persona

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ALGUNAS CONSIDERACIONES S O B R E
L A P E R S O N A JURIDICA
Por a l Dr. Fornondo FLORES GAI<CIA,
Invesiigodor del Instituto Ue Dereho Comporodo de México.
PERSONA
JUR~DICA O
SUJETO DE
DERECHO.
Con frecuencia se consideran como denominaciones equivalentes en
su contenido las palabras "hombre", "persona", "personalidad". CARNELUTTI expresa que "quien piense que el sujeto de un interés iio es niás
que un hombre, puede llegar a confudir la noción de hombre con ia
de sujeto jurídico".'
Tal postura es errónea, a pesar de que la mayoría de las modernas
legislaciones sobreentienden y conceden determinados atributos de personalidad a la criatura huniana.
Si observamos el recorrido histórico de las legislaciones, podremos
percatarnos de que no existia la niisina situación en la aiitigiiedad. E n
muchos sistemas legislativos pretéritos, no todo hombre era considerado
como persona, como lo prueba la institución de la esclavitud; "en los
sistemas que la aceptan, el esclavo no es sujeto de derecho, sino objeto
de relaciones jurídicas especiales, es decir, cosa".Z
-
1 FRANCISCO
CARNELUTTI,
Sistema de Derecho Procesal Cioil. Traducción
de Nicero Alcalá-Zsmara y Castillo y Santiago Sentís Melendo (Buenos Aires. 1944.
tomo 1, pág. 34.
2 EDUARD~
G A R C ~ MAYNEZ,
A
Introducción al Estudia del Derecho (México,
D.F.. 1944). pág. 263. Conceptos semejantes expresa GIORGIO
DEL VECCHIO, Filosofía del Derecha. Revisada por Luis Legaz y Lacambra. Baiielona. 1947, págs.
399, 400 y 401, quien afirma q u e la máxima todo hombre es sujeta de derecho. en
cuanto tiene naruralrnente una capacidad de querer y de determinarse con respecto a
otros: históricamente ha encontrado dos casos de falta de reconocimienro a ese principio: "se hizo una excepción dcl mismo para dos grandes categorías de hambres.
a 10s cuales se negó durante largo tiempo la personalidad juridica: me refiero. dice
239
240
FERNANDO FLORES GARCIA
Como se vc, no siempre el hombre ha sido persona -puede mencionarse además el caso de la llamada "muerte civil"- y en la actualidad,
no todas las personas son hombre, como ocurre en el caso de las sociedades mercantiles. Por ello, es conveniente averiguar el alcance de
estos térnlinos.
el autor italiano, a las categor[as de los ?SC/BWOS y de los extranjeros. E n e1 Derecho
Romano por ejemplo, e1 esclavo es equipando a la cosa (caput non habct) : aunque
tal equiparación fué más bien afirmada dogmáticamente q u e observada de u n modo
riguroso en los hechos. En el modo de tratar y considerar i los esclavos, h u b o siempre una tempenncia. debido a la consideración de sii misma naturaleza. La personalid:d natural va apoderindose -por
asi decirlodel sistema del Derecho positivo.
y sugiere ciertas instituciones (por ejemplo, cl peculio) en virtud de las cuales se
reconoce. por lo menos indircctamentc y dentro de ciortai limites, la personalidad
del esclavo. Asi, entre los romanos se admirió. por ejemplo. que e1 osclavo pudieca
pertenecer a asociaciones religiosas (collrgio t u n e r ~ r i c i a ) , y aún obligarse noiuraliter,
y adquirir derechos. hasta el punto de establecer relaciones de deuda y crédito can su
~ r o p i oseñor: de donde resultó la posibilidad de que el esclavo se rescatase. pagando
él mismo con su peculio "suis numrnis" el precio de su libertad. al dueño. Por otra
parte. es de notar que ya los filóiofos estoicos y los mismas juristas romanos (educados en la Filosofia estoira) habian reconocido que la esclavitud está cn oposición
con los principios del Derecho natural. en cuya virtud todos los hombres son igualmente libres y, por ende, sujetos de Derecho. Esta afirmación o exigencia ideal y
teórica. reavivada potentemente por el C r i ~ r i ~ n i r m orransformose,
,
en una fase ulterior
do la evolución juridica. en un principio de Derecho positivo q u e dispuso cabalmente
la abolición de la esclavitud".
U n a evolución análoga se icalizó con respecto a los extranjeros. sigue exponiendo
DEL VECC~IIO.
E n los origcner domina el principia que excluye a los extranjeros de
la tutela juridica: e1 reconocimiento de la personalidad se otorga sólo a los pertenecientes al grupa. Poro pronto empieza a delinearse la tendencia a conceder a los
extranjeros una protección juiidica. por lo menos indirecta. a través de los ciudadanos. Esta tendencia, que tiene su primera raiz en la conciencia humana, fué favarecida especialmente por la necesidad del tráfico: el comercio fuf desde las épocas primitivas un importante factor de progreso juridico. Hoy en dia, en las legislaciones
progresivas, la equiparación casi puede decirse completa, en cuanto que el extranjero
disfruta de todos los derechos civiles propios del ciudadano. Queda todavía nrcorariamente la excluri6n de los derechos civiles en algunas legislaciones, en las que son concedidos al extranjero bajo la condición de la reciprocidad. Adviértase que el hombre
es reconocido omo sujeto de derechos a ú n en el caso de que sea apólido ("sin patria"),
o sea. cuando no pertenezca a n i n g i n Estado, en razón sólo de su cualidad dc ser
humana. Con lo cual rl Derecho positivo ha venido a confirmar u n antiguo postuCONSENTINI,
en su
lado de la Filosofia del Derecho. Por su pacte FRANCESCO
Filosofio tíel Derecho (México, 1 9 3 0 ) . págs. 7 1 y 7 2 . expresa que "sólo d homhre. puede asumir el carácter de persona juridica y tener una capacidad juridica. Pero
sólo en el derecho moderno de las naciones más civilizadas. se identifican la cualidad
de hombre y la de sujeto del derecho. El principio de la igualdad de las personas en
derecho os conquista muy reciente. Durante muchisimo tiempo sólo algunos individuos
CONSIDERACIONES SOBRE LA P E R S O N A J U R I D I C A
24 1
PERSONA,^ proviene del latín, está forriiada de "per" (preposición de
acusativo, en su acepción de aumerito) y de "sono" (sonar), pero como
afirma FERRARA,~
110 obstante las investigaciones giotoiógicas hechas hasta ahora, la palabra es aún bastante obscura y la más probable es 1 ; ~derivación que de ella se hace de AULIOAGERIOde "per~onare".~Cierto
que entre los latinos el sentido originario de persona fué el de máscara,
"larva histrionalis", que era una careta que cubría la faz del actor cuando
recitaba en rscena, con el fin de hacer su voz vibrante y sonora: y poco
después la pakibra pasó a sigriificar al mismo actor enmascarado, ~l personaje; así en el frontispicio de las comedias de Plauto y Terencio se lee
la lista de las "Personas".G También en el lenguaje teatral se usahan las
expresioties "personarn gerere, agere, sustinere", en el sentido de sostener
en el drama las partes de alauno, de representar a alguien. Ahora bien,
este lenguaje escénico se introdujo bien pronto en la vida. Y como el
.
-
privilegiados podian afirmar plenamente su personalidad juridica: todos los demás o
no tenia" ninguna personalidad. o eran asimilados a las cosas. como los esclavos,
o tenían una personalidad juridica limitada. imperfecta y en casos limitados o bajo
determinadas condiciones. como las mujeres. los extranjeros. los esclavos libertados.
los siervos de la gleba. La personalidad juridica plena y completa era una excepción,
una siruación privilegiada: la regla estaba constituida por la limitación o la falta
en su abra Introducción o lo
absoluta de la personalidad". También G. RADBRUCH
ciencio del Derecho, traducción de Luis Recaszns Sichés, (Madrid. 1 9 3 0 ) . 88. coincide con las ideas que hemos transcriro de G A R C ~ MAYNEZ.
A
3 JoSÉ CASTANTOBENAS,
Derecho Cioil Español, Corniin y Forol. tomo 1,
(Madrid. 1 9 4 3 pág. 1 3 5 . según el cual "la palabra persona tiene su origen en las
lenguas clásicas. E l sustantivo latino persono, ne, se derivó del verbo persono (de
pcr y sono, as. are) que significaba sonar mucho, resonar". Asimismo, ENRIQUE
SOINE. Nmionaiidod de las Socied~desMerrontiles, (Mlxiio, D. F.. 1 9 5 3 ) .
HELGUERA
pág. 83. exprésaso en el mismo sentido. CARLOSMOUCHET
y RICARDO ZORRAQUfN
BECUen el libra Introduciión al Derecho (Buenos Aires, 1 9 5 3 ) . págs. 1 1 0 y 1 1 1
y J O S ~L. DE BENITO. en La peraonolidad juridiro de las cornporíios y sociedades
rnercnnriies, (Madrid). pág. 2 8 , también coinciden en esta versión etimológica de la
palabra persona.
4 FRANCISCO
FERRARA, Teario de las Personos duridiros. Traducción de
Eduardo Ovejero y Maury (Madrid. 1 9 2 9 ) . p p , 3 1 3 y 3 11.
5 Según VICENZOARANGIO-RUIZ.
en su libro Las acciones en u1 Derecho
privado romano, p. 6 6 . Aulio Ageiio es. m todos los modelos de fórmulas preparadas por el preror. el nombre de "agit" del demandante: NUMERIO NEGlDIO es la
designación ficticia de1 que niega (negat). del demandado. Evidentemente, cuando era
intentada una acción. estos nombrcs alegóricos eran reemplazados por loi nombres
de las partes en el litigio.
6 En denrminados periodos del Derecho romano. en el procero. el actor o
agit y d reus o demandado. recitaban un diálogo ritual y "representaban" a u n con
gestos ante el magistrado, a semejanza de los "personajes" teatrales.
.
242
F E R N A N D O F L O R E S GARCIA
actor que en drama representaba alguna función, se dccia "gerit personam" (principis, consulis, etc.). Persona quiere decir aqui: posición, función, calidad.. . Por un ulterior desarrollo 1ing.üistico pasó luego a denotar al hombre, en cuanto reviste aquel "status", aquella cualidad y así se
habla de "persona consulis", de "persona socii", en vez de socius, etc.
Pero en estas formas de coligación "persona" va perdiendo gradualmente
todo significado y se reduce a un simple sufijo estilistico, un rud:mento
sin contenido: así se llega a ver en "persona" la indicación del zénero,
cuyo genitivo opositivo formaba la especie, y esta indicación genérica no
podría ser otra que la del hombre.
De este modo "persona" termina por indicar independientemente el
individuo humano, y éste es el significado que se hace más común y persiste hasta hoy.
Para el propio FERRARA,
el término "persona", tiene tres significados:
en el sentido fisio-antropológico, hombre; en el sentido teológico-filosófico,
ente racional, consciente, capaz de querer; y en el sentido juridico. ente
que tiene función juridica, cualidades en el derecho, capacidad.'
En opinión de RECASÉNSSICHESel concepto de persona tien- propiamente, su sede en el campo del derecho. Sin embargo, con posteriodad esa palabra, que designa al sujeto de ias relaciones juridicas, ha sido
empleada traslaticiarnente en otras varias acepciones, en ciencias diferentes: en la Sociología, en la Metafísica, en la Etica. La palabra "versona" tiene un significado totalmente diverso según la ciencia que lo emplee: en Filosofia no expresa, como en Derecho, la realidad esencial de
lo humano, sino una categoría, genérica a b ~ t r a c t a . ~
El concepto juridico de persona se aparta del significado de la palabra "hombre", pues éste es un concepto filosófico, sociológico, psicobiológico, etc. No obstante, la persona en su concepto normativo juridico,
está formado por ese mismo hombre en su actuación jurídica, más el
agregado del sentido jurídico de persona -igual para la persona juridica
individual que para la persona jurídica colectiva, puesto que la diferencia esencial entre ambas no es juridica, sino por sus dimensiones meta-
-
7 FERRARA,
op. cit., p. 318. El jurista hispano CASTANTOBEEJAS,
o p . y loc.
cirs., afirma que actualmente la palabra persona puede revestir diversos sentidos, vulgar, filosófico y juridico. En este último se llama persona a todo ser capaz de
derechos y obligaciones y cita a SANCHEZ ROMANpara quien persona es toda entidad física o moral, real o juridica y legal. susceptible de derechos y obligaciones
o de ser término subjetivo do relaciones do derecho.
8 Lurs RECASÉNS
SIcHES, V i d a humano, Sociedad y Derecho (México. D. F..
1940). pág. 145.
CONSIDEKACIONES SOBRE LA PERSONA JLJRIDICA
243
jurídicas- no comprende la totalidad dc las proyecciones y acti~idades
del hombre, ni las situaciones y realidades totales del ente de existencia
ideal, sino la objetivación unificada en el titular (sujeto de deberes y derechos) que normativamente se atribuyen a especificas situaciones y calidades genéricas y funcionales de la criatura humana o de determinados
tipos socia le^.^
Según FERRARA,
filosófica o vulgarmente se puede identificar la persona con el hombre y concebir la persona como un ente dotado de autocoriciencia y voluntad; pero juridicamente esa identificación no sirve, porque persona no quiere decir otra cosa que sujeto de derecho.'"
Cuando DEL VECCITIOse plantea la interrogante: ;Quién puede ser
persona, esto es, sujeto de Derecho?, está asimilando los dos términos.
E n efecto, "si recordamos que el Derecho se refiere esencialmente 31 querer y al obrar, entenderernos fácilniente que pueden ser sujeto de Derecho sólo aquéllos que tienen naturalmnte la capacidad de querer y de
obrar. Estos requisitos psicológicos esenciales se encuentran ante todo en
el hombre. El posee en si las condiciones naturales para su propia actividad; es capaz de imponerse a si mismo y a otros una dirección y un
limite de obrar; puede exigir, pretender un cierto comportamiento de
los demás; y a su vez reconocerse sometirlo a una obligación. Por lo cual
podemos afirmar la máxima de que todo ho~libvees s l ~ j e t ode Derecho,
en cuanto tiene naturalmente una capacidad de querer y de determinarse
con respecto a otros"."
Si se recuerdan las nociones proporcionadas sobre la evolución histórica del Derecho y la gradual transformación de las concepciones sobre
la "persona" y aún más, sobre los diversos significados que el vocablo involucra, se puede objetar la relatividad de los conceptos <le DEL V~;CCEIIO.
Sobre todo, ya señalaremos que el concepto de sujeto de Derecho rcqiiiere
de la atribución normativa de csa calidad, de esa capacidad juridica al
entr individual o co!ectiro.
LEGAZY LACAMBRA
apunta que "el concepto de sujeto debe interpretarse no en el sentido lógico-gramatical de lo opuesto a predicado, sino
en el sentido propiamente ético de lo contrapuesto u objeto: es decir, como aquello que, a diferencia de éste, tio posee una nueva utilidad ni un
precio, sino una dignidad; el objeto es un medio, el sujeto un fin al
cuzil se ordena todo medio, todo objeto. Esta dignidad la posee el Iiom--
~~~~
~
~
9 MARCOS SATANOWSKY,
Esludios de Derecho Coi>~ercial, (Buenos Aires,
1 9 5 0 ) . tomo 1. páe. 42.
10 Op. cit. pág. 2 7 9 .
1 1 Op. c i t . , p. 3 9 9 .
244
FERNANDO FLORES GARCIA
bre, pero también ciertos grupos humanos poseeti un valor más que
utilitario, más que instrumental para los fines del hombre -al
menos
para sus fines particulares y no esenciales- o, lo que es lo mismo, tienen una dignidad, una condición de fin con respecto a los objetos, y en
este sentido son igualmente sujetos de derecho, es decir, persona^"?^
Por otra parte, encontramos que no solamente el hombre es persona, sino que existen entidades colectivas, o bien patrimonios, etc. que
desde el punto de vista jurídico son sujetos de derecho. "Es exacto, como
dice STAMMLER,
que el hombre es sujeto de derechos en cuanto es considerado como fin en sí mismo. El hombre es la unidad de la vida jurídica; pero la personalidad consiste en encontrar en el hombre, o atribuirle, una esfera juridica que es unitaria, aunque representara una
pluralidad de hombres o una organización compleja de hombres y bienes
según un fin".18
Considera KELSENque si bien el hombre es persona, no por ello,
la persona es el hombre. El hombre es un objeto esencialmente distinto
para el derecho, al hombre de la Biologia y de la Psicologia, y no está
en realidad, en tal relación con el derecho, que pudiese ser objeto de la
ciencia juridica. E l objeto de la ciencia juridica no es el hombre. Y la distinción de hombre y persona constituye uno de los conocimientos metódicos más importantes de dicha ciencia. Advertimos que mientras para
STAMMLER
el hombre es la unidad de la vida juridica; para el fundador
de la Escuela Vienesa del Derecho, con mejor técnica afirma que el objeto de la ciencia juridica no es el hombre. sino la persona; sin embargo, ambos llegan al final a conceptos equivalentes al distinguir al hombre
de la persona.
"Si el hombre ha de ser objeto de conocimiento juridico -continúa
diciendo KELSEN-, tiene que diluirse en el derecho. Pero lo que el orden
juridico se apropia, no es todo el homhre, no es el hombre en cuanto tal;
es decir, la unidad específica de la Biología y la Psicologia con todas sus
funciones: sólo algunas acciones humanas particulares, a varias de las
cuales se les designa negativamente conlo omisiones, son las que hallan
entrada en la ley juridica coino condiciones o consecuencia^".'^
Afirniando estos conceptos del pensamiento kelseniano, RECASÉNSSIcHEs comenta: "no es el ser humano íntegro el que funciona en el De12 LUIS LEGAZY LACAMBRA, Introducción o la ciencia del Derecho, Barcelona, págs. 503 y 504.
13 Citado por ~ATANOWSKY. op. cit.. tomo 1, p. 45.
14 HANSKELSEN, Teoria General del Estado. Traducción de Luis Legaz Lacambra, Rarcelona, 1934, p. 83.
CONSIDERACIONES SOBRE L A PERSONA JURIDICA
245
recho como sujeto del mismo, como ccntro de imputación de UIid serie
de contenidos normativos, sino un elemento ideal, a saber, una cualidad
espicial que consiste en que muchos de sus actos figuran como eletnentos
de las proposiciones jurídicas. Si en el campo del Derecho entero, se
separa una serie de todas las normas que regulan la condiicta de un hombre y se las concibe cnrno forniando un orden parcial, y las personificamos
r~presentándolasen una unidad, hemos, contribuido al concepto jurídico
de persona individual. Si se trata de un orden parcial (deliniitado), conforme a un cierto punto de vista, que regula la conducta recíproca de
una serie d.? hombres (pocos o muchos). tenemos entonces la llamada
persona jurídica o colecti~a".'~
E n resumen, jurídicamente ni todo hombre es persona ni con exclusiviclad el ser huinano lo es, pues existen a su lado, las personas juridicas colectivas. Persona física o individual y persona nioial, social o
colectiva, una y otra tienen que ser referidas al denominador coniún del
Derecho, para qu? puedan unirse en el coiicepto general de persona jurídica.
PERSONA,
es pues, como concepto de derecho, "la exteriorizaci5n jurídica del ser -humano o <le existencia ideal- reconocida por el clelecho.
E s el sujeto de dercclios subjetivos y de dcberes juridicos. Persona y
sujeto de derecho expresan jiiridicaniente el misnio conceptn.
PERSONALID.AD
es una cualirlad jurídica, es la atribución al sil jeto de
derecho de la titularidad del conjunto, unificado, de situaciones y acciones
hunianas, conviriicndo a ese sujeto de derechos, rri un centro iir:iiicado
de relaciones jurídicas o de itiiputariSn n ~ r m a t i v a " . ' ~
C.ASTANTOBENAS
tíinibién sr preocupa por estahlecer el distirqo entrc estos <los conceptos: "!\uiic~rie ;¡ veces se usen como sinóniiiio\ y sean
ci,iisrcueii-i:. cl iinri del otro. rio dehrn confundirse los térmii7ix pcrsnna
y personalidad. Si pcrsoizn es todo ser capaz de derechos y ol~lis.iciones,
por persoitali/lnd ha de eiitenrlerse la aptitud para ser srijrto. nrlivo o
pasivo, de relaciones jiiridicas; sc es persona; se tiene pers«ii~lid;~d"."
---
1 5 LUIS
RECASENSSICHES,Estudio Preliminar al Cornprndi,~d,' ' c u r i i Gc-
nerol del Estado de Hons Kelsen, Barcelona. 1914. p p 60 y 6 1
1 6 SATANOWSKY,
ap. cit., t o m o 1 . p 55. A ú n cuando c i pcicc,. :*l. i.i in-
fluencia kelseniana en la terminologia empleada por el a u t o r argentino. al rcfrrirse a
la "pcrsona". SATANOWSKY
habla do "ieconocimicnto" por el d:rr:ho
.i'
\ixp:o de
derechos y obligacioner. lo que supone tambiin, un icercnmiento a la <igriiiiia de
FERRARA.como mis adelante hemos de cxponcr.
1 7 CASTAN
TOBENAS. op. cit., tomo 1. p p . 1 3 5 . 1 3 6 y 1 3 7 e n I. r i.iaiv. el
mismo a u t o r ibero afirma que ''La teorin dc la personalidad juridica. : ! n i , - : - - c r d a
ael Dercilio roniano, 1ia pasado al moderno con m u y diversa siyni:irarió~>.
246
FERNANDO FLORES GARCIA
Al pretender demarcar las notas diferenciales entre persona y personalidad, sólo ocupan nuestra atención como conceptos jurídicos, ya
que las concepciones extra o metajurídicas quedan fuera de nuestro esEn Roma. la personalidad no era un atributo de la naturaleza hunianr. sino una
consecuencia del estado (status), el cual tenia los caracteres de un privilegio, o concesión de la ley. (De aqni la clásica definición: persona est homo statu civili proeditus).
