¿qué son, para qué sirven, y por qué deben subsistir los diputados

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“¿QUÉ SON, PARA QUÉ SIRVEN, Y POR QUÉ
DEBEN SUBSISTIR LOS DIPUTADOS
PLURINOMINALES?”
EDUARDO VILLARREAL SANDOVAL1
SUMARIO: Introducción; Conformación del Poder Legislativo en México; La
Reforma Electoral de 1977; La Representación Proporcional; Procedimiento de
Elección de los Diputados Plurinominales; Consideraciones en torno a la figura de
los Diputados Plurinominales; Corolario; Colofón; Fuentes consultadas.
INTRODUCCIÓN.
Diversas son las voces que el día de hoy se encuentran haciendo eco en torno a una
transformación de la Cámara de Diputados, y eventualmente de la de Senadores.
Uno de los temas que sobre este particular ha llamado más la atención de la población en
general es el relativo a la desaparición de los Legisladores electos por el principio de
Representación Proporcional (en adelante RP), o lo que es lo mismo, los Diputados
Plurinominales.
Abordar el tema en comento es necesario en virtud de la relevancia que posee por sí misma
la figura del Legislador. Sin embargo, no resulta sencillo en medio de una realidad en la
que, como lo es el caso de México, gran parte de la sociedad (con fundamentos muchas
veces carentes de objetividad y análisis) reprueba la función de los Diputados, de quienes,
además, se dicen no estar efectivamente representados.
En el escenario actual de la política mexicana la figura del Diputado está ampliamente
denostada. Mucho se ha hablado de los “altos sueldos” que “se despachan”; de las
corruptelas internas que se dan al estarse cabildeando la aprobación de alguna ley que
1
El autor es Licenciado en Derecho por la Universidad Latina de América, y es estudiante de la Maestría en
Derecho Constitucional en la UNLA.
2
beneficie, por ejemplo, intereses políticos o económicos de relevancia; se dice que son
ignorantes, y que no representan fielmente al pueblo, saqueando al erario público.
Sin embargo, la importancia de la existencia de la Cámara Legislativa radica en que el
sistema gubernamental adoptado por México gira en torno a la doctrinal separación
tripartita de poderes de Montesquieu2 (Ejecutivo, Legislativo y Judicial), la cual ha sido
instituida para evitar que una sola rama del poder se encuentre encima de las otras; de esta
manera, esta separación permite un sistema de cooperación y al mismo tiempo hace posible
que se creen controles y contrapesos correlativos entre los diversos órdenes del Estado.
De tal suerte que, por ejemplo, en nuestro País en donde históricamente el Presidente de la
República ha jugado un papel preponderante (llegando a ser tildado de autoritario durante
regímenes priístas), se hace cuánto más necesario que existan los debidos contrapesos que
prevengan que ése, o cualquier otro solo de los poderes, sea dominante y asimismo llegue a
atentar en contra de los derechos y libertades de los ciudadanos.
En tal orden de ideas, Peter Häberle3 menciona que, en un verdadero Estado Constitucional
Democrático, debe privilegiarse al Parlamento (el Poder Legislativo), el cual es el principal
órgano legitimado democráticamente (no por la manera en que éste haya sido electo, sino)
porque en él está representada la diversidad de un pueblo dividido pluralistamente.
A este respecto, en artículo segundo de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos contempla que la Nación Mexicana es única e indivisible, la cual, a su vez, tiene
una composición pluricultural.
En esta lógica, para que en uno de los Poderes Federales de la Nación (como lo es el
Legislativo), se encuentren “democráticamente” representadas las distintas expresiones
culturales, sociales y económicas del país (que eventualmente ejerzan un contrapeso a las
decisiones que cualquier otro de los Poderes quiera imponer), se hace necesario que el
2
3
MONTESQUIEU, Del Espíritu de las Leyes, Altaya, Barcelona, 1993.
HÄBERLE, Peter, El Estado Constitucional, UNAM, México, p.210.
