pdf La importancia de la dicción en los discursos políticos actuales

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La importancia de la dicción en los discursos políticos actuales
José Antonio Hernández Guerrero
Universidad de Cádiz
Resumen
Palabras clave: dicción retórica
Este trabajo pretende medir la influencia de pronunciación –en especial la
articulación fónica- en la recepción -interpretación y valoración- de los discursos
políticos. Hemos empleado un diseño transversal descriptivo, y hemos aplicado un
cuestionario a 240 ciudadanos de diferentes edades, de diversos niveles culturales y de
distintas opciones ideológicas. En la elección de los encuestados hemos seguido un
sistema de muestreo aleatorio estratificado y hemos considerado las diferentes variables
categóricas como estratos.
La primera conclusión que extraemos de estos datos es la importancia decisiva
que la gran mayoría de ciudadanos de la Bahía de Cádiz otorga a la voz de los políticos
y la influencia que conceden a la calidad de la voz en la aceptación o en el rechazo de
los contenidos de sus discursos.
La segunda conclusión es que los oyentes también “escuchan” los discursos con
los ojos: por eso conceden notable importancia a la imagen, a la expresión de rostro, a
los movimientos y a los gestos. Sorprende el elevado número de oyentes que están
convencidos de que las ideologías influyen en la pronunciación de los discursos.
La tercera conclusión es que la voz de los políticos les suena de manera peculiar a
más del triple de los que no advierten diferencias con los discursos de los profesores, de
los jueces, de los médicos o de los periodistas, sin embargo, es muy reducida la
diferencia de los que opinan que cualquier tipo de voz, si está bien educada, puede
servir para pronunciar discursos políticos y de quienes creen lo contrario.
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Abstract
Key words: rhetoric pronunciation
This paper aims to measure the influence of pronunciation, especially the jointphonics at the reception, interpretation and valuation, of political speeches, we employ a
descriptive cross-sectional design, and we applied a questionnaire to 240 people of
different ages, different levels of cultural and ideological choices. In the election of the
respondents have followed a stratified random sampling system, and we considered the
various strata as categorical variables.
The first conclusion we draw from this data is crucial that the vast majority of
citizens of this area gives the voice of the politicians and the influence they attach to the
quality of voice in the acceptance or rejection of contents.
The second conclusion is that the audience also "heard" the speech with the eyes:
we attach importance to the image, the expression of face, the movements and gestures.
Surprised by the high number of listeners who are convinced that the ideologies
influence the pronunciation.
The third conclusion is that the voice of politicians sounds so peculiar to them
more than three times the differences are not aware that the speeches of teachers,
judges, doctors and journalists, however, is very small the difference of opinion that any
kind of voice, if well educated, can be used for political speeches and those who believe
otherwise.
1. Hipótesis
En cierta ocasión, preguntaron a Demóstenes cuál era el factor más importante de
la oratoria. Y contestó de manera categórica: la “pronunciación”. Le volvieron a
preguntar ¿y el segundo?, y respondió: la “pronunciación”. Y le insistieron: ¿y el
tercero? y volvió a contestar: la “pronunciación”, siempre la “pronunciación”. Recuerdo
estas palabras porque explican la importancia que la Retórica M oderna concede a esta
operación y porque nos sirven para justificar la hipótesis de nuestro trabajo. Estas
afirmaciones probablemente resulten sorprendentes a los que conocen que la mayoría de
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los autores a lo largo de la Historia de la Retórica ha considerado la “pronunciación” junto con la “memoria”- como una de las operaciones secundarias del discurso.
Con nuestro trabajo pretendemos comprobar hasta qué punto los juicios de
Demóstenes son exagerados o si, por el contrario, poseen bases empíricas consistentes,
no sólo desde del punto de vista histórico, sino también desde una perspectiva
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psicológica y sociológica . Constituye un lugar común entre los estudiosos la
afirmación de que los significados de las palabras no son suficientes para provocar el
encuentro íntimo entre las personas. Las palabras, tal como figuran en los diccionarios,
son unos instrumentos sociales que seleccionan los rasgos que cada lengua considera
pertinentes en los objetos o en las acciones humanas, pero no la visión que cada uno
tenemos de ellos.
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P ara situar adecuadamente estas cuestiones, hemos de tener en cuenta la importancia que se le concede a la
declamación pública en Grecia. Recordemos el papel que desempeñaron los aedos (poetas) y los rapsodas (poetas que
luego degeneraron en meros recitadores). El siciliano Gorgias Leontino concede a la oratoria cierto carácter teatral y
poético hasta entonces nunca advertido. El gran maestro de oradores Isócrates renunció a pronunciar discursos porque
reconocía que la naturaleza no lo había dotado de una voz agradable, ni de la suficiente gracia para presentarse en
público. El confesaba que hubiera trocado su maestría por estos dones.
Una lectura superficial de la Retórica de Quintiliano y, más concretamente, de su consideración sobre la actio
ha propiciado con frecuencia una errónea interpretación y una incorrecta aplicación. Al descontextualizarla se la ha
vaciado de contenido y los juicios son con frecuencia infundados, sesgados e injustos. Quintiliano representa el
programa didáctico que se alimenta de la aportación de los demás autores y la modera en una síntesis coherente.
