REIVINDICACIÓN DEL ALMA - Ediciones Diaz de Santos

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REIVINDICACIÓN
DEL ALMA
Espíritu y convivencia universal
Pedro Gómez Bosque
Teresa Soto Lara
Tomás Palomo
Agustín Jimeno Valdés
Manuel Montiel Cabrera
Esther Bendaham
Juan Manuel Junceda Avelló
Amado Ramírez Villafáñez
José Luis Mediavilla Ruiz
José Antonio Gil Verona
José Carlos Mingote Adán
Índice de autores
Esther Bendahan
Escritora. Psicóloga. Directora de Cultura Centro Sefarad Israel. Madrid.
Comunicación: [email protected]
José Antonio Gil Verona
Catedrático del Departamento de Anatomía y Radiología de la Universidad de Valladolid.
Comunicación: [email protected]
Pedro Gómez Bosque
Catedrático de Anatomía. Facultad de Medicina de Valladolid. Filósofo y
erudito en Antropología y Religiones. Fallecido el 21 de Junio de 2008.
Agustín Jimeno Valdés
Exprofesor Titular de Psiquiatría. Facultad de Medicina. Universidad de
Valladolid.
Comunicación: [email protected]
Juan Manuel Junceda Avello
Doctor en Medicina. Secretario Perpetuo de la Real Academia de Medicina del Principado de Asturias.
Comunicación: c/ Marqués de Pial 10, 2º izqda, 33004, Oviedo.
José Luis Mediavilla Ruiz
Neurólogo y Psiquiatra. Miembro Numerario de la Real Academia de
Medicina de Asturias y Correspondiente de la de Valladolid y de la Nacional.
Comunicación: [email protected]
X REIVINDICACIÓN DEL ALMA
José Carlos Mingote Adán
Psiquiatra Coordinador del Programa de Atención al Médico Enfermo
de la Comunidad Autónoma de Madrid.
Comunicación: [email protected]
Manuel Montiel Cabrera
Informático y Terapeuta Gestalt.
Comunicación: [email protected]
Tomás Palomo
Catedrático de Psiquiatría. Facultad de Medicina. Universidad Complutense de Madrid.
Comunicación: [email protected]
Amado Ramírez Villafáñez
Psicólogo Clínico. Consulta privada en C/San Martín 16, 3º A. Valladolid.
Comunicación: [email protected]
Teresa Soto Lara
Secretaria y recopiladora de los documentos de Don Pedro Gómez Bosque. Paseo Arco de Ladrillo 91, 3ºC. Valladolid 47013.
Índice
PREFACIO. Teresa Soto Lara................................................................... XIII
1. A modo de prólogo: el alma de D. Pedro
vista desde el alma de un alumno.
Tomás Palomo..........................................................................................1
2. D. Pedro Gómez Bosque. Su pensamiento
desde el contexto antropológico biográfico.
Agustín Jimeno Valdés............................................................................11
3. Reivindicación del alma a través de la reflexión
filosófica y la experiencia de los grandes místicos.
Pedro Gómez Bosque..............................................................................29
4. Reivindicación del alma en el círculo cultural hindú.
Pedro Gómez Bosque..............................................................................71
5. Confucionismo y budismo.
Pedro Gómez Bosque............................................................................113
6. Reivindicación del alma desde el sufismo.
Manuel Montiel Cabrera......................................................................141
7. Reivindicación del alma en el judaísmo.
De golems y hombres.
Esther Ben-daham................................................................................163
8. Divagaciones axiológicas.
Juan Manuel Junceda Avelló.................................................................173
9. Conocimiento, ciencia, religión y espiritualidad.
Amado Ramírez Villafáñez...................................................................181
10.Naturaleza humana y trascendencia.
José Luis Mediavilla Ruiz.....................................................................201
11.Enfoque psiconeurobiológico de la conciencia ética.
José Antonio Gil Verona........................................................................215
12.Religión, ética y sociedad.