Tres condiciones o estados distinguia el Derecho romano: el estado de liberrod
(status libertatis), el estado de ciudadanía (status civitatis) y el estado de familia (status familiae). Pues bien: para gozar de plena capacidad juridica era necesario tener una posición privilegiada en cada uno de los tres órdenes, o, lo que es
igual, ser libre (no esclavo), ser ciudadano (los extranjeras no padian participar del
ius ciuile) y por mr su¡ juris o jefe de familia (los olieni iuris estaban sub porestare).
M u y diferente es la concepción de la personalidad en el derecho moderno. Desaparecida 1s esclavitud. reconocido a los extranjeros el goce de los derechos civiles
y admitido que la dependencia familiar no altera la capacidad de derecho, ya no está
la personalidad ligada a la posesión de cualidad ninguna. y se la puede considerar
como una emanación de la naturaleza racional humana.
Pero todavia es tema muy discutido, entre los civilistas y filósofos del derecho,
el de la naturaleza de la personalidad juridica. ¿Supone ésta una realidad natural,
un sustrato real, o es una mera categoria juridica. un producto del detecho, que éste
pueda ligar a cualquier sustrato?
Para los partidarios de las teorías reolistas o iusnarurolisrns, la personalidad es
un atributo esencial del ser humano. inseparable de éste. pues es esencial al hombre
y sólo a éste. como ser racional libre, el poseer la capacidad de querer y de obrar
para cumplir su fin jurídico.
Por el contrario. para los secuaces de las teoríis f o r m n l i ~ r ~0s puramente jurídicos, la personalidad es una atribución del orden juridico. "La persona -dice
FERRARA- es un concepto puramente formal juridico que no implica ninguna condición de corporalidad o espiritualidad en el investido. . . No por la naturaleza, sino
en fuerza del reconocimiento del deredlo objetivo, OS el hombre persona. . . La historia nos enseña que durante largos siglos hubo clases de hombros a los que se
negaba la cualidad de sujetos de derecho, y que los hombros podían perder sii capacidad, entrando en un claustro a por condena penal (muerte civil) . . . Y no sólo
nos da el derecho casos de hombres que no son personas, sino también de personas
que no son hombres. Divinidad y santos. animales y plantas. difuntas y ánimas,
han sido reconocidos en diversos periodos históricos como titulares de derechos".
No cabe aquí profundizar en este problema de alta filosofia jurídica. Pero si
podemos apuntar que en realidad las teorias de cada uno de estos das grupas representan, más que soluciones distintas, dos aspectos diferentes. dos vertientes del problema de la personalidad jurídica. Las teorias formales se fijan principalmente en
el problema dogmático a de ciencia jurídica pura: cuándo existe. cómo se reconoce
la persona juridica. Las trorias realistas atienden por el contrario, al problema éticojuridico y jurídico-ideal: a qué entidades y en que condicianrr dehe el dcrocho conceder la personalidad jurídica. Quizá fuera conveniente enlazar ambos puntos de
vista para llegar. en tan arduo problema, a conclusiones saiisiactorias".
CONSIDERACIONES SOBRE LA PERSONA JURIDICA
247
tudio. Armonizando con estas ideas puede señalarse el contenido juridico
de tales aérminos: PERSONA es sinónimo de sujeto de derecho y PERSONALIDAD es una categoría atrihuída al sujeto de derecho.
La personalidad juridica, como ya se ha dicho, puede recaer tanto
en la persona individual, como en los entes colectivos; la personalidad
juridica individual y la de las personas de existencia ideal son jurídicamente asimilables; con referencia al Derecho son homogéneas; no así
desde el punto de vista objetivo donde median entre unas y otras diferencias substanciales. Sobre este tema RECASENSSICHESafirma: "mientras que la ~ersonalidadjuridica individual se adhiere o proyecta sobre
una realidad substante, la del sujeto humano, en cambio la personalidad
colectiva se atribuye a algo que no constituye una realidad substantiva,
independieiite, sino un complejo de relaciones sociales. Y tanto en un
caso como en el otro, la personalidad juridica no traduce las plenarias
y auténticas realidades que le sirven de ~oporte".'~
Las personas físicas son entes natcwalcs, corporales, indiwidz<ales; las
personas jurídicas son entes sociales, incorporales. Las personas jurídino son un producto de la naturaleza sino de la socas, dice FERRARA.
ciedad, son formas de agrupación o de ordenación de los hombres. Por
tanto, cuando se habla de organismos sociales se emplea una imagen, una
expresión figurada, no una palabra propia. Las personas colectivas, además, no está11 sustanciadas en un cuerpo visible y tangible en el espacio:
ciiando se habla del cuerpo de la asociación se expresa una metáfora;
las asociaciones forman, si, uiiidades, pero incorpora le^.'^
Desde luego, que quien, en todas las situaciones e hipótesis tiene,
directa o indirectamente, los derechos y las obligaciones es el hombre. La
personalidad juridica es la expresión unitaria de dichos deberes y dere-
-
1 8 V i d o Humano, p. 1 6 9 . Resulta interesante a esto respecto reproducir las
afirmaciones que vierte RADBRUCH.
op. y loc. cits. "Hoy son capaces de ser sujeto
de derecho todos los hombres (pues actualmente ya no hay hombre que sólo sean
objetos de derecho. esclavos) : y no sólo los hombres singulares. sino también las
asociaciones de varios hombres, sociedades a las cuales sccle denominarse "Personas
juridicas", en contraposición a los individuos, que reciben el nombre de "personas
naturales". T a l modo de plantear la cuestión nos muestra ya, en seguida, su insolubilidad, por tratarse de un aspecto parcial del inzanjado problema filosófico-juridico
fundamental, a saber, si el individuo es principio y fin de todas las determinaciones
jurídicas, o si hay que reconocer además esencias superindividuales con valor juridico
independiente. Asi resulta comprensible que de la controversia en torno a la esencia
de la persona colectiva hallemos originariamente del lado individualista a los romrnistas y del lado transindividualista a los pcrmmistar'..
1 9 FERRARA,
op. cit., p. 1 0 .
248
FERNANDO FLORES GARCIA
chos de la persona, aun cuando no el sostén objetivo, no el soporte material de ellos.
Asegura PUGLIATTI~~
que en cuanto es sujeto de dereclios, el hombre se llama "persona", y la personalidad constituye justaiiiente el signo
forinal del sujeto juridico. La ~ersonalidadindica la aptitud para adquirir y conservar derechos y para asumir obligaciones jurídicas. La personalidad es el resultado de la síntesis de dos elemeiitos: uno material,
que constituye el substracto y otro formal que refleja el sello característico del ordenamiento juridico. El elemento inaterial está constituído por
un conjunto de condiciones y presupuestos, entre los cuales debe enumerarse también la existencia de la criatura humana; el elemento formal
consiste eii el reconocimiento de la personalidad o cualidad del sujeto jurídico creación del derecho objetivo.
De acuerdo con el citado autor, no basta uno sólo de esos dos elementos para constituir el concepto de personalidad juridica. Actualniente
puede decirse que está superada la tendencia jus-naturalista, según la
cual el hombre en cuanto tal, y el hombre como criatura natural, debería
considerarse como sujeto jurídico; basta pensar que al lado de las personas físicas existen las llamadas personas juridicas colectivas; además,
destaquemos en relación con las primeras, que la adquisición de la calidad de sujeto juridico está subordinada por la ley a la existencia dc determinados requisitos o presupuestos de hecho. E n efecto, el concepto de
persona o sujeto juridico es un concepto forinal, que deriva de una calificación normativa otorgada con fundamento en presupuestos materiales
determinados, que son estimados por el mismo orden normativo como
condiciones necesarias para su aplicación. O bien, como sostiene MESTRE
al corregir la definición de DEMANTE
y COLMETDE SANTERRE,
"son per20 SALVAWR PUGLIATII, Infrodutción al Estudio del Derecho Civil. Traducción de Alberto Vásquez del Mercado. México. D . F.. 1943, p. 109. En cuanto
a lo aparición histórica de la personalidad jucidica de los entes do existencia ideal,
MANUELCERVANTES,
Historio y Noturo/eza de lo Personalidad Jurídica. México.
D . F.. 1933, p. 2 2 7 opina que "El concepto de personalidad moral, tal cual la
habernos en la actualidad. es obra de la antigua Roma. de la Iglesia Cristi;iia y del
Derecho germánico antiguo y moderno. El derecho romano clásico elaboró la noción
de la universitas, la Iglesia Cristiana de la época imperial y de la Edad Media construyó la teoría del patrimonio autóncmo afectado a la realización de un fin ideal
o sea la
jurídica de la fundación. y la Alemania moderna ha hecho los
más finos análisis de la idea romana y de la idea cristiana y ha entresacado del seno
de los textos del Cuerpo del Derecho Civil, de las doctrinas juridicas eclesijsticas
y de la contextura de las primitivas asociaciones germánicas las teorizs actuales acerca
de la personalidad moral".
CONSIDERACIONES SOBRE LA PERSONA JURIDICA
249
sonas tanto los individuos como los grupos de individuos, considerados con
relación al Derech~".~'
Por todo lo expuesto hasta aqui, el concepto de "persona" al quc
nos hemos de referir en el resto del trabajo, será el jurídico; o sea, al
titular de derechos y de obligaciones, al sujeto de derecho, el ente responsable de sus actos y de las consecueilcias juridicas que resulten de su
conducta. Es el centro de irnputació~i normativa, el punto de referencia
al que el derecho alude y dirige todas las proyecciones de la conducta y
de los actos de un ente, proyecciones que van a unificarse a un punto
centralizador, a un vértice de confluencia al que la ley atribuye esos actos,
ya sea que correspondan o no, a una entidad real (persona física) o a
un substrato ideal (persona juridica colectiva). En ocasiones al sujeto
que realiza un proceso volitivo y ejecutivo se le atribuye jurídicamente deterininados actos, pero en otras, no existe una coincidencia de la voluntad psíquica y la llamada voluntad juridica y a pesar de ello, la ley
considera que a ese centro unificador de proyecciones y actividades hnmanas, deben atribuirsele las acciones u omisiones. Asiiiiisrno, iisnreinos
la terminología de G A R C ~MAYNEZ""
A
por considerar que es la n ~ técs
nica y que evita confusiones; para este destacado tratadista niexicaiio los
sujetos de dereclio son la persona jurídica individual y la persona jurídica colectiva.
PERSONA
JURÍDICA I N D I V I D U l L
Niiestro Derecho reconoce que las personas fisicas son los hoiiibres.
en cuanto son sujetos de derecho. Nótese que ya no aludimos a la "persorin" sol:imente, sino hacemos referencia a la "persona física". Esta posición dei legislador mexicano nos parece acertada, toda vez, que en
México han quedado definitivamente abolidas las antisociales e inhumanas
institiiciones de la esclavitiid y muerte civil.
Desde luego que In personalidad juridica total no es reconocida u
otorgada a todos los homb~es,por el simple heclio de serlo. Es el propio
ordenamiento civil el encargado de establecer los reqiiisitos necesarios
y las liniitaciones que ha creído pertinentes para alcanzar tal calidad jurídica.
La persona fisica tiene su sostén en la realidad sustantiva humana,
realiza sus actos por sí misma y únicamente recurre a la representación
cuando la ley o su voluntad lo exigen o desean. A diferencia de las per-
-
2 1 AQUILES MESTRE.Las personas Moroles y su Responsobilidnd l'znal. 'Tnduiciún de Cfsar Camargo y Marin, Madrid. 1930, p. 33.
2 l a Op. cit., p. 2 5 9 .
250
FERNANDO FLORES GARCIA
sonas rnorales o jurídicas colectivas que requieren siempre de órganos
gestores d e personas juridicas individuales- para actualizar sus funciones.
El concepto de persona juridica individual o física sólo engloba un
sector de la individualidad. Para alcanzar esta idea juridica ha habido
necesidad de pasar por nn largo proceso de elaboración doctrinal; ha sido
menester indigar en qué consiste la esencia de lo humano y de sus manifestaciones y modalidades; temas de preocupación sempiterna de los
filósofos.
RECASÉNS
SICHESal hablar del HOMBRE AUTENTICO,~~
señala magistralmente las diferentes etapas filosóficas y las principales elaboraciones
doctrinales formuladas alrededor del concepto del hombre. Pero con:o se
advirtió, tales ideas quedan al margen de lo jurídico, ya que el Derecho
únicamente recoge un aspecto de los atributos de la criatura humana al
config~rarel concepto de la persona fisica o persona juridica individual.
¿Cuándo el hombre es considerado como persona física, como persona juridica individual ?
La respuesta, al igual que en el caso de las personas jurídiczs colectivas, sólo la puede dar cada ordenamiento positivo: éste es el único
que puede precisar quiénes son personas en un país y época determinados.
Respecto de la persona fisica, el Código Civil para el Distrito y Territorios vigente en México, estatuye: "La capacidad juridica dc las personas físicas se adquiere por el nacimiento y se pierde por la muerte:
pero desde el momento que un individuo es concebido, entra bajo la protección de la ley y se le tiene por nacido para los efectos declarados en
el presente código" (art. 22).
Como puede observarse, nuestro ordenamiento civil identifica la persone fisica con el hombre. A continuación señala las limitaciones de la
personalidad juridica de esas personas: "La menor edad, el estado de
interdicción y las demás incapacidades establecidas por la ley, son restricciones a la personalidad juridica; pero los incapaces pueden ejercitar
siis derechos o contraer obligaciones por medio de sus representantes"
(art. 23).
E n el mismo seiitido puede interpretarse el articulo 24 del mismo
Código Civil: "El mayor de edad ticne facultad de disponer libremente
de su persona y de sus bienes, salvo las limitaciones que establece la ley".
Estos artículos parecen tomar como términos sinónimos la personalidad y la capacidad juridicas, concordarido con el criterio sustentado
22 V i d a humana, cit., pp. 1 4 6
a
156
CONSIDERACIONES SOBRE L A PERSONA JLIRIDICA
251
por varios autorcs, que piensan que "la capacidad juridica, o de derecho,
es el grado de aptitud, aunque potencial, la posibilidad juridica o dc derecho es sinónimo de personalidad, aunque se conteliiple el mismo objeto
desde distinto ángulo".""
23 SATANOWSKY, "p. <¡l.. tomo 1, p . 55. Las opiniones sobre el particular son
encontradas. nos limitaremos J. señalar como ejemplos, rl pensamiento de CASTAN
TOREÑAS.
op. cit., lomo 1, p. 1 4 0 : "Capacidad es sinónimo de pcrsonalidad, pues
implica aptitud para derechos y obligaciones. o, lo que es igual. para ser jujeto. activo o pasiva, dc relaciones jurídicas.
Pero esta aptitud en que consiste la personalidad o capacidad jurídica. se despliega en dos manifestaciones: aptitud del sujeta para la mera rrnencio y goce de los
derechos y aptitud para el ejercicio de los mismos, y para concluir actos juridicos.
La primera de ellas se acostumbra designar con la simple dcnomioación de personalidad, copocidad du derecho o copacidod de goce. La segunda se dcnomina cop~cidod
de obror o ropacidod de ejercicio.
En Argentina CARLOS
ALBERTO
ESPINOSA, en el trabajo E n torno o la capocidod corncrcial dc los personas indir>iduolrs. ("Eoletin de la Facultad de Drircho
y Ciencias Sociales de la Universidad de Córdoba", A ñ o X V I I I . núms. 1-2, enerojunio 1 9 5 4 . p. 116). lleva más adelante la asimilación dc 16rminos. cuando estima
q u e capacidad es sinónimo dr persona. "La nación de capacidad para ser sujela de
derecho si. confundc con la noción de persona. vale decir que juridicainontr, son una
sola y misma cosa" y para reforzar su dicho se refiere a las afirmaciones de la Enciclopedia Jurídico, Madrid, 1 8 8 5 , p. 9 6 y de Filornusi Guelft,, Eociclopedin Guiridico, 7" ed., parágrafo 44. Más adelante el propio Espinosa. al definir la capacidad
dc obrar. remite a la paridad sinónima de las voces idoneidad y aptitud, quc nosotros
en Sinónimos Casiellonos, Buenos Aires.
seguimos y ampliamos: ROQUE BARCIA,
1940, pp. 63 y 64 expresa la sinonimia entre apto e idoneo. "Un hambre tiene
facultades naturales para ser testigo de u n testamento, aun cuando sea menor de
*dad, aunque sea vecino de otro pueblo, aunque esté encausado, a u n q u e sea judío:
ES opio. Pero siendo judío, siendo vecino de otro pueblo, siendo mcnor de edad.
estando encausado, la ley no lo admite, no es idóneo.
De aqui resulta que toda hombre de claro entendimiento, dc buena memoria
y recto sentir, PS opto para ser testigo; pero si aquel hombre. q u e es opto porque
tiene razón bastante. iio reúne las condiciones que la ley exige a los testigos. no sera
idóneo.
La opiiiud es naturaleza, wmpcramcnto. cstudia: la idoneidad es opinión, cost ~ i n b r r .ley.
La optiiud es capacidad; la idaneidod. Iórmula.
Hombre apto; testigo idóneo.
Continuando la discriminación di. los dos lérminos se consultó 3 PEDRO FELIPE
MONLAU.Diccionario Etirnológico de la Lengua Casrsllano. autnos Aires, 1 9 4 1 . pp.
3 4 0 y 773. donde se expresa:
Apto-Del
latin aptus. apto, apropiado.
D ~ A p t a m e n t e (apti') Apcora. Aplisimnmcntu. Aptisimo y Aptitud ( ~ p t i t u d o )
Idóneo-Del latin idoneus, zpto, capaz.
D-Idoneidad (Idonoitas) .
.
252
FERNANDO FLORES G A R C I A
Consideramos que no es del todo correcta la asimilación de esos
términos, los que a pesar de seguir rutas jurídicas paralelas y funcionar
analógicamente, son en realidad, dos conceptos distintos. Sin embargo,
sólo apuntamos esta noción, en vista de que es un tema tan importante
por su minuciosidad, que puede constituir material para otro ensayo.
PERSONA
JUR~DICA
COLECTIVA
Señalados los caracteres relevantes del concepto jurídico de persona,
su diferencia con el hombre y una de sus manifestaciones, la persona jurídica individual, toca el turno al estudio de las personas morales, o dicho
con más propiedad, de la pei-sona juridica colectiira.
L a persona irioral representa un ente colectivo, con personalidad jurídica reconocida por la ley. Se le designa con otras denominaciones tales como: persona juridica, persona colectiva, persona social, o más
técnicamente, persona juridica colectiva. Representa una de las dos especies de atribución normativa de la personalidad juridica. Son personas
Además d Diccionario do la Lengua Española. Real Academia Española. Madrid.
1936. pp. 105 y 705, setiala que:
Aptitud (del latin aptitudo). F. La cualidad que hace que un objeto sea apta,
adecuado o acomodada para cierto fin. Suficiencia o idoneidad para obtener y ejercer
un cargo. Capacidad y disposición para el buen d~sempeño o ejercicio de un negocia, industria, arte. erc.
A p t o , to (del latin aptus. de apero. adaptar). Adj. Idóneo. hábil a propósito
para hacer alguna cosa,
Idoneidad (del latin idoneitas. atis). F. Calidad de idóneo.
Idóneo, o (del latin idaneus). Adj. Que tiene buena disposición o suficiencia
para una cosa.
Por último. A G U S T ~ NBLANQUEZ FRAILE.Diccionario Latino-EspaSol, Barcelona. 1946, pp. 105 y 546. muestra las raíces de los vocablos latinos:
Aptirudo, inis, (de aptus). F. Boeth. Aptitud, capacidad. idoneidad para hacer algo.
Aprifico. os, are (de aptus y facio). V. Not. T i r . Ajusrer. adaptar, a c o m ~ d a r .
A p t o , os. are, aium (de aprus). V. Tr. Ov. Liv. Suct.
Adaptar, aplicar. ajustar, acomodar. apropiado para algo.
Aptus, a, um. Adj. enlazada, unido. dependiente de. Unido en sus partes.
trabado formando un todo. ajustado, proporcionado. Acomodado, apropiado, conveniente, idóneo. apto. Trabado. armónico, preciso.
Idonee (de idoneus). Adv. cic. Convenientemente. de manera apropiada. Aptamente, de manera sufirkntc, conveniente.
Idoneitos, atis (de indaneus). F . Aug. Idoneidnd, aptitud. conveniencia.
Iduneus, o, um (de or. obcs.) Adj. Apto. apropiado capaz, conveniente. a
propósito. idóneo.
CONSIDERACIONES SOBRE L A PERSONA JURIDICA
253
dcsde el purito de vista jurídico, sujetos de dereclio con capacidad legal
que necesitan para realizar sus ft~ncionesy fines de sus órganos representativos, los cuales deben ser personas físicas irivestidas con un poder
de representación.
"Las personas jurídicas, dice ASCARELLI,debeti así su vida al ordeiiainierito jurídico, el cual en determinados casos refiere las normas a
entes diversos dr las personas fisicas, entes que pueden no tener exisceiicia alguna eii la realidad no ji~ridica".~'
Pero si en la actualidad, la mayoría de las legislaciories reconocen la
existencia y la personalidad jurídica de los entes colecti\,cs; por el contrario, en otros periodos han existido autores y reglatiientaciones que
no han aceptado estos atributos a los entes de existencia ideal.
Esta situación refleja la pugna doctrinaria quc tiende a desaparecer,
pero que de cualquier forma ha permitido el debate y la posición encontrada de numerosos tratadistas en torno a la naturaleza jurídica de la
personalidad de los agregados sociales.
Con el propósito de justificar la necesidad de las personas jurídicas
colectivas, C o v ~ ~ i . I . osostiene
,~~
que el fin del derecho es el interés humano: pero no solainetite individual, sino (4ue cxisteii también iritereses
sociales: ititereses comunes a todos los Iioii~bi-esen geticral, o a algunas
clases de personas. Para la satisfacción de tinos y otros se desarrolla tina
actividad úiiica, la dcl iiidividuo.