Quintiliano traza un modelo de educación liberal, fundamentándola en el arte retórico, como ya la prefiguraba
Isócrates en sus días. Este modelo que ha perdurado a lo largo de toda la tradición y que, en los colegios jesuitas y en
los seminarios tuvo vigencia hasta la mitad de nuestro siglo XX. Los jesuitas en sus predicaciones utilizaron con
profusión -además de las técnicas de autopersuasión propia de los Ejercicios Espirituales- una "Retórica de los
colores" en la que abundan las descripciones acompañadas de "recursos fónicos".
P ara Quintiliano, la Retórica es una encrucijada en la que se cruzan las avenidas del conocimiento. En la obra
de Quintiliano adquiere madurez la noción de "retórica" como enciclopedia del saber, noción que Cicerón sostenía en
principio y en cierto modo ejemplificaba en su persona. La oratoria -más valdría decir "el arte de la expresión
verbal"- se alimenta con las ciencias y viceversa aunque, como afirma Alfonso Reyes, "los necios se nieguen a
entenderlo". Véase Tomás Albaladejo, 1989, Retórica, Madrid, Síntesis; 1999, “ Retórica y Oralidad”, Oralia, 2;
“ Retórica en sociedad: entre la literatura y la acción política en el arte del lenguaje”, en E. de Miguel, ; Fernández
Lagunilla y F. Cartón (eds.), Sobre el lenguaje: miradas plurales y singulares, Madrid, Arrecife-Universidad
Autónoma de Madrid-Instituto Italiano de Cultura; 2000, “ El texto político de escritura periodística: la configuración
retórica de su comunicación”, tomas.albaladejo2uam.es; Francisco Chico Rico, 1988, Pragmática y construcción
literaria, Alicante, Universidad de Alicante; María del Carmen García Tejera y José Antonio Hernández Guerrero,
1994, Historia Breve de la Retórica, Madrid, Síntesis; 2008, El arte de hablar, Barcelona, Ariel; Antonio López
Eire, 1996, Esencia y objeto de la retórica, México, Universidad Nacional Autónoma de México; 2001, “ Retórica y
política”, en José Antonio Hernández Guerrero, (ed.) Emilio Castelar y su época, Cádiz, Universidad y Fundación
Municipal de Cultura; Isabel P araíso, (ed.) 1999, Techen Rjetoriké, reflexiones actuales sobre la tradición retórica,
Valladolid, Universidad de Valladolid; David P ujante, 1992, “ El discurso político como discurso retórico”, Tomás
Albaladejo, F. Chico y E. del Río, (eds.) Retórica hoy, Teoría/Crítica, Universidad de Alicante; 1999, El hijo de la
persuasión. Quintiliano y el estatuto retórico, 2ª edición corregida y aumentada. Logroño, Instituto de Estudios
Riojanos; 2003, Manual de Retórica, Madrid, Castalia Universidad;
Quintiliano concibe al orador como el hombre civil perfecto, aunque considerado bajo el orden verbal, que es
el orden humano por excelencia. Considera al orador como un hombre trabado en todas las relaciones humanas. De
donde se deduce la necesidad de establecer como prioritario el fin moral, la ética; la imprescindible cultura general en
las varias ramas del saber, la enciclopedia ciceroniana; la educación del orador a lo largo de toda su vida, desde su
cuna a la sepultura. La Retórica no es un lujo superpuesto, o final pulimento que se da al hombre, ya for mado. Ejerce
una función constructiva de toda la personalidad, de toda su contextura intelectual y moral.
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Los griegos -y posteriormente los escolásticos- advirtieron sus limitaciones
semánticas y definieron la palabra como signum conceptus. El concepto es, por su
propia naturaleza, universal, y tropieza, por lo tanto, con serias dificultades para
expresar los matices íntimos y personales. Las palabras son instrumentos imperfectos
para aprehender y para transmitir el fondo profundo del alma humana. Podemos recurrir
a nuestra propia experiencia y recordar cómo algunos discursos elocuentes que
provocaron nuestro entusiasmo, perdieron casi toda su fuerza cuando las mismas
palabras fueron leídas en un texto escrito.
Según esta hipótesis, por lo tanto, las palabras por sí solas no serías elocuentes ya
que la elocuencia dependería, en gran medida de la figura de la persona que la
pronuncia, de la voz, de las expresiones de su rostro, de sus actitudes y del testimonio
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de su vida . La comunicación más auténtica entre los hombres sería indirecta y se
realizaría a pesar del lenguaje articulado y, con frecuencia, contra el significado de las
palabras. Como afirma Gusdorf, "las palabras nos ofrecen puntos de apoyo para la
realización de lo que somos; pero las últimas palabras no son sólo palabras. Las
palabras supremas que sellan la comunicación, los asentimientos postreros del amor y
de la verdad, suponen una larga ascesis de sí mismo sobre sí mismo, y de sí mismo
sobre los otros. Son la sanción de un esfuerzo vital. Y no pueden dispensar de hacerlo"
(G. Gusdorf, La Palabra: París, 1956: 76).