3
sistema cuente con los mecanismos adecuados que permitan el acceso (democrático) a los
diversos representantes del pueblo4.
De esta manera, aunque el término “democracia”5 en México6, está establecido
constitucionalmente como “un constante mejoramiento económico, social y cultural del
pueblo”, debe entenderse también como una forma de organización del poder político,
donde la voluntad de la mayoría 7 de sus integrantes es traducida en decisiones
gubernamentales.
En este sentido (reza la Constitución Mexicana8) es el pueblo quien, a través de sus
representantes, toma las decisiones rectoras en busca del bienestar común de todos los
ciudadanos, estableciendo de esta manera un sistema político uniformemente equilibrado y
distribuido, regido mediante las diversas instituciones del Estado.
No obstante, en la lógica de que varios segmentos de la población votaren, en una elección
democrática, y con el más eficaz Instituto Electoral, por el candidato que por sí solo no
alcanza la mayoría y no llegare al Congreso, estarán carentes de representatividad.
4
Desde luego, al hablar de una multiculturalidad en el Estado Mexicano, no podemos esperar que todos los
integrantes de la Cámara Legislativa sean profesionistas, o que se ubiquen en una sola rama específica de
conocimiento. Necesariamente deben acudir a este foro ciudadanos de todos los estratos posibles de la
realidad material del país mexicano.
5
Sistema de gobierno (que, aunque primeramente establecido por Heródoto en el siglo V, a.C. para realizar
una distinción entre tres posibles sistemas de gobierno: el gobierno de uno monarquía, de unos pocos
oligarquía y de muchos democracia), surge en Atenas, (bajo la concepción etimológica demos = pueblo,
kratos = gobierno, “gobierno del pueblo”), donde el sistema de gobierno está establecido mediante decisiones
colectivas. Asimismo, a través de circunscripciones territoriales reducidas de ciudadanos llamadas polis, se
propicia la participación de todos éstos en la toma de decisiones políticas de la ciudad, estableciendo un orden
de similitud e igualdad, ya que cualquier miembro de la polis podía ser gobernante, cualquiera que fuese su
grado. Cfr. SARTORI, Giovanni, ¿Qué es la Democracia?, Segunda Edición, Taurus, Madrid, 2007, y
MANTILLA SAHAGÚN, Luis Roberto, “La Deliberación Política en la Democracia Ateniense” en
ALFONZO JIMÉNEZ, Armando, et al, (coord.), Tópicos de Derecho Parlamentario, UNAM/Universidad
Latina de América/Senado de la República LX Legislatura, México, 2007.
6
La cual (aunque para algunos estudiosos resulta inexistente en nuestro País), doctrinalmente, puede ser
abordada desde dos vertientes, a saber: como principio de participación política, esto es que todos los
ciudadanos posean los mismos derechos de elección y de opinión; y, por otro lado, como principio de
representación gubernamental, donde todo ciudadano tiene derecho a ser electo para ejercer funciones de
gobierno, en representación de un sector o la totalidad del pueblo al que pertenece.
7
Utilizo el término mayoría en singular, en el sentido de aducir a la mayor parte de integrantes de todo el
territorio nacional, y no el de mayorías, que emplearé para referirme a grupos particulares que, sin ser
demasiados, detentan una clase y un nivel de poder.
8
Artículos 39 y 41, primer párrafo.
4
Esto es, en palabras de John Adamas, “un Legislativo representativo, debería ser un retrato
exacto, en miniatura, del pueblo en toda su amplitud…”
De tal suerte que, para evitar el riesgo de un debilitamiento en la estructura organizacional
del Estado, y evitar que los diferentes grupos de ciudadanos que no conforman, por
separado, una mayoría se erijan en contra del poder gubernamental, llegando incluso a
gestar grupos revolucionarios y subversivos, con el fin de intentar resolver mediante la
fuerza los problemas9 que este modo de gobierno no-representativo, dista de disipar, es
necesario no desestimar la grave importancia que gira en torno de las llamadas “minorías”
las cuales propician el debate y confrontación de ideas, lo cual, a su vez, tiene como
resultado, el surgimiento de grandes propuestas.
