BUDAPEST HISTORIA En sentido estricto, la historia de Budapest empieza en 1873, cuando la montañosa zona residencial de Buda y la antigua Óbuda, en la orilla occidental del Danubio se unieron a la zona llana e industrial de Pest, en la orilla oriental, para formar una ciudad inicialmente bautizada como Pest-Buda. Pero, como siempre pasa con la Historia y especialmente en Centroeuropa, no será tan sencillo, pues antes del s. XIX habían pasado muchas cosas. Los primeros habitantes La Cuenca de los Cárpatos, en la que se encuentra Hungría, ha estado habitada durante al menos 500000 años. Pero la prueba más antigua de asentamientos humanos en la zona del Gran Budapest la constituyen los restos de un campamento de caza Neanderthal. Alrededor del año 2000 a.C., tribus indoeuropeas procedentes de los Balcanes llegaron a la Cuenca de los Cárpatos en carros tirados por caballos, introduciendo sus arcos, flechas y herramientas de cobre. A lo largo del milenio siguiente, invasores occidentales (ilirios y tracios) y del este (escitas) llevaron el hierro, pero el uso del metal no se generalizó hasta que llegaron los celtas hacia el s. III a.C. La conquista romana Alrededor del año 35 a.C., los romanos conquistaron la región al oeste y al sur del Danubio. Ya en el año 10 d.C. habían fundado la provincia de Panonia. A finales del s. I fundaron Aquincum, guarnición militar estratégica y plaza comercial a lo largo del Danubio, en lo que hoy es Óbuda, que se convertiría en la sede administrativa de Panonia Inferior en el año 106. Las Grandes Migraciones, los magiares y la conquista de la Cuenca de los Cárpatos A principios del s. III pueblos nómadas de Asia como los hunos llegaron al Imperio Romano y en el s. V. obligaron a los romanos a huir de Aquincum. Tras la muerte de Atila en el 453, serán los ávaros (s. VI) quienes se hagan con el control de la Cuenca de los Cárpatos. En el siglo VIII serán derrotados por Carlomagno quien incorporará la zona de Budapest al Imperio franco. El origen de los magiares, nombre con el que se autodenominan los húngaros, es un tema complejo. Los magiares habitaban originariamente los bosques en algún lugar entre el curso medio del Volga y los montes Urales de Siberia occidental. Los magiares protagonizaron diversas migraciones a lo largo de su historia, tanto hacia el Báltico, como hacia el sur, hacia el río Don. La última migración de los magiares antes de la Cuenca de los Cárpatos los llevó a lo que los húngaros de hoy conocen como la Etelköz, región al norte del mar Negro. Alrededor del 895 y bajo ataque, siete tribus magiares de los asentamientos de Etelköz partieron hacia la Cuenca de los Cárpatos comandadas por Árpád. Árpád se instaló en Óbuda; en este momento Buda y Pest no eran más que pequeñas aldeas. Sabedores de su pericia como jinetes y arqueros, se lanzaron al saqueo y al pillaje en todas direcciones, tomando esclavos y amasando botín tras botín. En el 955 el rey alemán Otón I los detuvo en la batalla de Augsburgo. Esta derrota y otras posteriores les obligaron a formar una alianza con el Sacro Imperio Romano. En el 973 el príncipe Géza, bisnieto de Árpád, pidió al emperador Otón II que enviara misioneros católicos a Hungría, recibiendo el bautismo en la capital, Esztergom, a 46 km de Budapest, lo mismo que su hijo Vajk, que adoptó el nombre cristiano de Esteban I (István) el día de Navidad del año 1000 y fue coronado como el “rey cristiano”. Hungría había nacido como reino y como nación. La casa de Árpád Los dos siglos y medio posteriores (el tiempo que duró la dinastía Árpád) pondrían a prueba la resistencia del nuevo reino. Este período estuvo marcado por intrigas dinásticas e incesantes luchas entre los aspirantes al trono, que debilitaron a esta joven nación frente a vecinos más poderosos. El emperador de Bizancio quiso apoderarse de las provincias de Dalmacia y Croacia, adquiridas por Hungría a principios del s. XII. Los detuvo Béla III con la ayuda de nobles húngaros, por lo