2. M etodología empleada
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En este estudio, en el que pretendemos medir la influencia de pronunciación –en
especial la articulación fónica- en la recepción -interpretación y valoración- de los
discursos políticos, empleamos un diseño transversal descriptivo, y hemos aplicado un
cuestionario a 240 ciudadanos de diferentes edades, de diversos niveles culturales y de
distintas opciones ideológicas. En la elección de los encuestados hemos seguido un
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La presencia física transmite un mensaje global, condensa el concepto que el orador posee de la vida, del
hombre y de la sociedad, y sus palabras se interpretan contextualizándolas en el horizonte de la imagen que proyecta
su figura.
3
Hacemos la representación de los datos en los 36 grupos e indicamos los valores, como es lógico, en forma
de medida cuantitativa. De aquí, y de los diferentes análisis de relaciones, es de donde se derivan nuestras
conclusiones.
En todos los casos hemos subrayado que la validez de las respuestas depende de su total anonimato y, por
supuesto, de su seriedad y rigor.
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sistema de muestreo aleatorio estratificado, y hemos considerado las diferentes variables
categóricas como estratos.
Hemos distribuido 240 cuestionarios realizando la afijación de la muestra
proporcionalmente según su distribución en la población de la Bahía de Cádiz. Esta
proporción nos ha permitido trabajar con un nivel de confianza del 97% y un error tipo
de ± 9%.
2.1. Variables
Hemos considerado las siguientes variables: la cantidad y la calidad de la voz, la
articulación fonética de las palabras -la entonación y el ritmo, la sílaba y las pausas-, la
entonación melódica, el tono expresivo, el acento dialectal, el ritmo secuencial de las
sílabas y las melodías suprasegmentales. Hemos realizado las mediciones en 36 grupos
diferentes, obtenidos del cruce de las siguientes variables categóricas:
a.-) Edad
Niveles: 1: 18-35 años
2: 36-50
3: < 50
b.-) Nivel Educativo
Niveles: 1- Sin Estudios
2- Secundaria o Formación Profesional
3- Universitarios
c.-) Partido votado en las últimas elecciones generales
Niveles: 1- Partido Socialista (PSOE)
2- Partido Popular (PP)
3- Izquierda Unidad (IU)
4.- Otros partidos
5.- No vota
2.2. Presupuestos teóricos en los que apoyamos la elaboración del cuestionario
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La oratoria es, no lo perdamos de vista, una actividad audiovisual, incluye un
conjunto de operaciones corporales dotadas de diferentes significados. Partimos del
supuesto de que la oratoria es un lenguaje sensorial ya que el orador habla con los
sentidos -con los cinco sentidos- y estimula los sentidos -los cinco sentidos- de los
oyentes. Recordemos que la Retórica clásica ha tenido muy en cuenta la importancia y
los valores de los mensajes emitidos y recibidos por los sentidos. Todos sabemos que
los tratados más importantes han considerado la actio o pronuntiatio como una de las
operaciones retóricas, como la culminación del proceso textual-comunicativo, como la
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actualización del discurso ante los destinatarios . Recordamos, por ejemplo, las obras
5
6
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de Cicerón , de Quintiliano , la Rhetorica ad Herennium , las recomendaciones de
Fortunaciano, de Sulpicio Víctor y de M arciano Capella.
En la Retórica moderna, la actio es una operación vinculada a la pragmática y,
como es sabido, los teóricos y los críticos tienen conciencia del notable poder de la
imagen como factor condicionante -e, incluso, determinante- de la aceptación de los
mensajes. No es extraño, por lo tanto, que algunas de las teorías actuales consideren al
orador como poeta, músico, pintor y escultor: como un artista que, para excitar los
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Aunque es cierto que Aristóteles no dedica una amplia ext ensión a est a operación, también es
verdad que, tanto en su Retórica como en su Poética, reconoce su “ importancia grandísima” (Retórica,
1403 b 21-22).
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En De Inventione, Cicerón define así esta operación: La pronunciación es el gobierno de la voz
y del cuerpo a partir de la dignidad de las cosas y de las palabras (I, 7, 9), y en el Orator escribe lo
siguiente: El modo en el que se dice está en dos cosas, en el actuar y en el hablar. En efecto, la acción es
como la elocuencia del cuerpo, pues consta de voz y de movimiento (17, 55).
6
Quintiliano explica que el gesto puede significar muchas cosas mejor que las palabras. Describe
las diferent es posiciones de l a cabeza, del rostro, de los ojos, de las cejas, del cuello, de los hombros, de
los brazos, de las manos, del pecho, de la espalda y de los pies (Institutio Oratoria, 11, 3 14-65).
