira en la cima del monte Eta y ordenó que le quemasen.
Solamente Filoctetes se atrevió a cumplir la orden, y recibió como premio el arco y las flechas del héroe.
Heracles fue llevado al cielo entre los dioses, que le hicieron inmortal como premio a estos trabajos, recibió el
perdón de Hera y contrajo matrimonio con Hebe.
6.− EL OLIMPO: LA BATALLA DE LOS GIGANTES − Francisco Bayeu.
Es un boceto del fresco que después pintaría en uno de los techos del Palacio Real de Madrid este pintor,
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cuñado de Goya.
Dueño del poder, Zeus lo compartió con sus hermanos Poseidón y Hades, a quienes dio respectivamente el
dominio de los ares y el de las mansiones subterráneas. Pero entonces fueron los gigantes (también llamados
titanes), nacidos de la sangre que brotó de la herida infligida a Urano, los que quisieron escalar el Olimpo, alta
montaña en cuya cima los dioses fijaron su morada. Los gigantes tenían forma de serpiente, su talla era
extraordinaria y su fuerza, monstruosa. Para asaltar la morada de los dioses, colocaron unas montañas sobre
otras y desde la cúspide atacaron con furia. Para vencerlos fue necesario el concurso de todas las divinidades
apiñadas en torno a Zeus y, tal como profetizara un oráculo, la intervención del mortal Heracles. Los gigantes
que no perecieron entonces fueron encerrados en los infiernos y la sangre que derramaron durante la batalla
engendró una raza de hombres perversos que Zeus ahogó anegándolos, salvo a Deucalión y a su esposa Pirra,
en el denominado diluvio de Deucalión, fiel reflejo de la tradición universal (igualmente, este matrimonio de
justos sobrevivió construyendo un arca).
7.− EL COLOSO − Francisco de Goya. 1.812 (116 x 105 cm)
La gigantesca figura que se yergue desnuda y amenazadora contra el cielo representa quizá a Marte, el dios de
la Guerra, símbolo del pánico, el caos y el terror de la muchedumbre que huye. Este óleo sobre tabla fue
realizado durante la guerra de la Independencia española, cuando los ejércitos de Napoleón invadieron nuestro
país, y su concepción parece anunciar ya la serie de pinturas negras.
8.− SATURNO DEVORANDO A UN HIJO − Francisco de Goya. 1.820 (146 x 83 cm.)
La representación del Tiempo destruyendo a los seres que él mismo crea, simbología de Saturno, se aviene
bien con el mundo de aislamiento y vejez en el que vivía Goya cuando pintó este lienzo, en el que el
expresionismo se revela con una visión aterradora.
Saturno, hijo de Urano y Gea es el dios de la agricultura entre los romanos. Era el marido de Ops, diosa de la
abundancia. Habiendo sido destronado por su hijo Júpiter, se instaló en el Lacio, donde hizo florecer la paz y
la abundancia y enseñó a los hombres la agricultura. Su reinado fue llamado Edad de Oro. Además de Júpiter,
entre los hijos de Saturno figuraban Juno, diosa del matrimonio, Neptuno, dios del mar, Plutón, dios de los
muertos y Ceres, diosa de los cereales. Durante las fiestas en su honor, llamadas saturnales, cada 17 de
diciembre, se rememoraba la edad de oro durante siete días. Todas las actividades se suspendían y se
postergaban ejecuciones y operaciones militares. Era un período de buena voluntad dedicado a los banquetes y
al intercambio de visitas y regalos. Un rasgo peculiar de este festival era la libertad que se daba a los esclavos,
quienes durante este tiempo ocupaban el sitio preferencial en la mesa familiar y eran servidos por sus amos.
Es el Cronos de los griegos.
ESCULTURAS:
39.− GRUPO DE SAN ILDEFONSO O CASTOR Y PÓLUX − Anónimo. Roma S. I a.C. (1,61 m de altura)
En esta escultura, los dos adolescentes pertenecen a estilos completamente diferentes: el de la izquierda,
praxitélico y el de la derecha, policlético. Esto ha hecho suponer que se trata de una obra del escultor griego
Praxíteles. Están representados en el momento de ofrecer un sacrificio a Perséfone (la Proserpina romana),
hija de Démeter y de Zeus y reina de los Infiernos.