José Carlos Mingote Adán.....................................................................221
3
Reivindicación del alma a través
de la reflexión filosófica y la
experiencia de los grandes místicos
Pedro Gómez Bosque
La estructura ontológica del ser humano y el “lugar” del alma se muestra
en la siguiente estructura:
El alma es un componente espiritual (no material) e
inmortal del ser humano
Definición poética y mística del alma según Santa Teresa de Jesús en Las
Moradas del Castillo Interior (véase página 221 de la edición de Dámaso
Chicharro en “Clásicos de Biblioteca Nueva”):
30 REIVINDICACIÓN DEL ALMA
“Antes que pase adelante quiero decir que consideréis qué será ver
este castillo tan resplandeciente y hermoso, esta perla oriental, este
árbol de vida que está plantado en las mesmas aguas vivas de la vida,
que es Dios, cuando cae en un pecado mortal. No hay tinieblas más
tenebrosas ni cosa tan oscura y negra, que no lo esté mucho más. No
queráis más saber de que, con estarse el mesmo Sol que le daba tanto
resplandor y hermosura todavía en el centro de su alma, es como si allí
no estuviese para participar de Él, con ser tan capaz para gozar de Su
Majestad como el cristal para resplandecer en el sol. Ninguna cosa le
aprovecha; y de aquí viene que todas las buenas obras que hiciere estando ansí, en pecado mortal, son de ningún fruto para alcanzar gloria,
porque no procediendo de aquel principio que es Dios, de donde nuestra
virtud es virtud, y apartándonos de Él, no puede ser agradable a sus
ojos; pues, en fin, el intento de quien hace un pecado mortal no es contentarle sino hacer placer al demonio que, como es las mesmas tinieblas,
ansí la pobre alma queda hecha una mesma tiniebla”.
Así pues el alma se relaciona con la divinidad. La divinidad habita
uno de los aposentos del alma y se comunica con ella.
El alma se relaciona también con la mente, pero es distinta de ella (véase
Figura 3.1). La mente se relaciona con el cerebro y por medio de él con el
mundo material. Además es mortal. La mente “ocupa” el ámbito consciente y subconsciente de la conciencia. El alma “ocupa” el ámbito supraconsciente de la conciencia y es inmortal.
¿Cómo llegar a vivenciar el alma y su relación con
la divinidad?
Los accesos al alma
Acceso racional
• Aristóteles
El alma como forma dinámica y activa que da estructura y vida
al cuerpo. Por lo demás, Aristóteles afirma que hay tres clases de
Reivindicación del alma a través de la reflexión filosófica y la experiencia... 31
almas, clases que se corresponden con las tres formas de la vida
en la naturaleza. El alma vegetativa, el alma animal y el alma humana. El alma de las plantas es nutritiva, y tiene por funciones la
nutrición y la generación. El alma del animal es sensitiva, de la
sensación nace el deseo, del deseo el movimiento. Finalmente el
alma humana se caracteriza por la razón. El alma vegetativa tiene
una existencia propia independiente en las plantas. En el animal
se funde con el alma sensitiva. El alma racional del hombre comprende y concentra en ella las dos almas inferiores y sus funciones
en su vida más alta. Y vida al cuerpo.
• Platón
En el Fedón, Sócrates, a punto de morir, habla con sus discípulos más queridos (que están tristes por la próxima muerte de su
maestro) y les consuela demostrando racionalmente la existencia del
alma, su inmortalidad después de su separación del cuerpo en el
momento de la muerte y su preexistencia antes del nacimiento. En
otro diálogo, Fedro describe la vida del alma antes de encarnar en
un cuerpo mortal. En esta vida preexistente el alma forma parte
del séquito de los dioses y tiene la oportunidad de contemplar
las realidades esenciales, esto es, las ideas eternas encarnadas en las
cosas del mundo fenoménico.
Yo, por mi parte, afirmo que la música, la poesía y la pintura (y en
general todas las obras de arte), y por supuesto el amor, son la canción del
alma. Por eso creo que al escuchar un concierto de Juan Sebastián Bach
mi espíritu contacta con el alma del insigne compositor alemán.
Acceso místico
Místicos de todas las religiones orientales y cristianas.