Así, Herman Heller10 señala que
El parlamentarismo 11 descansa de un modo muy especial en un contenido
común de voluntad que integra todas las oposiciones. La unidad política debe
realizarse, como su esencia requiere, en condiciones de la mayor libertad e
igualdad de posibilidades de actuación política para todos los grupos. El sistema
político de unificación de voluntades debe establecerse de abajo arriba, por el
Parlamento, la negociación, la inteligencia, la discusión entre todos los grupos;
no por dictadura violenta de arriba abajo.
CONFORMACIÓN DEL PODER LEGISLATIVO.
En cuanto a la configuración del Congreso General, éste posee una estructura bicameral, en
donde la Cámara baja (o de representantes de la Nación), está compuesta por 500
Diputados, quienes duran tres años improrrogables en su ejercicio, de los cuales 300 son
electos por el principio de Mayoría Relativa (MR), y los otros 200 son electos por el
principio de RP12. Asimismo, la Cámara alta, o de Senadores, está conformada por 128
9
Siendo principalmente la igualdad social y la distribución de la riqueza.
HELLER, Herman, cit por, RODRÍGUEZ PRTAS, Juan José, Desencuentro y Parálisis en el Congreso
Mexicano, Universidad Nacional Autónoma de México, México, 2006, p. 115.
11
De parlamentar = hablar o conversar. Entrar en negociaciones con el enemigo para conseguir la paz, la
rendicón, etc., o tratar sobre una diferencia.
12
ERAÑA SÁNCHEZ; Miguel, “¿Intérpretes Múltiples para Defender la Constitucionalidad de un País
Complejo?”, p. 5.
10
5
Legisladores, de los cuales, 64 son electos por el principio de MR, 32 más son asignados a
la primera minoría, los 32 restantes son electos por RP13.
Los Diputados son los representantes de los diversos integrantes del pueblo, y son los
encargados de iniciar, formar y aprobar las leyes que nos rigen.
Las funciones del Poder Legislativo se pueden resumir en cuatro grandes rubros, a saber, de
creación normativa, de función representativa, de función presupuestaria y control del
gobierno. Por lo que toca a la creación normativa, ésta se refiere a la creación, modificación
y derogación de leyes y decretos de interés general, pretendiendo que las demandas de la
totalidad de los rubros de la ciudadanía sean atendidas y protegidas por las leyes de los
diversos órdenes de gobierno.
Asimismo, de entre las facultades del Poder Legislativo resalta la de controlar a los poderes
públicos. Como ya ha quedado establecido en líneas anteriores, uno de los imperativos del
Estado de Derecho es la limitación y el control del proceso del poder, a fin de prevenir un
posible abuso del mismo por parte de quien eventualmente domine, para de esta manera (a
través de este control al poder), lograr preservar la libertad del individuo14.
Es importante resaltar que estas facultades del Legislativo le han sido otorgadas por la
Constitución. Sin embargo, no es hasta hace algunos años que el Congreso de la Unión ha
dejado de tener un papel pasivo en la política mexicana para participar en un rol
protagónico de nuestra vida nacional15.
Lo anterior es así, en virtud de que con anterioridad el Ejecutivo Federal ejercía un control
autoritario sobre el Legislativo, sin dejarlo actuar, debido a la llamada disciplina partidista,
esto en razón de la hegemonía que mantenía un solo partido en el poder: el PRI.
13
Artículo 56 de la CPEUM.
ENRÍQUEZ FUENTES, Gastón J., Algunos Apuntes sobre el Control Parlamentario y la Democracia en la
Reforma
del
Estado
en
México,
p.
139,
disponible
en
página
web:
http://www.fldm.edu.mx/documentos/revistapdf/09.pdf, [Consultada el 20 de abril de 2010].
15
ELÍAS GALAVIZ, Efrén, El Cabildeo Legislativo y su Regulación, Universidad Autónoma de México,
México, 2006, p. 67.