Castor y Pólux eran dos héroes mitológicos, hijos de Zeus y Leda, esposa de Tíndaro y madre de
Clitemnestra, futura esposa del caudillo aqueo Agamenón, que dirigió la guerra de Troya. Bajo la figura de
blanco cisne, Zeus llegó hasta Leda, la cual puso dos huevos. Del primero de ellos nació Helena, causante de
la guerra de Troya, y del otro, que contenía dos yemas, salieron Castor y Pólux; como Leda envolvió en el
misterio esta descendencia, los dos gemelos se denominaron dioscuros (es decir, los misteriosos). Llevados al
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cielo, se transformaron en la constelación de Géminis.
40.− ESTATUA DE JÚPITER − Anónimo. Roma S. I
Júpiter es el nombre latino de Zeus, divinidad suprema. Era hijo de Saturno (Cronos para los griegos) y
Ops (Rea para los griegos). Venció a los titanes y destronó a su padre. Se casó con su hermana Juno (Hera
en la mitología griega). Originariamente fue dios del cielo y rey del firmamento, se le consideraba como el
que tenía poder sobre el rayo, era el encargado de regir la actividad humana y, dado su poder omnímodo,
protegía a los romanos, que lo llamaban Júpiter Optimus Maximus, en sus actividades militares en las
fronteras de su propia comunidad. También era venerado por la ayuda que sus lluvias podían dar a las
granjas y a los viñedos. Su templo estaba sobre el monte Capitolino. Como Júpiter Fidius era guardián de
la ley, defensor de la verdad y protector de la justicia y la virtud. Este dios tiene muchas características del
Zeus griego, pero el Júpiter del culto religioso romano se mantuvo esencialmente libre de la influencia
griega. Con las diosas Juno y Minerva, Júpiter formaba la Tríada Capitolina, que constituía el culto
central del Estado romano.
41.− ESTATUA DE ARIADNA − Anónimo. Roma S. I (2, 56 m de longitud)
Es una copia, de la época de los Antoninos, del original perdido que se hallaba en el santuario de Dyonisos.
Ariadna, hija de Minos y de Pasifae, dio a Teseo un ovillo, cuyo hilo fue devanando éste para salir del
Laberinto de Creta tras matar al Minotauro. Ariadna huyó con Teseo a la isla de Naxos. El personaje ha sido
esculpido en el momento en que duerme en la playa de Naxos; allí ha sido abandonada por Teseo y la
encontrará Dyonisos, que luego será su esposo.
42.− SOBRERRELIEVE DE SÁTIRO Y MÉNADE − Anónimo.
En la mitología griega y romana, los sátiros eran divinidades menores campestres que personificaban el culto
a la naturaleza y se representaban con la mitad superior del cuerpo con figura de hombre y rostro simiesco, y
la mitad inferior con figura de cabra. Eran participantes del séquito de Dyonisos o Baco.
Las ménades, también llamadas bacantes, eran sacerdotisas de Baco, el dios del Vino, y participantes
destacadas en las bacanales, las fiestas que se celebraban en honor de esta divinidad.
43.− SALERO DE ÓNICE CON SIRENA DE ORO − Anónimo. Primera mitad del siglo XVI
Posiblemente, esta maravillosa obra de orfebrería de 17, 5 cm de altura fue obra de un joyero francés que
utilizó para su elaboración los más preciados materiales. Bajo el ágata listada que forma la copa en la parte
superior del salero gira la figura serpentinata de la sirena, esculpida en hojas de oro repujadas a mano. Se trata
de la importación de un modelo manierista; su cuerpo lo cubren ciento setenta y siete rubíes. Es probable que
este salero formara pareja con el famoso salero de Francisco I, del escultor Benvenuto Cellini.
Las sirenas, hijas del dios marino Forcis, eran, en la mitología griega ninfas del mar, con cuerpo de ave y
cabeza de mujer. Tenían una voz tan dulce que los marinos que oían sus canciones eran atraídos hacia las
rocas de la isla donde las ninfas cantaban. El héroe griego Ulises u Odiseo fue capaz de seguir adelante al
pasar frente a su isla porque, siguiendo el consejo de la hechicera Circe, tapó los oídos de sus compañeros con
cera y él mismo se hizo atar al mástil de la nave para oír las canciones sin peligro. En otra leyenda, los
Argonautas escaparon de las sirenas porque Orfeo, que estaba a bordo de la nave Argo, cantó tan dulcemente
que consiguió anular el efecto de la canción de las ninfas. Según leyendas posteriores, las sirenas,
avergonzadas por la huida de Ulises y por la victoria de Orfeo, se arrojaron al mar y perecieron.