7
Este tratado describe de una manera sistemática la configuración y la calidad de la voz volumen, firmeza, suavidad o flexibilidad- que depende, tanto de las condiciones naturales del orador,
como de la educación que haya recibido. En la Edad M edia las artes praedicandi como, por ejemplo, la
Summa de arte predicandi de Tomás de Salisbury, o el De Modo componendi sermones cum documentis,
del dominico inglés Tomás Waleys y la Poetriae nova, de Godofredo Vinsauf. En los siglos XVI y XVII
la Retórica Eclesiástica, de Fray Luis de Granada, la Instrucción, de Francisco de Terrones del Caño, o ya
en el XVIII, la Retórica de M ayans, por ejemplo, consideran que el rostro, la voz, los gestos y los
movimientos del cuerpo son instrumentos y vehículos que, vinculados a los s entidos, se dirigen a la
experiencia sensitiva del receptor: transmiten mensajes propios que han de ser convergent es o
complementarios con los que se formulan en el discurso oral. Estos autores reconocen que la exposición
física del mensaje no es un factor neutro ni un el emento secundario. Es m ás, en algunos casos, por una
presentación inadecuada, el contenido del discurso pierde su fuerza persuasiva.
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sentimientos y para estimular la reflexión, deberá hablar a los sentidos, a los ojos, a los
oídos, al gusto, al olfato y al gusto8 de los oyentes.
2.3. Resultados
a.-) Edad
Niveles:
1: 18-35 años:………………………………………….. 80
2: 36-50…………………...……………………………..72
3: + 50 ……………………………………………..……72
b.-) Nivel Educativo
Niveles:
1- Sin Estudios…………………………………………..72
2- Secundaria o Formación Profesional……………...…72
3- Universitarios………………………………………...80
c.-) Partido votado en las últimas elecciones generales
Niveles:
1- Partido Socialista (PSOE)………………………..….98
2- Partido Popular (PP)………………………………....60
3- Izquierda Unidad (IU)……………………………….38
4.- Otros partidos……………………………………….20
5- No vota …………………………………………..…...8
Respuestas obtenidas al cuestionario
1.- ¿Qué importancia concede usted a la voz del político que más valora?
M ucha………………………………………………….……………………….75
Bastante…………………………………………….…………………………..91
Escasa…………………………………..……………………………………….37
Nula……………………………………………………………………………..16
8
Los sensualistas, pertenecient es a épocas tan distantes como la grecolatina y los siglos XVIII y
XIX, han aportado una seri e de análisis que iluminan nuestras reflexiones actuales sobre la efi cacia de los
lenguajes corporales. Hemos de recordar que el s ensualismo es una teoría del conocimiento y, también,
una doctrina ética y estética: enseña que los sentidos descubren la verdad, identifican la bondad y
disfrut an de la belleza. Pues bien, el fundamento de esta concepción filosófica está en su concepción del
origen del l enguaje y del desarrollo de l as lenguas. Los s ensualistas defienden que el hombre habla con
sus movimientos y con sus acciones; éstas, cuando s e llenan de signi ficados, se convierten en gestos, en
lenguaje; los gestos s e trans forman posteriorment e en gritos interj ectivos y, finalmente, éstos
evolucionan, mediante un proceso de análisis, al lenguaje articulado.
8
No sabe o no contesta……………………………………………………………5
2.- ¿Piensa que la calidad de la voz y la manera de pronunciar los discursos influyen en
la comprensión, en la aceptación o en el rechazo de los contenidos?
M ucho..………...……………………………………………………………….79
Bastante……….………………………………………………………………...94
Poco.…...………………………………………………………………….……26
Nada…..…………………………………………………………………………2
No sabe o no contesta….……………………………………………………….23
3.- ¿Cuáles son –a su juicio- los ras gos más importantes en la pronunciación de los
discursos políticos? Numérelos por orden de importancia.
La voz………………………...………………………………..107
Los movimientos………………………………………………..18
Los gestos……………………………………………………….18
La imagen…………………………………………………….....50
La expresión del rostro
………………………………...…31
No sabe o no contesta
4.- ¿Cuáles son –a su juicio- los defectos o vicios más graves en la dicción de los
discursos políticos? Numérelos por orden de gravedad.
La articulación fonética defectuosa…………………………..…63
El ritmo excesivamente rápido………………………………….26
El ritmo excesivamente lento………………………………...…20
La acentuación incorrecta…………………………………….....11
El soniquete……………………………………………………..31
El descontrol de la voz: el volumen y el tono…………………..57
No sabe o no contesta………………………………………..…16
9
5.- ¿Piensa que cualquier tipo de voz, si está adecuadamente educada, puede servir para
pronunciar discursos políticos?
Sí………………………………………………………………………………110
No……………………………………………………………………………..114
No sabe o no contesta
6.- ¿Poseen los políticos una pronunciación característica diferente, por ejemplo, de los
profesores, de los juristas, de los médicos o de los periodistas?
Sí………………………………………………………………………………161
No………………………………………………………………………………53
No sabe o no contesta…………………………………………………………..10
7.- ¿Opina que los políticos deberían corregir el acento dialectal?
Sí………………………………………………………………………………..70
No……………………………………………………………………….……..154
No sabe o no contesta
8.- ¿Qué acento dialectal le resulta más agradable?