En muchas ocasiones es necesaria la actividad de varios indi\-iduos
que tienden a un fin unitario; otras veces, es sólo uii indiridun quien
obra, empleando los medios materiales de satisfacción para proveer a los
intereses de una clase entera de personas, sustrayéndolos asi a los fines
meramente egoístas a los que sirven por lo general. Tanto en uno como
en otro caso, si bien son diversos los medios para lograr el fin, la naturaleza de éste es idéntica, un interés social, o sea la necesidad de una
pluralidad de personas que hay que satisfacer: idéntico es el hecho material, es decir, el empleo de fuerzas individuales para un interés que
no es el del individuo aisladamente considerado.
Establecido ésto, aparece evidente que para lograr el fin común a
varios, es necesaria la unidad de dirección y de acción y la cantincidad
de los medios que corresponde a la continuidad del interés. Es, pues, una
exigencia real el que diversas personas ligadas entre si, volunta~ia o
-.
24 TULLIO ASCARELLI, Sociedades y Asociocianes Comercioles. Tnducción dt
Santiago Scntis Melendo. Bucnos Aires. 1947. p. 50.
25 NICOLAS CovIELLO, Dacrrino Generol del Derecho Cioil. Traducción de
Felipe de J . T e n a , México. D. F.. 1949, p. 21 7 .
254
FERNANDO FLORES GARCIA
necesariarneiite, por unidad de fin o por unidad de intcrcses, SEAN TRATADOS.COMO UNA SOLA PERSONA y que ésta, tenga, además, una duración
igual a la del fin o a la del interés. Sólo de esta manera se logra e1 propósito práctico, porque no sucederá que el cambio de voluntad o la muerte de los individuos, sean un obstáculo para la realización del fin, o que
la presencia de algunos interesados excluya a los futuros del beneficio
a que tiende el destino de un patrimonio.
E n esta forma genérica se ha tratado de dar la justificación de la
personalidad juridica de los entes morales, pudiendo apuntarse con precisión una mayoría considerable de tratadistas que reconocen la personalidad juridica de los entes colectivos, sobre todo de las sociedades mercantiles de capitales.
Sin embargo, hay que citar entre otros a COSACKy HEINSHEIMER,
autores que siguiendo la posición legislativa alemana, sólo reconoccn personalidad juridica a la sociedad anónima y a la sociedad de responsabilidad limitada.
Por otra parte, encontramos un sector pequeño de autores que desconocen la personalidad juridica de los entes colectivos, entre ellos están
PLANIOL,
MANARA,VAREILLESSOMMIERES,
NAVARRINI,LAUBÉ y JOSÉ
DE BENITO.
En la facción compuesta por autores que niegan la existencia de la
personalidad jurídica de los entes colectivos, encontramos juristas de renombre y prestigio doctrinarios plenamente reconocidos, pero su número
cada vez es menor, no sólo por el reconocimiento que la ley positiva de
la mayoría de los paises ha establecido; sino por la validez de la justificación genérica seíialada lineas arriba; por el arraigo y tradición histórica de muchas instituciones y sobre todo por el auge desmesurado e
incontenible de las sociedades mercantiles que son la base del sistema económico capitalista de nuestra e r a ; donde las necesidades renovadas a
cada paso, imponen una reglamentación y una forma legal que satisfaga
las exigencias de los entes de existencia ideal.
Entre los que niegan la existencia de las personas jurídicas está PLANIOL, el que evidencia su posición, al colocar su exposición de la personalidad juridica de los entes morales en el volumen relativo a los
Bienes y no, en el que en realidad le corresponde, o sea, el de las Personas; transcribimos la opinión del jurista francés, en los párrafos si-
CONSIDERACIONES SOBRE L A PERSONA JURIDICA
255
guicntes: "La persistencia hasta nuestros dias de la propiedad colectiva
está oculta bajo la existencia de seres ficticios, que son reputados como
propietarios, acreedores o deudores, que celebran contratos y sostienen
litigios corno verdaderas personas, y a las cuales se concede los atributos
de la personalidad; estos seres son LAS PERSONAS FICTICIAS.Todas las
propiedades colectivas son atribuidas a personas ficticias, y cada una de
éstas se le reputa como propietaria Única de una masa de bienes, y asi
la propiedad colectiva aparece como propiedad individual, lo que es una
coricepción tan falsa como inútil. Por ésto, en vez de enseñar que hay dos
especies de personas, a ia palabra "persona" se le dió un valor absoluto;
se ha perdido de vista La realidad, no se piensa que estas pretendidas personas no son sino medios destinados a simplificar la gestión de las propiedades colectivas. La idea de la personalidad ficticia es una concepción
simple, pero superficial y falsa, que disimula la persistencia, hasta nuestros dias, de la propiedad colectiva al lado de la individual; merece pues,
ser abandonada. Bajo el nombre de "personas civiles" debemos entender
la existencia de bienes colectivos, en estado de masas distintas, poseídas
por grupos de hombres más o menos nunierosos y sustraídos al ré,'-1men
de la propiedad individual. Por consiguiente, estas pretendidas personas
no lo son, ni aún de manera ficticia; es necesario reemplazar el mito de
la personalidad por una noción positiva, que sólo puede ser la de la propiedad ~olectiva".'~
E s indispensable hacer notar que PLANIOL
modifica sus conceptos en
su "Tratado práctico de Derecho Civil F r a n ~ é s " , ~ volumen
'
sobre las
Personas, donde escribe: "sin preocuparse de las variantes, se pueden descubrir cuatro concepciones principales del problema de la personalidad
moral; las dos primeras ven en esta personalidad una F I C C I ~ N , que para
unos es una ficción ABUSIVA de la doctrina y para otros tina ficción ÚTIL
de la ley; las dos últimas ven en ella, en cambio, una realidad, r~alidad
T ~ C N I C Aen una teoría, realidad OBJETIVA en otra". Después de haber
examinado esas diversas concepciones sobre la personalidad jurídica de
las entidades colectivas llega PLAKIOL
a esta "COP~CLUSI~N":
Que la personalidad sea una ficción 0 sea una realidad técnica, siempre será exacto
que su noción resulta indispensable para la formación de las relaciones
2 6 MARCEL
PLANIOL,
T r o f o d o Elernenioi de Derecho Ciuil. Traducción de 12
12' Edición Francesa por José M. Cajica J r . Pucbla, 1945. cap. 1. núrns. 3005 y
s.,PP. 5 5 5 Y SS.
27 PLANIOL-RIPERT.
Trofodo Práctico de Derecho Civil Francés. Traducción
de Mario Diaz Ciuz, Habana. 1 9 2 7 , tomo 1, p . 6 2 .
256
FERNANDO FLORES GARCIA
jurídicas. Total, es lo mismo como si hubiese en el niundo, al lado de
las personas físicas, otros sujetos de derecho: las personas morales.
Pero, mientras que las personas fisicas se hallan en principio sobre
un pie de igualdad, las personas morales tienen derechos desiguales, porque esos dereclios dependen del papel que tiene que representar y que es
muy diverso.
Hay en este punto una diferencia fundamental, que se olvida con
frecuencia cuando se estudia el problema de la personalidad moral, estimando que todas las personas morales, tiene11 el mismo estatuto. La técnica juridica se ejerce con mucha más libertad cuando se trata de personas morales que cuando se trata de personas fisicas. Por esta razón,
precisamente, el derecho de la personalidad moral se crea con más vacilación y c ~ m p l e j i d a d " . ~ ~
VAREILLES
SOMMIERES.**,
es otro de los representantes del sector doctrinario oposicionista al reconocimiento de la personalidad juridica de los
entes colectivos, al afirmar que si con el término persona juridica se quiere expresar que "esa persona es una simple construcción del arte jurídico,
un procedimiento de los jurisconsultos, se está en lo cierto. Pero si con
ello se quiere decir que es creada por la ley, por el derecho "hoc sensu",
que existe verdaderamente para el derecho, se expresará una idea falsa.. .
Ahora bien, la persona moral no es producto de la ley y no existe ni
en derecho".
El mismo autor en otro pasaje sostiene que "la asociación, el grupo
solo es en absoluto, los asociados y nada más que los asociados; no es
una cosa distinta, ni una persona diferente de ellos; es ellos mismos, sólo
ellos mismos.
Sin duda por la unión y la coordinación de sus actividades los asociados fornian un todo, pero ese todo son ellos mismos y sólo ellos
mismos; ellos lo son todo en ese todo.
La asociación, se nos dice, no es una simple suma de individuos.
Distingamos. No es una simple suma de individuos desarrollando su
actividad en sentidos diversos.
Pero es la simple suma de individuos que desenvuelven su actividad
en el misma sentido y concertadamente.
U n grupo de inviduos tomados al azar, no forma una asociación. E s
preciso, además, para que exista asociación, que estos individuos coope2 8 PLANIOL-RIPERT, Op. cit., tomo 1, p. 67.
29 Marqués de VAREILLES-SOMMIERES, Les personnes morales, París, 1902,
p. 1 5 1 , núms. 3 2 8 y 3 2 9 .
CONSIDERACIONES SOBRE L A PERSONA JLrRIDICA
257
rrn, lilire u obIigntoiinniente, a una inisiiia empresa; pero esta cooperación
no aiiade ni resta nada a la personalidad de cada col;iliora<ior. Solo una
rnaiiei-a de ser o de actiiar lince que cada uno d e ellos sea y se liaiiie
asociado, y qiie sii iigrupación sea y se Ilaine asociación.
L3 as»ciaciÓli r ~ oes iiiis que u11 cierto nuiiiero (le individiios cuaIcsquiera; no es niás que iin cierto nuiiiero de iiidividuos que cooperan
entre si, no es iiiás qiie los a s o c i a ~ l o s " . ~ ~
D E BENITOcritica a VART.II.LES-~OA~I~ITRTS
por considerar qiie n o
es exacto qiie los dercclios y obligacioiies ver(laderos. atribuidos ficticiamente a I;i prrsona iiioral, pertenecen en realidad a personas verdaderas,
pues úiiicaiiiente las personas vcrd:idcras pueden tener dereclios y obligaciones.
E l jurista español citado, refiere qiie !a posición estreniistn i i r ~ a t i v ; ~
de la personalidad jurídica de los entes <le existencia ideal, Iia siclii :ibandonada posterioriiiente por siis defensores, contra los qiie argiinieiiia: "negar que las personas jriridicas sean siijetos de dereclio es iirgar In existencia [le los dereclios iiiisiiios; y asegurar que el capital soci;il de 13s
sociedades anóniinas pertenece a los socios en un régiiiien de copropieda<!, cs <!esconocer la natur:ilezn patriiiionial de las socicrlnrlcs o cperer
sos!a).ar uno de los pro11leni;is del Derecho pri\~a<l«actual, el (le la sitiiación drl socio y ejercicio de sus derechos en la vicla de la ~ocietlnd".~'
L . ~ B E ,y" en un ~>rincipiotaiiil>ií-n V:~~r~r.rirs-So~~~rrrn~~
111-~1>iisieron un;i tesis tan original c<iiiio elástica, la "tcoi-in del \-eln". F;ii-:r esos
autorps, la ~iersonalidad jiiridica de Ins personas sociales es iin "velo"
que oculta durante uii tieiiipo la circiiiistaiicia de la coprol>ieda:l; velo
qiie Iiiego se (lisipn cn la disolución del ente. para dejar reaparecer la
yiixtaposicióii de derechos individuales proindi\,iso. Si~piei?clolos conceptos del segun<lo tratadista iiiericionado, la pcrsoria1i~l:i~l
siilij es i i i i velo
arroja(lo poi- el legislador sol~i-elos asocin<los para uriific;!r sil grupo. para
resuniirlos eii una sola pcrsoiia, qiie, sin eiiibargo, iio es distiiita <!e rllos,
ya CILIC ellos niisnios constitiiyen esa persona y "ella" no está fo;n.ada
sino por ellos.
? * I A N . ~ Rrefleja
A ~ ~ en estas palabras su opinión sobi-c la trsis del velo: "a decir verda,: se niaravilló niiiclio que por la docti-iil3 fr:incc:? :e
pudiese concebir la personalidad jurídica de las socicclades coiiirrciales
como un velo lanzado por el iegisiador sobre los socios, claro está, bien
30
31
32
33
VAREILLES-SOMM!ERES,
Op. cit., p. 1 1 1, n ú m s 216
DE BEPIIIO, O p . cit., p. 85.
Citado por DE BENlrO. Op. cit., PP. 9 0 y 9 1
Citado par DE BENITO, O p . c i t . PP. i ) ! y 9 2 .
y 217.
258
FERNANDO FLORES GARCIA
entendido que e d a doctrina intentase estudiar en serio las sociedades comerciales como personas jurídicas o cuerpos morales; y mi maravilla
aumenta sin medida observando que este velo es generalmente corrido
o descorrido a placer por los escritores franceses: descorrido para hacer
que aparezcan los socios como copropietarios del fondo común constituido, y corrido para esconder a los socios y hacer en su lugar comparecer
la personalidad jurídica, la sociedad como la que actúa y que es propietaria exclusiva de los bienes sociales. Como el legislador francés no
ha dicho cuando debe alzarse y cuando correrse el velo, debe ser lícito
al intérprete subirlo o bajarlo cuando quiera; nunca se ha visto tanta
comodidad ni tanta arbitrariedad".
HELGUERA"
comentando la teoría del velo escribe que su fundamentación ha sido tan endeble que se le ha refutado en la forma más dolorosa para su autor: la jocosa.
El mismo MANARA^' se ostenta como partidario de la actitud 0p0Sicionista de la personalidad juridica, cuando critica a DESIRYen su clasificación de los sujetos de derecho: en personas reales o físicas y morales o ficticias; y considera que con ello se desemboca en las afirmaciones
de THALLER,para quien la personalidad de las sociedades es ficticia en
el más categórico sentido de la palabra, en otros términos, la sociedad no
existe, sino que proviene de una simple figura de lenguaje, es un térmiA por unificado el criterio
no lingüístico cómodo. Asimismo, E ~ C A R Rda
del reconocimiento de la personalidad de los entes colectivos como una
cómoda ficción para explicar ciertos resultados, pero sin que ello implique ver en ella un dogma intangible.
DE BENITO^' refuta a su vez a MANARAestimando que es inexacta
la consecuencia que cree obtener ese autor, haciendo una comparación
manifiestamente injusta, "pues mientras establece la separación entre las
dos categorías de personas es una posición afirmativa para las dos clases
-agregaremos nosotrosde objeto de comparación, THALLERy ESCARRA
sin analizar situaciones legales de hecho, ni meditar la significación y contenido jurídico de la personalidad, reduce ésta a un término de acomodación que facilite la solución de problemas. i Cómo si algún vocablo pudiera
en Derecho existir sin contenido real!".
-
34 Op. cit., p. 9 8 .
35 U. MANARA. Una crisi dotrrinole delle swierd anonime (Societá, corporozioni o fondozioni?) Rivista del Diritto Commerciale e del Diritto Generale dclh
Obblipazioni, vol. XXVIII, 1930. Primera Parte, pp. 5 0 7 , 5 0 8 y 5 0 9 .
3 6 Op. cit.. p. 9 5 .
CONSIDERACIONES SOBRE L A PERSONA JURIDICA
259
Ya hemos consigiiadu con aritelaciún que la legislacibn germana siguió el criterio de la francesa, al no conceder expresamente la personalidad a las sociedades mercantiles y civiles. Esta situación se reflejó en
la doctrina alemana, así Tnor. sostenía que ninguna sociedad podía considcrarse corno persona jurídica. Más tarde, se modificaron las actitudes
legislativa y doctrinarias alcmatias, al admitir qiie sólo las sociedades anónimas tendríati personalidad juridica, y en este sentido pueden anotarse
r r ; ~ , GARIFS,I.FIIMAN, PINNER,
GO~.DSCH~~IDT.~~
a F i r ~ ~ s c r ~ e r ~Cos.4cl<,
E n Suiza el Código Federal de las Ohligacioncs reconoce ei carácter
<le sujeto de derecho a las sociedades por acciones, y sólo en forma tácita a
las colectivas y comanditarias simples. Docirinalniente SCHNRIDER
y FICK
adoptan la inisma p o ~ t u r a . ~ ~
Creemos que el sector (loctrinal que niega la personalidad sosliene
una posición equivoca, no sólo por las razones ya apuntadas, sino por
otro argumentos que liemos de señalar al exponer las tesis ;mtitéticas y
que postulan la consideraciún de personas de derecho a las entidades moralcs.
D I V E R S , TESIS
~~
QDT. A F I R M A N
LA
PERSONALIDAD
JUR~DICA
DE LOS ENTFS COLECTIVOS
Para explicar cuál es la realidad de los entes colectivos; cuál es la
real consistericia y verdadera naturalaza de las personas jiirídicas colectivas, han surgido destacadas doctrinas. 1.a figura de la persona jurídica constituye u11 tenia tormentoso, fascinante, siempre nuevo por su
multiformidad, variabilidad y moderna aplicación; el concepto de la persona juridica colectiva ha estado en un canipo al~iertopara sutiles discusiones y ardientes polémicas, que datan de más de un siglo de debates
y en los cuales han participado juristas de todas las escuelas y de todos
los campos.
Ida prilnera doctrina que señalarenios es la de F E D E RCARLOS
~ C ~ DE
SAVIGNY,
fun(lar1or de la Escuela Histórica dcl Derecho, doctrina que es
a la vez la más difundida y la más antigua de las teorías acerca de las
personas jurídicas colectivas.
Más adelante se estudiarán algunos caracteres de la tesis de PATRIMONIO-.~FT~CTACIÓN,
postulada por Bnr'rz, BECKER,BONELLI,etc. A continilnciíin examinaremos la posición organicista, fundada por OTTO VON
-
37 Citado por DE BENITO, Op. cit., p. 9 7 .
38 DE BENITO.Op. cit.. p. 104.
260
FERNANDO FLORES GARCIA
GIERICE,
para concluir esta parte de nuestro traliajo con el análisis de las
y de KELSEN.
tesis de FERRARA
TEOR~A
DE LA
FICCIÓN DE
SAVIGNY
Para S a ~ i g n y todo
, ~ ~ derecho existe a causa de la libertad ingénita
en cada hombre. Por ésto, el concepto priiiiitivo de persona debe coincidir con el concepto de hombre, y esta identidad de dos conceptos se
puede expresar en la fórinula: todo hombre singular, y sólo el honibre
singular, es capaz de derechos. Pero el Derecho positivo puede msdificar
este principio, o negando la capacidad a algunos hoiiibres, coiiio sucedió
con los esclavos, o extendiéndola a entes que no son Iioinbres, como sucede con las personas jurídicas. La capacidad juridica puede ser exten. tal sujeto
dida a SUJETOSARTIFICIALES CREADOS POR SIMPLE F I C C I ~ NUn
es llamado persona juridica, ésto es, persona qiie es adiiiitida sólo para
un objeto de derecho. De aqui resulta una esencial deliniitación del concepto de persona juridica. Sólo a las relaciones de Derecho Privado puede referirse la capacidad artificial de las personas juridicas. El concepto de
persona jurídica se refiere exclusivaniente a las relaciones patriiiio~iiales.
De aqui la definicióii: la persona jr~ridica es un sujeto cvrndo artifirinlmefife capar de tener u n pntri~izolzio. De las personas juridicas algunas
tienen una existencia natural y necesaria, otras, artificial y arbitraria,
se dividen en corporacioiies y fundaciones, etc. Estos entes, como quiera
que son simples ficciones de la ley so11 natnralniente incapaces para
querer y obrar.
Hay una contradicción entre su capacidad para ejercitar derechos y
su capacidad para adquirirlos, lo cual lo encontramos taiiibién en los
impúberes, contradicción que se resuelve iiiediaiite la rcpresentacibn. La
corporación puede ser equiparada a un impúber y, entre sus miembros
y la corporación no hay más identidad que la que hay entre tutor y piipilo.
El mismo autor agrega que la persona juridica colectiva es un sujeto
capaz de propiedad; y, en efecto, los derechos de bienes, salvo las relaciones especiales de familia y algunos casos particulares de una importancia secundaria, no se adquieren por sí mismo, sino que son sieinpre el
resultado de un hecho; suponen adeinás estos actos un ser que piensa y
quiere, un individuo, y LAS PERSONAS J U R ~ D I C A S NO EXISTEN SINO FIC39 FEDERICO CARLOS DE SAVICNY, Sisremo del Derecho Romano Actual.
Traducido do1 alemán por CH. Guenoux, vertido al castellano por Jacinto Mesia p
ManuG Polcy, Madrid. 1 8 7 9 . tomo 11, p. 88.
CO.VSIDER,lCIOhES
SOBRE L A PERSONA JURIDICA
261
r i c ~ n r i . u ~ rAqui
~ < . se preseiita la coiitradicción d e un sujeto capaz d e
~>rol~ic<iad
c iiicapaz 1-csl~crtoa los actos necesarios para adqiiirir; contra<iic<iiiiique d i iin iiici<lo seiiiej;iiiic eiicuiitrninos taiiibién e11 las persori;is iiatiirnlci. si bien cii riicnor gi-ado v. gr., los iiiipiiberes y los enajciiatlus, I I O ~ . ~ L I Cu ! i ~ i i a la c;il~;icitlat! al~soiuta tie derecho la incal~acidad
alIs(~lrltadc oiir;!r. F;,st:i coiitrridiccibii trae collsigo U N REMEDIO ARTIFIC I . \ L , la reprcsciiinciiiii ; ci cual se eiicueiitra para la persona natural en
la tiitcI:i y 1I;ira la j ~ i r i ~ l i cen
a su coiistitiiciiiti.
La afiriii:icióii de qiie i:is pers«ii:is colectivas son seres ficticios n o
sigiiiiica cliie caiezcan <le i i i i siil>sti-ato real. Qtiiere decir siinplenicrclc qiie
diclio siilistrato no es iiii siijeto dotado dc voluntad y que, a peiar d e
ello, l:i Icy le coiisiclerri coiiio tal, al atribuirle ~~ersonali<lad
juridir:i.