44.− HERMES − Thorwaldsen.
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Hijo de Zeus, era el mensajero de los dioses, el dios del Comercio, de los ladrones y de la Elocuencia,
interventor en los juegos de azar y el soberano de la Ciencia y de la Invención. Se le representa, generalmente,
portando el caduceo.
45.− DIANA CAZADORA − Álvarez Cubero.
Era hija de Júpiter y Leto y hermana gemela del dios Febo (Apolo para los griegos). Rectora de los dioses y
diosas de la caza y de los animales salvajes, especialmente de los osos, También era la diosa del parto, de la
naturaleza y de las cosechas y fue eternamente joven y virgen. Como diosa de la Luna, se la identificaba a
veces con la diosa Selene y con Hécate.
Aunque tradicionalmente amiga y protectora de la juventud, especialmente de las muchachas, Diana impidió
que los griegos zarparan de Troya durante la guerra de Troya mientras no le ofrecieran el sacrificio de una
doncella. Según algunos relatos, justo antes del sacrificio, ella rescató a la víctima, Ifigenia. Lo mismo que
Febo, Diana iba armada con arco y flechas, como se la ha representado en esta escultura, armas con las que a
menudo castigaba a los mortales que la ofendían. En otras leyendas es alabada por proporcionar una muerte
dulce y plácida a las muchachas jóvenes que mueren durante el parto.
46.− VENUS Y MARTE − Cánova.
Bellísima y delicada escultura relativa a la relación pasional que tuvieron Venus y Marte, a la cual ya me he
referido en el cuadro La Fragua de Vulcano, de Velázquez.
47.− HEBE − Cánova.
Otra maravillosa escultura de Cánova representando a la diosa de la Juventud, hija de Zeus y de Hera. El
padre de los dioses se casó con su hermana Hera, señora del Cielo y de la Tierra, protectora de los reinos y de
los imperios, así como de los matrimonios virtuosos. Hera, corroida por los celos a causa de las múltiples
infidelidades de su augusto esposo, engendró con él a Hebe, personificación de la Juventud, la cual se casó
con Heracles cuando éste ascendió al Olimpo tras ser divinizado a su muerte gracias a la valentía y heroísmo
demostrados al concluir los doce trabajos.
48.− MERCURIO − Ramón Barba.
Mercurio es el nombre romano de Hermes, hijo de Zeus y de la titánida Maya, la más joven de las hijas del
titán Atlante, llamadas las Pléyades. El nacimiento de este dios, mensajero de los dioses, representado con un
sombrero, el caduceo y alas en los pies, patrono de los comerciantes, viajeros y ladrones, había sido anunciado
por varios prodigios. Este dios nació en el fondo de una caverna de la Arcadia. Ya desde su infancia mostró su
travieso carácter al robar, en cierta ocasión, los bueyes que estaba apacentando el dios Apolo. Saltó
silenciosamente de su cuna, atravesó varias montañas y, habiendo encontrado el rebaño de este dios, separó
cincuenta cabezas, haciéndolas caminar de espaldas para que sus huellas no delataran hacia donde se había
dirigido. Ël mismo tomó la precaución de envolver sus pies de niño en unas sandalias de gran tamaño. Antes
de encerrar a los animales en una cueva, separó doce de ellos y los sacrificó a los dioses; después se metió de
nuevo en su cuna. Apolo, que poseía el don de la adivinación, se dirigió a la mañana siguiente al lugar donde
descansaba el ladronzuelo, pero éste se negó a confesar; entonces fue llevado ante el tribunal de Zeus, quien
prorrumpió en fuertes carcajadas al enterarse de la travesura del más pequeño de sus hijos. No obstante, como
quería mucho a Apolo, le obligó a que devolviera parte del rebaño que había ocultado. El diosecillo se
reconcilió con Apolo regalándole una lira de sonido muy armonioso que él mismo había fabricado con el
caparazón de una tortuga, recubierta con una piel de buey y con unas cuerdas confeccionadas con tripas de
cordero. A cambio de ello, Apolo le regaló un látigo brillante con varilla de oro y le confió el cuidado del
rebaño celeste. La amistad de los dos dioses permaneció inalterable a partir de aquel momento.