Castellano…………………………………………………………………….....84
Gallego…………..…………………………………………………………….....9
Catalán………….………………………………………………………………..4
Andaluz…………………………………………………………………………99
Canario……………………………………………………………………….....22
No sabe o no contesta…………………………...……………………………….6
¿Por qué?
Porque es el más claro………………………………...………………………160
10
Porque es el mío……………………………………………………..………….48
No sabe o no contesta…………………...……………………...………………16
9.- ¿Piensa que las ideologías influyen en la pronunciación de los discursos?
M ucho………………………………………..…………………………………18
Bastante………………………………………………………………………..113
Poco……………………………………………………………………..……...72
Nada………………………………………………………………………….....12
No sabe o no contesta…………………...…………………………………...…..9
10.- ¿Cuál es la voz de los siguientes políticos que le resulta más agradable?
- José Luis Rodríguez Zapatero (Presidente del Gobierno PSOE)....…104
- M ariano Rajoy (Presidente del Partido Popular)…………………...…14
- Gaspar Llamazares (Secretario General de Izquierda Unida)..…….....44
- M anuel Chaves (Presidente de la Junta de Andalucía PSOE).…….….10
- Esperanza Aguirre ( Presidenta de Cdad. Autónoma de M adrid PP)... 22
- M aría T. Fernández de la Vega (Vicepresidenta del Gobierno P SOE)...3
- Josep Antoni Duran i Lleida ( Convergencia y Unión)……...……..…11
- Juan Fernando López Aguilar (Diputado canario PSOE)……..………..7
- No sabe o no contesta……………………………………………..……9
11.- ¿Advierte que el tono con el que se pronuncian los discursos descubren el estado de
ánimo de los oradores, influye en sus contenidos y transmite mensajes que son captados
por los oyentes?
M ucho…………………………………………………………………..61
Bastante………….…………………………………………...……….129
Poco...…………………………………………………………………..32
Nada
No sabe o no contesta…………………………………………………..2
11
12.- ¿Qué voz le resulta más clara?
- José Luis Rodríguez Zapatero…………..…………………………...103
- M ariano Rajoy………………………………………..…………….…18
- Gaspar Llamazares……………………………………………………39
- M anuel Chaves………………………………………………………..10
- Esperanza Aguirre………………………………………………….…12
- M aría Teresa Fernández de la Vega……………………………….….20
- Josep Antoni Duran i Lleida…………………………………………..15
- Juan Fernando López Aguilar…………………………………….…….7
- No sabe o no contesta
13.- ¿Quién le resulta excesivamente rápido?
- José Luis Rodríguez Zapatero………………………………………….9
- M ariano Rajoy…………………………………………………...……27
- Gaspar Llamazares……………………………………………………..3
- M anuel Chaves…………………………………………………………7
- Esperanza Aguirre………………………………………………….…50
- M aría Teresa Fernández de la Vega………………………………….46
- Josep Antoni Duran i Lleida …………………………………………17
- Juan Fernando López Aguilar…………………………………………55
- No sabe o no contesta………………………………………………....10
14.- ¿Quién le resulta demasiado premioso?
- José Luis Rodríguez Zapatero……………………………………...…16
- M ariano Rajoy…………………………………………………………5
- Gaspar Llamazares…………………………………………………….4
- M anuel Chaves……………………………………………………….75
- Esperanza Aguirre…………………………………………………..…4
12
- M aría Teresa Fernández de la Vega…………………………………...2
- Josep Antoni Duran i Lleida ………………………………………..…8
- Juan Fernando López Aguilar………………………………………….0
- No sabe o no contesta…………………………………………….…110
15.- ¿Qué voz le transmite sensaciones positivas?
- José Luis Rodríguez Zapatero………………………………………...91
- M ariano Rajoy………………………………………………………...41
- Gaspar Llamazares……………………………………………………14
- M anuel Chaves………………………………………………………....3
- Esperanza Aguirre………………………………………………….…14
- M aría Teresa Fernández de la Vega…………………………………..27
- Josep Antoni Duran i Lleida…………………………………………..13
- Juan Fernando López Aguilar………………………………………..…4
- No sabe o no contesta………………………………………………....17
16.- ¿Qué voz le transmite sensaciones negativas?
- José Luis Rodríguez Zapatero………………………………………...23
- M ariano Rajoy……………………………………………….……….51
- Gaspar Llamazares…………….…………………………….……….34
- M anuel Chaves………………………………………………………..49
- Esperanza Aguirre…………………………………………………….34
- M aría Teresa Fernández de la Vega…………………………………..12
- Josep Antoni Duran i Lleida …………………………………………...5
- Juan Fernando López Aguilar…………………………………………..3
- No sabe o no contesta………………………………………………....13
17.- ¿Quién le cansa más?