IJ:ir;i S i r ~ c ~ v , "si' exaiiiiiiai~ioslas personas juriclicas tal como en 13
reali(l:i<l cxisteii, eiicoiitraiiios difereiicias eii ellas que influyen sobre su
tiatui-alcza juridica.
lP
I.il~ 11113S liell~lllIn3 E X I S T E N C I A NATURAL O NECESARIA; la5 Otras
artificial o coiitiiigentc: existen naturalriie~~te
las ciudades y comunidxles
aiitci-ii~:cseii sil iiiayor parLe al Estado, al iuenos b:ijo su f o n n a actual,
sieiido sus elciiieiitos constitiitivos, y su cualidacl conio personas jurídicas, iiincg:ible. Alguiias veces se hallan corniiiiidades constitiiídas pi,r una
vo!uiit;id iiiclividiinl, pero a iiiiitnción de las antcriores: cita coino ejeiiiplo las c«lut?i;is r«iiian;is opiiestas a1 iiiiinicipio, iristitiición respecto a la
cliril nada anilogo existe en los I<stados niotlernos de Europa. La uriidad
(le las c~~iiiiiiiida<les
es gráfica, pues descansa en relaciones d e residencia
y propiecla<l territorial.
Ticneii una E X I S T E N C I A ARTIFICIAL o CONTIKGENTE todas las fundaciones y asociacioiies a las cuales se <la el cal-ácter de personas jurídicas,
y en verdad que iio vivirían sino por la voluntad d e uno o muchoa individnos. P o r lo demás, estas <listiticioiies no so11 absoliitas, y hay personas jiiríclicas qiie guardan una condición iritiriiicdia entre anibns especies l>aiticipaiido de su iiaturalez;~; tales son las corporaciones d e 'irtesanos y otras semejantes <pie a veces se refieren a las coriiunidades, d e
las que "m m1110 pxrtescoiistilutivas.
2o E n ocasioiics, u11 cierto núiiiero d e iridividuos coristituyen por su
reiiiiibri las personas juri(1icas; e« otras K O T I E N L ESTA r
~ REAL
Y VISIIII.E, es n:is idval sil existeiicia y desransa r n i i r i fin general que
les está asigi~ado.I.lAniase a las priiiierss C ~ R P ~ R A C I ~ N E expresiSn
S,
to-
--
40 Op. cit., p. 6 3 y as.
~
h
262
FERNANDO FLORES GARCIA
mada de la lengua latina y que no puede aplicarse a todas las especies
de persona juridica, se llama corporación a todas las comuiiidades, a todas las sociedades de artesanos, y finalmente, a las sociedades industriales
a las cuales se ha conferido el derecho de persona juridica. E l carácter tsencial de una corporacián está en que su derecho descansa, no en uno de
sus miembros individualmente considerado, ni aún en todos sus tniembrus
reunidos, sino en UN CONJUNTO IDEAL;siendo una coiisecuencia particular, pero importante de este principio que el cambio parcial o total de
sus miembros no toca a la esencia ni a la unidad de la corporación.
Se llama a las segundas F U N ~ A C I O N E S , y tienen principalmente par
fin el ejercicio de la religión, lo cual abraza las fundaciones piadrisas de
todo género, la cultura, de la ciencia y del arte o la caridad.
Fuera de las distincioiies dichas, se coloca la más importante de las
personas jurídicas, el fisco, esto es, EL ESTADO coiisiderado coino capaz de
propiedad privada. Representar al fisco como una corporación coii~puesta
de todos los ciudadanos, seria exponerse por una asitnilacián violenta a
confundir principios de naturaleza enteramente distinta.
Finalmente S A ~ I G Nexplica
Y,
que los jurisco~~sultos
modernos consideran como una persona jurídica la sucesión todavía tia aceptada (hereditas jacens) y la colocaii en la misma línea que las corporaciories, y
así parece, porque un texto de Florentitio indica establecer esta asiniilaci6n.
La persona moral tiene derechos subjetivos y tieiie obligaciones, aún
cuando nu pueda, por si tiiisina, ejercitar los priiiieros, ni dar cuinplimiento a las seguoclas. Ya seiialaiii«s que tal dificultad se salva por medio de la representación y entonces la persona juridica colectiva obra a
través de sus órganos.
SAVIGNY,
parte de que sólo el hotiibre parPara alguiios autores:'
ticular es capaz de dereclios ; G A R C ~MAYNEZ
A
opina que : "Esta tesis puede ser considerada como un corolario de la doctrina de WINDSCHEIDsobre
el derecho subjetivo. Partiendo de dicha teoría, llcga Savigny, a la conclusión de que las llamadas personas morales "son seres creados artificialmente, capaces de tener un patrimonio". Persona es todo ente capaz de
obligaciones y derechos; derechos sólo pueden tener los entes dotado,s
de voluntad; por tanto, la s~l~jetividad
juridica de las personas colectivas
es resultado 6e uiia P I C C I ~ Nya, ~ U Ctales entes carecen de a l b e d r í ~ . ~ "
.
-
41 PIJWIATI.O p . cit., p. 114: JoAQu~NRoORfGUEZ KODR~GUEZ,
T r a t a d o dc
Sociedades Mercantiles, México. D. F.. 1947. tomo 1. p. 1 3 5 .
42 Op. cit., p. 2 6 6 .
CONSIDERACIONES SOBRE LA PERSONA JURIDICA
263
Podenros rcsuinir diciendo, q u e la T L ~ R ~ DE
A L A I I I C C I ~ N coticidera
que las personas jurídicas colectivas son sujetos artificialmerite creados
por la ley en virtud de una ficción, que consiste en extender, coino resultado de u11 artificio, la capacidad jurídica del sujcto individual a los
entes ficticios.
MATA::' la doctrina de Savigny diciendo:
Se ha criticado por TER.~N
"Esta tesis I>usca su punto de apoyo. ya riu en la supuesta existencia de
ini ente real, sino qiie desplaza el centro de explicación a 13 configuración iiorinativn. L a iritención fué apelar a la tesis de una ficción para
desmentir el camino realista que se seguía en las tesis organicista, psicologista y otras de tipo similar. Resulta aceptable, en c~rantocaiiibia el
prejiiicio <le buscar datos no norn~ati\,os para explicar la personalidad
mural. L o 130 adiiiisible de la tesis de Savigny es pensar que la personificacióri juridica es uiia simple iantasia, pero acertado desplazar el centro dc exl>licacióti de la persoiia jurídica fiicra {le aquel realisiiio ingenuo
de otras doctrinas. Lle esta tesis de Cavigny a las tesis noriiiativistas de
Krr.sr.v y de H A U R I ~
noU hay más que un paso."
I'ara PL.~NI~I./'
la teoriii de la ficcióri legal adolece dc u11 doble defecto: drscansa eii uii post~ila<lono dcrnostrarlo y carece de liberalismo.
Está fiitidada en tina afiriiiación sin giriiebas. piiesto que parte de la
idea a priori de que las personas fisiciis son los úriicos verdaderos sujetos de derecho. Y de esta afirmación discutible, saca una cunseciiencia
tirinira, al decir qtie la ley sólo puede permitir a un estableciiriietito o a
iiii ser colectivo el poseer un patriiiiotiio. Adeiiiás, Iiay, por lo iiicrios,
uiia persoiia iiioral que no toma sil personalidad del Estado: el niisnio
Est:i<lo.
T':s.I.P:v,\
KUIZ opina sohre la teoría de la ficcióii en los sigiiieiites
térniiiios: "L;i persona fisicii tiene iiii;r existencia material, pero ahí 1:~
persoria física considerada conio sujeto de derecho, como ser caI>az dc
derechos y ol~ligaciones,es uiia creaciíiii rlr derecho, la prueba cs i p e han
existido regirnenes jurídicos en qiic ha11 r~iierliidoixcluidos los esclavos.
los extranjeros, porqiie el extranjerri no cs 1111 sujeto de dereclio. ; N o es
u11 scr físico? A mi iiiodo [le ver, :;i sc ciitietidi: por ficcióri lo (iue es
iiiia creacióii rlc derecho, ficcióri es taiiibién la persona física. 1 Por rlub
r;iziiii se coiiii~lei-aque el iiifaiite no :ixcido, cl feto coiicebidr~es siijetl,
rIc clerccli~i?E s uiia criacibn del dereclio. ; P o r qiié razón se aceptzi que
.
4 3 J U A Y hl. TERANMATA, Fiiosriiio del Birrrhr>, Mexiio. D. !:.
PP. 9 7
98.
4 4 Ed. d e L a Habana, romo 1. p. 65, n ú m . 7 0 .
!9í?,
CONSIDERACIONES SOBRE L A PERSONA JURIDICA
265
éste es prccisameiitc u n producto del derecho que Licrir su jusliiic~ción
en el campo de la realid:id juridica y no e11 el de la realidad no jiiridica;
hay, pues, ficción en el niisiilo sentido i i i que se podria hablar rle ficcióii taiiiliibii para la persona fisica, ya que taiiii~itii ell;i, coiiio sujeto
jiiridico, es una creaciiin del ordenaiiiieiito juridico.
El niérito de esta teoria radica eii su siiiil>licidrirl y validez de su
razonariiiento lógico, en la oliservación certera, eri In apreciacióii <le que
la persona juridica colectiva es un sujeto icle:il creado por la ley. P e r o
su concepción peca por ser niuy reducida en sns fúriiiulas, ya (liit se
liniita a la referencia de capacidad a las rrlacioties ~>:itriiiio~iialcs.
sino
también por denominar "ficcióii" a una apreciaciúii tbriiica dc iiii fenómeno real, pues, si tienen los entes colectivos rcalidad juridica.
TEORÍA
DEL
P A T R I ~ I O ~ I AFECTACIÓN
O
Esta tesis que pretende explicar la naturaleza d e las person-is jiiridicas colectivas, estima que el ente colectivo, que la ~iersonaiiic~ríil no
es otra cosa que un patrinionio sin sujeto, destinado al cuinpliiiiieiito de
un fin, que el lioiiibre por su instinto y tendeiici;~ aiitiopoiiiórficas, considera coino persona Iiutiiana (WINDCHEID).Esta doctrina es Ilaniada
~ W E C K V I ~ R M ~ E C para
E N ~ ~BRINZ es cniiceliible qne el patritnonio pcrtenezca no solaiiiente a una persona, sino que puede pertcnecer a uria cosa.
De esta manera contrapone a los patrinionios indivi<luales con los que
están objetivamente destinados a uii fin, por lo que no dche hacerse niiiguna distinción entre personas o sujetos, sino que es preciso distingiiir
entre patiimonio y patrinionio, para hacer resaltar el destino especial
a u11 fin determinado que pueda haberse inipuesto a uno de esos patrimonios.
Esta doctrina también es conocida como T E O R ~ AVE LOS DERECIIOS SIN
SUJETO; Ferrara la cita como patriiiioiiio al fin, patriinotiio adscrito al
,*~
del propio URINZ
fin o patrimoiiio de destinación. E ~ C A R R Atranscrilie
el siguiente párrafo: "Los sujetos de Derecho so11 siempre iridividuos,
pero cuando éstos (los socios, por ejeniplo) se agrupan y poseen colectivaniente ciertos bienes (patriiiionio social) que están sustraidos a! derecho d e libre disposición (por parte de los socios, siguiendo el ejeniplo),
la denoininación de persona iiioral n o es nrás que una etiqueta cóiiioda
PUCLIATTI,
Op. cit., p. 114.
49 JEAN ESCARRA,
Le6 sociél& commercioles, Paris. 1950, torno 1. p. 59.
Desgraciadamente, no se tuvo a la mano la obra de Brinz.
45
266
FERNANLW FLORES GARCIA
para traducir este fenómeno individualizado al patrimonio social y aislándolo de los patrimonios personales de cada individuo. Este patrimonio deviene un ente autónomo afectado a la realización de un objeto determinado
y constituye una garantía para los acreedores sociales".
Dentro de esta concepción, existen dos clases de patrimonios: los
referidos a la persona física y los que, formando una entidad propia, no
pueden referirse a un hombre, pero que el Derecho los organiza, los
protege y los reconoce como si fuesen una entidad que puede ser soporte de derechos y obljgaciones, es un soporte de los mismos; n o son derechos de alguien, sino de algo, del patrimonio. E l fin es el que aglutina
todos estos bienes y les imprime una dirección. El Derecho, al estar en
presencia de un conjunto de bienes afectos a u11 fin, le reconoce persanalidad. El centro de equilibrio de un patriinonio es una persona o un fin.
1. La parte más notable de la teoría de BRINZes la relativa a la
extinción de los patrimonios afectos a un fin, porque si se trata de u11
objeto particular, al faltar el patrimonio, el ente se extingue, pero si es
el fin de un ente público, a pesar de faltar el patrimonio, no se sigue
de ello la muerte del ente.
PLANIOL,al comentar esta tesis, sostiene que no debe confundirsele
con la por él presentada como "teoria de la propiedad colectiva".Jo "Puede parecer que al razonar así, no se hace más que un juegp de palabras:
se rehusa ver un sujeto de derechos en el estableciruiento o en el grupo
de que se trata, pero se ve un sujeto de derechos en el patrimonio de
ese estabiecimiento o de esa agrupación; ésto no es más que un artificio de léxico".
Ya sea en la forma expues:a por BRINZy BONELLI,O par ia variante de PLANIOL,
esta teoría parece insostenible, toda vez que no se
puede concebir un patrimonio desligado de una persona, perteneciendo
a la nada, suspendida en el espacio, sin que corresponda a un ente (real;
persona física, o ideal; persona juridica colectiva) que sea el destinatario de ese ~atrimonio.Para confirmar estos razonamientos, nos adherimos al pensamiento expresado por G A R C ~MÁYNEZ,"
A
segíin el cual no
pueden existir derechos sin sujeto. Todo derecho es, a fortiori, facultad
juridica de alguien, así como toda obligación necesariamente supone un
obligado. Hablar de derechos sin titular es contradecirse. La noción de
deber encuéntrase ligada inseparablemente al concepto de persona; en50 PLANIOL-RIPERT.
tomo 1, p. 6 4
5 1 Op. cit., P . 2 7 1 .
CONSIDERACIONES SOBRE L A P E R S O N A J U R I D I C A
267
trc cllos hay una relación del rnisnio tipo que la que existe entre las
ideas de substancia y atributo.
Es indiscutible que todo derecho correspunde a un sujeto, el cual
podri ser indeteniiiiiado e incierto, pero de todas maneras es iiidispensable su existencia."' .ildci~iás, no sólo cii las personas juridicas colectivas eiicuiitraiiios la afectación de un patrimuiiio a un fin: sino tan>bién en los individuales, de las personas fisicas. Tanipoco podcriios aceptar que la esencia de la persoiialidad sea el patrimonio, si así ocurriera,
no seria posible explicar la persona!idad de una sociedad benefica que
privada de foii<los, puecle, siti embargo, r ~ a l i z a run;i colecta; asiniisirio,
ya se ha indicado que iii) se reducen los efectos de la persunalidad juridica de los eritrs colectivos al aspecto patrinioiiial, sino que ]?:iralelaiiiente se seiíalaii «tras derechos y obligacioiies extrapatri~iioiiiales.
' ~ E S I S REALISTAS
1.0s autores que rcpi-isciilaii esta cur;icnte doctriiiaria sol~re!a II;Itiiraleza de las persi1ii;is jurídicas colectivas, sostieiieti que a<leinás del
lioiiihre (~>ersoiiafísica, 11crsona juri(1ica itidi~iclual) existe11 organisiiios
sociales capaces de ser sujetos de rlereclio. Reciirrieiiilo al proceditiiicrito anal6gico. los realistas estiiiiaii qiie si el lionibre es coiisidcrndo coino
sujeto juridico porquc es capaz de rjuerer, y siniultáiicariii.tite rxisteii
otrus organisiiios dolados, cotiio í-1, de voluntad; dehc oxtenclersr a ellos
13 pers«nalicla<l jurí<lica. De esta clase soti lus orgaiiisiiius socililes, iiacidus por tieclio tiatiir;!l~ liistórico o por una coiistitución voluriiaria; están dotados de vi<la nutóiioiiia y so11 las persotins rcriles coicctiz,as, que
no son creados por el dereclio, sitio que éste se litiiita a declararlas y
debe11 gozar de una subjetividad propia, ya que son aites rralcs que
\.iven y persiguen fines sociales. Ya iio se trata de entes fictici:iinentc
creados por el Derecho, siiio de rcaliilades objetivas, iio imagiiiarias.
Existeti tiuiiierosas teorías rca!istas. destacaiido <le todas estas tciideiicias la <!e O T T ~VON GIEI<I~E,"cle~i~~iiiriada
Tcorio dc1 ul~ga>~isi710
social. cri lo particular para este autur, In persona rtilectira IIU :e con5 2 En materia procesal se r c confirmada crra idea. en '1
'2%
de LI.Li!AM!ENdondc e! sujcto no e s t j dciciminado. pero er riisi-eptihir de dcizrminaisc. Asi e! arriciilo 1 2 2 del Código de I'íocidiniientos Civiles p ~ i ael Distiiio
y Ti.r:itorios brderaits expresa: 'Proceda la notifiiaciin por ediclas: 1 . C u x i d o
se trate Cc personus incirr;ai: :l.-Cuando
sc ira:< d i p:isoiiai c u y o domiiilio se
ignora".
5 3 T i r n r i r i t o por FERKX!I.\. (IDt . , . 1 8 5 .
los
LDICl.ALIS,
268
FERNANDO FLORES GARCIA
trapone a los niieinhros como un tcrcero, sino que está en ligazón con
ellos; de aquí la posibilidad de una conexión de los derechos de la unidad y la pluralidad. La perso~iacorporativa está ciertamente sobre, pero
no fuera de la colectividsd de las personas que forman su cuerpo; constituye una inmanente unidad con él; es un ente único, pero sinlultáneamente colectivo. Esta asociación tiene una volulitad general propia, que
no es la siniple suma de varias voluntades autónonias, como no es la
voluntad de una unidad ideal separada de los particulares, sino una voluntad plural y única, voluntad de todos ordenadamente declarada; la
corporación tiene también una capacidad de obrar propia. Una acción colectiva existe allí donde la generalidad de los niiembros como ente concreto y visible, traduce en acto de voluntad general. Esta generalidad iio
es iii órgano colegial de una diversa unidad corporativa, ni una siinple
suma de individuos; es más bien la corporación misma, que en su totalidad toma forma de una pluralidad recogida en unidad.
Dentro del pensamiento de GIERKElas personas colectivas tienen capacidad volitiva, lo mismo que la fisica, subrayando la idea de que la
voluntad constituye el núcleo de la personalidad jurídica. En esta teoría
es constante el paralelisiiio entre personas individuales y colectivas.
HAURIOU"opina que: no son seres ficticios, sino que tienen una
realidad concreta, existen en el pensamiento de aquellos que ahí colaboran y de los que la conocen.. . 11. El Estado moderno es un 'corpus"
que tiene una fase de organizacióii representativa; está gobernado por
órganos que son representantes. Este cuelpo no tiene tan sólo una individualidad de hecho, como sistema de órganos, donde cada uno representa al todo, tiene aderriás, la pretensión de realizar una individualidad
espiritual, definida por medio de estatutos.
Este autor aunque partidario de una realidad objetiva, no llega al
extremo de los organicistas, y piensa que la "iiistitución" que ha llegado
a cierto grado de concentración y de orgaiiizacióii, se convierte automiticamente en persona moral.
Algunos autores, como WORMS,N o v ~ c o cy ROILLEE," francametite
se exceden en sus paralelismos y estiman que la vida de la agrupación
a la que se le reconoce personalidad es tan indeperidieiite conio la de cada
una de sus cédulas; ROILLEEve en la sociedad un organisnio y no una
individualidad psicológica.
-
54 MALIRICE Hnu~rou.Derecho Público y Constitucional. Traducci.5n y noCarlos Ruiz del Castillo. Madrid. 1927. p. 5 2 6 .
55 Citados por PLANIOL-RIPERT,
Op. cit., tomo 1, p . 66.
tas por
CONSIDERACIONES SOBRE LA PEIISOiVA JLTIIII>I<IA
269
IC1 origcri de esta teori;i orgaiiicista, según S E R Á N M . A T Ase
~ ~ sitúa
deiitro de la trridicióii filosófica riel positivismo juritlico, que quiere tratar coi1 el nibtodo [le 1:is ciericias I~iológicnsa la conceptuación jurídica.
De aciirrdo coi, la trcis c~rgaiiicisia,los entrs ci>lcctivos son vel-dn<leros
org;inis~iios,coiiiparables al orgaiiisino hui~ianoi~idi\,idual.L a dciiiiicióii
<le Cl;iude Berriard, según In ciinl "orgaiiismo e.; iin todo viviciite forriiado <le partcs vivieiites", puede :iplicarie. afirnran los org;iniristas, tarito al homl~rcaislado coiiio a Ins persoiias colectivas. Desarrollando esta
i<l%i, establecen u n ciirioso paralelisino ?ni!-e el iridivi<luo y la suciedad
y desciibren eri las colectividades nurneros:is aii;ilriias tan grotescas coino
la de que el priiiier ministro es la nari,z del Estado.
ESTEVA
RUIZ," certeraniente scñala qiie "rlcntro de la posición organicista se llegan a distinguir órganos ri~asciilitios y femeninos en la
sociedad; o g a n o niasciilino el Estad[>, ói-gallo feiiienino la Iglesin. P a r a
SI>ENCER
el ~ o l ~ i e r nes
o el cerebro de la sociedad: Iris vías féirras, el
sistenia circulatorio. . . es una teoria falsa basada en una serie de simIir~lisriios".
Siguictido un procedi~nientoseniejante, rliversos sociólogos ha11 sostcniclo <(tic e n cada sociedad existe un al?rza o cspiritzt co!ecfivo, (listinto
de Ins aiirias individiiales de los iriiciiibros del gi-tipo P o r esta razón,
no veii <lificuitad alguna en qiic, al lado de las personas fisicas, se adniita la existeiicia de personal; colectiras, tan reales coino kis primeras.