Acceso creencial
Los que no hemos tenido experiencias místicas podemos acceder al alma
creyendo lo que nos dicen los místicos de sus experiencias o los relatos de
las Sagradas Escrituras, que describen las cualidades esenciales del Alma.
32 REIVINDICACIÓN DEL ALMA
“Trata de la mesma materia y dice de la manera que habla Dios al
alma cuando es servido y avisa cómo se han de haber en esto y no seguirse por su parecer. Pone algunas señales para que se conozca cuándo
no es engaño y cuándo lo es. Es de harto provecho.
Otra manera tiene Dios de despertar a el alma y, anque en alguna
manera parece mayor merced que las dichas, podrá ser más peligrosa y
por eso me deterné algo en ella, que son unas hablas con el alma, de
muchas maneras: unas parece vienen de fuera; otras de lo muy interior
del alma, otras de lo superior de ella, otras tan en lo esterior, que se
oyen con los oídos, porque parece es voz formada. Algunas veces –y muchas– puede ser antojo, en especial en personas de flaca imaginación u
melencólicas, digo de melencolía notable”.
Reflexiones sobre el alma
Según Plotino (que vivió en el siglo III d.C., y que fue un profundo filósofo místico y fundador del neoplatonismo) la cúspide de la realidad es la
divinidad, y de ella (que es el bien y lo uno) proceden por una especie de
irradiación ontológica (casi me atrevería a decir, por un big bang metafísico) todas las “criaturas” del universo según este orden descendente:
• El espíritu que contiene en sí mismo los modelos eternos de todos
los seres.
• El alma universal y las almas individuales que se diferencian o
cristalizan en ella y que están contenidas en ella desde toda la
eternidad.
Por último, la naturaleza sensible y material.
Pues bien, las almas individuales descienden al kosmos material y animan los cuerpos de los seres vivientes. Así pues, nuestro alma individual
es una “partícula” indestructible del alma universal. Precede a nuestro
nacimiento y “pos-cede” a nuestra muerte. No debe ser confundida ni
con la “mente” ni con el “cerebro”. Está “por encima” de ambos y los
utiliza como instrumento de expresión y de contacto con el kosmos material.
Reivindicación del alma a través de la reflexión filosófica y la experiencia... 33
El alma universal contempla los modelos eternos de los seres finitos
inscritos en el espíritu divino, y por ello las almas individuales que están
inmersas en el seno de aquélla pueden participar de esa visión esencial,
y de tal visión esencial en el meollo metafísico de las cosas brota, como
inspiración misteriosa, la intuición cuasi mística del mundo y su expresión en la palabra poética a través de los poetas habla el alma universal.
Sobre la naturaleza misteriosa y trascendente del Alma Individual el
insigne poeta Wordsworth ha escrito una poesía que por su profundidad
y belleza creo oportuno citar aquí:
“El Alma que emerge con nosotros
procede de otra parte
y viene de muy lejos:
pero no adviene en el olvido
sino arrastrando consigo nubes de gloria”.
Si preguntamos a Wordsworth de dónde viene pues el alma que emerge con nosotros, él respondería lacónicamente viene de Dios.
Algunas cualidades del alma
Según Platón (véase Fedón y Fedro).
Inmortal – Preexiste al nacimiento – Posexiste a la muerte.
En la vida extracorpórea forma parte del séquito de los dioses y por
ello puede contemplar las realidades eternas o ideas encarnadas en los seres concretos (Belleza “en sí”, Justicia en sí) por eso el ser humano puede
tener conocimientos a priori.
Según Aristóteles (véase De Anima), el alma es la forma dinámica del
cuerpo animal viviente. – Todos los seres vivientes tienen alma, pero solo
el ser humano tiene alma racional que une con su ser al alma vegetativa,
al alma animal y al alma racional.
Descripción poética y mística del alma según Santa Teresa de Jesús en
Las Moradas del Castillo Interior.
Las potencialidades del ser esencial (= alma) según Dürckeim.