- José Luis Rodríguez Zapatero………………………………………...13
13
- M ariano Rajoy………………………………………………………...37
- Gaspar Llamazares…………………………………………………….32
- M anuel Chaves………………………………………………………..64
- Esperanza Aguirre…………………………………………………….14
- M aría Teresa Fernández de la Vega…………………………………..16
- Josep Antoni Duran i Lleida ………………………………………….12
- Juan Fernando López Aguilar…………………………………………27
- No sabe o no contesta………………………………………………….9
18.- ¿Quién administra mejor las pausas?
- José Luis Rodríguez Zapatero………………….……………………136
- M ariano Rajoy………………………………………………………….5
- Gaspar Llamazares…………………………………………………….43
- M anuel Chaves………………………………………………………....0
- Esperanza Aguirre……………………………………………………...9
- M aría Teresa Fernández de la Vega…………………………………....5
- Josep Antoni Duran i Lleida…………………………………………..10
- Juan Fernando López Aguilar………………………………………..…0
- No sabe o no contesta…………………………………………………16
19.- ¿Qué sugerencias les haría a los políticos para que mejoren la pronunciación de sus
discursos?
- Que se escuchen……………………………………………………….56
- Que ensayen…………………………………………………………..36
- Que estudien…………………………………………………………..50
- Que hablen menos…………………………………………….…….....42
- No sabe o no contesta……………………………………………..…..40
20.- ¿Deberían los políticos someterse a una adecuada preparación técnica para mejorar
la articulación fonética de los discursos?
14
-
Sí………….……………………….………………………………201
-
No……………………………………………….…………………..19
-
No sabe o no contesta…….……………….…………………………4
3. Análisis de datos
3.1. La voz
La primera conclusión que extraemos de estos datos es la importancia decisiva
que la gran mayoría de ciudadanos de esta zona geográfica –y de todos los grupos de
edades, de niveles culturales y de opciones políticas en los que están distribuidos-,
otorga a la voz de los políticos (165) y la influencia que conceden a la calidad de la voz
en la aceptación o en el rechazo de los contenidos de sus discursos (173). No es extraño,
por lo tanto, que 107 encuestados respondan que el rasgo más importante en la
pronunciación de los discursos políticos sea la voz.
Esta valoración positiva explica el efecto negativo que produce la articulación
fonética defectuosa y el descontrol del volumen o del tono de la voz (63 + 57 = 120).
Estos datos están directamente relacionados con la convicción generalizada de que el
tono con el que se pronuncian los discursos descubre el estado de ánimo de los
oradores, influye en sus contenidos y transmite mensajes que son captados por los
oyentes (61 – 129 = 190).
Frente a los 70 que piensan que los políticos deberían corregir el acento dialectal,
son más del doble quienes opinan que han de mantenerlo, pero de los 84 que muestran
su agrado por el castellano y de los 99 que prefieren el andaluz 160 fundamentan su
elección en la claridad de la articulación fonética. Los 22 que se deciden por el canario
justifican su opción aludiendo a la suavidad de la pronunciación.
La segunda conclusión es que los oyentes “escuchan” los discurso con los ojos:
por eso conceden importancia a la imagen (50), a la expresión de rostro (31), a los
movimientos (18) y a los gestos (18), que, sumandos, alcanzan un total de 107
evaluaciones positivas. Lo más sorprendente, a nuestro juicio, es el elevado número de
oyentes (18 + 113 = 131) que están convencidos de que las ideologías influyen en la
15
pronunciación de los discursos frente a los que piensan que influye poco (72) o nada
(12).
La tercera conclusión es que la voz de los políticos les suena de manera peculiar a
más del triple (161) de los que no advierten diferencias con los discursos de los
profesores, de los jueces, de los médicos o de los periodistas (53), sin embargo, es muy
reducida la diferencia de los que opinan que cualquier tipo de voz, si está bien educada,
puede servir para pronunciar discursos políticos (114) y de quienes creen lo contrario.
3.2. Pronunciación de los discursos
En el análisis de la valoración del atractivo que ejerce la voz de José Luis
Rodríguez Zapatero (104) –más de la mitad de los encuestados- hemos de tener en
cuenta que este porcentaje es mayor que el de aquellos que afirman que su voz les
transmite sensaciones positivas (91) e, incluso, que el de los que se han declarado
votantes del Partido Socialista (98). Esta estimación contrasta con la escasa valoración
que obtiene la voz de M ariano Rajoy (14), sensiblemente inferior a los que afirman que
su voz les transmite sensaciones positivas, bastante menor que los votantes del Partido
Popular (60), que a los que les resulta agradable la voz de Gaspar Llamazares o, incluso,
la de Esperanza Aguirre (22).
La explicación de estas respuestas nos la ofrecen los que afirman que José Luis
Rodríguez Zapatero, cuya voz es la más clara (103), es quien, sin resultar demasiado
premioso (16), ni excesivamente rápido (9), administra mejor las pausas (136) les cansa
menos (13) sin transmitirles sensaciones negativas (23). La voz de M ariano Rajoy, por
el contrario, aunque transmite sensaciones positivas a 41 y negativas a 51, cansa a 37 de
los oyentes, su administración de las pausas sólo es valorada positivamente por 5, es
percibida claramente por 18 y su pronunciación parece excesivamente rápida a 27.