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A partir de su travieso y malicioso carácter, este dios disfrutaba del afecto de todos los dioses; incluso fue el
único hijo ilegítimo que gozó desde el principio de las simpatías de Hera, la esposa de Zeus. A causa de sus
buenos oficios y de su carácter servicial resultaba un estimadísimo auxiliar. Zeus lo había convertido en
mensajero suyo, por lo que Hermes se había provisto de sandalias con alas, cosa que le permitía volar sobre la
tierra y el mar como el viento. Para ayudar en su carrera llevaba incluso alas en su casco. Siempre que algún
dios se encontraba en peligro, Mercurio o Hermes avisaba y asó obtenía pronta ayuda. Esta protección se
extendió también a los héroes, acompañando a Heracles o Hércules en su descenso a los infiernos y alentando
a Perseo en su lucha contra la Gorgona. Intervino también a favor de los mortales, especialmente en la guerra
de Troya, ayudando a unos y a otros sin decantarse por ningún bando. También acompañó a Orfeo a las
mansiones infernales en busca de su amada Eurídice. Al Igual que la mayoría de los dioses, su descendencia
fue numerosísima. Su predilección eran las ninfas, a las que perseguía por los bosques. El más famoso de sus
hijos fue Pan, el dios pastoril de Arcadia.
PINTURA EXTRANJERA:
9.− OFRENDA A VENUS − Tiziano Vecellio.
La escena transcurre en un bello paisaje de árboles frondosos en el que destaca una estatua de Venus, la diosa
del Amor y la Belleza, desnuda, cubierta la parte inferior con un leve velo. Dos mujeres le dedican ofrendas
mientras numerosos amorcillos juguetean en las más variadas posturas a su alrededor.
10.− VENUS RECREÁNDOSE CON EL AMOR Y LA MÚSICA − Tiziano Vecellio.
Venus, tumbada, escucha la música de un organista mientras Cupido, el dios del Amor latino (Eros para los
griegos), la abraza el cuello. Al fondo hay un jardín con una fuente, un ciervo y una pareja de enamorados.
Esta obra no es más que una excusa para representar un desnudo femenino, pues ni el músico ni es órgano que
toca tienen nada que ver con los dioses y los héroes mitológicos. Se trata más bien de un tema poético o de un
cuadro de contenido erótico, con una bella representación de Venus como supremo paradigma que era de la
diosa del Amor y de la Belleza, que el pintor realizó para Carlos V.
11.− LA BACANAL − Tiziano Vecellio.
Escena sobre las fiestas que se hacían en honor de Baco, dios del Vino y de la Alegría, en las que participaban
sus sacerdotisas, las Bacantes.
12.− VENUS Y ADONIS − Tiziano Vecellio.
Del amor desgraciado de Venus y Adonis existen dos versiones importantes. Venus se enamora ardientemente
de Adonis, joven de espléndida belleza, pero Marte, dios de la Guerra y antiguo amante de Venus, impulsado
por los celos, planea un triste fin para la historia de amor. Un día, pese a los ruegos de Venus, Adonis sale a
cazar con sus perros y es atacado por un enorme jabalí que Marte pone en su camino y que, aunque lucha
valientemente, le despedaza. De su sangre, Venus hace brotar la flor de la anémona.
Tiziano elige para su cuadro el momento en el que Adonis parte para la caza aunque Venus intenta detenerle
con un desesperado abrazo.
13.− VENUS Y ADONIS − Veronés.
Este artista elige el momento anterior a la despedida, con Adonis descansando todavía en el regazo de su
amada, quien conoce ya el desenlace trágico, lo que el espectador puede ver en su triste mirada.
14.− DÁNAE RECIBIENDO LA LLUVIA DE ORO − Tiziano. 1.553 (129 x 180 cm.)
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Obra maestra de la escuela italiana, describe el momento en el que Dánae, tendida desnuda en su lecho,
espera ser fecundada por Zeus, presente en forma de aúreo raudal mientras una sirvienta extiende su
delantal para recoger las gotas de oro.