34 REIVINDICACIÓN DEL ALMA
Dos tipos de mística en Santa Teresa
Lo psicológico advierte que, según el estado de un alma o según el temperamento de una persona, le irá bien uno de los dos. De ahí que a lo largo de las exposiciones de Teresa de Jesús parece que coexistan como dos
tipos de mística: uno afectivo, sentimental, imaginativo, el de la contemplación y representación de la humanidad de Cristo, tal como lo proponía
el autor de la Vita Christi, Ludolfo de Sajonia; y otro más intelectual, que
debe estar por encima del anterior y debe prescindir incluso de los goces
espirituales que aquél pueda proporcionar: es el “recogimiento” de Osuna
y de los místicos franciscanos. Por esta razón, lo que ella dice en el capítulo IX del libro la Vida, lo hubiera podido decir igualmente en el último:
“Sola una vez en mi vida me acuerdo pedirle gustos, estando con
mucha sequedad; y como advertí lo que hacía, quedé tan confusa, que
la mesma fatiga de verme tan poco humilde me dio lo que me había
atrevido a pedir.”
Visiones imaginarias, visiones intelectuales
La aplicación del primero de estos métodos dará lugar a las “visones imaginarias”; la del segundo, a las “visiones intelectuales”. Estas dos clases de visiones se fueron sucediendo alternativamente en las experiencias místicas
de Santa Teresa. De la misma manera, para conseguir entrar en el Castillo
–es decir, para conseguir la unión con Dios–, le será a ella indiferente el
procedimiento que utilice el alma, ya sea la oración mental, ya la vocal:
“Porque a cuanto yo puedo entender, la puerta para entrar en este
Castillo es la oración y consideración. No digo más mental que vocal,
que, como sea oración, ha de ser con consideración.”
Sobre visión imaginaria
“Tenía este modo de oración: que como no podía discurrir con el
entendimiento, procuraba representar a Cristo, y hallábame mijor, a
Reivindicación del alma a través de la reflexión filosófica y la experiencia... 35
mi parecer, de las partes adonde le vía más solo. Parecíame a mí que,
estando solo y afligido, como persona necesitada, me había de admitir
a mí. De estas simplicidades tenía muchas. En especial me hallaba
muy bien en la oración del Huerto: allí era mi acompañarle; pensaba
en aquel sudor y afleción que allí había tenido; si podía, deseaba limpiarle aquel tan penoso sudor…”
Visión intelectual
“Estando el alma tan hecha una cosa con Dios, metida en este
aposento de cielo impíreo que debemos tener en lo interior de
nuestras almas –porque claro está que, pues Dios está en ellas, que
tiene alguna destas moradas– y, aunque cuando está ansí el alma en
estasi no debe siempre el Señor querer que vea estos secretos porque
está tan embebida en gozarle que le basta tan gran bien, algunas veces
gusta que se desenbeba y de presto vea lo que está en aquel aposento;
y ansí queda, después que torna en sí, con aquel representársele las
grandezas que vio, mas no puede decir nenguna ni llega su natural a
más de lo que sobrenatural ha querido Dios que vea.
Luego ya confieso que fue ver y que es visión imaginaria. No quiero decir tal, que no es esto de que trato sino visión intelectual; que,
como no tengo letras, mi torpeza no sabe decir nada; que lo que he
dicho hasta aquí en esta oración entiendo claro que, si va bien, que
no soy yo la que lo he dicho. Yo tengo para mí que, si algunas veces no
entiende de estos secretos en los arrobamientos el alma a quien los ha
dado dios, que no son arrobamientos sino alguna flaqueza natural,
que puede ser a personas de flaca complesión, como somos las mujeres,
con alguna fuerza de espíritu sobrepujar al natural y quedarse ansí
embebidas, como creo dije en la oración de quietud. Aquéllos no tienen que ver con arrobamientos, porque el que lo es cree que roba Dios
toda el alma para sí y que, como a cosa suya propia y ya esposa suya,
la va mostrando alguna partecita del reino que ha ganado, por serlo,
que, por poca que sea, es en todo mucho lo que hay en este gran Dios,
y no quiere estorbo de nadie, ni de potencias ni sentidos, sino de presto
manda cerrar las puertas de estas moradas todas, y solo en la que Él
36 REIVINDICACIÓN DEL ALMA
está queda abierta para entrambos. Bendita sea tanta misericordia, y
con razón serán malditos los que no quisieren aprovecharse de ella y
perdieren a este Señor.”