Hemos de contrastar estos datos con los referidos a Gaspar Llamazares cuya voz resulta
agradable a 44 y clara a 39 de los encuestados, administra mejor las pausas según 43
cifras que son más elevadas que la de los que declaran que votaron a Izquierda Unida
(38). 32 declaran que les cansa y 34 que su voz les transmite sensaciones negativas.
Entre las voces menos gratas figura la de M anuel Chaves ya que sólo la valoran
positivamente 10 respuestas, el mismo número de los que la consideran clara, a 75 les
16
parece demasiado premioso, a 49 les transmite sensaciones negativas y a 64 les suele
cansar. Nos llama la atención, además, que, a juicio de ninguno de los encuestados,
administre bien las pausas. Las únicas respuestas relativamente significativas sobre los
discursos de los demás políticos son las que opinan que tanto Esperanza Aguirre (50)
como M aría Teresa de la Vega (46) son excesivamente rápidas a pesar de que la primera
transmite sensaciones negativas a 34 y la segunda sólo a 12.
Nos resulta esclarecedor que 56 de los encuestados sugieran a los políticos que,
para mejorar su dicción, se escuchen, 36, que ensayen previamente, 50 que estudien y
42 que hablen menos, son 201 los que piensan que los políticos deberían someterse a
una preparación técnica adecuada con el fin de mejorar la articulación fonética de sus
discursos.
4. Nuestra reflexión
A partir del análisis de estos datos hemos llegado a las siguientes conclusiones:
1.- Para que la voz ejerza la función significativa, para que la comunicación sea
eficaz, cómoda y económica, es necesario que la articulación de los sonidos sea
correcta, precisa y clara: que los diferentes sonidos no se confundan y que los oyentes
los perciban con distinción y con facilidad.
2.- Los oyentes califican a un discurso como categórico, amable, malhumorado,
educado o respetuoso, sobre todo, por la entonación de la voz. El tono elevado, el grito
continuado y la excesiva vehemencia provocan en los oyentes un efecto contrario al que
pretende el orador ya que aquéllos se habitúan, rebajan la importancia y las
exageraciones se interpretan como exageraciones.
3.- La voz se puede y se debe educar si pretendemos articularla con mayor
facilidad, claridad y belleza. Aunque algunas personas poseen mejores condiciones
naturales, la voz agradable exige también el aprendizaje disciplinado. Para mejorar la
calidad de la articulación fónica hemos de tener muy en cuenta el autocontrol por parte
del hablante, la adaptación a los oyente y al tema, y, por supuesto, las normas que
regulan el funcionamiento de la lengua. La pronunciación adecuada de los sonidos es
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imprescindible para lograr que el discurso se oiga, se escuche, se atienda y se entienda:
para que el mensaje se reciba de manera clara, correcta y agradable.
4.- La consecuencia es clara: la pronunciación confusa que impide que el oyente
oiga claramente, que escuche con comodidad, que atienda con tranquilidad o que
entienda con precisión, debe ser corregida. Es correcta la pronunciación que resulta fácil
para el hablante, eficaz para el mensaje y agradable para el oyente. La voz influye para
que recibamos los mensajes con agrado o que los rechacemos con dis gusto.
5.- Los políticos han de tener en cuenta que la palabra en el discurso oratorio es
musical: es grito, es melodía y es ritmo. Estos tres factores encierran significados
convergentes, paralelos o contradictorios. El discurso, por lo tanto, se fertiliza con las
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emociones que esta música aporta . Para alcanzar un nivel de corrección aceptable y
para articular los sonidos de manera fácil, son convenientes unos ejercicios metódicos
que corrijan los defectos y que mejoren los hábitos articulatorios.
6.- El aspecto que una persona ofrece de sí misma, la postura que adopta o la
forma de expresarse son factores tan decisivos a la hora de transmitir un mensaje como
el mensaje en sí. Todos los elementos físicos se convierten en signos externos, todos los
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El ritmo, fenómeno sensorial posee una extraordinaria fuerza persuasiva. Se puede descubrir en
los fragmentos del rétor Gorgias un intento de dotar de ritmo a los períodos y, sobre todo, a la cl áusula,
como procedimiento de persuasión. La experienci a personal muestra cómo el ritmo, primero, y la
melodía, después, predisponen para la recepción favorable, para la acept ación física y espiritual de los
mensajes. El ritmo y la melodía favorecen el camino en compañía, y la sintonía física y acústica facilitan
la comprensión y la aceptación de los m ensajes y propician una vibración afectiva común. Pero ¿dónde
está la clave –nos pregunt amos- de su valor expresivo? Podemos contestar diciendo que depende de su
fuerza sugeridora y de su poder connotativo. El sonido, agudo o grave, despierta una reacción sensorial
múltiple y una respuesta sentimental di ferent es. La capacidad sinest ésica de la fantasía humana hace que
un determinado sonido provoque, no sólo sensaciones auditivas, sino también visuales, táctiles, olfativas,
etc. Los sonidos, igual que otros estímulos sensoriales, están asociados a determinados estado de ánimo.