que su hijo Andrés II, no pudo evitar firmar la Bula de Oro, un tipo de Carta Magna firmada en 1222 que limitaba algunos poderes del rey en favor de la nobleza, reconocía la existencia de la “nación húngara” y permitía que una Dieta (o asamblea) de nobles celebrara sesiones regulares en Pest. Su sucesor, Bela IV no pudo evitar la invasión de los mongoles que en enero de 1242, atacaron Pest y Óbuda arrasándolas y matando a unas 100000 personas. Para reconstruir la capital real, Béla volvió a invitar a las tribus germánicas a instalarse en esta región. Budapest en la Edad Media La pugna por el trono de Hungría que siguió a la muerte de Andrés III, llevó a Carlos de Anjou (dinastía francesa) a ser rey en 1307. Durante el siglo siguiente, una alianza entre Polonia y Hungría dio a la primera la corona húngara. Cuando Vladislav I, de la dinastía polaca de los Jagellones, murió combatiendo contra los turcos otomanos, Hunyadi, general transilvano, fue declarado regente. Sus victorias frente a los turcos aseguró la coronación de su hijo Matías (Mátyás), el que será rey más importante de la Hungría medieval. Matías (1458-1490), apodado “el Cuervo” (Corvinus) por su BUDAPEST HISTORIA escudo de armas, convirtió a Hungría en una de las primeras potencias de Europa central. Además, durante su reinado Buda vivió una edad dorada y se convirtió por primera vez en el verdadero corazón del país. Su esposa Beatriz, hija del rey de Nápoles, contrató a artesanos italianos que reconstruyeron, ampliaron y fortificaron el Palacio Real en estilo renacentista. La Biblioteca Corvina, con más de 2000 códices e incunables, era la segunda más importante del mundo tras la del Vaticano. Luis II (Lajos) subió al trono en 1516 a la edad de nueve años. En 1522 contrajo matrimonio con la infanta española María, hija de Juana la Loca y Felipe el Hermoso. La batalla de Mohács y la ocupación turca Luis II es derrotado por los turcos en Mohács en 1526, lo que supone un hito en la historia húngara. El sultán otomano Solimán el Magnífico se había adueñado de gran parte de los Balcanes, incluida Belgrado, y se disponía a marchar sobre Buda y después sobre Viena con un ejército de más de 90000 hombres. Supuso el final de una Hungría independiente y dominaciones extranjeras que duraría siglos. Después de que los turcos regresaran y ocuparan Buda en 1541, Hungría quedó dividida en tres partes. El sector central, con Buda como capital provincial, pasó a poder de los otomanos mientras que una parte del Transdanubio y de la actual Eslovaquia fue gobernada por la dinastía austríaca de los Habsburgo con la ayuda de la nobleza húngara establecida en Bratislava. El principado de Transilvania prosperó como estado vasallo del Imperio otomano. Esta división del país se mantendría en vigor durante casi un siglo y medio. El poder de los turcos empezó a decaer en el s. XVII, sobre todo después de la rotunda derrota que sufrieron en su intento de invadir Viena. Buda fue liberada en 1686 y en 1697 el resto de Hungría. Los Habsburgo La expulsión de los turcos no dio como resultado una Hungría libre e independiente. Buda y el resto del país quedaron bajo ocupación militar de Austria y las pesadas cargas fiscales exacerbaron aún más la oposición de la nobleza. Hungría era ahora una mera provincia del imperio Habsburgo. Con el ascenso al trono de María Teresa en 1740, la nobleza húngara le prometió sus “vidas y sangre” en la Dieta de Bratislava a cambio de concesiones; así empezó el período de absolutismo ilustrado que continuaría con su hijo José II, que gobernó durante un década desde 1780. José II intentó germanizar el Imperio y Hungría, pero chocó nuevamente con la nobleza húngara, por lo que tuvo que echarse atrás. La Pest del año 1800, con una población de unas 30000 almas, era el centro comercial más importante de la nación, mientras que Buda, con 24000 habitantes, siguió siendo una real plaza fortificada. Pero el 90% de la población del país trabajaba la tierra. El