Esta es ln concepcióii ron-iintica rpie siipoi-ie la existencia de iin es1,iritu
colccti\,o por enciiiin rle la existencia d e los espiritiis indivi<liia!es.
E1 dato común y destacado de las coiicepcio~iesorganicistas y rcalistns, cc asrgurar que la existrncia de los entes colectivos se da de por
si, prcforinarlo; no coiiio creación artificial o ficta del legislador, sino
existiii aiiii sin el reconociniiento jiiri<lico."'"
I'I.AKIOL," considera que las teorías orgánicas cuya exageración se
desciil~rea simple vista, son falsas; respecta a las posturas de GIICRKE
y Z r ~ ~ r . n i s referentes
s,
a la voluritad social corno base iri(lepeíidieiite
de las personas juridicas colectivas, opina (lile, aún asi reducida, esta
pretciirliíla realidad objetiva dc las persoiias niorales, peca doblemente.
por su inutilidad y por su inexactitud.
I'or sil iiiiitilidad, porque no es necesario, para destacar la teoria
de la ficción, demostrar que las asociaciones son persoiias, en el sentido
5 6 Op. cit., p. 9 2 .
5 7 Op. cit., tomo 1, p. 153.
57a TERANMATA, o p . cit., p. 9 2 .
5 8 Op. cit., tomo 1, p. 67.
270
FERNANDO FLORES GARCIA
filosófico de esta palabra y que están dotadas de una voluntad propia;
basta con aceptar que están dotadas de una voluntad propia; basta con
aceptar que ellas pueden ser personas en el sentido jurídico, es decir,
sujetos de derecho.
Por su inexactitud, porque no es cierto que la pretendida voluntad
de las personas morales sea distinta de la de las personas físicas que
expresan esa voluntad. No podría rigurosamente pretenderse, sino cuando se tratara de una agrupación cuyas decisiones se tomaran por la Asamblea o junta general. Pero cuando la persona moral es un hospital, por
ejemplo, o cuando una decisión puede ser tomada, en nombre de una
persona moral, por un solo hombre, ~ c ó u i osostener que esta persona
moral tiene una voluntad colectiva distinta de la de su intérprete? En
realidad, la noción de personalidad jurídica no supone necesariamente
una voluntad distinta; el infans y el loco no la tienen; ella supone solamente intereses distintos que son siisceptihles de expresarse por voluntades extrañas.
Se han señalado otras objeciones a las doctrinas realistas,s8 ya que
la supuesta unidad orgánica no pasa de ser un conjunto de hombres,
una pluralidad de individuos que esa unidad no es más que un procedimiento intelectual de síntesis, piiesto que estas colectividades no tienen
ni cuerpo ni espíritu, que no hay una voluntad colectiva, porque sólo
los hombres tienen voluntad y el conjunto de voluntades individuales,
aunque distinto de las particulares, no es voluntad de un ser único. La
voluntad es un fenómeno psíquico, y como tal, sólo dable en el hombre,
pues es el resultado de procesos espirituales que dependen de los instintos, de la inteligencia, de la reflexión y de la memoria.
Para Cov~~~rn,G"ateoría de la realidad, aunque estimable porque
elimina las dificultades teóricas y los defectos prácticos de la teoría de
la ficción, es inaceptable porque choca con la verdad axiomática de que
sólo el hombre está dotado de razón y de voluntad, y por esto mismo
es persona real. Dejando a iin lado a los que identifican el organismo
social con el animal y trocando así una mera relación de semejanza por
una de identidad, veremos que ni siquiera los que han rechazado tan extraña justificación han logrado encontrar una mejor y más fundada. Decir que el organismo social es una realidad psíquica, a la par que el organismo humano, no es decir nada mientras no se llegue a demostrar
que lo que se llama un organismo ético, social o jurídico, es, ante rodo,
real y no conceptual, y que, además está dotado de aquellas propiedades
;
59 RODR~GUEZ, O p . cit., tomo 1, P . 1 3 6 .
60 COVIELLO, Op. rir., pp. 221 Y 222.
CONSlDERACIONES SOBRE LA PERSONA JURIDICA
271
por las qiie el Iioiiibre t.s prrsona. E s indudable que existen hombres, que
éstos tienen intereses comunes, que en orden a tales intereses hay medios predispuestos que conducen al fin y así, sucesivatnente, de donde
resulta el concepto de organizacióii social; pero si es fácil demostrar que
todos los varios elementos mencionados pertenecen al campo de lo real.
no es tan fácil demostrar que un ente real es el resultado de reducir
nientalmente a la unidad las varias relaciones de la vida coordinadas
eiilre si y estimarlo coiiio un organisriio, a semejanza de lo qiie acontece
en el iniiiido biológico. l l a r vida y existencia a tales abstracciories de
la iiierite es caer eii el aritiguo error de la realización de los universales. Y tncnos se logra demostrar, si no es con palabras, que de la suma
de varias cosas resulta otra diversa de las tomadas en conjunto. Pero
aún suponiendo qiie dicho <irganisrrio social fuese una entidad real, existente por sí, no se sigue de ahí que sea una persona. De la realidad de
r i i i eiitc no se infiere sin iiiás la personalidad d ~ mismo.
l
P x a concluir el estudio del cuerpo doctrinal organicista sobre la
naturaleza jurídica de las personas colevticas, señalaremos las certeras
palahras de FERRARA,
que conlo la mayoría de los autores rechaza esta
concepción rcalista ya que "como toda reacción", esta teoria pasa los 1ímites y para huir de la ficción se pierde en las vagas nubes de la poesia
y del ensueño"."'
OTRASCONCEi'CIONI?S
DE L A NATURALEZA DE
1.0s
EPÍTES
COLECTIVOS
Citaremos eii fortna escueta algunas otras ideas que los doctrinaríos
han elaborado en torno a este complejo problema de la naturaleza juridica de los organismos colectivos.
H A U R I ~aparece
W ~ ~ como el autor de la Teoria de la instibución.
Para este tratadista la institución es una idea de obra que se realiza y
perdura jurídicamente en un medio social. E n virtud de la realización
de esta idea se organiza un poder que requiere órganos; por otra parte,
entre los inieiiibros del grupo social interesado en la realización de esta
idea se producen inanífestaciones comunes dirigidas por los órganos del
poder y regidas por yrocediiiiientos.
Nii toda institución tiene el carácter de persona juridica. Para que
adquiera esa categoría, es iiecesario que la unidad se esla i~~stitución
6 1 Op. cir., p. 1 6 8 .
6 2 Op. y loc. cirs.
272
FERNANDO FLORES GARCIA
tablezca por sii ~ r h i a r i ó n externa en l a . relaciones jurídicas, a través
de un atributo de capacidad para adquirir bienes y derechos. De esta
suerte, la personalidad jurídica es sólo uti aspecto exterior d e la pcrsonalidad moral de la institucióii, pues sólo establece un requisito en la
vida de relación del ente colectivo con los dciiiás sujetos. Por ende, para
obtener la persoiialidad jurídica debe lograrse la personalidad iiioril primero, y ésta se obtiene cuando cxiste una coincidencia de la unidad en
los individuos que ioriiian el grupo y una función común, así corno un
propósito idéntico para la realización de ciertos fines.
En resumen, esta Teovia de la institución, puede enunciarse como
lo hace R o ~ R í ~ U ~ ~ , " ~ i c que
i e nlad opersona jurídica no es más que una
organización al servicio de un fin. No se trata de un ente orgánico con
voluntad unitaria; pero si recibe un tratamiento de sujeto de derecho.
Al tratar sobre los conceptos de la teoría de la Institución, que significan un paso adelante en el esfuerzo por conocer la verdadera naturaleza de los entes colectivos, pero que, por otra parte, todavía se muestra -en
la foriiia expuesta por HAURIOU- con ciertos errores, sobre
todo por su excesiva a~nplitud,que hace vagas las ideas sobre la personalidad de esos entes; decíaiiios es indispensable mencionar los sugerentes estudios de I i o h i ~ ~ oquien
' ~ critica a HAURIOU
por hacer el distingo
entre dos categorías de iiistituciones; las que pertenecen a la categoría
de las cosas inertes y las que forinan un cuerpo social o institución corporativa, considerando sólo a estas últimas como realidades sociales; es
decir, coriio entes distintos de los individuos que las forman y que tienen su personalidad propia, debido a que gozan de autonomía a diferencia de las primeras. Estima, además, que la falla de HAURIOUfué
referir en for117a lirriitaiiva el concepto de institución, a una especie de
organización social con u11 cierto grado de desarrollo y perfeccionainiento, ROMANO
afirma: "Adeiiiás -y
esto se reúne a nuestro punto de
vista, que ya habiainos anunciado y que convendrá demostrar en forma
más positiva- IIO es que creanios que la institución no es una fuente de
derecho, y que por co~isiguientcsea un producto de la misma sino que
entre el concepto de institiicióii y el de ordenamiento jurídico, considerado unitariamente, existe una identidad perfecta. Y sólo se puede alcanzar este resultado, si se supera la doctrina tradicional que concibe el
derecho Únicamente como norma o complejo de normas. Se había negado
que la institución fuese una persona jurídica, porque, aun cuando está
6 3 Op. cit., tomo 1. pp. 137 y 138.
64 SANTI ROMANO, L'ordiiiamento guiridico, Florencia. 195 1 , p p 3 0 - 3 4 ,
CONSIDERACIONES SOBRE L A PERSONA JURIDICA
273
dotada de persorialidad, no represcrita ~riásque el substrato dc esta, y
por lo tanto, su antecedente : no obstante, nunca se había pensado en identificarla con el mismo ordenamiento jurídico"?"
Para ROMANO,
institución es todo ente o cuerpo social,66 y pasa a
enumerar sus características de la siguietite manera:
El ente debe tener una existencia objetiva concreta, inmaterial; su
individualidad debe ser exterior y visible.
U n ente o cuerpo social, en el sentido de que es manifestación de
la naturaleza social y no exclusivamente individual del hombre, constituye la institución. Sin que esto signifique que siempre y necesarianiente
el substrato de la institución, deba ser un grupo de individuos ligados
por la perseciición de un interés cotnún. I'uesto que, existen instituciones que tienen un substrato distinto, así, como un cotijunto de medios
materiales o inrnateriales, personales o reales, patrimoniales o ideales que
están afectos en forma permanente a un fin específico y determinado, y
que beneficiará, no a las personas físicas que pertenezcan a la institución misma, sino a los destinatarios que podrán ser extraños. E n este caso,
la instiiucibn (como en todos los demás), se sirve de hombres.
La iiistitución es un ente cerrado, cott individualidad propia. Puede
tener relaciones con otras entidades e instituciones; o bien, llegar a formar parte de ellos. Hay instituciones de instituciones: el Estado, el que
a su vez, lo es de la comunidad internacional.
La institución es una unidad estable y perniaiiente, que no pierde
su identidad por el cambio de sus elementos integrantes. Las personas
que lo forman, sus recursos, patrituonio, intereses, etc., pueden renovarse, sin que por ello, la institución pierda su propia iridividualidad, de
aquí se deriva la posibilidad de ser considerada como zin ct<ef-poP o r si
estable y de no identificarla con aquello que puede ser necesario para
darle vida, pero que al hacerlo se amalgaman con ella."'
El propio autor italiano estudia la relación entre la persona juridica
y la institución y encuentra que si una relación juridica o una sola persona física no bastan para concretar una institución; por el contrario,
una sola persona juridica es por si una institución. Para ROMANO(en
substancia), la doctrina ha tenido la intuición exacta de formular un concepto único de las personas jurídicas, si bien las distingue en d i ~ e r s a s
categorías; sin embargo, no ha acertado cuando descubre el substrato
65 ROMANO. Op. cit., pp. 33 y 34
6 6 Op. cit., pp. 3 5 y ss.
67 ROMANO, Op. cit., p. 3 9 .
274
FERNANDO FLORES GARCIA
de las corporaciones es un conil~lejode personas y va investigando en
otros elementos, respecto a los cuales las opiniones son discordes, el substrato' de las fundaciones o instituciones, dando lugar a un dualismo que
después se puede eliminar.68
Según nosotros -continúa el autor- la base de la persona juridica
es siempre un ordenamiento de derecho objetivo que se concreta en ella
y para ella, formando una institución en el sentido ya expuesto no constituyen esa base ni las personas que la forman, ni su patrimonio, ni sus
órganos, ni su objeto; la personalidad es s i m p r e , exclusiz~anzente el ordenamiento juridico, coordinador de todos esos elementos destinados a
un fin determinado. Aclara ROMANO,que al referirse al ordenamiento
que podria llamarse interno, no a aquel que puede referirse por p r t e de
una institiición superior y mayor amplitud, en la cual estuviera comprendida la primera, como podría ser el Estado. La personalidad puede
ser atribuida por éste último ordenamiento, pero siempre sobre 12 base
de aquel ordenanziento interno, que constituye un presupuesto necesario,
un sz~bstratoinfaitable.
En resumen, una institución asume el carácter de persona, cuando
ella, ya sea por su propio ordenamiento o por otro, se considera como
un ente dotado de una voluiitad propia; esto es, cuando la voluntad, materialmente manifestada por ciertos individuos, que son eleiuentos (iniembros órganos, administradores) de la institución, con la iortria y para los
fines que impone su estructura, es considerada corno voluntad de la institucióri ~iiisrna.~"
Reconocemos las notables concepciones de HAIJRIOU
y las eiimiendas y desarrollo que se observan eii ROMANO,
sin embargo, peiisaiiios
que no logra11 demostrar plenamente sus ideas, pues si el ordenamiento
interno, substrato infaltable para ellos de la institución, fuera suficiente
para crcar la personalidad juridica colectiva, no se necesitaría del Derecho objetivo, que rige no sólo para la persona física y para los entes
colectivos. Además, en perjuicio de su exactitud, esta teoria iristitucional
es demasiado amplia, llegando a ser vaga en sus ideas.
Otras tesis sobre la naturaleza de los entes colectivos, arrancan de
I H E R I N G , ~y" de sus coriocida posición acerca del D ~ r r r h ocomo interés
-
6 8 Op. rir., p. 7 7 .
6 9 ROMANO,
Op. cit., p. 7 8 .
70 RUDOLF
VON JHERING,
La Dogrnitico Jurídico. T r z d dc Enrique Príncipe
y Satorrcs, Buenos Aires, 1 9 4 6 , pp. 1 7 3 y ss. ROOR~GUEZ
también alude a e í r l teoria, Op. cit., tomo 1, p . 1 3 7 .
CONSIDERACIONES SOBRE LA PERSONA JURIDICA
275
juridicamentr protegido y del sujeto conio titular del goce del Derecho.
L a s personas jurídicas son, pues, siijetos aporenfcs, que ocultan los verdaderos sujetos, que siempre son hombres. Esta corriente es conocida
coiiio Teoría individualisfa.
BENITO y RODR~CUEZ,"
citan la Tcoria de la voluiitad. sostenida
por ZITTELMANNy MEURERque estiman que hay tina voluntad, hay u n
sujeto de derecho. independientemente de qiie exista o no el suhstrato
de tina prrsona física. D r 12 simple voliintad se pasa al poder d e voluntad rncaminado a iin interés de modo que ticneii perconalidad jurídica
los entes portaelores d e intereses colectivos y permanentes que tienen
una orznnizaciAii capaz de dcsnrrollar una voliintad propia. E ~ t ateoría
confiiiicle Iri vnluntzd con In persona misma. noción visiblemente errónea. Asimismo. coino tiene eii al?iinos piintos contacto con la tesis de
GIER~CT
v de ROMANO.a ella tambirn delienins extender las criticas correspanclientes a esas concrpcioiies.
No? toca cxarninar ahora iuia d r 1:is de!-tripas q?ie niavor ;~ceptació~l han ~Iraiizado r n t r r !OS i~iristas: si15 ideas y rxo<isición mhre la
natiirnlcza d r las yrrsorns iiirídicas colrctivau son notables !; prerisas.
.4 FE?X*R:\
se le cotis'dera cl "5-1-an maestro del presrrite en la
por elln rii obra Tporin r l . lns firi-ronns jjr~id;rnxnos h a g i i i ~ d oy servirá de norma c': el es!iidio d~ SI! destacxlx teori:~.
Anticipnmos In ronrrprióii de F ~ R R . \ al
R .ni>ieci;ir
\
quc la personal¡(Iad r.- iin p-ociiicto ~ I r lorden jiirirlicii, qiie siirgc r:racin:; al rcroriori7iiienl o r l ~ !Drvci-hn oi, jrti;,o.
Fii rl infcin rli e s t i trabajo, :;e citó el ni-igi?íficn rstud:o histúrico,
glot:~l!í-lco
iiirirlico onr cl nro!~;o F E R R . \hilri:
? ~ (Ir la !ialabi-ii "ersnn a : p i i < . s I ~ : mahora
,
shln <e ;iliiclii-ií 7.1 CI'~ICP!I+~I ji~ridico cjne le asigna
este ::ii+nr :I 1:i nnlabra "pers~,.i.,".
17a r a !:FPR.\P,\
-c:III~~'
y a dcj:ii~io~;a~ilitarlrilinen.: arrihi-,
la Ilamnel? jj-r-wn;,. iiiclivir!ii::l o siijeto S
i:o r s pcrsoiia por natiiralrza,
sir-i ~ O I -oljix rle ¡a lev. Fiirra dL, nn:i orgariizacii>n estatal rl individuo
hutriaiio ?:o es siijeto de ilerrcliri. Y ;iiin ?ti cici-tos sistenias juríd:cos de
époczi p~r!C-itas h? hahiilo honil1rc5 sin ?rr~:otial:rl;id jiiridica. cormi los
e,:cln\.r,.:. Y 1.3 sólo ésto: la persori:ilirl:iil poc1;;i tinibién pcrrlerse por una
71 BENITO. O p . c i t . . p , 5 1 : RCDPICUEZ. Op. y lcr. cits.
7 2 Mnnio DE L A CUEVA,Bcrecho M.lpuircno de/ T r o h i j o , México. D. F..
1 9 4 9 . tomo 11, n. 4 4 3 .
276
F E R N A N D O FLORES G A R C I A
condena penal o por la adopción del estado religioso. Y también en los
individuos capaces, la personalidad se manifestaba como una calidad variable que podía ser concebida en más o menos completa medida. Históricamente no han sido iguales, desde el punto dc vista jurídico, hombres
y mujeres, cristianos y hebreos, nobles y vasallosl y aun hoy existe la
diferencia entre nacionales y extranjeros. Es más, a través de los siglos
se han registrado luchas sangrientas para conseguir la igualdad en la
personalidad que hoy nos parece un supuesto natural. E n la atribución
de la capacidad jurídica es árbitro el orden jurídico; y así como la concede al hombre desarrollado orgánica y psíquicamente, la concedz también al niño y tambié11 en ciertos aspectos al embrión, y más allá aún,
a la mera esperanza del hombre, al que ha de na~er.'~
GARCÍAMÁYNEZ resume algunos pensamientos de Ferrara c~iando
afirma que ante esta situación no vemos ningún obstáculo que iriipida el
admitir que las asociaciones humanas puedan ser estimadas como personas, como sujetos de derecho, así se trate dc entes colectivos naturales,
o bien, de sociedades voluntarias como las comerciales establecidas para
el logro de fines determinados. Tales agrupaciones iiidtidablemerite son
realidades can derechos y deberes jurídicos, pero sin que esto signifique
la existencia de una realidad substantiva, un alma colectiva independiente, distinta de la de los individuos que forrriai~ la mencionada asociación, no es conveniente recurrir al falso paralelismo entre las personas
físicas y colectivas, sin incurrir en los errores seíialados al organicismo." "Así como el sujeto de derecho es el Iiombre, así se ha querido
encontrar para la otra categoría de sujetos un superhombre, una individualidad colectiva, orgánica, dinámica, funcional, que pudiese servir de substrato a la personalidad. Otros escritores más recientes, aún abandonando estas exageraciones, pero insistiendo en le mismo vicio lógico, se han
esforzado por sostener una cierta unidad evanescente del grupo, sin considerar que se trata de unidad de nuestro pelzsanzie>ito, no de la substancia del agregado humano. La organizacióti o heterogeneidad del gru73 FERRARA, Op. cir., pp. 3 3 0 y 331. quien agrega: "No hay ninguna dificultad, por tanto, por el lado técnico para que el orden jurídico adjudique la
personalidad a entes diversos de las hombres. U n caso de aplicación que ha tenida
una difusión y una importancia notable en el desarrollo del derecho es el do la capacidzd de los dioses. En derecho romano se admitía que a l ~ u n o s dioses. Apolo,
Júpiter. etc. ( 2 2 . 6 ) podían ser instituidos herederos y en e1 derecho intermedio fueron reconocidas como válidos las disposiciones a favor de Jesucristo. de Mari2 de los
Angeles, etc.: fenómeno que encontramos en todos los derechos de la anrigüedad".
74 G A R C ~ A
MAYNEZ, OP. cit.. P. 2 7 7 .
CONSIDERACIONES SOBRE LA PERSONA JURIDICA
277
po, permaiieiicia o ~rarisiluriccladdel mismo, la diversidad del fin, es insuficiente para dividir a las colectividades, las que se resuelven en sumas de niiembros, y las que se presentan como individualidades por sí
misnias; desde el punto de vista conceptual se muestran todas como un
ente unitario.. . I.as colectivi<ladcs, ya sean histórico-naturales o volnntaiias, no son otras cosas que la pluralidad de hombres que se renuevan
en el tiempo y que persigiien un fin común. La voluntad trascendente
de un ente colectivo, es la voluntad coniúri de los miembros, del resultado siiitético del querer de varios. Una persona o un ente ordena la
consecución de un cierto fin, para cl cual suministra los medios patriiunniales nrcesai-ios, y establece que ciertns individuos, nombrados según
<!eterriiinados criterios deben conjunta o siicesivainente obrar para su reali,z:~ción.Se constituye una adniiiiistración para un fin. Esto lo hallamos
en todas las instituciones y en todas las iuc<iaciones. Desde las grandes
instituciones públicas, en las que vemoi combinados en coniplejo mecanismo un número grandisinlo de personas con diversas cuali<lades y competcncias, conspirando todas arniónicainente al resultado final, a las
simples fundaciones privadas, en que la rea1iz;ición del intento es confiada teinporaltnente a una sola pserona, encontramos siempre una organización humana.. . Ahora bien, nada obsta para que el orden jurídico pueda atribuir la ciialidad de sujetos de derecho a estas institiicioties diiraderas, cs decir, i;?ic estas org;inizaciones estén revesticlas <le personalidad. Así siirge la cate,goria de las personas juridicas.'"