El ritmo poético, con todos sus componentes, podrá poner en acto esta capacidad sugeridora. Para que de
hecho consigamos el efecto, será necesario, por consiguiente, que la s ecuencia sonora pos ea un carácter
expresivo. Hay ritmos alegres y tristes, unos acompañan la euforia de la victoria y otros la pena de la
derrota; unos cantan la vida y otros lloran la muerte.
Los efectos sensoriales o sentimentales son los resultados de las asociaciones de determinados
sonidos con unos contenidos psíquicos adecuados. “ La temperatura s entimental, la configuración
imaginativa del cont enido poético s e mani fiesta no sólo por l a secuencia y variaciones de la mat eria
fóni ca que, para hacers e expresiva, queda igualmente form alizada.
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rasgos externos se llenan de significados que son interpretados "leídos", por los oyentes
o espectadores, todos "dicen" algo: el peinado o el despeinado, la melena o el pelado, la
corbata o la pajarita son datos que los oyentes leen e interpretan: "El hábito hace al
monje", "Las apariencias no engañan", "La cara no es el espejo del alma: es el cuerpo y
es el alma".
7.- Las palabras de los políticos se intensifican o se desvirtúan por su voz, por sus
gestos, por sus atuendos, por sus comportamientos o por su imagen. De hecho, las
apariencias externas sirven de claves interpretativas de los razonamientos y de las
argumentaciones.
8.- El lenguaje del rostro es más sincero y más elocuente que el de las palabras.
Todos sabemos que hablamos con la expresión del rostro. Todos hemos experimentado
cómo la cara y, especialmente, los ojos y los labios, hablan de manera eficaz, clara y
elocuente: dicen mucho más que las palabras, explican los estados de ánimo, las
emociones y los sentimientos que, por falta de habilidad o por exceso de pudor, no
sabemos o no queremos expresar con discursos lingüísticos.
9.- Con la expresión de la cara decimos muchas más cosas y más verdaderas que
con las palabras. Hay sensaciones, emociones y sentimientos que no se pueden traducir
de manera adecuada con palabras, pero sí las decimos con la mirada, con la boca y con
todos los músculos de la cara: la atención, el miedo, los celos, la sorpresa, la simpatía, el
asco, la indiferencia, el sufrimiento, la tristeza, el placer, el gusto.
10.- El rostro transparenta, refleja e ilumina el alma en todos los casos: los
oyentes leen la mirada serena, tranquila, confiada, inquieta, angustiada o crispada; los
labios relajados manifiestan generosidad, alegría o paz. Los oyentes advierten cuando el
rostro está abierto como las ventanas de una casa para recibir la luz del día o cuando
contraen los músculos y manifiestan con su rigidez un malestar íntimo o una voluntad
de ocultar los verdaderos pensamientos o afectos. El rostro nos dice si el que nos habla
es sincero o un farsante.
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11.- Las expresiones del rostro suelen estar reguladas por una serie de esquemas
pertenecientes a cada grupo cultural. Estos esquemas fijan especiales tensiones y
relajaciones que afectan a los músculos faciales y que son singularmente delicados y
movibles.
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12.- Hemos de reconocer que la comunicación oratoria es un proceso complejo
que supone una concepción de la fonética y de la semántica más amplias que las
meramente lingüísticas. La oratoria es una verdadera “representación teatral”, una
“acción dramática” que, realizada en un tiempo y en un espacio peculiares, constituyen
un escenario viviente.
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Todos estos elementos han de estar armonizados en un plan
cohesionado que integre los diferentes factores en su justa proporción.
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Estas tensiones y rel ajaciones, desde el momento de nacimiento hasta después de algunas
semanas de vida, funcionan como meros reflejos dependi entes de la estructura orgáni ca del recién
nacido; sucesivamente, cuando comienza a observar con atención los rostros de las personas que lo
rodean, el niño empieza a modi ficarlos mediant e el es fuerzo de fijar ciert as expresiones y de imitar a su
modo los movimientos de los demás.
Este es fuerzo imitativo se hace poco a poco más intenso, a medida en que crece la capacidad del
niño de controlar sus propios músculos faciales y la de percibir distintamente las formas y los
movimientos de las cosas. De este modo, mientras se desarrolla orgánicamente, el niño asimila los
comportamientos faciales del grupo humano en el que se halla insertado físicamente y en el que va a
integrarse psíquica y socialmente.
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Por eso s e repite que la oratoria participa de las características del teatro y como ocurre con
éste, el orador de igual manera que los actores se retrat a y sirve de pantalla en la que s e proyecta el
público. El orador actúa y, en su figura, en la imagen que ofrece al público, condensa la vida vivida y no
vivida. Algunos autores llegan a afirm ar que la oratori a se constituye en el resumen o en la suma de todas
las artes. Cuando hablamos en público, tomamos conciencia de que somos contemplados con los ojos de
los que miran un cuadro, una escultura e, incluso, una obra arquitectónica; con los oídos de los que
escuchan una obra musical y con la sensibilidad de los que se deleitan con un poema.
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