liberalismo y las reformas sociales llegaron de la mano de algunos miembros de la nobleza, como el conde István Széchenyi (1791-1860), un verdadero hombre del Renacimiento que abogaba por la abolición de la servidumbre y devolvió gran parte de sus tierras a los campesinos. También propuso la construcción del primer puente permanente entre Buda y Pest (el puente de las Cadenas) y supervisó la regulación del Danubio, tanto por el comercio y la irrigación como por la seguridad. La Guerra de Independencia de 1848-1849 El imperio Habsburgo empezó a debilitarse al tiempo que el nacionalismo húngaro se fortalecía. El 3 de marzo de 1848, Kossuth, abogado y periodista, pronunció en el Parlamento un encendido discurso en el que reclamaba el fin del feudalismo. El 15 de marzo, un grupo autodenominado los Jóvenes de Marzo salió a la calle para exigir reformas drásticas e incluso la revolución. La monarquía de los Habsburgo reaccionó y en septiembre de 1848 sus fuerzas lanzaron un ataque a Hungría. En abril de 1849, el Parlamento declaró la independencia total de Hungría. El nuevo emperador Habsburgo, Francisco José (1848-1916), pasó rápidamente a la acción. Pidió ayuda al zar ruso Nicolás I y, juntos, derrotaron a los rebeldes húngaros. La Monarquía Dual Hungría se vio nuevamente integrada en el imperio Habsburgo como provincia derrotada. Sin embargo, la resistencia pasiva de los húngaros y las desastrosas derrotas militares de los Habsburgo a manos de los franceses en 1859 (Italia) y los prusianos en 1866 forzaron a Francisco José a negociar con los liberales húngaros. El resultado fue el Compromiso de 1867, que básicamente reestructuraba la monarquía de los Habsburgo y creaba la Monarquía Dual de Austria (el imperio) y Hungría (el reino), gobernada por el emperador/rey Francisco José. Era un Estado Federado con dos Parlamentos y dos capitales: Viena y Budapest (el resultado de la unión de Buda, Pest y Óbuda en 1873). Esta “edad del Dualismo” duraría hasta 1918 y alentaría el renacimiento económico, cultural e intelectual de Budapest. El comercio y la industria prosperaron, se construyeron fábricas y las clases medias (dominadas por alemanes y judíos en Pest) florecieron y la capital se precipitó en un frenesí constructor. Gran parte de lo que se ve en la Budapest actual (desde los grandes bulevares con sus casas de pisos de estilo ecléctico hasta el edificio del Parlamento, el Teatro de la Ópera de Hungría y el Palacio de las Artes) fue construido en este período. BUDAPEST HISTORIA La Primera Guerra Mundial y la República de los Consejos El 28 de julio de 1914 Austria-Hungría declaró la guerra a Serbia y entró en la Primera Guerra Mundial aliada con el Imperio alemán. Las consecuencias fueron desastrosas, pues la guerra sembró la destrucción y provocó la muerte de miles de personas en los frentes rusos e italianos. Con el armisticio de 1918 y el Tratado de Trianon el destino de Hungría quedó sellado como responsable de la guerra. Cinco días después de que se firmara el armisticio se instauró en Budapest una nueva república, aunque no duraría mucho. La inflación descontrolada, la elevada tasa de desempleo, la ocupación y el desmembramiento de Hungría por parte de los aliados y la victoria de la revolución bolchevique en Rusia provocaron la radicalización de gran parte de la clase obrera de Budapest. En marzo de 1919, un grupo de comunistas húngaros se hizo con el poder bajo el liderazgo de un ex periodista transilvano, Béla Kun. Conocido como la República de los Consejos, el nuevo Gobierno se propuso nacionalizar la industria y la propiedad privada, pero la incapacidad de Kun para recuperar los “territorios perdidos” provocó una oposición masiva; como consecuencia, el Gobierno inició una campaña de “terror rojo” en todo el país. En agosto, las tropas rumanas ocuparon la capital y Kun huyó a Viena. Los rumanos se marcharon de Budapest en noviembre, justo antes de que el almirante Miklós Horthy entrara en la capital al frente de 