Para FERURA,
las personas ji<ridicas o niorales pueden definirse como asociaciones o institnciones formadas para lo consecución de un fin
y reco~zocidaspor la orde~zaciúiajuridica como sujetos d c d e r e ~ h o . ~ "
L a s pe;sonns iuridicas son zrlza realidad y no una ficción. Pero el
concepto de realidad es relativo y variable en los diversos campos del
coiiocimieiito. Si por real se entiende todo lo que es perceptible oor los
sentidos, ciertanierite las personas jurídicas no son reales, pero no son
reales tampoco los conceptos de las ciencias abstractas, y en particular
tampoco es real nuestro mundo jurídico. Pero ciiardo el concepto *le real
se aniplia a todo lo que existe en nuestro peiisainiento, en antítesis con
lo que es iina~inarioy fingido, entonces no queda duda que las personas juridicas son una realidad. Son reales en el misnio sentido y del
inisn?o modo que son reales las deniás formas jurídicas, conio es real
una obligación, una herencia, un contiato. Realidad ideal ji~ridica, no
75 FERRARA, Op. cit., p p . 3 3 8 . 339 y 3 4 0 .
7 6 O p . cii., p. 3 5 9 .
278
FERNANDO FLORES GARClA
realidad corporal sensible. existen, por consiguiente, las personas jurídicas? Si las personas juridicas se conciben como entes ficticios caídos
del cielo legislativo u organismos naturales que brotan de la sociedad,
una nueva especie de superhonibres, ciertamente no existen más que en
la fantasía de los juristas románticos. . . Pero si por persona jurídica se
entienden formas jurídicas de que están revestidas ciertas congregaciones o establecimientos sociales, la respuesta no puede ser otra que ésta.
Después de conocer la definicióti propuesta por FERRARA
sobre los organismos colectivos, es necesario destacar los elementos, que a su entender, son constitutivos de las personas jurídicas colectiva^.^^
19 Una asociación de hombres, ya sean corporaciones que surgen naturalmente, en virtud de los viriculos de sangre y las diversas condiciones de la existencia social; o que se trata de una forma más sencilla de
asociación como la que determinadas personas forman voluntariaiiiente
para la realización de un fin, o sea, la llamada asociación tipo contractual.
29 El fin, a cuyo propbsito sc encuentran destinadas las personas juridicas, pudiendo hacerse una distinción de las corporaciones atendiendo
a la índole del interés perseguido, personas jurídicas de interés público
o común (asociaiz'ones naturales) y personas jurídicas de interés privado (asociaciones wolu~ztarias:sociedades comerciales). Los fines de las
corporaciones deben reunir los tres requisitos siguientes: determinación,
posibilidad y licitud.
39 E l tercer requisito que deben llenar las personas morales, quizá
sea el de mayor relevancia dentro de esta tendencia doctrinal: es el recvnocifniento de las personas colectivas por el Derecho objetivo, es por
virtud a este reconocimiento que los agregados de individuos, las pluralidades humanas consagradas a la consecución de un fin, alcanzan la unificación y se transforman en un sujeto de derecho, único, y al mismo
tiempo diverso de las personas físicas que lo integran.
"La personalidad únicamente puede emanar del orden jurídico. Por
tanto, es inexacto el pensamiento de los que consideran la capacidad de
las corporacioties o fundaciones, como un efecto de voluntad de los socios o dcl fuiidador, porque la voluntad humana no tiene el poder de
producir sujetos de dereclio.. . el atribuir esta facultad al arbitrio de
los particulal-es engendrardía la mayor incertidumbre y posibles abusos."78
77 Op. cit... pp. 360.414.
7 8 FERRARA, Op. cit., pp. 1 7 5 y 3 7 9 .
CONSIDERACIONES SOBRE L A PERSONA JURIDICA
279
Opina FERRARA'~
que la voluntad de los Iiombres sólo piirde concurrir a formar el substrato de las corporaciones o instituciones preparando el agregado humano: pero éste 110 se convierte en persona sino
cuando y en cuanto place al orden juridico; la personalidad es tina creación del Derecho objetivo, no es el del arbitrio individual.
Se ha discutido intensamente el valor y alcance del tercero de los
elementos mencionados por F E R R ~ ~ R
Según
A . SAVIGNY,
entre otros autores, el reconocimiento tiene un "valor certificativo". El reconocimiento
valdría para la seguridad del comercio en interés de los terceros, que
verían en el acto político un testimonio de nacimiento del nuevo ente.
Un segundo grupo de aiitores atribuye al reconociiniento una significación puramente "declaratiz~a";ésta es la opinión sostenida por GIERKI:
y casi todos los realistas; al reconocer el Estado las corporaciones y fundaciones -dice GIERKE- no hace otra cosa que declarar su existencia,
asignándoles e1 puesto que les estaba reservado en el orden juridico. Las
personas juridicas no nacrri en virtud del reconociniiento porque éste
no es sino un acto de aplicación de un ~ r i n c i p i ogeneral, a saber, el de
que todo ente capaz de tener obligaciones y derechos es persona jnridica. Entre las doctrinas extremas de SAVIGNY
y GIERKEencontranios una
posición intermedia, la adoptada por KARLOWA,
según el cual el reconocimiento tienc carácter "confirmatiuo": cuando el derecho reconoce a
una persona colectiva no hace sino confirmar la existencia de una realidad jurídica anterior, por lo que efectuada la confirmación, los actos ejecutados antes de ésta por el ente colectivo resultan con~alidados.~"
E n oposición a esta tesis, el gran tratadista italiano que examinamos, estima que el valor del reconocimiento es "con~titufivo".~'Esto
no significa que cl Estado sea el creador del substrato de las personas
jurídicas, la personalidad es una forma jurídica, no u n ente en si. N o
son personas juridicas iniciales, ni en incnbación, ni en el devenir, sino
siiiiples aspirantes a la personalidad. Las organizaciones humanas pueden nacer y vivir independientemente del acto, pero no son todavía sujetos de dereclro. Son pluralidades que sólo adquieren unidad jurídica al
-
7 9 O p . c i t . pp. 3 7 5 y 3 7 6 .
8 0 Esta posición doctrinaria soatenid2 por KARI.OWA, autor citado por Ferrari.
o p . cit. p. 3 8 2 , tiene aplicación en nuestro país. si recordamos e l procedimiento de
constitución sucesiva de la sociedad anónima. por el cual, si se aprueba la gestión
de los fundadores, en la Asamblea General Constitutiva. se confirman los actos anteriores a PSZ reunión, que hubierrn realizado los misriios fundadores (art. 1 0 2 dc
la Ley General de Saciedades Mercantiles).
8 1 FERRARA,
O p . cit., pp. 3 8 3 y 3 8 4 .
280
FERNANDO FLORES CARClA
ser rccoiloridas La elevación a sujeto de derecho no es constatación de
lo que ya existe, no es perfeccionamiento o confirmación de lo que está
en vias de formarse, sino que es creación y atribución de una cualidad
juridica que deriva del derecho objetivo y que tiene el carácter técnico
de una concesión administrativa. E l Estado obra como órgano del derecho concediendo la personalidad y obra constitutivamente.
Se ha argumentado en contra de la tesis de FERRARA:
"si se afirma
que el reconocimiento tiene una eficacia constitutiva, el empleo del término resulta inadecuado. Pues se "reconoce" lo ya conocido, lo preexistido: se "constituye" o crea lo que no e~istia".~'Sin embargo, creemos
que tal objeción es solamente gramatical, toda vez que FERRARA
habla
de constitución de la personalidad del ente colectivo, que antes no existía, desde el punto de vista jurídico. Tal personalidad se constituye por
el reconocimiento del derecho objetivo del substrato material preexistente
del ente social.
La concepción de FERRARA
para explicar la naturaleza de la persona moral, señala con claridad que la persona juridica (independientemente de que siempre tiene un substrato real) no es una realidad snbstante, sino jurídica, tanto en el caso de la persona física, como en el del
ente colectivo. E s un producto del Derecho, que por obra de éste sc
puede ligar la personalidad jurídica a cualquier substrato, es una categoría jurídica.
T E R Á N MATA^^ opina que "es de aceptarse la tesis de FERRARA,
menos en lo referente a que la personalidad moral sólo la da el Estado,
el reconocimiento de las personas juridicas por el Estado es lo que les da
su existencia, pues en este punto cae en el error de SAVIGNY.ES cierto
que el dato real que da el perfil colectivo es el fin común, el fin de la
empresa, el fin de concurrencia en la voluntad de los individuos con una
finalidad de empresa común; pero en lo relativo al r~ronocimientopor
el Estado para que exista la persona moral, se deja la existencia de las
personas juridicas, que existen aun sin el reconocimiento del Estado. El
mismo Estado es también una persona jurídica colectiva. E l reconocimiento no es acto constitutivo de la personalidad".
Pero aquí cabe preguntar: ¿Toda persona colectiva es una persona
moral? ¿Todo grupo es persona moral? No vaya a suceder que la noción de asociación o de grupo social sea más amplia que la noción de
persona moral. Toda persona juridica implica la existencia de una co8 2 GARC~AMhYNEZ, Op. cit.,. p. 2 8 1
8 3 Op. cit., pp. 9 5 y 96.
CONSIDERACIONES SOBRE LA PERSONA JURIDICA
281
miinidad de sujetos concurrentes en cierta forma, pero no toda comunidad que forma un grupo social es una persona jurídica. El dato que engendra la personificación juridica iio es la preexistencia de iin grupo
social, sino la preexistencia de una determinación normativa; eso es lo
que da su ~ e r f i la la persona jurídica, pues no siempre que hay grupo
social con reglas pactadas por los niisrrios socios surge la personificación juridica. L o que importa saber no es si las personas morales, en
sentido juridico, son personas colectivas, sino qué es lo que hace sean
juridicas. las hará jurídicas la concurrencia en un grupo de una pluralidad de sujetos? No, porque puede darse la situación inversa: surgir la pcrsouificación juridica sin que sea dada la concurrencia en un
grupo. Por ejemplo, han sido instituidos por la reglamentación mexicana
del articulr~ 4? constitucioiial los colegios de profesionistas, se ha establecido un regimen y después vendrá la concurrencia ieal de los sujetos
dentro dc una institución noriiiativa ya prefijada.
Por su parte, Ri;c,\sÉ~s SICIIES nos dice :84 "La personalidad jurídica, dentro del pensamiento de Ferrara, es la forma juridica de la unificación de relaciones y como las relaciones juriclicas son relaciones huniritias, y su fin es siempre la realización de los intereses humanos, la
pcrsoiialiilad no sólo se concede al hombre individual sino también a colectividades, o a otro substrato [le base estable para la realización de
obras coiiiutics. Las colectividades son pluralidades de individuos que persiguen un interés común, masas cainbiantes que se encaniinan a un mismo
f i n ; y el Dereclio, al concederles personalidad, unifica idealmente, juridicam~nte,su actuación, con lo cual las dota de igual agilidad y facilidad
de inovimiciitos que a iin individuo. E n esta doctrina, hay que destacar
dos grandes aciertos: cl haber afirmado claramente aunque después no
lo desarrolle, que la personalidad jurídica individ~iales tan construída
o fabricada por el Derecho, como la personalidad del ente colectivo; y
el haber caracterizado la personalidacl comn iiiiificnción ideal dc relaciones."
Para hacer la exposición de tan importante tesis sobre la personalidad juridica de los entes colectivos, habremos de ceñirnos a las proposiciones hcchas por el propio KELSEN,en su obra "Teoría General del
Estado", asi coriio a los certeros comentarios y explicaciones que sabrc
el pensairiicnto kelseniano lracc RECASÉNS
SICHES,para quiens5 cl extra.
84 Vido humano, cit., pp. 1 6 2 y 163.
85 Vida humano, cit., pp. 1 6 3 - 1 7 6 .
FERNANDO FLORES GARCIA
282
ordinario jurista vienés desenvuelve certeramente, opinando que la parte
que sobrevivirá al resto de su obra, es precisamente el tema de la personalidad.
Para comprender la doctrina de KELSENsobre la personalidad, conviene exponer previamente uno de los conceptos fundamentales que en
ella se manejan, a saber, el de la imputación normativa. L a estructura
lógica llamada imputación es el modo de enlace característico de los hechos de una norma. Los hechos, los fenómenos en el mundo de la naturaleza y en general en la realidad se relaciotian entre sí causalmente, están vinculados unos a otros por la causalidad: unos son efectos de otros,
y a su vez funcionan como causas de otros nuevos. Ahora bien, en las
normas los diversos elementos en ellas contenidos o previstos se relacionan entre sí; pero esa relación no es real, de causalidad, sino normativa. Por ejemplo, en la norma juridica aparecen vinculados unos determinados supuestos con unas determinadas consecue~~cias..
. Hsy otra
clase de imputación normativa, a saber, la imputación de un hecho a una
persona. Ocurre en la vida juridica que, si bien muchas veces -la mayor parte de ellas--- un hecho es imputado al sujeto que efectivamente
lo ha querido y lo ha realizado, en otros nluchos, por el contrario, no
sucede así.. . en algunos casos, ocurre que la imputación tiene lugar, sin
que haya un vínculo de causalidad real entre el sujeto y el hecho, porque
así lo dispone la norma jurídica.
K E L S E N ,señala
~~
que aquí "pudiéramos hablar de una inzputaciún
central, a diferencia de una imputación periférica, para distinguir la imputación (de un hecho) a una "persona" de la imputación a otro hecho.
La inepulaciún beriférica conduce únicamente de un hecho a otro hecho, mientras que la imputació!i central conduce a una persona, mas no
a un hombre". "La impulaciúlz personal normativa es la forma de enlace
jurídico entre el sujeto del deber y el objeto del mismo (positivo, como
cumplimiento: o del resultado negativo por contravención, o por omisión de la diligencia necesaria) tal como lo establece el precepto, Cuando comparamos un hecho (que es materia de regulación de una norma)
con el contenido de la norma juridica en cuestión, surge en seguida
Ir? pregunta sobre a quién debemos atribuirle la observación o la violación; es decir, el problema acerca del sujeto del debeu. La respuesta
sólo puede darla la norma, que es la que contieiie en si la vinculación
juridica entre Ici que manda a quién debe cumplirla, entre el objeto y
el sujeto del deber ser.. . La imputación juridica, desde el punto de vis-
-
8 6 O p . cit., p . 85.
CONSIDERACIONES SOBRE L A PERSONA JURIDICA
283
ta inniaticntc no se funda en la serie causal, ni tiene que ver con ella;
expresa simplemente el enlace que establece la norma entre un objeto
y un sujeto. La imputación parte de un hecho externo al sujeto (el objeto o hecho en cuestión) y lo vincula a un punto o centro ideal, al
cual \-a a parar esa imputación, es lo que la jurisprudencia llaiiia uo[untad. La voluntad, jurídicamente, no es el hecho psicolúgico real (que
se denomina con igual palabra), sino que cs una pura coristrucción normativa que representa un piinto final o término de iniputación. Muchas
veces la volun:ad juridica coincide con la voluntad psicológica real; pero
en ocasiones separa de ella".87
Hasta aquí tenemos la idea de KELSEN
sobrc la imputación normatira, que constituye -sigue resuniietido RKCASÉNSSICHES- la piedra
angular para comprender la concepción que el sostén de la Escuela Vienesa del Ilereclio propugria acerca de la personalidad juridica. Al plantear el problema <le la personalidad juridica (tanto individual como colectiva) no nos encotitramos en el plaiio de la realidad, sino que estanios
dentro de la esfera normativa, que tiene u11 método, procedimiento y
contextura propios. 1 3 !>roblc;iia tio radica en inquirir por ningund rcalidad, sino en preguntarriris por uiia iuiputación normativa. KELSENconsidera una expresiúii duplicacla ei deher juridico y el derecho subjetivo,
coticebidos rri ur;a forr;ia siil~staiicializada. La persona para el Derecho
no es una realiciarl, sino riil concepto propio, típico del mismo orden jurídico; detitro del caiiipo del Derecho no se va a analizar cuál sea la
realidad de los s n l ~ ~ t r a t ode
s las diversas personas; no vamos a investigar la realidncl qur ietigan fuera o independientemente de! orden normativo; por ello, nl establecer el concepto general de personalidad, no
vierie en cuestión distiriguir entre personas físicas colectivas, ya que esta
distinción alude a re:ilidades metajurídicas. Al formular el concepto jurídico de la personalidad juridica, podemos señalar dentro del pensamiento kelscniaiio que sólo existe una personalidad jurídica, cuya esencia cs igual lo iiiisino si se da eti un individuo, qui si se da en rin ente
colectivo.
K E I , S E N110s
~ ~ (tire: "si se pregunta hasta qué punto el hombre es
1xrson;i jurídica, cs decir, eti qué relación se halla el 'liombre' con el orden
jurídico, lo Úiiico que puede afirmarse es que la conducta humana constitu:?e el contcriido del orde!! juridico, el contenido de las normas de Dereclio.. . Si el hcinihre ha dv ser sujpto de conocimiei~tojuridico, tiene que
-
--8 7 RECAS~NS
SICHES, Viriii ili;:i>ona. cit.. rg. !G4 Y 1 6 5 .
8 8 Op. cit., p p . 8 2 y 8 3 .
284
FERNANDO FLORES GARCIA
diluirse en el Derecho. Pero lo que el orden jtirídico se apropia, no es
todo el hombre, no es el hombre en cuanto tal, es decir, la unidad especifica de la Biología o la Psicología con todas sus funciones; sólo algunas acciones humanas particulares.. . son las que hallan entrada en la
ley jurídica como condiciones o consecuencias. Lo mismo que todo contenido, la conducta humana sólo puede ser objeto de la ciencia del Derecho, en cuanto contenido de la proposición jurídica".
E n resumen, no es el hombre, conio "sujeto" humano plenario, según
la terminología usada por RECASÉNSSICHES,S*sino determinados aspectos de su conducta, aquéllos que están en relación con el ordenamiento
jurídico, es lo que constituye la personalidad juridica individual.
L a persona individual en sentido juridico es el conjunto de todas
aquellas normas que tienen por objeto la conducta de un hombre, tanto
como deber jurídico, lo mismo que como derecho subjetivo. "La persona jurídica individual es d e n t r o del pensamiento de KELSEN-, un
sector del ordenamiento juridico; aquel sector que regula los derechos
y deberes de un hombre, el conjunto de aquellas normas que se refieren
a la conducta de un hombre, sector o conjunto que concebimos abstractamente de un modo unificado. La personalidad jzarádica individual consiste, pues, en el común término ideal de referencia o imputación de
todos los actos que forman los contenidos de esta parte del ordenamiento juridico. El concepto de persona juridica individzral es una expresión
unitaria y sintética de los derechos y deberes de zm hombre; es la porción del ordenamiento jurídico que los establece, concebida como un
sistema parcial sobre la base de un punto o centro común de imputación
de tales deberes y derecho^''.^^ El hombre individual es una realidad frente
a la cual se encuentra el derecho, pudiendo éste concederle personalidad.
"Del concepto de persona como sujeto de deberes y derechos hay
que distinguir el concepto de "personalidad", mediante el que se designa
una determinada cualidad del hombre, en virtud de la cual hállase capacitado para realizar aquellos actos representativos de deberes y facultades
jurídicas. La legislación positiva no convierte indistintamente toda la conducta de todos los hombres en contenido de sus normas. Solamente son
facultados u obligados aquellos hombres que reúnen condiciones estrictas, cuya determinación positiva quede a tiicrced - de cada legislación;
por ejemplo, una cierta edad, el pleno uso de razón, determinado sexo
para el ejercicio de ciertos derechos o deberes, una cierta ascetidei~cia,
8 9 V i d a Humano, cit., p. 166.
90 RECASÉNSSICHES. Vida Humano, cit., p. 1 6 7
CONSIDERACIONES SOBRE L A PERSONA JLrRIDICA
285
etc. Trátase ahí de una determinación próxiiiia, detallada, de los hechos
o contenidos normativos constitutivos de la conducta huniana. Cuando
sc dice que s6lo poseen personalidad juridica los honibres que reúnen
las condiciones prescritas por el Derecho, porque solati~entesu conducta
ha sido convertida por la legislación en contenidos de deberes y facultadcs jurídicas con exclusión de la de otros Iionibrcs cuando se dice,
por ejemplo, que los esclavos carecen de personalidad juridica, se piensa
eri un concepto de persoria enteramente distinto del que expresaba el "poseer" deberes y facultades juridicas. Ahora bien, solamente este último
cuticepto, tio aquel que tan sólo es una mera cualificación general de un
hecho puede ser subsuniido (juntamente con el concepto de persona "jurídica") cn un concepto superior genérico. Y este es cl que en primer
lugar i~iteresa".~'
Con frecuencia, un sictenia legal atribuye o itripiita (para usar el
término kelseniano) una coiiducta deteriiiinada de ciertos hombres particulares, no a 10,s verdaderos autores reales, que materiahnente ejecutaron dichos actos: sino que el punto de rcfcrenciu, de itnputaci61i recae
eii un sujeto ideal, en iin ente de iiaturalcza ideal que está detiás de
ellos, como ocurre en el caso de una sociedad de co~iierciv, que es la
que funciona colno término común, cotiio punto central de imputación
normativa de todos esos actos juridicos; es la situación de la persona
juridica colectiva.