14
6
Hoy en día, el Congreso interviene cada vez más en las decisiones ordinarias de gobierno y
hace valer el carácter de su representación popular para reflejar el sentir de la sociedad
sobre determinadas políticas16.
LA REFORMA ELECTORAL DE 1977.
Durante el periodo comprendido de 1929 a 1977, el poder político hegemónico del Partido
Revolucionario Institucional fue avasallante. Prácticamente no había un solo espacio de la
vida política del país que estuviera exenta de la injerencia del Presidente de la República17.
En 1977, el entonces Secretario de Gobernación, Jesús Reyes Heroles, en el periodo
presidencial de López portillo (después de que éste último se registrara como candidato
único a la Presidencia, en medio de una supuesta competencia democrática), presenta una
reforma electoral que, entre otras cosas, contemplaba el aumento del número de Diputados
(de 186 a 400), así como la figura de la Representación Proporcional para elegir a 100
Diputados más.
Con esta reforma, se dio el primer paso de lo que vendría a ser un proceso (lento, pero sin
marcha atrás) de la apertura del sistema político mexicano al pluralismo 18. Asimismo,
expertos en materia electoral como José Woldenberg, ex presidente del IFE, consideran que
esta reforma, fue el punto de partida del prolongado trayecto hacia la democracia en el país.
Consecuentemente, a través de la figura de RP, se hizo posible que los partidos de
oposición lograran gradualmente espacios en los cargos de representación popular. De esta
manera, habiendo mayor pluralidad política en la Cámara, menor fue la capacidad de
control e influencia del titular del Ejecutivo Federal 19.
16
Ibídem, p. 68.
ALFONZO JIMÉNEZ, Armando, “¿Un Gobierno de Gabinete en México?”, en Tópicos de Derecho
Parlamentario”, ALFONZO JIMÉNEZ, Armando, DEDIENHEIM, Cuauhtemoc, ERAÑA, Miguel,
(Coords.), Universidad Nacional Autónoma de México, Universidad Latina de América, Senado de la
República LX Legislatura, México, 2007, p. 15.
18
Ibídem, p. 16.
19
Ibídem, p. 15.
17
7
Para el año de 1997, en el proceso de elección de puestos a nivel federal, el PRI por primera
vez perdería la mayoría absoluta de la Cámara de Diputados 20. Esta sería la primera vez en
la historia del PRI que el Presidente de la República, emanado de ese partido, no contaría
con la mayoría en la Cámara baja, aunque conservaría la mayoría en el Senado de la
República.
A partir de este momento, y en razón de que, por ejemplo, la Ley Orgánica del Congreso
General, en lo referente a ella, estaba diseñada en función del sistema de partido
hegemónico, se crearon un sinnúmero de vacíos jurídicos, ocasionando un agudo conflicto
entre ese partido y los partidos de oposición en el proceso de la instalación de la LVII
Legislatura21.
Desde luego, ningún partido político obtuvo la mayoría absoluta en la antedicha
Legislatura, lo que trajo consigo un “vigoroso pluralismo”22.
El entonces electo Diputado, Porfirio Muñoz Ledo, junto con las fracciones legislativas,
lograron una serie de reformas al interior de la Cámara de Diputados, entre las cueles
destaca la distribución de presidencias e integración de las comisiones legislativas con base
en la representatividad de cada fracción (principio de proporcionalidad). Ante esto, Muñoz
Ledo expuso que, en adelante, existiría un equilibrio real de poderes en el país. Una
posibilidad que se había visto negada por muchos años por la coincidencia del poder
presidencial con la mayoría de su partido en la Cámara de Diputados 23.
LA REPRESENTACIÓN PROPORCIONAL
El principio de RP es una elección que consiste en asignar cargos de elección popular
tomando como base el porcentaje de votos obtenidos por un partido político en una de las 5
regiones geográficas en que se divide para tal efecto el territorio nacional, denominada
circunscripción. Busca asegurar que cada grupo o partido tenga representación en el
Congreso, de acuerdo con el número de votos que haya obtenido.