Dánae era la hija de Acrisios, rey de Argos. Estaba encerrada en una torre de bronce donde la tenía
secuestrada su padre y allí fue donde se introdujo Zeus, que siempre que podía le era infiel a su esposa Hera
(Juno para los romanos). De esta visita del padre de los dioses nació Perseo. Acrisios, advertido de que sería
asesinado por su nieto, encerró a madre e hijo en un cofre y los arrojó al mar. La corriente los arrastró hasta la
isla de Sérifos, donde fueron rescatados y allí Perseo alcanzó la madurez. Polidectes, rey de Sérifos, se
enamoró de Dánae y, temiendo que Perseo pudiera interferir en sus planes, lo envió en busca de la cabeza de
Medusa, una de las tres monstruosas Górgonas (Esteno y Euríale eran sus hermanas) que convertían en piedra
a los mortales que las miraban. Ayudado por Hermes (Mercurio para los romanos), mensajero de los dioses,
Perseo emprendió su camino en busca de las grayas, tres viejas brujas que compartían un solo ojo. Perseo se
lo quitó y se negó a devolvérselo mientras no le diesen instrucciones para alcanzar a las ninfas del norte. De
las ninfas obtuvo sandalias aladas, un zurrón mágico que guardaba todo lo que se pusiese en él y un casco que
lo volvía invisible. Equipado con una espada fabricada por Hermes, la cual no podía doblarse ni romperse
nunca, y un escudo que le dio la diosa Atenea, que lo protegería de ser convertido en piedra, Perseo encontró a
Medusa y la mató. Invisible gracias al casco, fue capaz de escapar a la furia de las otras dos Górgonas
hermanas de Medusa y con la cabeza de ésta en el zurrón volvió volando con sus sandalias aladas a casa. De
la sangre que cayó de la cabeza de Medusa en el mar, surgió Pegaso, el caballo alado engendrado por
Poseidón, dios de los Mares y de los Terremotos. Al pasar por Etiopía, rescató a la princesa Andrómeda
cuando estaban a punto de sacrificarla a un monstruo marino y se casó con ella. En Sérifos liberó a su madre
de los acosos de Polidectes usando la cabeza de Medusa para convertir al rey y a sus acólitos en piedra. Todos
volvieron a Grecia, donde Perseo mató accidentalmente a su abuelo Acrisios con un disco en unos juegos
fúnebres en Larisa, con lo que se cumplió la profecía. En Grecia fue rey de Tirinto y fundó Micenas. Según
una leyenda, Perseo fue a Asia, donde su hijo Perses gobernó a los persas, cuyo nombre proviene de él.
15.− LA FORTUNA − Pedro Pablo Rubens.
Representación de la diosa Fortuna, que simboliza el azar y la suerte. La diosa está representada ciega, con un
timón y el cuerno de la abundancia.
16.− EL RAPTO DE GANÍMEDES − Pedro Pablo Rubens.
Ganímedes fue un héroe troyano, hijo de Tros y de la ninfa Calírroe y el más hermoso de los mortales. Zeus,
bajo la forma de un águila, le raptó y le transportó al Olimpo, atraído por su enorme atractivo. Una vez allí, le
hizo favorito suyo y copero de los dioses.
17.− PERSEO Y ANDRÓMEDA − Pedro Pablo Rubens.
Bellísima recreación del momento en que Perseo rescata a la princesa Andrómeda, hija de Cefeo, rey de
Etiopía y de Casiopea, la cual se atrevió a rivalizar en belleza con las Nereidas, hijas de Poseidón, el dios de
los Mares y de los Terremotos. Este dios, irritado, exigió a Casiopea el sacrificio de su hija Andrómeda, la
cual fue atada a una roca para que un monstruo marino la devorase. Tras salvarla, Perseo la convirtió en su
esposa.
18.− Ceres y Stellio O CERES EN CASA DE BÉCUBA − Adam Elsheimer. 1.608 (29 x 24 cm)
Este pequeño cobre, italianista, de técnica minuciosa y cuidada y gran dominio de los recursos de la
iluminación nocturna, describe el momento en el que Ceres, la diosa de la Agricultura para los romanos,
buscando a su hija Proserpina (Perséfone en la mitología griega), que ha sido raptada por Plutón (el Hades
griego) y llevada al infierno, llega a la choza de Bécuba, donde pide agua. Mientras bebe, un chiquillo
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llamado Stellio se ríe de la avidez con que la diosa calma su sed. Ceres, indignada, le transformará después en
lagarto.
