Nueva entrada bloc

Anuncio
EL MUNDO QUE YO IMAGINO
Este escrito es la continuación lógica de “El centésimo mono” y mi aportación a la
consciencia colectiva de un mundo mejor.
Tú puedes mejorarlo, cambiar, quitar, añadir, quedarte con este o imaginar uno distinto.
Pero créete que es posible.
La idea principal es que todo el mundo viva feliz. Ese es el tronco del árbol. A partir de
ahí iremos construyendo las ramas.
Para empezar analicemos la Paz con mayúscula que queremos en el mundo tal como la
definí en el escrito anterior: “Esa Paz donde no sólo se da ausencia de conflictos
armados sino también ausencia de hambre, ausencia de injusticias. La Paz junto a la
que no puede existir violencia de ningún tipo. La Paz entendida como forma de vida en
armonía con los demás, sin sufrimiento, en abundancia y felicidad. Eso es lo que quiere
la abrumadora mayoría de la población del mundo”.
Vayamos paso por paso:
Ausencia de conflictos armados. Por tanto, en el mundo que queremos, los ejércitos y
las armas no tendrán sentido así que se disolverán, sus infraestructuras serán usadas por
el colectivo vecinal más cercano para actividades sociales, culturales, festivas o
deportivas. Armas y demás material de guerra desmantelado y reciclado para revertir los
desastres ecológicos que las guerras y demás han producido.
Ausencia de hambre. Todas las personas tienen todo lo necesario para vivir, por tanto
el dinero dejará de ser válido. Cada uno aportará a su comunidad en la medida de sus
gustos y posibilidades y la comunidad cubrirá todas las necesidades de cada uno,
incluídos ocio, viajes, salud, etc.
Ausencia de injusticias. Esto se da de manera natural cuando todas las personas tienen
cubiertas todas sus necesidades.
Ausencia de violencia. Si las personas viven felices, desarrollando su vida libre de
injusticias y con todo lo necesario para vivir, no necesitan usar la violencia para
reclamar nada. La violencia desaparecerá por sí misma.
Armonía con los demás. En este mundo impera el respeto. Respeto hacia uno mismo,
hacia los demás y al entorno, integrando con este concepto las tres formas básicas de
paz: paz interior, paz social y paz gaia.
Estos simples principios nos llevarán a una vida en armonía, abundancia y felicidad.
Pero, si es tan sencillo ¿Cómo es que estamos tan mal?
Tenemos seis ramas principales cada una de ellas cuidadosamente dirigida por los amos
hacia los fines que pretendían: subyugar al ser humano.
1. Religión.
No pretendo aquí explicar como se ha encadenado el espíritu humano a través de las
religiones, sí, de todas. Toca pues a cada uno individualmente quitarse esas cadenas, no
necesitamos ningún profeta ni intermediario para conectar con nuestro Ser, así que
siguiendo con la línea básica de nuestro sencillo argumento anterior:
La única religión será el respeto a todo ser vivo. No me digas que se lo explique a tantos
millones de personas fundamentalistas que hay en el mundo, te lo digo a ti que sabes
como yo que los amos han hecho muy bien su trabajo dividiendo y enfrentando a la
gente por sus creencias y encauzándola con sus dogmas. Recuerda, con que lleguemos
al centésimo mono será suficiente, luego todo irá en cascada.
2. Ciencia y tecnología.
La ciencia y la tecnología se utilizarán para el bien común y de forma libre para todo el
mundo. Es un hecho, en cuanto un número suficiente de científicos llegue a la masa
crítica ya no habrá amenazas posibles ni miedo al ridículo o a la pérdida de reputación.
La investigación no estará mediada por los intereses egoístas de las grandes
corporaciones. La cura a todas las enfermedades, la teletransportación, avances insólitos
estarán a nuestro alcance.
3. Educación.
La educación servirá para hacernos personas sabias, respetuosas y felices. Tendrá como
fin último la felicidad de la persona, por tanto todo en ella irá encaminado a
relacionarnos bien con los demás y con nosotros mismos, a ayudarnos a descubrir
nuestras potencialidades y talentos para que dejemos de ser bonsáis y seamos árboles
maravillosos repletos de vida. Su función será desarrollar nuestra creatividad para que
cada uno pueda aportar a los demás su riqueza particular, aplicada a cualquier ámbito.
Al ámbito de la alimentación, al de la medicina, al de limpieza y mantenimiento, al de la
industria del ocio…
4. Justicia.
La justicia será justa y será impartida por los miembros de cada pequeña comunidad.
Servirá para regular de forma rigurosamente democrática, las normas de convivencia
decididas entre todos.
5. Alimentación y salud.
Nuestra alimentación, libre de productos contaminantes, será nuestra mejor medicina. El
aire limpio, el agua pura, mantendrán nuestros cuerpos y nuestras mentes a pleno
rendimiento.
6. Ocio y medios de comunicación.
Dispondremos nuestro tiempo para permitirnos el ocio. Con cuatro horas de trabajo es
suficiente y dado que el trabajo será el que mejor se adecue a las aptitudes de cada uno,
podemos sustituir ya esa palabra tan teñida de evocaciones negativas por otra más
apropiada como “servicios”, o ¿porqué no inventar una nueva? Bibarcamusi.
Los medios de comunicación serán las redes sociales a gran escala que contarán las
cosas como son en realidad, acercando a las distintas comunidades del globo para que,
conociéndose, se respeten y apoyen mutuamente.
Como puedes ver he dibujado las ramas más gruesas pero éstas se extienden en
múltiples posibilidades cada una de ellas formando un árbol mágico que nos regala cada
rama que queramos imaginar.
Descargar