25000 soldados húngaros. Los años de Horthy y la Segunda Guerra Mundial En marzo de 1920 el Parlamento escogió la monarquía como forma de estado y, a falta de rey, designó como regente al almirante Horthy, quien permaneció en el cargo hasta el penúltimo año de la Segunda Guerra Mundial. Horthy desencadenó un “terror blanco” que se cebó en los judíos, los socialdemócratas y los comunistas por el apoyo que habían prestado a la República de los Consejos. Una vez consolidado, el régimen se demostró extremadamente ultraderechista y conservador, defensor a ultranza de los valores tradicionales. Todos estaban de acuerdo en la recuperación de los territorios perdidos el Tratado del Trianon. Hungría sabía que no podía contar con que los vencedores (Francia, Gran Bretaña y EE UU) para recuperar sus territorios, por lo que tenía que buscar el auxilio de los gobiernos fascistas de Alemania e Italia. Hungría se unió al Eje en junio de 1941. La guerra resultó tan desastrosa para Hungría como la de 1914-1918 y Horthy inició conversaciones secretas con los aliados. Cuando Hitler se enteró de la maniobra húngara en marzo de 1944 envió su ejército. El nuevo Gobierno títere (Horthy fue deportado a Alemania) aprobó una legislación parecida a la alemana, y los judíos, fueron confinados en guetos por los húngaros pronazis y más tarde deportados a Auschwitz. Muchos judíos sobrevivieron gracias hombres heroicos como el jefe de la legación española Ángel Sanz Briz. Budapest se convirtió en un campo de batalla internacional. En las Navidades de 1944 el ejército soviético tenía rodeada Budapest, y los alemanes no se rindieron hasta abril de 1945. Las tres cuartas partes de las casas, edificios históricos e iglesias de la ciudad habían quedado seriamente dañadas o destruidas y los alemanes volaron el castillo de Buda y todos los puentes del Danubio como despedida. La república popular Al celebrarse elecciones legislativas libres en noviembre de 1945 pero los comisarios políticos soviéticos, apoyados por el ejército de ocupación apoyaron a los comunistas para que tomaran el control absoluto, y tras unas elecciones polémicas que se celebraron en 1947 declararon ganador a su candidato, Mátyás Rákosi, quien emprendió un proceso de nacionalización y una industrialización excesivamente rápida a costa de la agricultura. En agosto de 1949 se proclamó la “República Popular de Hungría”. En los años siguientes (de los más negros y amargos de la historia de Budapest) el Estado expropió bloques de pisos, comercios y pequeñas empresas y muchos fueron objeto de purgas, destierros o prisión. Después de la muerte de Stalin en 1953 el imperio del terror comenzó a relajarse. El Levantamiento de 1956 La mayor tragedia de la nación (unos acontecimientos que durante un tiempo impresionaron al mundo, desestabilizaron el comunismo internacional y enfrentaron a húngaros con húngaros) empezó en Budapest el 23 de octubre de 1956, cuando unos 50000 universitarios gritan consignas antisoviéticas y exigiendo el “socialismo con rostro humano”. La revolución había estallado en Budapest. Se formó un nuevo gobierno con János Kádár. Durante unos pocos días, el Gobierno ofreció una amnistía a todos los involucrados en los actos de violencia y anunció que Hungría abandonaría el Pacto de Varsovia y declararía su neutralidad. En esas estaban los húngaros cuando tanques y soldados soviéticos entraron en el país y en menos de 72 horas empezaron a atacar Budapest y otras ciudades. Hubo feroces combates callejeros y cuando la contienda terminó, habían muerto 25000 personas. Y después empezaron las represalias con numerosos ejecutados. Aún pueden verse los agujeros de bala y los impactos de metralla en las fachadas de numerosos edificios de Pest. BUDAPEST HISTORIA La Hungría de Kádár Después de la revuelta Kádár, ahora presidente del partido, fomentó un mayor consumismo y el socialismo de mercado, y ya a mediados de la década de 1970, Hungría estaba muy por delante de cualquier otro