19.− LA ALEGORÍA DE LA VISTA − Jan Brueghel de Velours. 1.617. (65 x 109 cm)
Este óleo sobre tabla es una alusión a la Belleza, representada por la diosa Venus. Esta obra pertenece a la
serie de alegorías sobre los cinco sentidos que Brueghel realizó entre 1.617 y 1.618. Destaca especialmente
por sus constantes referencias a sus protectores, los Archiduques Alberto e Isabel Clara Eugenia de
Habsburgo. No es ésta la única serie en la que este artista ha utilizado como escenario las galerías donde se
exhibía la colección de obras de arte de los Archiduques. Este recurso le ha erigido en uno de los iniciadores y
mejores maestros de este género, que combinó magistralmente con la representación de alegorías. La fachada
del edificio y los jardines del paisaje que aparecen a través del arco de la ventana, pertenecen al palacio de
Bruselas, que los Archiduques restauraron. Brueghel les ha representado en el autorretrato que se apoya sobre
la mesa izquierda. El Archiduque también aparece en el centro de la estancia, en un retrato ecuestre. El águila
bicéfala, escudo de la casa de los Habsburgo, corona la parte superior de la lámpara y del cuadro. Las tablas
pertenecieron al duque Pfalz−Neurburg. En 1.634 estaban en poder del cardenal−infante Don Fernando, quien
las regaló al duque de Medina de las Torres, y éste, al monarca español Felipe IV. En el inventario del palacio
de Madrid de 1.639 consta que las figuras fueron realizadas por la mano de Rubens (¿?).
20.− CERES RECIBE DE LAS NINFAS EL CUERNO DE LA ABUNDANCIA − Pedro Pablo Rubens.
Ceres es la diosa de la Agricultura (Démeter en la mitología griega); en este cuadro está representada
recibiendo el cuerno de la abundancia, lleno de flores, frutas y espigas, como agradecimiento por las buenas
cosechas y para que siga siendo propicia.
21.− EL JUICIO DE PARIS − Pedro Pablo Rubens. 1.636 (144 x 190 cm)
Este óleo sobre madera, pintado en la última década de la vida de Rubens es un compendio de sus postreras y
más grandes cualidades: el magistral dominio de los elementos barrocos, composición natural y abierta, alegre
luz y color, vitalidad y sensualidad.
Paris, el pastor, hijo del rey de Troya Príamo y de Hécuba, guarda sus rebaños en el monte Himeto cuando
Mercurio lleva ante él a tres mujeres para que juzgue quién es la más bella. Estas tres mujeres son las diosas
Juno (esposa de Júpiter), Minerva (la diosa de la Sabiduría) y Venus (la diosa del Amor y la Belleza)
acompañada de Cupido. Paris deberá entregar a la que considere como más bella la manzana de oro que ha
aportado Erides, la diosa de la Discordia. Hubo muchos intentos de soborno, pero triunfó Venus, que prometió
a Paris el amor de Helena, la esposa de Menelao, rey de Esparta, dando así origen a la guerra de Troya, al
sentirse ofendidas las otras dos diosas, que manifestaron su odio contra esta ciudad de Asia Menor.
Paris está sentado a la derecha de la composición, junto a un árbol, sujeta un cayado en la mano y hay un
perro tras él. A su lado está Mercurio, vestido con un sombrero y una capa roja y sosteniendo la manzana de
oro de la discordia en una mano mientras se la enseña a las tres diosas y un caduceo (varilla con dos alas en un
extremo y rodeada de dos culebras, emblema de la paz, la concordia, la medicina y el comercio, atributo de
este dios) en la otra. Las tres diosas están situadas delante de ellos: dos de espaldas y una de frente. Tras ellos
hay un paisaje otoñal bañado de luz dorada.
22.− EL RAPTO DE PROSERPINA − Pedro Pablo Rubens.
Proserpina (Perséfone en la mitología griega), hija de Ceres (Démeter para los griegos), fue raptada por Plutón
(Hades en la mitología griega), dios de los mundos subterráneos, de los funerales y señor de los muertos, con
la ayuda de Júpiter, el cual la llevó a los infiernos. A Plutón no hubo diosa que le amase, por eso, para tener
una compañera tuvo que raptar a Proserpina.
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23.− LAS TRES GRACIAS − Pedro Pablo Rubens. 1.639 (221 x 181 cm)
Es uno de los cuadros más famosos del Prado. Recientemente restaurado, hoy se puede contemplar con todo
su esplendor. Pertenece a la escuela flamenca y retrata de forma libre y alegórica a las tres Gracias (en griego
Cárites o Cariátides) Aglae, Talía y Eufrosine, diosas hijas de Zeus y de Erínome, hija de Océano, que
representaban la Belleza femenina, danzando entrelazadas en un abrazo sensual, entre un árbol y una fuente,
puesto que originariamente eran espíritus de la vegetación, con un hermoso paisaje detrás. El rostro de la
diosa de la izquierda es Isabella Brandt y el de la derecha, el de Helena Fourment, que fueron esposas de
Rubens. El artista las representó según el ideal estético de mujer imperante en su época.