20
AGUILERA ORTIZ, Isidro (Comp), La Democracia Ineludible. Un Momento de la Vida Legislativa de
México”, Cámara de Dipuatdos LVIII Legislatura, México 2002, p. 32.
21
Ídem.
22
ALFONZO JIMÉNEZ, Armando, “¿Un Gobierno de Gabinete en México?”…, loc. cit., p. 17.
23
AGUILERA ORTIZ, Isidro (Comp), La Democracia Ineludible. Un Momento de la Vida Legislativa de
México”, óp. cit., p. 33.
8
La RP, comenta Leonardo Valdés24, intenta resolver el problema de la sobre y subrepresentación, asignando a cada partido tantos representantes como corresponda a la
proporción de su fuerza electoral.
Esto es, que la RP lo que busca es igualar el porcentaje de votos que alcanza cada partido
con el de representantes en el órgano legislativo. De esta manera, la RP consigue la forma
más equitativa de representación, pues al asignar a cada partido las curules
correspondientes a la votación obtenida25.
Peter Häberle26 comenta que un sistema electoral que contempla la RP, debido a la amplia
representatividad que ofrece (al acceder al Congreso un mayor número de representantes
diversos del pueblo) merece preferencia sobre aquél de mayoría relativa.
El sistema de mayoría relativa permite que exista un partido dominante (aquél que obtenga
mayor número de votos), incluso si en su designación el número de votos no excede de la
mitad del total de los votos emitidos27, lo anterior es así ya que los partidos más grandes
tienen mejores posibilidades de ganar posiciones en los distritos a través de la propaganda y
la publicidad en las campañas electorales, lo cual cuesta mucho dinero, y que, en efecto, los
partidos pequeños o medianos no tienen.
La RP está pensada, pues, como una adición que pretende compensar la desproporción de la
representación elegida por medio de la mayoría relativa28.
Explica el Dr. Eduardo Andrade Sánchez, que el sistema de mayoría relativa se basa en que
el candidato que obtenga la mayor cantidad de votos es el que ocupa el puesto en disputa.
Los votos emitidos a favor de los candidatos derrotados no tienen representación alguna 29.
El que gana asume la representación de todos los electores, y por ende de todos los
24
VALDÉS, Leonardo, Sistemas Electorales y de Partido, Cuadernos de Divulgación de la Cultura
Democrática, Instituto Federal Electoral, México, 1997, p. 14.
25
Ídem.
26
HÄBERLE, Peter, El Estado Constitucional, óp. cit., p.210.
27
De aquí se observa que la votación, en caso de no rebasar la mitad del total de los votos, en efecto, carece
de legitimidad, y aunque sí sea legal (teniendo un voto más que su contrincante), no estará representando
fielmente los intereses de la mayoría. TENA RAMÍREZ, Felipe, cit por. ERAÑA SÁNCHEZ, Miguel,
“Comentario al Artículo 63 de la CPEUM”, p. 5.
28
VALDÉS, Leonardo, Sistemas Electorales y de Partido, óp cit., p. 17.
29
ANDRADE SÁNCHEZ, J. Eduardo, Introducción a la Ciencia Política, Oxford University Press, México,
2005, p. 198.
9
habitantes de un distrito específico, esto es, de todos aquellos que votaron por él, de los que
votaron por sus adversarios, incluso de los que ni siquiera votaron por no encontrar en
ningún candidato las cualidades que se apegaran a sus preferencias.
Como lo comenta Francisco Porrúa Pérez en su Teoría del Estado, “el sufragio universal ha
llevado ordinariamente al poder, no a los más capaces, sino a los más audaces”30, a quienes
detentan los medios sobre todo económicos para convencer propagandísticamente a través
de la radio y la televisión a los electores.
PROCEDIMIENTO DE ELECCIÓN DE LOS DIPUTADOS PLURINOMINALES.