país del bloque soviético. El “modelo húngaro” atrajo la atención (y las inversiones) de Occidente. Pero las cosas empezaron a torcerse en los años ochenta. El sistema de Kádár de “socialismo de goulash” fue incapaz de abordar problemas tan poco socialistas como el desempleo, una inflación desmandada y la mayor deuda externa per cápita de la Europa del Este. En junio de 1987, Károly Grósz fue investido primer ministro, y menos de un año después Kádár fue expulsado del partido y obligado a retirarse. El final de una época Un grupo de reformistas tomaron entonces el control. Durante el verano y el otoño de 1988 se formaron nuevos partidos políticos y renacieron los viejos. En enero de 1989, adelantándose a las importantes reformas que Mikhail Gorbachov impulsaría en la Unión Soviética, el gobierno anunció que los acontecimientos de 1956 habían sido una “insurrección popular” y no una “contrarrevolución”, como el régimen la había bautizado. En julio de 1989, Hungría empezó a desmontar la valla electrificada que la separaba de Austria. Tal medida permitió la salida hacia Occidente de una oleada de ciudadanos de la República Democrática de Alemania que estaban veraneando en Hungría, y la apertura animó a otros miles. El derrumbe de los regímenes comunistas instaurados en la región era ya imparable. La renacida república de Hungría El 23 de octubre de 1989, en el 33º aniversario del Levantamiento de 1956, la nación volvió a llamarse República de Hungría. Las elecciones de 1990 las ganó el centrista Foro de los Demócratas de Hungría (MDF), que preconizaba una transición gradual al capitalismo. Mientras Gorbachov se limitaba a mirar, Hungría cambió de sistema político como quien se muda de ropa, y las últimas tropas soviéticas abandonaron suelo húngaro en junio de 1991. Los nombres de calles budapestinas como Lenin körút y Marx tér acabaron en el vertedero de la historia, y los monumentos erigidos a los “gloriosos trabajadores” y los “apreciados dirigentes” fueron trasladados a ese zoológico del realismo socialista llamado Memento Park. Pero, a pesar del éxito inicial a la hora de frenar la inflación y reducir los tipos de interés, los problemas económicos ralentizaron el desarrollo. El camino hacia Europa En 1998; el Fidesz-MPP hizo campaña por una mayor integración en Europa y accedió al gobierno formando coalición con el MDF, y el conservador agrario FKgP. El joven líder del partido, Viktor Orbán, fue investido primer ministro. Un año después, Hungría se convirtió en miembro de pleno derecho de la OTAN. En abril del 2002 los húngaros optaron por el cambio y el MSZP (socialistas) volvió al poder. Con el nuevo primer ministro Péter Medgyessy, partidario del libre mercado Hungría fue admitida en la UE en mayo del 2004.Poco después le sustituyó Gyurcsány. Hungría actual Reelegido primer ministro en abril del 2006 Gyurcsány puso en marcha medidas inmediatas de austeridad para atacar el déficit de Hungría. Sin embargo, en septiembre, mientras se empezaban a aplicar estas impopulares medidas, apareció una cinta grabada poco después de las elecciones en una reunión secreta del gabinete del primer ministro en la que Gyurcsány confesaba que el partido había “mentido mañana, tarde y noche” sobre el estado de la economía desde su llegada al poder.La indignación del pueblo se plasmó en una serie de manifestaciones cerca del edificio del Parlamento de Budapest, culminando en disturbios generalizados que empañaron el 50º aniversario del Levantamiento de 1956. En las elecciones generales del 2010, Fidesz-MPP consiguió una mayoría del 52% en la primera ronda de votaciones y unió fuerzas con el Partido del Pueblo Demócrata Cristiano (KDNP) para gobernar con una mayoría de dos tercios, o 236 del total de 386 diputados. Con la crisis de los refugiados, Hungría se ha mostrado muy reacia a colaborar en el axilo y les ha impedido incluso el paso por su territorio. Desde 2012 el presidente es János Áder. El Primer Ministro es Viktor Orban.