Rubens nos ha dejado en este lienzo no sólo el mejor ejemplo de sus cualidades artísticas sino también de su
filosofía de la existencia. La alegría de vivir y su exuberante vitalidad quedan patentes en estas formas
rotundas, espectaculares, de carnes nacaradas casi transparentes. Plenamente barroca, la obra nos ofrece todo
su esplendor con una libertad de pincel y una maestría en el color completamente excepcionales. Rubens
consiguió aquí una de sus obras más singulares.
Este conocidísimo cuadro pasó de ser una propiedad del propio Rubens, que nunca quiso desprenderse de él
por estar retratadas dos de sus esposas, a la colección de Felipe IV tras ser adquirido en subasta después de la
muerte del artista, en 1.640. De ahí, al Alcázar de Madrid, desde donde fue salvado del incendio junto a otros
ilustres desnudos que en aquellos tiempos no estaban bien vistos. Pasó después al Palacio Real y de allí, al
Prado.
24.− LAS TRES GRACIAS o LA ARMONÍA − Hans Baldung.
Balgung fue un pintor alemán muy influido por Durero, en cuyo taller trabajó. Esta obra es otra representación
muy estilizada de las tres Gracias que ya había pintado Rubens.
25.− LA CAÍDA DE LOS GIGANTES − Jordaens.
Es otro cuadro sobre el mismo tema representado por Francisco Bayeu en su obra El Olimpo: la batalla de los
Gigantes.
26.− MELEAGRO Y ATALANTA − Jordaens.
Meleagro, hijo de Eneo, rey de Calidón, logró matar un jabalí gigantesco enviado por Ártemis, que asolaba
sus campos. La obra representa el momento de la cacería del jabalí, a la que concurrieron numerosos héroes,
en la que admiran el gran tamaño de la fiera.
27.− CADMO Y MINERVA − Jordaens.
Cadmo fue uno de los hijos que Júpiter tuvo con Europa, doncella fenicia raptada por él bajo la forma de un
toro. Fue el fundador de los certámenes musicales y de la ciudad de Tebas en la región griega de Beocia.
Minerva, diosa de la Sabiduría, de los Metales, de la Industria y de la Inteligencia, nació de la siguiente
manera: Júpiter se unió a la diosa Metis, hija de Neptuno, la cual quedó en estado, pero la Tierra predijo a
Júpiter que si Metis daba a luz una hija, ella engendraría luego un hijo que destronaría a Júpiter. Por eso,
Júpiter se tragó a Metis, y cuando llegó la hora del parto, unos dicen que Prometeo y otros que Vulcano, partió
de un hachazo el cráneo de Júpiter, de donde salió completamente armada con casco, lanza y escudo la diosa
Minerva.
28.− PAN VENCEDOR DE APOLO − Jordaens.
El dios Apolo, gran tocador de lira, derrotó al sátiro Marsias, muy hábil con la flauta, pero a su vez fue
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derrotado por Pan, el hijo de Mercurio o Hermes, dios de los pastores y de los rebaños, según decisión del rey
Midas. Apolo se vengó de este monarca haciéndo que le crecieran orejas de asno. A Pan se le representa con
el torso de hombre y la parte inferior de macho cabrío. En Roma se identificaba con fauno o con Silvano.
29.− BODAS DE TETIS Y PELEO − Jordaens.
Tetis, diosa marina hija de Nereo y de Doris, celebra su matrimonio con el mortal Peleo, rey legendario de
Ptía, en Tesalia. De esta unión nacería Aquiles, rey de los mirmidones y uno de los héroes aqueos que
participaron en la guerra de Troya y que era invulnerable excepto en el talón por el que le sujetó su madre tras
nacer, al sumergirle en las aguas de la laguna Estigia.
Aquiles mató al troyano Héctor, pero murió tras dispararle Paris una flecha que fue a parar al talón.
30.− LA CAZA DE MELEAGRO − Poussin.
