418 MEMORIAS DEL PRIMER CONGRESO (Í4) medio de la fotografía estructuras cuya existencia jamás hubiéramos podido conocer, y resuelven fácilmente los más delicados detalles. Con una iluminación monocromática correspondiente á 400 micromilésimas de longitud de onda último límite de visibilidad para el ojo humano, un objetivo de 1,63 de abertura numérica puede resolver 3.000 líneas por milímetro; y este es el límite extremo á que prácticamente se había podido llegar con los objetivos actuales. Empleando sin embargo radiaciones ultravioletas solamente, se han conseguido mayores ventajas; pero como las radiaciones ultravioletas son invisibles á nuestros ojos, existe no pequeña dificultad para conocer cuándo la placa fotográfica queda expuesta solamente á la acción de las radiaciones ultravioletas. Pero suponiendo que esto se consiga, la fotografía por las radiaciones ultravioletas, que tienen solamente 500 micromilésimas de longitud de onda, revelaría unas 10.000 líneas por milímetro. Este resultado no puede obtenerse actualmente, porque los objetivos no están corregidos para tales radiaciones, si bien los esfuerzos de los ópticos tienden á ello. Focos luminosos.—De todos los focos luminosos el que mayores ventajas ofrece por su intensidad específica, poder fotogénico y economía es la luz solar directa, la cual contiene todas las radiaciones, desde el infrarojo hasta el ultravioleta; siendo su intensidad tan grande que, aun utilizando únicamente para la iluminación una parte muy estrecha del especro, el campo queda muy iluminado, y el tiempo de la exposición de la placa puede ser muy corto aun para grandes aumentos. El paralelismo de los rayos es un inconveniente que fácilmente se corrige por medio del condensador. Para utilizar convenientemente la luz solar, es preciso dirigir sus rayos en una dirección determinada, es decir, en la del eje óptico del microscopio fotográfico, y que esta dirección permanezca constante durante todo el tiempo de la experiencia. Esto puede conseguirse mediante un porta-luz ó espejo plano móvil en todas direcciones, ó mejor aún con un helióstato que automáticamente mantendrá los rayos luminosos en una dirección constante. Pero al hacer uso de la luz solar para la microfotografía, conviene tener presente que el valor actínico de los rayos solares varia no sólo según la hora del día ó la época del año, sino también según el estado de la atmósfera; y estas variaciones hacen á veces difícil calcular el tiempo de exposición. Si bien la luz solar debiera preferirse á todas las demás por las muChas ventajas que tiene, muchas veces sin embargo, es necesario apelar