El artículo 53 de la CPEUM, señala que “para la elección de los 200 diputados según el
principio de representación proporcional (…), se constituirán cinco circunscripciones
electorales plurinominales en el país”. De acuerdo al artículo 13 del COFIPE31, para la
asignación de diputados de representación proporcional (…) se procederá a la aplicación de
una fórmula de proporcionalidad pura, integrada por (…) cociente natural; y resto mayor.
Esto es, se divide la votación nacional emitida entre los 200 diputados de representación
proporcional a repartir, y se determinarán los diputados que se le asignarían a cada partido
político conforme al número de veces que contenga su votación el cociente natural.
Esto es, que de la votación nacional emitida (descontando los votos nulos, y los votos
emitidos a favor de un partido que no alcanzó el mínimo de 2% de la votación nacional), se
saca un cociente natural, dividiéndola entre los 200 Diputados de RP.
Ejemplo: si la votación nacional (ya sin los votos nulos) es de 10´000,000, éste número se
divide entre 200, lo que da un resultado de 50,000 como cociente natural.
Si un partido obtuvo un millón de votos, se divide ese millón entre el cociente natural,
dando un resultado de 20 diputados plurinominales32.
30
PORRÚA PÉREZ, Francisco, Teoría del Estado, Trigésima Octava Edición, Porrúa, México, 2004, p. 485.
Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales publicado en el Diario Oficial de la
Federación el 15 de agosto de 1990.
32
El denominado resto mayor es el remanente más alto entre los restos de las votaciones de cada partido
político, una vez hecha la distribución de curules mediante el cociente natural. El resto mayor se utilizará
cuando aún haciendo las operaciones matemáticas hubiese diputaciones por distribuir; lo anterior teniendo en
cuenta que ningún partido puede contar más de 300 Diputados por ambos principios, y que tampoco podrá
31
10
Quizá ese partido político no haya ganado ninguna diputación en los distritos electorales
por separado. Pero sumando la votación que obtuvo a nivel nacional, en todos los distritos,
bajo este principio, se garantiza que los simpatizantes de ese partido tendrán voz dentro del
Congreso, en lugar de ser simplemente marginados por “la tiranía de la mayoría”. Esto es,
por el abuso del principio mayoritario; lo cual se refiere a que, por ejemplo, una sociedad
cultural o racialmente dividida permita al grupo mayoritario emplear la técnica
democrática, para mantener permanentemente bajo su dominio al grupo de menor tamaño33.
CONSIDERACIONES EN TORNO A LA FIGURA DE LOS DIPUTADOS
PLURINOMINALES.
La campaña en torno a la desaparición de los Diputados de RP (que también se incluye en
el “decálogo” de propuestas de Reforma Política del Presidente Felipe Calderón, se basan
en fundamentos como el de que su desaparición representaría un ahorro importante para el
erario público. Sin embargo, aunque es necesario buscar los mecanismos que eviten el
despilfarro del escaso recurso económico de la Nación, es igualmente cierto que no se
deben utilizar argumentos como el del ahorro en un tema tan delicado como lo es el
incipiente sistema político democrático en México.
No debemos olvidar la historia de nuestro País. La figura de los Diputados plurinominales
surge en México como una imperiosa necesidad, ya que los grupos minoritarios que no
tenían acceso al poder se expresaban a través de manifestaciones violentas y muchas veces
armada. Hoy en día, esos frentes cuentan con voz y con una tribuna en la Cámara de
representantes, y juegan un papel importante en la conformación de la vida política de la
Nación, que de otro modo no hubiera sido posible.
La Representación Proporcional, a nivel internacional, es una figura reconocida que se
instituye como un principio fundamental de los sistemas políticos representativos, y
establece el debido respeto a los derechos de las minorías, las cuales, aunque no estén de
contar con un número de diputados por ambos principios que representen un porcentaje del total de la Cámara
que exceda en ocho puntos a su porcentaje de votación nacional emitida.
33
TOCQUEVILLE, cit por, ANDRADE SÁNCHEZ, J. Eduardo, Introducción a la Ciencia Política, óp cit.,
p. 189.
11
acuerdo con la eventual mayoría, tienen derecho a estar representadas dentro de la Cámara
de Diputados, en proporción a los votos obtenidos.