F'ara el propio Kisr.sii~,"~también el substrato de la llaiiiada persona jurídica es, eii cuanto objeto del coaocimieiito jurídico, una proposición juridica, un cumplejo de normas del Tlerecho, por ~iiediode las
cuales se rrgula la coiiductn rccíproca de una pluralidad dc hombres que
persiguen uii fin con~úti.Lo mismo que ia person;i fisica, la persona jziridica colectiva es tn?+zúi¿~zla perso~~ifiración
de un orden jilridico parcial,
col1 la diferencia de que cotiio aquí el objeto de la regulación liállase constituí& por tina pluralida(1 <le hombres, es más fácil de ver que en la
persona fisica, en la cual hay que unificar la pluralidacl de actos realizarlos por el iiiisnio hoiiibrc. E n la persona juridica, lo que fund:imenta
la unidad (relativa y provisional) y la autoiiomia del orden parci:il detitro de la totalidad del sisteriia es también un criterio jurídico niatcrial. . .
Como la personificación es un medio auxiliar del conocimiento jurídico,
del cual puede echar inano libremente frente a todo coiuplejo norma9 1 K E L S E N , Op. cit., pp. 8 4 y 8 5
9 2 Op. cit., pp. 8 7 y 8 9 .
286
FERNANDO FLORES GARClH
tivo, a todo orden juridico total" o parcial, es un empeño vano tratar
de distinguir dentro de las comunidades, de los órdenes complejos normativos constitutivos de comunidades, entre las que son personas jurídicas y las <luz no lo son, entre las que tieneti y las que no tienen personalidad jurídica. Epi si, las conza~nidodesjurídicas carecen de fiersonalidad juridica, pero se pueden representar como si fuesen o tuviesen una
y otra. Todo este problema parece tener su origen en una situación inadmisible de analogia en que se opone a las conyanidades -por su relación con el orden jurídico- respecto de los Iiombres. Así como el Dcrecho puede atribuir o no personalidad jurídica a los hombres (hay
hombres que, como los animales, carecen de personalidad), lo iiiisnio
puede haber respecto de las comunidades que encuentra ante sí".
O R A ~que
~ en
Sobre el caso de los animales, A I . C A ~ ~ ~ - Z A Mrefiere
el proceso penal, la historia registra causas seguidas contra animales e
incluso contra objetos inanimados y no ya en épocas remotas, sino en
fechas recientes. Así, en 1474, fué condenado a muerte en Basilca (Suiza) un gallo acusado de haber puesto un huevo; en 1567 fué ahgrcado
en Senlis (Francia), tras el correspondiente proceso, como en cl caso
dql gallo, un cerdo que devoró a una niña de cuatro meses.. También se
relatan varios procesos y una excomunión de ratas y ratones en 1710.
E n España se conoce el pleito que se puso en la Abadía de Párraces
para el exterminio de la langosta en 1650, y en 1709 cuando volvió la
plaga y nuevamente se le forriió proceso.
CUELLOCALÓNexpresa qire la Edad Media es la época en que se
manifiestan con más vigor esas aberraciones juridicas. Entonces fueron
frecuentes los procesos contra animales, procesos que se desarrollaban
confornie a rígidas formas procesales, con asistencia de abogados que
patrocinaban a los animales acusados, cotiio el proceso entablado en el
siglo xv por el obispo de Lausana contra las sanguijuelas que infestaban las aguas del Berna. En España, afirma el destacado penalista, al93 Para K E L S E N , el orden normativo parcial de las comunidades humanas, es
susicptible de personificaii6n. regulador de conducta itciproca de los hombres. juridicamenre obligatoria: de él parten una serie ininterrumpida de óidrnes y agrupaciones p a i c i a l ~ s de la más variada índole que desembocan a través de la sociedad. la
eorporaci6n. la asociación. el municipio. En la comunidad m i s compleja. en el orden
juridico total: en el Estado.
9 4 NICETO ALCALA-ZAMORAY CASTlLLO y RICARDO LEVENE,Hijo, Derecho Procesal Penal, Buenos Aires, 1 9 4 5 , toma 11. p. 1 1 .
CONSIDERACIONES SOBRE LA PERSONA JURIDICA
287
guiios fueros exigían responsabilidad a los animales, como el de Navarra
y el de B r i h ~ ~ e g a , ~ ~
AYARRAI:ARAY,<",
recuerda un 'caso judicial" que encierra un fondo
de ingeiiuidad propio de tieiiipos pasados y que refleja que la humanidad vivía más de convenciones y engaños que de conocimientos. Eti
Brasil, :uvo lugar un extraordinario pleito entre los reli,'-1osos menores
de la proviricia de la Piedad, en Maranhao, y las hormigas que ocupaban esos terrenos e invadían la despensa de los frailes.
;'.cerca del célebre prohlema de cuál sea el criterio para atribuir
personalidad jurídica a una comunidad, opina KEI.~EN""que es un falso
problema que se complica todavía más, nierced a la distinta signiiicacióti del concepto de persona a la que ya antes aludiamos. Que el Derecho "conceda" personalidad jurídica al hombre o sólo a ciertos Iionlbres, significa únicamente que la conducta del hombre ( a sólo la de ciertos hoiiibres) se convierte, de modo específico, en contenido de las riormas del L)erecho.. . Pero la personalidad, que no es niás que la expre;ión
de la unidad de un orden, de la imputación, no es concedida por el
derecho, porque no es otra cosa que un cómodo recurso del coiiociniiento jiirídico. L a legislación no puede otorgar esta personalidad a una coniiinidad que no está "frente" al orden jurídico, sino -lo niisnio que la
persona física-: como orden parcial "en" él. E l ordeli jurídico producr, por así decirlo, las conlunidades, pero no puede prodricir a los hoinbres. L a ;inalogia entre unas y otros no es del todo exacta. Taiiipoco
es del todo acertado representarse las cosas, según un niodelo corriente,
de iiiodo qiie a u11 lado se supone que se halla el ordeii juiirlico, al
oti-o l:is comunidades, y que después el orden juridico regula estas coinii~ti:la:~~~s.
La verdad es qde esfas ronizfnidndes sozt co~zsiiiz<idaspor y roiz el
0rdc;i jifridico; que carecer1 de existencia iiiera rle é l ; que uiia teoría
dc! t~i-:lcnjuridici, y-, por tanto, de las coiiiuiii<ladcs juridic;is, 110 piic(le
reconocer de iiingún modo: es decir, nq purde reconocer coino jiirididic:iiiientc esisteiiic una realidad situada fuera de! ord<-ii jurídico, en
-
9 5 ECGENTO
CUELLO CALÓN, Derecho I'en~l. Barcelona. 1 9 4 7 . ;iri.ia 1. p.
2 3 7 : d a n d e c i t a una clasificación que AI.III~ENAhace de la penalidad A los rcrcs
irraíiiinalcs. Sabre CI mismo i c m i . CARLOS
FRANCO
SODI, S o - i o m s de E:;rihi> Pcnil
h.l:;;c;>. 1940, p. 6 5 : Er;cEir!o FLORIAK, P<i~!cGeneral iiel Dericho Pei:a!, Mtban.:,
IciZ', tomo T. ?. 3 4 5 .
96 CA:ri.oS A. AYXRRAGARAY,
Dioq~iioneaoctrro de /u oúninialioci~5n de iristiric !>en<:/en "La Ley". Revista Jurídica Argcntin,. icmc 3 3 , cnere-!eSí::o-marzo
1944. p p . 8 0 7 - 3 0 8 .
9 7 KELSEU, O p . cit., pp. 89 y 9 0 .
288
FERNANDO FLORES GARCIA
tanto que de lo que se trata es de referir dichas comunidadcs a tal realidad. Aquí no hace más que repetirse frente a los órdenes juridicos parciales el mismo problema que ya se planteó frente al problema juridico
totalitario: el problema de las relaciones entre Estado y Derecho. La
función del orden juridico no consiste, por tanto, en conceder o no la
personalidad juridica a las comunidades frente a 61 situadas, sino en constituirlas; y luego el conocimiento juridico, valiéndose, entre otras cosas, del lenguaje juridico abreviador, sustantivista y antropomórfico, las
personifica".
A pesar de la maestría y profundiad lógica y juridica de esta concepción kelseniana de la personalidad juridica, no han faltado criticas a
la doctrina del jurista vienés que acabamos de apuntar, como la de
SATANOWSI~Y:~
cuando estima que "la concepción kelseniana sobre la
personalidad constituye un valioso aporte en la dilucidación de este problema jurídico, aunque este aporte sea principalmente formal y técnico,
con preponderancia excluyente de la norma jurídica y con prescindencia consiguiente del sujeto de derechos".
T E R Á N MATA, siguiendo las ideas de Kelsen, apuntas8 que la persona jurídica es el término central de datos o circunstancias normativamente establecidas. Que esto venga a descansar en uno o varios hombres eso es lo variable y cambiante del fondo normativo juridico. E n
estos conceptos, observamos la influencia ejercida por el principal representante de la Escuela Vienesa del Derecho.
Para concluir la parte crítica de la doctrina kelseuiana, hay que
agregar la opinión sustentada por algunos tratadistas en el sentido de
que Kelsen incurre en un error normativista, dado que se desentiende
de los demás factores de la personalidad juridica, relegándolos a un segundo plano; concediendo, por otra parte, una preponderancia extraordinaria, al fenómeno normativo. Algunos llegan a pensar que como
una tesis monista, cae en el error general a las opiniones que sólo toman en cuenta con valor superlativo un solo aspecto de los problemas
juridicos.
E s de pensarse que la doctrina de I~ELSEN,
a pesar de su fornialismo, encierra muchos puntos verdaderos, que se pueden aplicar a la legislación mexicana (naturalmente, con las salvedades necesarias, como
nota 80) y no resulta
la que anotamos sobre la opinión de KARLOWA:
descabellado opinar, por tanto, que la persona de derecho no preexiste
-
98 Op. cit., tomo 1. p. 51.
99 Op. cit., pp. 98 y SS.
CONSIDERACIONES SOBRE L A PERSONA JURIBICA
289
al drrcclio, sino que éste instituye la personalidad juridica cn ciianto
haya u n centro d e iiiipiitacióii d e tales y ciialcs circiiiistaiicins coincidentes. P o r eso se clefirie la personalidad d e deiccho conio el centro d e
iniputscióii de un conjunto de ol~ligacioties y dcberes juridiranieiite establecidos. Tal centro de iiiiputación es lo que se llaiiia sujeto de obligaciones y derechos. E n otras palabras: el siijeto de ol~ligacionesy derechos no es niás que el piiiito unitario de conciirrencia que eii forma
sintíitica expresa una serie de circunstancias, de obligacioiies y facultades jurídicas.
Desyiiiés de hacer la glosa de las npii~ionesdoctrinales sobre la persoiialidad de los sujctos de derecho y de coiiieiitar y elogiar el significado
el aiaiiiado jiisiiiósofo
de i:is tesis de FrRnhnA y sobre todo de I<ELSI<N,
R E C A S ~ NSICIIES
S
expone qiie sobre la base de lo descubierto por el
fundador de la escuela vienesa, coritinuari por su propiz cuenta con
otras ~iue\-asy diferentes derivaciones y consecuericias sohre el tenia de
la persoiialiclad jurídica.'00
Sigaiiios paso a p;iso este desarrollo, dejando qiie la ~>luiii;!del propio autor iios proporcione 1:i visión esrliieinitica de su perisriiiiieiito: "Tan
artificial cs 13 peisc~naiidndjiiriclica qiie se ati-ibiiye al siijeto iriiliridiial,
coiiio acliielln qiie se coiicccle a1 ente colectivo. Al decir ai.ti€ici;il quiero
expresar la calidaíl de li;illa~-se"coiistriiirla por el Derecho". :I:ii::inente
del Derecho, y no coiistituiila fuera de él. Fuera del Dcrcclio lo que
hay son los iiidividuos eiitraíi;ibles e irrecluctiblcs, los hoi~ibresde carne
y hueso, los sujetos autéiiticaiiieiite iníli\.iduales, únicos. iiicanjeahles; y
hay, adciiiis, relaciones sociales y conip!cjos colectivos. P e t o nada de
eso fiinciona conio pcrsoiia. 1.0 que juridicaiiieiite funciona coiiio persona iri<lividu;il no r s la totalidad d e la persona huiuana, no es la plenitud
del sujeto individual, sino solaiiiente algunos <le su': aspectcis y dirnensioties, y ciertsmrnte aspertos rio estrictaiiierite individiiaies, sino gen¿- '
ricos, diiiiensioiies n o piiranieiitc privativas sino fdjicíis, f~itzcioila~ias,
que son aquella parte de si1 conducta eterna y tipificada qiie está previst:i en la norma juridica, que está dibiijada en ella coiiio supiiestos
d e deteriiiinadas consecuencias.. . para el Dereclio no viene eti cuestión
la totalidad de mi persona humana, sino tan sólo algunos de sus actos.. .
E n suma, no soy yo iiiistiio, el Único y entrañable sujeto que llevo den100 V i d a Hiirnano. cit., o. 170.
290
FERNANDO FLORES GARCIA
tro, lo que funciona como personalidad juridica, sino que ésta es como
una especie de papel o role diseñado de antemano, como una especie
de careta o de máscara que pueden llevar todos aquellos en quien encaje la forma de ésta. Y esta idea se halla presente en el sentido originario de la palabra persona, en que la tomó prestada el Derecho.. .
la personalidad juridica atribuida al individuo se apoya o funda precisamente en aquellas dimensiones de éste, que no son individuales, sino
colectivas, comunes, genéricas, esquemáticas. La dimensión del hombre
que funciona como persona en el Derecho es la dimensión que éste tiene
de común con otros sujetos jurídicos, todos aquellos otros que puedan
encajar en la figura prevista por la norma juridica. . . El hombre en la
plenitud radicalidad de su propia y privativa vida individual no viene
jamás en cuestión para el Derecho.. . de aquella conducta relevante
para el Derecho, éste recoge solamente las dimensiones genéricas y deja
fuera de su alcance juridico los matices y acentos individuales, que son
exclusivamente individuales y no fungibles. Por mucho que se trate de
singularizar o concretar el precepto juridico, éste quedará como una
fórmula tipica de la que necesariamente la individualidad auténtica, del
yo singular e irrepetible, con sus acentos y modalidades peculiares, que
son irreductibles a todo concepto general.. . el Derecho es siempre y
necesariamente una regulación esquemática de la cond~cta."'~'
Según RECASÉNSS I C H E S , el
~ ~ hombre
~
constituye una personalidad juridica a manera de una voluntad descuajada de la totalidad de
sus relaciones reales: una voluntad, no entendida como fenómeno psicológico, sino como una significación objetivada; tener en Derecho personalidad, significa ser sujeto de papeles previstos en la regulación jurídica. Y la persona iuridica individual está constituida por la unidad
de kpuitación de una serie de funciones actuales y posibles previstas en
la forma. E n el caso de la persona individual, ese centro de imputación
coincide con la unidad real y viviente del hombre, que es su substrato
o soporte; aunque, bien entendido lo que funciona como persona juridica individual no es esa realidad viviente y plenaria del individuo, sino
un esquema unitario de funciones objetivadas, esquema que la norma
proyecta sobre el sujeto humano real.
Por lo que atañe a la personalidad juridica de un grupo social, ella
consiste -continúa el destacado autor- en la unidad de imputación de
una serie múltiple de conductas de ciertos hombres; conductas que el
101 RECASÉNS SICHES,Vido Humano, cit., pp. 170-3
102 V i d o Humano, cit.. pp. 173. 174 y 1 7 5 .
CONSIDERACIONES SOBRE LA PERSONA JURIDICA
29 1
Derecho 1x0 adscribe a los sujetus que las efectúan, sino a otro sujeto
ideal, construido por la norma, como punto terminal de imputación de
un determinado repertorio de relaciones jurídicas. Mientras que por debajo de la persona juridica individual -también construida por el Derec h o - existe un sujeto real, una persona humana en sentido radical, por
el contrario, debajo de la personalidad juridica de los entes colectivos,
aunque haya un soporte de realidad social, ésta realidad no tiene la dimensión de subjetividad, de un auténtico yo. Claro es que si este ente
jurídico tiene una vida juridica, debemos preguntarnos por el quién de
sil vida, por su sujeto. Pero el sujeto de esa vida juridica es un sujeto
jurídico, esto es, creado o construido por el Derecho; es meramente u m
sintesis lógica d e una multifilicidad de relaciones determinada pur el Derecho. Con esto no se niega que por debajo de la personalidad juridica
colectiva haya una especial realidad social, independiente del Derecho;
pero lo que funciona en Derecho como personalidad colectiva no es la
realidad social plenaria del ente colectivo que sirve de substrato o soporte a la personalidad juridica del mismo. La personalidad jurídica es
tan sólo la síntesis de las funciones juridicas imputadas por la norma,
no a los hombres que las realizan, sino a un sujeto ideal, construido, fingido, consistente en ese común término ideal de imputación.
De la misma manera que exponía -agrega
RECASÉNSSICHESque la personalidad juridica del sujeta individual ni agota ni siquiera
traduce remotamente la plenaria y concreta realidad humana de cada
uno, análogamente debo hacer notar que la personalidad jurídica de los
entes colectivos no expresa toda la realidad social que les sirve de sustrato. La personalidad juridica de los entes colectivos deja extramuros
gran parte de su realidad social, en vista de que es algo construido por
el Derecho; constituye una figura normativa de imputación unitaria que
la norma proyecta sobre un complejo de relaciones. Pero no sólo no hay
ecuación entre la realidad social que tengan los entes colectivos y su
personalidad juridica; es que además, hay una independencia entre esa
realidad y la categoría de persona jurídica. La personalidad juridica de
los entes colectivos no es lo mismo que la personalidad social que puedan tener.'03
Existe otra corriente teórica sobre la personalidad jurídica, elaborada por el jusfilósofo argentino Cossro, quien toma como punto genético de su argumentación la que él llama "Antinomia de la personali103 Vida Hurnonn, cit., pp. 1 7 4 y 175.
292
FERNANDO FLORES GARCIA
dad".'04 E n un extremo sitúa la tesis: h ~ m b r e sque son personas (v. gr.,
Ias personas individuales), o sea, la ideiitificación de la criatura humana
con el sujeto de derecho; y en el otro polo, la antítesis . .ya considerada en repetidas ocasiones en este ensayo: 1. Hoiiil~res qiie no son
personas (v. gr., los esclavos), y 11. Personas que no son lionibres (v. gr.,
las personas colectivas). El propio autor de la doctrina egológica del
derecho sc auxilia con el concepto kelseniano de la imputación norniativa ceiitral y afirma que la conducta huiiiana en su interferencia intersubjetiva es el Único factor que recoge el derecho coiiio objeto y que
puede servir de substrato para crear el concepto jurídico de persoiialidad.
"Lo afiriiiado en las antitesis significa que, ónticamente u objetalmente, Hombre y Persona son dos cosas u objetos diversos puesto que
uno y otro pueden darse separados, de iiiodo que la tesis sólo tiaduce
una superposición accidental y empírica. (Como conseciiencia, el Hoiiibre qiieda extrañado del Derecho.) Al invocarse la verificación de la
antítesis en la experiencia, con el ejeniplo de los esclavos y de las personas colectivas, se pretende la verdad de las antítesis. Elitiiinada así la
tesis del plano trascendental, la teoría ha procedido a colocar la esencia
jurirlica de este probletiia, en la segunda antitesis, ya que la priiiiera se
referiría a una realidad natural. E n cambio, el objeto de la segunda -la
personalidad juridica-,
a través de las vicisitudes ernl~iristasde las diversas teorías de la realidad, queda posteriormente referida por el racionalisnio, con la teoría de la iiiáscara, a una realidad ideal: la personalidad juridica es una calidad jurídica de naturaleza ideal, y nada más,
que nada tiene que ver con la realidad.. .
Esta antinomia resulta del estado de la ciencia juridica y nos explica su actual significado. E n tal sentido h ~ .sido creada, de hecho, por
la ciencia, en cuanto sistematiza sus errores, como un intento para disipar sus pertiirliaciones conceptuales. Pues, en efecto, buena parte de la
teoria jurídica consiste en explicar los tres miembros de la antinomia,
cuya disposición y oposición acepta, por la coiistrucción surgida de uno
solo de ellos, a saber de la segunda antítesis.
Pero un análisis existencia1 de la persona humana -única persona
de verdad en cualquier sentido científico con que se use la palabrahace innecesario explicar la antinomia por uno de sus términos, puesto
que la disuelve como antinomia haciendo desaparecer las antitesis. Con
esto la concepción egológica pone el problema de la personalidad jnri104 CARLOSCOSSIO, Lo Teario Egalógico del Dere<.ho y el Concepro Jurídico
de Liberrod, Buenos Aires, 1944. p. 205.
CONSIDERACIONES SOERE LA PERSONA JURIDICA
293
dica, en la tesis, rcchazanílo que el h ~ r i i l ~ rsc;i
e extiaíiado del Dcrccho. . .