Visión de Dios. Él dentro de mí o yo dentro de Él
“De ponerme cabe Cristo. que he dicho, an algunas veces leyendo,
venirme a deshora un sentimiento de la presencia de Dios, que en
ninguna manera podía dudar que estaba dentro de mí u yo toda
engolfada en Él. Esto no era manera de visión, creo lo llaman mística
Teología. Suspende el alma de suerte que toda parecía estar fuera de
sí. Ama la voluntad, la memoria me parece está casi perdida, el entendimiento no discurre, a mi parecer, mas no se pierde; mas, como digo,
no obra, sino está como espantado de lo mucho que entiende, porque
quiere Dios entienda que de aquello que Su Majestad le representa
ninguna cosa entiende".
Ternura y gozos de oración
“Primero había tenido muy contino una ternura que en parte algo
de ella me parece se puede procurar: un regalo, que ni bien es todo sensual, ni bien es espiritual; todo es dado de Dios. Mas parece para esto nos
podemos mucho ayudar con considerar nuestra bajeza y la ingratitud
que tenemos con Dios, lo mucho que hizo por nosotros, su Pasión con
tan graves dolores, su vida tan afligida; en deleitarnos de ver sus obras,
su grandeza, lo que nos ama, otras muchas cosas, que quien con cuidado
quiere aprovechar, tropieza muchas veces en ellas, anque no ande con
mucha advertencia. Si con esto hay algún amor, regálase el alma, enternécese el corazón, vienen lágrimas; algunas veces parece las sacamos por
fuerza; otras, el Señor parece nos la hace para no podernos resistir. Parece
nos paga Su Majestad aquel cuidadito con un don tan grande como es
el consuelo que da a un alma ver que llora por tan gran Señor; y no me
espanto, que le sobra la razón de consolarse. Regálase allí, huélgase allí.
Paréceme bien esta comparación que ahora se me ofrece: que son
estos gozos de oración, como deber”.
Reivindicación del alma a través de la reflexión filosófica y la experiencia... 37
Quietud-Unión
“Aunque las cosas que viste tengan muy entera verdad, hallamos
escripto que conviene a los que se quieren allegar a la alta e pura contemplación dejar las criaturas e la sacra humanidad para subir más
alto y recebir más por entero la comunicación de las cosas puramente
espirituales…”
Acabamos de ver que a Teresa le resultaba dificultoso practicar el método de la contemplación de la Humanidad de Cristo y que prefería más
bien el de la lectura (“Aunque lo más gustaba en leer buenos libros, que era
toda mi recreación…”), lo que hoy llamaríamos “meditación”. Ahora, gracias al método de orar apredido en el Tercer Abecedario, consiguió llegar
al grado de “oración de quietud” y en algunas ocasiones a la “unión”, que
era el fin al cual se proponía conducir el libro de Osuna:
“…comenzó el Señor a regalarme tanto por este camino, que me
hacía merced de darme oración de quietud y alguna vez llegaba a
unión, aunque yo no entendía qué era lo uno ni lo otro y lo mucho que
era de preciar, que creo me fuera gran bien entenderlo. Verdad es que
duraba tan poco esta unión que no sé si era avemaría, mas quedaba
con unos efectos tan grandes…”
Transverberación
“Una vez, tiniendo yo la cruz en la mano, que la traía en un rosario, me la tomó con la suya y cuando me la tornó a dar era de cuatro
piedras grandes, muy más preciosas que diamantes...” (XXIX).
“...vía un ángel cabe mí, hacia el lado izquierdo, en forma corporal... no era grande, sino pequeño; hermoso, mucho; el rostro tan ecendido, que parecía de los ángeles muy subidos (deben ser los que llaman
cherubines, que los nombres no me los dicen...); víale en las manos un
dardo de oro largo y al fin de el hierro me parecía tener un poco de fuego; este me parecía meter por el corazón algunas veces y que me llegaba
38 REIVINDICACIÓN DEL ALMA
a las entrañas; al sacarle, me parecía las llevaba consigo y me dejaba
toda abrasada en amor grande de Dios...” (XXIX).