De no brindarles la oportunidad de expresar sus ideas de manera legal y legítima, se les
estaría condenando de facto a ser escindidas de las decisiones políticas, produciendo con
ello una incitación al resurgimiento de fuertes grupos subversivos.
Desde luego la asignación de recursos que se hace a los Partidos Políticos en México no es
menor. Nuestros procesos de elección, se dice, son los más onerosos. Mantener a los
Diputados Plurinominales cuesta dinero, pero no debemos dejar de lado que una dictadura
es cuanto más costosa.
Cerrar el paso a los Diputados Plurinominales es atentar contra la diversidad del pueblo
mexicano, y por ende, atentar contra la soberanía popular. Ya que de no existir, la
configuración del Poder Legislativo sería bipartidista en el mejor de los casos,
concentrándose las decisiones más relevantes del país en unos cuantos (una oligarquía),
habría realmente una crisis de representación, y lo peor del caso es que no prevalecerían los
mecanismos de pesos y contrapesos de manera efectiva entre los demás órdenes de
gobierno. Y, si, por ejemplo, la gente continúa siendo seducida por una campaña tan
carente de sustancia como la que hoy avizoramos respecto a la desaparición de los
representantes de la población, el siguiente paso será la eliminación total del Poder
Legislativo, lo cual, desde luego, a este paso, se conseguirá por una decisión “mayoritaria”
(aunque no concienzuda).
COROLARIO.
El principio de RP hace posible la representación de la mayor cantidad de intereses y
opiniones dentro del Congreso, en el orden de su fuerza respectiva en relación con el
electorado. Asimismo, impide la construcción de mayorías parlamentarias demasiado
artificiales que no corresponden a una mayoría real de la votación nacional.
Del mismo modo, incita a la negociación para la consecución de consenso entre las
mayorías y el compromiso político entre diversas fuerzas sociales y grupos étnicos, así
como religiosos.
12
Atempera la posibilidad de que se lleguen a presentar cambios drásticos en el
funcionamiento de la vida política del país, derivado de las decisiones de un partido
hegemónico.
No obstante las ventajas anteriormente señaladas, es preciso apuntar que si bien los
Diputados Plurinominales deben prevalecer en la vida política nacional, también es cierto
que sí requieren ciertas adecuaciones para un óptimo desempeño en la realidad material, y
me estoy refiriendo a la figura del Diputado de manera genérica.
Es necesario que, siendo el número de Diputados que conformasen la Cámara, estén
regidos por controles internos mucho más eficientes que los actuales. Me explico: una de
los principales reclamos de la ciudadanía ante sus representantes es el de que falten a las
sesiones del Congreso. Ante esta falta, además del descuento de su “dieta”, debería existir
una sanción, y fuerte, como la de tener un máximo permitido de inasistencias, antes de
sustituirlo de manera definitiva por su suplente, y en el caso del segundo, por un nuevo
Diputado electo democráticamente en su distrito o en la circunscripción correspondiente.
Ante el pretexto de los propios Legisladores de que el periodo de tres años para cumplir su
encomienda es muy corto, y ante la propuesta de reelección de Diputados, considero viable
que se alargase a un año más el periodo de gestión, siendo de cuatro años, pero sin
posibilidad de reelección, la cual, desde luego, producirá en lo subsecuente la conformación
de uno o dos partidos hegemónicos, sin dejar de comentar que esta propuesta carece de
fundamento sustancial como medida de control para el Legislador. Si se instituye la
reelección por un par de periodos, el Diputado en comento realizará su labor de manera
loable en el primero y segundo ejercicio para lograr la reelección, pero puede ser que en su
última gestión (siendo más experto para ello) no realice una labor honorable, e incluso
llegue a cometer ilícitos de manera “profesional”, como el de propiciar un fraude a la ley, o
beneficiarse a sí mismo o a un grupo político o empresarial afín.