L a persoiialidad jurídica no es uiia cualidad que se agrega a la persona
o que está en clla coiiio una parte del ol~jeto,sino que es el punto d e
vista conceptual o significativo desde el que se ve o aprehende a la persona en tarito que uhjetn. Siendo csc el coiiccpto de persona, pero no la
perstina iiiisriia, qiie es ente d c la iiiás rc;ilisiiiia realida<l, ello quirrc decir triii sólo, coiiio criterio iiegativo dc In veida<l jurídica, que dondequiera que el jui-ista cii.-ueiitre iiiii: p:rsoiia, Iin de encontrar ese haz d e
coiidiicta liiiiiiaiia centraliiicrite iiiiputnda; y que así ha d e pcnsar necesariaiiieiite a la persoiia, bxjo pena de que su pensamiento cieiitifico
entre cii coiitradicciúri coiislgo iiiisiiio. I'cro es claro qiie avanzando sobre las deterriiiiiaciones iiccesarias quc el pensamiento recibe del objeto,
cri ciiar.to 3 éste lo e o ~ ~ ~ i d e ~ á r a~ ~i isi1
ii i ~plenitud,
s
es decir, ya no entciidiendo al iiiero p~iisaiiiieiito juridico, sino al pensamieiito jurídico
orientado o giiiado p1eii;iiiiciite p3r su objeto, entonces es fuerza considerar taiiibiéii al Iioiiibrc Iiorque las accioncs huiiinnas n o son independieiites o scl~arnblrsdcl Iioiiibre que las hace. Si se trata del couociiiiiento del objeto jurídico, las acciones Iiuiiiaiias iio pueden dejar d e
reiiiitirnos al huiiibrc que 1;:s Iiace porqiie sor1 dos téririirios de iitia riiisma y iiiiica realidad, iio ob;t:iiite qiie al ~~ciisaiiiiento
juiidico coiiio tal
le baste relcrirse al pritiiero de <liclios tériiiiiios para exlilicitar su propia estructura. L a s accioiies se refiercn a y se explican por esa unidad
psicolisica que es el Iioiilbre, el cual aparece intcgraiido el objeto conocido coi] aquel concepto, precis~iiieiiteen cuanto se lo coiioce conio
objeto existeiitc.""'"
;\I ariilizar la primcra parte dr la aiitinoiiiia, Cossio recurre al caso
de las legislacioiirs de pueblos pretkritos en los que algunos hoiubrcs
eran considerados coilio e s c l a ~ o sy, por tanto, si11 los atributos para log r a r la calidad de sujetos del derecho. Frente a esta afiriiiacióii, "el
pencridor argeiitino opina quc es falso que los esclavos no sean personas juridic:is, pues el derecho positivo les inipoiie desde luego deberes
y, pgr lo tarito, sa~iciones para cl caso de i~icuiii~~liniietito.
Es, sobre
tudo, en iiiateria pcrial doiide se p o d r i coiiiprobar qiie lus esclavos sí han
quedado siijetos a la regulacióii jiirídica.. . Adeiiiás, taiiibién tienen la
facultad de iiiordinacióii. Aliora bien, si el derecho toma en cuenta al
esclavo coiiio centro de iiiiputaciún de detcriiiinados deberes y facultades, existirá su personali(l;~d, a pcaar d e que este sensiblemente restriiigida. Dc este aiiálisis dcriva la ialsedzd del priiiler 1,ostulado eri que se
105 COSSIO, Op. cil., pp. 2 0 5 - 8 .
294
FERNANDO FLORES CARCIA
apoya la antítesis; o sea, no es exacto que en la historia del derecho o
en el derecho moderno hayan existido o existan hombres, como seres
plenarios en su realidad plenaria, que no hayan sido o sean personas.
Su calidad de sujetos de ciertas facultades y deberes es un postulado
lógicamente necesario que deriva de la esencia misma del ordenamiento
jurídico, al regular ese aspecto de la conducta humana que KELSENllama de pasividad, en tanto que el hombre es sujeto pasivo subordinado
al ordenamiento j u r í d i ~ o . " ' ~ ~
Coss~o'"' afirma que "la personalidad juridica es una calidad juridica de naturaleza ideal, que nada tiene que ver con la realidad. Ella,
como calidad, puede ser aplicada por el Derecho a un soporte o substrato; y entonces el soporte se transforma en persona juridica merced
a dicha calidad. Pero el soporte (y por lo tanto la persona) puede ser
cualquier ente: no sólo el hombre y los grupos de hombres; también las
plantas y los animales (como en le caso de los árboles sagrados o del
-
106 RAFAEL ROJINAVILLEGAS, Derecho Civil M~ricono. (Introducción y
personas). T o m o 1, México. D. F.. 1949. pp. 185 y 186. E n esta pirte de I i
interesante exposición de COSSIO enuncia estos dos axiomas ontológicos: " l . Jamás
toda la conducta de u n hombre puede serle totalmente desimputada. es decir imputada en otro centro personal distinto del propio de su naturaleza psico-física. Esto
se hace evidente sobre la verdad existencia1 de que, para el hambre. 6Pr es e ~ i s t i r :
si toda la conducta pudiera ser totalmente desimputada. este existir seria ajeno al ser
como esencia: la esencia de ese hombre nada tendria que ver con la existencia segregada. . .
De acuerdo can este axioma, afirma COSSIO, hay que rechazar por falsa la
primera antítesis de la antinomia: no ha habido nunca, ni puede haber, hambres
que no sean personas juridicas. Es el hombre quien da el sentido subjetivo del Derecho: y hoy bien se sabe que este sentido comprende tanto las facultades como los
deberes jurídicos. . . También por via de absurdo. se puede concluir en la falsedad
del enunciado "Hombre que no es persona". E n efecto, si un hambre pudiera ser
desposeido de toda personalidad juridica. también podrían serla todos los hombres.
Pero entonces resulta esta conclusión imposible de pensar por su interna contradicción: un régimen juridico donde ningún hombre tendría, de ninguna manera, ninguna facultad juridica." Op. cit., pp. 208, 209 y 210.
107 Op. cit., pp. 206, 207 y 210. Para CossiO, la personalidad jurídica de
los entes colectivos puede desprenderse de este segundo axioma ontológico: "Jamás
toda la conducta de un hombre puede ser totalmente imputada a su centro psicofísico. Esto toma evidencia de la verdad existencia1 de que existir es co-~xistir.. .
Mientras la referencia sea a las personas colectivas. estamos en el ámbito bntico que
impone el objeto de acuerdo a este axioma. pues co-existir quiere decir existir entre
iguales (ónticamonte hablando) con participación de cada existencia humana individual cn cada una de las otras existencias individuales. Bien se sabe que por esa
posibilidad cada hombre vive participando y constituyendo múltiples circulos social e s . . " Op. cit., PP. 209 y 210.
CONSIDERACIONES SOBRE L A PERSONA JURIDICA
295
elefante blanco) e incluso las ideas y los números.. . L a esencia genérica de la personalidad juridica que nos da la Lógica juridica formal es,
en tanto que estructura conceptual, siempre la imputación central de
conducta humana con cualquier variante (individual o colectiva, parcial
o total sobre un fragmenta o sobre toda la comunidad). La diferencia
entre la persona individual y la colectiva no es cuestión de esencia genérica, sitio sólo una división especifica de la misma personalidad, que
en cl primer caso consiste en el faculta~niento normativo inmediato y en
el segundo en el facultawtiento normativo mediato, de lo que únicamente
el hombre, por ser hombre, puede hacer; todo lo cual ha sido explicado
por KELSEEIcon claridad superlativa. Con esto se concilia la unidad genérica de esencia entre personas individuales y colectivas (imputación
central de conducta humana), ron el hecho de que la existencia, en tanto que dato. sca sólo de los individuos, pues la diferencia específica de
la personalidad no quiere decir que se trate de dos clases de existencias o de dos entes existentes: la existencia colectiva se resuelve en
conductas individuales a través del facultamiento u obligamiento mediato".
"En consecueiicia, concluye el autor sudamericano, al decir "liombres que son personas", se puede querer decir, con igual legitimidad,
homl>res que son personas individuales u hombres que son personas colectivas; con lo cual se ve que siempre en el hombre y sólo en el hombrc está la existencia de la persona jurídica; y con lo cual desaparece
la o11osiciÓn de antinomia planteada entre la tesis y la segunda antítesis,
para disolverse eii dos niodalidades del i~iismoe ~ i s t e n t e . " ' ~ ~
Al comentar la doctrina sustentada por Cossio sobre la personalidad jurídica, R ~ J I N A
VILLEGAS'OOpiensa, por su parte, que Únicamente
la conducta humana, en tanto que conducta libre, puede ser objeto de
regulación normativa en el proceso personificador del derecho; ello es
de afirmarse que las facultades y deberes imputados al ente creado por
el orden jurídico, sólo se atribuyen a sujetos dotados de libre albedrío,
y que esta clase de entes sólo pueden ser los seres hunianos. Las agrupaciones o colectividades tendrían, por lo tanto, personalidad juridica
en la medida que esa libertad se mantenga en las relaciones de convivencia o coexistencia social.
1 0 8 COSSIO.
O p . cit., p. 2 1 1 .
Inrroduccióri o1 Ertudio del Deiecbo,
1 0 9 RAFAEL ROJINA VILLEGAS:
rico. 1 9 4 9 , pp. 2 4 5 y 2 4 8 .
MC-
FERNANDO FLORES GARCIA
S I T U A C I ~DE
N
LAS FERSONAS J U R ~ O I C A S COLECTIV~IS
EN EL
DERECHOM E X I C A N O
El Código Civil de 1928 para el Distrito y Territorios Fcderales,
acepta la cllisificación de las personas, en físicas y niorales (Libro Primero, Sítulos Primei o y Segundo).
Ya exairiiiiamos a la luz de esa codificación civil, lo referente a la
persona juridica individual o persona fisica; es el iiioiii-rito de Iiacer
mención de la situacióii qiie las personas jurídicas colectivas giiardail
respecto del niisiiio ordenaniiento civil mcticano.
El artículo 25 del Código Civil vigente eii México, lince una eiiumeración en foriiia de catilogo, de las entidades co!ectivas a las que reconoce como personas juridicas, y que son las que a contiiiuacióii se especifican :
"1. La Nación, los Estados y los Municipios.
11. Las deinás corporaciones de carácter público reconocidas por la
ley.
111. Las sociedades civiles y inercantiles.
IV. Los sindicatos, las asociaciones profesionales y las dciiiis a qiie
se refiere la fracción XVI del articulo 123 de la Constitución 1:cderal.
V. Las sociedades cooperativas y mutualistas.
VI. Las asociaciones distintas de las enunieradas que se proponga11
fines políticos, científicos, artisticos, de recreo o cualquier otro fin licito,
siempre que no fuereii desconocidas por la Ley".
atribuye personalidad
La ley civil mexicana según RODR~CUEZ,"~
moral a determinados entes colectivos. "Esto sigiiifica que estuvo en el
poder del legislador ampliar o restringir la enuincración dada; podeinos
decir en resumen, que en el Derecho niexicano la personalidad inoral es
un status de capacidad jurídica subjetiva especial (art. 26) que la ley
concede a ciertas corporaciones de derecho público, con su reconociiiiiento a ciertas y deterniinadas situaciones convencionales, que por virtud
legal tiene fuerza para crear una personalidad juridica".
Aludiendo a la enumeración que señala nuestra codificación civil,
acerca de las personas jurídicas colectivas, en primer Iiigar creemos que
no se debe coiifundir el concepto de Nacióii, con el de Estado; distiiición
que desde el puiito de vista del funcionamiento y organización ya han
dejado establecida con precisión los publicistas. Quizá esta terniiiiología
110 Op. cit., tomo 1. pp. 141 y 142.
CONSIDERACIONES SOBRE LA PERSO?IA JLrRIDlCA
297
se empleó para no referirse al Estado (Fedcrarióii) y a los Estados
(Enticlarlcs Fcderativas).
P o r lo deiiiás, nadie pone en duda la persoiialidad jiiridica del Estado coiiio ordeiianiiento jurídico total, ni de las Eritidades 1:edcrntivas
y Iris hliinicipios. que desde los tietnpos remotos de loi roiiiaiios -ya
seiialamos los ditos que Savigny apolta sobre esos entes- el-aii conocidas.
Coii relación a las deinjs coi-poracioiics de r:aráctcr púlilico recoiiocirl:is por In ley, 'irtíaladas eri la fracción TI dcl articulo que coiiieiitarnos:
observamos que es el ordenarnicnto jiiridico el qiie les considera coiiio
plintos (I centros de impiitación norinativa atribuyénclolis e! c:irácter de
sujetos de dereclio, de personas juridicas colecti~as.L a s leyes r e d a rne:itarias en cada caso van sefialaiido a cada uno di. estos entes públicos el carácter de persoiialidarl juridica. Respecto dc los o r g a n i s i ~ ~ odrss
ccntralizndos, A C ~ S T A
ROMERO,"' hace uii iiiteresarite cstiidio dc esas
instituciones y sríiala en cada caso concreto, las que tirncn persnnnlid:id
juridirn y a las que la ley no ha creado como personas jurídic;!~colectivas.
De las sociedades civiles y mercantiles se ha dicho que ti-a<licionalmente los ordenamientos jurídicos iriexicanos han reconocido la personalidad jiiridica de esos entes colectivos sociales.
" en
E l Código Civil drl Distrito Federal de 1870 así lo recono cro
siis artículos 43 a 47; y esos inismos principios pasaion con nio<lificaciones insignificantes al Cócligo Civil del D. F. de 1884. El CórI;go Civil vigeiite tiene idénticas afirntaciones y Ics concede i s e atribiito. dentro del Titulo 11 del Libro Primero referente a las Personas mora le^."^
II I MIGUEL ACOSTA ROMERO, Los comi.?ianes outónomoa en el Derecho Mexicano, México, 1 9 5 3 .
1 1 2 AcusrlN GARCIAL ~ P E Z ,Controros Civi!es cn parrirulor (VersiOn taqui,qcáfica), México. 1 9 4 2 . pp. 3 7 9 y s.En 11s bcillantes conferenciar rurrrntadas
en el curso que impartió ese año osre notable civilirla mexicano afirmaba q u e los
consiituj-en entidades juridicas q u e
contratos de asociación y de sociedad civiles.
no han a l n n r : d o una fisonamia uniforme.
Desde el p u n t o de vista del Derecho comparado se dircrmina u n aspccro peculiar. cn la legislación de cada pais. paia la asoci;ci6n y para la sociedad, de mazcra que tiene que hacerse u n estudio general paia q i i p sea posible presentar una
teoría universal sobre ellar. Asi por ejemplo, en el dercclio alemán, la asociación se
caracierin por la circunsrancia de estar rcgidi por un derecho carporaiivo y hallarse
dotada de personalidad juridics. rn cambio. la soiied2d n o se rige por tal derecha
ni tiene personalidad juridica. En Italia. las sociedades civiles no tienen personalidad
juridira. la cual corresponde únic:rnente a las mercanrilcs. E n el derecho civil ospañol y en el francés, si tienen personalidad juridica".
DcquCs de examinar los anreccd::i!es de la Asociación y de la sociedad civil en
i\ICiico, GARCfA L ~ P E Zen
. la obra citada. pp. 3 8 2 y 385. proporciona el concepto
298
FERNANDO FLORES GARCIA
E l Código de Comercio de 1854 guardaba silencio sobre este problema;
pero ya el de 1884, en su articulo 358, declaró que "las compañías mercantiles.. . tienen derechos y obligaciones propios e independientes de
las acciones y obligaciones de los individuos que las componen".
ESTEVAR u ~ z ' ' ~sostiene que "el articulo 90 del Código de Comercio de 1889 reconoce la personalidad juridica de las sociedades mercantiles al precisar que toda sociedad comercial constituye una personalidad
distinta de la de los socios".
Por su parte la Ley General de Sociedades Mercantiles, en el primer párrafo de su artículo segundo consigna que "las sociedades mercantiles inscritas en el Registro Público de Comercio tienen personalidad
jurídica distinta de la de los socios" recalcando en la esfera legislativa
comercial, la disposición del Código Civil de 1928 que crea como personas jurídicas colectivas a los entes sociales.
Más tarde, por decreto de 31 de diciembre de 1942, publicado en
el Diario Oficial de 2 de febrero de 1943, para que entrada en vigor
noventa días después de su publicación, se reformó el articulo 29 de la
Ley General de Sociedades Mercantiles, en la siguiente forma: se mantuvo el texto original, adicionándole estos párraíos: "Las sociedades no
inscritas en el Registro Público de Comercio, que se hayan exteriorizado como tales frente a terceros, consten o n o en escritura pública,
explica que "resulta intendrán personalidad juridica." VIRAMONTES'~'
cuestionable que en el evento de que las sociedades irregulares ejecuten
actos jurídicos con terceros, la Ley ha querido sancionar a las personas
que, cobijadas bajo la apariencia de una sociedad, realizaren actos en perjuicio de otros, escudándose en la irresponsabilidad derivada de la falta
de personalidad y por lo tanto de capacidad."
de ellas: "Podemos definir la asociación diciendo que es una corpoación privada
dotada do personalidad juridica. que surge de un contrata institui personae, celebrado entre dos o más personas can el propósito de realizar una finalidad única, de
caricter lícito y preponderantemente no económica". Este concepto enc~iontra su
apoyo en los artículos 25, 2670. 2 6 7 2 y 2 6 8 4 del Código civil mexicano de 1928.
Y sobre la sociedad, el mismo tratadista señala que "es una corporación permanente.
dotada de personalidad juridica. que surge con motivo de un contrata por el que
las partes contratantes. drnominadas socios, se obligan a aportar bienes o industria.
o los unas y la otra a la vez, para la realización de un fin común preponderantemente económico y que no constituya especulación comercial", esta definición se desprende del texto de los artículos 25. fracción 111. 2688, 2705, 2720. fracción 11
del Códiao
. civil mexicano vigente.
.
113 Op. cit., tomo 1. p. 29.
114 GUILLERMOH. VIRAMONTES. Curso de Derecho Mercantil, Versión T a quigráfica. México, D. F., 1950, tomo 11. p. 1 2 .
CONSIDERACIONES SOBRE LA PERSONA JUlilDICA
299
Aquí podemos destacar que las necesidades pragináticas han obligado al derecho a crear la personalidad juridica de las sociedades irregulares, que si bien eran realidades extrajurídicas; para la ley, en cambio, no eran sujeto de derecho, no eran l>ersonas. Y es hasta el momento que la ley los regula; es hasta el instante que señala las condiciones
que necrsariamente deben adoptar y la conducta que han de seguir esos
centros de imputaciót~ normativa; es hasta ese inomento que la creación jurídica les da vida como personas jurídicas, ya que no constituían
todavía, sujetos de derecho.
Sobre los sindicatos y asociaciones profesionales, poderrios señalar
con DE LA CUI:\~A,"~
que su necesidad se impuso al derecho y al Estado,
obligando al legislador a crear la personalidad juridica de estas agrupaciones, que están destinadas a defender los intereses de clase, y su consagración expresamente contenida en nuestra Carta Magna, así coino en
el párrafo I V del articulo 25 del Código Civil de 1928 y la reglamentación señalada por la 1 . e ~Federal del Trabajo, les otorga el carácter de
personas jurídicas colcctir:is.
Im fracción srxta del articiilo 25 del Código Civil para el Distrito
y Territorios Federales, determina la personalidad juridica de las sociedades cooperaiivas y mutualistas, de las cuales, la primera se ha clasificado por la reglamentación especial como ente social de comercio, y
la segunda, no existe dificultad para que su propia reglamentación las
asiiiiile en tratatiiiriito jurídico, a los entes colectivos sociales ya analizados.
Por Últi~iio,de 13s asociaciones distintas de las enumeradas, que se
proImngan la cotisecución de un fin político, científico, artístico, de recreo o cualquier otro fin lícito, la ley señala como indispensable para
su creación que no fueran desconocidas por la propia ley. Entonces,
es el derecho, es el ordenaniiento jurídico, el que atribuye cierta conducta a seres físicos o ideales, que como centros de las proyecciones
ohligacionales les son imputados esos actos, norrnativaineute. Es decir,
es el ordenamiento normativo, es el derecho el que les coticede y el que
los constituye como sujetos jurídicos.
E s grato para mi advertir, que aunque por uii desarrollo diverso,
lie procurado abordar las cuestiones que drsciiellari en la problemática
del siempre inquietante tema de la personalidad jurídica, siguiendo la docs , quien
ta sugestión del querido maestro Dr. Luis K ~ c n s B ~S sr c r ~ ~para
.
-
--
1 1 5 Op. cit.. tomo 11, p. 448.
,
300
FERNANDO FLORES GARCIA
deben plantearse las siguientes preguiitas, si se quiere haccr un estudio
claro y coi1 rigor inental, sobre la persona j ~ r i d i c a : " ~
''lo ¿Qué quiere decir persoiia en términos jurídicos; qué significa
tener deiitro de un orderianiiento jurídico la calidad de persona; eii suma,
qtié es ser persona en Derecho; coiicepto que se aplica lo misn~oa los
indivi<luos, que a los entes colectivos consagrados como persorias?
2g iQtliéncs sean los entre sobre los que recaiga esa calificación jurídica de persona.. . ? (Esto lo contesta cada ordenamieiito positivo.)
3Q i E t i qué coiisiste el ser de esos eiites a los que el Derecho concede la personalidad; refirién<lonos a las personas individuales, indagar
eii qué coiisiste la esencia de lo humano, sus modalidades y sus manifestaciones -tema de antropología filosófica-; y por lo que atañe a las
personas colectivas, esclarecer en qué consiste el ser de una asociación,
de una corporación?
40 Plantear desde u11 punto de vista estimativa, p. ej., en la política
legislativa, la cuestión de a quién el Derecho debe conceder la personalidad. (Este es un tema de estimativa jurídica o de filosofía política.)"
Solatneiite hemos dejado al margen de nuestro estudio la indagación
sobre la esencia de lo humano y el probleina de a quién debe el Derecho otorgar la calidad de sujeto de derecho.
Coiilo puede advertirse en el recorrido doctrinal que hemos intentado describir en este trabajo, los criterios son encontradns, disímbolos y
la polém.:ca no parece concluir. Nuevas corrientes coi1 pei~sai~iientos,
que
eii ocasiones sólo pretenden justificar determinada teoria, suelen desviarse
ofreciendo variantes y matices originales y diversos; otras veces es un
novedoso giro o sesgo que viene a tratar de dar una versión distinta,
en una tentativa, siempre valiosa, para procurar llegar a la luz diáfana
y tenazniente perseguida qiie repi-esente un acercaiiliento a la solución
de la interesantisiiua leniitica de la personalidad jurídica. Por alcanzar
tan apasioiiante meta se han escrito pigiiias, capitulas y volúmenes; y
estanios seguros, en el futuro ha de ser por mucho tiempo más, el rico
filón explotable de la literatura jurídica niundial.
116 RECASÉNS
SICHES,Vida Humano, cit.. p. 1 5 8 .
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