“Estaba una vez en un oratorio y aparecióme (el Demonio), hacia el
lado izquierdo, de abominable figura... Otra vez me estuvo cinco horas
atormentando con tan terribles dolores y desasosiego interior y exterior...
Quiso el Señor entendiese cómo era el Demonio, porque vi cabe mí un
negrillo muy abominable regañando como desesperado de que adonde
pretendía ganar, perdía...” (XXXI).
Las Moradas del Castillo Interior
Descripción poético-mística del alma
“Trata de cuán fea cosa es un alma que está en pecado mortal y
cómo quiso Dios dar a entender algo desto a una persona.
Trata también algo sobre el propio conocimiento. Es de provecho
porque hay algunos puntos de notar. Dice cómo se han de entender
estas moradas.
Antes que pase adelante os quiero decir que consideréis qué será
ver este castillo tan resplandeciente y hermoso, esta perla oriental,
este árbol de vida que está plantado en las mesmas aguas vivas de la
vida2, que es Dios, cuando cae en un pecado mortal. No hay tinieblas
más tenebrosas ni cosa tan oscura y negra, que no lo esté mucho más”.
El Silbo del Pastor al Alma descarriada
“Dicen que el alma “se entra dentro de sí” y otras veces que “sube
sobre sí”3. Por este lenguaje no sabré yo aclarar nada, que esto tengo
malo, que por el que yo lo sé decir pienso que me habéis de entender, y
quizá será sola para mí4. Hagamos cuenta que estos sentidos y potencias (que ya he dicho que son la gente de este castillo, que es lo que
he tomado para saber decir algo), que se han ido fuera y andan con
gente extraña, enemiga del bien de este castillo, días y años; y que ya se
han ido, viendo su perdición, acercando a él, anque no acaban de estar
Reivindicación del alma a través de la reflexión filosófica y la experiencia... 39
dentro, porque esta costumbre es recia cosa5, sino no son ya traidores
y andan alrededor. Visto ya el gran Rey, que está en la morada deste
castillo, su buena voluntad, por su gran misericordia quiérelos tornar
a Él y, como buen pastor, con un silbo tan suave, que an casi ellos
mesmos6 no le entienden, hace que conozcan su voz y que no anden
tan perdidos, sino que se tornen a su morada. Y tiene tanta fuerza este
silbo del pastor, que desamparan las cosas esteriores en que estaban
enajenados y métense en el castillo7.
Paréceme que nunca lo he dado a entender como ahora, porque
para buscar a Dios en lo interior (que se halla mejor y más a nuestro
provecho que en las criaturas, como dice San Agustín, que le halló
después de haberle buscado en muchas partes)8, es gran ayuda cuando
Dios hace esta merced”.
Las señales que obra dios a los que practican la oración de
recogimiento. Dilatamiento un ensanchamiento del alma
“Por tratar de la oración de recogimiento26, dejé los efetos u señales que tienen las almas a quien Dios Nuestro Señor de esta oración.
Ansí como se entiende claro un dilatamiento u ensanchamiento en el
alma, a manera de cómo si el agua que mana de una fuente no tuviese
corriente, sino que la mesma fuente estuviese labrada de una cosa que
mientras más agua manase más grande se hiciese el edificio, ansí parece
en esta oración27; y otras muchas maravillas que hace Dios en el alma,
que la habilita y va dispuniendo para que quepa todo en ella”.
Relámpago. Trueno. Cometa
“Va bien diferente de todo lo que acá podemos procurar, y an de los
gustos que quedan dichos, que muchas veces estando la mesma persona
descuidada y sin tener la memoria en Dios, Su Majestad la despierta a
manera de una cometa que pasa de presto, o un relámpago trueno,
anque ni se ve luz ni se oye ruido5; mas entiende muy bien el alma
que fue llamada de Dios, y tan entendido, que algunas veces (en es-
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