En el Poder Legislativo de Estado Unidos de Norteamérica, los Senadores duran en su
encargo 6 años al igual que en México, con la diferencia de que los primeros son
renovados, de manera escalonada, en una tercera parte cada dos años. Esta fórmula podría
funcionar para la renovación gradual de nuestra Cámara de Diputados, para garantizar la
13
diversidad de posturas de los mismos (al igual que como ocurre con los Ministros de la
Suprema Corte de Justicia de la Nación), salvo que una elección de esta naturaleza
representaría un gasto aún mayor.
Por otro lado, es de considerar que si lo que se busca es que los Diputados hagan su trabajo,
estos deben ser auditados de manera efectiva, y oportunamente sancionados por la
población. En la actualidad la Auditoría Superior de la Federación está facultada para
realizar análisis de la función de los Legisladores, pero con posterioridad a ésta. Es
necesario que se revisen los trabajos de los Diputados, que se les incentive por el número y
calidad de propuestas presentadas y por el papel en torno al seguimiento y la consecución
de las mismas. No debe dejarse de lado la posibilidad de verdaderamente castigar a un
Diputado que no hace su trabajo. Para ello debe discutirse objetivamente la figura de
revocación del mandato. Desde luego, para tal efecto, es preciso instituir los candados
necesarios, a fin de no tiranizar la figura. Esto es, establecer como condición mínima, los
motivos por los que puede activarse esta figura, así como definir que sólo podrá serle
revocado el mandato a un Legislador, mediante una votación popular que supere la
votación que le llevó al cargo.
COLOFÓN.
No es extraño observar que, ante las propuestas del PAN y del PRI de disminuir el número
de Diputados de 500 a 400 (240 de MR y 160 de RP), o de la otrora propuesta “popular” de
eliminar totalmente a los Plurinominales, el conjunto de partidos que integran el DIA,
plantea todo lo contrario: que 400 diputados sean electos por el método de RP, siendo
votados por listas estatales (en lugar de circunscripcionales); y que los 100 restantes sean
electos a partir de una lista nacional.
Esto es, que los partidos mayoritarios buscan cerrar el paso de acceso hacia el Poder
Legislativo a las minorías que, para ellos, representarían un obstáculo para la imposición
general de sus decisiones.
A los partidos “mayores” les conviene la desaparición o reducción de estos Legisladores, ya
que representaría “una piedra menos en el zapato”.
14
Por otro lado, los partidos pequeños, las minorías, lo que buscan a través de este método de
RP total en la Cámara de Diputados es una conformación mucho más cercana a la voluntad
del voto de la ciudadanía, reflejando de manera precisa la pluralidad ciudadana.
La actual campaña que busca la desaparición de los Diputados de Representación
Proporcional34, al día de hoy ha sumado 27 994 simpatizantes a su casusa 35. Sin embargo,
debe considerarse que en un país donde habitan más de 110 millones de personas, ese gran
número de personas que buscan este cambio, no llegan ni al .01%, razón por la cual se les
debe ubicar en la posición de ser una minoría.
Una minoría es incapaz de ganar por sí misma una elección en nuestro sistema político.
Quien rechaza la figura de los “Pluris” en nuestro país, se condena a sí mismo a vivir bajo
el imperio del más fuerte, del arbitrario, del tirano. Rechazar la pluralidad en México es
retroceder un siglo y volver a ser coartados por un régimen dictatorial en donde nuestra voz
un es escuchada y donde nuestras ideas probablemente se conviertan en delitos. Quiero
pensar que esta gente, por el bien propio, simplemente no sabe lo que está haciendo.
34
35
Liderada por el periodista Pedro Ferriz de Con.
http://www.noalospluris.mx/
15
FUENTES CONSULTADAS.
A. Textos Normativos
-
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos del 5 de febrero de 1917.
-
Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales publicado en el Diario
Oficial de la Federación el 15 de agosto de 1990.
B. Doctrina
-
ALFONZO JIMÉNEZ, Armando, “¿Un Gobierno de Gabinete en México?”, en
Tópicos
de
Derecho
Parlamentario”,
ALFONZO
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