“El camino de la Vía Láctea” La vía láctea es un camino del futuro. La experiencia que viene del futuro trae una energía de elevación desde fuera del espacio-tiempo, que puede anclarse en el presente. Es la senda de la Creación. En ella está escrito el misterio de la Vida, del rayo sobre el abismo. Fuera del Espacio-Tiempo se desplaza con un suave movimiento en espiral, es el espacio infinito y el tiempo eterno. El origen de las estrellas es una eclosión de vida. El susurro de la Vida mueve las hojas de los durmientes árboles. La vía láctea viene a ser parte de esa explosión de nacimiento eterno, un estallido de vida y color, permanente y eterno, un camino estelar para el Peregrino. La peregrinación sobre esta senda nos lleva hacia la causa primigenia, hacia Él, hacia su pensamiento, que somos todos y somos uno. La vía láctea es como un aliento de vida, un aliento de estrellas. Las llaves de los Portales Estelares están en el corazón. Como la lluvia sobre el océano, así llueven las estrellas; mansa y sostenidamente. La senda de la vía láctea es la senda del Rocío Estelar, desde el origen hasta su precipitación. El rayo sobre las aguas enciende la precipitación de las estrellas. Somos estrellas precipitadas que hemos venido siguiendo la senda de la vía láctea en una espiral descendente... Estamos hechos con el polvo de estrellas de una estrella mayor... Cuando comenzamos el camino inverso estamos recorriendo la espiral en sentido contrario. Precipitamos la realidad según nuestros pensamientos, pero la esencia de las estrellas está contenida en todo. El polvo de estrellas es la esencia misma de Él, que impregna y compenetra todas las cosas; son los devas estelares aglutinados por su pensamiento. Abriendo el canal apropiado, ellos pueden precipitarse a los planos más densos. De esta forma, la energía de las estrellas altera las vibraciones que encuentra a su paso; es el Espíritu Santo, impulso de vida en acción o en precipitación... Para trabajar con la energía de las estrellas es necesario vaciar el corazón de aspiraciones, vaciar la mente de condiciones y liberar el alma a su vuelo. Cuando el despropósito personal se instala, poco a poco las vibraciones van cambiando. A medida que la personalidad se sintoniza con vibraciones más sutiles estas comienzan a venir a ti buscando un canal para su manifestación por donde pueda descender la energía de las estrellas y cualificarse. El canal debe ser lo suficientemente puro y sutil como para abrirse paso a través de las capas más densas y extraer desde fuera del espacio-tiempo una chispa de naciente vida eterna, que es la mecha que enciende los éteres, es el hágase, el Espíritu Santo, es Daath. La melodía de las estrellas sintoniza la música del alma con el acorde del −1− espíritu y una vez alineados todos se produce la reacción en cadena que desenreda al alma del nudo de la personalidad y la inserta en la tela de los tiempos que el espíritu va tejiendo. Las estrellas traen su pasado al presente como un viento del futuro. Existe un eterno ahora y un espacio infinito donde la vida fluye en un nacimiento eterno. En las coordenadas de los hombres eso se densifica y se manifiesta como una foto o una tela, donde los hombres tejen sus sueños. Puedo desplegar tantas telas o páginas, como sea capaz de hallar. Son puertas estelares que comunican con determinadas energías, de determinada forma. Es como un akasha estelar, pero no es lo mismo, porque el akasha tiene información y los portares estelares traen conceptos abstractos de energías muy sutiles; son como generadores permanentes. Estas energías no tienen una exacta contrapartida física, pero su acción produce una reacción en los planos más densos, requiriendo de un operador ubicado en el centro, en Daath. Entonces, el tiempo es materia, en tanto se manifiesta en el plano físico, y el espacio es energía, en tanto su volumen lo es. Las fuerzas siempre pasan por el centro, por el corazón, que es el centro del equilibrio. Pero en realidad qué son las estrellas? Son energías que al densificarse se manifiestan de esa forma en el gran escenario del Cosmos. La esencia estelar interna que todos tenemos es como una puerta, y como “como es arriba es abajo”, cuando se sintonizan las esencias la puerta se abre y la energía fluye. Todo es cuestión de vibración, por eso al trabajar con la energía de las estrellas se pueden acelerar las vibraciones para acercarse a energías más sutiles. Estos acercamientos se producen por afinidad vibratoria con moradores del espacio más sutiles. Es necesario canalizar estas energías cada vez más, porque cuanto mayor es la amplitud, mayor es la posibilidad de acelerar las partículas y ponerlas en movimiento. El rocío estelar proviene de las aguas esenciales, la esencia estelar. Las aguas primordiales están alineadas con ellas y en el instante en que las aguas se fusionan, la creación-trasmutación ocurre y el agua se hace fuego, un fuego que no quema. Susana Gabarda Noviembre-Diciembre de 2002 Reordenado en 03/03 * * * −2−