Variación sobre el mismo tema Meleagro y Atalanta que pintara Jordaens.
31.− EL PARNASO − Poussin.
Obra de equilibrada composición y sobriedad gestual. Representa el monte Parnaso, en Grecia central
(Fócida−Beocia), en las estribaciones sudorientales de la cadena del Pindo; 2.457 m de altitud. Célebre en la
mitología griega, estaba consagrado a Apolo y a las nueve Musas, hijas de Zeus y Mnemósine (una titánida)
protectoras de las ciencias y las artes liberales, especialmente la poesía: Clío, Euterpe, Talía, Melpómene,
Terpsícore, Erato, Polimnia, Urania y Calíope, y que forman el cortejo de Apolo. En su vertiente sur se
hallaba la ciudad de Delfos.
32.− BACANAL − Poussin.
Esta pintura trata sobre una de las fiestas desenfrenadas que se celebraban en honor de Baco, dios del Vino, y
que cuenta con su presencia.
33.− EL DOLOR DE HÉCUBA − Leonardo Bramer.
Sobre un excelente fondo de paisaje destaca la figura de Hécuba, esposa de Príamo, el último rey de Troya y
madre de Paris, llorando a causa de la pérdida de Troya, tras la terrible guerra causada por el rapto de la bella
Helena, esposa de Menelao, el legendario rey de Esparta. El raptor de Helena fue Paris, quien aparece en El
Juicio de Paris de Rubens.
34.− EL PASO DE LA LAGUNA ESTIGIA − Joachim Patinir.
Éstige era un río del infierno, en torno al cual daba nueve vueltas y formaba la laguna Estigia. Las aguas del
río conferían invulnerabilidad a quien se bañase en ellas. El juramento por las aguas del Éstige era
especialmente solemne y obligaba incluso a los propios dioses.
Esta pintura representa un paisaje de color pardo bañado por una luz amarillenta, en el centro se halla el río o
laguna, que está siendo cruzado por una barca con dos personajes, uno de los cuales es Caronte, el anciano
barquero que conducía las almas de los muertos a través del río o laguna Estigia, también llamada Aqueronte.
35.− EL OLIMPO o EL TRIUNFO DE VENUS − Gian BattistaTiépolo. 1.764 (86 x 62 cm)
Se trata de un boceto para un techo que proyectó este pintor perteneciente a la escuela italiana para la corte de
San Petersburgo. Representa varios dioses en diferentes posturas, entre las nubes.
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El Olimpo era el nombre de un monte sagrado de 2.911 m., situado entre Macedonia y Tesalia, residencia
terrenal de los dioses y donde éstos pelearon contra los gigantes o titanes. Este monte hoy se llama Olimbos.
36.− HIPÓMENES Y ATALANTA − Guido Reni.
Es una obra de fuertes contrastes de luz, tenebrista, con una estudiada contraposición de movimientos en los
cuerpos, de gran belleza juvenil, y un aéreo despliegue de los paños.
Atalanta fue una heroína legendaria que había prometido conceder su mano al hombre que le venciese en una
carrera. Hipómenes, por consejo de Afrodita, arrojó unas manzanas de oro a los pies de Atalanta, la cual, por
recogerlas (momento que representa el cuadro), perdió la carrera y se tuvo que casar con Hipómenes.
Posteriormente, ambos fueron transformados en leones por Zeus. Cibeles, compadecida, los enganchó a su
carro.
37.− JÚPITER Y ANTÍOPE − Jean Baptiste Marie Pierre. 1.779
Es una obra de gran sensualidad que pertenece a la escuela francesa y representa a Zeus, con dos pequeños
cuernos en la frente, abrazando a Antíope, semi−recostada en una piel de leopardo y con unos racimos de uvas
delante.
Antíope era una de las veinte hijas del río Asopo y sucumbió a los deseos de Zeus, el cual se presentó en
forma de sátiro. Antíope dio a luz a los gemelos Ceto y Arafión. También tuvo relaciones con una hermana de
Antíope llamada Engina. Zeus fue delatado a Asopo por Sísifo, por lo que éste fue condenado a subir una
montaña empujando delante de sí una gran peña, de forma que nunca pudiera alcanzar la cima.
38.− EL TOCADOR DE VENUS − Francesco Albani El Albano.
La diosa de la Belleza y del Amor aparece sentada en un jardín con una fuente, rodeada de amorcillos que
juegan mientras unas doncellas la peinan.
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